Vaya que está familia "distinguida" si qué sabía aparentar muy bien las cosas..
Tras haber terminado esa elegante y sofisticada cena y ellos empezarán hablarán de pasar a tomar un whisky al despacho, Hinata Hyuga se marchaba sin llamar la atención de los presentes y mi guapo prometido tenía un buen de rato que se había marchado excusándose que había recibido una importante llamada y era hora de que aún no volvía..
Aunque ellos creían que nadie los veía, las miradas y gestos que se daban disimuladamente a mí no me habían pasado desapercibidas, desde que los vi llegar noté que algo raro pasaba entre ellos ¿Acaso serían amantes? Y al sonreír y copiar su estrategia, me alejaba del comedor diciéndoles que iba al baño y al seguir los mismos pasos que mi futura cuñada-prima..
Al verla subir los últimos escalones de esa elegante escalera, subía rogando no encontrarme a nadie y al acabar los escalones y me recibiera un corredor con varias puertas y adornos lujosos, al ver salir a Hinata de una de ellas, me escondía tras la pared y al ver que seguía el camino del corredor la seguía con cautela y al estar cerca de ella y ver que abría una nueva puerta, una voz masculina llamaba mi atención y creo saber de quién era, al parecer él le hablaba muy cariñoso, pero ella parecía renuente, no escuchaba muy claro lo que decían, pero este encuentro me resultaba muy extraño y cuando escuchaba unos pasos y me escondiera, veía salir a la princesa de esa habitación limpiando sus ojos alejándose rápidamente y segundos después el bello joven plebeyo hacia su aparición llamándola pero ella no le hacía caso y él se veía frustrado.
Eso definitivamente podía confirmar mis sospechas, quién lo fuera a decir al final no todo lo que dicen referente a la clase alta o al refrán que dice "que no todo lo que brilla es oro" o en su defecto tan fino, es verdad y ellos eran el claro ejemplo de ello, se veían tan serios y finos y mira lo que resultaron ser.
Me preguntó ¿Si el gran señor Hyuga está enterado del royo que su hija y sobrino tienen? Supongo que no, a menos que por eso él quiere que su sobrino se casé con alguien que no conoce, para romper esa relación incestuosa, supongo que el tiempo me dará la respuesta. Por lo pronto este secreto me podía servir en un futuro, después de todo en los negocios todo se valía ¿No? O al menos eso era lo que había aprendido de mis hermanos..
Me pregunto ¿Qué harán esos primos si supieran que yo sé su secreto? Supongo que harían o me darían cualquier cosa que les pidiera y al sonreír..
Tenía que conseguir al menos una prueba de ello y ahora si tener con que chantajearlos, si es que en un futuro decidía usar esa información obviamente a mi beneficio, pero ¿Eso no podría causarme problemas? Supongo que no, si manejaba con cautela las cosas, ya que esto podría ser un arma de doble filo, pero confiaría en que no pase nada malo, después de todo en esta vida todos teníamos secretos, incluso si lo pensaba bien podría negociar con mi bello prometido.
Eso es, eres un genio Temari y al sonreír sintiéndome que tenía a ambos Hyugas en mis manos y cerrar la puerta de esa habitación que Gaara había reservado en ese elegante hotel, tras rechazar al orgulloso Hiashi Hyuga de hospedarnos en su mansión, al girar para observarla..
—Hasta que por fin llegas..
—¡Shika! — El me abrazaba pegándome a sí..
—Me pediste que viniera no es así nena, pues aquí estoy..
—Temo que cometí una equivocación..
—¿De verdad? — Y al sonreír tomar suavemente su barbilla y hacerla que me viera —creo últimamente has estado cometiendo muchas equivocaciones ¿No lo cree señorita Sabuku?
Y al perderme en esa negra mirada y él me acercará más a su cuerpo, solo podía perderme en la sensación de sus manos recorrer mi cuerpo y en su pasional beso.
[...]
Sinceramente no creí que me podía encontrar con algún conocido en este lugar, después de todo Neji y yo frecuentábamos bares o antros no tan populares, ya que nuestra relación no podía salir a la luz, no al menos hasta que Neji logrará sus metas y nos liberará del yugo del apellido Hyuga. Al recordarlo y su mirada me torturara, mis ojos se llevaban de lágrimas, ya que siquiera habíamos estado cerca de lograrlo..
—Hey ¿Qué sucede? Dónde quedo la bonita sonrisa de hace un momento..
—Uta... Kirigakure-san yo..
—¡No! Recuerda Utakata, ya te dije que no estamos en la oficina, además aquí somos solo dos personas disfrutando de una buena bebida y una agradable plática..
—Suena tan fácil, pero las preocupaciones y deberes siguen ahí presionando a tal punto de asfixiarte..
—Hey vamos dónde está esa chica, que iba a luchar contra su padre y revelarse..
—Creo hablé demasiado rápido, sabiendo que es algo imposible..
—Depende el punto de vista con que lo veas jefa, por ejemplo ¿Acaso solo eso es por lo que ibas a luchar, te hace feliz? Recuerdo que dijiste que la pintura era uno de tus pasatiempos, si esa otra cosa no se pudo, entonces deberías luchar por ese sueño, qué tal si frente a mi tengo a la nueva Picasso del siglo veintiuno y tú desaprovechando esa oportunidad, además hoy no hay pasado, no hay deberes, no familia, ni nada, dedícate solo a disfrutar Hinata, así que díganos salud..
Esa sonrisa en verdad me contagiaba y deseaba con todo mi ser liberarme de todo lo que hasta ahora me hacía sentir rota y cuando lo veía extenderme esa botella en forma de brindis..
—Estaba cansando de que llorara, hoy no quería lidiar con eso, después de días de sentirme ahogado, solo quería olvidarme de mi supuesto hermano, de la empresa, del padre de ella, incluso de que mi madre contaba conmigo para liberarse de su secuestro, hoy simplemente quería festejar— así qué ¡Salud por mi hermosa jefa!
—¡Salud por mi nuevo amigo! — Los brindis seguían entre risas y cervezas, poco a poco todo lo que me afligía empezaba a quedar atrás, solo me dedicaba a sentir y disfrutar de la música, la compañía y la bebida.
[...]
Aflojaba el nudo de mi corbata, después de no sé cuánto tiempo sentía que la cabeza me iba explotar, ¿Hacía cuánto tiempo no me sentía así? Para ser sincero no lo recordaba, sumado a que había salido de esa mansión sin siquiera despedirme de mi tío o sus invitados..
Pero estaba harto de aparentar ser Neji él Hyuga perfecto ¿Para qué quiera hacerlo si no podía estar con la mujer que deseaba? Lo peor de todo es que, aunque raramente ella no se demostrara cómo lo decía su apellido y posición, hace un momento había demostrado que todos estaban equivocados, que Hinata Hyuga era digna hija de nuestro líder, así ella no se lo creyera.
En sus ojos había visto determinación y orgullo, pero justo ahora no tenía que demostrarlo, sino ser esa mujer que deseaba un futuro digno para ella y todos los subyugados del apellido. Tenía que hacerla entender que juntos era como podíamos romper esa cadena de mando, que juntos superaríamos todas estas trabas en nuestro camino, que separarnos era el peor error que podíamos cometer..
Y al llegar a ese lugar que consideraba mi hogar y verlo vacío, justo como sentía mi estómago, solo podía recorrer con la mirada ese departamento en penumbras recordando todos los momentos felices que habíamos vivido juntos..
Tenía que aferrarme a eso y hacerle entender que ella no se alejaría de mí, ni yo me casaría, así me tocará mendigar lo iba hacer, pero con ella a mi lado..
Y tras servirme un trago, la esperaría, ella volvería a mí, solo necesitaba darle un poco de espacio, tenía que dejarla despejará su mente y así volver al punto de inicio, seguir juntos amándonos, sin importarnos nada, ni nadie.
[...]
Un rico olor a flores me hacía sentir tan tranquilo, tanto que quería seguir durmiendo olvidándome que ahora tenía un trabajo, un plan que seguir, todo eso pasaba a segundo plano, solo quería seguir durmiendo así tranquilamente, pero al sentir cómo algo se removía en mis brazos causándome cosquillas me hacía abrir los ojos y..
—La suave almohada en la que estaba recargada se movía, yo quería seguir durmiendo, me sentía tan a gusto, pero a mí memoria llegaba la frase "las almohadas no se mueve" y eso me hacía abrir los ojos y al ver frente a mí unos bellos ojos negros..
—Buenos días Hime..
—¡Ut-utakata!— Me separaba de él levantándome y al sentir el fresco de la mañana y ver que estaba desnuda y jalar esa blanca sábana, no sabía si apretar ese pedazo de tela contra mí o la cabeza y cuando él se enderezaba..
Habíamos seguido bebiendo, platicando y cantando, con el alcohol ingerido en mis venas, las preocupaciones y problemas habían pasado a segundo plano, descubriendo que el apoyo era bueno en situaciones así, aunque no le había contado lo que me pasaba y él me apoyaba y motivaba y cuando una canción romántica sonaba..
—Señorita me concede está pieza de baile..
Él se levantaba de la silla y hacía una reverencia, yo me levantaba y aceptaba la petición, al llegar a la pista de baile, muchas parejas bailaban al ritmo de la música y antes de decir algo, él tomaba mi cintura y me guiaba, yo solo podía dejarme llevar por él y sus bonitos ojos, a nuestro alrededor muchas parejas se abrazaban y besaban, no era algo incómodo ya que, la canción hablaba del amor de una pareja que enamoraba al bailar y al verlo sonreírme —sabes me gustan mucho tus bonitos ojos..
—Muchas gracias por el halagó, pero si hablamos de algo bonito, temo que tú le ganas a cualquier cosa de aquí..
Mis mejillas se sonrojaban y justo después de que él me hiciera girar, una pareja tropezaba con nosotros nos besábamos, ante eso solo podía cerrar los ojos y disfrutar de su sabor y cuando la melodía terminaba y nosotros nos separábamos..
—L-lo siento, yo..
Lo atraía hacia mí, no queriendo pensar en más nada y cuando él me apretaba contra si..
—Me gustas Hinata..
Esas palabras por una extraña razón aceleraban mi corazón.
—¿Eso en verdad había pasado? Y al observarlo..
—Resaca, supongo tienes resaca..
—Yo... — me sentía muy incomoda..
No recordaba cómo, pero habíamos llegado a su departamento, entre más besos y caricias y al sentir la suavidad de esa amplia cama..
—En verdad era tan hermosa, ansiaba acariciar tanto su blanca piel y probarla. Cuándo ella me observaba lujuriosamente y jadeaba, solo podía besarla, susurrándole cuánto me gusta, empezaba acariciar sus largas piernas, mientras besaba su barbilla, cuello, lambiendo su piel desde esa zona, hasta el nacimiento de sus pechos y cuando una de mis manos llegaba hasta su redondo trasero, la otra apretaba uno de sus pechos, mientas empezaba a besarla y restregarme contra ella..
Lo sentía endurecerse y ante sus caricias solo podía gemir deseando más de su contacto y al parecer él lo adivina, ya que metía uno de mis pechos a su boca y succionaba de el mientras su largo pene seguía frotándose contra mi vagina, la cual se empezaba a humedecer ante el contacto y al abrir más mis piernas..
—Joder en verdad era rica, tenía unas cuevas de infarto, unos grandes pechos y cuando ella se restregaba contra mí, al abrazarme por mi cuello y enterrar sus dedos en mi cabello, mi cerebro se apagaba y mí instinto salía a relucir, hacía tanto que no tenía sexo que en verdad lo extrañaba, así que subía una de sus piernas colocándola sobre mi cadera y cuando mis manos apretaban sus pechos, empezaba a invadir esa humedad y caliente entrada y al hacerlo apretaba mis dientes, la sensación era sofocante y justo ahí volvía a escuchar ese sensual sonido que me había vuelto loco desde hace unos días atrás...
Dios esto era tan rico, el pene de Utakata era largo, duro y caliente, o tal vez la caliente era yo, ya que él me penetraba y poco a poco aumentaba el ritmo haciéndome gemir y estirar su cabello, sentía tan rico y cuando lo abrazaba con ambas piernas y él empezará a lamber y apretar mis pezones, solo podía soltarlo y apretar esa sábana, disfrutando de sus certeras penetraciones, pidiéndole más..
—Delirante, sublime era como me sentía en este momento, Hinata Hyuga mi jefa, mi objetivo estaba aquí conmigo cogiendo, no lo podía creer. Su vagina era tan estrecha, tan deliciosa que solo podía dedicarme a penetrarla fuerte y duro aumentando mis movimientos, disfrutando de esos pechos que enloquecerían a cualquiera votar y cuando ella me pedía que la penetrara más fuerte, solo podía echar sus piernas hacía delante con mis manos y ayudarme de mis pies empujando mi cadera hacia ella, mientras escuchaba mi nombre salir de sus labios..
En esa posición lo sentía más dentro de mí, mi útero se empezaba a contraer y al decirle que sentía tan rico, que siguiera así, al sentir unos calambres en mis dedos de los pies y el sonido de nuestra unión fuera más notoria, él mordía mi cuello y justo ahí sentía cómo algo caliente explotaba desde mi interior esparciéndose por todo mi cuerpo comenzando por mi vientre.
—Dios, ¿Qué hiciste Hinata? ¿Acaso no tienes suficiente ya con todo lo que está pasando? Nosotros habíamos... ni siquiera me atrevía a terminar ese pensamiento, pero tenía que irme, así que me levantaba de esa cama, jalando la sabana y al verlo desnudo, solo podía buscar mi ropa y al ver que está estaba esparcida por el suelo..
—Hinata, creo que demos habl..
—N-no digas nada por favor, el alcohol no es bueno— y al sentir que la cabeza me iba a estallar— «en verdad que estaba mal, ¡Me había acostado con mi empleado!» tras localizar mi vestido, como podía me lo ponía «y ahora ¿Qué iba hacer? Simplemente no lo podía correr por algo en lo que yo también participe» y al ver su negra mirada pendiente de mí y viera mis bragas, solo podía tomarlas y alejarme de ahí..
Se veía tan asustada, joder ¿Qué se decía en estos casos? Y al verla alejarse de la habitación, al ver mi pantalón, me lo colocaba y la seguía, no podía permitir que se fuera así. La llamaba, teníamos que hablar, pero al ver que ella abría la puerta, frente a nosotros aparecía una chica rubia..
—Hola bello..
Naruko nos observaba, maldición esto iba a ser un problema si me llamaba por mi verdadero nombre y al acercarme hasta ella y está me diera un beso, Hinata aprovecha eso y se marchaba, joder.
[...]
Era un cínico, un descarado, sumado de mujeriego ¿Qué pensabas Hinata? ¿Qué eras alguien especial? Obvio no, déjate de hacer ideas que no son, además ni siquiera lo conocía..
Se que todo fue producto del alcohol, quien definitivamente era muy mal consejero, vaya qué lo sabía bien, primero había caído con Neji hace unos años atrás y ahora con Utakata Kirigakure definitivamente tenía que alejar esa bebida del demonio de mi vida.
Al sentir una fuerte punzada en mi cabeza, por ahora necesitaba tomar un analgésico, darme un buen baño y no volver a salir de mi departamento en años. ¿Cómo iba afrontar lo que pasó cuando estuviéramos en el trabajo? Además me sentía una descarada y al abrir la puerta de mi departamento y entrar..
—¿De dónde demonios vienes Hinata?
Frente a mi estaba —¡N-neji! — Por primera vez en mi vida maldecía que él tuviera llaves de este lugar.
Y hasta aquí llegamos..
Primero que nada, lamento mi demora, pero han pasado cosas y bueno ya saben a veces quisiera volver a ser una niña, pero no sé puede, en fin, eso es otra historia.
Espero les guste el capítulo disculpen los errores ortográficos, nos estamos leyendo, saludos
