Capítulo 37

Ron estaba aún eufórico por lo del día anterior, fue tan emocionante ver a su amigo reaccionar de aquella manera, lo bueno es que habían avisado a sus padres y hermanos con anticipación, pero aun así Molly lo había obligado a ir personalmente por ambos para tener un almuerzo familiar, ella había sido bastante clara cuando le dijo que los lleve usando la fuerza de ser necesario.

—Oh genial ya despertaron —soltó Ron cuando se apareció en la cocina de su amigo viendo como el desayuno ya se encontraba servido en la mesa, con un par de tazas humeantes desprendiendo un agradable aroma a café —no creo que le moleste —murmuró mientras tomaba una tostada y untaba una buena porción de queso crema en la parte superior, escucho unas risas provenientes del pasillo y salió con una sonrisa en los labios además de la tostada en la boca —chicos —los saludo con la comida aún entre sus dientes, sin embargo su sonrisa se borró de inmediato al ver a Harry salir del baño con apenas una toalla alrededor de su cintura con Draco detrás suyo en una situación similar. —Oh Merlín no debí entrar así, mis ojos, cielo santo mis ojos —exclamó Ron girando de inmediato, apenas había tenido tiempo de sujetar la tostada que se le cayo de la boca sintiendo sus mejillas tan calientes que podría sacar vapor.

No es que nunca haya visto al pelinegro sin camisa, después de bastantes años compartiendo habitación en Hogwarts eso era lo de menos, todos se habían visto sin camiseta o en boxers, lo que realmente lo impresiono es que nunca lo había visto con una carpa en la toalla con el cuello, clavículas y pecho lleno de mordiscos y marcas rojas o moradas, por otro lado Malfoy… Ron nunca lo había visto semidesnudo, ni mucho menos esperaba verlo con marcas similares resaltando aún más en su piel pálida, haciéndole pensar que quizá no fue lo mejor ofrecerse en ir por su amigo, que quizá hubiese sido mejor que vaya su novia.

—Rompimos a tu amigo Potter —soltó Draco con una risa traviesa.

—Solo vístanse estaré en la cocina —informo Ron sabiendo que nunca podría borrarse esa imagen de la cabeza, tras retornar a la cocina se aseguró de llenarse la boca con tostadas intentando distraerse de la imagen mental, lo cual simplemente no funcionaba.

—Hey —saludo Harry tras un par de minutos ya vestido y con el cabello aún húmedo —no debiste aparecerte así —le recalco con un tono mitad avergonzado mitad firme.

—Anotado para la siguiente —respondió Ron recordándose que haría hasta lo imposible para que no exista una siguiente —pensé que estaban despiertos y vestidos cuando vi el desayuno —dándole el ultimo mordisco a una tostada mientras apuntaba con el dedo índice los cafés aun humeantes.

—Ah, Kreacher viene y los deja la mayor parte del tiempo —Ron asintió con la cabeza y continúo engullendo galletas, ya que se le acabaron las tostadas —¿Estás bien? — pregunto Harry intentando no reír por la cara de trauma que tenía su amigo aun con sus mejillas tan rojas como su cabello.

—¿Qué tipo de pregunta es esa Potter? Míralo, parece en shock y no te culpo Weasley mi cuerpo es maravilloso, eso te lo puede asegurar Potter —se burló Draco al ingresar a la cocina ocasionando que ambos chicos intercambien miradas sonrojadas —Hey ¿Quién se comió mis tostadas? —pregunto con el ceño fruncido viendo de inmediato a su novio, Ron intento lucir inocente y Draco refunfuño mientras mordisqueaba un panecillo.

—Vine a invitarlos... No —se corrigió —a llevarlos a la Madriguera, mamá quiere hablar con ambos —aviso y Draco dejo de comer para verlo con cierto temor.

—Sabía que algo así pasaría —suspiro Harry llevándose una mano a su cuello e intentando no rascarlo —¿Hoy?

—Ajá.

—¿Conmigo? —pregunto Draco viéndolo de reojo.

—Fue muy específica cuando dijo trae al joven Malfoy, así que si — Ron se encogió de hombros y comió más galletas ignorando olímpicamente la mirada temerosa que le mandaba Draco a Harry.

—Pensé que les avisaste sobre el comunicado —dijo Draco viendo a su novio.

—Y lo hice, solo que no volví a escribirles —admitió con cierto tono culpable, Draco y Ron soltaron un suspiro de decepción.

—Bueno, después de lo que pude saber de tu madre Weasley no parece del tipo de persona que vaya a envenenarme, así que iré a cambiarme —dejo el panecillo a medio comer en el platillo y sacudió las migas de sus dedos.

—Cariño estás cambiado —dijo Harry con un tono dulce.

—Si Potter, pero no pienso conocer a tu figura materna en estas fachas —con ambas manos se señaló a sí mismo y Harry se preguntó que tenía de malo la camiseta y jeans rasgados que llevaba puestos, vio a Ron buscando apoyo ya que dos cabezas piensan mejor que una, pero su amigo se limitó a negar con la cabeza, él tampoco lo entendía que de malo tenia su atuendo.

Quince minutos después los tres desaparecían del departamento para aparecer en la Madriguera, Harry pudo notar los nervios del rubio apenas pudieron visualizar la construcción del hogar Weasley, así que de inmediato tomo su mano para hacerle saber que estaba a su lado, brindándole apoyo y lo que sea que necesite, no había podido parar de verlo desde que lo vio cambiado "adecuadamente" como había expresado él rubio, con una camisa celeste con el cuello abierto, unos pantalones oscuros rectos, con su cabello suelto a los costados, casi le recordaba un poco al Draco del colegio solo que este Draco era más delgado y con el cabello mucho más largo que en sus épocas más jóvenes.

—Harry —saludo Molly apenas lo vio cruzar la entrada, sin perder un solo segundo se acercó y depósito dos besos, uno en cada una de sus mejillas, luego vio a Draco y el rubio trago saliva apretando suavemente la mano de Harry —Señor Malfoy —saludo con un tono educado y amable.

—Señora Weasley, debido a lo repentino de la invitación me temo que no pude traer nada, me asegurare de enviarle algo más tarde —expreso con un tono controlado y perfectos modales, la mujer abrió la boca y la cerró de inmediato como si no supiese que decir, sin embargo, ambos se veían a los ojos expectantes por lo que diría o haría el otro.

—Malfoy mamá pregunta, en silencio, si puede abrazarte y besarte igual que a Harry —Ron se encargó de traducir todas esas miradas que se lanzaban ambos.

—¡Ronald! —chillo su madre sonrojada lanzándole una mirada rápida por su impertinencia.

—Claro —murmuró Draco sintiéndose tímido, Harry no recordaba haberlo visto tan tímido o al menos no de esa manera, soltó su mano lentamente mientras Molly se acercaba y rodeaba su cuerpo con sus brazos, estrechando el abrazo en cuando sintió como el cuerpo del rubio se relajaba, cuando depósito el segundo beso en su mejilla murmuró algo cerca de su oído.

—Siento mucho lo de tu madre —tan bajo que solo ellos dos pudieron escucharlo, Draco asintió con la cabeza sintiéndose reconfortado y se separaron.

—Gracias —respondió Draco sintiendo un nudo en la garganta como si quisiera llorar, pero por la calidez que había sentido por un simple abrazo, Molly le sonrió con cariño y palmeo su brazo con ternura.

—Bien comenzó el interrogatorio —celebro Ron con una sonrisa en el rostro.

—Oh cállate Ronald —ordenó su madre —primero deben comer, ven, ven por aquí, estás en los huesos, ¿Acaso Harry no cocina? Dime qué no te está alimentando con esas cosas enlatadas —sin esperar más la mujer se llevó al rubio del brazo, Draco solo se dejó llevar con una expresión confundida en el rostro.

—Oh ya lo hizo parte de la familia —soltó Ron sonriente mientras asentía con la cabeza dando su aprobación.

—Así es —expreso Harry con cariño, ambos caminaron hacia la cocina donde Draco estaba sentado con un gran plato repleto de comida por delante.

—Debes acabar todo —aviso Ron mientras tomaba asiento a lado de Hermione.

—No te preocupes Draco no será necesario —contradijo la castaña pellizcando el mulso del pelirrojo por debajo de la mesa.

—¿Todo bien? —murmuró Harry mientras tomaba asiento a su lado, Draco asintió con la cabeza y continuo con la espalda recta permaneciendo en una posición incómoda pero formal.

—Bueno a disfrutar —Ron comenzó a comer y Draco le lanzó una mirada afilada.

—Debes esperar a que todos estén en la mesa Wea... Ronald —se corrigió de inmediato al notar que la mayoría ahí eran Weasley's —es de mala educación —todos vieron de inmediato a Draco y Ron detuvo sus movimientos.

—Siempre le digo que espere y nunca me escucha —se quejó la Señora Weasley tomando asiento a lado de su esposo que mantenía la calma mientras le daba un sorbo a su vaso con agua.

—Al fin alguien que puede detenerlo, Hermione es intimidante pero lo consciente como si fuese un niño —agrego George con una gran sonrisa, Ron se sonrojo de inmediato al igual que Hermione ambos incapaces de negar lo dicho.

—Bien —cedió Ron bajando sus cubiertos para dejarlos a ambos lados de su plato.

—Codos fuera de la mesa —añadió Draco señalando con la mirada sus codos, Ron obedeció de inmediato y el rubio se mordió la lengua para no decirle "buen chico" de inmediato fue consciente de lo demandante que fue y vio a Molly preocupado, la mujer solo le sonreía con cariño.

—Gracias cariño, llevamos años luchando con Ron —le sirvió un poco más de salsa y Draco sintió una calidez en el pecho al escucharla luchando con la sonrisa que quería brotar en su rostro.

—Dispara papá —soltó George al notar la calma y silencio de su padre, Draco cruzo miradas con el patriarca de la familia y se sintió pequeño, cómo cuando su padre lo veía durante los almuerzos o cenas.

—Tengo entendido señor Malfoy que vivió entre muggles bastante tiempo —con calma comenzó a cortar el pedazo de carne de su plato —así que tengo una pregunta que espero pueda responder —Draco enderezó aún más la espalda si es que era posible y asintió con la cabeza con el rostro completamente serio —¿Cuál es... con exactitud, la utilidad del patito de hulé?

Tras lanzar su pregunta el patriarca de los Weasley se llevó un bocado de carne a la boca masticándolo con calma, Draco tenía una expresión confundida en el rostro, hasta sus hombros cayeron ligeramente por la impresión, pensó que el hombre iba a preguntarle las razones que lo llevaron a eso o si alguna vez había explotado a alguien con su magia, sacudió la cabeza levemente para espabilar y vio a Harry por el rabillo del ojo mordiendo su labio para no estallar en risas.

—Bueno, según tengo entendido —comenzó con voz igual de sería —es para la compañía en largos baños, un método de diversión y compañía infantil aparentemente —Arthur sonrió y asintió con la cabeza notablemente satisfecho por su respuesta.

—Papá le hace la misma pregunta a todos los que convivieron con muggles — aviso George divertido atrayendo la atención de Draco.

—Y siempre es una diferente —aseguro Hermione —la mía fue la más amplia te lo aseguro.

—Y la mía la más corta —aseguro Harry —no puedo saber su función si nunca tuve un patito —mordisqueo sus vegetales, Draco sonrió y comenzó a cortar sus patatas asadas.

En realidad, Draco nunca comía mucho, pero durante ese almuerzo disfruto cada bocado llegando así a terminar todo su plato y no pudo rechazar el segundo plato que le ofreció la Señora Weasley.

—Mamá míralo va a pensar que lo estás rellenando para navidad —se burló George al ver como su madre elogiaba a Draco por tan buenos modales en la mesa.

—Tu cállate George —respondió la mujer agitando su cuchara de palo —tu sigue comiendo querido no puedes estar tan delgado —no es que a Draco le importará mantener su figura esbelta, pero en esos momentos engordar no le pareció nada malo.

Durante el resto del almuerzo ninguno de los Weasley presentes pregunto qué había pasado durante su secuestro, tampoco después de eso, supusieron que si Draco no quería hablar de eso ninguno debería presionarlo para hablar, a su vez llenaron el ambiente con anécdotas del Señor Weasley en su trabajo o de George en la tienda de bromas de la cual era dueño.

—¿Y qué te parecieron? —pregunto Harry cuando aparecieron en el departamento.

—Cocina muy delicioso —soltó Draco con un suspiro satisfecho, Harry lo abrazo por la cintura y soltó una risa baja.

—Pude notarlo cariño cuando no soltaste esa tarta de melaza.

—Estaba en su dulce exacto.

—Oh claro que sí, pude notarlo por cómo Ron y tú estuvieron a punto de arrancarse los ojos por el último pedazo —Harry fue acercando su rostro con una sonrisa en los labios.

—Fui un idiota — admitió Draco mientras pasaba sus brazos por encima de los hombros del pelinegro —¿Crees que me perdonen? —había algo de temor en sus ojos y en su voz.

—Amor —hablo Harry con cariño —lo hicieron ya, Molly Weasley expresa todo su amor con comida, créeme si solo evaluamos hoy esa mujer te ama más que a todos nosotros juntos —Draco rio suavemente con solo imaginar que un almuerzo había bastado para ocupar tal lugar en el corazón de la mujer.

—Me encanta su comida, ¿Podremos volver?

—Uh, siento que Molly estará feliz, pero tendré que ir por otros pantalones —Draco acercó sus labios lo suficiente para susurrar cerca de los labios del pelinegro.

—No te preocupes cariño, yo me puedo encargar de ayudarte a hacer mucho ejercicio —enredo sus dedos en los mechones oscuros de la nuca de Harry como una suave caricia.

—Oh eso me encantaría —ambos comenzaron a besarse y Draco separó sus labios cuando el beso subía de intensidad —¿Pasa algo? —pregunto Harry confundido por su distanciamiento.

—Créeme que me encantaría enredar las sábanas en tu cuerpo, pero comí demasiado y necesito dormir — Harry volvió a sonreír por su sinceridad y beso la frente del rubio.

—Vamos entonces —retiro ambas manos de su cintura sintiendo como Draco bajaba sus brazos y no tardo mucho en sostener su mano para comenzar a caminar hacia su habitación.

La promesa de volver a almorzar en la Madriguera fue una que Harry no estaba dispuesto a romper, mas aun cuando era Draco el que sugería ir al hogar de los pelirrojos.

—¿Sabes? —pregunto Ron —Nunca entenderé por qué él puede hacer eso y no nosotros —añadía junto a Harry mientras ambos veían desde la entrada a la cocina como Draco tomaba el cucharón de Molly y le daba una probada al guisado que cocinaba la pelirroja mayor.

—Supongo que es su encanto —decía George que se les había unido mientras comía un par de manís.

—Es por qué Draco no come directo de la cuchara como ustedes —les dijo Hermione ingresando a la cocina con su vientre más notorio mientras los empujaba para abrirse camino —si notan derrama un poco en su muñeca y luego prueba.

—Pero la cuchara le da el sabor —se quejó Harry con Ron asintiendo con la cabeza en una clara señal de apoyo ganándose un golpe en el brazo cada uno cortesía de Hermione, fue el par que quejidos que emitieron lo que atrajo la atención de Draco el cual giro a verlos junto con la señora Weasley.

—Pongan la mesa muchachos no solo se queden ahí —ordenó Molly dando un par de palmadas al aire.

—Pero Draco también está ahí —exclamó Ron señalando al rubio que batió las pestañas de manera inocente.

—No molestes a Draco, tu continúa ayudándome cariño.

—Que montón de injusticias mujer —exclamó Ron —no te basto con ponerme a Harry de competencia, sino que ahora también a ese niño bonito.

—Ron a mí también me gano el niño bonito —se burló Harry palmeando su brazo para que comiencen a seguir las órdenes de Molly, Ron le lanzó una mirada a Draco y el rubio le saco la lengua de la manera más infantil que pudo —no ganarás Ron —le advirtió Harry cuando vio como su amigo abría la boca dispuesto a reclamar.

—Se que es tu novio Harry, pero ¿Como puede ser tan inocente cuando quiere? Todos sabemos que es un descarado —Harry rio comprendiendo que su amigo no lo decía de mala manera, sabiendo bien que su novio y su mejor amigo eran como un par de niños peleando por quien obtenía más atención.

—Es su encanto Ron.

—Uno de mis tantos encantos —recalcó Draco que los había escuchado, ayudo a Harry con los cubiertos y le sonrió al pelirrojo de manera encantadora —si quieres te enseño —el pelirrojo bufo y agito las manos.

Mientras iban almorzando el ambiente se llenó como siempre de charlas comunes, alguna que otra broma hecha por George y los enfrentamientos de niños de Ron y Draco.

—Ron realmente —soltó George divertido al ver cómo su hermanito perdía un argumento contra Draco sobre el Quidditch —no entiendo cómo vas a criar un niño si aún eres un niño —todos rieron, todos excepto Ron.

—¿Qué niño? —pregunto Ron parpadeando rápido como si con hacerlo fuese a comprender el chiste, al notar aquello Harry y George comenzaron a reír — no, en serio, ¿Qué niño? —repitió viéndolos a todos, Harry y George dejaron de reír de inmediato y Draco fruncía el ceño.

—¿Es en serio Ronald? —pregunto con una voz amenazante —si es una de tus bromas con permiso de tu madre y de tu prometida voy a hechizarte.

—No, en serio, ¿De que hablan? ¿Qué me perdí? —Hermione giro el cuello para verlo.

—Ron —lo llamo atrayendo su mirada —estoy embarazada — aviso la castaña y el pelirrojo perdió todo el color en el rostro de inmediato —¿No lo notaste?

—¡No! —exclamó llevándose ambas manos al rostro —solo pensé que subiste algo de peso y no iba a mencionarlo por qué no soy tan idiota, por Merlín voy a ser padre —exclamó pasándose ambas manos por el cabello.

—Felicidades supongo —soltó Harry no sabiendo si quería reír o llorar.

—Y suerte Hermione —completo Draco antes de darle un sorbo a su jugo de naranja —vas a necesitarla.

—Hijo creo que a veces estás más ciego que un thestral —soltó Arthur, Ron se frotó los ojos con las palmas de las manos.

Yo estoy despistado, pero Ron, Ron me gana con mucho —aseguro la voz de Jay desde la mente de Harry causándole gracia.

—Voy a ser papá —lloriqueo con los ojos llenos de lágrimas y una sonrisa en el rostro, de inmediato Hermione lo abrazo con una sonrisa tierna en su rostro.

Ambos retornaron a su departamento por la noche después de varias charlas con la familia, el ambiente se sentía tan relajado que el pelinegro ofreció preparar un par de tazas de té.

—Oye —llamo Draco mientras veía la espalda del pelinegro, como los músculos de su espalda trabajan mientras bajaba las tazas para colocarlas en el mesón. —¿Qué te parece si hoy usamos las esposas? —pregunto mientras se acercaba por detrás y besaba su cuello, Harry rio suavemente sin dejar de poner miel en el té de Draco, sintiendo las manos del rubio acariciar sus abdominales por encima de la tela de su camiseta.

—¿En ti o en mí? — pregunto con una sonrisa de costado.

—Podemos alternar —respondió Draco con una risa coqueta.

—Deben estar en la cómoda o debajo de la cama, no sé dónde las pusimos después de la última vez —Draco mordió suavemente su hombro por encima de la ropa y Harry se contuvo de no girar para besarlo.

—Iré a ver —sin perder más tiempo lo soltó y salió de la cocina mientras Harry sonreía y echaba un chorro de crema en su taza con té.

Apenas Draco ingreso en la habitación comenzó a buscar las esposas, busco en la cómoda y tras el sofá individual que estaba cerca de la ventana, hasta que decidió buscar debajo de la cama, palpo con su mano los alrededores y sus dedos sintieron una superficie lisa, la tomo y al examinarlo pudo notar que se trataba de una libreta azul con los bordes desgastados, no recordaba que Harry la hubiese usado antes ni siquiera mencionado lo cual hacia mas extraño que se encuentre en ese lugar.

Con el ceño fruncido comenzó a hojear la libreta, descubriendo una letra distinta a la del pelinegro y varias hojas que solo estaban llenas de dibujos caóticos como si lo hubiese dibujado otra persona.

Por otra parte, en la cocina Harry dejaba caer un par de galletas en una bandeja.

Harry —lo llamo Jay desde su mente con un tono de voz nervioso.

—Creo que tendrás que ir a dar un paseo amigo —respondió Harry con calma — Draco fue a buscar algo.

Lo sé, encontró algo.

—¿Las esposas? — bromeó Harry con una sonrisa sabiendo que las había escondido bien detrás del cabezal de la cama cerca de una tabla floja del piso.

No, Harry encontró la libreta — la sonrisa del pelinegro se desvaneció y abandono todo saliendo de la cocina con algo de miedo recorriendo sus manos tan rápido que parecía electricidad, estaba a punto de avanzar hacia la habitación cuando se detuvo de golpe al escuchar un sonido de aparición obligándolo a girar el cuello.

Unos ojos azules le devolvieron la mirada y Harry sintió hacerse pequeño.

—Harry —saludo la conocida voz de Ginny Weasley.

—Ginny —murmuró casi sin aliento, como si el peso del mundo estuviese aplastando sus pulmones, en el fondo de su cabeza podía escuchar a Jay, pero no podía descifrar que decía como si estuviese escuchando una radio con demasiada estática —¿Qué haces aquí? —pregunto confundido.

—Vine por un par de cosas, no pensé que estarías aquí.

—¿Cuándo regresaste? —con solo escucharlo la pelirroja soltó una sonrisa burlona a la par que negaba con la cabeza y cruzaba sus brazos sobre su pecho.

—¿Es en serio? ¿Tú te marchas y eres el que puede preguntarme eso? —soltó un bufido.

—Ginny yo... Tengo mucho que debo decirte... Pero... No, no sé si ahora es buen momento —Jay gritaba en medio de la estática, Harry podía sentirlo.

—Nunca es buen momento para ti Harry, eso no cambia por más que pasen los años —la pelirroja se fue acercando y lo señalo con un dedo en el pecho, Harry contuvo el aliento —¿No te preguntas cómo estuve? ¿O las respuestas que tuve que dar cuando te marchaste? —su tono estaba lleno de enojo al igual que sus ojos azules, Harry estuvo a punto de responder cuando otra voz lo interrumpió.

—Harry, ¿Qué es esto? — pregunto Draco que regresaba a la sala con la libreta en manos, Harry y Ginny giraron a verlo y ninguno emitió un sonido por un par de segundos los tres no fueron capaces siquiera de respirar, las manos de Draco se aflojaron al verlos tan cerca soltando la libreta que cayó al suelo impactando con un ruido sordo.

—¿Malfoy? —pregunto Ginny alzando una ceja, con cierto enojo en la voz.

—Weasley —respondió Draco atónito.

—Ginny, yo... Ahora vivo con Draco y él... —intento explicar Harry, pero Ginny no lo escuchaba, camino hacia el rubio con una actitud de superioridad.

—Debí suponerlo después del año que estuviste obsesionado con él, pero de ti Malfoy sinceramente me sorprende.

—Pensé que el tema de que soy gay era de dominio público —respondió Draco enderezándose y alzando la barbilla, dando el mismo aire desafiante que tenia de adolescente.

—Oh no me enteré de eso, estaba bastante ocupada arreglando el desastre de Harry, ¿Que estuviste haciendo tú? —

—Acostándome con quién sea necesario para mantenerme a flote, cómo verás no soy un héroe de guerra —ambos se miraban desafiantes, atentos a qué el otro saque su varita para responder de la misma manera.

—Oh Malfoy debió ser difícil para ti —exclamó Ginny con lastima fingida, Draco esbozo media sonrisa.

—La mayor parte de las veces sí, pero había días buenos, cómo cuando tuve que cogerme a Potter, ¿No es así? — pregunto viéndolo, Harry quedó estático al notar ambas miradas encima suyo, la gris y la azulada ambas con tonos de furia —y aún lo hago por si te lo preguntas, de hecho estaba buscando un par de esposas para uno de los juegos que nos gustan —Ginny giro a verlo con el ceño fruncido —oh, ¿No sabías que le gusta que le den órdenes? —Draco le devolvió la mirada y soltó una risa —deberías ver su cara cuando le digo que no se mueva, es magnífica, si quieres te invito hoy, yo no tengo nada con compartir.

—Draco basta —murmuró Harry notando el suave temblor en la mano del rubio.

—¿Por qué? Si a la pequeña Weasley le gusta mirar o participar estoy más que dispuesto, solo que no le daré besos —exclamo con esa sonrisa descarada — no es nada personal querida pero no me gustan las chicas.

—Draco —llamo Harry acercándose.

—Si quieres puedes besarla Potter, por los viejos tiempos —sus ojos se encontraron y Harry lo tomo del brazo con más fuerza de la necesaria.

—Ya basta —siseo entre dientes, Draco sacudió su brazo con fuerza liberándose de su agarre lanzándole una mirada irritada.

—Oblígame —lo reto con el labio inferior tembloroso y la mandíbula tensa.

—Ginny será mejor que te vayas, lo que sea que necesites te lo enviaré luego —gruño Harry sin desviar la mirada de los ojos grises.

—Cómo sea —soltó Ginny con fastidio antes de desaparecer.

—¿Qué fue toda esa mierda? —gruño Harry sintiendo el enojo recorrer sus venas.

—Eso quiero preguntártelo a ti —respondió Draco con un tono peligrosamente bajo —¿Por qué Ginevra Weasley puede aparecerse aquí?

—No lo sé, quizá olvide quitar las restricciones para ella.

—¿Por qué podría?... —la mirada de Draco cambio a una enojada al entender varias cosas —¿Tu vivías aquí con ella? —Harry dejo de sentir enojo al notar el dolor en el tono de Draco.

—Si... Antes de irme —Draco se llevó una mano a los cabellos sintiéndose traicionado por alguna razón, haciendo un gran esfuerzo para no gritar —pero hoy solo se apareció, no la había visto desde que me fui.

—Tu vivías aquí Potter —lo señalo con un dedo mientras pestañeaba lentamente —en esa misma puta cama y en el mismo jodido sofá —con ambas manos empujo su pecho obligándolo a retroceder un paso.

—Draco no pasó nada, nunca me acosté con ella, no pasó jamás —Draco respiraba agitado y Harry sentía una mezcla de emociones en el pecho y garganta que le hacía difícil saber cuál era la principal, Draco bajo la mirada clavándola momentáneamente en el piso.

—¿Que es la libreta Potter? — pregunto recordando por qué salió del cuarto, Harry abrió los ojos gigantescos y en ese momento domino el miedo en su pecho —¿Qué es? —Draco se inclinó lo suficiente para tomar la libreta del suelo y al enderezarse la sujetó a la altura de su rostro —¿Por qué tienes esto? ¿De quién es? —Harry no respondía y el rubio comenzó a hojearla.

Mierda Harry quítaselo por favor —gritaba Jay desde su mente, pero el cuerpo de Harry no parecía querer responder.

—27. Quisiera beber en un club o pub sin emborracharme ni drogarme, sin estar maníaco. —leyó Draco.

Harry —rogaba Jay entre gritos y la estática.

—29. Contratar compañía, pero no para hacerlo, solo para contratar a alguien y de ser posible hablar —continuo Draco.

Harry Por Favor.

—40. Me gustaría enamorarme, pero se que soy una mierda

¡Harry!

—22 de abril, a veces... A veces solo quisiera morir, a veces solo quiero irme y no volver, Tayson te extraño

¡Harry! —grito su amigo con tanta fuerza que algo en la cabeza del pelinegro zumbo.

—¡Basta! — grito Harry sin poder aguantar más los gritos de Jay, Draco lo vio confundido —no debiste tomar esto —le quitó la libreta de las manos y respiro agitado —solo... Hablemos —pidió intentando calmarse, sintiendo el temblor que recorría su espalda.

—¿Puedes explicar que es eso? —Harry se mordió los labios intentando controlar el temblor que lo estaba recorriendo.

Harry no, por favor no.

—Solo cállate —ordenó Harry a Jay, pero Draco también podía escucharlo lo que le hizo fruncir el ceño ante la respuesta —no era a ti —agrego al notar su molestia —solo... Solo, ¿Podemos sentarnos? Puedo... Puedo explicarlo.

—¿Sabes Potter? No te vi así de nervioso en meses —el rubio cruzo los brazos sobre su pecho y soltó una risa burlona a la vez que dolorosa —te mostré partes de mí que no quería que nadie viera.

—Draco... —alzo una mano para intentar tocarlo y el rubio retrocedió con lágrimas cayendo por sus mejillas.

—No, no me toques —pidió sin saber cómo hería al pelinegro al decirlo —tu siempre me diste espacio y esta vez... Te lo daré yo, búscame cuando estés listo para hablar.

—Draco espera déjame... —intento decir, pero el rubio desapareció ante sus ojos, dejando a Harry con una mano suspendida en el aire, como si aun pudiese agarrarlo —Draco, espera, espera, dónde... —el pánico lo aprisiono y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

Harry debes calmarte —recomendó Jay.

—¡Tu cállate! —exploto Harry lanzando la libreta hacia la pared más cercana —¿Por qué mierda tiene que pasar esto? —cayó de rodillas y refregó sus lágrimas con sus palmas.

Harry lo siento, solo que... Es mi libreta.

—¡Lo sé! —grito Harry a la nada —y la he hecho joder, la he hecho.

Sabes que no puedo irme si no cumplo mis propósitos.

—¿Por qué no puedo verte? Maldita sea desde que lo hiciste no... Jay, ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Y ahora Draco —murmuraba mientras apretaba su pecho con una mano —duele, maldición duele mucho.

Harry... —el pelinegro continúo llorando entre gemidos dolorosos —Harry... —repitió.

—Solo déjame solo —lentamente el cuerpo de Harry fue cayendo hasta que quedo recostado en el suelo rodeando sus piernas con sus brazos en una clásica posición fetal —solo déjame solo —rogo con voz rota.

Hola.

Supuse que después del capitulo extenso de la anterior semana no tendría más energía para continuar corrigiendo capítulos, pero si lo logre Yeii :D.

Hasta la siguiente^^