-¿Haz logrado hablar con Retsu Mei? Recuerda que el torneo del Raitai es en unos meses.

Del otro lado la joven apreto un poco el teléfono, la chica tenso su cuerpo un poco.

-El acepto, pero se hara oficial en el torneo por el momento.

-Muy bien.

La llamada se corto y el teléfono cayo junto con la mano de Mei. Luego de esa tormentosa llamada la chica se dirigió al baño. Miro si rostro cansado en el espejo y se sorprendió de no tener ojeras. Su aspecto era terrible. No había tenido contacto con Retsu en toda la semana o la semana anterior a esa, la espera la tenia sin poder comer o dormir.

Suspiró parecía que Retsu le habia dicho todas esas cosas para deshacerse de ella. Sus ojos se cerraron rápidamente negándose a tener tales pensamientos. El había prometido volver por ella y sabía que el lo haría sin embargo su ansiedad aumentaba con cada minuto.

Empezó a dar vueltas por toda la habitación de hotel donde se estaba quedando. Y si venía ese día y la veía con el cabello de esa forma y esos harapos. Derrepente sono el timbre de su habitación y ella entro en panico. Se miro al espejo y no se veia nada mal, su cabello estaba suelto lacio a diferencia de la ultima vez, su maquillaje estaba muy bien, su qipao era abierto a ambos lados de sus caderas dejando ver su piernas que ella odiaba. Eran demasiado gruesas y ni que

decir de sus anchos tobillos. Lo unico que no traía eran zapatillas, se dispuso a buscarlas pero fue interrumpida por el timbre.

La chica se acerco a la puerta y ahí estaba parado el con su qipao de color rojo y sus pantalones negros. Ella tuvo que retener el aliento para no lanzarse a sus brazos. Nuevamente su entrepierna daba palpitaciones y ella tuvo que juntar sus muslos pues sus caderas al ser muy anchas no era necesario juntar todo hasta las rodillas.

Le dejo entrar sin percatarse que cerca del lugar una cabellera roja paseaba por ahi vestido de mesero de hotel. Si Doyle eataba vigilando a Kaioh Retsu. El tipo parecia no tener debilidades pero al parecer eso era mentira. Esa chica muy

linda parecía ser la amante de Retsu. Doyle sonrió de forma maliciosa alejándose del lugar.

Con una reverencia la chica le dejo pasar y el solo se limito o eso ella penso a entrar. Retsu tuvo que cerrar sus ojos al momento de darle la espalda. La tentación era muy grande, estaba claro que ella estaba planeando seducirlo con esa vestimenta que traía y el ver sua caderas que lo enloquecía estaba más que listo para saltar y poseerla en ese momento en la cama. Pero mantuvo la compostura y se limito a mirar a un punto que no fueran esas deliciosas piernas.

-Y... ¿qué le trae por aquí?

Dijo la chica dandole la espalda evitando mirar la cama y sin darse cuenta

mostrando su trasero bien formado al moreno. Mirándole el mismo le hizo una pregunta.

-¿Tu te ejercitas? Tienes las piernas bien formadas.

La chica se volteo con el rostro sonrojado y sin saber si habia escuchado bien.

-¿Perdón? ¿E escuchado bien señor Retsu?

Este sonrojado cerro sus ojos.

-Yo... Discúlpeme señorita le e faltado al respeto al mirarle demás sus piernas. Se ven muy saludables.

-Gra... Gracias Kaioh Retsu-sama. Pero no esta aquí por mis piernas trabajadas ¿o si?

Si entreno con mi padre.

Con ese vestido se podía ver muy bien sus muslos. Ella noto que Retsu seguí mirándole las piernas y se dirigió a sentarse en la cama y cruzar las mismas. Escucho que el trago grueso. La chica sonrío de medio lado cruzando sus brazos.

-Si disculpe, la razón por la que vengo es porque quedamos en vernos para los detalles de nuestro compromiso.

El nunca dejo de mirarle los muslos. Mei-Mei miro repentinamente impresionada hacia Retsu y sin poder evitarlo caminó hacía el. Sus ojos reflejaban felicidad. El hombre que amaba quería casarse con ella a pesar de que el no la amaba de igual manera. Junto sus manos en su pecho y con una sonrisa le

agradeció en silencio.

-No obstante señorita... Me gustaría conocerle mejor. Quiero que sepa que me gustaría tener una relación.

Inclinándose haciendo una reverencia a la chica continuó.

-Quiero ir enserió con usted. Si me lo permite.

-Puedes levantar la cabeza Kaioh Retsu.

El se levantó viendo la sonrisa cálida que ella le brindó. La joven se acercó lo suficientemente para tocar su pecho y abrazarle por el cuello. Ella se levanto un poco con sus pies y el se inclinó para unir sus labios. Ambos cerraron los ojos y así sellaron su compromiso. Separándose un

poco ella decidió cortar el beso para evitar caer en sus instintos carnales.

-Bueno... Yo Losiento se supone que estas muestras de afecto son para una pareja que se conoce mejor y...

Los recuerdos de aquella noche invadieron los pe pensamientos del moreno y no la dejo hablar y la tomo de la cintura pegandola a su cuerpo. Ella no se fijo bien estaban que sus pies estaban enredados en la cintura de Retsu. Sin darle tiempo a pensar el decidió adentrar su lengua en la boca de la chica. Ambas lenguas comenzaron una batalla que estaba ganando Retsu.

Le acariciaba con fervor los muslos, quería palpar su tacto con su mano libre. Quien diría que unos muslos tan

ejercitados fueran tan suaves. Tenerla en brazos para el era un deleite. Le encantaba sentirla tan cerca a su cuerpo. Se estuvo reprimiendo las ganas de poseerla.

Tomándola del trasero este la pego a su entrepierna simulando una embestida. Ella al tener unas bragas finas y de encaje negro sintió su punta rozando su sexo y gimió.

-Retsu... espera por favor...

Este se hizo el sordo y la lanzó a la cama, abriendo su qipao dejándolo caer al suelo. El rostro de la chica estaba rojo como un tomate y se estaba tratando de cubrir las piernas con una pequeña almohada. Retsu sonrió, ella era tan linda, tan sexy, tentadora. No se podía contener con ella.

-No necesitas cubrirte desde aquí se puede ver la humedad de tus bragas negras.

-Yo-yo...

-No te pongas timida. No muerdo, tranquila.

Dijo el tan bajo que ella lo sintio como um susurro. La chica continuó sin mirarle, odiaba no saber que responder. Esto hizo que Retsu se desabotonara su pantalón y se trepó lentamente en la cama hasta quedar justo encima de ella. La chica seguía con los ojos cerrados y con sus manos en el pecho. Sonriendo Retsu la abrió de piernas con brusquedad.

Ella finalmente lo miró aprovechando

que tenía su atención la beso tan apasionadamente que ella se quedó sin respiración. El se coloco que su entrepierna quedará frente a la de ella.

Movió sus caderas una vez y ella soltó un gemido que fue ahogado por el beso. Separándose de ella la dejó tomar aire pero se levantó para quedar de rodillas y abrir su vestido. Los senos de la chica estaban cubiertos por un sosten de encaje negro . Retsu la miró y su miembro comenzó a dolerle. El moreno pasó su mano por el cuerpo de la chica y justo cuando estaba a punto de tocar su entrepierna.

El timbre de la habitación sono. Sonrojandose los dos miraron hacia la puerta. La chica se bajo poco a poco de la cama y Retsu solo se sentó en ella como

indio. Algo molesto pues los interrumpieron. Cuando la chica miro por la puerta era un camarero de cabello rojo.

Al abrir la puerta el hombre entro y el reconoció esa voz.

-Buenas tardes señorita aquí le traigo la cena.

Inmediatamente Retsu tomo a Mei del brazo y la hizo quedar hasta atras suyo tirandola a la cama emitiendo un sonido sordo. Retsu se puso en posición de combate.

-Ya veo que si tienes una debilidad Kaioh Retsu.

-Doyle... deja a la chica, ella no tiene nada que ver en esto.

-Sabes que hay que usar las debilidades de tu oponente.

De un movimiento rápido Doyle se abalanzó hacía Mei y antes de que le pusiera las manos encima ella le dio una patada en el estómago y le dio un puñetazo que le hizo perder el aire. La chica se salto por encima del cuerpo de Doyle cayendo al lado de Retsu. Este la tomo del brazo y la intento sacar de la habitación.

-Retsu no me ire sin ti.

-Debes irte lejos busca a Katsumi en el Shin Shin Kai.

La chica le dio una mirada triste y con lágrimas huyo del hotel. Dirigiéndose

rápidamente al Shin Shin Kai muy asustada.