Dulce Hogar cumple un año


El Potterverso es de Rowling, los únicos personajes que me pertenecen son los OC que aparecen o son mencionados Edelweiss, Benjamin, Kenneth, George II, Arthur II, Levin y Reginald


Lily se levantó de su cama, lista parar abrir su cafetería.

Tenía que preparar algunas recetas más antes de abrir Dulce Hogar.

Por suerte, ser bruja tenía sus ventajas. Podía preparar una receta, conjurar un hechizo para su conservación y ponerla al día siguiente en el expositor de la tienda sin que nadie se diera cuenta. Con la ayuda de la magia, no hacía falta que madrugara tanto como los muggles que se dedicaban a su mismo negocio.

Lo primero que hizo la menor de los Potter al levantarse, fue darse una ducha. La ayudaría a espabilarse.

Una vez se duchó, se vistió con un jersey Weasley viejo y unos vaqueros gastados.

Mientras se hacía un moño alto, bajó a la tienda.

Dulce Hogar no abría sus puertas hasta las siete y media de la mañana, para servir los desayunos. Sin embargo, ella tenía que estar antes para cocinar todas las galletas, pasteles, muffins, tortitas, creps, gofres, tartaletas de frutas y otros manjares que se servían…

Era un poco difícil controlar tres hornos en funcionamiento a la vez que se batía una masa para hacer galletas. Así que Lily no debía despistarse ni un segundo. Pero hoy era un día especial. Dulce Hogar cumplía un año. Y la pelirroja quería darles algo a sus clientes para celebrarlo. Sin ellos, el local no seguiría en pie.

Una vez tuvo toda la comida en el mostrador, las sillas bajadas de las mesas y todo limpio, abrió las persianas del local y giró el cartel para que desde fuera se viera la palabra Abierto.

Ahora sólo quedaba esperar a que llegaran los clientes.

No tuvo que esperar mucho.

El tío Percy y la tía Audrey entraron, al igual que muchos otros trabajadores del Ministerio. Normalmente, ellos eran los primeros clientes.

Como su familia siempre fue cliente habitual desde que abrió el local, ya sabía qué pedirían sus tíos.

— Tío Percy, aquí tienes tu café solo y tu tarta de queso. Tía Audrey, aquí tienes tu café con leche y tarta de chocolate. — comentó Lily sirviendo la bebida y la comida a sus familiares.

— Gracias, Lily. — le respondió Percy.

— Gracias, querida. — le sonrió Audrey.

— Tomad, hoy para celebrar que Dulce Hogar cumple un año, todos los clientes se llevan una galleta gratis. — extendió una caja llena de galletas que había cocinado ella misma.

Percy eligió una galleta de avena y Audrey, una de chocolate con leche.

Lily regresó a la barra a atender a más clientes.

Poco tiempo después entró Victoire. Cada día iba a visitarla. Como se pasaba muchas horas en San Mungo y todos los primos ya trabajaban, no podían pasar mucho tiempo juntos, Victoire siempre venía a saludarla, algunas veces se quedaba a desayunar y otras sólo para charlar un ratito.

— Hoy desayuno aquí.

— Claro. ¿Lo de siempre?

Victoire asintió y se sentó en un taburete de la barra después de saludar a sus tíos.

Lily le sirvió su sándwich de lechuga, tomate, atún, queso y jamón, su tarta de zanahoria y su café solo.

— Vic, hoy a todos los clientes de Dulce Hogar les regaló una galleta para celebrar que el local cumple un año. — le alargó la bandeja con las galletas. — Sírvete la que quieras.

La medimaga cogió la de chocolate blanco.

Lily soltó una risita.

La conocía muy bien.

— ¿Teddy todavía no ha vuelto de su misión?

Victoire negó con la cabeza.

— Teddy está vete a saber dónde y no sé si está herido o no. Pero bueno, ya sabía el tipo de vida que iba a tener siendo novia y sobrina de un auror. Y Dominique está en la reserva de dragones… Les echo de menos… — susurró.

La menor de los primos Weasley asintió, comprendiendo a su prima.

— Yo también echo de menos a James. — suspiró.

James ahora mismo estaba en Suecia jugando la final del Mundial de Quidditch.

— Por lo menos nos quedan Albus y Louis. — la animó Lily.

— Louis siempre ha ido a su bola. En parte lo entiendo. Se lleva un montón de años con Dominique y conmigo. — alegó Victoire. Lily asintió estando de acuerdo. — Pero este fin de semana, tengo fiesta. Así que ambos hemos decidido ir a comer a casa de mamá y papá. Que ya insisten en que nos reunamos al menos los cuatro…

Lily rio.

— Albus también ha ido más a su bola. El más introvertido de los tres… Entre ser el mediano y el único que estuvo en una casa distinta… No podíamos pasar tanto tiempo con él y eso nos distanció un poco…

Victoire asintió. Ella y Dominique también estuvieron en casas distintas. Ravenclaw y Gryffindor respectivamente.

— Puedes quedar para tomar algo con él cuando salga del Ministerio y tú cierres la cafetería.

— Sí, creo que mañana le enviaré una lechuza para quedar después de terminar el trabajo.

Albus siempre se despertaba con el tiempo justo para desayunar, pillar la primera ropa que encontraba e irse al Ministerio a toda prisa. Así que no se pasaba por las mañanas por Dulce Hogar.

Percy y Audrey terminaron su desayuno y pagaron su cuenta.

— Hasta después, Victoire y Lily. — se despidieron.

— Yo también debería apurarme o llegaré tarde a San Mungo.

La mayor de los primos Weasley terminó su café, pagó la cuenta y se dirigió a la puerta donde se encontró con Louis.

Ambos hermanos se saludaron con una sonrisa y Louis entró a la tienda.

— Lily.

— Louis.

— Hola, Lily. Hola, Louis. — Molly entró en la cafetería.

— Molly. — saludaron ambos.

Ambos primos se sentaron a la barra.

Molly pidió unas tostadas con queso, jamón y un café y Louis el mismo sándwich que su hermana y una bebida con gas.

— ¿Y Hugo?

— Se ha quedado a desayunar con Rose. Ella se pasará todo el día en casa documentándose para el nuevo libro… — contestó Louis.

— ¿Sabes de qué será su nuevo libro? — preguntó Molly intrigada.

— Se lo pregunté, pero todavía no puede dar detalles. Cosas de historiadores y escritores…

— Habrá que esperar a que la editorial le permita contarlo… — concluyó Lily. — Por cierto, hoy el local cumple un año y todos los clientes se llevan una galleta gratis. — sacó la bandeja. — Elegid.

La hija de Percy y Audrey miró la bandeja dubitativa. No le gustaba mucho el dulce. Eligió una galleta de almendras y Louis, una de avena recubierta con caramelo.

— Ayer hablé con Lucy por red flu y me dijo que se acordaba del cumpleaños de la cafetería. — sonrió Molly con aire triste. Echaba de menos a su hermana. — Ahora mismo está en Roma y dentro de unas horas hará un vuelo hacia Vietnam.

Las gemelas eran idénticas físicamente, pero completamente opuestas en personalidad. Sin embargo, siempre se habían apoyado la una a la otra. Incluso cuando Lucy dijo que quería ser piloto de avión, la primera que la apoyó fue su hermana, aunque sabía que no podrían verse tan a menudo como quisieran. Para Molly la felicidad de su hermana al cumplir su sueño de ser piloto, fue lo primero ante estar juntas y verla infeliz por no trabajar de lo que más deseaba. A cambio, Lucy siempre le traía algún pequeño presente a su hermana de cada país que viajaba.

Hablaron un poquito más hasta que Louis y Molly tuvieron que irse. Molly trabajaba en un nuevo departamento para hacer justicia a las víctimas de ambas guerras mágicas y Louis en uno que registraba artefactos de magia oscura. A veces, Lily pensaba que su primo era un Slytherin con piel de Ravenclaw, con tanta fascinación por las Artes Oscuras.

La hora del desayuno era un poco caos porque el local se llenaba de gente. Por suerte, por la mañana, todo el mundo estaba trabajando y los únicos que venían a tomar algo eran los jubilados, los turistas o gente que tenía el día libre y estaba en Londres.

Arthur y Molly Weasley entraron a ver a su nieta.

— Lily, querida.

— Abuela, abuelo.

Lily salió del mostrador para darles un beso y un abrazo a sus abuelos.

Se sentaron a una mesa y pidieron un té.

Lily les sirvió y les trajo la bandeja de galletas.

— Hoy el local cumple un año y me gustaría invitaros a una galleta.

Molly tomó una galleta de avena con trocitos de fresa y Arthur, una de vainilla.

— Algunas veces, todavía siento que eres esa niña que quería ir a Hogwarts como sus hermanos y primos, pero no podía por ser más pequeña. — lloró la anciana.

— Ay, abuela…

— Vamos, Molly. Hay que aceptar que los niños ya se han hecho mayores. — Arthur estrechó la mano a su mujer.

— Pronto nos darán bisnietos…

— Abuela, a mí todavía me queda. Los primeros que te van a dar bisnietos van a ser Teddy y Victoire.

Arthur y Molly asintieron estando de acuerdo.

— Este domingo, organizaremos una cena en la Madriguera. Pronto, Arthur y yo viajaremos al sur de Inglaterra unos días.

— Que bien. Allí estaré…

Ahora que el patriarca de los Weasley se había jubilado, él y su esposa se dedicaban a viajar por su país y el extranjero.

….

Después de que se fueran los abuelos Weasley, entraron George, Angelina, Fred II y George II.

Pidieron una bebida de cola y unos cruasanes y se sentaron a hablar sobre los nuevos inventos de Sortilegios Weasley y futuras inversiones. Lily les trajo las galletas: Angelina eligió una de chocolate negro, George y su hijo eligieron una de chocolate blanco y George II, el hijo póstumo de Fred, cogió una galleta de vainilla.

— Pasaré unos días de mis vacaciones en una casa en el campo con los primos de mi madre y su familia… — comentó George II.

— Que bien. Nosotros podríamos hacer lo mismo con Kendal. — propuso Angelina a su marido.

— Claro. Hace tiempo que no lo vemos.

— A Rose le hará ilusión que veas a Evanora, es su mejor amiga. — comentó Fred II.

— Sí, la saludaré de su parte. También tengo ganas de ver a Petya y a Anielka, que son los más cercano a mi edad.

— Quien lo iba a decir… Mi hermano casado con una chica de una familia tradicional sangre pura… — George rio amargamente. — Pero si se casó en secreto con Verity aun sabiéndolo… Seguro que le habría gustado acompañar a Verity a ver a sus primos… — George suspiró.

George II no dijo nada. Él no había conocido a su padre. Fred Weasley murió en la Batalla de Hogwarts. Tanto George II como sus hermanos gemelos nacieron en 1999.

Se abrió la puerta y entró Arthur II, uno de los hermanos gemelos de George II.

— Ostras, ¡si estáis todos aquí! — se acercó a saludar a su hermano, a su primo y a sus tíos.

— ¡Arthur! — Fred II y George II abrazaron al joven pelirrojo.

El chico abrazó a su hermano y a su primo y pidió un té y una tarta de fresa y nata. Se sentó con su familia. Lily le ofreció una galleta de regalo para la celebración del primer año de su local y su primo eligió una de avena con pepitas de chocolate.

— ¿Cómo va la tienda de antigüedades, querido? — preguntó Angelina.

— Bien, vienen muchos turistas o amantes de la historia.

Arthur heredó el amor del abuelo Weasley por el mundo muggle. Pero en el caso del Arthur más joven su devoción sólo englobaba la parte histórica del mundo muggle.

— Levin y Reginald no han podido venir. Todavía están en el extranjero por trabajo. — comentó Arthur II.

— Por suerte, llegarán a tiempo para las vacaciones con los primos Zabini y Selwyn. — respondió George II.

Después del descanso, Arthur II regresó a su tienda de antigüedades y George y su familia a la tienda. George II, uno de los hijos póstumos de Fred y el mayor de los cuatrillizos, también amaba las bromas y trabajar en Sortilegios Weasley, al igual que Fred II. Angelina empezó a trabajar en la casa registradora tras dejar las Arpías de Hollyhead. Ron se había quedado en la tienda, a cambio de terminar su jornada antes que ellos.

….

Dulce Hogar era una cafetería, pero no un restaurante. Así que cerraba las puertas a la hora de la comida.

Sin embargo, Lily siempre tenía un momento para sus padres y los tíos Ron y Hermione. Como en el mundo mágico no podían tener una conversación en un local, debido a su fama, Lily les ofrecía el suyo después de cerrar para que tuvieran intimidad.

Harry y Ginny pidieron un café solo, Hermione un café con leche y Ron una bebida de cola.

— El local cumple un año y he preparado galletas para regalar a todos los clientes. Tomad, elegid la que queráis. — alargó la bandeja a sus padres y a sus tíos.

Harry eligió una de vainilla; Ginny, una que tenía trocitos de fresa; Ron, una de chocolate negro y Hermione, una de avena.

….

Mientras sus padres y sus tíos charlaban, ella se fue a la cocina a lavar los platos, los cubiertos, los vasos, tazas… con magia. Y empezó a preparar nuevos pasteles y galletas para la tarde. Porque algunos platos ya se habían agotado.

Después subió a su casa a preparar la comida. En ese momento aparecieron varias lechuzas, les dio una golosina y agua y las aves se fueron.

La primera carta era de Dominique, que trabajaba en una reserva de dragones de Irlanda. La felicitaba por el primer cumpleaños de su tienda y lamentaba no poder estar ese día, que se pasaría cuando viniera de vacaciones con su novia.

La segunda carta era de los trillizos Vladimir, Charlotte y Nadia, que estaban en Rumanía, que se pasarían a visitarla en vacaciones y le daban la enhorabuena por el primer año de su cafetería.

La tercera carta era de Levin y Reginald, los hermanos gemelos menores de George II y Arthur II. También decían más de lo mismo. Lamentaban estar fuera del país, aunque fuera por trabajo; le hablaban del viaje que harían con sus primos maternos, pero que antes se pasarían por su local.

— Lily, nosotros ya nos vamos. — Harry llamó a la puerta de la casa de su hija.

— Vale, papá. Por cierto, los abuelos dijeron que el domingo querrían hacer una comida familiar antes de su viaje.

— Sí, la abuela Molly ya nos lo comentó por red flu antes de venir a verte.

Harry se despidió de su hija y Lily bajó a poner el hechizo para cerrar la tienda y el hechizo alarma por si entraban ladrones.

….

Después de comer una ensalada, se puso a ver la tele hasta la hora de abrir la cafetería de nuevo.

Rose entró y se sentó en la barra.

— Hola Lily. ¿Me pones un pastel de chocolate y un batido de chocolate?

— Claro, Rose.

Lily le sirvió y sacó la bandeja con las galletas que tenía preparadas.

— Como el local cumple un año, hoy todos los clientes se llevan una galleta de regalo. Elije la que más te guste.

Rose miró la bandeja y eligió la galleta que tenía chocolate tanto por dentro como por fuera.

La historiadora empezó a comer, mientras su prima terminaba de preparar el local por si venían más clientes.

— Rose, ¿de qué mujer estás escribiendo su biografía ahora? — le preguntó Lily mientras lavaba unos platos de café.

— No puedo decírtelo… Es… una antepasada que tenemos en común… Solo puedo decirte eso.

Lily la miró con el ceño fruncido.

— ¿Una antepasada nuestra?

— Lamento no poder darte más información… Pero sí puedo decirte, que es alguien muy interesante, que ha sido olvidada durante muchos años y me siento muy honrada de poder rescatar su voz, su opinión, lo que pensaba…

A Rose le brillaban los ojos al hablar de su trabajo.

Era lo que pasaba cuando trabajabas de lo que te apasionaba.

— ¿Tengo asegurada tu compra del libro? — preguntó Rose tras beber un sorbo de su batido.

— Claro.

Ambas sonrieron.

….

Poco tiempo después, entraron Bill y Fleur, para merendar antes de ir a Gringotts.

— Lily, Gose, hacía tiempo que no os veíamos. ¿Vendgéis a la Madgiguega el domingo?

— Por supuesto. Ya lo hablé con papá y mamá antes. — contestó Lily mientras lavaba los platos.

— Yo también iré. — les respondió Rose. — Llevo todos estos meses centrándome en recopilar información sobre la vida del personaje del que estoy escribiendo su biografía ahora.

El matrimonio asintió feliz.

Bill pidió un café solo y varios bocatas de queso fundido. Fleur pidió un té de frutos del bosque, unos sándwiches de queso y jamón y unos dulces de vainilla.

Lily puso todo lo que le pidieron en una bandeja y la llevó a la mesa donde estaban sus tíos.

Dulce Hogar hoy cumple un año y quiero regalar a todos los clientes unas galletas caseras para celebrarlo.

Bill eligió una galleta de café y Fleur, una galleta de vainilla.

….

Cuando los tíos Bill y Fleur y Rose se fueron, entraron Hugo Granger-Weasley y Edelweiss Dursley.

— Ahora acaba de irse tu hermana. — comentó Lily limpiando una mesa.

— Sí, nos hemos visto en la calle.

Hugo y Edelweiss se sentaron en la barra.

— No nos perderíamos el primer cumpleaños de nuestra cafetería favorita. — sonrió Hugo.

— Mis hermanos no han podido venir por motivos de trabajo. Pero creo que te mandarán alguna lechuza para felicitarte…

— Diles que no se preocupen. Me alegro de que se hayan acordado, aunque no pudieran venir.

Lily entregó el café solo y el donut de chocolate a Hugo y el pastel de fresa y nata y el batido de chocolate a Edelweiss.

— Hace tiempo que no quedamos los tres… — susurró Edelweiss.

— Los tres tenemos mucho trabajo… — le contestó Hugo. — Cosas de la vida adulta… Los horarios de trabajo… A veces no coinciden días festivos… La vida familiar… Eso nos impide quedar…

Los tres suspiraron.

— Bueno, ya buscaremos un día… — sonrió Lily mientras sacaba la bandeja con las galletas. — La cafetería hoy cumple un año y todos los clientes se llevan una galleta gratis…

Hugo eligió una galleta de avena con chocolate por encima… Edelweiss eligió una galleta de vainilla.

— Por cosas como estás echo de menos los tiempos en Hogwarts… Cuando podíamos pasar más tiempo juntos… — susurró Hugo.

— Es lo que tiene crecer… — habló Edelweiss. — Si no hubiéramos crecido, no estaríamos cumpliendo nuestros sueños. Lily tiene su propio local y tú trabajas en el Wizengamot, siguiendo los pasos de tu madre.

— Bueno, tú ya eres Profesora de Estudios Muggles. — sonrió Lily a su prima segunda.

….

Cuando los mejores amigos de Lily se fueron, entró Albus. Su jornada laboral ya había terminado.

Se pidió un té verde con unas pastas.

— Qué día más largo… Hoy solo hemos tenido reuniones… Menos mal que al menos estoy con Scorpius… El día es mucho más llevadero si estás con tu mejor amigo… — comentó estirando sus brazos para desperezarse.

Lily rio.

— Aquí sola también se está bien… No tengo que pelearme con nadie sobre las decisiones del negocio… Pero también tengo la compañía de los clientes… Así que no estoy sola del todo… Por cierto, ¿sabes qué día es hoy?

— Sí, tu local cumple un año. ¿Quién nos lo iba a decir que la pequeña Lily sería la emprendedora de un negocio? Enhorabuena. — sonrió. — Aunque es divertido ver como la mayoría de recetas son de la abuela Molly.

— Hay que saber aprovechar los talentos de la familia. Aunque ahora estoy probando a inventar nuevas recetas. Si salen bien, pronto podréis probarlas.

— ¡Vaya! Me tienes intrigado ahora…

— Iba a escribirte mañana para quedar. Pero me alegro que hayas venido. — sonrió la menor de los hermanos.

— Yo también tenía ganas de verte. — Albus le devolvió la sonrisa. — Scorpius no ha podido pasarse… Ahora que su padre y su abuela han vuelto a Inglaterra, quiere pasar con ellos el mayor tiempo posible.

— Dile que no se preocupe. Me alegro de que se acordara.

Desde que Narcissa enviudó, madre e hijo se pasaban los meses viajando por distintas partes del mundo. Allí no recibían malas miradas, ni susurraban a sus espaldas por haber formado parte del círculo de mortífagos de Voldemort.

— Hoy todos los clientes se llevan una galleta. — le ofreció la bandeja. — Sírvete.

Albus eligió una de chocolate.

….

La jornada estaba a punto de terminar…

Lily estaba fregando los platos, los cubiertos y los vasos en la barra. Quedaban unos pocos clientes. Se notaba que casi era la hora de cenar y la gente regresaba a casa. Si esto fuera un restaurante, empezaría a llenarse de gente; pero como era una cafetería que ofrecía desayunos, tentempiés y meriendas, casi no había clientes.

La puerta volvió a abrirse…

La menor de los hermanos Potter no habría prestado atención a la nueva clienta hasta hacer su pedido, si esta no hubiera dicho…

— Hola, Lily.

La pelirroja levantó la mirada hacia la chica que se dirigió a ella…

— ¡Roxanne!

Lily corrió hacia su prima y la abrazó.

— ¡Roxanne! — volvió a gritar mientras rodeaba con sus brazos a su prima.

La gente miró a ambas mujeres por la sorprendente de reacción de la mesera. Lily acompañó a su prima a la barra y la morena se sentó en un taburete.

Roxanne pidió un batido de fresa y un croissant pequeño. No quería comer mucho porque casi era la hora de la cena.

— No podía perderme el primer cumpleaños del local de mi prima por nada del mundo.

Lily rio y siguió lavando…

— ¿Qué ha sido de ti, Roxanne?

— Sigo viviendo en el mundo muggle… — susurró la morena. — He estado hablando con mi terapeuta y ambas estamos de acuerdo en que ya es hora de que vuelva a trabajar… que ya ha llegado la hora de seguir con mi vida…

— Es… fantástico, Roxanne. Me alegro mucho por ti.

— Creo que seguiré viviendo en el mundo muggle… Me gusta la zona donde vivo… Y el trabajo que tenía… Me quedaré ahí… Además, creo que ya ha llegado la hora de seguir con mi vida. Lo que me he hizo… — suspiró. — no lo podré olvidar jamás… pero… él está en Azkaban… y yo quiero ser la misma de antes… Bueno, mi terapeuta dice que será imposible ser la misma persona de antes, pero al menos… sacar lo mejor de mí que escondí hace mucho…

La pelirroja sonrió.

— Estoy muy feliz de oír eso… Roxanne. ¡No sabes lo feliz que me haces de oírlo! ¿Sabes que los abuelos organizarán una cena el domingo? ¿Vendrás?

Roxanne abrió los ojos. Los abuelos sí que habían contactado con ella, para comentarle sobre la comida e invitarla… Quizás meses atrás, habría rechazado la oferta… Todavía sin ser capaz de salir de casa y sin sentirse con fuerza de ver a su familia… Sobre todo, cuando no les hizo caso cuando le advirtieron sobre las intenciones de ese chico… Pero ahora sí que se sentía lista para ir…

— Me encantaría…

Lily sonrió y le ofreció la bandeja con las galletas de regalo para los clientes. Roxanne eligió una de chocolate…

….

Por la noche, Lily regresó a casa y encontró a la lechuza de los hermanos Dursley esperando en la ventana del comedor. Lily le dio unas galletas para lechuza y un poco de agua y quitó la carta de Benjamin y Kenneth Dursley de su pata. En ella la felicitaban por el primer año del local, lamentando no poder visitarla y prometiendo ir otro día.

….

Después de prepararse la cena, se sentó en el sofá a ver la televisión. Se puso una serie muggle policíaca que le gustaba mucho.

En mitad del capítulo se oyeron unos picoteos en la ventana.

Lily rodó los ojos.

Otra lechuza…

Se levantó para abrir la ventana, con más ganas de que la lechuza dejara de picotear la ventana que por recibir su correspondencia.

Después de dar agua y comida a la lechuza y echarla, se sentó y miró su correo.

Los hermanos Scamander.

Sonrió.

Abrió el sobre.

Querida, Lily

Nos alegramos de que tu preciado local ya lleva un año en funcionamiento.

Nos hubiera gustado estar ahí, pero como sabes, nos encontramos en Kenia con papá.

Pero no te preocupes. En cuanto regresemos a Londres. Tu local será uno de los primeros sitios donde iremos.

Lorcan y Lysander

Lily sonrió. Le hacía feliz que los hermanos Scamander se hubieran acordado de esa fecha tan importante, aunque estuvieran en el extranjero.

Frank, Alice y Pandora no habían podido estar hoy… por eso se pasaron unos días antes de ir de viaje…

La pelirroja vio que había otra carta dentro del sobre.

La abrió intrigada.

Querida, Lily

Me hace muy feliz que tu sueño se haya hecho realidad por 365 días. ¡A por otros 365 días más!

Estoy muy orgulloso de la persona en quien te has convertido…

Supongo que eso es lo que me enamoró de ti… A parte de tu carácter fuerte, tu tenacidad a la hora de perseguir tu sueño, entre muchas otras cosas.

El mes que viene llegaremos a Inglaterra de nuevo.

¿Te gustaría que vayamos de viaje los dos solos?

Ya elegiremos destinación cuando regrese.

Te quiere,

Lorcan

Lily sonrió enternecida…

No se esperaba que Lorcan le enviara una carta para hablarle en privado los dos solos. Por mucho que fueran novios, Lorcan siempre había sido un chico de pocas palabras…

Le vinieron mariposillas en el estómago… Sería el primer viaje que harían los dos solos… Un paso más en su relación…

Se había perdido la segunda parte del capítulo de la serie que veía. Pero ya lo vería cuando colgaran los capítulos en la web del canal. Haría maratón de la serie en su día libre.

Se levantó y fue a contestar todas las cartas que le habían enviado hoy. La primera que contestaría sería la última que había leído, la de Lorcan Scamander.


Espero que os haya gustado :)

La tercera generación es la generación de la que menos he escrito. Así que he aprovechado para meter headcanons que tengo de los personajes y sus trabajos o personalidad. Al igual que sus gustos culinarios.

Los cuatrillizos George II, Arthur II, Levin y Reginald aparecen en el último capítulo de mi fic Amor en Sortilegios Weasley que encontraréis en mi perfil. Ahí también podréis saber quién es la novia de Fred y madre de estos chicos. Par saber más de la familia materna de estos cuatrillizos, os recomiendo leer, a parte del fic antes mencionado, el fic La tragedia de la familia Selwyn y El pasado secreto, que nos hablan de la primera y segunda generación respectivamente.

Los hermanos Benjamin, Kenneth y Edelweiss aparecen brevemente en mi fic Reencuentro.

Hasta la próxima