Capítulo II:
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PÁRAMO
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No se tiene que enterar.
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(1) El amor de mi vida.
La primera vez que Naruto se enamoró de Sakura fue a los quince años cuando la vio llorando afuera del gimnasio escolar luego de ver a Sasuke -de quien llevaba enamorada toda la secundaria- besándose con su mejor amiga Ino Yamanaka.
―Sakura ¿Qué sucede?― Le preguntó acercándose a ella despacito.
Ella retrocedió unos pasos alejándose de la puerta y volteó a verlo. Naruto siempre había sido tan bueno con ella.
¿Por qué carajos no se podía enamorar de él?
―Lo siento― Susurró bajito y paso las mangas de su abrigo por debajo de sus ojos limpiando las lágrimas ―¿Me acompañas a mi casa, por favor? ―
El rubio asintió.
No, esa no fue la primera vez que se enamoró de ella. Naruto llevaba enamorado de Sakura Haruno toda su vida.
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(3) El odio sin retorno.
Naruto volvió a clavar sus ojos en ella. Sakura estaba a tan solo tres metros de distancia pero podría estar a su lado que la sentiría tan lejana. Sus ojos verdes no se despegaron de él, llevaba el cabello mal cortado por los hombros, los ojos vidriosos y estaba mucho más pálida que el año anterior, el uniforme escolar le queda inmenso.
La última vez que la había visto fue cuando acabaron el penúltimo año escolar y pusieron punto final a su relación y de eso habían pasado ya tres meses.
―Naruto―
El rubio se volteo al oírla y sonrió. Hinata era tan hermosa, tan delicada, tan inteligente y siempre tenía las mejillas sonrojadas, los ojos brillosos y una sonrisa en los labios cada vez que lo veía.
―Te extrañe― Susurro tomándolo de la mano para acercarse a él.
Sabía que Sakura aún los observaba en la puerta del Colegio de seguro esperando que su abuelo la viniera a recoger. El anciano apenas si podía manejar, por suerte Sakura cumpliría la mayoría de edad ese año o sino acabaría en un hogar para menores tras morir su único familiar. Sakura estaba consciente que a su abuelo materno no le quedaba muchos años de vida. Aún así agradecía que la haya cuidado y criado luego de la muerte de su madre.
―Yo también te extrañe, Hinata―
Mentira. Él solo la usaba para olvidar a Sakura.
La tomo de la cintura y la beso, la Hyuga se paró en puntitas de pie apoyándose en sus hombros para poder besarlo mejor y Naruto sintió ese aroma que ella siempre desprendía.
Olía a vainilla.
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(1) El amor de mi vida.
Cuando Sakura se enamoró de Naruto, él estaba en una relación con Shion. Hinata también recuerda a la rubia y esa absurda relación que llevaba con el Uzumaki y es que era tan absurda porque todos sabían que Naruto solo estaba con ella porque Sakura lo había rechazado la mitad de su vida pero no fue hasta aquella madrugada cuando ambos ya tenían dieciséis años que Sakura noto que Naruto tenia los ojos más azules y hermosos que había visto alguna vez y que quizás su amor por Sasuke Uchiha no valía tanto la pena.
― Naaaruuutooo― Susurró alargando las vocales.
El rubio la tomo con fuerza de la cintura atrayéndola a su pecho a riesgo de ganarse una buena pelea con Shion que estaba en el baño de aquel bar con sus amigas.
―Estas muy ebria― Hablo serio.
Ella largó una risita baja apretándolo por los hombros y acercándose más él. Naruto aun recuerda ese hermoso vestido rojo y como se le subió por el trasero cuando ella se restregó contra él.
―Y tu estas muy sobrio― Dijo divertida acariciando su nariz con la suya.
Olía a cerezas.
―Te voy a llamar un taxi―
―Aburrido―
Serian cerca de las tres de la mañana, las luces de ese bar de mala muerte iban y venían y Naruto solo podía enfocar sus ojos en esos labios rojos. De fondo vio a Shion salir furiosa del baño al verlo con la pelirrosa. Naruto se alejo de la Haruno. No quería soltarla. Nunca. Pero lo hizo.
Esa relación no duró mucho más. Naruto amaba a Sakura. Quizás por eso la pelirrosa era tan celosa. Si empezó siendo su amante antes de ser la novia oficial.
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―Shion se va a enojar―
Sakura sonrió arrollándose entre sus piernas, la había convencido de irse del bar y acabaron en su casa luego de que Shion le dijera que no quería verlo nunca más en la vida.
―No se tiene que enterar―
Naruto no pudo decir más nada, la pelirrosa le había bajado la cremallera de los pantalones y se había metido la mitad de su miembro erguido en la boca. Gimió muy fuerte tirando la cabeza hacia atrás y apretó las sábanas entre sus dedos. La lengua de la pelirrosa bajo despacito por el largo hasta la base del pene, clavo esos ojos verdes en él y le sonrió antes de volver a subir y chuparle la verga por completo.
―Ah, Sakura― Gimió observándola fijamente.
Paso su mano por la mejilla de la chica y sintió la saliva mezclada con su líquido pre seminal bajar por su miembro despacito y mojar aún más la mano de la pelirrosa.
―¿Te gusta? ― Suspiro.
Naruto asintió. Claro que le gustaba. Sakura era muy buena en la cama, después de todo Sasuke se había encargado de enseñarle.
―Sakura― La llamo, ella lo miro sin dejar de succionar su miembro ―Voy a dejar a Shion―
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(3) El odio sin retorno.
Cuando Naruto se separó de Hinata observó sin disimular ni un poco a la pelirrosa. Sakura apretó los puños furiosa, los ojos se le llenaron de lágrimas.
Naruto sonrió. La iba a hacer pagar todas las que le hizo en ese año que estuvieron juntos.
El sonido del claxon los obligo a cortar el contacto visual y esta vez fue Sakura la que le sonrió al pasar junto a la pareja.
―Hasta mañana― La escucho despedirse al pasar junto a ellos.
Naruto apretó los puños furioso cuando la vio subir a ese coche, Sasuke le sonrió desde el asiento del piloto.
―Naruto― Lo llamo Hinata, el rubio murmuro un leve aja sin despegar los ojos de las luces traseras del coche de Sasuke que se alejaba de prisa del Colegio ―¿Nos vamos? ―
Naruto asintió y volteó a verla. Hinata era tan hermosa.
Pero el odiaba el olor a la vainilla.
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