"Los (nuevos) Loud".
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El sol caía por el horizonte, junto a las nubes que se alejaban poco a poco, el sol teñia a las nubes grises a un color rojizo. La felizidad de la mayoría de las personas al saber que era viernes, el ansiado fin de semana, era una calma el saber que podría descansar y relajarse por unos días, eso sería perfecto, pero...
— LINCOOOOOOOOOOLN/ LEMYYYYYYYYYYY.
Un grito conjunto lleno de preocupación resonó por toda la cuadra, todas las personas conocían a la familia Loud, la muy peculiar familia Loud.
Bueno creo que el capítulo empezó muy sacado de la historia, empezamos desde un tiempo atrás, aproximadamente unas trece horas.
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El día daba inicio a un viernes más en la nueva casa Loud, donde habitaban veinte personas.
— ¡Lemy, sal no eres el único que necesita el baño!.- una voz refinada y algo elegante apresuró al único hijo varón de la gran familia.
— ¡Ya voy!.- una voz qué estaba entre aguda y ronca provino del otro lado de la puerta.
La perilla de la puerta del baño giro, la puerta se empezó a abrir dejando ver a un joven de doce años aunque su estatura lo hiciera ver menor pero no era así, su cabello café capuchino casi le cubría ambos ojos, la iris de sus ojos era de un color café claro, una parte de su rostro tenia pecas, su piel era un poco bronceada, en su espalda alta tenía "tatuado" lo que parecía el cráneo de un toro o búfalo cuyos cuernos pasaban por la parte trasera de sus hombros extendiéndose y pasando por los brazos hasta llegar a las muñecas dando cierta impresión como si una serpiente intentará subir, en momentos ciertas zonas del "tatuaje" se desvanecían por unos instantes para después reaparecer, en ese momento tenía una toalla cubriendo sus partes nobles.
— Tardaste mucho, que tanto hacías ahí adentro.- alzó una ceja de forma interrogante.
— Ehmm. Nada.- trato de lucir lo más normal que podía.
— Lemy.
— Ya te dije que no hacía nada, ahora entra qué se te hará tarde para la universidad.- empezó a caminar hacia su habitación compartida.
Al entrar a la habitación lo primero que vio fue a una joven casi de su misma estatura qué estaba sentada leyendo un libro en una de las camas, la joven tenía el pelo de un color blanco que le llegaba por encima de los hombros, su piel era pálida, ambas características daban a entender que tenía albinismo cosa que era 100% correcto, en sus orejas tenía unos aretes de una cruz invertida de color negro, la iris de sus ojos era de un color azul opaco y al igual que Lemy tenía pecas qué adornaban una gran parte de su rostro, vestía una sudadera de color gris oscuro con un estampado que parecía un ojo con alas de murciélago de color morado, una falda con rallas verticales de color negro y blanco, unas medias de color gris oscuro y unos tenis negros con pequeños detalles de color morado.
— Lupa, podrías salir para que me ponga la ropa.- se acercó a la cama que estaba a la par de la otra cama.
— ¿Para que?, no es como si tuvieras la gran cosa entre tus piernas.- dijo desinteresada sin voltear hacia Lemy.
— Ahh, solo no volties. - mencionó ya resignado y ofendido ante lo dicho- Por cierto ya tomaste la medicina.
Se escucho el sonido débil de unos pasos que se dirigían a la puerta para luego la misma abrirse.
— Si, ya lo hice señorito enfermero.- dijo de manera altanera y burlona mientras salía de la habitación y cerraba la puerta detrás de ella.
Al salir de la habitación y dejando a Lemy dentro de la misma, se dirigió hacia la puerta del baño, al intentar abrirla la perilla no giro dando señal de tener el seguro puesto.
— Enseguida salgo.- se escucho del otro lado de la puerta.
Unos instantes después salió una adolecente de 18 años cerca de los 19, vestía una camiseta de color púrpura qué dejaba descubierto su abdomen bajo, un pantalón vaquero y unos tenis de color púrpura, su cabello es de un color castaño oscuro que le llegaba a su espalda baja, su rostro también estaba adornado de pecas mucho mayor que Lemy y Lupa, la iris de sus ojos era de un color verde.
— Hola Lupa.
— Hola Lyra.
Al mirarla a los ojos no pudo evitar notar la mirada que tanto odiaba, la maldita mirada que todos los doctores le daban, una mirada de lastima, al momento que Lyra se hizo a un lado ella entró cerrando la puerta detrás de ella.
Una vez dentro se dirigió hacia el espejo, miro su reflejo detenidamente.
— Uhg, doy asco.
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El ruido habitual de todas las mañanas se había hecho presente, en la cocina se encontraban dos personas, un hombre adulto de cabello blanco, en su rostro tenia pecas qué cubrían una parte de las mejillas, de su boca alcanzaba a sobre salir un poco dos dientes, sus ojos mostraban un poco de cansancio, vestía un delantal que decía "father number 1" de color rosa con corazones, debajo llevaba una playera de color naranja y unos pantalones de mezclilla. A su lado se encontraba una mujer de unos 21 o 22 años, rubia, de talla grande, vestía lo que parecía un vestido de color verde menta que le llegaba hasta por debajo de las rodillas, también estaba usando un delantal de color aguamarina con diseño de flores.
— Bien, solo falta el desayuno de nosotros y terminamos.- miro como la joven tenía una sarten en mano mientras que con la otra usaba una espátula para dejar un hot-cake en un plato— Liena, ¿podrías empezar a llevar los platos a la mesa?.
— Claro.- su voz sonaba un poco débil y ronca.
— Gracias.- carraspeo un poco para aclarar su garganta— ¡¡A desayunar!!.- poco después el sonido de pasos se escucho por toda la residencia que se dirigían a un objetivo, el comedor.
Dejo la sarten y espátula sobre la estufa para luego tomar dos platos con hot-cakes y dirigirse al comedor, al entrar lo primero o mejor dicho a las primeras personas que vio fue a Lyra qué estaba sentada sola en la mesa, mientras iban entrando al comedor a un lado de una jóvenes un poco menores, una tenía su cabello era entre café y naranja que estaba peinado con una diadema que dividía su cabello dejando un fleco que cubría su frente y tenía coleta que caía sobre su espalda, en su rostro tenía un aparato dental sobresalía de su boca, en su rostro tenia pocas pecas, vestía una camisa blanca con mangas cortas, una corbata de color amarillo con círculos blancos, una falda amarilla a cuadros que le llegaba debajo las rodillas, unas calcetas que también le llegaban debajo de las rodillas y unos tenis de color amarillo oscuro. A su lado estaba una joven un poco más joven de cabello café descolorido, sus mejillas estaban cubiertas de pecas que eran opacas por sus ojos café claro, vestía un suéter deportivo guindo con el cierre abierto que dejaba ver una playera roja con un "02" estampado en el pecho, un short que le llegaba por encima de la rodilla y unos tenis guindos.
— Por eso te lo digo Lacy, deberías de leer un poco más.
— Liby, te puedo asegurar que si leo.
— Leer fanfics no cuenta.
Ambas se sentaron al lado de Lyra mientras tenían su pequeña disputa, mientras que Liena dejó un plato frente a Lyra y el otro frente a la ahora conocida como Liby.
— ¿Ahora por que discuten?.- recibió la mirada de ambas.
— Liby dice que leer fanfics no cuenta como lectura.- se quejo.
— Yo solo digo que no cuenta como una lectura adecuada, a comparación de un libro que te muestra una historia.
— Los fanfics también cuentan una historia o más.- contraataco.
— Pero no tan compleja como un buen libro.
— Lyra, ¿tu que opinas?.- miro a la castaña mayor buscando ayuda.
— ¿Qué es un fanfic?.- pregunto con curiosidad ante extraña palabra.
— Cierto, tu no sabes lo que es un fanfic.- dijo Liby que había caído en cuenta que solo Lacy y ella eran las únicas interesadas en el tema.
— Veras Lyra.- la atención de ambas se dirigió hacia ella- Un fanfic es una historia creada por fans para fans.
— ¿De fans?, ¿para fans?.
— Si.- llevo su mano derecha a su pecho en la zona del corazón mientras bajaba la cabeza y hacia qué su voz sonará más suave— Un fanfic es más que una historia que es inventada por persona, es la forma de pensar de esa persona y el como creería que seria si hubiera tomada ese rumbo que le esta dando. O eso creo yo.
— Wow, creo que es lo más inteligente que te he escuchado decir.
Ante las palabras dichas de Liby, Lacy infló su pecho en señal de orgullo.
— Podrían dejar su discusión para luego, hay gente que trata de desayunar.
Las tres castañas al voltear hacia la voz notaron a dos niñas rubias, una tenía el pelo atado en dos coletas laterales y un flequillo que cubría su frente, ojos color azul claro, pecas qué a comparación de las demás le cubrían muy poco el rostro, vestía una playera de manga larga de color rosa descolorido, una falda que le llegaba a las rodilla de color azul marino que tenía un patrón de cuadrados, calcetas que le llegaban debajo de las rodillas de color blanco y unos tenis negros, al lado de ella estaba una rubia menor que usaba una gorra roja que se notaba a simple vista que estaba muy desgastada, su cabello caía por su espalda llegando a la mitad de la misma, ojos de color azul, una camisa con la palabra Godzilla en la zona del pecho, la camisa le quedaba grande llegando casi por encima de las rodillas, unos pantalones un poco grande y unos tenis de color rojo.
— Primero que nada, buenos días Leía, Lizy.- replicó Lyra ante la falta de respeto.
— Buenos días.- dijeron al unísono ambas rubias.
— Espera, Liby, ¿lo que me dijiste fue un alago o un insulto?.- Lacy pregunto confundida ante la anterior respuesta de la mencionada.
— Tomalo como quieras.
Lacy abrió la boca para contestarle a Liby, pero su mente se quedó en blanco por un instante.
— Lo tomaré como un cumplido.
— Buenos días.- una voz algo neutra se hizo presente.
Al escuchar el saludo todas las presentes se voltearon hacia donde provino, viendo a Lupa que se estaba dirigiendo hacia la silla que estaba al costado libre de Lacy.
— Buenos días.- la mayoría respondió al saludo.
— ¡Buenas!.- el saludo energético de Lemy un poco la atención.
Camino hacia su lugar habitual entre Lupa y Leia, vestía su ropa habitual que era su bandana con el cráneo de un búfalo (que estaba ya un poco desgastada) que recogía su cabello y evitaba que cubriera su vista, una playera de color lila de manga corta, un pantalón de mezclilla de color azur oscuro con efecto de desgaste y unos tenis negros.
— Buenos días.- solo respondieron tres al saludo de Lemy.
Poco después entro Lincoln con un plato de hot-cakes, sentándose frente a sus hijas e hijo, llevándose un trozo del hotcake a la boca degustandolo.
— Padre.
La atención de Lincoln se dirigió a quien le había llamado siendo Lyra.
— ¿Y nuestras madres donde se encuentran?.
— Salieron desde más temprano a sus trabajos.- dijo después de tragar lo que era el hotcake- A excepción de Lisa, ella está en el bunker con Lulú.
— Mhm.
El desayuno pasó en completa armonía, cosa que le dejó pensativo a Lincoln, dirigió su mirada hacia todas sus hijas e hijo para tratar de encontrar algún gesto o reacción que estuviera fuera de lugar, al no encontrar ninguna otras reacciones que no fueran de cansancio o sueño se sintió aliviado de que no tendría que indagar para encontrar alguna respuesta. De manera rutinaria todos y cada uno de los miembros de la segunda generación se levantaron para llevar los platos al fregadero para posteriormente ir a terminar de alistarse e ir a la escuela, acabo de unos ajetreados minutos la nueva generación había salido para subirse a Vanzilla e irse a la escuela.
La vieja mini-van qué formó parte de la infancia de Lincoln y sus hermanas aún seguía en funcionamiento gracias a Lana que con mucho sacrificio y tiempo había hecho su mayor logro junto a sus hermanas y hermano, reparar y dejar como nuevo ese viejo vehículo.
Por otra parte habían dejando a Lincoln encargándose de lavar los platos que acabo de un rato más había terminado de lavar los platos usados en el desayuno, con un suspiro victorioso se quito el delantal para que seguidamente lo doblará y dejara en su lugar habitual.
Tomo un plato que aún tenía unos cuantos hotcakes y lo cubrió con un plástico para dejarlo sobre la mesa. Una vez hecho eso camino hacia la sala y subir las escaleras y dirigirse a una puerta en especifico.
[Toc toc]
— Loan, el desayuno está en la mesa.- dijo con una voz tranquila.
Estuvo parado por unos instantes más esperando respuesta alguna, suspiro al no escuchar algún ruido que proviniera de la habitación, camino hacia otra puerta, en medio del camino sintió un ligero temblor al mismo tiempo que escuchaba un débil "boom", al instante supo que ese temblor provenía del búnker de Lisa, solo se limito a esperar que la anterior mencionada y su hija Lulú se encontrarán bien.
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La mini-van que era manejada por Liena se estaba deteniendo frente a la escuela secundaria donde vajo Lemy, Lupa, Lacy y Liby.
— ¡Nos vemos!.
Al detenerse por completo, Lacy ni lenta ni perezosa salio de la mini-van para correr hacia la entrada dejando atrás a sus demás hermanas y hermano.
— Nos vemos luego.
A diferencia de Lacy, Liby se despidió de una manera más tranquila, pero su actitud fue todo lo contrario al bajar por completo de la van, empezando a correr detrás de Lacy al darse cuenta que tenía la mochila abierta y faltaba una de sus pertenecías.
— Adiós.
La despedida de Lupa fue simple y su habitual tono de voz desinteresado y seco lo hizo sonar forzado, mientras bajaba la voz de Lyra la detuvo.
— ¿Trajiste tus pastillas?.
— Si tía Lyra, si las traje.- mencionó con cierto fastidio mientras bajaba y abria una sombrilla.
Mientras que Lupa bajaba y se acomodaba la sombrilla para cubrirse del sol, Lyra no pudo evitar abrir la boca para recriminarle pero al final no dijo nada, se giro hacia Lemy que estaba por bajar de igual manera.
— Lemy.- el mencionado se detuvo para mirarla- Por favor, cuídala.
— Es lo que siempre hago.- le respondió con simpleza, mientras mostraba su mano izquierda mostrando lo que parecía ser una pulsera.
Esas palabras le dieron un poco de confort a Lyra pero también otra emoción molesta.
— Nos vemos.- terminó de mencionar para bajar y cerrar la puerta detrás de él- ¡¡Ahora si!!, ¡¡ya llego su papá!!.
El grito de Lemy sonó muy fuerte y claro dentro de la mini-van, Lyra estaba por bajar la ventana para regañarle pero fue detenida por unos toques en el hombro por parte de Liena que tenia una sonrisa de labios haciendo que Lyra simplemente suspire con un poco de desánimo para después retomar su postura.
Una vez frente a la universidad, Liena detuvo la mini-van para que Lyra bajara.
— Liena, hoy tengo solo dos clases así que me voy a ir a pie.- recibió un asentimiento por parte de la rubia- Entonces nos vemos.
— Esta bien, que tengas un buen día.- mencionó con una sonrisa de labios.
El apenas audible tono de voz de Liena hizo que Lyra se sintiera alegre por la recuperación del habla de su hermana mayor inmediata.
— Gracias, igualmente.- le contesto devolviéndole la sonrisa de labios.
Una vez Lyra bajo de la mini-van, Liena empezó a avanzar hacia el local donde trabajaba a tiempo parcial. Por su parte Lyra empezó a caminar hacia dentro del campus con un semblante tranquilo y serio.
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Acabo de un rato Lyra llegaba a la nueva casa Loud, miro los alrededores tratando de ver si alguna de sus hermanas o tías se encontraba presente, cerro la puerta para empezar a caminar hacia las escaleras esperando algún sonido que delate la presencia de alguien, pero no se escucho nada, al entrar a su habitación compartida con Liena dejó su mochila sobre la cama y sentarse en la misma viendo a la ventana mientras que con una mano sacaba un collar de una cruz que tenía debajo de la camiseta.
Empuñando aquel collar que desde hace tiempo había sido obsequiado por aquella persona que era muy especial para ella, aquella persona que amaba tanto, más que a cualquier otra persona, aquella persona que era su amor prohibido, y aunque legalmente ya era posible, su moral y creencias no le dejaban dar el primer paso hacia aquel fruto prohibido.
En un momento de lucidez tomó el control de sus pensamientos que habían tomado el rumbo que quería dejar atrás. Agitó ligeramente la cabeza para tratar qué sus pensamientos se disiparan, se levantó para empezar a caminar nuevamente hacia la puerta, al salir de la habitación una idea llegó a su mente qué rápidamente hizo que una sonrisa se formará en sus labios, empezó a caminar hacia la cocina para hacer la cena para la familia.
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Acabo de un rato la mini-van junto a la camioneta de color rojo que tenia un tipo de maquina que usan las gruas para remolcar los autos, al igual que llegaban junto a otros autos que permanecían a las madres de familia (o al menos de la mayoría).
— Ahh, ese viejo cacharro hace mucho que no fallaba.- se susurro para ella misma mientras se hacía una nota mental para darle una revisión.
Tanto Lana como la nueva generación se bajaron de su respectivo trasporte. La primer mencionada se giro para ver el como sus demás hermanas se bajaban de sus autos y empezaban a caminar hacia la casa.
— ¿Volvió a fallar?.
La pregunta hizo que Lana dirigiera la mirada hacia quien habló, siendo una rubia que aparentaba no pasar de los cuarenta, vestía un traje color azul pálido, usaba lentes que parecían no tener demasiado aumento.
— Si, al menos parece que no fue algo muy crucial lo que le falla.
— Espero que no.
Aun que no conocía con exactitud las cosas de mecánica confiaba en su hermana menor hiciera un buen trabajo con el mantenimiento de la vieja mini-van.
— Bueno, mejor vayamos a la casa, que empieza a dar hambre.
La propuesta de la rubia mayor hizo que Lana asistiera y caminara a la par de Lori.
Al entrar a la casa un aroma un poco extraño llegó a sus fosas nasales, al seguir el aroma llegaron a el comedor donde ya estaban la mayoría de miembros con sus cubiertos enfrente, ambas rubias no dijieron nada y simplemente se sentaron. A los pocos minutos se escucho el como alguien bajaba las escaleras del segundo piso, poco después se vio a Lincoln que entraba con una expresión de cansancio y fastidio en su rostro.
— Hola. ¿Y que hay de comer?.- mencionó Lincoln mientras se sentaba en un extremo de la mesa.
— ¿Tu no preparaste más cena?.
La pregunta de una castaña con pecas en sus mejillas, vestida con una chaqueta deportiva de color rojo que dejaba ver una playera de color naranja con una "L" en la zona del pecho.
— No, les dije que estaría ocupado con los cómics y la futura serie.
Al escuchar eso todos miraron a Liena, que negó con la cabeza.
— Si no la hizo Lincoln y tampoco Liena, ¿entonces quien la hizo?.
Todos miraron con atención a los miembros que estaban sentados notando que faltaba una persona, Lyra. Y tal como habían pensado Lyra salió de la cocina con una olla en sus manos mientas tarareaba una alegre melodía, al poner la olla en la mesa quito la tapa dejado ver una especie de sustancia viscosa que pasaba de un color morado a uno azul oscuro, todos al ver eso trajaron saliva.
— Lemy.- Lincoln llamo con un susurro a su hijo, que volteó con una mirada de miedo- ¿Recuerdas lo que te dije hace tiempo?.
— ¿Lo de "todas las personas son hombres hasta que se demuestre lo contrario"?.- le respondió susurrando.
—No, eso no, pero bien hecho al memorizar.- con su mano derecha levantó el dedo pulgar en señal de aprobación— Lo otro, lo de "aveces hay que haces cosas que no queremos por y para bien".
Por un momento Lemy hizo una mueca como su tratara de recordar esa frase.
— Si, lo recuerdo, ¿Cuál es el plan?, ¿vamos a arrojar la olla por la ventana?.- la esperanza en su voz era palpable.
— No podemos hacer eso, le romperiamos el corazón si nos ve hacer eso.
— ¿Entonces?.
— Tendremos...- trago otra vez saliva— Que comer todo.
— ¿Estas loco viejo?.
— Solo observa su mirada.
Al dirigir su mirada hacia Lyra noto que la emoción en su rostro se estaba desvaneciendo y siendo remplazado con un semblante serio.
— Rayos, esta bien.- mustillo resignado.
— A la de tres. Uno.
— Dos.
— ¡...Tres!.- ambos agarraron los platos llenos de la sustancia y trataron de comerse todo.
Bajaron los platos casi vacíos para llenalos nuevamente, por otra parte la primera tanto como la segunda generación de las Loud miraban con sorpresa a los únicos hombres de la familia.
A cierto punto Lincoln empezó a sentirse mareado, asqueado y débil, al parecer estaba llegando a su limite, al mirar a Lemy pudo notar como también se hacercaba a su límite, si no era que ya estaba, sin más dejo el plato en la mesa con lo que le quedaban de fuerzas. Al igual que Lincoln, Lemy estaba bajando su plato casi vacío de la sustancia de cuestionable receta.
— Lemy.- el susodicho volteó a verlo con su poca fuerza que le quedaba- Estoy feliz... de ser tu... padre.
— Vie...- volteó hacia su padre para notar el como se recargaba por completo en la silla y su cabeza colgaba hacia delante- ...jo.- con la poca fuerza que tenía miro a Lyra, que miraba sorprendida a ambos- Es... tuvo...- su cabeza lentamente empezó a colgarse hacia delante al igual que Lincoln- De.. licio... so.
Ambos tenían la cabeza colgada hacia delante, las expectantes miradas llenas de incredulidad de las Loud miraban a ambos y el como una extraña luz los iluminó opacado a sus alrededores, de sus cabezas salían unas pequeñas siluetas blancas que tenían los mismos rostros que Lincoln y Lemy, las siluetas parecían estar serenas como si no tuvieran algún arrepentimiento.
— LINCOOOOOOOOOOLN / LEMYYYYYYYYYYY.- gritaron con preocupación al ver como sus almas dejaban sus cuerpos.
Continuará...
———
Respuesta a los comentarios del prologo:
J0nas Nagera:
Je, aun tengo esperanza a que resurga cual Fenix. Pues básicamente si lo trate de resumir para despues darle una profundidad que se merecen. Tanto Lynn, Lori y Leni fueron los puntos clave para desarrolar la historia (para nada le copie a otras historias, guiñó, guiñó).
Hay que comprenderlos, ya querían ser abuelos, XD.
No puedo decir mucho pero se vienen cositas.
Al final no me termino de convencer como las integre pero ya estaba hecho, nunca falla lo de Lisa, igualmente no puedo decir mucho, y Lily, siendo honesto, la olvide.
Gracias por leer.
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Respuesta a los comentarios del capítulo piloto:
Luis Carlos:
Perdon por eso, espero que sanes pronto. No lo se, estaba aburrido y era de madrugada, asi que pensé en hacer un capítulo así.
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Respuesta a los comentarios del capítulo beta:
Paso una de las maneras mas absurdas de terminar un capítulo. Técnicamente, si, aunque fue una idea descartada.
Gracias por leer.
