Pasado

De alguna manera terminó dormida sobre su pecho y con el rostro enterrado en su cuello. La postura debería ser incómoda pero ninguno de los dos había dormido tan bien en mucho tiempo. Edward despertó primero pero no se movió y disfruto de tenerla entre sus brazos unos minutos hasta que ella despertó avergonzada por la posición en la que estaba.

- Hey...

- Hey. - sonrió Edward. Bella sintió que se derretía ante la visión del cobrizo a contraluz. Su cabello resplandecía mas anaranjado que nunca gracias a la iluminación del sol que entraba por la ventana detrás de él. Sus ojos eran cálidos y se veían más verdes gracias al contraste con la camiseta negra que usaba para dormir.

- Yo... - avergonzada empezaba a disculparse cuando fue interrumpida.

- Me encanta despertar contigo. - Edward le aseguró acercándose más a su rostro. - Mi cama siempre estará disponible para ti.

Bella se sintió tan aceptada y querida esa mañana que una parte de ella quería llorar de la emoción. Le dio un pequeño beso como respuesta y cuando tocó sus labios sintió un pequeño cosquilleo en el vientre. Edward no la dejó ir apretándose contra ella, la besó con paciencia y experiencia, él le estaba enseñando a disfrutar de los besos tranquilos y sin apuro así fueran en la cama. Su mente se bloqueó y los pensamientos llenos de preocupaciones no aparecieron. Su mente solo podía registrar como era acostada sobre las sábanas y el peso de su esposo sobre su cuerpo. Edward acariciaba su lado derecho con suavidad y eso le estaba provocando estremecimientos que nunca antes había tenido, eran estremecimientos de anticipación. Cuando tocó su muslo solo con la punta de sus dedos ella liberó un pequeño gemido. Era asombroso lo que estaba logrando hacerle sentir con caricias suaves porque nunca había sido tratada así, con Dimitri... no podía ni pensar en ese hombre; no valía la pena.

- Te amo. - él le susurró en el oído mientras dejaba besos hasta llegar a su cuello.

Bella se sintió derretida por sus palabras y sus acciones. Pronto sus manos estaban apoderándose de su rostro para guiarlo a su boca y así empezar a besarlo con ansías de algo más. Edward debió sentirla cambiar la intensidad por lo que se alejó.

- ¿Qué pasa? - preguntó confundida.

- No quiero empezar algo que no vamos a terminar. - le contestó acostándose en la cama y tapando su rostro con las manos.

- Oh. - exclamó avergonzada. - Yo...

- No te preocupes. Yo empecé. Lo mejor es que me dé una ducha.

Eso no era cierto pero no supo que decir.

Bella no pudo evitar sonreírle algo triste al verlo salir de la cama. Nunca había sentido algo similar con Dimitri, esa sensación de compañía y apego que empezaba a sentir con Edward. No quería que se fuera a trabajar, quería volver a la cama con él para abrazarlo mientras hablaban sobre cualquier trivialidad. Suspiró extrañándolo y enterró su rostro en su almohada para sentir su aroma una vez más.

- ¿Qué me pasa? - se burló de sí misma ya que no recordaba haber hecho algo similar antes.

El sonido de la ducha de la habitación le recordó que Edward estaba muy cerca a ella y las fantasías empezaron a crecer en su cabeza. Fantasías que nunca antes habían habitado en su cabeza, su imaginación nunca había intentado evocar el cuerpo de Edward desnudo ni siquiera en su adolescencia pero esa mañana esa fantasía la sorprendió. De pronto se encontró caminando sigilosamente hasta la puerta del baño, para su sorpresa estaba entre abierta. Su respiración se aceleró. Nerviosa se dijo que debía irse de ahí y no mirar, ella no tenía esa clase de comportamiento. Cuando empezó a retroceder un par de pasos un sonido llamó su atención e inmediatamente filtró su mirada lo mejor que pudo dando con el espejo que le daba una buena vista de lo que su esposo hacía en la ducha. Estaba tirando de su miembro mientras apoyaba un puño contra la pared. Bella se quedó sin aire y tragó fuerte mientras veía la longitud de su miembro y como era jaloneado sin piedad. Su cuerpo se erizó por completo imaginando cómo sería recibirlo en su interior, por lo brusco que era Edward al tocarse no pudo evitar sentir algo de miedo por como sería con ella. Sin darse cuenta pasó varios minutos observando hasta que al fin vio su corrida manchar su vientre de blanco. Bella observó como Edward se mordía los labios con fuerza controlando el grito que hubiera salido sino la tuviera tan cerca. Agotado y con su miembro aún duro procedió a limpiar su cuerpo eliminando cualquier evidencia de sus acciones. Bella por su parte caminó entumecida hasta la cama donde enterró el rostro en la almohada de su esposo para reprimir el gemido agónico que le provocó la escena.

Minutos después Edward salió del baño con solo una toalla amarrada en sus caderas provocando en Bella una nueva descarga de deseo que recorrió todo su cuerpo. Pronto su esposo se perdió dentro del gran armario que tenía la habitación. Sin meditarlo mucho se levantó de la cama y se asomó para observarlo. Solo llevaba puestos unos boxers cuando sus ojos lo encontraron, le daba la espalda mientras buscaba una camisa entre las muchas que tenía.

No dijo nada mientras lo observaba vestirse hasta que sus miradas se encontraron a través del espejo que estaba empotrado contra la pared. Se quedaron en silencio y la tensión subió entre ellos, ambos tenían la edad y experiencia suficiente para identificar que era deseo lo que estaba vibrando entre ellos. Bella sabía que Edward no iba a dar el primer paso, todo dependía de ella. Mordió su labio mientras decidía y Edward no le quitó la mirada encima en ningún momento, expectante y tenso. Saber el efecto que estaba teniendo en su esposo la encendía pero no quería tener solo sexo con él, quería que hicieran el amor y mientras ella no tuviera claros sus sentimientos eso no iba a ser posible.

Suspiró con fuerza mientras dejaba la puerta del armario y se metía al baño para darse una ducha que alejara pensamientos tormentosos. No fue sencillo porque pronto recordó quién estuvo en esa ducha minutos antes y que había estado haciendo. Se duchó con agua fría buscando enfriar sus pensamientos y deseos.

Alterada por pensamientos no comunes en ella salió del baño usando una bata extra que Edward tenía en su baño. Al salir se encontró al cobrizo que ajustaba su corbata mirando el espejo de la habitación.

- Olvide que no era mi baño. - ella le confesó nerviosa mientras sentía la mirada de él sobre la bata negra y gigante que llevaba puesta.

- Es tuyo. - la corrigió acercándose para abrazar su cintura. - Todo en esta casa es tuyo y puedes tomarlo cuando quieras.

Bella tembló porque sus palabras tenían un doble significado. Asintió hipnotizada y se paró de puntillas para besarlo, su cuerpo simplemente decidió dejarse llevar.

Edward no fue tan suave esta vez al besarla, de hecho la guio a la cama de nuevo donde con un pequeño empujón la derribó contra ella. Pronto sus labios delineaban su cuello dejando un rastro húmedo en su camino.

- Mojaré la cama. - comentó debido a que su pelo estaba aún húmedo pero se arrepintió por el doble significado de sus palabras que le provocaron un gemido bajo a Edward.

- Me ocuparé de eso. - le aseguró con voz oscura y sensual. Al escucharlo Bella supo que él haría lo que quisiera con ella y no recibiría la mas mínima resistencia.

Su bata se fue abriendo y ella suspiró con fuerza al sentir sus labios dejar besos que peligrosamente se acercaban a sus pechos. Edward detuvo su recorrido y se acercó a su boca de nuevo. Bella se empezó a derretir sobre la cama y los pensamientos anteriores sobre resistir hasta que sus sentimientos se aclararan dejaron de tener fuerza. Estaban casados así que era normal que Edward deseara consumar su matrimonio, a pesar de que no se habían casado con ese objetivo, luego de las muestras de afecto mutuo que habían tenido se podía asumir que ya estaban en una relación amorosa y el deseo estaba mas que presente entre ellos.

Bella gimió suavemente cuando Edward ajustó su cuerpo al de ella dejándole sentir su miembro duro contra su muslo externo. El pantalón que llevaba le impedía hacer mas que rozarse contra ella y Bella se estaba encendiendo cada vez mas. Su bata empezaba a subir debido al movimiento para nada inocente que Edward hacía mientras la besaba.

- ¿Puedo probarte? - le preguntó el cobrizo mientras dejaba besos en su cuello. - Prometo no ir mas allá.

Sorprendida por su pedido no supo que decir al inicio por lo que Edward deslizó una mano entre sus muslos hasta rozar su intimidad con solo la punta de sus dedos. Bella gimió en respuesta y al abrir los ojos se encontró con la mirada oscura de Edward.

- ... Por favor. - le pidió de nuevo presionando ligeramente su clítoris con uno de sus dedos.

Un nuevo gemido salió de su boca pero fue acallado por los labios de Edward que siguió la caricia casi superficial volviéndola loca. Bella empezó a retorcerse buscando mas caricias íntimas de sus dedos.

- ... Dime que sí. - insistió Edward ahora con besos en su cuello de nuevo, iba a dejar una marca si seguía así.

Ella solo pudo asentir de lo excitada que estaba. Edward suspiró agradecido antes de pararse para abrir su bata y observar su cuerpo desnudo por primera vez. Bella se sintió expuesta y por recurrencia intento taparse pero Edward lo impidió sosteniendo sus muñecas y las colocó sobre su cabeza.

- Eres tan perfecta. - admitió él mirando su cuerpo lentamente. - Tanto que duele.

- ¿Duele? - susurró ella curiosa y afectada por sus palabras.

- Duele en todas partes. - le aseguró con una sonrisa mientras se acostaba sobre ella para empezar a besarla.

Inició en su boca para luego ir descendiendo con besos por el centro de su cuerpo hasta llegar a su ombligo. Bella gemía disfrutando los suaves roces y pequeños besos que iban humedeciendo su cuerpo cada vez mas. Su lengua caliente la marcaba como lava hirviendo mientras se acercaba cada vez más a su centro. Cuando al fin llegó la probó de inicio a fin absorbiendo su esencia por primera vez. Lamió y succionó su clítoris con hambre provocando en Bella un fuerte golpe de placer. Edward la besó íntimamente utilizando su lengua para penetrarla y sus dientes superiores para estimular su clítoris en todo momento. Bella gemía descontrolada y se retorcía en la cama disfrutando las sensaciones. La visión de Edward entre sus piernas se grabó para toda la vida en su retina.

- Ed... Edward... - quería decir algo no sabía qué exactamente porque nunca había sentido esas sensaciones tan deliciosas pero las palabras no le salían por lo mucho que temblaba y gemía. - ¡Ah...!

Su grito resonó en la casa avergonzándola. Su esposo no se alejó de su centro y bebió de su orgasmo durante largos minutos para luego provocarle un nuevo orgasmo por lo sensible que estaba. Bella abrió los ojos cuando sintió la ausencia de sus labios en su vagina y lo observó, Edward se lamía los labios mientras sonreía con satisfacción.

- ¿Te gustó? - le preguntó con interés mientras le cerraba la bata con cuidado.

Bella no podía creer que tuviera esa duda. Lo observó sin palabras antes de reír incrédula, Edward la siguió y ambos empezaron a reír mirándose.

- ¿Tú que crees? - le preguntó sentándose como pudo ya que sus piernas estaban temblando.

Edward seguía sonriendo engreído y sus ojos brillaban alegres.

- Más tarde volveré a hacerlo. - le aseguró mientras tomaba su corbata del piso.

- ¿Más tarde? No quieres que yo... - señaló algo nerviosa su miembro que resaltaba contra el cierre de su pantalón.

- No, cariño. - le aseguró sin perder la sonrisa. - Por ahora todo se trata sobre ti.

Bella nunca había recibido sexo oral sin que le exigieran que regresara el favor por lo que se sorprendió al escucharlo.

- ¿En serio?

Edward suspiró rindiéndose con su corbata y la observó serio.

- Vas a tomarme en tu boca pero no ahora porque la primera vez que me tomes quiero que sea en tu interior. - Bella tembló por la seguridad y oscuridad que había en su mirada. - Quiero y necesito tomarme mi tiempo para hacerte el amor. Porque no quiero que nuestra primera vez sea así, solo basada en el deseo. - él suspiró con fuerza mirándola. - Lo que acabo de hacer fue gracias a que perdí el control. Pero ya no hay vuelta atrás definitivamente voy a necesitar probarte de nuevo pronto.

Bella tembló ante sus palabras sin saber que decir.

- ... Hay muchas cosas que quiero probar contigo. - admitió él mirándola. - Pero prometí no presionarte y no lo haré.

- No lo has hecho nunca. - susurró.

Edward asintió.

- Nunca lo haré.

Bella se quedó con sus palabras en la mente el resto del día. Edward nunca se atrevería a hacer algo que ella no quisiera o la obligaría a satisfacer sus necesidades con egoísmo y eso era algo que siempre había vivido con Dimitri. La comparación entre ambos era inevitable e incómoda. Dimitri había tomado y utilizado lo que quería de ella en todo aspecto de su vida, no solamente en el plano sexual, en cambio Edward había dado todo de él por y para ella. De pronto supo con certeza que su ex novio jamás la amó y lo que tenían ni siquiera era importante para él, en otro momento de su vida hubiera estado devastada con esa certeza pero en ese momento sentía rabia y pena por todos los momentos desperdiciados junto a él. Además tenía claro que había dejado de amarlo mucho antes de lo que creía, no había sentido ni una gota de culpa o traición hacia él cuando aceptó los besos y caricias de Edward.

- ... y así es como se transferirán las acciones. - concluyó el abogado que Edward había contratado para explicarle que todos los documentos estaban en perfecto estado y cómo funcionaban.

Habían ido a la compañía con la finalidad de firmar los documentos para la transferencia de acciones, Esme y Eleazar estaban presentes como testigos de la transacción. Su esposo había captado lo nerviosa que estaba respecto al tema y no dudó en aclarar todas sus dudas con ayuda de su abogado antes de firmar los documentos.

- ¿Edward aún tendrá poder sobre ellas, verdad? - preguntó nerviosa. - Podrá tomar decisiones sin mi autorización, por ser mi esposo, ¿verdad?

- En este caso no, el señor Cullen necesitará su firma si desea tomar decisiones.

- Edward... - se quejó.

- No vi necesario incluir ese aspecto. - le aseguró Edward. - Además solo es una buena razón para tenerte aquí en el edificio cada cierto tiempo. - acarició su mano derecha con el pulgar buscando calmarla. - No quiero tener poder absoluto, agradezco tu confianza, pero creo que juntos podemos hacer mas con nuestras acciones. Has hecho un buen trabajo ocupándote de las acciones de tu padre y quiero verte hacerlo mucho mas tiempo pero junto a mí.

Bella cerró los ojos emocionada, nunca antes había sentido que confiaban tanto en ella y sus habilidades además de sentirse obviamente amada.

- Esta bien, voy a firmar. - anunció abriendo los ojos para toparse con los ojos brillantes y verdes de Edward.

Edward sonrió aliviado, Carlisle y Esme por su parte se veían un poco preocupados por las posibles consecuencias que la ira de Carlisle traería. No les habían dicho pero ambos habían sido amenazados con sacar su relación a la luz y arruinar la reputación de Esme si permitían que la transferencia se diera pero ambos acordaron no permitir que Carlisle los manipulara y amenazara, no habían hecho nada malo.

- Terminamos. Ya podemos decir que la transferencia se concluyó. Los otros accionistas van a ser notificados formalmente mañana.

El abogado y el equipo que hacía oficial y legal la transferencia se fueron dejándolos solos. Bella suspiró mirando la copia de los documentos donde figuraba como dueña de parte de la compañía.

- Gracias por esto, hijo. Nunca lo olvidaré. - le aseguró Eleazar a Edward.

- Ustedes son también mi familia, nunca hubiera dudado en ayudarlos.

Bella sonrió al escucharlo y sintió su corazón crecer mas en su pecho si es que eso era posible.

- Hoy podemos cenar juntos para celebrar. - los invitó Edward.

- Claro, suena estupendo. - Esme le sonrió.

- Puedo hacer la cena esta noche. - les indicó Bella emocionándose. - No conocen nuestra casa y me vendría bien escuchar tus consejos de decoración Esme.

- Oh claro. - respondió Esme con sorpresa. - ¿Van a seguir... ?

- Bella y yo hemos decidido darnos una oportunidad real. - le anunció Edward abrazando la cintura de su esposa. - Sabe que la amo y vamos a intentar, sin prisas, iniciar una vida juntos.

Bella acarició el brazo que la sostenía y se sintió muy feliz.

- Eso es grandioso. - Esme se veía emocionada. - Estoy sorprendida pero muy feliz por ustedes.

- Yo también, no puedo imaginar alguien mejor para mi hija.

Edward la apegó mas contra su cuerpo.

- Gracias Eleazar, prometo cuidarla.

- Y yo también lo haré, Esme.

Por un momento Bella pudo ver su futuro junto a ellos. Junto a Edward y Esme como parte permanente de su familia y se sintió emocionada. La visión de una familia feliz y unida, después de tantos años luego de la muerte de su madre, fue reconfortante y se sintió segura de nuevo.

Los dejaron solos minutos después prometiendo que se verían esa noche en su casa. Edward

- ¿Cómo te sientes?

- Aliviado. - le aseguró dejando un beso en su frente. Estaban en el sofá semi acostados juntos en él.

- ¿Aliviado?

- No quería tener tus acciones entre nosotros. Quería que nuestra relación fuera sin deudas o compromisos. Ahora me siento mas tranquilo.

Bella que tenía la cabeza apoyada sobre su hombro derecho la giró para verlo.

- Sabes que nunca dude de que me darías las acciones, ¿verdad?

- Gracias por confiar en mí, cariño. Pero tenía que hacerlo oficial, ahora puedo decir que eres mía sin este problema en medio.

Bella entendía lo que trataba de decir y era muy lógico que se sintiera inseguro.

- Yo estoy contigo por quién eres, por lo importante que eres en mi vida y me encanta estos nuevos aspectos que estoy conociendo de ti. - Bella suspiró acariciando su barbilla. - Eres un hombre increíble y tengo suerte de que estes amarrado a mí, así podré enamorarme de ti poco a poco.

Edward le sonrió. - Me gustaría que no fuera poco a poco. Ya quiero que estes loca por mí.

Bella rio divertida. - No Cullen, poco a poco es mejor porque me enamorare de cada detalle que hay en ti.

Edward gruñó inconforme causándole mas risas.

- No voy tengo tanta paciencia, voy a jugar mis mejores cartas para apresurar ese momento.

Bella supo que no había mucho por hacer, estaba cayendo irremediablemente enamorada a una velocidad que la asustaba un poco.

- ¿Así? ¿Cómo?

- Tengo mis mejores movimientos guardados. No puedo revelarlos...

- Edward...

- Bueno hay uno que verás muy pronto.

- ¿Cuál es?

- Este fin de semana iremos de viaje juntos a las montañas. ¿Recuerdas que te lleve cuando estábamos en la secundaria?

Claro que lo recordaba. Ella estaba casi muerta en vida luego de la muerte de su madre y él la había subido a su auto con engaños y no había parado de manejar hasta que llegaron a una cabaña a horas de distancia. Fue un fin de semana que siempre recordará porque Edward no solo buscó enseñarle la naturaleza y el amanecer y atardecer que el lugar les regalaba sino que estuvo ahí para abrazarla cada vez que se rompía en mil pedazos por la pena de perder a su mamá tan repentinamente.

- ¿En serio crees que lo olvidaría?

Edward sonrió antes de besar su frente.

- Fue la primera vez que te rapte.

Ambos rieron.

- La primera de muchas veces. Me gustaría que esos días yo no hubiera sido tan mala compañía.

- No lo fuiste, cariño. Estabas pasando un momento difícil pero aún así era increíble estar ahí contigo. Ya sabes... siempre estuve enamorado de ti.

Bella abrazo su pecho con mas fuerza.

- No me lo recuerdes, desperdicie mucho tiempo sin ti. Tantos recuerdos que pudimos tener juntos.

- El hubiera no existe. Además, quizás no era nuestro momento. Debíamos crecer o algo similar.

- No pienso igual. - Bella dejó salir una lágrima con el recuerdo de Dimitri colándose en su mente. - Todo hubiera sido mejor junto a ti.

Edward suspiró besando de nuevo su frente.

- A mí también me hubiera gustado vivir más experiencias contigo. Fuiste mi primer beso pero me hubiera gustado tener mas de ti.

Bella suspiró con fuerza porque Edward no había sido el suyo. Sus primeras veces se las regalo a alguien que no las valoraba.

- Y yo te daría mucho más de mí. Si pudiera regresar en el tiempo haría muchas cosas diferente.

Ambos se quedaron unos segundos en silencio, meditando hasta que Edward luego de respirar hondo habló.

- Yo ahora quiero tu futuro y todo lo que conlleve. Todo.

Bella sintió su mano en su vientre y unas nuevas mariposas crecieron en su interior, unas gigantescas.

- ... Quiero que logremos ser una familia solo tú y yo y luego con los años quizás... tener uno o dos niños corriendo por aquí.

- ¿Quieres tener un hijo?

- Cuando estemos listos. Ambos. Yo estoy listo. - rio con buen humor. - Pero eres tú quien manda y voy a esperar a que lo estes o sino es tu sueño o meta tampoco voy a presionarte. Tenía que decírtelo porque quiero que veas lo que quiero lograr contigo.

Bella hiperventiló por unos segundos.

- Yo... no estoy lista.

- Lo entiendo y sería extraño que lo estuvieras, estamos empezando nuestra relación.

- Pero tú lo estás.

- Yo lo estoy porque tengo claro el futuro que quiero contigo.

Bella asintió aún nerviosa.

Edward suspiró apegándose a su cuerpo.

- ... Voy a esperarte lo que tenga que esperar. No olvides eso. Así que cuando llegue el momento nos cuidaremos, ¿si?

De pronto recordó las pastillas anticonceptivas que llevaba semanas sin usar, estaba esperando su periodo para reiniciar su uso. Fue un pensamiento breve y se prometió revisar con su ginecólogo si podía cambiar de método.

- Poco a poco. - suspiró.

- Poco a poco. - él confirmó.


Actualización!

Espero que les haya gustado. Hoy es mi cumpleaños y les agradeceré muchísimo si pueden enviar sus mejores vibras, no necesariamente en reviews solo buenos pensamientos para mi por este día.

Nos leemos pronto.

Les doy un resumen de cantidad de acciones en el PASADO para que no se mareen con las cantidades.

Carlisle Cullen 35%

Edward Cullen 15%

Isabella Cullen 20%

Esmerald Masen 20%

Dimitri Cullen 5%

Otros Accionistas 5%