*Aparece salvajemente*

Heeeey… Bueno, ha pasado mucho tiempo, ¿no? Casi 5 años, cof cof… Bueno, entiendo la frustración de leer algo y encontrar que está incompleto así que me voy a dar a la tarea de terminar esto. Espero les guste, gracias por leer y comentar.


— ¡Apilen y aseguren las provisiones! –ordenó Nami. — ¡Nos vamos ahora!

— ¡Rápido!

Los sombreros de paja se movían de un lado a otro preparando su partida, en cualquier momento los Marines podrían aparecer y no se podían dar el lujo de luchar contra ellos. Pero cada uno de ellos se detuvo cuando un pensamiento general les cruzo la mente—sobre todo al no escuchar la voz de cierta persona.

—Siento que… nos falta alguien –dijo Usopp.

—Yo también me siento igual.

—Y el que falta… es el más importante –confirmó Nami.

—Ese… ¡IDIOTA! –explotó Zoro.

Porque allí, listos para zarpar y en peligro de ser capturados, el miembro más importante de la tripulación no se encontraba.

— ¡¿Dónde carajo se metió Luffy?! –exigió Nami mientras Usopp y Chopper corrían por el barco buscándolo en vano.

—Creo que se separó de nosotros mientras escapamos… –Vivi ofreció.

— ¿Qué hacemos ahora? ¿Deberíamos ir a buscarlo?

—Yo iré –Zoro se acercó a la barandilla, listo para saltar.

— ¡Ni lo pienses! –Nami lo golpeó en la cabeza antes de que hiciera algo.

—Estúpido marimo, no digas tonterías, si vas tendríamos que buscar a dos idiota en lugar de uno.

— ¿Qué dices cocinero pervertido? ¿Quieres pelea? –dijo Zoro, preparando sus espadas.

—Adelante, marimo de mierda –dijo Sanji, levantando una pierna.

— ¡Deténganse, idiotas! –gritó Nami mientras los golpeaba a ambos. —Con sus peleas solo causan más problemas.

—Sí, ¡Lo siento, Nami! –se disculpó Sanji, haciendo un baile extraño con su cuerpo.

—Maldita bruja… –se quejó Zoro entre dientes.

—Bu-Bueno, entonces, ¿Qué hacemos ahora? –preguntó Vivi.

—Navegaremos alrededor de la orilla, esperemos que Luffy sea lo suficiente inteligente como para encontrarnos.

— ¡Sí! –gritaron en insinuó.


Koala miró a los tres hermanos mientras caminan entre los cuerpos de los miembros derrotados de Baroque Works, charlando animadamente como si nada—aunque técnicamente ella hacia lo mismo.

Luffy seguía pegado a Sabo, quien ahora lo llevaba a cuestas. Ace estaba entre encariñado con la escena y celoso por no poder cargar a su hermanito, aunque su rostro solo mostraba una sonrisa, pero Koala podía decirlo con seguridad, porque Sabo era igual.

Vaya par de raros con complejo de hermano menor.

—De todas formas, Luffy –llamó Ace —, busquemos a tus nakamas. Si los Marines se cruzan con ellos será bastante problemático.

—Puede que ya hayan regresado al barco –respondió Luffy.

— ¿En qué puerto anclaste? –preguntó Sabo.

—Sabes, no tengo ni la más mínima idea.

—Hey… –Sabo suspiró. Típico de Luffy.

—Si eres el capitán de un barco, lo más normal es que recuerdes dónde desembarcaste –Ace le reclamó.

Luffy se rió sin vergüenza.

—No se preocupen~

Ace hizo una mueca, pero decidió cambiar de tema.

—Por cierto, esos Nakamas tuyos… ¿Qué clase de gente son?

Los ojos de Luffy se iluminaron a escuchar la pregunta y comenzó a hablar.

—Un espadachín que quiere ser el mejor del mundo. Siempre lleva una Haramaki. A nuestra navegante le gustan los mapas, las mandarinas y el dinero. Y tenemos un cocinero que hace comida súper deliciosa. Ah sí, también tenemos un mentiroso.

—Hey –interrumpió Sabo. —Dudo que ser un mentiroso sea algo que sea importante en la tripulación.

—Oh, sí, bueno, Usopp también es un increíble francotirador.

—Eso es importante –Ace asintió.

—Y… ¡Tenemos un reno!

Koala soltó una exclamación.

— ¿Un reno? ¿Para qué?

— ¿Una mascota? –ofreció Ace.

—No, no, Chopper tiene trasformaciones increíbles.

—Oh, un Zoan.

—Sí, y también es el médico de la tripulación –dijo Luffy con orgullo.

—Tienes un variedad bastante interesante –alagó Ace y Luffy sonrió con todavía más orgullo.

—Ahora mismo también tenemos a una princesa y un pato como Nakamas, ¡Todos son muy divertidos!

— ¿No habías dicho que no sabías nada de la princesa? –acusó Koala y Luffy desvió la mirada.

—Bueno, a estas alturas realmente no me sorprendería que Luffy estuviera con ella –rió Sabo.

—Aunque, en realidad va con Luffy eso de manejar una tripulación pequeña –dijo Ace.

Si solo Ace supiera, pensó Sabo con diversión.

—Todo lo que necesitamos ahora es un músico –anunció Luffy.

—De todos modos, busquemos tu barco. Puede que este a los alrededores.

—Claro~ –tarareó Luffy, envolviendo los brazos alrededor del cuello de Sabo, sonriendo felizmente.


—Hey… eso que dijo Luffy antes –empezó Usopp.

—Oh, ¿Lo de su hermano? –Nami dijo mientras subía al nido de cuervos.

—Sí. No creí que alguien como Luffy tuviera un hermano, en realidad –confesó Sanji.

— ¿Cómo creen que sea? –Chopper no había conocido a Luffy por mucho tiempo, pero era lo suficiente, y la idea de una persona igual a Luffy o incluso más extravagante que él era un pensamiento chocante.

—Bueno, lo descubriremos cuando lo vemos –Zoro terminó la conversación, después de todo de nada servía preguntárselo.

— ¡Ah, ahí está! –llamó Nami, mirando hacia la costa con los binoculares. — ¡Encontré a Luffy! ¿Eh…?

— ¿Estás segura?

—Sí, sin duda alguna. Con esa… ¿Eh? –Sanji se cortó de repente.

— ¿Qué pasa? –preguntó Zoro, al ver la confusión en Nami y Sanji.

—Luffy… está con alguien.

— ¿Su hermano?

—Sí, pero hay otras dos personas.

— ¡¿Quién es esa belleza?! –exigió Sanji, sin dejar de ver hacia la costa.

— ¿Con quién está?

—Es un chico y una chica, parece que se conocen.

— ¿Uh?

Su confusión fue interrumpida cuando un brazo se extendió hasta le barco y se aferró a la barandilla. Un Luffy cargando a los dos extraños se acercó a máxima velocidad hasta ellos.

— ¡He… vuelto!

Los extraños se retorcieron en el agarre de Luffy, gritando e intentando liberarse antes de impactar contra el barco.

— ¡Luffy, Idiota! –gritó el chico.

Luffy los soltó justo antes de que él chocara contra Sanji y Chopper, y ellos se las arreglaron para evitar hacer lo mismo con algún miembro de la tripulación. El chico cayó primero y atrapó a la chica entre sus brazos.

— ¿Estás bien? –preguntó, y la chica asintió.

Luffy comenzó a reír mientras se levantaba de sus Nakamas.

—Lo siento mucho, Sanji, Chopper –se disculpó, aunque no sonaba muy arrepentido.

— ¡Maldito! –Sanji lo tomó por el cuello del chaleco y comenzó a zarandearlo. — ¡¿No conoces tu propia fuerza?! ¡Debería tirarte por la borda!

— ¡Tiene razón! ¿Sabes cuántos problemas no has causado? ¡Compórtate más como un Capitán! –Nami comenzó a reclamarle, frunciendo el ceño con molestia.

—Lo siento –se disculpó de nuevo Luffy.

Nami estaba a punto de volver a regañarlo cuando una risita llamó la atención de todos. La chica intentaba ahogar una risa con su mano y el chico solo sonreír abiertamente ante la interacción.

—Sí que son divertidos –dijo ella.

—Bueno, era de esperarse –contestó él.

—Quién…

—Oh, cierto, ¡Chicos! –Luffy se levantó y se puso frente a los extraños, con una sonrisa tan grande que era deslumbrante. —No creerán esto, él es Sabo –dijo mientras hacia un gesto hacia el chico —, es mi hermano mayor –anunció.

Todos se quedaron callados por un momento, intentando digerir las palabras de Luffy.

—Espera –llamó Zoro. — ¿Qué no tu hermano mayor era Ace?

—Oh, sí. Él también lo es.

— ¿Tienes dos hermanos? –preguntó Nami con incredulidad.

— ¡Sip! –chilló Luffy.

— ¡¿QUÉ?!

Todos estaban en completo shock.

—Bueno, no los culpo, en realidad no había razón por la que Luffy y yo nos encontráramos aquí en realidad –el chico se hundió de hombros. —Como sea, mucho gusto. Mi nombre es Sabo. Gracias por cuidar de mi problemático hermano –dijo, haciendo una reverencia.

—Un gusto, mi nombre es Koala –se presentó la chica. —Espero que nos llevemos bien, Sombreros de Paja.

—E-Esto es totalmente inesperado –dijo Usopp, saliendo del estupor.

—El mar es un lugar misterioso… –murmuró Sanji, e inmediatamente su actitud cambio mientras caminaba hacia la chica y su rostro se iluminaba. —Pero me alegro que así sea, señorita. Ya que es este mar el que nos permitió conocernos –y dios sabe de dónde, sacó una rosa y se la ofreció.

—Err… ¿Gracias? –Koala tomó la flor y sonrió un poco incomoda.

—Ah, Luffy. ¿Estás seguro que deberíamos dejar a Ace solo? –le recordó Usopp.

—Nah, no te preocupes. Estará bien. Ace es fuerte –dijo Luffy, sin darle mucha importancia.

— ¿De verdad es tan fuerte? –preguntó Chopper.

—Sí. Incluso antes de que comiera la Mera Mera no Mi, no importaba cuántas veces peleáramos, ¡Nunca pude vencerlo!

—A ninguno de los dos, en realidad –lo corrigió Sabo con una sonrisa presumida.

— ¿No los venciste ni una vez? ¿Contra humanos normales? –preguntó Nami, completamente sorprendida.

—Así que, resulta que los hermanos mayores del monstruo son SÚPER monstruos.

—Sí, ¡Siempre patearon mi trasero!

—Fueron tiempos divertidos, las únicas veces que Luffy casi ganaba era porque estábamos demasiado cansados o hambrientos para pelear –recordó Sabo.

— ¡Pero podría derrotarlos ahora! –gritó Luffy, riendo escandalosamente y Sabo enarco una ceja.

—Eh… esa es una afirmación bastante audaz, Luffy –Sabo miró detrás de Luffy quien se había recargado en la barandilla, esperando.

— ¿A quién… –dijo una voz detrás de Luffy, y Ace apareció de la nada, aterrizando en la barandilla y tirando a Luffy — …dices que podrías vencer?

— ¡Oh, es Ace! –Luffy le sonrió al mayor.

—Hola a todos –dijo Ace, haciendo una especie de reverencia, todavía en cuclillas. —Supongo que mi hermano pequeño les ha dado problemas.

—Sí, lo ha hecho –dijeron todos a la vez.

—Ambos hermanos disculpándose por la actitud Luffy hace que hacerse cargo de él valga la pena –dijo Sanji, llevando un cigarro a su boca.

—Es lo menos que podemos hacer –suspiró Sabo.

—Uno pensaría que alguien relacionado a Luffy sería todavía peor, pero… –Usopp no sabía ni como seguir.

—Es mentira. Personas tan educadas no pueden ser los hermanos de Luffy.

— ¡Tener hermanos es algo muy hermoso! –lloró Chopper.

—Esperen, esperen –Vivi los interrumpió quien intentaba calmar los ánimos.

— ¿Ven? ¿No son divertidos? –preguntó Luffy.

—Sí que lo son, Luffy, perfectos para ti –Sabo negó con la cabeza y se acercó a donde su otro hermano. —Oh, parece que tenemos compañía –anunció mientras que algunos barcos se acercaban hacia ellos.

— ¡Baroque Works! ¡Es la flota de los Billions! –Vivi dijo, y todos observaron hacia los barcos.

— ¡Puño de Fuego Ace y Sombrero de Paja Luffy! ¡No crean que puedan escapar!

— ¿Ellos otra vez? –preguntó Koala. —Pensé que no volverían.

—Luffy –llamó Ace. —Yo me encargaré de ellos.

— ¿No quieres ayuda, Ace? –preguntó Sabo, aunque no hizo ademan de moverse.

—Nah, lo tengo bajo control –dijo Ace, lanzándose al mar y cayendo en un pequeño barco de una sola persona.

Algunos parecían preocupados, pero Luffy se veía más entusiasmado que nada.

—Sentémonos y veamos qué tan bueno es el Comandante de la Segunda División de los Piratas de Barbablanca –dijo Zoro.

—Es mejor que lo hagan –Koala se recargó en la barandilla. —Ese es el poder de un pirata de Nuevo Mundo.

Ninguno pareció entender sus palabras, pero antes de que siquiera preguntaran Ace saltó sobre los barcos y lanzó un puño de fuego que los quemó completamente. Los barcos explotaron y se hundieron en el mar hechos pedazos, con Ace sonriendo de manera genial ante su trabajo.

—Presumido… –murmuró Sabo al escuchar los ruidos de emoción de Luffy. Koala rodo los ojos, murmurando por lo bajo algo parecido a "complejo de hermano", pero Sabo la ignoró.

―Bueno, eso fue algo –Koala dijo mirando la escena.


Cuando Ace regresó al barco, decidieron tomar algunas bebidas mientras el barco navegaba a su próximo destino.

― ¡Viva! ¡Ace es nuestro Nakama!

― ¡Kampai! –gritaron Luffy, Chopper y Usopp, chocando sus tarros.

― ¿Quién dijo que yo era su Nakama? –preguntó Ace detrás de ellos.

―Por la deliciosa comida… ¡Kampai! –y volvieron a brindar.

―No te preocupes. Siempre buscan una razón para brindar –aseguró Nami con una sonrisa.

―Ace, ¿De verdad vas a ser nuestro Nakama? ¿Y tú Sabo?

―Estoy aquí buscando a un hombre –respondió ignorando al pregunta de Luffy.

―Barbanegra –dijo Sabo y todos lo miraron.

― ¿Barbanegra? –repitió Usopp.

― ¿El pirata que atacó Drum? –Vivi preguntó.

―Solía ser un miembro de la Segunda División de los Piratas de Barbablanca. Mi subordinado. Hasta que casi cometió el peor crimen que se puede hacer en un barco pirata.

― ¿El peor crimen? -preguntó Chopper.

―Asesinar a un Nakama –respondió Zoro.

Ace asintió.

―Como comandante, debo encontrarlo y acabar con él.

―Cuando dices 'casi'…

―Mi Nakama se salvó, de hecho –Ace se giró hacia Sabo y le sonrió ―, fue gracias tu advertencia.

―No fue nada. En realidad había estado escuchando rumores de Barbanegra últimamente y era mejor prevenir que curar. Aunque, Ace, te dije que no fueras tras de él, o por lo menos no solo –la expresión de Sabo era una mezcla de molestia y frustración.

―No puedo dejarlo así. Es mi responsabilidad.

Sabo se llevó una mano al rostro y suspiró.

―Por qué eres tan terco…

―Mira quién habla –dijo Koala, tomando un sorbo de su bebida.

―Como sea, la única razón por la que vine a este país fue porque informaron haberlo visto en Yuba.

―Entonces vas al mismo lugar que nosotros –dijo Nami mirando hacia Vivi.

Vivi sacó un mapa.

―Nuestro barco acaba de entrar en el rio Sandora. Primer, atracaremos en Erumalu. Después entraremos hasta Yuba –dijo señalando el camino. ―Yuba es donde está el líder de los Rebeldes.

―Ente―

Ace fue cortado por el sonido de alguien ahogándose. Cuando se giraaron a ver encontraron a Koala tosiendo bruscamente y a Sabo dándole palmadas en la espalda.

―Qu―cough―Yuba―cough―QUÉ –intentó Koala.

―Al parecer todos vamos a Yuba –anunció Sabo con tono cantarín.

― ¡Genial! –gritó Luffy, feliz de poder viajar con sus dos hermanos.

― ¿Eh? ¿Ustedes también se dirigen allí?

― ¿Qué asuntos tienen? –preguntó Vivi.

―Es un poco complicado, es una misión secreta –Sabo sonrió llevando un dedo a su boca en seña de secreto mientras guiñaba el ojo y no parecía dispuesto a decir más pero Ace parecía entender.

Sanji parecía en la novena nube por el hecho de viajar con otra belleza más.

―Parece que viajaran con nosotros durante un tiempo, entonces –anunció Nami.

Luffy soltó una carcajada.

― ¡Hagamos que sea un viaje divertido, Ace, Sabo! –dijo levantando su tarro.

Todos siguieron su ejemplo y brindaron.


―Quién diría que un pirata trataría de tomar un reino. Qué chiste más malo –dijo Ace mientras se recargaba de espaldas en la barandilla. ¿Un pirata tratando de echar el ancla y establecerse en un lugar?

―Nuestra información dice que ese no es realmente su plan –dijo Koala cruzándose de brazos.

―Y aunque no lo creas, hay piratas que hacen eso Ace –dijo Sabo, con una especie de tono que implicaba algo.

Zoro miró a los tres en silencio, realmente no tenía nada en contra de los hermanos de Luffy, pero el segundo hermano, Sabo y la chica eran un poco sospechosos. No eran piratas y tampoco parecían Marines, y sobre todo, parecían fuertes.

―Como sea, no me creo que trate de tomar el trono para convertirse en Rey –dijo Ace alejándose de la barandilla―, hay algo más en esta usurpación del Reino que nuestros ojos no ve.

― ¿Más? –preguntó Zoro.

―Sí, un motivo profundo y oculto –y con eso último se fue por completo.

―Es listo –dijo Koala mientras lo miraba irse con una mirada calculadora.

―Ni siquiera lo pienses, dudo que Ace quisiera ser algo más que pirata –Sabo puso los ojos en blanco. ―Está en su sangre.

La chica encogió los hombros pero no dijo más.

El ruido comenzó a llenar el barco de nuevo. Al parecer Vivi había terminado sus asuntos.


―Tu hermano sí que es algo… –dijo Koala

―Nada más que problemas –estuvo de acuerdo Ace.

Sabo soltó una carcajada.

Pronto, el ambiente se tornó pesado al entrar a la desierta ciudad de Yuba. Vivi contando la historia sobre como las cosas en su país comenzaron a ir mal, la explicación del Dance Power y la tracción que Arabasta sufrió a manos de su Rey. Todo según el plan de Crocodile.

Koala apretó los puños. ¿Cómo alguien había podido idear un plan tan despiadado? ¿Por qué?

El viento comenzó a soplar con fuerza, alertándolos.

― ¿Qué es eso?

― ¿La armada Rebelde?

― ¿Baroque Works?

―No, es solo el viento –avisó Ace. ―No es nada peligroso.

―Es como si la ciudad de Erumalu estuviera llorando… –Vivi se escucha devastada y Koala palmeó su espalda en comprensión.

Un torbellino se acercó con fuerza hacia ellos, y tan pronto como llegó se fue. Cuando lograron abrir los ojos encontraron a Luffy viendo fijamente hacia donde el torbellino había desaparecido, y luego corrió hacia lo que parecía ser una persona. Estaban equivocados.

Vivi se arrodillo junto a un cadáver y comenzó a lamentarse por todo lo que Crocodile le había hecho a su país.

―Yo… ¡Nunca perdonaré a ese hombre! –lloró Vivi y un edificio a la distancia se derrumbó.

Ace sonrió un poco y Sabo sacudió la cabeza.

―Rayos. Son como niños –Zoro hizo una mueca mientras veía a Luffy, Sanji y Usopp regresar.

― ¡Vivi! Tenemos que seguir adelante –dijo Luffy con tono serio y decidido. ―Hemos estado aquí sentados demasiado tiempo.

―Vamos, ¡a Yuba!

―Es ahí donde está la Armada Rebelde, ¿Verdad? –preguntó Zoro.

―Sí. Convenceré al líder para que detenga la revuelta.

Koala se separó del grupo mientras hablaban y se paró junto a Sabo.

―Sabes… Creo que no será necesario que intervengamos.

―Yo tampoco.

―Es una buena princesa, ¿No crees?

Sabo asintió.

―Entonces, ¿Qué quieres hacer?

―Bueno, con toda la información que tenemos de primera mano puedo decir que no es un golpe de estado por un mal gobierno, así que podríamos dejar todo en sus manos. Así que solo nos quedaremos a ver cómo se desarrollan las cosas y tener listo el informe para Dragon-san. Y no creo que quieras separarte de tus hermanos tan pronto.

―Eres la mejor.

―Lo sé –Koala sonrió ampliamente. ―Por cierto, si Ace no está dispuesto a dejar de ser pirata, entonces Luffy… -Koala divago, pero Sabo soltó un resopló.

―Luffy es alguien que no soporta las injusticias, pero incluso más que Ace su deseo por ser pirata es fuerte. Así que ni siquiera lo intentes.

Koala tenía razón. No quería separarse tan pronto de ellos, no de nuevo, pero tenía que dejar que las cosas siguieran su curso, aunque no le agradara la idea de lo que pasaría. Solo le quedaba rezar y esperar a que todo su esfuerzo diera frutos.


Este es el capítulo más largo que he escrito y fue más que nada de transición y transcripción. Lo siento. Estoy pensando que en 1-2 capítulos más terminemos el arco de Alabasta y si no llega nada más (como otro omake, díganme si quieren leer algo en particular) entraremos directamente a Marineford (voy a morir escribiéndolo, no esperen mucho de mí).

De hecho de omakes quiero escribir de Sabo reencontrándose con Dadan, o topándose con los muguis en otras de sus aventuras.

Bueno, muchas gracias por leer y seguir con esta historia, ¡De verdad!