Notas:
Agárrense, porque este capítulo contiene algo de información sobre todos los demás conocidos y amigos de Yuta, así como también encontraran algo de información sobre lo que le paso a Utahime y el "por qué" tiene amnesia.
Espero que les guste, sobre todo porque después de todo lo que les mostraré a continuación, el siguiente capítulo por fin será el capítulo que tanto esperan sobre el reencuentro entre de Maki y Yuta.
Pero antes de dicho reencuentro, Yuta debe hablar con alguien importante, quien le hará cuestionarse si realmente está en el bando correcto. Además de que era importantes darles algo de contexto.
En fin, espero lo disfruten ❤️
Capítulo 8. Pistas
¿Estás seguro de que estas trabajando para el bando correcto?
Continuación
—¡Mamá ven rápido! ¡Queremos presentarte a alguien! — comento Yurika jalando a su madre de su camiseta.
—¿Presentarme a alguien? ¿A quién?— pregunto Maki con curiosidad al ver como sus hijos la jalaban para llamar su atención.
Se giró rápidamente, ya que estaba en la cocina terminando de prepararles la cena.
—¡A nuestro nuevo amigo!— respondió Yurika.
—¿Al chico del centro comercial?— pregunto Maki con curiosidad, levantando una ceja.
—¡Si a él! ¡Ven rápido!— respondió Yuudai jalando a su madre de su mano derecha.
—¡Esta aquí afuera! ¡Vamos! ¡Te está esperando!— dijo Yurika mientras tomaba a su madre de su mano izquierda.
—¡Esta bien, ya voy! ¡Pero no me jalen así!— comentó Maki yendo hacia la entrada principal de aquella casa.
Los niños corrieron hacia la puerta, se escuchaban super emocionados.
Yurika fue quien giro la perilla y abrió aquella puerta rápidamente.
—¡Esta ahí a fuera!
— ¡Él es Nuestro amigo del centro comercial!
Dijeron muy emocionados pero sin mirar hacia afuera. Ambos estiraron sus brazos hacia la puerta y movieron alegremente sus manitas como si estuvieran haciendo un espectáculo.
Maki salió por la puerta principal, pero no vio a nadie.
Acomodo sus gafas.
—¿Dónde está? Yo No veo a nadie aquí afuera— respondió con confusión.
Ambos niños salieron rápidamente y notaron que Yuta ya se había ido y eso que no tardaron más de tres minutos ahí dentro.
Los mellizos suspiraron e hicieron unas caras largas.
—Él se fue...— comento Yurika con tristeza.
—Y ni siquiera te alcanzo a conocer — respondió Yuudai algo decepcionado de no ver a Yuta ahí afuera.
Maki miro las caras de desilusión de sus hijos, se puso de rodillas y les acaricio las mejillas con mucho cariño.
—No se desanimen — les sonrió.
—Quizás su amigo tuvo que irse debido a que ya es muy tarde para que él ande solo en la calle— Maki dijo eso pensando que sus hijos se referían a un niño.
—Tal vez otro día lo vuelvan a ver y hasta puedan invitarlo a quedarse un día aquí con nosotros— trato de levantarles el ánimo.
Los mellizos se miraron entre sí, intercambiaron unas palabras mentalmente y después sonrieron entre sí.
—¡Tienes razón mamá! ¡Quizás luego podríamos invitarlo a comer!—contesto Yurika con una sonrisa.
—Además, Yurika y yo lo invitamos a que viniera mañana en la noche al santuario. ¡Él nos prometió que él nos buscaría en el festival!— dijo Yuudai con algo de esperanza.
Maki se puso de pie y los despeino un poco.
—Si les prometió que los vería en el festival, entonces allá lo encontraremos y ahí podrían presentármelo ¿De acuerdo?— contesto Maki con una sonrisa.
Sus hijos se abrazaron a ella, recargando sus cabezas en su abdomen y mirándola con unas grandes sonrisas.
—¡De acuerdo!— dijeron en coro.
—¡Bien! Ahora vayan a lavarse las manos. La cena ya está lista, les hice albóndigas con la receta que tanto les gusta del tío Yuji — comentó Maki haciendo que sus hijos de nuevo corrieran dentro de la casa.
—¡Albóndigas!
Gritaron emocionados.
Antes de entrar, Maki tuvo una extraña sensación. Logro percibir un rastro de energía maldita que se sentía muy familiar.
Salió hasta afuera de su casa, abriendo aquel cancel negro y saliendo hasta la calle para fijarse que nadie estuviera escondiéndose en la pared.
Miro hacia la derecha y después hacia la izquierda, pero no había nadie ahí.
Se sentía demasiado inquieta. Aquel rastro que percibía se sentía demasiado pesado, pero no dejaba de ser muy familiar.
Era una energía que ella conocía bastante bien.
Rápidamente un nombre cruzó por su mente ante tal sensación.
—¿Okkotsu Yuta?— se preguntó en voz baja mientras se llevaba las manos al pecho—¿No puede ser él? ¿O sí? ¿Acaso él está cerca de aquí?
—¡Mami!— escuchó que sus hijos la llamaban desde dentro de su casa.
Maki agito levemente su cabeza para salir de ese trance.
—¡Ya voy!
Rápidamente volvió a entrar en su casa. Cerrando muy bien la puerta detrás de ella.
07:10 p.m.
Cerca de los puestos de comida y dulces que estaban en la avenida principal.
— ¡Wow! ¡Mírate Okkotsu, sí que diste un estirón! Hasta me atrevo a decir que eres casi tan alto como Satoru, aunque admito que ahora que eres un adulto eres más guapo que él — comentó Yuki con una gran sonrisa y con las manos dentro de su chaqueta.
Ambos hechiceros de grado especial, estaban caminando por aquella calle por donde Yuta había acompañado a esos niños hasta su casa.
Bajaron por la calle del parque y siguieron caminando hasta llegar a una zona donde había varios puestos de comida callejera por el festival.
Unos minutos atrás, Yuki logró sentir la presencia de Yuta a la distancia.
Salió de la casa de Maki y dio una vuelta cerca del parque debido a que ella les había dicho a Yuudai y Yurika que ella iría por ellos. Pero aquellas palabras fueron olvidadas por aquellos niños.
Al no verlos en el parque, la rubia los empezó a buscar por aquellas calles y fue ahí cuando desde a la distancia, observó a esos niños caminar junto a Yuta hasta llegar a su casa.
Una parte de ella, creía que quizás Yuta aún no sabía quiénes eran en realidad esos dos pequeños. Así que Yuki decidió alejar al hechicero de esa casa para comprobarlo y de paso, poner a Maki a salvo.
Así que lo llevo hasta una zona con demasiadas personas.
Yuta estaba apenado por ese comentario.
—Bueno, si di un leve estirón de casi cinco centímetros más, pero en sí, Gojo sensei sigue siendo más alto que yo — rasco su mejilla.
—¡Aún así es bueno verte de regreso! — Yuki se detuvo en un puesto de comida —Me dio algo de hambre. Así que voy a comprar unos Tokoyakis y una cerveza ¿Gustas algo?
—¡Gracias, pero no tengo mucha hambre!— comento Yuta moviendo sus manos y tratando de ser cortes.
—Yo invito y más que tenemos mucho que charlar para ponernos al corriente de todo lo que ha pasado y más como colegas de grado especial—Insistió Yuki.
Yuta suspiro y se encogió de hombros, sentía que Yuki podía llegar a enojarse si se negaba a esa invitación y más que él sentía que ella podía darle informacion super importante de todos sus amigos y conocidos.
—Está bien, me convenciste jeje. Me gustaría una banderilla— contesto con una sonrisa.
Después de ordenar y de que les dieran sus alimentos y bebidas.
Ambos se fueron a sentar a una banca que estaba a las orillas de aquellos puestos de comida.
—¿Y qué te trajo a este lado de la ciudad? ¿Cuándo regresaste a Japón? Y perdón que también lo pregunte, pero ¿Qué hacías a fuera de esa casa?— pregunto Yuki con curiosidad mientras empezaba a comer aquellas bolas de masa y pulpo.
Yuta le dio una mordida a su banderilla antes de contestar a eso.
— Regrese hace diez días— limpio sus labios con una servilleta.
—Y el porqué ando en este lado de la ciudad, es porque digamos que me perdí mientras caminaba por estos rumbos, pero por cosas del destino, me encontré con dos pequeños amigos que hice hace unos días atrás— sonrió y siguió explicando.
—Digamos que salvé a dos niños de una maldición y justamente hoy me los volví a encontrar por estos rumbos. Son unos buenos y adorables hermanos — contesto con una sonrisa y rascó su nuca — Y bueno, ellos iban a presentarme con su madre, pero supongo que será en otra ocasión. Por eso estaba a fuera de esa casa.
Yuki comprobó que Yuta no sabía quiénes eran en realidad esos niños, así que suspiro de alivio por un momento.
—Ya veo— Yuki sonrio ante tal respuesta.
—Okkotsu tu siempre siendo tan servicial y adorable con los niños. ¿Sabías que eso puede hacerte popular entre las mujeres? Quizás y algún día acabes como padrastro — dijo en tono de broma antes de darle un trago a su cerveza. —Y Bueno, no te culpo que te hayas perdido en esta zona, bien dicen que Kioto suele tener un encanto que hace que te pierdas entre sus calles— comió otro Tokoyaki.
—¿Y tú Tsukumo san? ¿Qué haces por estos rumbos?— pregunto Yuta mirándola con curiosidad. — Pensé que estabas en el extranjero, o eso fue lo que me había dicho Gojo sensei.
—Podría decirse lo mismo de ti, todos pensábamos que seguías en el extranjero — Yuki se encogió de hombros.
—Digamos que vine a visitar a una conocida mía y de paso vine a comprobar el como estaban las cosas aquí en Japón, pero veo que la sociedad de hechiceros sigue siendo la misma mierda pese a que Satoru la lidera— miro a Yuta a los ojos —¿Y tú? ¿Debe de haber una razón super importante para que Satoru te trajera de regreso a Japón? ¿O me equivoco?— dio un trago más a su cerveza.
— Bueno— Yuta soltó el aire con pesadez— digamos que regrese a Japón por cuestiones de trabajo— decidió terminar de comer su banderilla.
—¿Supongo que es por el caso que anda circulando de ese misterioso asesino de hechiceros? ¿No es así?— pregunto ella antes de comer el último Tokoyaki de su plato de cartón.
—Si. Es por ese caso— contesto Yuta con seriedad —¿Qué sabes tú de esto?
Yuki lo miró con seriedad.
—Pues solo he escuchado los rumores que dicen por ahí. Ya sabes, que anda suelto un nuevo asesino de hechiceros, matando de manera sádica. —Dio un trago a su bebida —¿Puedo preguntar? ¿Qué has averiguado de todo esto? ¿Acaso ya tienes a algún sospechoso? O ¿Acaso Satoru te regañara si me cuentas algo de este caso?— pregunto con sarcasmo.
Yuki llevaba evitando a Satoru desde hacía tres años atrás. Escondiéndose en el extranjero de vez en cuando o evitando ser vista en Tokio.
Pero siempre regresaba a Kioto para asegurarse de que Maki y sus hijos estuvieran bien y de paso, continuar con su investigación.
—En realidad, no me vendría mal la opinión de otro hechicero de grado especial sobre todo este asunto — Yuta miro momentáneamente a las personas que iban caminando por ahí, y después hizo su cabeza hacia atrás para observar el cielo estrellado. — Y más que confieso que me siento estancado con este caso.
—Soy toda oídos. De acuerdo y dime ¿Qué has averiguado?
—Lo único que he averiguado es que las víctimas han sido hechiceros varones en un rango de edad de entre los 30 a los 60 años. Algunos de los implicados trabajaron tanto para el clan Zenin, como también sirvieron a la escuela y a los altos mandos en su momento. Solo hay dos víctimas que no encajan con las demás.
Yuki dio otro sorbo a su cerveza.
—¿Y con todas estas pistas? ¿Qué Hipótesis tienes?— pregunto mirándolo fijamente.
—Mi hipótesis es qué apesto en esto de ser detective— dijo con desprecio a sí mismo.
—Realmente no se en que estaba pensando Satoru san al elegirme exclusivamente a mi para resolver esta misión y mucho menos se en que este pensando este asesino para llevar a cabo todo esto— suspiró.
— Solo hay dos víctimas a las que creo que él pudo haber asesinado bajo pedido de un tercero ya que estas fueron asesinadas con un patrón diferente. Pero las demás víctimas, las que destacan en este caso, parece que no tenían conexión entre sí, pero a todos ellos los ha matado de la misma forma. — Volteo a mirar a Yuki.
— No estoy muy seguro, pero este asesino pareciera estar buscando la forma de mandar algún mensaje o alguna advertencia — respondió Yuta muy desanimado.
—Aunque debo confesar que estoy tentado a dejar este caso— miro sus manos, haciéndolas puño por la frustración que sentía, incluso rompió el palillo de la banderilla que tenía entre la mano.
—¿El asesino les deja alguna marca característica en el cuerpo? ¿Cuál es su patrón al momento de matarlos? ¿Se ha llevado algo de sus víctimas como trofeo?— pregunto Yuki, tomando otro poco de su cerveza. Quería saber que estaba haciendo Maki a escondidas de todos en la academia.
Yuta negó con la cabeza.
—Ahora que lo mencionas. Él no se ha llevado nada de sus víctimas. Al parecer primero les corta la garganta con algún arma muy filosa y después con alguna otra herramienta u arma impregnada con algo de energía maldita, les da el golpe de gracia en el pecho, más específicamente en el corazón. Hemos descubierto que este asesino hace este patrón para que ellos no se vuelvan maldiciones— explico Yuta.
Yuki llevo su mano a su barbilla mientras analizaba toda esa información.
—Interesante...— dijo muy concentrada mirando hacia el frente. Estaba sacando sus conclusiones.
Después de un minuto de silencio, Yuki habló.
—Bueno, por lo que dices, supongo que yo y otros hechiceros podemos estar tranquilos y a salvos. No creo que ese "asesino" venga por nosotros— comento con una sonrisa.
Aquella respuesta extraño demasiado a Yuta.
—¿Por qué dices eso? ¿Acaso no te da miedo que este asesino vaya por algún conocido tuyo? ¿O incluso vaya por ti?— pregunto angustiado. Sus cejas casi se juntaban sobre su frente.
Yuki rio un poco.
—¡No, para nada! — dejo de reir y su semblante se puso serio.—Y Lo digo porque claramente me suena que el asesino ya tiene en la mira a la mayoría de sus víctimas y su motivación me suena más a que es una venganza que una cacería al azar.
—¿Cómo estas tan segura de eso?— pregunto Yuta con frustración.
—Por lo que me comentas de las víctimas principales, su patrón pareciera estar más enfocado en silenciarlos y por la forma de darles el golpe final en el corazón para así acabar con su vida, me suena a una forma de venganza movida tal vez por un gran odio — paso su dedo pulgar por su cuello haciendo una seña.
— Además, Okkotsu respóndeme algo ¿Hay más víctimas de este asesino fuera de Kioto?— pregunto con curiosidad.
Yuta analizó esa pregunta. Ese detalle no lo había tomado en cuenta hasta ese momento.
—Ahora que lo mencionas, No. Todos sus crímenes han sido aquí en la ciudad de Kioto. No se han reportado hechiceros asesinados en otras ciudades con este mismo patrón — se llevó una mano a la boca.
—Así que si este asesino solo ha matado a hechiceros dentro de Kioto, eso debe significar que aquí en la ciudad se encuentra su razón principal de venganza o quizás ese asesino no puede moverse de aquí. Entonces aquí la pregunta principal seria ¿Cuál es el motivo de su venganza?— respondió Yuki antes de beber más de su cerveza.
—¡Ahora que lo dices de esa manera, tiene demasiada lógica para mi!— comentó el hechicero mirando con sorpresa a su colega.—¿Pero por qué crees que sea una venganza? ¿Qué te hace estar tan segura de eso?— pregunto con curiosidad.
—Intuición.
Yuki movió simplonamente sus hombros.
—Simplemente lo asumo y lo asocio por la forma en que me describes el cómo este asesino los termina matando. Una forma tan violenta y directa solo puede significar algún ajuste de cuentas.— Miro hacia el frente.
— También pudiera caber la opción de que nuestro asesino conoció en el pasado a esas personas y ahora debe silenciarlos para que ellos no revelen "algo importante de él" o en su última instancia, simplemente se está vengando porque ellos pudieron haberle hecho daño en el pasado— se recargo en la banca.
— Esas son las únicas razones que se me ocurren para que alguien mate a otra persona.
Miro a Yuta y siguió explicando.
—Igual al ser hechiceros sus víctimas pues no hay mucho que decir. Desde que te fuiste del país, las cosas en la sociedad de la hechicería solo se fueron aún más a la mierda.
—Aun así hay cosas que no me quedan del todo claro, pero supongo que investigando más a fondo, la verdad puede salir a la luz muy pronto— Yuta suspiro pero con lo que había dicho Yuki, sentía que tenía algunas pistas más claras sobre este caso.
—Y Hablando de la sociedad de hechiceros— Yuta miro con seriedad a su senpai. —Tsukumo san ¿Que fue de todos en mi ausencia? ¿Tú sabes algo de mis amigos? Satoru no me ha querido decir nada de ellos y desde que llegue a Japón no los he visto y nadie me dice nada de todos ellos. Ni siquiera Ijichi me quiere dar información.
Yuki suspiro un poco. Sabía que Satoru estaba haciendo las cosas mal y él tenía algo que ver en todo esto.
—No te preocupes, la mayoría están bien y a decir verdad, Si se sobre la situación de algunos de ellos— respondió con una gran sonrisa mientras terminaba de beber su cerveza y aplastaba la lata con facilidad.
—Como por ejemplo, después de que tú te fuiste, Nanami se retiró de ser un hechicero y se casó con una linda chica que trabajaba en una panadería local. Ahora mismo está viviendo una vida de jubilado en Malasia. Y ni se diga de Kusakabe, dos años después de que te fuiste del país, el renuncio y se fue a otra ciudad más al norte del país para cuidar de su hermana y Mei Mei debe estar por ahí, haciendo fortuna a su manera— comento con una gran sonrisa.
El rostro de Yuta se iluminó ante tal respuesta —¿Y Qué sabes de panda y de Toge? ¿Y de mis Kohais Itadori, Fushiguro y Kugisaki? ¿Y de mis superiores como Hakari y los demás? ¿Dónde estan todos ellos?— preguntó con insistencia.
—¡Wow! Tranquilo jaja ellos están bien.— respondió Yuki con una sonrisa y moviendo sus manos.
—Panda se fue al campo junto al director Yaga— le dedico una sonrisa a su colega de grado especial.
— Una vez este se retiró de su puesto, Masamichi decidió que se iría a vivir a un lugar tranquilo y lejos de la ciudad en compañía de todas sus marionetas— contesto mientras miraba sus manos y juntaba sus dedos.
—Los demás están viviendo una vida "normal" en diferentes lugares del país. Como dije desde que te fuiste de Japón las cosas se pusieron turbias en la sede, pero me alegra que los de tu generación hayan tomado sus propios caminos y decidieran mejor salir de ahí — la rubia siguió hablando.
—El chico del clan Inumaki, escuche que anda viviendo aquí en Kioto. Pero desconozco en qué trabaja pero sé que le va bien y mantiene un perfil bajo.
—Sobre tus Kohais, bueno dos de ellos están viviendo en Tokio. Tengo entendido que Kugisaki se gana la vida como estilista y Fushiguro está viviendo junto a su hermanastra, la cual de puro milagro se recuperó casi por completo después de despertar del coma.
Yuki siguió hablando con una sonrisa.
—Y Él que era el recipiente de Sukuna, él regreso a Sendai. Ahora él es un bombero al igual que Aoi, debo decir que esos dos me llenan de orgullo — miro un momento al cielo mientras seguía hablando.
—Y creo que podría decir lo mismo de Hakari y Kirara, esos dos también están bien por su cuenta. Lo último que supe de ellos fue que tenían algunos negocios "ilegales", algo así como un lugar de apuestas y de peleas clandestinas, pero sé que esos dos saben defenderse y de paso, saben cómo pasar desapercibidos. Además, que he escuchado que ganar mucho dinero— soltó unas carcajadas.
Yuta sonrió levemente por esa respuesta.
—Suena a que esos dos se están dando la buena vida.
—Si, ir contra las reglas siempre fue la especialidad de tu generación —contesto Yuki mirando al cielo, con sus brazos recargados en el respaldo de la banca y con las piernas cruzadas.
—¿Y sabes que fue de los chicos de aquí de Kioto?— pregunto Yuta con curiosidad.
—¿Los que eran alumnos de Utahime?— pregunto Yuki levantando una ceja.
—Si, Hablo de todos ellos. Y por cierto ¿Qué le pasó a la maestra Utahime para que perdiera la memoria? ¿Tú que sabes de eso?— pregunto Yuta con incertidumbre.
Yuki descruzo sus piernas y se hizo hacia delante, apoyando sus codos en sus rodillas.
—De los chicos de Kioto, solo sé que el chico Noritoshi ahora es el líder de su clan desde hace tres años atrás. Su compañera, la chica rubia tengo entendido que se mudó a Estados Unidos— movió un poco los hombros — La chica de pelo azul y de flequillo curioso sé que ahora está trabajando en una buena empresa gracias a las recomendaciones de la escuela y del chico robot, desconozco si sigue vivo, a él le perdí el rastro desde hace años, así que ya no pude investigar más su caso médico. Sobre todo, porque su restricción era la más fascinante — miro sus manos.
—Todos ellos también abandonaron la escuela después de lo sucedido con su amada maestra— un largo suspiro salió del pecho de Yuki — Y sobre Utahime... — hizo una leve pausa mientras frotaba su tabique un poco.
—Tampoco yo sé muy bien lo que sucedió con ella. Todo lo que se es que Utahime tuvo un "accidente" hace siete años atrás. Pasó poco después de que tu te fueras del país.
—¿Accidente? ¿Qué sucedió?
—Nunca supe los detalles a precisión, pero de lo único que me enteré, es que Utahime fue herida de gravedad en una misión que tuvo días antes de que la fueran a nombrar como la nueva directora y líder en la educación de la sociedad Jujutsu.
Yuki pareció recordar algo sobre aquella "misión", sospechaba que alguien la había mandado a matar y después de que Utahime se recuperara de sus lesiones, Satoru la tomó como esposa para protegerla, ya que él la amaba y sabía que ella tenía buenas ideas para reformar aquella sociedad.
Todos vivían con la esperanza de que regresara a ser la misma de antes.
—Yo llegué a revisarla en su momento junto a Ieiri san, quien sigue trabajando para la academia, pero parecía que la técnica de maldición inversa no podía ayudarla a recuperar su memoria. Creemos que ella está bajo el efecto de alguna técnica maldita o que alguna maldición de categoría desconocida la atacó...— se lamentaba de su colega que hasta su vos se escuchaba triste.
—Pobre Utahime, la pobre debe estar viviendo una vida que no es la que ella hubiera querido vivir. Siendo una "ama" de casa al lado de alguien a quien decía no amar— la rubia suspiro con desánimo — Ella, Ieiri san, Ijichi san y muchas personas más siguen bajo las estúpidas leyes de este mundo del que no han podido escapar.— Miro a su alrededor, admirando a los civiles pasar mientras ella guardaba un momento de silencio. Anhelando ser uno de ellos.
—Tsukumo san...— la voz de Yuta sonaba misteriosa.
—¿Sí?
Aquel hombre había quedado sorprendido por todo lo que había pasado en su ausencia. Pero aún había una cuestión más personal que lo atormentaba.
—¿Tú sabes que fue de Maki y Mai Zenin? Lo pregunto porque tu hablaste de todos los demás, pero para nada mencionaste a las gemelas Zenin...— miro a Yuki con seriedad —¿Que fue de ellas?—
Yuki apretó los labios, sus manos se hicieron puño sobre sus rodillas.
Sentía impotencia por esas dos mujeres y lo cruel que la vida las estaba tratando — Me hubiera gustado que ellas dos hubieran tenido un mejor destino... ellas son las que más han sufrido con todo lo sucedido hace siete años atrás... — su voz delataba frustración.
—¿Qué estas tratando de decir? ¡Por favor Tsukumo san! ¡Dime que fue de Maki Zenin! ¿Qué les paso a las gemelas?— Yuta pregunto rápidamente pero Yuki seguia en silencio mirando hacia el suelo.
Yuta soltó el aire con frustración
—¡¿Porque pareciera que nadie quiere decirme lo que pasó con Maki?! ¿Acaso a ella y a Mai les paso algo malo?— se levantó muy furioso y miro a colega.
— Admito que fue mi culpa el haberme ido hace siete años atrás, pero por eso mismo también volví, porque quiero volverla a ver, pero para eso necesito saber que fue de ella. ¡Pero pareciera que tanto tu como Satoru y todos en la academia me están ocultando tantas cosas! ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué paso cuando me obligaron a irme hace siete años atrás? ¿Qué fue de las gemelas? ¿Por qué nadie me lo quiere decir?— pregunto muy enojado.
Pero Yuki seguía guardando silencio.
Yuta suspiro de frustración y se llevó las manos al rostro mientras volvía a sentarse en aquella banca.
Aquel silencio entre esos dos duró unos minutos, eso hasta que Yuki empezó a hablar una vez escucho lo que parecía ser el sollozo de Yuta, quien estaba llorando de frustración.
La Rubia podía notar que de verdad, él seguía amando a esa mujer aún después de años de no verla. Pero ella no podía decirle la verdad.
—Okkotsu, respóndeme algo... ¿Tu Realmente confías en las personas para las que estás trabajando?— pregunto Yuki con seriedad.
El hechicero se despegó las manos de su rostro, mientras limpiaba algunas lágrimas.
—¿Qué estas tratando de decir?— pregunto con confusión mientras volteaba a verla.
—Me refiero a que si tu confías en lo que te ha dicho Satoru y la sede
¿Tu confías en todos ellos a pesar de que no te han querido contar nada de lo que paso hace siete años atrás?— pregunto con seriedad.
—Yo... no lo sé...
Yuki suspiro un poco y le dio unas palmadas en el hombro.
— Sobre lo que le paso a tu amada Maki y a su hermana, eso te toca a ti descubrirlo por tu cuenta — se puso de pie y estiro un poco los brazos.
— Siendo sincera, yo soy la persona menos indicada para decirte lo que paso con las gemelas. Pero si de verdad sigues amando a Maki, sé que muy pronto darás con ella, tarde o temprano sé que encontraras las respuestas a todas tus preguntas — sonrió un poco. Aquella sonrisa transmitía un sentimiento de paz.
Yuta solo suspiro ante tales palabras. Se sentía demasiado confundido con todo eso. ¿Realmente en quien debía confiar? ¿En lo que decía Gojo? O ¿En lo que decía Tsukumo? Estaba cayendo en un dilema sobre a quién debería creerle.
—Y como dicen, la verdad solo está a la vuelta de la esquina — Yuki tenía una gran sonrisa mientras miraba por la calle por la cual habían venido.
—Mi único consejo, es no confíes demasiado en Satoru ni en los demás que están en la élite, pudiera ser que ellos solo están jugando contigo. — Metió las manos a sus bolsillos de su sudadera.
Yuta abrió un poco los ojos ante tales palabras. Nunca se imaginó a Yuki decir aquello.
—Yo se que eres un hombre muy inteligente Okkotsu, y sé que este caso del asesino de hechiceros lo resolverás sin problemas. Pero tampoco te enganches demasiado en él. Trata de tomarte unos días de descanso porque si no te volverás loco— Yuki sonrió un poco e hizo unas señas con su dedo sobre su cabeza. —Mi consejo es que mañana vayas a la primera noche del Yoiyama, ese festival siempre se pone interesante y más porque a veces en ese festejo podemos encontrarnos con personas que anhelamos volver a ver — giño el ojo. —Algo me dice que te hará bien venir mañana.
El hechicero suspiro un poco.
—Gracias por la sugerencia. Si tengo tiempo me daré una vuelta y más que le prometí a alguien en especial que iría a dicho festival— comentó con una sonrisa. Había recordado a Yurika y a Yuudai, a quienes les hizo esa promesa de ir a buscarlos en el festival.
—De nada y de paso, yo creo que ya tienes las suficientes pistas sobre la mesa como para empezar a dar con esa persona que tanto estas buscando— comento la rubia encogiéndose de hombros. — Creo que ya estas muy cerca de descubrir la verdad.
Yuta analizó todo aquello. Parecía que con lo que esos niños le habían dicho sobre los cuervos y sobre lo que platicó con Yuki, ahora tenía un camino más claro sobre lo que debía buscar ahora.
El hechicero parecía estar más tranquilo.
—Tsukumo...
—¿Sí?
—Gracias por escucharme — comento Yuta aún sentado en la banca y mirando a su superior con una sonrisa.—Creo que ya sé que debo hacer con este caso y de paso creo que ya se cómo dar con lo que estoy buscando.
Yuki sonrió al ver al Yuta que había conocido de más joven.
—Me alegra oír eso. Bueno, Por el momento me retiro. Okkotsu espero nos veamos mañana por los rumbos del festival, descansa, ¡Nos vemos! — se despidió con una sonrisa y empezó a alejarse caminando de ahí.
Yuta se quedó solo en aquella banca. Analizando todo lo que había descubierto ese día.
09:00 p.m.
Después de andar un rato más por las calles de Kioto.
Yuta por fin regreso al departamento que la sede le había otorgado para que ahí pudiera descansar y de paso pudiera hacer su investigación.
Aquel departamento estaba en uno de los mejores edificios del centro de Kioto e incluso tenía una de las mejores vistas.
Al llegar, Kasumoto fue quien lo recibió.
—¡Qué bueno que estás aquí Katsumoto! — dijo Yuta con una sonrisa mientras entraba a toda prisa en aquel gran departamento de lujo—¡Creo que ya se cómo podemos armar este rompecabezas! — empezó a explicar muy emocionado.
—Señor— Dijo Katsumoto con su tableta en manos, tenía una noticia que darle a Yuta, pero este seguía hablando muy eufórico.
—¡Creo que ya se cómo podemos juntar todas las pistas de este caso! ¡Necesito que busques algunos expedientes de las víctimas! Y de paso sería bueno buscaras información sobre si hay algún hechicero que pueda manipular animales, en este caso, los cuervos— seguía hablando muy emocionado.
—¡Los cuervos no son una coincidencia! ¡Ellos son el medio por el cual el asesino dan con su objetivo! ¡Empiezo a creer que esto es un trabajo de dos personas y no de uno solo!— movió sus manos de un lado a otro.
Pero su asistente sólo guardaba silencio.
—¿Katsumoto me estas escuchando? — Yuta sonó molesto.
—Lo escuche fuerte y claro señor... pero... hay algo que debo decirle — comento el asistente con nerviosismo.
—¿Y qué es?— Yuta miro fijamente a su asistente. Tenía una expresión muy seria.
Katsumoto tomo un respiro profundo y se armó de valor para por fin hablar.
—He logrado encontrar el paradero de la señorita Maki Zenin...hace rato fui a confirmar esa información que había encontrado días atrás sobre ella y hoy puedo decirle que es verídico.
—¿Y Dónde está? — Yuta se acercó rápidamente a su asistente y le sujetó de los brazos —¿Puedes llevarme a verla enseguida? ¿Dime que ella está bien?
La mirada de Katsumoto se desvió hacia el suelo.
—Lo siento señor... pero Maki Zenin está muerta.
Yuta soltó a Katsumoto, se había quedado helado con aquella revelación.
—¿Qué?— esa palabra salió con dificultad de su boca, sentía su sangre irse al suelo.
El asistente siguió hablando.
—La información que encontré en uno de los registros civiles, mencionaba el posible lugar en donde presuntamente ella se encontraba enterrada y hoy en la tarde fui a confirmar eso... — le mostró aquella tableta, la cual mostraba una fotografía de una tumba.
El hechicero estaba en Shock. Parecía que se iba a desvanecer.
—Lo siento mucho señor pero pareciera que los rumores eran ciertos. Maki Zenin ha muerto. Ella murió hace seis años atrás...
Yuta sintió que su corazón dejo de latir.
En el siguiente capítulo.
—¡Ahí están!— grito Yuudai con emoción al ver a aquel grupo de adultos quienes admiraban los fuegos artificiales.
—¡Mamá!— grito Yurika corriendo hacia ellos. Llamando la atención de todos sus familiares.
Yuta iba detrás de esos mellizos. Pero entre más se acercaba a aquella "familia", su rostro empezó a mostrar sorpresa e incredulidad.
Su corazón dio un vuelco cuando todos esos adultos se giraron a verlo. Sus bocas y ojos se abrieron de tal forma, que era como si todos ellos hubieran visto a un fantasma.
—¡Mamá, él es nuestro amigo del centro comercial!— dijo Yurika con gran alegría.
—¡A él te queríamos presentar!— dijo Yuudai recuperando el aliento.
Ambos niños se pararon en medio de Maki y Yuta. Quienes estaban a menos de un metro de distancia.
El cerebro de Yuta quería hacer corto circuito, esto porque solo unas horas atrás él había visitado "su" tumba. Pero esa mujer frente a él no era un fantasma.
Y Después de siete años, Yuta y Maki por fin se veían una vez más.
Notas:
¡Espero les haya gustado este capítulo!
Y Díganme ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Cómo les está pareciendo este fic?
Así es, ¡Ya en el siguiente capitulo habrá el reencuentro entre Maki y Yuta! ¿Qué creen que pase en ese reencuentro? 👀, estaré leyendo sus teorías.
También en el siguiente capitulo sabrán el día del cumpleaños de los Mellizos.
Y díganme ¿Cómo están después del impactante capítulo del manga y con el capítulo pasado del anime? Yo la verdad tengo muchos sentimientos encontrados. Sobre todo, por el final que tuvo Gojo en el manga y el por fin ver el sellado de Gojo en el anime. ¡Y TODO ESTO EN LA MISMA SEMANA, EN SERIO GEGE ESTA DEMENTE!
En fin, también quería darles las gracias por el apoyo y recibimiento que ha tenido este fic ❤️ No pensé que esta historia fuera a gustar tanto 👀 En serio, muchas gracias por sus lecturas, comentarios y votos, eso motiva muvho a seguir escribiendo esta historia que en serio, espero les guste y más que viene muchas cosas en la trama.
Nos seguimos leyendo ️
Sobre sugerencias sobre este fic, no las ando aceptado aquí, si quieres dejar tus sugerencias, hazlo a través de mi twitter Vera1794
