CAPÍTULO 24:
EL PRINCIPIO DE NUESTRO CAMINO
Hinata estaba preocupada, desde que el Hokage se había marchado Sasuke estaba muy taciturno, se preguntaba que le había dicho para que se preocupara de aquella manera. Pero por más que le preguntaba no conseguía que le dijera nada.
Naruto tampoco había conseguido que Sasuke soltara prenda, por más insistente y cansino que fuera.
Ella ya no podía aguantar más verlo así, tenía que hacer algo, no se podía quedar de brazos cruzados y verlo sufrir en silencio.
—No me moveré hasta que me digas que ocurre. ¿Qué te dijo el Hokage-sama? —dijo con decisión.
Sasuke la miró con detenimiento, no quería que Hinata se enterara de la situación, pero al ser algo de lo que ella era una implicada principal también tenía derecho de saberlo.
—¿Estarías dispuesta a casarte conmigo? —dijo Sasuke sin tacto logrando que Hinata pestañara un par de veces mientras lo miraba con incredulidad, se esperaba que le preguntara o dijera cualquier cosa, pero eso no.
Naruto que se había quedado atrás esperando que ella fuera capaz de sacarle alguna información se atragantó con su propia saliva y comenzó a toser de manera desmedida. Pero ninguno de los dos hizo caso al pobre chico que por un momento creía que iba a morir atragantado.
—¿Ca-casarnos? —dijo ella sin entender.
Sasuke chasqueó la lengua, parecía que Kakashi tenía razón y Hinata aún no estaba preparada para dar un paso como ese.
Lanzó un amargo suspiro al aire, por supuesto que ella no estaría lista para hacer algo como aquello, llevaban saliendo casi nada, hablar de matrimonio era demasiado.
Ella podía notar el malestar de su novio, no quería verlo así.
—Ahora mismo es muy pronto—dijo acercándose a él. —Puede que no sepa lo que pasará en el futuro, lo único de lo que puedo estar segura es de que no quiero separarme de ti. Cuando estoy contigo puedo ser yo misma, me gusta como soy cuando estoy a tu lado y sé que eso no cambiará—dijo completamente roja.
La miró con profundo cariño, esa mujer delante suyo era el epítome de la perfección. Su calidez y bondad iluminaba el sendero oscuro de su vida y comenzaba a darle sentido. Las palabras de su madre cobraban tanto sentido ahora que la tenía a su lado. Si antes ya estaba seguro con lo que le acababa de decir solo había afianzado aún más sus ideas.
—Lo que te diré puede sonar impactante, pero no dejaré que hagan nada que tú no quieras—dijo con seguridad.
Ella le miró sin comprender del todo, pero su mirada y palabras la tranquilizaban. Tal vez aún no sabía de qué iba el asunto, pero confiaba en Sasuke.
—Confío en ti—dijo ella con una sonrisa.
—Awwww, son tan lindos chicos—dijo Naruto atrás mientras se limpiaba una lagrimilla con un pañuelo.
Sasuke solo puso los ojos en blanco e ignoró al rubio, no tenía tiempo para sus tonterías. Desearía que dejara de ser tan entrometido ni pasara tanto tiempo en su casa, incluso el idiota de Kiba les dejaba más intimidad. Negó y centró su atención en Hinata, aún no estaba seguro, pero sentía que lo mejor era ser sincero con ella así le contó sobre lo que planeaban los mayores de su clan. Le dolió ver la expresión afligida en el rostro de Hinata, pero luego se extrañó al ver que su faz adquiría una mueca seria y segura.
—No pienso dejar que involucren a Sasuke-kun en sus planes—dijo con convicción sorprendiendo al chico, se veía tan fuerte pero tierna.
Antes de que pudiera decir algo más la chica se marchó, se veía molesta y temía por lo que pudiera hacer.
—No sabía que Hinata también tenía un carácter tan fuerte—dijo Naruto, que estaba igual de sorprendido que el Uchiha.
No pasaron ni diez minutos de la partida de la chica que apareció Hanabi, se veía alterada y Sasuke sabía la razón. De verdad que comenzaba a odiar a los ancianos del clan de su novia. Pero eso no era lo que más le molestaba, sino la actitud de Hiashi, aquel maldito no merecía ser el padre de su princesa.
—Voy a ir a hablar con él—dijo sorprendiendo a Hanabi.
—Iré contigo—dijo Naruto apoyándolo haciendo que esta vez el Uchiha agradeciera su presencia.
—Yo también voy—dijo Hanabi.
oOoOoOoOo
Hiashi no podía evitar sentirse ligeramente orgulloso al ver a su hija frente a él, no podía evitar recordarla cuando solo era una niña.
En sus primeros años de vida, cuando aún se encontraba viva su esposa tal vez habían disfrutado de sus mayores momentos padre e hija. Luego, con la muerte de Hana todo se comenzó a enfriar y él construyó un muro entre ambos.
Su mirada le indicaba su convicción, muy pocas veces la había visto de esa manera, pero cada vez que tenía esa mirada lograba cosas maravillosas.
—¿De qué necesitas hablar? —dijo él fingiendo ignorancia.
Al escuchar la voz de su padre un poco de miedo la invadió, una vez dijera aquellas palabras no habría marcha atrás, incluso si su padre se negaba encontraría un camino, no dejaría que nadie trazara su destino, quería protegerlo.
—Me he enterado del compromiso que quiere hacer el clan—dijo segura haciendo que Hiashi centrara aún más su atención en ella.
—Ko, convoca al consejo. Creo que Hinata tiene algo que decir al respecto—dijo sorprendiendo a la chica.
No tardó mucho para que después de unos segundos los miembros más mayores del clan estuvieran reunidos. Ninguno de ellos comprendía muy bien porque los habían citado. Menos entendían que tuvieran que juntarse solo porque la hija mayor de Hiashi lo solicitara.
—Sigue con lo que ibas a decir Hinata, te escuchamos—dijo Hiashi intentando darle un empujón a su hija.
Aquello nuevamente la había tomado por sorpresa, no sabía si la estaba intentando alentar o quería intimidarla. De todas maneras, esta vez no se pensaba amedrentar, era a los ancianos a quienes tenía que hablar y dejar las cosas claras.
No dejaría que su clan decidiera por ella, si ella quisiera o no casarse con Sasuke sería algo que ambos escogerían y por supuesto si llegaban a tener hijos jamás dejaría que esos arcaicos ancianos implantaran en su cabeza ideas preconcebidas.
Tomó un largo suspiro, era momento de ser directa.
—No me casaré con Sasuke-kun—dijo firme.
Frente a las palabras dichas por la muchacha los ancianos no hicieron más que comenzar a murmurar. Tal vez ella era la hija primogénita, pero era obvio que quien sería la próxima líder del clan sería Hanabi y no ella, no tenía madera para convertirse en líder.
—Deberías conocer tu lugar, harás lo que se te ordene—dijo de pronto Toki logrando poner ligeramente nerviosa a Hinata, pero no se acobardó.
Hiashi también intentó controlar su ira, nadie tenía derecho de hablar de esa forma a su hija. Pero se aguantó su enfado, si daba demasiado favoritismo a Hinata no tendría tanta libertad para ayudarla luego.
—No lo haré, no voy a obligar a Sasuke-kun—volvió a reivindicar.
Se sentía como nunca, jamás había sido capaz de plantar cara y decir cómo se sentía realmente. Tal vez estaba nerviosa y sentía como en cualquier momento sus piernas le iban a fallar, pero no pensaba retroceder en su palabra. Quería trazar ella misma su destino, estaba cansada que otros decidieran por ella. No era una prisionera que no pudiera decidir, se trataba de su vida.
—No lo volveré a repetir, te casarás con el Uchiha y se convertirá en miembro del clan Hyuga, el consejo del Hokage ya ha aceptado. Sino lo hace será expulsado de la aldea—dijo Toki impactando a Hinata.
Hiashi los miró ligeramente impresionado, parecía que ese era su plan, volver al Uchiha un Hyuga, así sí que lo tendrían bajo su control.
Por un momento aquellas palabras atemorizaron a Hinata, la idea de perder a Sasuke, de no poder verlo más la hizo sentir devastada. Pero no solo el miedo la embargó, sino que fortaleció su convicción ya que también quería protegerlo.
De nuevo su mirada cambió, incluso los ancianos fueron capaces de percibirlo, el aura dulce y calmada de Hinata había cambiado.
—Entonces yo seré la que deje de ser Hyuga—soltó dejando de piedra a todos.
Hiashi tuvo que poner toda su voluntad para evitar sonreír, su niña había crecido tanto.
—¡No pueden entrar! —se escuchó decir fuera de la sala.
La puerta de la habitación se abrió de un portazo logrando que todos giraran a ver a los intrusos.
—¡Sasuke-kun! —dijo Hinata sorprendida.
—¡Y yo! —dijo Naruto.
—¡Y nosotros será! —dijo Hanabi haciendo sonreír a su hermana.
—¡¿Qué hacen aquí?! —bramó colérico Toki. —¡Sáquenlos! —ordenó enfadado.
—Yo llamé al Uchiha—dijo Hiashi de pronto haciendo que todo lo miraran extrañados. —Sí que te has demorado, justo Hinata me estaba comentando que ya no quería ser una Hyuga, supongo que ahora querrá llevar otro apellido—dijo haciendo que Sasuke lo mirara sin comprender.
A simple vista parecía que sus palabras no tenían sentido, pero después de pensarlo con detenimiento fue capaz de entender sus intenciones.
—Hinata se convertirá en Uchiha si nos casamos—sentenció Sasuke.
Notas de la autora: Espero que les guste, muchas gracias por el apoyo, ya nos leemos.
