30 DE SEPTIEMBRE DEL 1998
Iniciando proyecto Danvers
Código 0010
Sedante suspendido
I.V Desconecta
Relajante muscular, suspendido
Mis ojos ven que estoy en la camilla de una estación de policía y me levanto confundida. En la mesa hay un plato de comida, al pasar mi mano por encima, supe que está frío y agarro la cuchara para ver mi reflejo en ella, por la oscuridad no puedo verme con claridad, pero al menos sé cómo soy: Tengo una cara redonda, mis ojos son grises y mi cabello está corto, más arriba de la nuca.
Salgo de la habitación encontrándome con el pasillo en un charco de sangre, cadáveres en el suelo o arrimados en la pared. Mi brazo izquierdo comienza a dolerme, siento que hay algo dentro de mi y luego leves imágenes aparecen en mi mente sin poder definir de que se trata. Sigo avanzando hasta donde hay una habitación con el foco encendido y alguien golpeando la puerta, me acerco para ver por el vidrio y una mano con sangre aparece en la ventana con un ruido a la vez.
Asustada me alejo corriendo, sin embargo, en una esquina un ser desconocido se acerca apresurado, intentando agarrarme por los hombros, lo mantengo lejos con mis brazos y me sorprende ver la sangre en su cara y caer por su boca, pero una bala atraviesa justo entre sus cejas y no dudo en correr a la puerta principal de la estación , pero una mano me sostiene bruscamente, mi cuerpo va contra el otro y el sujeto me rodea con sus brazos cuando quise soltarme, me altero al no conseguirlo.
Subo la mirada y me encuentro con unos ojos azules, miro sus labios y me dice unas palabras, pero no logro escucharla por el susto hasta que me desmayo. Cuando me despierto en un sofá veo que en la estación de policía hay personas que no conozco. Sus nombres son Claire Redfield, Leon Kennedy y Chief Irons (ambos varones son policías).
—No esperaba que gritaras mientras dormías —habla, Leon, utilizando su vestimenta de policía R.P.D. No me acuerdo de haber gritado cuando desperté y simplemente me quedo en silencio— En serio, ¿no recuerdas cómo llegaste hasta aquí?
—Déjala en paz —Claire habla con un tono suave, comprendiendo mi situación, es una chica de apariencia pelirroja de ojos azules y demuestra seguridad; tiene una chaqueta roja, pantalones y zapatos negros— Ella acaba de despertar y no sabe lo que está pasando.
La pelirroja que salvó mi vida me explica lo que pasó en Raccoon City y me enseña como están infectados las personas y como usar un arma, luego me explica que tengo que quitarle el seguro para disparar, dándome cuenta de que si estuviera sola y que nadie me lo recuerde, ya estaría muerta. Luego sigo a Claire en la armería y Leon está detrás de nosotros.
—¿Sabes cómo usar una de ellas? —me pregunta, Leon, señalando las armas sobre la mesa.
—Sí, mi papá está en el ejército —digo, imperturbable por la variedad de armas— En cierto modo lo sé.
—Genial.
Pienso en mi padre mientras yo armo y cargo el arma, queriendo preguntar qué está pasando con mi familia.
—Solo sé que la infección esta en el agua, no bebas —Claire empieza a hablar a la vez que carga una escopeta y yo la miro expectante— Y no dejes que esas cosas te muerdan o te rasguñen, serás convertida en uno de ellos en poco tiempo —asiento.
—Pero hay medicina, ¿no?... Aparece un nuevo virus, los científicos desarrollan una vacuna para combatirlo y la gente volverá, ¿no? —exijo una respuesta— No se quedarán de esa forma.
—No lo sabemos.
Un silencio incómodo llena la habitación. Un anciano gordo, Chief, entra en la habitación e informa que no puede contactar a su compañero.
—Recuérdame tu nombre —habla, Chief.
—Ella es Sophia Danvers —repite la pelirroja y añade—, la encontré antes de que saliera por la puerta principal.
—¿Danvers? ¿Hija de Liam Danvers?
—¿Conoce a mi padre? — pregunto.
—Era mi vecino cuando ingresé al cuerpo —revela y sonríe al recordar esos momentos— ¿Eres su tercera hija?
—La cuarta, de hecho.
—¿Dónde está tu familia?
—Lejos de aquí, estoy segura.
Chief me entrega un antibalas, dudando, lo acepto, lo volteo y veo las iniciales R.P.D. Él dice que no quiere arriesgarse a que algo me pase, pero creo que esto en vez de ayudarme, me estorbará, se ve incómodo. El hombre mayor y Claire salen a buscar por donde salir de la comisaría por medio de una computadora, ya que la planta principal estaba lleno de infectados.
—¿Hay una manera de salir sin toparse con ellos? —pregunto mientras me ponía el antibalas.
—Podríamos encontrarnos con algunos de ellos en dónde sea que vayamos, mi jefe intentó y no pudo escapar, o eso me explicó cuando se fue sin darme ninguna explicación, pero no te preocupes, te protegeré —contesta seguro... Tan transparente y sereno, tal vez sus palabras se vayan volando si llega el momento de decidir: Su vida o la mía.
—Veremos que pasa, poli.
Estoy tratando de ponerme el chaleco antibalas y él está de espaldas a mí buscando algo y luego se da la vuelta y tiene un arma en la mano.
—Creo que éste iría contigo, es pequeño y liviano... —se detuvo cuando me vio haciendo el esfuerzo de pasar mi otro brazo por el manga del chaleco, creo que olvidé desabrochar antes de ponerme, ¿por qué seré tan torpe?, él se rió al tiempo que se acercaba— Déjame ayudarte —él me ayudaba a acomodarlo mientras observé su rostro, distinguía el color de su cabello rubio, pero no el color de sus ojos— ¿Huh? ¿Está todo bien? —preguntó cuando terminó sin alejarse y nos quedamos un momento mirándonos.
—Lo siento, por la oscuridad no logro ver el color de tus ojos.
—¿Qué? —sonríe extrañado.
—Nada —sonrío apenada.
Un grito de auxilio se escucha en la habitación, cosa que nos obliga a tomar distancia y ver hacia la puerta.
—¡Oigan, por favor, sáquenme de aquí!
Dudamos en abrir esa puerta y Leon me observa, supongo que buscando una respuesta de mi parte ante el llamado de auxilio de ese hombre.
—A mi no me mires, tu eres el policía aquí.
—Si.
—Veré que más encuentro —tomo el arma y las municiones que me extiende— Y luego iré con Claire y tu jefe.
—Bien, no tardaré.
—¡Estoy encerrado en el puto sótano!
Antes de salir de ahí, tomo una mochila pequeña de color verde, parece que era de una mujer cuando la rebusco, saco lo que no sirve y guardo las pocas armas, balas y granadas que encuentro. Después me la puse en la espalda y salgo a buscar a los otros dos, ellos están en otra habitación donde por la pantalla de una computadora algo vieja pueden ver el mapa de la comisaría y por las cámaras ver los lugares posibles de salir, Claire me entrega una linterna y otra pistola que ha encontrado de un policía muerto y recuerdo que el joven policía aún no llega con nosotros, vuelvo al cuarto del armaría y veo una puerta abierta del otro lado. Escucho unas voces, entro, bajo las escaleras y veo a un infectado atacando a Leon. Le disparo en la cabeza sin pensar, miro el arma y luego al poli.
—Lo siento.
—¿Te disculpas por salvarme la vida?
—No, quiero decir, no he usado un arma en más de siete años. Podría haberte disparado.
—Es bueno que no haya sido así.
—Sí —vemos al cuerpo que he disparado segundo antes.
Hello, mi nombre es Ly.
He creado ésta historia solo para entretenimiento, pero algunos personajes son creados por mi. También deseo que si hay algún error de cualquier tipo en la historia, hágamelo saber, por favor. Thanks You.
