Mangos embriagantes


Es curioso encontrarse el en esta situación, digo ¿Quién se imaginaria que el carismático, apuesto y fuerte Gojou Satoru estuviera borracho? Y todo por esa maldita apuesta por parte de Utahime, la cual jugo sucio en ese juego de póker. Fácilmente pudo haber usado sus seis ojos para descifrar las cartas de su contrincante, pero la azabache le lastimo donde más le duele: su ego.

-Tsk. Malditas brujas de Utahime y Mei Mei. – murmuró molesto él chaman y es que sus colegas continuaron en ese bar celebrando su victoria. – Desconsiderados, malos amigos no se parecen a Sugu...

Las palabras se quedaron atoradas en su garganta antes de terminar de nombrar a su mejor amigo, pero el nunca regresaría de eso estaba seguro. Odiaba cuando tomaba recordaba más que nunca sus años de estudiante, esos días donde todo eran bromas, risas e incluso sintió que tenía una vida "normal".

-Necesito algo dulce o sino vomitare en cualquier instante. – poco a poco fue acercándose al comedor donde estaba la cocina. – Maldita sea mejor hubiera buscado a alguien con quien follar que salir con mis "amigos".

Pero antes de ingresar se dio cuenta que la puerta se encontraba abierta un poco, además la luz estaba encendida dando a entender que alguien más estaba dentro. Deslizo un poco sus lentes oscuros al notar la figura femenina de una chica buscando desesperadamente algo, sin importarle que el ligero blusón celeste se alzara mostrando un poco de sus bragas llegando a estimularlo un poco a su amigo.

-¿Dónde está? Estoy segura de que lo aguarde en el refrigerador. – susurró la peliceleste buscando desesperadamente su mango. - ¡Ay! ¿Acaso alguien se lo comió?

Decía triste al darse cuenta de que la fruta había desaparecido y es que rara vez ella compraba fruta cara, ya que era demasiado conocido que en Japón las frutas eran demasiado costosas y ella no podía malgastar el dinero si deseaba ayudar a sus hermanos. Pero es que eran tantas sus ganas de comer su fruta favorita que lo compro antes de llegar al Colegio de Tokyo.

-Tonta e inútil Miwa. – tenía unas ganas enormes de llorar. – Primero haces el ridículo en el encuentro y ahora esto, seguramente soy la hechicera más patética.

Al escuchar la voz de ella reconoció de inmediato sobre quien se trataba plasmándose una sonrisa al recordar a la linda joven que solicito tomarse una fotografía con él desde su extraño color cian, sus mejillas sonrojadas, su tierna sonrisa y ese flequillo peculiar la hacía demasiado tierna y encantadora. Aunque ahora esa cara angelical no hacia demasiado contraste con el cuerpo proporcionado de Miwa-chan, podía notar a la perfección sus largas y torneadas piernas, así como su esplendoroso trasero, su pequeña cintura y estaba segura de que los pechos de ella eran de un tamaño considerable. Pero al escuchar como la chica se auto dañaba con esas palabras crueles sintió un pinchazo en el pecho, así que lentamente fue acercándose a ella quedando detrás de su espalda.

-Yo no diría eso. – susurrándole muy cerca del oído, noto como la piel de ella se erizaba. – Simplemente te hace falta un buen entrenamiento y un mentor adecuado.

Kasumi se sorprendió al escuchar una voz detrás de ella y más al identificar de quien se trataba, sorprendida se dio la vuelta mirando frente a ella a nada más ni nada menos que el gran Gojou Satoru.

-G-Gojou-sensei. – grito sorprendido y al notar como estaba vestida se sonrojo demasiado. – L-Lo siento si moleste, es que no encuentro algo que deje en el refrigerador.

-Eso era obvio. – respondió divertido, agradecía internamente haberse acomodado los lentes antes sino la joven saldría corriendo ante su análisis. – Incluso parecía que te estabas divirtiendo. ¿Qué estabas buscando alcohol?

Soltó sin más, aunque la apariencia de Miwa no era de una joven interesada en el alcohol, pero como él ha aprendido con el tiempo las apariencias engañan además su sensei era la borracha de Utahime y las compañeras de la joven no eran precisamente un ejemplo para seguir.

-No me gusta el alcohol, su olor me es desagradable. – se apresuró. - Lo que buscaba era un...mango que deje en el refrigerador.

El tono afectado por haber perdido su fruta era palpable, más al recordar las palabras de Maki hacia ella y como aclaro en el combate que se encontraba en este mundo de locos por sus hermanos.

-Mmm...recuerdo haber visto un mango un poco golpeado y después ser devorado por Zenin Mai. – puso sus dedos bajo su barbilla. – Incluso pensé que no servía, pero en cuanto vi como lo estaba devorado deduje que solo era su aspecto... ¿de ese mango te referías?

-Si. – decía afligida. – Pero...a Mai-san no le gustan los mangos.

-Pues déjame decirte que para alguien que no le gustan los mangos, lo disfruto bastante.

Su tono de voz divertido se detuvo al ver el estado deprimente de Miwa Kasumi, comprendiendo que la joven realmente deseaba comerse esa fruta y sus compañeros eran tan insensibles con ella que se lo comieron, aunque...el también solía ser así en su tiempo de estudiante. Entonces recordó un postre de mango que Ijichi le había traído como obsequio de un cliente, solo que este lo guardo en el refrigerador que estaba en su habitación, pero sabía que llevar a una estudiante a su dormitorio era peligroso y estaba dentro de sus límites como profesor incluso a alguien como él.

-Entonces creo que me iré a dormir. – con una sonrisa triste Kasumi se disponía a retirarse. – Buenas noches, Gojou-sensei.

-Realmente querías comerte ese mango, ¿verdad? – la detuvo tomándola de la mano.

Dicha acción hizo que el rostro de Miwa se tornara rosa, pareciéndole demasiado adorable al mayor.

-Si, es que usualmente no compro fruta porque es muy cara. – recordó a sus hermanos. – Por eso suelo escogerla con detalles, ya que así es más barata y me permite ahorrar para ayudar a mis hermanos y a mí.

-"Ella es una buena persona, procura el bienestar de sus hermanos porque son pobres". – nuevamente el peliblanco recordó las palabras de su alumna, entonces decidió algo. – Entonces ven conmigo tengo un postre de mango que estoy seguro de que te encantara.

La sonrisa junto con la agradable compañía de Gojou-sensei hizo sonrojar a Kasumi y más al reafirmar sus sospechas de que el hombre no era una mala persona que todo el mundo pensaba, además pocas oportunidades como esta no se le presentarían nuevamente.

-Está bien Gojou-sensei, muchas gracias.

Las palabras llenas de sinceridad y agradecimiento además de esa sonrisa desinteresada de Miwa hicieron que ahora las mejillas del hombre se sonrojaran, porque después de mucho tiempo volvió a sentir algo cálido en su pecho. Así que entrelazando su mano con la de ella los transporto a su habitación, cosa que era sorprendente porque esta era la segunda vez utilizaba estando ebrio.

-¿D-Donde estamos? – pregunto nerviosa Kasumi colocando sus brazos sobre su pecho como escudo, sin darse cuenta de que hacía más notorios sus pechos.

-En mi habitación. – decía divertido, pero camino como si nada a su refrigerador para buscar el dichoso postre y cuando lo encontró sonrió. - ¡Aquí esta!

Decía mientras alzaba el postre mostrando una sonrisa "tranquilizadora" a la chica para que sus nervios desaparecieran o al menos disminuyeran un poco como en estos momentos, Satoru pudo jurar que noto un destello en los ojos azules de Kasumi y una sonrisa adornaba su sonrojado rostro.

-Anda ven siéntate. –golpeando suavemente su cama porque quería que los nervios de Miwa desaparecieran por estar en su habitación. – Bon apetite Kasumi-chan.

Dudosa de acercarse Kasumi fue lentamente hasta sentarse unos centímetros lejos del hombre y al ver la forma divertida y despreocupada en que el hombre se mostraba Miwa entendió que eran ideas suyas, ya que era poco probable que alguien como Gojou Satoru fuera a fijarse en ella.

-Muchas gracias, Gojou-sensei. – y sin decir más la joven probo el postre, abriendo desmesuradamente sus ojos. - ¡Esta delicioso!

La sonrisa de Satoru se amplió al ver las expresiones llenas de felicidad e infantiles de Miwa, dándose cuenta de que en ese mundo aun existían personas demasiado cuerdas y de buenos sentimientos, provocando que inconscientemente la imagen de Suguru y Yu antes de toda esta catástrofe apareciera en su mente.

-Me alegra que te guste, Kasumi. – apoyo su mano en su rodilla observándola, pero alzo las cejas sorprendido al ver como ella le extendía una cucharada del postre.

-Es demasiado para mi sola, así que usted también debería de comer un poco.

Sabía que la petición de la joven fue demasiado para ella, porque era notoria la atracción y admiración que sentía hacia él llegando a inflarle su ego. Ademas de que algo muy dentro de él recordó que era un hombre atractivo y podía llamar la atención de una chica once años más joven que él.

-Está bien, aceptare, pero...con una condición. – soltó divertido desconcertando a Miwa. – Que aceptes no hablarme de usted, me hace sentir demasiado viejo ¿de acuerdo Kasumi-chan?

Aquello hizo que ahora el rostro de Kasumi se tornara rojo como un tomate, haciéndola recordar en un sueño subido de tono que tuvo cuando conoció al chamán más fuerte. Aunque...sentía mucho calor en su cuerpo, y estaba segura de que no solo era por la presencia de Gojou Satoru.

-Está bien lo intentare. – así que sin perder más el tiempo el peliblanco comenzó a comerse ese postre con la destacada estudiante de Utahime.

Pero lo más extraño de todo fue que, así como Miwa sintió demasiado calor en su cuerpo el hombre también, incluidos unos mareos recordándole que el único motivo de sentirse así sería...

-Creo que lo llama Ijichi-san.

La voz de Kasumi hizo que mirara el aparato que estaba en la cama, arrugo el entrecejo al recordar la ronda tan exigente de alcohol que esos idiotas aún estaban consumiendo, siendo solamente Nanami y Shoko los que más toleraban la bebida. Suspiro derrotado tomo su celular, para salir de la habitación mareándose un poco en el transcurso y cuando por fin estaba afuera respondió la tercera llamada.

-Bueno, ¿Qué demonios quieres Ijichi? – no deseaba ser divertido con el asistente sino quería nuevamente ser aquel adolescente que expresaba lo que sentía. - ¿Acaso esos traidores te mandaron para saber cómo estoy?

El pelinegro detrás de la línea trago grueso al notar cierto resentimiento de Gojou-san, pero esperaba que al menos con lo que le diría no permanecería así o que no fuera demasiado tarde.

-L-Lo siento Gojou-san. – Satoru volteo los ojos al escuchar su patética disculpa. – Na-Nanami-san me dijo que investigara que se encontrara bien.

-¡Vaya que considerados! Pero no se preocupen unas cuantas copas no me hacen daño, puedo controlarle no por nada ¡Soy el gran Gojou Satoru!

El asistente respiro un poco más tranquilo, pero...

-S-Si eso sabemos, Gojou-san…por cierto... ¿ya se comió el postre que le di de ese cliente?

Al escuchar eso Satoru miro extraño su celular como lo hubiera hecho si el asistente se encontrara ahí.

-Si lo recuerdo... ¿porque quieres saber eso? – sospechaba que ese postre sería demasiado peculiar no solo por esa estudiante sino...- Habla de una maldita vez, Ijichi o si no te juro que iré y te golpeare.

El hombre trago grueso porque estaba seguro de que el chaman no solo advertía, sino que cumplía siempre sus juramentos y promesas.

-B-Bueno al parecer Mei-san quiso jugarle una broma y.…bueno...ella le agrego...

Satoru aún más sorprendido dejo de conectar sus ideas al escuchar Mei Mei y postre para concentrarse en pensar únicamente en: Miwa Kasumi.

-¡¿Qué MIERDA LE HECHO ESA LOCA AL POSTRE IJICHI?! – el grito estremeció al pelinegro. – Ijichi...

-Ella le agrego una ligera botella de alcohol, para que fuera un tipo de postre de mango envinado. Yo...lo siento...yo...

-Ijichi eres un idiota. – y sin dejarlo terminar colgó el teléfono.

El peliblanco abrió la puerta de su habitación para encontrarse con la escena de Miwa Kasumi devorando la última cucharada de ese postre mientras estaba sentada en medio de su cama, sus mejillas rosas, sus ojos somnolientos y el blusón había subido mostrando aún más sus blancas piernas además de que uno de los tirantes se deslizo resaltando el tamaño considerado de sus pechos. Llegando inconscientemente a excitarlo de sobremanera el paisaje.

-Go-Gojou-sensei... ¿su-sucede algo?

No se debía ser un genio para detectar que Kasumi estaba borracha, lo más lógico sería llevar a la joven a su habitación para que no hubiera más malentendidos y no salir perjudicados, así que continuo dirigirse hacia la chica, pero dio un mal paso porque le gustara o no también se encontraba un poco ebrio.

-¡Gojou-sensei!

Al ver como el peliblanco iba a caerse Miwa se levantó para ayudarle, pero al parecer el piso se seguía moviendo un poco llegando a marearla y en lugar de ayudar al sensei este término en sostenerla. Terminando ambos en la cama de la habitación quedando Satoru arriba de la joven, percibiendo más de cerca el olor de ella, así como notar lo sumamente hermosa que era ante sus ojos Miwa Kasumi.

-Y-Yo lo siento sensei...solo quería ayudarlo, pero el piso se movió de pronto y...

Detuvo sus palabras al sentir como Gojou-sensei acomodaba sus mechones detrás de su oreja observándola fijamente, notando más de cerca las hermosas tonalidades de sus ojos cielo.

-Eres muy bonita, Kasumi-chan. – acerco más su rostro al de ella. – La más bonita de todas.

Dejándose llevar por el calor del momento Miwa cerró los ojos esperando que el hombre tomara la iniciativa, cosa que no tardo mucho porque Gojou al notar lo expectante que estaba la joven en querer besarlo hizo que su ego y libido incrementara. Sonrió internamente al sentir como la piel de Kasumi se erizaba ante su toque, fue besándola lentamente temiendo de asustarla, pero a medida que sentía como le correspondía fue incrementando el beso y al tocar la pierna de Kasumi gano un gemido de su parte permitiéndole ingresar su lengua.

-Gojou-sensei...

Gimió la joven al separarse del hombre pensando que esto era un sueño, uno demasiado subido de tono porque era realista y sabía que alguien como ella nunca llamaría la atención del chaman más fuerte así que dejándose llevar poso nuevamente sus labios y abriéndolos un poco para que nuevamente su lengua jugara con la del peliblanco.

Satoru no podía estar más que feliz, si reconocía que había cruzado la línea o los límites que incluso el "respetaba" pero teniendo ahí en su habitación tendida en su cama y más que dispuesta a Miwa Kasumi aquella joven que lo admiraba y adoraba nada le impedía a cumplirle la fantasía de estar con su ídolo a seguir.

-¿Quieres continuar, Kasumi? – dijo seductoramente mordiendo la oreja de ella.

En cambio, Miwa pensaba que, si esto era un sueño, debía de aprovecharlo al máximo a fin de cuentas nadie sabía de su admiración hacia el chaman más fuerte o bueno eso quería pensar. Al ver la indecisión en los ojos de Kasumi, Gojou se dio cuenta que no podía forzarla a nada además él no era de los hombres que tomaba a la fuerza a una mujer, sin embargo, unas tímidas manos que comenzaron a desabrocharle la camisa le advirtieron que...

-No soy muy buena en esto...- susurro la joven, pero Satoru pudo escucharla perfectamente. – Y-Yo...si quiero continuar Gojou-sensei.

Sabía que esas palabras dirigidas hacia él eran muy difíciles para Kasumi-chan, así que sonrió con empatía y tomándola del mentón vio muchas mezclas de sentimientos en sus grandes ojos azules.

-No debes de tener miedo, Kasumi-chan cuidare de ti, así como tu cuidaras de mi ¿Qué te parece?

La forma juguetona e infantil en que el hombre decía las cosas hicieron que Miwa asintiera un poco más tranquila sabía de antemano que Gojou Satoru era un hombre experimentado en el ámbito del sexo en cambio ella, bueno...digamos que nunca es tarde para aprender ¿verdad?

-Gojou-sensei, por favor continue. – la tierna sonrisa de Kasumi y tranquilidad del aura de ella inconscientemente lo hicieron recordar a alguien.

Aunque obviamente los sentimientos eran distintos a los que esa joven despertaba en él, mientras que para Miwa era admiración e idolatra miento para Gojou, Miwa Kasumi significaba el deseo. Fue deslizando los tirantes del blusón celeste, mientras guiaba un camino de besos por el cuello de Miwa hasta el nacimiento de sus senos.

-Alza tus manos kasumi. – la ojiazul asintió observando como rápidamente Gojou retiraba su comisión quedando solo en bragas, arrugo un poco el entrecejo haciendo que él lo notara. - ¿Pasa algo?

-No es justo. – hizo un puchero encantador. – Yo estoy prácticamente desnuda y usted...

Kasumi se quedo anonadada al ver como Gojou se desprendía de su ropa desde su camisa celeste cara hasta sus pantalones, quedando solamente en ropa interior mostrándole a la joven el cuerpo bien trabajado de él. Sonrió soberbio al ver como Kasumi no despegaba sus ojos desde sus pectorales bajando lentamente hasta detenerse en sus bóxer el cual resaltaba cierta parte de su anatomía, le enterneció ver como Miwa aparto la mirada sonrojada, aunque ese pudor pronto quedara en segundo plano cuando logre que ella suplique para que la folle.

-Con esto estamos a mano. – soltó divertido mientras volvía a besarla con mas necesidad. – Hare que no te arrepientas de lo que sucederá esta noche, Kasumi.

Nuevamente la mente de Kasumi se había perdido en algún lugar del espacio, tanto fue que no percibió cuando Satoru la recostaba nuevamente en la cama colocándose sobre ella y dejando un espacio entre sus piernas.

-Solo déjate llevar...- fue todo lo que dijo Gojou antes de volver a besarla de forma más demandante.

Hasta que poco a poco fue bajando por el cuello de Miwa dejando un camino de marcas y cuando se detuvo en el nacimiento de sus pechos, se mantuvo observándolos cosa que avergonzaba a Kasumi y al conectar sus ojos con los del hombre, Satoru tomo uno de sus senos para amamantarse mientras el otro estimulaba su pezón provocando que apartara la mirada al comenzar a gemir a medida que las caricias del peliblanco todo siendo observado por este que mantuvo su mirada fija en cada reacción de Kasumi. Entonces decidió, ¿Por qué no ponerle mas empeño a la joven? Según escucho Miwa era una excelente estudiante.

Gojou tomo la mano de Miwa dirigiéndola hacia su miembro, pudo sentir como la piel de ella se erizaba ante lo desconocido y él por sentir la fría mano de ella en su parte.

-Shhh... tranquila. – acerco sus labios al oído de ella mordiéndolo suavemente. – Dime Kasumi, ¿eres buena aprendiz?

La boca de ella se abría y cerraba sin emitir palabra alguna, ya que se encontraba un consternada en la parte donde estaba su mano.

-S-Si, bueno si me esfuerzo puedo hacer cualquier cosa bien. – respondió con inocencia, ampliando la sonrisa de su mentor.

-Excelente. – la respuesta provoco que ampliara su sonrisa. – Entonces harás lo que yo diga, ¿de acuerdo?

La sonrisa perfecta del hombre hipnotizo a Miwa haciendo en automático que asintiera, entonces percibió como la mano del sensei se colocaba sobre la suya que sostenía aun su miembro. La chica fue detallando la forma de este, desde la base hasta su punta cuestionándose ¿Cómo entraría eso en ella? Ya que ni siquiera la grande mano del peliblanco era capaz de abarcar su pene, Gojou comenzó a gemir al sentir como Miwa iba aprendiendo como tocarlo.

La mano de ella subía y bajaba de manera lenta pero firme, como si deseara saber con detenimiento la forma de su miembro. Entonces sin perder tiempo el se dispuso en succionar el pecho izquierdo de Kasumi mientras el otro lo masajeaba; sus acciones también lograron que Miwa gimiera mas fuerte porque podía escuchar los sonidos que hacia Gojou con sus senos y como la lengua de este se enroscaba en su pecho. Así que Miwa pensó, si esto era un sueño debía de vivirlo como se debe.

-Satoru-san. – la voz de Kasumi detuvo los besos de Gojou apartando su mira de los senos a sus ojos. – Podría por favor recostarse en la cama.

-¿Quieres estar arriba? – pregunto divertido mas al ver como el sonrojo de Kasumi incrementaba y asentía, ocultando su flequillo sus ojos. – De acuerdo esta bien.

Satoru tomo las caderas de Kasumi y sin previo aviso giro sus cuerpos para que ella quedara arriba de él mostrándole en todo su esplendor el hermoso cuerpo que portaba por los entrenamientos que hacía, ahora esperaba expectante lo que haría ella. Pero no se demoro mucho en llegar su respuesta ya que Miwa bajo para besarlo nuevamente de manera mas necesitada introduciendo su lengua en su boca.

Cuando tuvieron que separarse Satoru pudo distinguir el pequeño hilo de saliva que escurría en la comisura de los labios de Kasumi, pero cerro los ojos al sentir los labios de ella en su cuello bajando lentamente hasta sus pectorales mientras las manos de ella tocaban su estomago e inconscientemente el comenzó a mover un poco sus caderas ya que al tener ella sus piernas abiertas dejaba su zona intima expuesta; Kasumi beso con determinación cada parte del pecho del sensei incluso su lengua jugo un poco con la tetilla de Gojou tal cual hizo con ella.

-Eres maravillosa Kasumi. – gimió feliz Gojou ante los avances que estaba teniendo la chica, pero el siguiente paso por parte de ella no se lo esperaba.

Kasumi sonrió ante las palabras de Satoru, así que mas decidida fue bajando la ropa interior de este sorprendiéndose del tamaño y grosor del miembro del gran Gojou Satoru. Ella no sabía si su imaginación estaba jugándole una mala pasada con este sueño o ella ya era una pervertida, porque no creía que existiera un pene así de...

-Si sigues observándome así harás que me de vergüenza. – al escuchar el tono divertido del peliblanco Kasumi dirigió su mirada a los ojos llenos de deseo del Gojou.

Y es que el hombre dentro o fuera de sus sueños era perfecto, incluso esa sonrisa socarrona que tenia mientras sus brazos estaban detrás de su nuca esperando recostado en la amplia cama lo que ella le haría.

-¿Sabes como hacerlo? – pregunto al recordar que Kasumi era virgen. – Si quieres puedo decirte como...

-Si se como se hace. – respondió haciendo que Gojou abriera sus ojos sorprendido, pero ella volvió a hablar rápido al suponer que el pensaría que antes había hecho eso. – Mai y Momo me mostraron una vez un video, y... - la forma burlona en que Satoru la estaba mirando le indicaba que era mejor callarse.

Cosa que era cierta Gojou quería estar a carcajadas ante la forma tan inocente en que Kasumi estaba diciendo como había descubierto el sexo oral, era como una pequeña esponjita la cual absorbía todo con ver o estudiarlo.

-"Por primera vez estaré de acuerdo en algo con Utahime, Kasumi-chan es un estuche de monerías". – sonrió soberbio al ver como Kasumi tomaba con cuidado su pene para no lastimarlo.

Kasumi beso la punta de este para después lamer de arriba hacia abajo, deslizando la punta de su lengua hasta la punta donde goteaba como vio en ese video, sentía sus mejillas rojas y su cuerpo demasiado caliente. Le dio una rápida mirada a Gojou observando que este hecho su cabeza hacia atrás junto a un gruñido. Cuando Satoru la vio no pudo evitar compararla con un gatito demasiado lindo y que por toda la noche de hoy seria suya; acaricio la cabeza de ella motivándola para que ingresara su miembro en su boca y al parecer ella lo entendió perfecto porque Kasumi lo tomo profundamente.

-Buena niña. – gimió Satoru, al sentir como su pene pasaba por la garganta de Miwa y ella rápidamente se retrae, pero sin sacarlo por completo. – Con cuidado.

La joven no podía creer lo que estaba haciendo sentir el peso del miembro de Satoru en sus labios, su dureza y su grosor era...maravilloso; su cuerpo ardió al darse cuenta cuanto había deseado estar así con su ídolo. Los ojos cielo de Satoru miraban embelesado al verla subir y bajar sobre él, haciendo desaparecer su miembro dentro de su boca, logrando que colocara su mano en la cabeza de Miwa haciéndola bajar más. Se sintió llegar a su garganta y eso le arranco un profundo gemido, mas placer, Kasumi tuvo arcadas, pero volvió hacerlo.

-Eres maravillosa Kasumi-chan. – Gojou se dio cuenta cuan perverso podía ser su deseo reprimido con esa chica. – Métetelo todo a la boca. – suplico mientras encajaba sus dedos en el cabello cian.

Kasumi al escuchar su petición lo hizo y él gruño echando su cabeza hacia abajo mientras cerra los ojos disfrutándolo, bastarían un par de movimientos mas por parte de ambos para que explotara dentro de la boca de Miwa y por mas que deseara Gojou retirarse la sensación que estaba sintiendo con Kasumi era inimaginable tanto que por fin se corrió dentro de la boca de ella.

Mientras tanto ella se sorprendía al probar por primera vez el semen espeso y que resbalara por su garganta llenando su boca con su sabor que extrañamente no sabia amargo como le comento Momo o Mai sino que era dulce comparándolo incluso con el postre que ambos habían comido; poco a poco fue retirando su boca, sentía su parte intima demasiado húmeda y caliente.

-Ven yo te limpio cariño. – dijo Satoru incorporándose mientras tomaba su camisa del piso para limpiar los rastros de semen que aun tenia el rostro de Kasumi. – Creo que los rumores de que eres una alumna increíble eran ciertos, Kasumi.

-¿Lo hice bien? – cuestiono con una inocencia que a Gojou encendía cada parte de su ser incluso estaba seguro de que su pena volvió a levantarse al escucharla.

-Por supuesto, me atrevo a decir que has sido mi mejor oral. – rápido Satoru coloco a la joven debajo de su cuerpo y con una sonrisa perversa dijo. – Creo que ahora me corresponde a mi devolverte el favor.

Antes de Kasumi respondiera Satoru beso sus labios con hambre, donde apenas podía seguirle el ritmo, descubriendo ella que comenzaba a gustarle la rudeza de sus caricias, pero con un extraño tinte de no lastimarla. Jadeando todavía Gojou fue bajando sus besos a su cuello repartiendo a la vez una que otra mordida que era recompensada lamiendo la zona, sonriendo soberbio mientras escuchaba a Miwa. Cuando llego al nacimiento de sus pechos los observo detenidamente, pudo distinguir que sus pezones estaban erizados, mojo con su saliva dos de sus dedos para pellizcar su seno derecho mientras que con su boca lamia el pezón izquierdo para después morderlo sin hacerle daño.

-Ahh, S-Satoru-san. – Miwa coloco sus manos en el sedoso cabello del hombre cuando sintió como mordía ligeramente sus pechos y sentía un poco de frio por la saliva de este. – Satoru...

Cuando pensó que era suficiente atención a los pechos de Miwa sus caricias fueron bajando hasta el vientre plano de ella ganándose una que otra cosquilla por parte de ella hasta que se detuvo en el inicio de sus bragas, sonrió ladinamente al observar como se encontraban demasiado húmedas y sin miramientos fue deslizando la prenda. A estas alturas del partido el pudor de Kasumi estaba en otro lado, por eso permitió que Satoru retirara su última prenda así como ella lo hizo quedando ambos completamente desnudos y por instinto su mirada nublada quiso encontrarse con la de él, pero grave error. El peliblanco miraba con una sonrisa pervertida su zona intima, para luego observarla mientras llevaba dos de sus dedos a su boca para lamerlos seductoramente y cuando estos tenían saliva suficiente los ingreso sin miramientos.

-¡Ah! – su gemido fue una mezcla de placer y dolor, ya que a comparación de sus dedos los de Gojou eran extremadamente largos.

Gojou separo los labios inferiores con sus dedos para después frotar su clítoris provocando mas gemidos y causando que su ingle comenzara a excitarse de nuevo al escucharla. Amplio su sonrisa al ver que sus caricias dejaron de ser incomodas para ella, logrando que Kasumi abriera mas sus piernas y sin dudarlo comenzó a lamer su vagina.

-Satoru-san. – gime necesitada Miwa agarrando con fuerza la almohada que estaba debajo de su cabeza.

Pero el ya no la escucha sigue lamiendo, chupando y mordisqueando, abriendo su sexo para cuando entrara en ella y que no fuera doloroso. Necesitaba lubricar a Kasumi lo mas que podía para no lastimarla, las caderas de Miwa se contraen indicándole que pronto llegaría a tan ansiado orgasmo, pero él no quería que se corriera en su boca sino cuando estuviera haciéndola suya. Levanto su cuerpo colocando su sexo mas cerca al de Kasumi, mientras ella abrió sus ojos nublados por el placer insatisfecha, pero al ver como Satoru colocaba su pene a su entrada le indicaba que él pronto entraría en ella.

-Voy a entrar Kasumi. – toco la mejilla delicada de ella. – Tratare de ser gentil.

¿Tratara de ser gentil? ¿Qué significaba eso? Pero cuando su entrada fue abriéndose poco a poco, sin embargo, hubo una ligera presión y una pelea, que obviamente perdería su zona intima abriéndose mas a Gojou hasta que a cierto punto comenzó hacerse dolorosa cuando empujaba mas adentro.

-Tal como pensé Kasumi-chan es muy pequeña y estrecha. – murmuro pensando que solo lo había escuchado él. – Por lo que veo no hay remedio, Kasumi-chan. – la joven que tenia una expresión de incomodidad lo miro y sin mas miramientos dijo. – Lo siento, trate de controlarme lo mejor posible.

Miwa no entendió al principio, pero de pronto sintió como el miembro del sensei ingresaba por completo en ella.

-¡AHHH! – por instinto Kasumi abrazo con sus piernas la cadera de Satoru y encajaba sus uñas a la ancha espalda de este. – Satoru-san...por favor...es demasiado...

Satoru sintió tristeza al escuchar la voz de Kasumi quebrarse por el dolor que estaba sintiendo ahorita y que no podía compararse con los rasguños que ella le regalo incluso estaba seguro que tenia un poco de sangre en su espalda. Cuando sus labios quedaron cerca de los de Miwa la beso cuidadosamente, necesitaba que ella se acostumbrara a él.

-Lo sé, pronto pasara cariño. – decía entre besos y fue moviéndose un poco. – Te prometo que sentirás un placer indescriptible. – acomodo con delicadeza el flequillo de ella. - ¿confías en mí?

La joven noto preocupación en los ojos de su Gojou, además ella sabía que dolería demasiado mas con los relatos que escuchaba de la primera vez. Donde incluso Momo le dijo que su primer novio solo la metió y ni siquiera le regalo orgasmo o la preparo, en cambio Satoru fue cuidadoso con sus caricias.

-S-Si. – nuevamente el comenzó a moverse. – Por favor se cuidadoso.

Enternecido por la expresión de la joven, asintió y fue moviendo sus caderas a un ritmo lento incluso delicado, extraño viniendo de alguien como él. Su ojos fueron memorizando cada una de las expresiones de Kasumi, desde sus cejas alzadas hacia arriba, sus mejillas sonrojadas, como su cabello se pegaba a su cuerpo sudoroso, sus senos moviéndose a su ritmo y por ultimo los exquisitos gemidos que fueron cambiando a medida que iba incrementando las embestidas.

-¿Aun te duele? – Kasumi negó. – Entonces me moveré más rápido.

Sin esperar respuesta levanto su cuerpo sin romper la unión de ambos, dando embistes más rápidos y certeros a Kasumi, la cual se aferraba a las sábanas. La chica por instinto dirigió su mirada a la unión de ambos sorprendiéndose como el grande miembro de Satoru se perdía en su pequeña parte.

-¿Te gusta? – Miwa asintió mientras gemía mas fuerte, pero esa respuesta no complació a Gojo, porque de pronto detuvo sus embistes logrando que Kasumi lo viera desorientada. – No me moveré hasta que me digas que te gusta.

La forma burlona en que dijo eso le indicaba a Kasumi que decía la verdad, ella deseaba que continuara el dolor fue sustituido por un placer que nunca creyó sentir al menos no en un sueño, además que más daba pronto despertaría y solo se quedaría en su memoria.

-Me gusta. – respondió sin titubear, mientras enderezaba su cuerpo. – Por favor sigue Satoru-sensei. – tomo el rostro del hombre y muy cerca de sus labios dijo unas palabras que romperían con la poca cordura que le quedaba al hombre. – Por favor continua follandome duro, todo lo que quieras.

La mente de Gojou se desconecto con el razonamiento cuando escucho a Kasumi, así que sin dudarlo empujo el cuerpo de ella a la cama para continuar embistiéndola tomo una pantorrilla de Miwa para colocarla en su hombro y abrirla mas a él de hacerla sentir su pene mas adentro de ella si eso fuera posible.

-Si Kasumi-chan quiere follar toda la noche. – dio una estocada más fuerte ganándose un gemido. – Entonces le cumpliré el deseo a Kasumi-chan.

Las caricias junto a sus movimientos fueron mas salvajes incluso quedaban marcas en ambos cuerpos, resaltando sobre todo en la piel blanca de Miwa. Rápidamente sintió como algo quería explotar en su vientre entendiendo perfecto que era incluso Satoru, quien continuo hasta no sentir como su miembro era apretado y junto con Kasumi se corrió dentro de ella. El reciente orgasmo hizo que la respiración de Miwa se controlara un poco, todo fue maravilloso algo desenfrenada pero maravilloso. Cerro los ojos pensando que pronto despertaría de ese sueño, pero en lugar de eso sintió como era volteada boca abajo.

-Satoru-san, ¿Qué sucede? – cuestiono al sentir como el miembro del peliblanco estaba cerca de su otra zona.

-No creerás que eso seria todo, ¿o si Kasumi? – dijo roncamente besando su hombro y repartiendo besos en su delgada espalda. – Esto cariño, solo es el comienzo de nuestra faena de sexo.

-Pero...pronto despertare. – dijo convencida. - Por qué esto es un sueño, ¿no?

Cuando sintió como sus manos eran entrelazadas con las grandes del hombre y como este reía, entendió que todo esto era real.

-No. – dijo en tono cantarín recargando su mentón en el hombro de ella. – Esto que acabamos de vivir, es tan real como esto cariño. – decía mientras su miembro ingresaba nuevamente en ella, provocando que gimiera gustosa. – Ahora tu eres completamente mía cariño.

Avergonzada Miwa iba a irse, pero al sentir como nuevamente Satoru ingresaba en ella y comenzaba a moverse de nuevo, todo pensamiento de escape desapareció porque además comenzó a tocar su clítoris justo donde el placer incrementaba.

-Mas, por favor más. – sin pudor el cuerpo de Kasumi comenzó a traicionarla al sentir cada vez mas profundas los embistes. – Satoru, Satoru...

Escuchar pidiendo mas elevaba su ego y al ver como su trasero temblaba ante sus embistes una idea cruzo por su mente, si Kasumi lo adoraba ¿Por qué no regalarle a la joven todas sus primeras veces? Dándose cuenta de que Miwa aún se encontraba sumergida en el placer que su miembro y dedos le estaban dando decidió sacarlo ante un gemido insatisfactorio de ella, donde reojo lo miro con un puchero.

-Descuida esto también te gustara.

La joven no entendía todo era muy confuso, pero su cuerpo le dictaba que deseaba mas caricias del hechicero mas fuerte, sentirse amada y experimentar el placer de sentirse mujer. Cosa que las caricias del hombre estaban logrando, hasta que de pronto Kasumi sintió como el miembro de Gojou se dirigía a otra zona mas estrecha. Justo cuando a cuestionarle sus dedos se movían más rápido en su entrada distrayéndola, cosa que aprovecho Gojou y poco a poco fue ingresando la punta de su miembro en el trasero de Kasumi la sintió tensarse, por eso mismo comenzó a llenar su espalda de besos.

-Relaja tu cuerpo. – decía en un tono ronco demasiado seductor.

-Pero...- apretó las sábanas al sentir que ingresaba mas y gimió. – Debemos de descansar... mañana tenemos un partido y.…ah.

-No te preocupes por eso, yo te cuidare. – rio. – Siempre estaré ahí para cuidarte.

Miwa asintió y de pronto nuevamente sentía toda la hombría del hechicero dentro de ella, aunque ahora en su trasero, pensando que Satoru se cansara dejándola tranquila por lo que restaba de la noche... que equivocada estaba.

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Los fuertes golpes a su puerta, hicieron que su cabeza comenzara a dolerle pero no solamente eso le dolía.

-¡MIWAAAAA! – escucho los gritos de Momo detrás de la puerta, arrugo el entrecejo.

-Te dije que estaba dormida, seguramente se durmió hasta tarde viendo ese tonto dorama. – ahora fue el turno de Mai en hablar. – Lo que me sorprende es que aun no nos responda.

-Utahime-sensei nos matara, pronto comenzara el partido.

Y como si sus cables comenzaran a conectarse, ahora era su partido amistoso con sus compañeros de Tokyo y según lo escuchado por sus amigas pronto comenzaría. Rápido se incorporo de su cama, pero en eso sintió malestar en su zona intima y su trasero, sin entender el porque hasta que la brisa del aire de esa mañana provoco que sus pezones se erizaran dándose cuenta de que estaba completamente desnuda y de pronto todas las imágenes con Gojou-sensei aparecieron como película desde su casual encuentro hasta las veces en que ambos llegaron al orgasmo.

-Por kamisama, ¿Qué hice? – toco su rostro. - ¿ahora como lo vera a la cara?

-¿Aún no están listas? Ya debemos de estar en el campo

La voz de Utahime la trajo a la realidad.

-Si, pero al parecer Miwa aun no esta lista. – comento Momo.

Del otro lado de la puerta la expresión de sorpresa de Utahime-sensei era notoria, ¿Cómo su alumna más aplicada se había quedado dormida?

-Por favor vayan con los demás, díganles que tuvimos un inconveniente y que pronto iremos.

Tanto Momo como Mai se miraron y se encogieron de hombros para después acatar la orden de su superior.

-Miwa. – ahora fue el turno de la pelinegra en tocar la puerta. - ¿Estas despierta, Miwa?

-S-SI. – escucho a la joven extrañada en que tartamudeara. – En 10 minutos estaré lista, por favor adelántese.

-De acuerdo, pero no tardes porque no tengo humor de soportar al idiota de Gojou.

Sin mas la sensei se fue del lugar echando humo al imaginar a ese imbécil comenzando en molestarla, sin pensar que sus palabras provocaran un efecto contrario a su alumna que se encontraba en estos momento viendo las marcas de su cuerpo y sin pensarlo fue trazando cada parte que el hombre beso, lamio y mordisqueo.

-¡Tonta, tonta Miwa! Se va a hacer mas tarde. – sin mas contratiempos se fue arreglar, ya que se autoconvenció de que seguramente lo que para ella fue especial en Gojou Satoru simplemente fue una aventura más.

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Lo que no sabia la chica es que en esos mismos momentos Gojou no podía sacarla de sus pensamientos rememorando cada caricia, expresión y ni que decir de los orgasmos que ella le regalo.

-Por lo que veo hoy estas de mejor humor. – dijo Ieri mientras tiraba de su cigarro antes de que llegara Utahime. – Pensé que estarías molesto con nosotros.

Gojou deslizo sus lentes para mirar a su mejor amiga, pero... ¿qué le diría? ¿Qué se tiro a la perfecta alumna de su colega? ¿Qué Miwa Kasumi hasta el momento ha sido la mejor de sus amantes? O que simplemente deseaba repetir con la chica lo que vivieron esa noche.

-¿Por qué debería enojarme por pequeñeces, Shoko? – soltó divertido mientras se levantaba de su asiento al ver como Utahime se reunía con sus alumnos, pero no vio a cierta chica. – Aunque no lo creas ya no soy un crio.

-No, pero sigues siendo el mismo ególatra y rencoroso de siempre. – dijo buscando algo sospecho en el rostro de su amigo. – Ni siquiera le reclamaste a Mei o Ijichi sobre ese pastel.

-No le vi importancia. – se encogió de hombros. – Ademas ya somos adultos, ¿no?

De repente el motivo de su buen humor llego, Satoru sonrió al ver la forma de caminar de Kasumi. Pero no solo eso, sino que el uniforme deportivo de ella tenia un cuello de tortuga y unas medias; vio como se disculpaba con sus compañeros prometiéndoles seguramente que no volvería a pasar.

-"Si supiera que pronto aquello por lo que se quedo dormida pasara nuevamente". – sonrió internamente. - ¡BUENO ES HORA DE COMENZAR EL PARTIDO!

Aplaudió mientras caminaba al campo de beisbol, sintiendo como el cuerpo de Miwa se erizo cuando paso a su lado.

-Muy bien, como somos amistosos con nuestros compañeros de Kyoto dejaremos que ellos comiencen. – soltó divertido. – Utahime, ¿Quién de tus alumnos comenzara a batear?

La pelinegra arrugo el entrecejo ante el tono burlón de ese idiota, pero se borro al visualizar como Shoko la saludaba del otro extremo.

-Que sea Miwa, ella llego tarde. – soltó Mai no queriendo comenzar con ese partido. – Ademas es la única que conoce este tonto juego.

-Muy bien comienzas tu Miwa.

La nombrada solo asintió, mientras agachaba la mirada y tomaba un bate para dirigirse donde comenzaría el juego, sentía aun dolor en su cuerpo, pero al parecer no solo eso era recordatorio de lo ocurrido ayer con Gojou-san, sino que la sonrisa burlona en su cara le indicaba que recordaba todo.

-"Solo no pienses en eso". – cerro sus ojos y los abrió con determinación. – "Pronto regresaran a Kyoto y no volverás a verlo durante un buen tiempo".

Y con esa determinación el juego comenzó.

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-¡No puedo creer que hayamos perdido! – escucho decir a Utahime mientras se quejaba del partido con Shoko-san. – Ese idiota tiene suerte hasta en este juego, ¿Por qué siempre tiene que ganar?

-Será porque nadie excepto de usted y Miwa saben jugar ese tonto juego.

Intervino Mai aburrida mirando su celular y dándole mas hielo a Todou por su golpe, pero se callo al sentir la mirada furiosa de su mentora. Kasumi miraba toda la escena divertida, así que decidió tomarles una fotografía a sus compañeros, pero al tocar su bolsillo se percato que no tenia su celular logrando que se asustara y recordando que cuando le pidieron guardar el equipo posiblemente ahí se pudo caer.

-Iremos a cenar con esos fracasados. – escucho a Momo decirle. – Andando Kasumi.

-Si. – respondió. – Solo iré por mi teléfono tengo que hablar con mis hermanos.

Sus amigas asintieron y junto a los demás se fueron yendo del lugar para disponerse a cambiar y después reunirse para cenar. Así que rápido se dirigió a la bodega donde se encontraba el material de deportes y algunas herramientas malditas, pero se asusto al ver como la puerta se cerraba.

-No puede ser. – dijo mientras se dirigía rápido a la puerta para tratar de abrirla. - ¿acaso hay algo que puedas hacer bien, tonta Miwa? – se recrimino haciendo un puchero.

-Yo podría hacer una lista de muchas cosas que puedes hacer maravillosamente bien, Miwa-chan.

Una voz demasiado conocida y que deseaba evadir provoco que el cuerpo de Kasumi temblara, sin tener el valor suficiente no era capaz de darse la vuelta y enfrentar a esa persona. Sin embargo, al sentir un cuerpo detrás suyo y una respiración demasiado cerca de su nuca la hizo sentir una descarga eléctrica como anoche.

-Y bien, ¿no piensas preguntarme que cosas haces maravillosamente? – Gojou mordió ligeramente el lóbulo de su oreja ganándose un gemido. - ¿o prefieres mostrármelo nuevamente?

-G-Gojou-sensei. – armándose de valor Miwa se fue dando la vuelta para enfrentar la situación como adulta que era, pero ese fue otro error ya que se encontró con el rostro sumamente serio del hombre.

-Pensé que claramente te dije que solo me llamaras por mi nombre. – coloco ambos brazos en cada lado de la chica. – Anoche no parecías objetar en lo absoluto, incluso me pedias más.

Soltó divertido acercando su rostro al sonrojado de ella.

-No diga eso, es vergonzoso. – agacho su mirada. – Lo de anoche, pensé que...

-Era un sueño. – se rio recordándolo. – Pero créeme que para ser un sueño tu cuerpo se encuentra muy adolorido y el mío expectante de repetirlo nuevamente.

Sorprendida Miwa levanto su rostro, pero en un parpadeo sus labios se encontraban siendo atacados por los de Gojou-sensei sintiendo como él ponía su rodilla entre sus piernas para separarlas. La lengua de él ingreso con maestría en su boca haciendo mas salvaje y necesitado el beso, logrando que ella por instinto colocara sus brazos alrededor de su cuello mientras el colocaba sus manos a la pequeña cintura de ella y cuando se separaron podía ver el hilo de saliva que los unía.

Rápido Satoru la cargo para depositarla en una colchoneta que se encontraba en el lugar.

-Esto esta mal. – gimió al sentir como Satoru iba desabrochando su blusa. – Pronto se darán cuenta que no estamos y...

-Le dije a Shoko que iría por unos souvenirs. – respondió rápido. – Y si el tiempo te preocupa, tranquila podemos agilizar las cosas. – Kasumi no entendió. – Miwa-chan dependerá de ti si continuamos con esto o nos quedamos con el "sueño" de ayer.

La chica sabia a lo que se refería, debía de ser fuerte y mantener esos sentimientos ocultos por Gojou Satoru, ya que dentro de la hechicería formar un lazo como la amistad o amor era casi prohibido, sin embargo, no era tonta y tampoco negarse por lo que estaba sintiendo en estos momentos por le hechicero sorprendiéndose que incluso el la deseara.

-Kasumi-chan, desde aquí puedo escuchar tus engranes. – acerco su rostro al de ella y al ver sus ojos comprendió. – Entiendo, no te obligare a nada.

Pero justo cuando se iba a retirar las piernas de Kasumi se enroscaron en su cadera, mirando su rostro rojo entendió que...

-Puede que esto no termine bien, pero... podríamos probar nuevamente esos mangos embriagantes.

Al escuchar esas palabras la sonrisa del peliblanco se amplio y antes de besar nuevamente a su nueva amante dijo:

-Tiene razón esos mangos junto contigo son sumamente embriagantes para mí.

Dicho esto en la escuela de hechicería un nuevo secreto se guardaría, uno sumamente prohibido y que sin darse cuenta podría traer consecuencias irreparables o una salvación para el mundo del jujutsu.


Notas de autor: Aún no se como pude subir este One-shot mas que nada porque aun me siento muy dolida y triste por la muerte de Gojou en e manga (Aun ando en la etapa de negación y aceptación), lo bueno es que este fic le faltaba poco para terminarlo ya que desde 2022 iba a publicarlo, pero como saben no he tenido la oportunidad que deseo de actualizar mis historias. Espero que le guste.

Muchas gracias por todo su apoyo y perdonen por una que otra falta ortografica. Espero que se encuentren bien.

Saludos TheOtherDestiny :)