Disclaimer: Nada de la franquicia de Pokémon o la idea del Hackrom de Moemon me pertenecen, todo queda en mano de sus respectivos creadores.


Capítulo 4

El Camino que Elegimos


Por un momento no se escuchó nada en el patio de la profesora la Magnolia, solo el sonido del viento pasar, mientras que el grupo de adolescentes asimilaban lo dicho por Lionel. Las respuestas de Elio y Paul no se hicieron esperar.

—¡¿QUÉ DIABLOS ESTAS DICIENDO?!

—¿Mmm? Pensé que había sido claro, ustedes dos pelearan entre ustedes, y Gloria se enfrentará a mí— Volvió a repetir el campeón, como si no fuera nada importante para incredulidad de ambos jóvenes.

—¡Esto es increíble hermano! ¿Cómo puedes pedirle a Gloria que se enfrente a ti? ¡Es completamente injusto!

—¡Así es! Lionel, veas como lo veas es completamente imposible, nuestro viaje apenas está comenzando, somos solo novatos, ¡no estamos listos para algo así!

—Entonces no esperen tener una oportunidad en el reto de los gimnasios.

Un escalofrío recorrió sus espaldas cuando tales palabras salieron de la boca de Sonia, quien los veía con una expresión ilegible en su rostro.

—Tarde o temprano, enfrentar a Lionel es un reto que deberán afrontar, y los líderes de gimnasio no son ninguna broma en comparación a él, todos buscan destronarlo como el campeón de Galar, y si tienen miedo de enfrentarlo ahora, nunca lograran llegar lejos como entrenadores, y mucho menos superar el Desafío de los Gimnasios.

—P-Pero, aun así…

—Si Gloria pierde, entonces…— Tanto Elio como Paul tenían una mirada preocupada en sus rostros, con sus ojos puestos en la chica, que no había dicho nada hasta ahora.

—Escuchen, entiendo que estén preocupados— Retomó la palabra Lionel, viéndolos con seriedad—, pero es cierto lo que dice Sonia, el mundo allá afuera no es tan pacifico como lo es aquí en el pueblo, y por eso quiero asegurarme de que todos ustedes estarán listos para afrontar el reto, incluso si tengo que probarlo yo mismo.

Nerviosa, Gloria levanto la mirada, encontrándose fijamente con la mirada de Lionel. No sabía cuándo es que él había llegado allí, sumida en sus pensamientos como estaba, tampoco es que hubiera prestado mucha atención a ello.

—Así que, ¿qué me dices Gloria, estas dispuesta a afrontar el reto?— Preguntó él, viéndola a los ojos.

No pudo evitar tragar grueso, bajando la mirada una vez más mientras cerraba los ojos. Decir que estaba nerviosa ahora parecía una broma, estaba aterrada ante la idea de enfrentarse a él, el campeón imbatible, Lionel, pero si quería ser una entrenadora, y pararse al lado de Elio y de Paul en la Liga Pokémon, sabía lo que tenía que hacer, así que exhalo, y vió a Lionel con decisión.

—Lo haré— Dijo, y Lionel volvió a sonreír.

—Eso es justo lo que quería oír.

—Gloria, ¿estas segura?— Escuchó a su primo decir, y viéndolos tanto a él como a Paul, les sonrió para tratar de calmarlos.

—Sí, estoy segura chicos. Todo va a salir bien.

—No tienen de que preocuparse— Exclamó Rumi sonriendo, tomando la mano de Gloria mientras que la Nickit y la Chewtle se ponían a ambos lados de la entrenadora—. Nosotras cuidaremos de ella, ¿no es así chicas?— Preguntó, recibiendo un asentimiento de ambas Pokémon, para felicidad de la chica conejo.

—Muy bien, que no se hable más— Con su capa ondeando al viento, Lionel volvió sobre sus pasos, al campo de batalla donde la profesora Magnolia los veía con una sonrisa en su rostro— ¡comencemos los combates!


Siguiendo las órdenes de Lionel, Elio y Paul tomaron cada quién un lugar frente al otro en el campo Pokémon, con Sonia, Magnolia, Gloria y Lionel a un lado de ellos viéndolos fijamente.

—Muy bien, damos inicio al combate Pokémon de Elio y Paul, tienen permitido usar a todos los Pokémon de sus equipos, así que, Paul, ¡¿Estás listo?!— Preguntó con emoción Lionel viendo a su hermano, recibiendo una sonrisa de este.

—¡Claro que sí!

—Elio, ¡¿estás listo?!— Preguntó esta vez a Elio, pero no obtuvo respuesta de este— ¿Elio?— volvió a preguntar, pero una vez más no obtuvo respuesta— ¡Elio!

—¿Eh?— Reaccionó al fin el chico, actuando como si lo hubieran sacado de sus pensamientos. Rápidamente echo un ojo a todos los que lo rodeaban, notando que lo miraban confundidos— Lo siento, me distraje chicos, ya estoy bien.

—¿Estás seguro Elio?— Preguntó esta vez Paul, viendo a su amigo inseguro. Estaba ansioso de pelear contra él, pero no quería terminar derrotándolo solo porque él no estaba al cien por cien.

—Sí, vamos, ¡empecemos con esto!— Respondió mientras sacaba una de sus Pokéballs, y antes de que Paul lo pudiera cuestionar, la voz de su hermano resonó en el campo.

—¡Muy bien, entonces, que comience el combate!— Y con ese grito, ambos entrenadores lanzaron al aire sus Pokéballs.

—¡Vamos Darlene!/¡Muy bien, hagamos esto Jeanne!

Ambas Pokémon salieron de sus Pokéballs. Darlene estaba nerviosa, pero decidida a darlo todo por su entrenador en este combate.

—Vamos, ¡usa picotazo Jeanne!— Pero no estaba preparada para el furtivo ataque de la Pokémon Pájaro. Tan pronto toco el suelo, impulsándose con sus alas, salió disparada contra ella, rodeado por un aura blanca.

—¡Esquívalo Darlene!— Trató de advertirle Elio, pero su Pokémon no tuvo tiempo a reaccionar, recibiendo el ataque de lleno— ¡No!

Feebas es un Pokémon muy rápido en el agua, lamentablemente en tierra, esa velocidad se ve reducida drásticamente. Le informo la Pokédex, eso le hubiera sido útil saberlo antes.

—¡No te distraigas Elio!— Escuchó decir a su amigo/rival, justo a tiempo para ver como Rookidee volaba hacía Darlene.

—¡Rápido Darlene, defiéndete con Salmuera!— Exclamó apresuradamente, viendo a su Pokémon asentir mientras preparaba el ataque.

—¡Ataque Arena!

¡FUSH!

El disparo de Darlene se perdió entre la nube de polvo provocada por Jeanne, tanto ella como Elio eran incapaces de ver lo que había sucedido al otro lado, y solo podían esperar al próximo movimiento de su rival.

—¡Golpe Roca!— Saliendo de entre la nube a alta velocidad, con su puño rodeado en un aura naranja, Jeanne se abalanzo contra la Feebas, golpeando su estómago.

—¡Ugh!

—¡Darlene!— Alarmado, Elio vió a su Pokémon caer hacía sus pies, sosteniéndose su estómago adolorida.

—¡¿Qué sucede contigo Elio?! ¡Sé que puedes hacerlo mejor que esto!— Escuchó a Gloria gritar, tratando de animarlo, pero Elio no la oía.

Darlene se veía muy cansada, no creía que pudiera seguir mucho tiempo así, pero no se le ocurría que hacer, no podía pensar. Si perdía este combate, entonces no lograría obtener su recomendación para la liga, pero aunque lo hiciera, si Gloria perdía el suyo entonces…

¡NO! ¡Tiene que haber alguna forma! Vamos, piensa, piensa, ¡piensa!

—¡Elio!— Exclamó Paul, sacándolo de sus pensamientos—, sé que estas preocupado por Gloria, yo también lo estoy, ¡pero ahora es a mí a quien te enfrentas!

Plantándose con firmeza, Elio se encontró con Paul mirándolo con completa desaprobación.

—¡Tu Pokémon está dando todo por ti en este combate, y tu deberías hacer lo mismo!, ¡eres uno de mis rivales, si te atreves a perder de esta forma, jamás te lo perdonare!

—Paul...

—Maestro Elio…— Levantándose temblorosamente, Darlene se paró una vez más en contra de la Pokémon de tipo volador—, yo aún puedo pelear…

—Darlene…— Anonadado por estos acontecimientos, Elio solo podía ver en completo shock a sus dos amigos.

Realmente soy estúpido.

¡PAF!

Alarmada por el sonido, Darlene se volteó a ver a Elio, encontrándolo con sus manos en sus mejillas, y cuando él las retiro pudo notar como estas tenían marcas rojas a su alrededor.

—Darlene, perdón por haber dado esta patética actuación frente a ti, soy tu entrenador, y mientras tu tenías tu mente en el juego, la mía estaba en otro lado, lo siento por eso.

—Maestro…— Sorprendida, la chica le sonrió tímidamente a su entrenador— No hay nada que perdonar.

Devolviendo la sonrisa, Elio volvió a fijar su vista hacía Paul, quién solo lo esperaba ansioso.

—¡Lamento la espera Paul, pero ahora si empezaremos el verdadero combate!

—¡Eso es todo lo que quería oír!— Sonriendo más animado que nunca, Paul extendió su puño hacía él— ¡Ve Jeanne! ¡Usa Picotazo!

—Espéralo Darlene— Susurro en voz baja Elio, aprovechando la reciente cercanía que tenía con su Pokémon, mientras Jean retomaba el vuelo.

—Sí…— Respondió ella preparándose.

—Espéralo…

Rookidee se lanzó en picada hacía ellos.

—Espéralo…

Un aura blanca y afilada rodeo su cuerpo.

—¡Espéralo…!

¡Estaba a punto de golpear a Darlene!

—¡Ahora, Drago-Aliento!

¡FWOSH!

—¡Jeanne!— Exclamó Paul preocupado, viendo a su Pokémon salir despedida hacía el suelo, rodeada de un humo multicolor.

—Estoy bien amo Pa- ¡GH!— Tan pronto trato levantarse, rayos rodearon el cuerpo de Jeanne, restringiendo sus movimientos.

—¡¿QUÉ?!

Drago-Aliento es un movimiento de tipo dragón que le permite al usuario golpear con una ráfaga muy poderosa. Este movimiento también es capaz de paralizar a su objetivo. Ante la intriga de Paul, su Pokédex voló a dar su respuesta.

—No puede ser…

—¡No te distraigas Paul!— Devolviéndole sus propias palabras, Elio saco a Paul de sus pensamientos con una sacudida, justo a tiempo para ver como el siguiente ataque de Darlene conectaba contra su paralizado Pokémon— ¡Salmuera!

¡SPLASH!

—¡No Jeanne!— Golpeando como una ametralladora, Darlene lanzó a quemarropa una ráfaga de ataques de tipo agua que el Pokémon tipo volador, a causa de su parálisis, fue incapaz de esquivar.

Una vez termino la refriega, y el polvo levantado por los ataques de Darlene se disipo, allí estaba Jeanne, completamente empapada, y con los brazos cruzados tratando de protegerse lo mejor que pudo del Salmuera de Darlene.

Hubo unos instantes de silencio en el campo, antes de que Jeanne se desplomará sobre una de sus rodillas, incapaz de moverse.

—Vuelve Jeanne— Regresando su Pokémon a su Pokéball, Paul le dio una sonrisa agradecida— Hiciste un gran trabajo.

—¡Lo hicimos Darlene!— Celebró por su parte Elio, sonriendo animado a su Pokémon.

—¡S-Sí!— Impresionada como estaba, Darlene también estaba emocionada por haber logrado ganar su primer combate Pokémon por su entrenador, y no pudo evitar que una feliz sonrisa se apoderara de su rostro.


—No puedo creerlo, ¡Elio gano!— Sonrió animada Gloria— Por un instante pensé que perdería.

—Yo igual— Admitió también Sonia, sonriendo igual—. Debo decirlo, para ser solo novatos, ambos dieron un combate espectacular.

—¿No estas preocupado por la derrota de tu hermano, Lionel?— Escucharon a la profesora Magnolia decir, y ambas voltearon a ver al campeón.

Cuando lo vieron, pudieron notar las llamas de la emoción bailar en sus ojos.

—Por supuesto que no— Respondió enseguida, sin perder su sonrisa y sin despegar su mirada del campo—, después de todo, el combate aún no ha terminado.


—Muy bien Elio, lo admito, me superaste por un momento.

Elio corto su celebración, tanto el cómo Darlene volviendo su mirada hacía Paul.

Sin poder evitarlo, por un segundo ambos vieron la imagen del campeón tras él.

—¡Pero esta pelea aún no ha terminado!— Exclamó, sacando otra de sus Pokéballs— ¡Adelante, Lulú!

Elio no pudo evitar preocuparse un poco, viendo como el Wooloo de Paul los miraba con una sonrisa retadora en el campo de batalla, no estaba seguro de si Darlene podría enfrentarse a ella luego del combate que tuvo contra Jean…

—No te preocupes maestro— Llamo su atención la Feebas, viéndolo con una determinación que opacaba incluso su miedo—, p-puedo hacer esto.

—Darlene…— Elio estaba sin palabras, pero una sonrisa pronto se plantó en su rostro— ¡Muy bien, continuemos Paul!

—¡Eso es!— Emocionado, Paul dio su primera orden a su Pokémon— ¡Placaje!

—¡Ya sabes que hacer Darlene!

—¡Si!— Respondió la chica, plantándose firme en el suelo, preparando una vez más su Drago-Aliento.

—No esta vez, ¡ahora, Rizo Algodón!

—¡Drago-Aliento!

FWOSH

¡BLOOM!

—¡¿Qué?!— Con consternación y sorpresa, Elio y Darlene vieron como justo donde estaba Lulú, ahora había una enorme bola de algodón, la cual disipo su ataque como si no fuera nada.

—Adelante Lulú, ¡placaje!— Y esta se aumentó todavía más cuando vieron a la esfera rodar hacía ellos.

—¡Esquívalo Darlene!

—¡Ah!— Moviéndose justo a tiempo, la Feebas pudo esquivar apenas el ataque de Wooloo, pero ella no les dio tiempo a respirar.

—Ahora, ¡usa copión!

¡POP!

Estallando en pelusa de lana, Lulú se abalanzo contra Darlene, tomando su brazo. Antes de que la chica pudiera darse cuenta de lo que pasaba, un brillo multicolor empezó a emanar de la boca de Lulú, y entonces fue muy tarde.

—¡Drago-Aliento!

¡FWOSH!

—¡Darlene!— Siendo golpeada a quemarropa con su propio ataque, Elio vió a Darlene caer a sus pies, incapaz de moverse.


—¿Esto no significa que Elio ya perdió el combate? Es decir, a él solo le queda un Pokémon, mientras que Paul aún tiene dos, y más ahora que Darlene apenas y pudo hacerle daño a Lulú— Comentó Gloria preocupada.

—Yo no estaría tan segura de eso Gloria— Le respondió Sonia, sin despegar su mirada del combate.


—¿Darlene, estas bien?— Preguntó Elio ayudando a su Pokémon.

—S-Si, a-aún puedo- — Dijo tratando de incorporarse, pero hubiera fallado de no ser por Neo, quien salió para atraparla justo a tiempo.

—¡Neo!

—No lo hiciste tan mal, para ser comida— Exclamó ella nada más, incapaz de darles una pista a Elio o Darlene de si estaba bromeando o no, mientras sacaba unas bayas de sus bolsillos— Toma.

—G-Gracias Neo— Las aceptó tímidamente la chica, feliz por la ayuda de su compañera, a lo que esta asintió antes de ver a Elio.

—Ahora es mi turno.

Todo esto pasaba muy rápido para que la mente de Elio pudiera procesarlo, pero tan pronto lo hizo sonrió una vez más a su Pokémon inicial.

—¡Así es!

—¿Me vas a hacer esperar todo el día Elio?— Exclamó impaciente Paul, ansioso de reanudar su combate.

—¡Aquí vamos Paul! Descansa Darlene, ¡Y adelante, ve Neo!— Y mientras el Pokémon tipo agua de Elio regresaba a su Pokéball, el combate dio inicio otra vez.

La Pokémon Gato Fuego no lo pensó un momento, con toda su velocidad se abalanzo sobre Lulú, preparando sus garras para atacar.

—¡Eso no funcionará contra mí! —Contesto Paul sonriendo —¡Lulú, usa Rizo Algodón otra vez!

—¡Neo, salta!

—¡¿Qué?!

Sin esperarlo, Lulú una vez más se cubrió en una esfera de lana, pero Neo salto sobre ella, aterrizando en la cima de la esfera.

—¡Ahora, Ascuas! —De la boca de Neo salieron brasas de fuego, que al hacer contacto con los rizos de algodón que rodeaban a Lulu se incendiaron en fuego.

—¡AAAAAAHHHH!

—¡No Lulú!— Paul solo podía ver preocupado como su Pokémon hacía estallar su defensa de lana con algunas leves quemaduras, muy herida por un solo ataque.

Peluche, la habilidad principal de la especia "Wooloo", es una habilidad defensiva que reduce a la mitad los daños generados por ataques de contacto, pero en cambio, le da al Pokémon una fuerte debilidad a los ataques de tipo fuego. Una vez más la Pokédex de Paul se apresuró a informar al joven entrenador, y el chico moreno solo pudo chasquear la lengua con molestia.

—Había olvidado su habilidad…

—¡Acabemos con esto Neo, usa Golpes Furia!— Sin pensarlo dos veces Neo se lanzó hacía la indefensa Wooloo, pero antes de que pudiera conectar su ataque, Paul la regreso a su Pokéball. Confundido, Elio levanto la mirada hacía su viejo amigo —¿Paul?


—¿Por qué Paul regreso a Lulú? Pensé que aun podía seguir… —Preguntó Gloria viendo a los adultos junto a ella. Lionel, con una sonrisa en su cara, fue quién le dio la respuesta.

—Lulú es la Pokémon que más tiempo ha estado al lado de mi hermano, y el la conoce mejor que nadie, y ella a él. Es por eso que Paul sabe cuándo ella está en su límite.

—Saber cuándo retirarse también es parte de ser un buen entrenador —Añadió la profesora Magnolia viendo a Paul con aprobación.


—Lulú ya estaba en su límite, además ya cumplió su parte, se ganó un descanso si me preguntas —Le explicó el pelimorado guardando la Pokéball de Lulú, para después sonreírle con desafío mientras tomaba la última de sus Pokéballs —. Pero ni creas que esto ha acabado, ¡adelante Ellie!

Lanzando la Pokéball al aire, la chica aterrizó en el campo viendo a Neo con una sonrisa confiada mientras a su alrededor la hierba brillaba comenzaba a crecer. En respuesta, la chica gato comenzó a respirar brazas mientras su mirada se afilaba.

—Muy bien, entonces no hay tiempo para dudar —Echando su gorra hacía atrás, Elio dio su orden— ¡Neo, ve por ella con arañazo!

—¡Defiéndete con Punzada Rama!

Con sus garras creciendo y brillando de color blanco, Neo se lanzó en cuatro patas contra Ellie, mientras ella tomaba la rama de su moño, haciendo caer su cabello en cascada tras su espalda. La rama pronto comenzó a brillar con un aura verde, volviéndose un bastón que uso justo a tiempo para enfrentar el ataque de garras de Neo.

—No te dejes amedrentar Neo, ¡Ascuas!

—¡Ataque Arena Improvisado!

—¡¿Qué?! —Esta vez fue el turno de Elio de sorprenderse, mientras su Pokémon cargaba las llamas en su boca, Ellie golpeo su bastón contra la tierra lanzándole una cortina de polvo a Neo, aprovechando para retroceder.

Neo, molesta, se preparó para soltar un gruñido amenazante, pero antes de que pudiera hacerlo vislumbro a Ellie mirándola de forma burlona, mientras le hacía una seña como si dijera que fuera a por ella. Molesta, Neo abandono su intento de usar Gruñido mientras se lanzaba contra ella con arañazo.

Mofa es un movimiento de tipo siniestro que evita que el rival pueda usar movimientos de estado. Le informo su Pokédex a Elio.

Maldición, estamos cayendo en su juego —Elio apretó sus puños mientras veía a Neo lanzarse sin pensar contra Ellie, usando sus garras mientras la Pokémon de planta se defendía con su bastón—. Dos pueden jugar a esto.

Neo estaba molesta, pero el sonido de la voz de su entrenador le devolvió la claridad de la pelea.

—Neo, ¡usa Ascuas mientras la muerdes! —Y así lo hizo.

Sin dudarlo más, Neo tomo con sus manos el bastón de Ellie, impidiendo su escape, y durante la sorpresa de su rival se abalanzo sobre ella mordiendo su hombro mientras estallaba fuego de su boca.

—¡Ellie aléjala con Punzada Rama! —No queriendo que se repita lo anterior con Lulú, Paul dio su orden, y su Pokémon respondía dando un fuerte golpe con la punta de su bastón a Neo, mandándola a volar lejos de ella, pero la chica gato se recompuso en el aire, aterrizando de pie.

Ambas se vieron fijamente la una a la otra, Neo con el estómago magullado, y Ellie con una profunda marca de mordedura en su hombro, rodeada por una quemadura. Sin embargo, Elio se dio cuenta de cómo un brillo verde comenzaba a rodear a Ellie, a la vez que el pasto a su alrededor parecía cobrar vida. No perdió el tiempo en llamar a su Pokédex.

Herbogénesis, la habilidad oculta de la línea evolutiva de Grookey, permite la formación de un campo de hierba a su alrededor, aunque esta dura solo unos pocos minutos durante el combate. El campo de hierba debilita la fuerza de los movimientos de tipo tierra, y recupera la salud de aquellos en los que estén en su rango.

Ellie debía tener un alto control de su habilidad para hacer que solo la afectará a ella, o bien aún no era lo suficientemente fuerte para hacer que cubriera un rango mayor. Sea como sea, tenían que acabar el combate ya, no podían darse el lujo a dejar que se recuperara por completo.

—¡Neo acabala con Arañazo!

—¡Termínala con Punzada Rama! —y Paul debía sentir lo mismo, pues no tardó en dar la orden de atacar a su Pokémon.

Ambas chicas se lanzaron hacía la otra, una con garras brillantes, y la otra con su bastón brillando con el poder de la naturaleza. El choque no se hizo esperar, ambos ataques impactaron, y ambas quedaron espalda con espalda la una a la otra. El campo de batalla quedo en completo silencio, mientras los entrenadores de ambas veían expectantes a la arena.

TUMP-TUMP

Y a la vez, ambas féminas cayeron, sin poder hacer más.

—¡Neo y Ellie no pueden continuar, es un empate! —Anunció Lionel mientras ambos entrenadores iban hacia sus Pokémon.


—Ambos estuvieron increíbles, ¡ese fue un combate espectacular! — Les animó Gloria mientras ambos chicos les entregaban las Pokéballs de sus Pokémon a la profesora Magnolia. Elio vio a su prima con una gran sonrisa mientras le agradecía:

—Muchas gracias Gloria —Pero por otro lado, Paul junto a él hacía pucheros que solo hacían reír a Sonia y Lionel.

—No es justo, ¡estuvimos tan cerca de ganar!

—Aun así, debo admitir que fue un combate increíble, los dos tienen mucho potencial —Les dijo la nieta de la profesora, haciendo sonrojar a los dos. Lionel por mientras, sonreía con orgullo viendo a ambos chicos.

Sabía que ambos lo tenían en ellos —Pensaba el campeón mientras veía a ambos aspirantes, antes de posar su mirada en la única que faltaba—. Espero que me pruebes lo mismo, Gloria.

—Sus Pokémon ya están recuperados —Sacado de sus pensamientos, Lionel pudo ver el momento en donde la profesora devolvía las Pokéballs a ambos adolescentes, quienes felicitaban a sus Pokémon dentro de ellas por hacer un buen trabajo.

—Ambos estuvieron magníficos, Elio, Paul —Lamentando cortar la alegría, Lionel llamo la atención de todos, su voz resonando con fuerza en el pequeño patio. Aunque hablaba con ambos entrenadores, sus ojos estaban fijos en Gloria—, pero los combates aún no terminan. Ahora es tu turno, Gloria.

Preocupados, ambos chicos voltearon a ver a su amiga.

—¿Segura que quieres ir prima? La profesora ya curo a nuestros Pokémon, así que podrías enfrentarte a Paul o a mí en lugar de a Lionel.

—Así es, enfrentar a mi hermano mayor en estos momentos, ¡es imposible! —Añadió Paul, también preocupado por su amiga, pero ella solo les sonrió con gratitud, sin perder ni parte de la chispa decidida que tenía cuando acepto este combate.

—Gracias por la oferta muchachos, pero tengo que hacer esto, para probar no solo a Lionel que estoy lista para el reto de la liga, sino también a misma, y a mis Pokémon.

—¡Bien dicho! —Aunque pareciera imposible, la sonrisa de Lionel se había hecho más grande con las palabras de Gloria, y sin esperar más, se dirigió al campo de batalla— ¡comencemos entonces!

—¡Si! —Y sin siquiera vacilar, Gloria lo siguió.


Tan pronto llegaron a la arena, Lionel saco a los dos únicos Pokémon que trajo con él, a Natsuki, su Charizard, y a Lily, su recién capturado Sobble.

—Lily, presta atención, quiero que observes este combate para que aprendas como funcionamos en las batallas.

—¡S-Sí, maestro Lionel! —Lionel asintió satisfecho a las palabras de la tímida tipo agua, y puso su mirada en Natsuki.

—Eso significa que tendrás que encargarte tu sola de los Pokémon de Gloria, ¿crees poder hacer eso Natsuki?

—Por favor, la duda hasta ofende —Bufo la dracónida mientras daba un paso al frente viendo hacía Gloria, quién ya tenía a sus tres Pokémon fuera de sus Pokéball—. Vamos a hacer esto rápido niña, tus tres Pokémon pelearan a la vez contra mí.

—¿Qué? —Exclamo la chica confundida, viendo hacía Lionel.

—¡¿Nos estás subestimando maldita?! —Mientras tanto, Emi, su Chewtle, no dudo en mostrar su molestia, mostrando sus colmillos a la Pokémon de tipo fuego.

—Aunque no me agrade las, vulgaridades de mi compañera, también estoy indignada, ¿realmente crees poder llevarnos a nosotras 3, dulzura? —Y para variar, Kate, la Nickit, la apoyo.

Y aunque no dijera nada, Rumi, la Scorbunny de Gloria, se mantuvo quieta en su lugar, su permanente sonrisa reemplazada por un ceño fruncido.

Y eso decía más que cualquier otra cosa.

—Seré su entrenador, pero Natsuki es la que manda en los combates Gloria —Fue toda la respuesta de Lionel, viendo a la chica con una sonrisa—. ¿Crees poder estar a la altura de tu primer combate triple?

—Y-Yo…

—Oh, vamos a hacer pagar a esa lagartija de fuego —Sintiendo la duda de su entrenadora, Emi dio un paso al frente, lista para el combate.

—Hmp, hasta que al fin dices algo sensato, cerebro de algas —Por una vez, Emi no respondió al insulto de Kate, ambas centradas en la oponente que tenían en frente.

—Podemos hacer esto, Gloria —Pero fue la sonrisa confiada de su primer Pokémon la que hizo que Gloria tomará su decisión. Copiando la sonrisa de la coneja de fuego, Gloria puso su mirada en el campeón.

—¡Hagámoslo Lionel!

—¡Muy bien entonces! —Tomando el puesto de Lionel como árbitro del combate, Sonia les sonrió a los dos— ¡Que comience el combate!

—Bien, ¡vamos con todo! ¡Rumi, Kate, Ataque Rápido, Emi, Pistola Agua! —dando sus órdenes, las Pokémon de Gloria no perdieron el tiempo en cumplir.

Corriendo al mismo tiempo, Rumi y Kate salieron disparadas hacía la Pokémon de fuego, mientras que Emi rápidamente cargo una esfera de agua que lanzó en medio de ellas hacía su objetivo.

Pero Lionel no era el campeón por nada.

—¡Defiéndete con Poder Pasado!

—Hmp —con un simple balanceo de su cola, Natsuki hizo levitar varias rocas de la arena, lanzándolas contra las chicas.

—Rumi, Kate, ¡esquívenlo!

La primera de las rocas destruyo por completo la bola de agua de Emi, mientras que el resto fueron directos hacía la Pokémon zorro y la coneja. Kate aprovecho la velocidad de Ataque Rápido para huir de las rocas voladoras, pero Rumi mostro su experiencia usándolas como trampolines para acercarse a Natsuki.

—¡Comete esto! —Cayendo en picada hacia la dragona de fuego, Rumi preparó sus fuertes piernas para dar una poderosa patada, pero Natsuki la bloqueo solamente con su brazo— ¡¿Qué?!

—Cuando tu entrenador te dice que te retires, tú te retiras —Fue todo lo que dijo la Pokémon mayor, dándole una mirada que hizo estremecer a Rumi.

Pero esa era justo la oportunidad que necesitaban.

—¡Emi, ahora! ¡Usa Mordisco!

—¡¿Qué?! —Tan concentrada en la chica conejo, Natsuki no había notado a la pequeña Chewtle que se colaba tras su espalda. Mostrando sus fuertes colmillos, la chica mordió la cola de la Pokémon dragón, haciendola gruñir de dolor —¡AGH!


—¡La tiene! —Exclamo Paul con alegría, pasando su brazo por sobre el hombro de Elio.

—¡Sí!

—Yo no estaría tan segura muchachos —Pero las palabras de Sonia sacó a ambos de su pequeña celebración, y pronto demostraron ser verdad.


—¡Pequeñas molestias! —Enojada, Natsuki primero lanzo a Rumi al aire, y pronto la siguió Emi con una sacudida de su cola.

—¡Kate, atrápalas con ataque rápido! —Ni lenta ni perezosa la chica pelinaranja rápidamente fue ayudar a sus compañeras, lamentablemente, el peso de ambas fue demasiado para ella, derribando a las tres en el acto —¡No!

—Es hora de acabar con esto, ¡Natsuki, usa Llamarada! —Bufando una vez más, Natsuki hizo salir alas de su espalda, con las que tomo el vuelo para crear una gran esfera de ígnea que pronto estallo en una estrella de fuego, yendo hacía las indefensas Pokémon.

Gloria poco a poco vio como la Llamarada iba hacía sus queridas compañeras, su mente estaba en blanco y todo lo veía en cámara lenta. Vio el pánico en la mirada de Kate, el miedo en los ojos de Emi, pero al ver a su querida compañera, Rumi, todo lo que vio fue determinación, una determinación ardiente como las llamas que iban hacía ellas.

Y ella no les iba a defraudar.

—¡Rumi, activa Mar Llamas y usa Ascuas!


—¡¿Qué?! —Gritó Paul asombrado, la preocupación que sentía por su amiga cambiada por una gran sorpresa.

—¿Mar Llamas? —Preguntó Elio a su lado, tan preocupado por su querida prima como estaba, sentía que había escuchado eso antes.

Su Pokédex pronto le respondió.

Mar llamas, la habilidad característica poseída casi exclusivamente por los miembros de la familia de los iniciales de tipo fuego. Su equivalente elemental es Torrente para los tipo Agua, Espesura para los tipo Planta y Enjambre para los tipo Bicho. En un momento de emergencia, los movimientos de tipo fuego hechos por el usuario se ven potenciados por la pura energía que despliega el Pokémon.

—Y pensar que una entrenadora novata puede hacer que una de los iniciales active su habilidad a voluntad —Incluso la profesora Magnolia se escuchaba impresionada por la hazaña de Gloria.


Levantándose y poniéndose frente a sus compañeras, las piernas y los ojos de Rumi estallaron en llamas, un gruñido furioso escapo de su garganta mientras sus ojos comenzaban a brillar con un resplandor rojo que nada tenía que ver con la estrella de fuego que venía hacía ellas. Con toda la fuerza de sus piernas, pateo un pequeño guijarro que se hallaba en el suelo, probablemente una remanencia del anterior ataque de Natsuki, pero en ese momento no importaba mientras ella comenzaba a jugar como si fuera un balón.

En circunstancias normales, ese guijarro solo se convertiría en una insignificante piedra en llamas, pero con el poder de Mar Llamas, creció hasta tener el tamaño de un pequeño balón con cada rebote que la chica hacía, y entonces la lanzó contra la Llamara de Natsuki, y el choque de ambos estaques provoco una gran explosión de fuego.

Lamentablemente, las 3 chicas aún estaban en el rango de la explosión.

BLOOOOOWSHHHHH

Un fuerte vendaval se generó de la onda expansiva de la explosión, y el humo evitaba ver él estaba actual de las Pokémon de Gloria. Poco a poco, el humo se fue despejando, dejando ver a las tres chicas completamente derrotadas y con rastros de hollín en la cara, tiradas en el suelo.

—¡Rumi, Emi, Kate! —Preocupada, su entrenadora salió corriendo hacía ellas, arrodillándose y atrayéndolas hacía un fuerte abrazo —Lo siento mucho chicas…

—Eso es a lo que debes aspirar a vencer Gloria —Sin haberlo notado, Lionel se había acercado a ella. A su espalda, Natsuki se encontraba, fuerte y orgullosa como siempre—. Muchos lo han intentado, y han fracasado en su intento de destronarme, ¿realmente crees que tu podrás hacerlo?

—… —Incapaz de responder, Gloria bajo la mirada, sintiendo como lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos. Sin embargo, esa acción le dio una perfecta mirada de sus compañeras Pokémon.

Y ellas la estaban mirando con confianza y cariño, con toda la fe del mundo en ella.

Incluso si ella no la tenía en sí misma.

Y por ello la chica rápidamente se secó los ojos, para encarar una vez más al campeón.

—Puede que no sea ahora, ni mañana, pero juro que algún día seremos capaces de vencerte Lionel, ¡es una promesa! ¡No pienso rendirme! —Exclamó con convicción la chica, y Lionel podía verlo, había fuego en sus ojos, y eso es lo que lo hizo sonreír.

—Entonces felicidades —le dijo, tendiéndole una mano para ayudarla a levantarse—, tú y los muchachos se han ganado mi recomendación para el torneo.

—¿Eh?

—¡GLORIA! —Aún impactada por la noticia, la chica no pudo evitar la tacleada/abrazo que recibió de parte de su mejor amigo y de su primo, terminando ella y sus Pokémon en un enredo descomunal de brazos y piernas.

—¡Nos tenías tan preocupados! ¿Estás bien? Lionel les dio una paliza.

—Así es, pero todavía estuviste increíble, esa Ascuas de Rumi parecía una verdadera Llamarada, ¡fue tan genial!

—Gracias chicos, ¡¿pero podrían quitarse de encima?!

—¡Sí, pesan demasiado malditos idiotas!

—¡Qué alguien me quite a estos burros de encima!

—No p-puedo, respirar…

Lionel solo pudo reír mientras veía al grupo de chicos hacer sus payasadas, mientras que a sus espaldas Sonia y la profesora Magnolia, al igual que su Sobble, se acercaban a la escena.

—¿Aprendiste algo de la pelea Lily? —Le preguntó Lionel a su más nueva compañera mientras la veía por encima del hombro, pero la mirada de la chica estaba fija en la Scorbunny de Gloria.

—Ellas no eran malas, y Rumi como de costumbre, siempre ha sido la más fuerte, pero aun así, la señorita Natsuki las enfrento con confianza y poder… —Suspirando, la chica agacho la cabeza— Aún tengo un largo camino por recorrer.

—Así es pequeña, pero no te deprimas, llegarás allí eventualmente —Sintiendo una mano en su cabeza, Lily levanto la mirada para ver a la Charizard sonriéndole amistosamente—, y llámame solamente Natsuki, después de lo que hicimos con Lionel el día de ayer, ya somos como hermanas.

Ignorando el gran sonrojo en el rostro de Lily, la chica dragón se acercó al grupo de entrenadores, más específicamente, a Gloria y sus Pokémon.

—Eres una buena entrenadora, ten más confianza en ti misma Gloria, tus Pokémon ya confían en ti, y tanto Lionel como yo sabemos que llegarás muy lejos —Y entonces poso su mirada directamente en la coneja de fuego, sonriéndole desafiantemente—. A ti, sobretodo, espero verte en la final del Campeonato. En ese momento, espero que me enseñes que tanto ha crecido tu fuego.

—¡Así será!

—P-Pero no lo entiendo —A pesar de las palabras de Natsuki, Gloria vio a Lionel perdida, aún sorprendida por el giro de los acontecimientos—, perdí nuestro combate, ¿no significa entonces que no deberías recomendarme?

—No te rete para recomendarte al torneo Gloria —Negó el campeón, viéndola con seriedad—, lo hice fue para probar que podías hacer esto sola.

Tanto Gloria como sus amigos quedaron en silencio ante esto, y Lionel aprovecho la oportunidad para continuar.

—Toda la vida has estado apoyándote en Elio y Paul, y ellos siempre te cuidaron sin dudar, pero una vez que empieces este viaje, estarás sola con tus Pokémon, y tus Pokémon serán las que dependan de ti. He visto a muchos entrenadores esforzarse al máximo en la Copa de Campeones, solo para ser aplastados por la presión, derrumbándose, y llevándose consigo a sus Pokémon, y no quería que eso te pasará a ti…

Durante todo su discurso, la expresión de Lionel tenía una chispa de tristeza, pero pronto esta cambio a una sonrisa animada una vez más.

—Pero luego de este combate, veo en ti la fuerza para continuar, incluso frente a un reto inalcanzable, incluso frente a la derrota, no te dejaste derribar, y eso, cuando eres un entrenador Pokémon, es lo más importante Gloria —Viendo a los tres muchachos a la vez, no pudo evitar sentirse lleno de orgullo, porque además de Paul, Elio y Gloria también eran como sus hermanos—. Felicidades muchachos, se lo han ganado.

De su bolsillo, saco tres sobres.

Tres cartas.

Tres recomendaciones para participar en el Desafío de los Gimnasios.

—¡LO HICIMOS! —Gritando al unísono, Elio, Paul y Gloria saltaron una vez más en un gran abrazo grupal, riendo y gritando de felicidad.

Iban a hacerlo.

Estaban un paso más cerca de sus sueños.

—No me gustaría ser la mala del cuento aquí —Pero la voz de la Profesora Magnolia pronto los sacó de su pequeño mundo. La mujer ya estaba al lado de las Pokémon de Gloria, viendo a los jóvenes entrenadores con reproche—, pero estas pequeñas de aquí necesitan descansar, y ustedes también si mañana van a tomar el tren a Ciudad Pistón. Pueden quedarse a dormir aquí esta noche, de todas formas es tarde, y tengo espacio para que se queden aquí. Solo les pediré que mantengan el ruido al mínimo, ya se de las actividades que ustedes los jóvenes suelen tener por las noches.

—¡Pues es un momento perfecto entonces para que prueben mi comida! —Tratando de sacarlos de la vergüenza en la que los metió su abuela, Sonia dio un paso al frente sonriéndoles intentado fingir su propia vergüenza—, vamos chicos, volvamos adentro.


Ya había caído la noche, y Gloria estaba acostada en la habitación que les había prestado la profesora Magnolia. No era exagerado llamar al hogar de la vieja profesora una mansión con lo grande y espaciosa que era, incluso tenía suficientes habitaciones para que Lionel, Paul, Elio y ella tuvieran cuartos individuales, sin contar el cuarto personal de Sonia. Pero su mente no estaba en pensar en la habitación en la que se encontraba, sino en el combate que tuvo contra Lionel, en cómo lo habían dado todo sus compañeras y ella.

Y aun así habían perdido.

—Si sigues pensando tanto vas a terminar teniendo arrugas antes de tiempo querida —la despertó de sus pensamientos la voz de su recién capturado Nickit. La chica se había despojado de sus ropas elegantes, quedando en ropa interior de encaje—. No es tu culpa que hayamos perdido, esa chica lagarto era mucho más fuerte que nosotras.

—Así es Gloria —de la misma manera, la Chewtle se había cambiado, pero a diferencia de su compañera, ella usaba ropa interior más deportiva—, no fue tu culpa que perdiéramos.

—Aun así es frustrante, ustedes dieron todo lo que tenían, confiaron en mí… Se siente como si les hubiera fallado —confeso la chica cabizbaja, pero Rumi, también en ropa interior, se subió encima de ella y le levanto la cabeza, sonriéndole amablemente.

—Basta de culparte Gloria, tú eres la entrenadora que yo elegí, y puede que ahora mismo no seamos las más grandes, ni las más fuertes de la región, pero un día llegaremos allí, y será contigo como nuestra entrenadora.

—Nosotras confiamos en ti, cariño.

—A-Así que confía también en ti un poco, m-maldición —poco acostumbrada como estaba a dar esta clase de apoyo, incluso Emi se unió a sus compañeras en intentar animar a su entrenadora, todas acostándose alrededor de ella como una manta protectora.

—Chicas… —Conmovida por sus palabras, Gloria les sonrió brillantemente. Aún estaba algo triste por su derrota, pero ya no le importaba tanto, no podía estancarse, no cuando tenía a sus compañeras a su lado— ¡Son las mejores!

En su mente, Gloria se prometió que sería la mejor entrenadora posible para estas chicas, pero por ahora, solo podían descansar y prepararse para el mañana.

O al menos, ese era su plan.

—Y ahora con eso fuera de la mesa —pero la sonrisa de Kate pronto le demostró que había otros planes en marcha.

—Creo recordar que tenemos una tarea pendiente, ¿no Gloria? —todavía sonrojada, Emi intento imitar la voz sugerente de su compañera Nickit. Fallo estrepitosamente, pero el ver la cara sonrojada de su estoica compañera fue un golpe igual de efectivo en la adolescente.

—Espero que estés lista, Gloria —y Rumi le dio el golpe final, sonriendo mientras la despojaba de su camisa.

En un par de habitaciones más, otros dos chicos también estaban siendo asaltados por sus Pokémon, probablemente mañana despertarían extremadamente agotados, pero eso poco les importaba ahora.


Definitivamente haberse acostado hasta tan tarde ahora sí que les importaba.

Los tres jóvenes entrenadores se veían completamente agotados, incluso el siempre animado Paul se veía con todas sus energías drenadas. Ya todos se habían preparado, y se encontraban en la estación de Pueblo Par listos para tomar el primer tren hacía Ciudad Pistón, si es que el sueño no los hacía perder el tren eso es.

Para su suerte, Sonia y Lionel llegaron frente a ellos con 3 tazas humeantes de café en sus manos, que ofrecieron a los tres adolescentes.

—Veo que tuvieron una noche ocupada no es así —ni siquiera las burlas de Sonia se registraron en el cerebro de los muchachos mientras tomaban su café, solo Lionel se rio con gracia mientras los veía.

—Nos pasó igual a ti y a mi Sonia cuando teníamos su edad, pronto aprenderán jajaja.

EL PROXIMO TREN HACÍA CIUDAD PISTÓN ESTA A PUNTO DE PARTIR, POR FAVOR PASAJEROS DE LA ESTACIÓN DE PUEBLO PAR, INGRESEN CON TRANQUILIDAD

—Parece que ya es hora muchachos —exclamó Elio mientras tiraba su taza en la basura, sonriendo viendo a sus compañeros.

—Nos esperan muchas aventuras.

—¡Y entrenadores fabulosos y Pokémon por montones! —incluso Paul y Gloria parecían haberse revitalizado, pero antes de que pudieran dar su primer paso para ingresar al tren…

—¡Ustedes tres, esperen allí! —una voz los detuvo. Era la madre de Paul, y a su lado, la profesora Magnolia y la madre de Gloria se acercaban a ellos.

—¿Mamá? —preguntaron Paul y Gloria a la vez, casi apenas dándose cuenta que estaban a punto de partir sin haber avisado de nada de antemano. Elio a su lado se había comenzado a alejar poco a poco de los muchachos, pero la mano de su tía pronto lo detuvo.

—Esto también te incluye a ti Elio.

—Jejeje, hola tía…

—Nuestra intuición materna nos dijo que esto acabaría pasando tarde o temprano, esa es la influencia que tiene Lionel en ustedes —suspiró la madre de Paul y Lionel, mientras que el campeón reía sin una pizca de vergüenza.

—Por suerte, la profesora nos puso al corriente de todo a Dracanea y a mí, por eso les trajimos esto —con una sonrisa, las mujeres les pasaron a cada uno un bolso, que no habían notado que traían con ellas—. Allí empacamos todo lo que creíamos que pudieran necesitar para las próximas aventuras que tendrán, incluyendo sus mudas de ropa y su equipo de campaña.

—¡Muchas gracias mamá/tías! —les respondieron los muchachos, agradecidos de que tuvieran que ahorrarse el dinero en tener que comprar todo esto. En su apuro por partir casi lo habían olvidado, y probablemente todo su dinero se hubiera ido en comprar provisiones para su viaje.

Pero en ese momento notaron a la anciana profesora acercarse a ellos, y en sus manos, traía un extraño dispositivo en forma de tubo, con el símbolo de una Pokéball con una estrella en medio grabada en él.

—Y yo por mi parte, les traje esto —abriendo el tubo, que por la forma en que lo abrió resulto ser en realidad una caja, los tres jóvenes no pudieron evitar jadear impactados por lo que había en ellas.

Tres Muñequeras Dinamax.

—Todos los aspirantes en el desafío de los gimnasios tienen permitido tener una de estas, y yo he visto lo capaces que son ustedes, creo que se las han ganado con creces —sonriéndoles, la señora les ofreció a cada uno de ellos una de las muñequeras.

—¡Así lo haremos señora, es una promesa! —siempre animado, Paul fue el primero en tomar la suya, poniéndola alrededor de su muñeca derecha.

—¡M-Muchas gracias! —y aún impactada por la sorpresa, Gloria hizo lo mismo, siendo Elio el último, este le sonrió a la profesora.

—No la decepcionaremos.

ÚLTIMO LLAMADO PARA LOS PASAJEROS DEL TREN CON DESTINO A CIUDAD PISTÓN, POR FAVOR ABORDEN AL TREN

—Pues parece que ya es hora —exclamo Elio mientras tomaba sus cosas.

—Tengan cuidado —Les dijo su tía/madre mientras abrazaba a Elio y a Gloria.

—Y no hagan ninguna locura —la apoyo Dracanea mientras abrazaba a su hijo menor. Los tres chicos, superados por sus sentimientos, les devolvieron el abrazo soltando unas pequeñas lágrimas de emoción.

—¡Sí!

Y con eso, se separaron del abrazo, vieron a todas las personas reunidas a su alrededor, y sonriendo fueron hacía el tren.

Al igual que cuando entraron por primera vez a la ruta dos, ninguno vio hacía atrás.

Sus Aventuras en Galar acababan de empezar.


Notas del Autor: Que tal gente, este a sido un infierno de viaje. Primeramente quiero disculparme por la demora en la actualización de esta historia, que bueno, sinceramente fue una desgracia tras otras. Para empezar, mi laptop decidió ir a mejor vida, un problema con la placa o el disco duro, ya no estoy seguro, luego claro, la situación con la pandemia que me tenía encerrado (como a todo el mundo), y para finalizar, las clases online en mi universidad. Literalmente estos dos últimos años he tenido cero vacaciones mientras le daba corrido a la universidad. Lo bueno es que ya me faltan solo 2 semestres más para obtener mi título, SIUUUUH.

Ahora que ya estoy teniendo algo de tiempo libre, y que al fin pudieron arreglar mi laptop, pude al fin completar este capítulo, que antes del desastre, había dejado a medio escribir, y al fin, va a salir a la luz. Si han jugado espada y escudo ya saben que es lo que sigue, el Área Silvestre, ¿que nuevos Pokémon y aventuraras les esperaran a nuestros héroes aquí? Estén atentos al siguiente capítulo para saberlo amigos.

Pero bueno, eso es todo por ahora mi gente, nos leemos en el próximo capítulo, Sayonara.