BIENVENIDOS DE VUELTA, ME TARDÉ UN POQUITO EN ACTUALIZAR PERO NO TANTO COMO ANTES, ESTE CAPITULO VA A INCLUIR REFERENCIAS A LA REESCRITURA DE MI PRIMER FIC QUE TODAVIA NO TERMINO ASI QUE ATENTOS, PERO LES ASEGURO QUE VALDRA LA PENA.
Lady Rain of Crystal Roses: SI, DESE HACE TIEMPO ESTUVE PLANEANDO ESE FLASHBACK COMO HOMENAJE A LA PELÍCULA DE MI POBRE ANGELITO 2, ES QUE ENCANTA ESA PELICULA, Y SI, YA ESTAMOS EN LA MEJOR PARTE DEL AÑO
ASI QUE SIN MAS QUE DECIR VAYAMOS AL CAPITULO DE HOY...
Capítulo 52: Navidades en Familia
Mientras Robert y Monique caminaban por el parque con sus hijos luego de esa anécdota de Monique y Hans perdidos en Nueva York casi 30 años atrás, en otra parte de Nueva York, Ken, Ed y Ostein se dirigían hacia "Sweet Sensations" la dulcería de Angelita. Cada paso que daban crujía bajo sus botas, y el aire helado parecía penetrar hasta los huesos.
"¡Aqui afuera hace un frio espantoso!" opinó Ostein mientras caminaban por las calles, exhalando una bocanada de aire que se condensó en el frío, formando un pequeño nubarrón de vapor frente a su boca.
"Relajate, Ostein, ya veras que cuando lleguemos con Angelita no sentiremos mas el frío" respondió Ed mientras se frotaba las manos para mantenerlas calientes.
"En serio que le tengo mucha envidia a Andy y a Elsa, toda esa magia de hielo corriendo por sus venas y sin sentir el mas mínimo frío, mientras nosotros estamos aquí envueltos en capas de ropa y aún así tiritando" comentó Ostein con una sonrisa irónica.
Después de un rato de caminar por las calles nevadas de Nueva York, Ken, Ed y Ostein finalmente llegaron a la acogedora dulcería de Angelita. El cartel de "Sweet Sensations" brillaba con luces cálidas y coloridas, atrayéndolos hacia su interior como un faro en la tormenta de frío que azotaba la ciudad.
"Angelita?, Estas aquí?" pregunto Ed buscando a su novia mientras entraban en la dulcería la cual se encontraba decorada con luces navideñas además de los dulces de todas las variedades haciendo que sus estómagos gruñeran de anticipación.
"Hola chicos" dijo Angelita sonriendo mientras salía de la tras-tienda vistiendo una pijama "¡Qué bueno que vinieron! Hace frío afuera, ¿verdad?"
"Y que lo digas" respondió Ed, mirando con anticipación hacia los estantes llenos de golosinas.
"Mi mamá preparó chocolate caliente, ¿Gustan?" ofreció Angelita generosamente, con una entonación amable que reflejaba su naturaleza acogedora.
Los ojos de los tres amigos se iluminaron aún más ante la oferta de la rubia Sørenssen.
"¡Claro que sí!" exclamó Ken, entusiasmado mientras se quitaba su gorra y bufanda.
"Sí, suena genial. Gracias" agregó Ed, agradecido por la amable acogida, sus mejillas sonrojadas entre que por el frío y por la oferta de su novia.
"Por favor, porque me estaba congelando allá afuera" comentó Ostein, frotándose las manos para devolverles algo de calor.
"Vamos, vengan conmigo" insistió Angelita, conduciendo al grupo hacia su acogedora casa.
Los chicos siguieron a la chica Sørensen, al entrar los tres amigos se reunieron en la sala, donde el árbol de Navidad brillaba con luces parpadeantes y adornos festivos. Mientras tanto, Angelita se dirigió a la cocina para buscar las tazas y servir el chocolate caliente.
"Uy que cálido es aquí adentro" agradeció Ostein mientras se quitaba su gruesa chamarra y se dejaba caer de cabeza en el sillón, disfrutando del contraste entre el cálido sofá mullido en comparación con el frío exterior "Ya se me estaban congelando los..."
"Hey! no tienes que ser tan explicito" lo interrumpieron Ken y Ed ante la salvajada ocurrencia que el pelinegro estuvo a punto de decir.
Después de un rato, Angelita finalmente regresó a la sala, llevando una bandeja llena de tazas de chocolate caliente, cada una decorada con generosas montañas en forma de remolino de crema batida y mini malvaviscos que flotaban en la superficie.
"Aquí están sus chocolates, ¡espero que les gusten!" dijo Angelita con una amplia sonrisa que iluminaba la habitación y hacía que todos se sintieran aún más acogidos.
"Gracias, Angelita. Huele delicioso" agradeció Ken tomando una de las tazas con cuidado, disfrutando del cálido vapor que se elevaba hacia su rostro.
"Sí, gracias" agregó Ed, inhalando profundamente el aroma embriagador del chocolate caliente, mientras la crema derretida se mezclaba lentamente con la bebida.
"Angelita, tú siempre sabes cómo consentirnos, y te ves sexy con ese pijama" soltó Ostein con una mirada traviesa dirigida hacia la rubia Sørensen.
"Cálmate Ostein, recuerda que Angelita es mi novia, así que mantén tu galantería bajo control" intervino Ed con una voz un tanto protectora hacia su novia. La atmósfera relajada y cálida se mantuvo, aunque Ostein no pudo evitar sonrojarse un poco ante la ligera reprimenda de su amigo.
Rodeados de la cálida atmósfera navideña, los cuatro amigos se acomodaron en los cómodos sillones dispuestos alrededor del resplandeciente árbol de Navidad. Sostenían con cariño sus tazas de chocolate caliente, cuyo vapor se elevaba en espirales aromáticas mientras calentaba sus cuerpos en esa acogedora tarde de invierno.
"¿Y qué los trajo por aquí hoy?" preguntó Angelita, curiosa, mientras se sentaba en el sillón donde estaba Ed para que el se recostara sobre sus piernas mientras ella le daba un sorbo a su propia taza de chocolate.
"Pues no hay mucho que hacer, Andy, Helena y Birgit están de vacaciones navideñas con sus padres" explicó Ken, acomodándose en otro sillón.
"En serio Birgit se fue con Andy de vacaciones?" comentó Ostein tan asombrado como incredulo, antes de darle otro sorbo a su chocolate caliente.
"Si, el la invitó" confirmó Ed.
"¿Y ustedes no tienen planes?" preguntó Angelita, interesada en conocer más sobre las actividades de sus amigos durante las festividades.
"Mi papá fue a entregar un pedido de la carpintería, y mi mamá y mis hermanas fueron a patinar al centro Rockefeller. Así que aproveché para visitar a Ed" respondió Ken primero.
"Y en mi caso, mis padres y hermanos están ocupados en casa, así que Ken fue a verme y salimos a ver que podríamos hacer ¿Tu crees?" añadió Ed, con una mirada afectuosa hacia Angelita.
"Yo estaba aburrido en mi casa" se sinceró Ostein, dando otro sorbo a su chocolate caliente.
"Que? no hay mas videos de "Ideas en 5 minutos para ver?" bromeó Angelita, riendo suavemente.
"Si, pero no tuve ganas de verlos" respondió Ostein, disfrutando de la calidez del ambiente.
"Bueno, ya que estamos todos juntos, podemos encontrar algo divertido que hacer. ¿Qué les parece si jugamos a algún juego de mesa o salimos al cine?" sugirió Angelita, mirando a sus amigos con entusiasmo buscando una actividad para disfrutar juntos.
"Ah no, no no no no no no no no. Yo no vuelvo a exponerme a ese frio espantoso de afuera" declaró Ostein con determinación, y añadió con un ligero tono de queja "En serio no entiendo como es que Andy puede aguantar tanto frio sin morirse"
"Por la misma razón por la que Antonio aguanta el calor de sus poderes sin morirse" justificó Ed, haciendo referencia a Antonio y sus poderes de fuego.
"Pero podemos ver películas aquí ¿No creen?" sugirió Angelita, ofreciendo una alternativa un poco más acogedora.
"Me gusta la idea" opinó Ed, entusiasmado por la perspectiva propuesta de su novia de una tarde de películas.
"Si, yo si le entro" exclamó Ken, emocionado por la propuesta de Angelita.
"Yo cualquier cosa menos estar allá afuera" afirmó Ostein, dejando muy en claro que su preferencia era quedarse en el cálido y acogedor refugio de la casa de Angelita que en el azotador frio de afuera.
"Oye, creo que los amigos de Sherman y Penny y las amigas de Riley están aquí en Nueva York, podría invitarlos para que vengan" sugirió Ken pensando que era una buena idea.
"Creo que Penny también está aquí, puedes llamarla también" sugirió Ed, emocionado ante la perspectiva de reunirse con los amigos de sus amigos que si estaban en Nueva York en esta temporada especial mientras se levantaba de las piernas de Angelita.
"Invítenlos, yo voy a hacer palomitas" exclamó Angelita, saltando del sillón con determinación mientras se dirigía hacia la cocina para preparar el aperitivo.
"Voy por mas chocolate" anunció Ed, siguiendo a Angelita con una sonrisa.
"Yo voy a llamarles" dijo Ken levantándose para a llamar a los amigos de sus amigos con la expectativa de organizar una reunión aún más animada.
"Yo me voy a quedar aquí relajándome" dijo Ostein permaneciendo aun tumbado de cabeza en el sillón relajándose mientras todos parecían estar ocupados preparando las cosas.
Sin embargo, la tranquilidad de Ostein se vio abruptamente interrumpida cuando Angelita lanzó una almohada en su dirección con el objetivo de tirarlo del sillón y animarlo a unirse a la preparación.
"Deja de holgazanear y ven a ayudar" le reclamó Angelita con una mirada traviesa. Aunque Ostein mostró un poco de resistencia inicial, finalmente cedió y se puso de pie para unirse a la preparación.
"Ay ya que" murmuró Ostein.
"Oye porque no invitas a la chica de la que nos hablaste hace tiempo?" sugirió Ed, mirando a Ostein con un brillo travieso en los ojos.
"Cual chica?" preguntó Ostein, visiblemente confundido por la sugerencia de su amigo.
"A la que conociste cuando tuviste tu cita con Helena" dijo Ed, tratando de refrescarle la memoria de Ostein.
"Suki?" pregunto Ostein recordando a esa chica delgada, de cabello castaño ligeramente rojizo y a la altura de los hombros que había conocido en Conney Island "Ni siquiera se donde está ahora"
"Porque no simplemente le marcas y lo averiguas?" intervino Angelita, ofreciendo su apoyo "No pierdes nada"
Ostein se quedó pensativo por un momento, sopesando la idea. No había hablado con Suki desde aquella cita en Conney Island, pero recordaba que habían conectado de una manera especial en aquel corto encuentro. Aunque por otro lado, se preguntaba si ella pudiera haber perdido interés después de tanto tiempo sin contacto.
"Supongo que no sería tan mala idea intentarlo" admitió Ostein pensando que podria aprovechar el momento para conectar mejor con ella "Aunque no estoy seguro de cómo reaccionará después de tanto tiempo sin hablar"
"No tienes nada que perder, como dijo Angelita" insistió Ed, alentándolo "Además, ¡quizás y después de todo este tiempo ella si esté esperando que la contactes!"
"Lo pensaré" respondió Ostein, agradecido por el apoyo de sus amigos "Tal vez podría mandarle un mensaje y ver qué pasa."
"¡Esa es la actitud!" exclamó Angelita emocionada "Y si necesitas alguna idea para romper el hielo, tu avísanos"
Ostein asintió, con tanto tiempo comportándose como un vago arrogante y holgazán, por primera vez en mucho tiempo se sentía agradecido por tener amigos tan comprensivos y motivadores. Tomó su teléfono y buscó el número de Suki, sintiendo cómo las mariposas revoloteaban en su estómago. Después de unos momentos de duda, finalmente presionó el botón de llamar.
Mientras tanto, Ed y Angelita esperaban con expectación. "¿Crees que realmente le marque?" preguntó Angelita a Ed en voz baja.
"Espero que sí," respondió Ed "Se merecen una oportunidad, y tal vez esta vez las cosas funcionen entre ellos."
"Oye... aqui entre nos... alguien mas también necesita ayuda ¿No crees?" susurró Angelita, mirando a Ken, quien estaba ocupado llamando a los amigos de Sherman y Penny con una sonrisa cómplice.
"Sip, se a lo que te refieres" respondió Ed en voz baja, asintiendo en dirección a Ken con complicidad "Ken también necesita ayuda para acercarse con Kristy, pero ella está de vacaciones con sus padres y Elli en México ¿Tu crees?"
"Eso no es impedimento para que cuando vuelva lo ayudemos a acercarse mas a ella ¿No crees?" pregunto Angelita, compartiendo un plan secreto con Ed para apoyar a su amigo en cuestiones de amor.
De vuelta en la llamada, el teléfono de Ostein sonaba, y los latidos de su corazón se aceleraban con cada segundo. Entonces, una voz al otro lado contestó la llamada: "¿Hola?"
Ostein tomó una profunda inspiración y respondió: "¡Hola, Suki! Soy Ostein, ¿recuerdas?"
Sus amigos observaban en silencio, esperando con ansias la respuesta de Suki del otro lado de la línea.
De vuelta en Pennsylvania, Sherman volaba sobre los altos edificios de la ciudad. Sus brazos extendidos hacia el frente, y su cuerpo avanzando en el aire, sentía la adrenalina correr por sus venas. Justo detrás de él, Harmony estaba abrazada a su espalda, riendo y gritando de emoción mientras el viento azotaba su cabello.
"¡Esto es increíble! ¡Estoy volando!- gritaba Harmony, con la voz llena de asombro y emoción.
"Sujetate bien prima, vamos a dar vueltas!" anunció Sherman con entusiasmo, antes de comenzar a realizar acrobacias en el aire.
A medida que Sherman giraba y daba vueltas en el cielo, Harmony se reía a carcajadas, llenando el espacio aéreo con su alegría contagiosa.
Entonces, Sherman, con los dispositivos en sus muñecas, disparó las manos pegajosas hacia dos edificios lo suficientemente altos y utilizando los edificios como si fueran una resortera gigante, tomó un fuerte impulso y él y Harmony salieron disparados hacia el cielo con una velocidad impresionante.
El viento silbaba en sus oídos mientras ascendían, y la sensación de ingravidez los envolvía. Harmony gritaba de emoción, con sus ojos azules brillantes de pura alegría mientras el mundo pasaba rápidamente a su alrededor. Sherman disfrutaba cada segundo de la hazaña, sintiendo la emoción de la aventura correr por sus venas.
Juntos, volaron más alto en el cielo, saboreando la libertad y la emoción de la experiencia, mientras las calles y edificios de Pennsylvania se desplegaban debajo de ellos, experimentaban una sensación de libertad y euforia que parecía separarlos del mundo terrenal.
"¡Yujuuuuuu! ¡Siiiii!" gritaba Harmony, su risa y emoción llenando el aire mientras continuaban ascendiendo. Entusiasmada, comenzó a canturrear "¡Sé que puedo volar! ¡Sé que puedo tocar el cielo!"
Su voz se mezclaba con el viento, creando una melodía improvisada que expresaba la pura alegría de ese momento. Sherman la miró con una sonrisa radiante, disfrutando de la emoción y la energía positiva que Harmony irradiaba. Juntos, seguían ascendiendo hacia el cielo, viviendo una aventura que parecía sacada de un sueño.
Mientras seguían volando por los cielos de Pennsylvania, Sherman y Harmony se encontraron cerca de un avión que estaba en pleno vuelo. Harmony llena de alegría y espontaneidad, decidió saludar a través de la ventana a uno de los pasajeros, un niño que estaba mirando asombrado por la ventanilla.
"¡Hola!" exclamó Harmony agitando su mano, sonriendo ampliamente y saludando al niño con entusiasmo.
Sin embargo, la reacción del niño fue de total incredulidad. Abrió los ojos como platos y su boca se abrió en un asombro absoluto. Nunca se había encontrado con alguien volando al lado del avión.
Sherman se rio al ver la reacción del niño y, con un gesto divertido, hizo una reverencia antes de alejarse volando con Harmony. Juntos continuaron su vuelo, dejando atrás al avión y al asombrado pasajero.
Después de su emocionante vuelo por los cielos, Sherman finalmente decidió regresar a casa. La brisa fresca acariciaba sus rostros mientras continuaban volando por los cielos.
"Creo que es hora de regresar a casa", sugirió Sherman, mirando hacia el horizonte. "¿Lista para volver a tierra, prima?"
"¡Sí, estoy lista!" asintió Harmony con entusiasmo.
Sherman sonrió y, con una mirada traviesa, le dijo: "Entonces, sujétate bien" Sherman tomó impulso y comenzó a volar a una velocidad vertiginosa hacia Pennsylvania.
Harmony se aferró a él con fuerza, el viento silbando a su alrededor mientras volaban a toda velocidad. La emoción y la adrenalina fluían a través de ellos mientras recorrían los cielos hacia su hogar.
Los rascacielos que desde las alturas se veían pequeños comenzaron a crecer a medida que Sherman y Harmony volaban a toda velocidad. La ciudad pasaba velozmente bajo ellos mientras disfrutaban de la emocionante travesía por el aire.
Entre risas y exclamaciones de alegría, volaron entre los edificios, zigzagueando y realizando acrobacias suaves. La ciudad de Pennsylvania parecía una maqueta en miniatura mientras pasaban a su alrededor.
Finalmente, Sherman comenzó a descender suavemente, reduciendo la velocidad a medida que se acercaban a tierra firme. Con habilidad, aterrizaron en el amplio jardín de la casa de los padres de Jessica, justo al lado del Vuelta-Atras. El suelo se sintió sólido bajo sus pies después de la emocionante travesía por los cielos.
"¡Wow, eso fue asombroso! ¡Eso fue emocionante!" exclamó Harmony todavía riendo de emoción.
"Me alegro de haber cumplido tu deseo de volar sobre la ciudad, Harmony" respondió Sherman al ver la felicidad de su prima.
"En serio, Sherman, ¡esto fue como un sueño! ¡Eres como Superman, pero pelirrojo!" exclamo Harmony, sus ojos todavia brillantes de emoción mientras se dirigían a la entrada de la casa.
"De hecho ya existe un Superman pelirrojo, se llama "Hyperion"" respondió Sherman notando esa comparativa que había hecho su prima mientras entraban a la casa, aún emocionados por la experiencia que habían vivido juntos.
Momentos después, Sherman se encontraba sentado en uno de los sofás frente a su computadora, disfrutando de una videollamada con Penny y Riley. A medida que la conversación fluía, la calidez del hogar se podía sentir incluso a través de la pantalla.
"Entonces, ¿llegaron bien?" preguntó Penny, quien estaba en su acogedora casa sosteniendo a su hermanita menor, Petunia, en sus piernas.
"Sí, todos llegamos bien. justo acabo de volver, Harmony me pidió que la llevara a volar por la ciudad ¿Y tú, Riley?" indagó Sherman, interesado por el viaje.
"Acabamos de llegar a Minnesota" respondió Riley, quien se encontraba en un taxi junto a sus padres, observando el paisaje que pasaba velozmente por la ventana. Los árboles cubiertos de nieve se sucedían uno tras otro.
Una sonrisa se dibujó en el rostro de Sherman al escuchar que Riley había llegado a salvo a su destino. "Me alegra mucho escuchar eso", expresó sinceramente.
"Gracias. Definitivamente, prefiero mas viajar en avión que en carretera y con mi papá diciéndole sus verdades a los camioneros", comentó Riley entre risas, recordando cuando años atrás paso por eso cuando se mudó a San Francisco.
Penny rio suavemente al escuchar el relato de Riley. "Ja ja, mi papá también hacía eso cuando yo era más pequeña" añadió, con un brillo de nostalgia en sus ojos.
Sherman asintió, compartiendo su opinión. "Es cierto, sería bastante vergonzoso si mi papá o el Sr Peabody hicieran algo así. Afortunadamente, nunca nos ha sucedido" comentó mientras se relajaba en el sofá.
Riley asintió con una sonrisa, recordando con nostalgia los momentos graciosos.
"¡No tienes idea! Pero al final también puede ser divertido en retrospectiva". Observó a través de la ventana del taxi, disfrutando del hermoso paisaje de Minnesota. "De todas formas, estoy emocionada de estar de regreso en el lugar donde nací y crecí, y de disfrutar de un tiempo de calidad con mis padres".
"Sin duda, las veré en Nueva York cuando terminen las fiestas", añadió Sherman con entusiasmo, visualizando los días por venir y la posibilidad de reunirse con todos de vuelta en la Gran Manzana.
"¡Eso sería fantástico!" exclamó Penny, emocionada por la idea de reunirse nuevamente "Tu diviértete, me tengo que ir, me están llamando por otro teléfono" dijo mientras se levantaba cuidadosamente con su hermanita en brazos.
Sherman sonrió, contagiado por la emoción compartida con sus dos novias, y se despidió con cariño. La videollamada llegó a su fin, pero la promesa de un futuro encuentro en Nueva York llenó sus corazones de alegría mientras cada uno continuaban disfrutando de sus respectivos momentos en la comodidad de sus hogares.
Mientras tanto, en Sunny Borrows, Lucy se encontraba en la granja de conejos de los Hopps, sosteniendo una cesta llena de zanahorias frescas para alimentar a los simpáticos conejitos. La granja era un lugar lleno de actividad y pese a la temporada decembrina, era un lugar con clima ligeramente cálido, con conejos correteando por todas partes. Judy estaba ocupada ayudando con algunas cosas, pero siempre tenía tiempo para asegurarse de que Lucy y Gru se sintieran bienvenidos.
Un grupo de las muchas hermanas que tenía Judy se acercó a Lucy mientras esta alimentaba a los conejitos. Entre ellas estaba Jodie, que tenia exactamente la misma edad que Judy y parecía especialmente interesada en conocer mejor a Lucy.
"Lucy, Judy nos ha contado cómo tomó tiempo para que te reconciliaras con Nick. ¿Es eso cierto?" preguntó Jodie.
Lucy asintió mientras seguía dándole zanahorias a los conejos. "Sí, es cierto. Nick y yo tuvimos nuestros desacuerdos en el pasado. Pero, eventualmente, las cosas cambiaron".
Otra de las hermanas de Judy, Julie, se unió a la conversación. "¿Y qué hizo que cambiaran las cosas? ¿Cómo llegaron a llevarse tan bien?"
Lucy se tomó un momento para reflexionar antes de responder.
"Bueno, cuando el me dijo que el ya no era el Nick que yo recuerdo, yo no le creí, tuvo que demostrarme que ya no era el mismo niño malcriado y mimado que solía ser y definitivamente sus acciones hablaron más fuerte que sus palabras".
Judy, que había estado escuchando discretamente la conversación mientras trabajaba, se acercó con una sonrisa de orgullo en el rostro.
"Lucy tiene razón. Nick realmente maduró y se convirtió en una persona increíble. Y parte de ese cambio se debe a que gracias a mi encontró un propósito en la vida, gracias a nuestra amistad inicial que ahora es matrimonio y nuestra labor como oficiales de la ley... y también como espías en la LAV"
Jodie asintió, impresionada por la historia.
"Eso suena maravilloso. Judy" opinó Jodie y volteó a ver a Lucy "Definitivamente ella tuvo un impacto positivo en tu hermano"
Judy sonrió, agradecida por el elogio.
"No se crean, él también tuvo un impacto positivo en mí. Juntos, hemos aprendido mucho el uno del otro y hemos crecido como individuos. Es una de las razones por las que nuestra relación es tan fuerte" agregó Judy
Mientras Lucy continuaba ayudando en la granja de conejos, otra de las hermanas, Emily quien era un par de años menor, se mostró un poco más seria y cuidadosa en su elección de palabras. Después de una breve pausa, finalmente preguntó:
"Lucy, si no es mucha molestia, hay algo que siempre me intrigó. ¿Es cierto lo que Judy nos dijo hace años, que tus padres no te querían?"
Lucy sintió un nudo en la garganta al escuchar esa pregunta, pero sabía que era el momento adecuado para compartir sus sentimientos. Miró a Emily con determinación y finalmente asintió con cierta tristeza, tal y como había hecho con Gru años atrás.
"Sí, es cierto. Mis padres realmente no me querían" confesó Lucy "Ellos me lo dijeron en la cara. Querían un niño, pero me tuvieron a mi primero"
Hubo un breve silencio mientras las hermanas de Judy absorbían esta revelación. La consternación y tristeza se reflejaron en las miradas.
"Desde el momento en que nací me veían con asco y desprecio, intentaron abandonarme en un orfanato en cuanto Nick nació, pero mis abuelos los convencieron de que no lo hicieran" continuó Lucy con voz suave pero firme "Ellos fueron los únicos que realmente me quisieron, hasta que murieron cuando yo tenía ocho, y desde ahí me volví el blanco de los ataques de mis padres, me trataban como su sirvienta, decían que era yo una basura, lo peor que les había pasado, y aun así hice lo posible por quedar bien con ellos y evitar que Nick cayera en malos pasos, pero lo consintieron demasiado, cada que algo malo le pasaba a él o en la casa... mis padres me echaban la culpa a mí"
"Qué horror" expresó Emily, con los ojos llenos de consternación ante la terrible historia que Lucy compartía sobre su infancia marcada por el rechazo de sus padres y el maltrato emocional que experimentó.
"Qué triste" opinó Jodie, reflejando su profundo pesar mientras escuchaba las palabras de Lucy.
Judy también estaba conmocionada por volver a escuchar esa historia de parte de su cuñada recordando cuando escucho por primera vez esa historia años atrás en el transbordador espacial de la LAV cuando salieron a buscar a Sherman, Penny, Margo, Antonio, Riley, Edith y Agnes al espacio.
"Después de lo que los Scouts le hicieron a Nick, yo había decidido que había estado ahí demasiado tiempo, tenía que salir de ahí, y con solo once años de edad tome todas mis cosas... y hui de mi casa una noche" reveló Lucy con un tono de voz lleno de determinación y tristeza "Ellos ni siquiera se molestaron en buscarme"
"¿En serio estuviste viviendo por años sola en las calles?" preguntó Jodie sorprendida por la valentía de Lucy al escapar de una situación tan devastadora
"Hasta que Pietraseron me encontró" respondió Lucy "En el momento en el que escapé de mi casa, mis padres y hermano ya no existian para mi, y luego de mas de diez años me volví oficialmente una espía, y ahora tengo una familia con Gru y nuestro hijo Kaden, aunque siendo sincera, me gustaría que Margo, Edith y Agnes estuvieran aqui, pero ellas están en Pensilvannia con sus padres"
Jodie tomó la mano de Lucy con ternura y dijo
"Lucy, lamento mucho que hayas tenido que pasar por eso. Pero estamos aquí para ti ahora, como parte de tu familia extendida. Siempre serás bienvenida en Sunny Borrows"
"Gracias, chicas. Significa mucho para mí tener a Judy y a todos ustedes en mi vida" sonrió Lucy, agradecida por el apoyo y la comprensión que estaba recibiendo.
La conversación se volvió más ligera nuevamente después de ese momento sincero, fue entonces cuando otra de las hermanas de Judy, Clara, formuló otra pregunta que le surgió ahora que sabía del pasado de Lucy.
"Y por cierto, ¿Qué pasó con tus padres?"
"Después de regresar a la tierra, Gru y Judy fueron a buscar a mis padres y a los de Nick. Los encontraron y los encerraron en bloques de hielo como una especie de venganza por todo el maltrato que me hicieron durante mi infancia. Luego los encerraron en la LAV considerándolos "Peligrosos"" explicó Lucy sin vacilar.
FLASHBACK
En la casa de los padres de Lucy y Nick, la tarde avanzaba con una tranquilidad aparente. El padre de Lucy, ahora un hombre mayor con arrugas marcadas por los años, estaba cómodamente sentado en el sofá, absorto en el televisor. Sin embargo, la programación se interrumpió abruptamente con las noticias sobre la nave espacial que se estrelló en el río de Nueva York. Las cámaras enfocaron a las personas que habían emergido de la nave, y entre ellas se encontraba Lucy quien daba explicación a los policías y gente de las noticias.
El padre, cuyo semblante solía reflejar seriedad, de repente se llenó de ira y desprecio en el momento en que vio a su hija mayor en la pantalla. Sus labios temblaron mientras murmuraba entre dientes, sin filtro alguno, lanzando cuantos insultos se le ocurrían y reviviendo la misma actitud despreciativa que había mantenido hacia Lucy desde su infancia.
"¡Es en serio! ¿Después de todos estos años, esa inútil está en la televisión? ¡Claro! No me sorprende en absoluto, siempre está causando problemas" espetó el padre, entre dientes mientras lanzaba cuantos insultos se le ocurrían, reviviendo la misma actitud despreciativa que había tenido hacia Lucy cuando era una niña.
La madre de Lucy, también de edad avanzada y con una expresión incrédula, se acercó al televisor, sin poder creer que Nick estuviera junto a Lucy en medio de semejante caos.
"¡Nick está con ella! No puedo creerlo", exclamó la madre de Lucy, con una mezcla de sorpresa y preocupación hacia su hijo consentido.
Los padres de Nick y Lucy se unieron a la tormenta de comentarios despectivos hacia Lucy como si ella los fuera a escuchar sus palabras a través de la pantalla.
"No debería sorprendernos que la idiota de nuestra... hija se haya metido en este lío. Es una desgracia para la familia", dijo el padre con desprecio, compartiendo sus pensamientos tanto tóxicos como machistas.
"Tienes razón. Siempre fue un problema y siempre lo seguirá siendo. Debímos abortarla si hubiéramos tenido la oportunidad" opinó la madre, sin mostrar ningún atisbo de empatía.
Sin embargo, en ese momento, Gru y Judy aparecieron por detrás de los padres de Lucy y Nick. Con determinación, Gru y Judy dispararon sus armas congeladoras, envolviendo a los padres en bloques de hielo en cuestión de segundos. Los padres de Lucy y Nick quedaron atrapados en el hielo, completamente inmóviles y congelados.
Gru miró a los padres congelados y declaró con firmeza
"Nadie insulta a mi esposa". Su voz resonó en la habitación, llena de determinación y protección.
Judy, también furiosa por los comentarios despectivos hacia Lucy, añadió con incredulidad: "No puedo creer que Nick haya tenido padres así de horribles para Lucy y tan mal influenciables para él"
"¿Todavía piensas casarte con él después de esto?" preguntó Gru volteando hacia Judy, un poco sorprendido.
"Sí, porque sé que Nick ya demostró que ahora es diferente" asintió Judy mirando a Gru con una expresión decidida.
La sala de estar quedó en silencio, solo interrumpida por el brillo frío de los padres congelados en el centro de la habitación, momentos después Gru y Judy salieron de la casa llevando consigo a los padres de Lucy y Nick congelados en los bloque de hielo. Afuera de la vivienda, dos agentes de la LAV les esperaban, mirando con curiosidad a los congelados y a la pareja.
Uno de los agentes preguntó con cierta perplejidad
"¿Estos individuos realmente representan una amenaza?"
Gru, sin revelar demasiados detalles, respondió con seguridad "Eran peligrosos"
Judy asintió en acuerdo con su cuñado, respaldando su decisión. Mientras tanto, los agentes de la LAV se prepararon para llevar a cabo las órdenes recibidas.
Más tarde, en las instalaciones de la Liga Anti-Villanos, varios agentes se encargaban de trasladar los bloques de hielo con los padres de Nick y Lucy a una celda especialmente diseñada para mantenerlos congelados y sin posibilidad de escape. La seguridad era una prioridad, y las medidas extremas se tomaban cuando la situación lo requería.
Gru, observando la escena con Judy a su lado, hizo una solicitud final, su voz revelando su determinación.
"Asegúrense de que ellos nunca escapen."
"Puedes estar seguro de que nunca saldrán de aquí" respondió uno de los agentes con una expresión de confianza en su rostro.
Gru y Judy sonrieron satisfechos al escuchar esta garantía. Con una mirada de complicidad entre ellos, se dieron la vuelta y comenzaron a alejarse del lugar, sabiendo que desde su punto de vista, habían hecho lo correcto por el bien de Lucy y Nick.
FIN DEL FLASHBACK
Las hermanas de Judy quedaron boquiabiertas y con los ojos abiertos como platos evidenciando una expresión de incredulidad que se había apoderado de sus rostros.
Y en un movimiento casi sincronizado, las hermanas voltearon la cabeza para mirar a Judy, cuestionándola con una mirada inquisitiva sobre el acto que ella y Gru habían cometido contra los padres de Lucy y Nick.
"¿Qué? Ellos se lo merecían" respondió Judy con determinación y un toque de satisfacción, como si estuviera justificando la drástica medida que habían tomado.
Las hermanas de Judy intercambiaron miradas entre sí, asombradas por la audacia de su hermana y el compromiso de Gru. Aunque la historia había sido sorprendente y un tanto inusual, quedó claro que Judy desde que había decidido convertirse en policía estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para proteger a su familia y al mundo de cualquier amenaza.
Finalmente, Camile otra de las hermanas que era de la misma edad que Emily, rompió el silencio y dijo en tono de broma, "Bueno, supongo que no deberíamos meternos ni contigo Lucy, ni con Gru. ¡Parece que el está dispuesto a congelar a cualquiera que lo moleste a el o a ti!"
"Se que Gru es capaz de hacer cualquier cosa por su pasado como super-villano, claro, no tenía idea de que haría eso" admitió Lucy "Pero, sinceramente, por un lado, me siento satisfecha de que lo haya hecho"
Las hermanas de Judy asintieron comprensivamente, comprendiendo que Lucy había vivido una experiencia familiar difícil y complicada.
Jodie puso una mano en el hombro de Lucy con cariño y dijo, "Lo importante es que estamos en época de fiestas contigo visitándonos"
Lucy asintió con una sonrisa agradecida. Era reconfortante saber que tenía el apoyo inquebrantable de su esposo Gru, su cuñada Judy, su reformado hermano menor Nick y su nueva familia, quienes estaban dispuestos a hacer todo lo necesario para asegurarse de que estuviera a salvo y feliz.
Mientras tanto dentro de casa de los Hopps, Bonnie, la madre de Judy, se encontraba en un juego animado con sus adorables nietos. Kaden, el hijo de Lucy y Gru, y los trillizos de Nick y Judy, Zack, Grayson y Ellie, habían celebrado su segundo cumpleaños no hace muchos meses, y ahora rebosaban energía y entusiasmo por todas partes.
La sala de estar estaba salpicada de juguetes, y el aire se llenaba con el sonido de risas infantiles mientras los pequeños revolvían el caos a su alrededor. Kaden, gateando con determinación hacia su abuela, lanzaba risitas emocionadas mientras se esforzaba por alcanzar un tierno juguete de conejito que Bonnie sostenía en alto.
"¡Vamos, Kaden, casi lo tienes! Eres un pequeñín muy veloz como tu madre", animó Bonnie con una sonrisa en su rostro.
La diversión se propagó como un contagio cuando los trillizos Zack, Grayson y Ellie se unieron al juego, riendo a carcajadas mientras perseguían los juguetes que se dispersaban por el suelo como tesoros escondidos.
"¡Mira, abuela Bonnie, lo tengo!", exclamó entusiasmado el pequeño Zack, sosteniendo su botín victorioso en alto.
"¡Yo quiero el otro!" demandó el pequeño Grayson con una expresión de determinación en su rostro.
"¡Más juguetes, abuela!" rió la pequeña Ellie, con ojitos brillantes y risueños.
Bonnie respondió a sus nietos con ternura, entregando más juguetes con una sonrisa radiante.
"¡Por supuesto, mis amores! Aquí tienen más juguetes para disfrutar", les dijo mientras les proporcionaba una nueva provisión de diversión. El hogar de los Hopps estaba lleno de risas y amor, y en ese momento, Bonnie estaba disfrutando al máximo de ser la abuela de esta encantadora pandilla.
En otra de las habitaciones, apartados del bullicio de la sala de juegos, Gru y Nick se encontraban sentados frente a Stu, el padre de Judy. Un tenso silencio llenaba la habitación, y el único sonido que rompía el pesado ambiente era el constante tic-tac del segundero del reloj en la pared, que parecía acentuar aún más la incomodidad del momento.
Gru y Nick intercambiaron miradas furtivas, nerviosos por la situación. Habían llegado a la casa de los Hopps con la intención de pasar las navidades con ellos, pero el hecho de que Stu le tuviera cierto desprecio y desaprobación a Nick hacia que la atmósfera estuviera cargada de una tensión que dificultaba cualquier intento de iniciar la charla.
Stu, por su parte, mantenía la mirada fija en ellos, apretando las manos en su regazo, como si estuviera meditando sus palabras cuidadosamente. La expresión en su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y reservas.
De vuelta en Nueva York, en el hogar de Angelita, los chicos Ed, Angelita, Ken y Ostein se acomodaron en la sala, creando un rincón acogedor rodeado de almohadas y mantas para una tarde de diversión. El dulce aroma del chocolate caliente y las palomitas llenaba el aire, mientras las luces navideñas del árbol creaban un ambiente mágico y cálido. Todos estaban ansiosos por comenzar su tarde de películas.
"¿Listos para empezar la sesión de películas?" preguntó Angelita con entusiasmo mientras miraba a sus amigos, sosteniendo un control remoto en la mano.
"Yo si" asintió Ed con una sonrisa de entusiasmo igual de brillante.
Mientras los títulos aparecían en la pantalla, Ostein se acomodó nuevamente en el sofá y preguntó con una sonrisa traviesa "¿Algún título en mente?"
Angelita estaba a punto de responder cuando el timbre sonó, interrumpiendo su pensamiento.
"Llegaron los chicos" anunció Angelita, dejando escapar una sonrisa de anticipación.
"Oh, qué oportunos", exclamó Ed con entusiasmo mientras se levantaba de un salto y se dirigía junto a su novia hacia la puerta.
Ostein, que estaba sentado en el sofá, se levantó torpemente, con un nudo de nerviosismo en el estómago pensando que Suki habría aceptado su invitación.
En cuestión de segundos, Ed, Angelita, Ken y Ostein se agolparon junto a la puerta, ansiosos por recibir a sus invitados. Frente a ellos se encontraba Penny, cargando una bolsa de malvaviscos, con una sonrisa en el rostro y acompañada de sus amigas Jill y Abby, Carl y Mason, las chicas del equipo de Hockey de Riley y por si fuera poco, también las trillizas Bimbbette.
"Recibimos su invitación" dijo Penny quien cargaba una bolsa de malvaviscos.
"¡Qué bueno que llegaron!" exclamó Angelita, radiante de alegría "Pasen"
Penny y sus amigas entraron, seguidas de cerca por Carl y Mason. Carl, cuya silla de ruedas era empujada con cuidado por Jill, se sentía cómodo y feliz de estar allí.
"Gracias, nos estábamos congelando" dijo Mason, con una sonrisa en el rostro, mientras Carl asentía en acuerdo.
Carl sonrió y asintió, compartiendo la misma opinión. "Sí, definitivamente, no estoy hecho para estos climas"
Desde las escaleras, los padres de Angelita, el Sr. y la Sra. Sørensen, observaban la escena sorprendidos.
La Sra. Leah Sørensen inclinó la cabeza hacia su esposo y susurró: "Cuando nos dijo Angelita que iba a invitar a unos amigos, creí que serían unos pocos. No la mitad de su escuela".
El Sr. Jakob Sørensen asintió, viendo la escena desde las escaleras. "Parece que nuestra hija tiene un espíritu muy social"
De vuelta en la sala de estar, los chicos se acomodaron en el sofá y en el suelo, acomodando almohadas para asegurarse de que todos estuvieran cómodos. Ken había empezado a entablar una conversación con algunas de las chicas que formaban parte del equipo de hockey de Riley.
Gretchen, mostró una sonrisa pícara mientras dirigía su pregunta a Ken. "¿Alguna vez has tenido la oportunidad de jugar al hockey, Ken? Riley y Andy siempre alardean de lo talentoso que eres en el baloncesto, pero, ¿qué hay del hockey?"
La pregunta tomó a Ken por sorpresa, y su respuesta se vio acompañada de una risa nerviosa. Rascándose la cabeza con una expresión un tanto avergonzada, explicó:
"Bueno, Gretch ¿Te puedo decir asi?" preguntó Ken con una sonrisa amistosa mientras se acomodaba en el sofá, a lo que la chica de lentes asintió con la cabeza "La verdad es que nunca he tenido la oportunidad de jugar al hockey. Para ser sincero, apenas puedo mantenerme en pie sobre patines, y con tanta cosa desde la escuela, las tareas y ayudar a mi papá en su carpintería... apenas encuentro tiempo libre."
Las risas de las chicas llenaron la sala de estar mientras Gretchen asentía comprensiva.
"¡Entiendo! A veces simplemente no tenemos todo el tiempo que quisiéramos para hacer todo lo que nos gusta. Aparte de la escuela y las prácticas de hockey, también ayudo a mi tía tiempo parcial en una tienda en la segunda avenida los fines de semana para ahorrar para la universidad"
Las otras chicas del equipo de hockey comenzaron a unirse a la conversación, ansiosas por compartir sus propias actividades fuera del hielo.
Holly, una de las defensoras del equipo, comentó, "Yo también tengo que ayudar a mi papá después de la escuela en su librería. Me encanta la lectura, y también hago mi tarea ahí. A veces, hasta me dejan llevarme a casa algunos libros nuevos"
Adyson, la portera del equipo, rió entre dientes antes de decir, "Bueno, yo tengo clases de piano dos veces a la semana y también toco la guitarra. Aunque no lo crean, me relaja mucho después de los partidos".
Ginger, la otra defensora del equipo, añadió: Yo tengo que ayudar a mi hermana mayor a cocinar, como está embarazada y en marzo tiene a su bebé pues... ya se haran la idea, ella hasta me hizo un batido de proteína para mantenerme en forma segura en los partidos"
"Ahi me pasas la receta" dijo Adyson "Si alguien quiere meter gol a mi portería, yo lo tacleo"
Katie, la defensora central del equipo, asintió con empatía y dijo: "Yo en mi caso, soy niñera. Cuido a los hijos de mi vecina después de la escuela, puede ser agotador, pero me ayuda a mejorar mi paciencia, lo cual es útil en el hielo cuando las cosas se ponen intensas."
Mientras la animada conversación continuaba entre Ken y las chicas del equipo de hockey de Riley, Ed y Angelita estaban sentados en el sillón, compartiendo el mismo pensamiento en silencio:
"Ojalá las cosas fluyeran así cada vez que Ken intentaba hablar con Kristy" pensaron ambos. Era evidente que estaban encantados con la fluidez de la interacción entre Ken y las chicas, contrastando con los torpes intentos del joven cuando se trataba de comunicarse con Kristy.
Justo en ese momento, Claudette de las trillizas Bimbette interrumpió la conversación.
"¡En serio que hacía un frío tremendo afuera!" exclamó Claudette, tratando de llamar la atención de todos.
Acto seguido las trillizas procedieron a abrir sus chamarras, mostrando sus llamativos vestidos. Claudette llevaba un vestido rojo, Paulette uno verde y Laurette uno amarillo y sus vestidos realzaban sus figuras esbeltas. Sus pechos cubiertos por el escote de sus vestidos, liberados de las chamarras, se balancearon tras ser liberados.
Sus caderas también se balanceaban y sus cabellos rubios fluían. Fue un espectáculo que llamó la atención de los chicos Carl y Mason quienes mostrando su naturaleza nerd, no pudieron evitar sonrojarse al ver a las atractivas trillizas de esa manera cuando las tres se sentaron en el sofá entre Ken y Gretchen.
"Wow, ¡qué bonitos vestidos!" exclamó Mason, tan boquiabierto que parecía que los ojos casi se les saldrían de sus órbitas y un ligero rubor en las mejillas que era disfrazado por su piel oscura.
"Sí, chicas, se ven fabulosas. ¿Alguna razón especial por la que decidieran vestirse asi hoy?" preguntó Carl, tratando de disimular su asombro detrás de una sonrisa amigable.
Por otro lado, Jill y Abby, sintiendo una pizca de celos, observaron las reacciones de los chicos.
"Bueno, todos los días son especiales para nosotras, ¿verdad, chicas?" respondió Laurette con una sonrisa coqueta.
"Pero quizás estamos buscando una excusa para impresionar a alguien" sugirió Paulette, mirando de manera juguetona a Carl y Mason, quienes no sabían si sonrojarse aún más o si simplemente disfrutar de la atención de las encantadoras trillizas mientras que Ken intentaba desviar la mirada.
"¿En serio era necesario que hicieran esto?" inquirió Gretchen, frunciendo el ceño ligeramente mientras algunas de sus compañeras del equipo de hockey como Holly y Ginger levantaron con el dedo el cuello de su ropa para revisarse y luego levantar la mirada llena de decepción por tener muy pocos atributos como Ginger o prácticamente nada como Holly.
Paulette, aparentemente ajena a la inquietud de Gretchen, respondió con una sonrisa coqueta, mientras acariciaba ligeramente su vestido verde.
"Oh, Gretchen, no te preocupes", dijo con voz melodiosa. "Es solo que hace tanto calor dentro de la casa y tan frío afuera. ¡Queríamos estar cómodas y mostrar nuestros lindos vestidos!" aunque por su tono de voz parecía que querían mostrar mas que solo sus vestidos "Y también queríamos darle un poco mas de color al momento. Además, ¿no te parece que los chicos se ven adorablemente sorprendidos?"
Laurette, la hermana en amarillo asintió, añadiendo, "Exactamente, ¿quién querría ocultar estos hermosos vestidos? Además, es divertido ver las reacciones de todos, ¿no lo creen ¡divirtámonos un poco!"
Carl y Mason, todavía ligeramente sonrojados pero más relajados, asintieron tímidamente.
"Está bien, chicas" dijo Mason finalmente con una sonrisa. "Si ustedes se sienten bien así, entonces sigan"
Claudette, la de rojo, giró la cabeza hacia Penny, quien se encontraba un poco apartada del grupo. Con una sonrisa entre pícara y traviesa, Claudette lanzó su pregunta:
"Oye, Penny, ¿no te gustaría un vestido igual a los nuestros? Podría ser divertido, ¿no crees? Y quién sabe, tal vez a Sherman le encante", sugirió Claudette con un guiño juguetón.
"Si el vestido es rosa entonces si me apunto" respondió Penny luego de haber contemplado la idea por un momento
Las trillizas rieron alegremente ante la respuesta de Penny, complacidas por su disposición a unirse a la diversión. Fue entonces cuando Paulette dirigió su atención hacia Angelita.
"Y tu Angelita? No te gustaria un vestido igual al nuestro pero en azul cielo?" preguntó Paulette con curiosidad.
"Lo consideraré" respondió Angelita con una sonrisa enigmática, dejando un halo de incertidumbre en el aire mientras analizaba la oferta de esas trillizas rubias de ojos verdes.
Mientras tanto, Ostein todavía permanecía de pie frente a la puerta de su casa, la preocupación se reflejaba en su rostro a medida que esperaba la llegada de Suki. Sus pensamientos se arremolinaban, y comenzó a cuestionar su decisión de invitarla.
"Creo que Suki no aceptó mi invitación" pensó Ostein suspirando con pesar mientras estaba a punto de cerrar la puerta. Dudó si había cometido un error al asumir que Suki estaría allí.
Justo cuando estaba a punto de girar la perilla de la puerta, escuchó una voz familiar que lo saludaba.
"Hola Ostein"
Con un latido acelerado del corazón, Ostein abrió la puerta de nuevo y allí estaba ella, Suki, la joven chica Kyoshi que había conocido meses atrás.
"Me vas a dejar entrar? O me dejaras aqui afuera en el frio?" preguntó Suki a modo de broma y una sonrisa traviesa bailaba en sus labios.
"Eh... no no, pasa" respondió Ostein sin necesitar más incentivo y dejó entrar a Suki, sonriendo aliviado.
Con la puerta cerrada detrás de ellos, Ostein siguió a Suki mientras avanzaban hacia la sala de estar.
"Pensé que no llegarías" confesó Ostein, revelando sus preocupaciones.
Suki rió suavemente, sus ojos centelleaban con complicidad.
"Quería darte la sorpresa" admitió Suki, revelando su motivo secreto, creando un aura de misterio que solo aumentó la intriga de Ostein.
Ostein y Suki llegaron a la sala de estar, donde el resto de los chicos los estaba esperando. Ostein se sentía aliviado de que Suki hubiera aceptado su invitación y estaba ansioso por presentarla.
"Chicos, ella es Suki" anunció Ostein mientras se dirigía hacia el grupo de amigos reunidos en la sala.
"¡Hola, Suki!" saludaron las trillizas Bimbette, con su naturaleza juguetona.
Ken y Ed, que apenas conocían a Suki, la observaron con curiosidad ahora que la conocían en persona por primera vez.
Angelita se levantó graciosamente del sofá y se acercó a Suki con una sonrisa amigable.
"Encantada de conocerte, Suki. Ostein nos ha hablado mucho de ti" expresó Angelita mientras extendía la mano en un gesto de bienvenida.
Suki miró a Ostein con una sonrisa, buscando confirmación. "¿En serio?"
"Sí, en serio. Te ha mencionado varias veces." respondió Angelita, dirigiendo una mirada cómplice hacia Ostein, quien se estaba sonrojando ligeramente "Ven Suki, siéntate y ponte cómoda. Estamos felices de tenerte aquí"
Suki aceptó la invitación con gratitud y se acomodó en el sofá, tomando asiento junto a las trillizas Bimbette, quienes ya estaban llenas de curiosidad y entusiasmo por conocer a la nueva incorporación a su grupo de amigos.
Mientras Suki se mezclaba con el grupo, las trillizas Bimbette algunas chicas del equipo de hockey de Riley no pudieron evitar mirarla con cierta curiosidad. Laurette, rompió el hielo con su característico tono juguetón.
"¿Así que eres amiga de Ostein?" preguntó Laurette, inclinando la cabeza ligeramente hacia un lado.
"Sí, nos conocemos desde hace unos meses" asintió Suki.
"Bueno, parece que Ostein tiene buen gusto en sus amistades", añadió Paulette, echándole un vistazo al físico de Suki con una mirada evaluadora.
"Nunca te he visto en la escuela. ¿Por qué no te habíamos visto antes?" comentó Gretchen en voz alta, expresando la pregunta que rondaba en la mente de todos.
"Sí ¿Por qué nunca te hemos visto en la escuela?" añadió Millie curiosa.
"Bueno, es porque yo estudio en otra facultad que esta muy lejos de aqui, la facultad Kyoshi, una facultad donde solo admiten puras chicas" explico Suki
"Una escuela donde solo hay puras chicas?" preguntaron Penny, Jill y Abby al unísono, claramente sorprendidas por la revelación.
"Y ni siquiera hay maestros hombres, literalmente en mi facultad, desde la directora, profesores hasta la entrenadora y conserje son puras mujeres" explicó Suki con una sonrisa, disfrutando de la atención y el interés que estaba generando su historia.
"Apuesto a que pasan cosas muy interesantes por alla" comentó Claudette con entusiasmo.
"¡Hablemos de cosas emocionantes después! ¿Qué película vamos a ver?" interrumpió Katie
Angelita, que se había sentado en el suelo frente al televisor y con Ed recostado sobre sus piernas, agarró el control remoto y comenzó a hojear las opciones en la pantalla, hasta que finalmente dio con una opción y lo seleccionó dando inicio a la proyección que todos podrían disfrutar.
De vuelta en Pennsylvania, mientras Sherman, sus hermanas, primos, Antonio y Zita disfrutaban de una película en la acogedora casa de los padres de Jessica, Jessica hablaba con sus suegros ingleses mientras caminaban por las calles.
"Entonces tus hijos saben la verdad sobre su origen?" preguntó Elizabeth
Jessica reflexionó por un momento antes de responder, mientras observaba las casas antiguas y bien conservadas que adornaban la calle.
"Solo Sherman y Margo lo saben, a Sherman le dije la verdad sobre su origen cuando nos encontró a Henry y a mi en ese planeta años atrás, y también le dijimos la verdad del origen de sus hermanas, Margo también lo sabe" dijo Jessica mientras caminaban por las calles de Pennsylvania.
"Es un peso importante llevar esa verdad contigo", comentó Elizabeth "Deben haber pasado por momentos difíciles."
Jessica asintió con la cabeza, recordando los desafíos que ella y Henry habían enfrentado en ese planeta.
"Si, créame que no esperábamos que viajarían hasta allá para rescatarnos, cuando Sherman nos encontró tenía muchas preguntas que hacernos, Anna ya le había respondido algunas, pero aun así faltaban las mas importantes y Henry y yo estábamos decididos a ser honestos con él. Sabíamos que era lo correcto y necesario."
"Deben ser una familia muy unida para haber superado eso juntos." comentó Elizabeth admirando la valentía de Jessica y Henry en esa situación desafiante
Jessica sonrió también y asintió.
"Sí, lo somos. Cuando el Sr. Peabody sacrificó su vida para salvarnos a Henry y a mi de... Aksel..." sus palabras se entrecortaron por un momento mientras recordaba aquel momento emocionalmente intenso "Henry y yo decidimos tomar el apellido Peabody en nuestros nombres ¿La gente hizo preguntas cuando regresamos a la tierra? Si ¿Pero era una decisión que ya no podíamos deshacer, Henry y yo llevamos con el apellido Peabody desde hace cuatro años, y dejamos que las niñas conservaran los apellidos Gru y Wilde en sus nombres, la verdad es que Gru, Lucy, y el Sr Peabody hicieron mucho por Sherman, Margo, Edith y Agnes en nuestra ausencia, y talvez Agnes no sea nuestra hija biológica ni de Henry ni de mi, pero Margo fue quien la encontró y la crio, no las íbamos a separar así como asi, sería muy cruel, así que la tomamos también como nuestra hija"
Mientras continuaban caminando por las calles de Pennsylvania, la conversación seguía fluyendo entre Jessica, Elizabeth y Maxwell, fortaleciendo aún más su conexión. Era evidente que Elizabeth y Maxwell comenzaban a respetar aún más a Jessica en comparación con cómo la habían tratado cuando la conocieron casi 20 años atrás.
"Oye Jessica, si no es mucha molestia, ¿Como reaccionó Sherman cuando tu y Henry le dijeron sobre su... origen?" pregunto Maxwell
Jessica se detuvo por un momento, sabía que era una pregunta delicada y su mente fue bombardeada del recuerdo de cuando ella le dijo de cuando conoció a Aksel en esa fiesta y como el ocultar su embarazo desencadenó aquella serie de eventos desafortunados que orillaron a Aksel a asesinar a Josseffine.
"Bueno... fue un momento muy complicado", comenzó Jessica con sinceridad "Cuando Sherman nos preguntó porqué los abandonamos a el y a sus hermanas por separado yo traté de manejar el tema con delicadeza y con la mayor honestidad"
Elizabeth y Maxwell escuchaban atentamente.
"Le conté como Joyce me llevó a rastras a aquella fiesta esa noche que yo volvi a casa de mis padres despues de como durante mis años de entrenamiento con tal de distraerme me nombraron piloto, aun recuerdo que en ese momento yo no quería ir, le conté como conocí a Aksel, sus verdaderas intenciones y como por ocultar mi embarazo, Aksel asesinó a mi hermana mayor Jossefine como venganza, como me reencontré con Henry, y como esa misión espacial a la que nos enviaron nos orilló a Henry y a mi a abandonar a Sherman, Margo y Edith por caminos separados por el miedo que sentíamos de que Aksel los encontrara con los núcleos de energía"
La expresión de Elizabeth mostraba empatía mientras seguía escuchando la historia de Jessica.
"A Sherman le llevó un tiempo procesarlo todo, pero lo comprendió, aunque si se enojó bastante con el Sr. Peabody cuando se entero de que el si sabía toda la verdad y nunca se la dijo" continuó Jessica
Maxwell y Elizabeth escuchaban en silencio, reconociendo la valentía de Jessica y Henry al enfrentar esa situación, el conflicto que Sherman experimentó y como el Sr. Peabody pudo ser capaz de ocultar ese secreto por tanto tiempo.
"Con el sacrificio del Sr Peabody, Sherman fue capaz de perdonarlo y comprender sus razones" concluyó Jessica, con un tono de alivio en su voz. Era evidente que, a pesar de los desafíos y las revelaciones dolorosas, su familia había encontrado la forma de unirse y superar todo.
"Y Margaret como se lo tomó?" preguntó Elizabeth curiosa por saber como su nieta se tomó la verdad del origen de Sherman
"Margaret, o Margo como Gru, Lucy y yo la llamamos, también tuvo sus propias emociones y preguntas cuando le revelamos la verdad", respondió Jessica. "Ella estaba un poco confundida al principio, pero al igual que Sherman, le explicamos todo con honestidad. Le contamos exactamente lo mismo, aunque fue mas bien Henry fue quien se lo dijo y por qué tomamos la difícil decisión de separar a los tres para mantenerlos a salvo."
Elizabeth y Maxwell asintieron, mostrando su interés y apoyo.
"Al principio, Margo también se sintió un poco frustrada por el origen de Sherman, aunque creo que se sintió un poco dolida cuando Henry le dijo que su madre biológica, Sarah se sacrifico para dar a luz a Edith" continuó Jessica. "Pero con el tiempo, al igual que Sherman, comprendió nuestras razones y a ver que lo hicimos por su seguridad. Ella ya me ve a mi como su madre y lleva los últimos años diciéndome mamá, así que creo que soy muy feliz con eso"
Elizabeth sonrió ante la conexión que había desarrollado Jessica con Margo, demostrando que el amor y la familia no siempre se basan en la biología.
"Y Edith y Agnes que dijeron?" preguntó Elizabeth
"A ellas solo les dijimos lo que necesitaban saber, Henry se casó con Sarah y tuvieron a Margo y a Edith, yo me metí con el hombre equivocado y tuve a Sherman, y cuando Henry y yo nos reencontramos decidimos unir ahora si nuestras vidas tal y como queríamos" explicó Jessica
Elizabeth asintió una vez más, comprendiendo que la situación de las niñas era diferente debido a la edad que tenían en ese momento.
"¿Por casualidad Margaret no recuerda nada de su madre biologica?" preguntó Elizabeth con una expresión curiosa.
"No, ella no tiene recuerdos de Sarah", respondió Jessica. "Solo sabe lo que Henry le ha contado sobre ella. Henry les ha contado mucho a ella y a Edith sobre su madre biológica, tratando de mantener viva su memoria y explicándoles quién era, como era y todo por lo que paso con... sus exigentes padres"
Elizabeth asintió con comprensión, pensando en lo importante que era mantener viva la historia de Sarah para sus hijas. Sin embargo, también ella y Maxwell se sintieron un poco inquietos por pensar en si fue buena decisión haber comprometido a Henry con Sarah sin avisarle.
Después de su paseo por las calles de Pennsylvania, Jessica y sus suegros habían vuelto a casa. El sol comenzaba a ponerse y la atmósfera en la casa de Jessica era serena. Jessica se encontraba en el comedor ayudando a Joyce, a echarle agua a las flores de nochebuena que adornaba la mesa central.
"Y listo, ya quedó" respondió Jessica con orgullo admirando el resultado de su decoración "Todo está perfecto para esta Nochebuena especial".
"Necesitan ayuda con algo mas?" se ofreció Jaime
"No es necesario, hermana, todo está perfecto para esta noche" aseguró Jessica con una sonrisa agradecida.
"A propósito hija, lo había olvidado" dijo Janet entregándole un sobre.
"¿Que es esto?" preguntó Jessica, curiosa, mientras recibía el sobre con cuidado.
"Es una invitación, la escuela a la que ibas organizo una fiesta navideña para ex-alumnos" dijo Janet
"¿Cuando es?" preguntó Jessica
"Esta noche" dijo Janet "Si tu y Henry desean ir pueden ir sin problemas, nosotros cuidaremos a sus hijos"
"Agggh odio las reuniones" respondió Jade con desagrado
"Si! Hay mucho ruido!" exclamo Arche con furia.
"¿Tu que dices Henry?" pregunto Jessica volteando a ver a Henry "¿Vamos o no?"
"Claro!" dijo Henry "Asi puedes estrenar ese vestido que te dio Elsa"
"Que buena idea me acabas de dar" sonrió Jessica agradecida ante la sugerencia de Henry.
Más tarde, Henry y Jessica se habían arreglado con esmero para asistir a la fiesta de ex-alumnos. Henry lucía elegante con un suéter negro, un abrigo color marrón, pantalones negros y una bufanda de franjas negras y grises como la de Gru, mientras que Jessica deslumbraba con el vestido que Elsa le había regalado. El vestido era un hermoso y vaporoso diseño de color rojo, adornado con delicados bordados plateados.
"Wow mamá, te ves increible" opino Sherman.
"Gracias hijo" respondió Jessica con una sonrisa radiante.
"Si que van a ser el centro de atencion en esa fiesta" elogió Margo.
"¿A que hora piensan volver?" preguntó Janette para estar segura por la seguridad de su hija de enmedio.
Jessica revisó su reloj y respondió: "Calculo que alrededor de las 11. No nos esperen despiertos"
"No vayan a hacer nada indebido" advirtió Elizabeth.
Henry soltó una risa y respondió con picardía: "Relájate, mamá, no va a pasar nada".
Antes de partir, Jessica abrazó a su familia y dijo con cariño: "Los quiero".
Henry y Jessica salieron de la casa y tomaron un taxi que los llevaría al lugar de la fiesta. Mientras se dirigían hacia su antigua escuela, Jessica rompió el silencio con un suspiro.
"Siento que va a ser muy raro volver a ver ese lugar", expresó Jessica, mirando por la ventanilla con nostalgia.
Henry asintió, comprendiendo sus sentimientos. "Tienes razón, querida. Han pasado tantos años desde que salimos de aquí"
Jessica se mordió el labio inferior, inquieta. "¿Crees que algunos de nuestros antiguos compañeros todavía se acuerden de nosotros?"
Henry le sonrió tranquilizadoramente y le dio un suave apretón en la mano. "Puede que si, pero no te preocupes, de cualquier manera, vamos a pasarlo genial".
Después de un rato, el taxi los dejó frente a la entrada de la escuela donde habían estudiado tantos años atrás. La fachada iluminada y la música festiva que se escuchaba desde dentro les recordaban que estaban a punto de sumergirse en una noche llena de recuerdos y reencuentros.
"Esto me trae tantos recuerdos" comentó Henry, con una sonrisa nostálgica mientras observaba la entrada.
"Se siente surrealista estar de vuelta aquí. Tantos recuerdos. Ojala Anna y los demás hubieran venido, ellos también estudiaron con nosotros" dijo Jessica un poco melancólica.
"Ellos están de vacaciones, deja que se diviertan por su cuenta, esta noche solo es para ti y para mi" respondió Henry, tratando de reconfortarla.
Mientras tanto en la escuela donde ambos estudiaron, la fiesta navideña de ex-alumnos se llevaba a cabo dentro del gimnasio, otro grupo de ex compañeros, ahora adultos, estaban sentados alrededor de una mesa, expresando su descontento con la fiesta.
"Esta fiesta es tan horrible y aburrida. No sé por qué me molesté en venir" expresó con frustración un hombre que parecía totalmente desilusionado.
"A mi prácticamente me obligaron y me arrastraron aquí. Preferiría estar en cualquier otro lugar" agregó una mujer con un tono de fastidio.
Otro ex compañero, un hombre de aspecto más animado, intervino en la conversación. "Bueno, chicos, ¿no creen que podríamos hacer algo para mejorar la fiesta en lugar de simplemente quejarnos?"
El resto del grupo se miró entre sí, considerando la sugerencia. Una mujer levantó las cejas y preguntó con cierto fastidio: "Uy si claro ¿Y qué sugieres? No es como si la diversión fuera a llegar de la nada"
Justo en ese momento, Jessica y Henry hicieron su gran entrada, cruzando la umbral de la puerta del gimnasio, captando de inmediato la atención de todos los presentes. El lugar cayó en un incómodo silencio. Susurros y murmullos se esparcieron por la multitud, comentando lo diferentes que se veían en comparación con sus años de estudio.
Un hombre comentó en voz baja, "¿Esa es Jessica? ¡Se ve increíblemente diferente!"
"Si. Se ve muy cambiada" opina otro hombre a lado de el
"Yo la recordaba mas gorda y mas fea" añadió un tercero.
Una mujer, sorprendida por la transformación de Jessica, añadió, "¡Ni siquiera la reconocía! Parece incluso más atractiva que antes."
"Si, esta mas atractiva que yo!" murmuro otra mujer con frustración.
Otra mujer se unió a la conversación, preguntando con asombro, "¿Ese hombre que la acompaña es Henry?"
"Si, ¿que no se supone que lo habian sacado de la escuela porque sus padres lo habian comprometido con alguien?
"Pero que les paso? se ven mucho mejor que nosotros" opina otra mujer
El hombre a su lado no pudo evitar fantasear un poco en voz baja, "Jessica ahora se ve... wow."
Mientras tanto, otro hombre no podía creer lo que veía y comentó en voz baja a su amigo, "¿Notaste que Henry parece incluso más alto que antes? ¿Se ha estirado o qué?"
Jessica y Henry se miraron el uno al otro, conscientes de las miradas y los murmullos que los rodeaban. Pero aun asi caminaron con confianza y se dirigen hacia una mesa vacía, donde pueden sentir la mirada de sus antiguos compañeros de clase sobre ellos.
"Parece que nos hemos convertido en el centro de atención" opina Jessica.
Henry sonríe y asiente. "Sí, parece que hemos causado un revuelo. Pero no dejes que eso te afecte"
"Que no nos afecte" corrige Jessica
"Cierto, querida, que no nos afecte" dijo Henry aceptando la corrección de Jessica.
En ese momento, la directora de la escuela se acercó a ellos en cuanto los reconoció. Extendió una mano amistosa hacia Jessica y dijo,
"Jessica, ¡qué sorpresa verte aquí! Te ves maravillosa. Y Henry, siempre un placer tenerte de vuelta en nuestra escuela. ¿Cómo han estado?"
"Bien, directora Perry" respondió Jessica al ver a su directora que había sido poseída por un Alien años atrás y que ahora se encontraba muy bien.
La directora condujo a Henry y Jessica hacia una de las mesas decoradas en el gimnasio y, después de un cordial saludo, se retiró para continuar atendiendo a los demás invitados. Jessica suspiró mientras se acomodaba en su silla.
"Esto se siente tan raro" murmuró Jessica con una sonrisa nostálgica.
Antes de que pudieran continuar su conversación, varios ex compañeros se acercaron a ellos.
Una mujer de cabello rubio preguntó con incredulidad, "¿Disculpen, realmente son Henry y Jessica?"
Jessica asintió con una sonrisa amable. "Sí, somos nosotros".
Otra mujer, con un brillo de curiosidad en los ojos, preguntó, "¿Qué les pasó? Han cambiado mucho".
Henry rio, intentando aligerar la atmósfera. "Bueno, todos cambiamos con el tiempo, ¿verdad?"
Un hombre, con una expresión más directa, comentó, "Recuerdo que a ti, Jessica, te recordaba más gorda y fea".
Jessica se sorprendió por la franqueza del comentario, pero decidió mantener la calma. "Bueno, las personas cambian, y me esforcé por mejorar mi salud y bienestar".
Otro hombre, recordando viejas rivalidades, dijo, "Y a Henry, muchas compañeras querían estar con él cuando llego a la escuela".
"Y hasta lo tachaban de ciego por andar contigo Jessica" agregó otro mientras tomaban unas sillas y las acomodaban alrededor de la mesa donde estaban Henry y Jessica
Henry y Jessica intercambiaron miradas, preparándose para compartir sus historias de vida. Henry instó a Jessica a comenzar.
"Logré cumplir mi sueño de convertirme en piloto", dijo Jessica, manteniendo sus palabras concisas y sin entrar en demasiados detalles.
Una mujer, incrédula, preguntó, "¿En serio? ¿Una piloto?"
"Si, podía lograr las maniobras mas imposibles en los jets" añadió Henry con orgullo
Jessica asintió con modestia y luego continuó, "Y ahora, llevamos dieciséis años casados, y actualmente somos los dueños de la famosa empresa desarrolladora de tecnología, 'Industrias Peabody'".
"¿Peabody? ¿Como el famoso perro beagle que habla, 'Hector Peabody,' que adoptó a un niño humano llamado Sherman?" preguntó un hombre, intrigado por el apellido.
"Ese Sherman del que hablas es mi hijo" respondio Jessica con una sonrisa.
El hombre parecía aún más sorprendido y casi incrédulo mientras preguntaba, "¿Eres realmente la madre de 'Sherman Peabody'?"
Jessica asintió con solemnidad. "Sí, lo soy. El Sr. Peabody dio su vida para salvarnos a Henry y a mi, y en su honor, tomamos su apellido como una forma de honrar su memoria."
El grupo de ex compañeros se quedó en silencio, procesando la revelación.
una de las mujeres que estaba sorprendida no pudo evitar preguntar "¿Entonces, el Sr. Peabody murió?"
Jessica asintió con tristeza y respondió, "Sí, sacrificó su vida para salvar la mía y la de Henry. Fue un acto heroico."
Otra mujer, intrigada por las historias de familia, preguntó, "¿Tienen más hijos además de Sherman?"
Henry sonrió y sacó una fotografía de su cartera. Con orgullo, presentó a sus dos hijas mayores. "Sí, tenemos dos hijas mayores, Margaret y Edith. Las tuve con otra mujer antes de casarme con Jessica."
Los ojos de los ex compañeros se iluminaron al ver la fotografía de la familia, y algunos murmuraron sus felicitaciones. Luego, Henry pasó a presentar a su hija más joven. "Y esta es Agnes, fue adoptada por Margaret" dijo con una sonrisa mientras mostraba la imagen.
En ese momento una canción en especifico empezó a sonar, Jessica supo exactamente de cual se trataba.
"Esa canción me encanta!" exclamo Jessica y volteo a ver a Henry "¿Bailamos?"
"Con gusto" dijo Henry siguiéndola
Ambos fueron a la pista y empezaron a bailar al ritmo de la canción, mientras que el resto de los presentes solo se disponían a verlos bailar.
I remember all the cries
It's a secret dream lost in your love
You, your lone some eyes are all I wanna know
Helpless tears can never stop the rain
Only you can turn my life
Can turn it just this way
La cancion era muy movida, y Henry y Jessica estaban muy metidos en la canción moviendo los pies.
Touch in the night
It feels like heaven
A touch in the night
So lucky in love
Lost in your light
Another secret
Touch in the night
Whatever I do
Los demás invitados les había llamado mucho la atención la peculiar forma de bailar de ambos.
You are angel in disguise
Deep inside my heart like the inner light
I believe in all you promise and your lies
But I feel in the end I'll lose
Only you can turn my life
Turn it just this way
(Tonight, I feel
I feel for you Tonight, I call
I'm calling your name
Tonight, I feel
I feel for you tonight)
Touch in the night
It feels like heaven
A touch in the night
So lucky in love
Tonight, I feel
I feel for you Tonight, I call
I'm calling your name
Tonight, I feel
I feel for you tonight
Henry y Jessica eran el centro de atención de la reunión de ex-alumnos, sentían que la noche era perfecta y que nada podría arruinarla.
Only you can turn my life
Can turn it just this way
A touch in the night
It feels like heaven
Touch in the night So lucky in love
(Tonight, I feel
I feel for you)
Touch in the night
(Tonight, I call
I'm calling your name)
Touch in the night
(Tonight, I feel
I feel for you tonight)
Touch in the night
(Tonight, I call
I'm calling your name)
Touch in the night
(Tonight, I feel
I feel for you tonight)
Touch in the night
En el preciso momento en el que terminó la canción, un estruendoso disparo resonó en el lugar, sumiendo a todos los presentes en el pánico. La música quedó sofocada por el eco del disparo, y las risas y conversaciones se transformaron en gritos y lamentos.
"¿Están todos bien?" preguntó Henry, alzando la voz para hacerse escuchar sobre el caos que se había desatado. "¿No hay ningún herido?"
"H... Henry" balbuceó alguien entre la multitud.
Henry giró bruscamente en dirección a la voz y su corazón se detuvo al ver a Jessica desplomándose en el suelo, su costado izquierdo empapado en sangre. El disparo había sido para ella, una víctima inocente de la violencia inesperada.
"¡Jessica! ¡No!" exclamó Henry desesperado, corriendo hacia ella con lágrimas en los ojos. Sus manos temblorosas intentaban detener el sangrado con el abrigo que llevaba puesto, pero era en vano. La vida de la mujer que amaba se escapaba rápidamente, y él lo sabía.
"¡Llamen a una ambulancia, por favor! ¡Alguien, por favor, llame a una ambulancia!" gritó Henry, su voz llena de angustia mientras revisaba con desesperación en busca de cualquier indicio sobre la procedencia del disparo.
