Inserte Digimon Adventure OST #1 - Butter-Fly (TV Size)
Inserte Digimon Adventure OST #2 – Avant watch?
Flashback
Maestra: De acuerdo niños, quizás a algunos de ustedes sus papás ya se los dijeron, pero para los que no, presten atención por favor. – dijo la mujer joven, con la palabra "senpai" escrita en grande en el pizarrón del salón de primer grado.
Varias filas de bancos para niños recién ingresados a la escuela primaria, entre ellos un niño de cabello peliverde con pecas en la cara, mantenían los ojos expectantes a lo que iba a mostrarles la profesora "sensei".
Maestra: Los niños de segundo año en adelante ya estudiaron lo que ustedes van a ver, así que ellos pueden ayudarles a aprender algunas cosas gracias a su esfuerzo pasado. Para esas personas que pueden enseñarles cosas, y no son su maestro, se les llama "senpai". – terminó la mujer de explicar el tema de la clase a los atentos niños.
Izuku: Sen-pai… - repetía el niño, copiando la escritura del pizarrón lo mejor que le permitía su mano.
Maestra: Sus senpai's de sexto grado son los chicos más grandes de la escuela, ellos son los que ya han cursado todos los grados escolares. Ellos son a quien ustedes pueden buscar en caso de que tengan un problema, al fin y al cabo, todo aquí debe ser nuevo para muchos de ustedes. No tengan miedo de pedirles apoyo, o de volverse amigos de ellos también. – dijo la mujer, tomando sus manos como un gesto enamorado.
Izuku terminaba de copiar la escritura del pizarrón en su cuaderno, mirando aquella palabra mientras escuchaba de fondo la voz de su maestra divagando.
Fin de flashback.
Inserte Digimon Adventure OST #3 – Subtitle
CAPITULO 07. IKKAKUMON.
Inserte Digimon Adventure OST #61 - Toki no Sugiyuku Mama ni...
Izuku se abrazaba los brazos lo más que podía, intentando así mitigar el frio que se sentía tras un extraño viento que movió las copas de los pinos y árboles. A su lado, Terriermon tintineaba mientras este sorbía por la nariz, intentando enrollarse las orejas lo más que podía para que sirviesen de bufanda.
El niño peliverde veía que Mimi, Takeru y él, junto con Palmon, Patamon y Terriermon eran los únicos que pasaban frio, o al menos quienes lo externaban.
Takeru: Uuii… ¡Qué frío hace! – gritó el niño, abrazándose a sí mismo.
Palmon: ¡Me voy a helar! – exclamó la digimon planta también.
Mientras tanto, Gomamon y Gabumon caminaban con una sonrisa de oreja a oreja… ya que uno estaba habituado a condiciones extremas, y el otro tenía suficiente pelaje para no pasar frío.
Jo: Que bueno saber que uno de ellos se ve muy alegre. – dijo el chico, intentando destacar el sarcasmo mientras miraba a un sonriente y alegre Gomamon.
Taichi: Bueno, pero el frío no es tan malo después de todo. – dijo el niño de cabello alborotado, sonriendo a pesar de tener metidas las manos en los bolsillos.
Takeru, Patamon, Mimi, Palmon, Izuku y Terriermon quedaron con la boca abierta por la incredulidad de lo que acababa de decir Taichi.
Koushiro: ¡No digas eso!, ¡Piensa en nosotros también! – exclamó el niño pelirrojo.
Taichi: ¡Es que, si llega a nevar, haremos una guerra de nieve! – dijo el niño, volteándose hacia los inconformes, guiñándoles un ojo.
La expresión del niño peliverde, al igual que de los demás niños con frío, cambió de incomodidad a total alegría.
Mimi / Takeru / Izuku: ¡¿Una guerra de nieve?! – gritaron ellos en coro.
Palmon: ¿Qué es una guerra de nieve? – preguntó la digimon planta.
Patamon: No lo sé. - respondió el digimon alado.
Koushiro: Una guerra de nieve… - dijo el niño, ahora con más ánimo.
Tentomon: ¿Qué es eso? – preguntó el digimon insecto al niño pelirrojo.
Terriermon: ¿Es algo que se puede comer?, ya me dio hambre… - dijo el digimon perro, amordazado con sus orejas.
Koushiro: No, estás equivocado, se le dice así a un tipo de juego donde se arrojan bolas hechas de nieve. – le explicó el niño a Tentomon y Terriermon.
Terriermon: No sé. Me suena a que eso es muy complicado. – dijo el digimon todavía con la boca cubierta por sus orejas.
Izuku: ¡Terriermon! ¡Jugar en la nieve es muy divertido! – gritó Izuku, con una sonrisa tan grande que el digimon juraría haberle visto a él estrellas en sus ojos.
Yamato: ¡Ya tiene tiempo que no nos divertimos! – dijo el niño, todavía con las manos en los bolsillos, contagiado por la emoción de una guerra de nieve.
Taichi: ¡Yo te ganaré! – le dijo Taichi a Yamato con ánimo competitivo.
Sora: ¡Me muero por jugar con la nieve! – se unió la niña a la diversión.
Takeru: ¡Yo quiero hacer un iglú! – gritó el niño rubio con emoción.
Mientras Palmon y Tentomon confundían el término "iglú" con comida, el niño peliverde volteó por un segundo a ver al senpai del grupo, el cual no compartía la misma emoción que el resto, al contrario, se veía tan mortificado como su propia madre en algunas ocasiones.
Jo: ¡Qué infantiles son ustedes! Tendríamos muchos problemas sí cae nieve. – dijo el niño de lentes, cruzado de brazos y cerrando los ojos.
Sora: Jo-senpai, ¿por qué pone esa cara tan seria? ¿Qué le preocupa? – preguntó la niña pelirroja, acercándose al chico peliazul.
Jo: Ahy… ¡Claro que me pongo serio! ¡Ponte a pensar en esto! ¡Si la temperatura sigue bajando más no podremos pasar la noche a gusto! – dijo el chico, abriendo los ojos y llevando una de sus manos a la barbilla, mientras el resto continuaban platicando lo emocionante que se les hacía una guerra de nieve.
Jo Kido pudo observar cómo Izuku se acercaba lentamente, como si este prefiriera prestarle atención a él en vez de unirse a la conversación sobre la nieve.
Jo: Además, la comida enlatada tendría otro aspecto debido al cambio de temperatura… ¡Me duele la cabeza de pensar en eso! – dijo el chico, mirando al resto reírse de algo, mientras bajaba la mirada para encontrar a Izuku prestando atención a lo que él decía. -Mi deber es proteger a todos ustedes. Y eso es porque soy el más grande del grupo. – terminó de decir el chico, todavía con el semblante de preocupación en su rostro.
Luego de unos momentos más, el resto del grupo continuó la marcha, siendo seguidos por Jo, Sora e Izuku. A los pocos metros de caminar, el paisaje cambió de una manera repentina, como si fuese una habitación en lugar de un paisaje natural. Ante los ojos de Izuku se desplegó una zona cubierta en su totalidad por nieve, y casi de inmediato, Mimi, Palmon, Takeru y Patamon habían salido corriendo y se perseguían a lo largo de todo el paisaje nevado, riendo de felicidad.
Mimi: ¡Izu-niichan, ven!, ¡Mira cuánta nieve hay! – exclamó la niña, persiguiendo a Palmon y Takeru emocionada.
Izuku: T-tengo mucho frio, Mimi-nessan. – le dijo el niño a Mimi, la cual dio una respuesta de confirmación, continuando esta la persecución en la nieve.
Jo: ¿Lo ven? ¡Yo se los dije! ¡Por eso me estaba preocupando tanto! – exclamó con preocupación el niño de lentes, siendo el único que no veía asombrado el área nevada a la que acababan de llegar.
Sora: ¿Qué vamos a hacer ahora? – preguntó la niña, comprendiendo ahora las mortificaciones de Jo-senpai.
Taichi: Solo nos queda seguir avanzando, no tiene caso que permanezcamos aquí. – dijo el niño con lentes de aviador.
Yamato: Pero todo está cubierto de nieve. – dijo el niño el problema que implicaba seguir avanzando.
Jo: ¡Es cierto! ¡Así será imposible avanzar! – exclamó Jo, dejando en claro que él no había pensado en ese escenario.
Taichi: Entonces ¿qué vamos a hacer? Enfrente de nosotros hay nieve, atrás hay montañas, lo único que podemos hacer por ahora es continuar. – preguntó Taichi en busca de una solución al desafío que enfrentaban.
Izuku: ¿Y si hacemos un trineo de nieve? – preguntó el niño, pensando en ideas.
Jo: ¡Eso es aún más imposible! ¡Nosotros no somos capaces de talar un árbol por nuestra cuenta! ¡Y si pudiéramos, eso nos llevaría todo el día! – le dijo el niño mayor a Izuku el problema con esa idea.
El niño peliverde bajó la cabeza, decepcionado de que su idea no haya sido de utilidad. Jo estaba a punto de decirle algo al niño luego de ver su expresión, cuando fue interrumpido por Agumon.
Agumon: ¡Esperen un momento! – dijo el dinosaurio, cerrando los ojos mientras se concentraba. - Puedo percibir un raro olor. – dijo este mientras olfateaba.
De inmediato, Biyomon y Terriermon imitaron al digimon dinosaurio.
Biyomon: Huele muy feo… - dijo la digimon ave, antes de que Terriermon pusiera una cara de asco y se tapara la nariz.
Gabumon: ¿Qué creen que sea? – preguntó el digimon lobo, uniéndose a la tarea de identificar el origen del olor llamativo.
Koushiro, Taichi y el mismo Izuku se unieron a la tarea de olfatear aquel aroma, siendo los dos últimos los que cerraron los ojos para concentrar más el olfato.
Taichi: Es probable que se trate de... – dijo el chico, olfateando más.
Koushiro: ¡Miren, debe ser eso! – señaló el niño pelirrojo hacia una zona a la derecha del grupo.
Inserte Digimon Adventure OST #9 - Blue Faith ~Jou no Theme~
Izuku abrió los ojos mirando una columna de humo elevarse de entre los árboles. Pero no era el humo que se veía cuando algo se quemaba, sino vapor como el que emanaba la estufa de su casa o los puestos de comida de la calle.
Sora: ¡Está saliendo humo! – gritó la niña, atrayendo la atención de los demás.
Yamato: De ahí proviene ese olor… - dijo el niño rubio.
Jo: ¡Son aguas termales! – exclamó el niño peliazul, haciendo que el grupo que se perseguía en la nieve se detuviera en seco.
Mimi/ Takeru: ¡¿Aguas termales?! – exclamaron los humanos, desatando una nueva ronda de preguntas de los digimons.
Rápidamente todos corrieron hacia la columna de humo. Si había aguas termales allí, significaba que la temperatura en los alrededores debía ser tolerable. Entre gritos de celebración de todos por al fin poder tomar un baño luego de 4 días sin asearse, estos fueron vislumbrando una serie de pozos de aguas termales, los cuales eran lo que generaban aquella columna de vapor que se alzaba al cielo.
Izuku comenzó a agradecer en su interior la suerte de poder limpiarse luego de tanto movimiento, mientras le explicaba a Terriermon los diferentes tipos de baños en su mundo, desde las tinas privadas como en su casa hasta los baños públicos.
Pero la cara de emoción del niño peliverde cambió a una de espanto cuando todos llegaron al pozo más cercano, solo para toparse con el humo denso saliendo del agua, junto a burbujas que reventaban liberando más humedad en el aire.
Taichi: Pero… si están... en punto de ebullición. – dijo el niño, dejando notar un ligero llanto en su voz mientras se arrodillaba y se apoyaba de manos en la orilla.
Terriermon, ya sin cubrirse la cara con las orejas, acercó una de sus pequeñas manos encima del agua.
Terriermon: ¡Esto está muy caliente! – exclamó el digimon, sacudiendo la mano para refrescarla.
Tentomon: ¡¿Ustedes se van a meter en esto?! – preguntó con asombro el insecto.
Koushiro: Claro que no. – respondió el niño, con una risa avergonzada.
Mimi se hallaba también arrodillada en la orilla, mirando el baño que tanto deseaba desde hace días, y que no era capaz de tomar.
Mimi: Ay, así no podremos bañarnos. – exclamó con lástima la niña sentada junto a Palmon, Gabumon y Yamato.
Palmon: Pero el agua está caliente. – dijo ella, como si eso fuera bueno.
Yamato: Sí, al menos con esto se nos quitó el frio. - dijo el niño rubio, con un tono de lamentación igual a los demás.
Izuku y Takeru miraban todos los alrededores, en busca de un pozo que no estuviera hirviendo.
Jo: ¡Este no es el momento para decir esos disparates! – dijo el niño peliazul, elevando sus puños hasta el pecho con preocupación. - ¿Qué vamos a hacer con la comida? Dudo mucho que encontremos algo… - decía el niño, antes de que Izuku jalara un extremo del pantalón de Jo para llamar su atención.
Takeru: ¡Claro que hay! – exclamó Takeru, al encontrarse lejos de Jo.
Jo: ¿Qué estás diciendo? ¡En este lugar solamente veo rocas y agua hirviendo! – exclamó al niño rubio que se acercaba para pararse junto al peliverde.
Izuku: Jo-senpai… por allá. - dijo el niño, señalando hacia una zona más adentrada en el campo de onsen's.
El niño mayor hizo caso a la indicación de Izuku, quedando tan sorprendido que sus lentes comenzaron a caérsele de la nariz.
Jo: ¡Ay! Esto debe ser un sueño. – dijo el sorprendido niño ante lo que veía.
Taichi: ¿Qué sucede? – preguntó Taichi, acercándose hacia Jo. - ¡Ah! ¡Qué suerte tenemos! – exclamó Taichi, alzando un puño en señal de victoria y recargándose contento sobre el hombro de Jo.
Jo: ¡Esto no tiene sentido! ¡¿Qué está haciendo un refrigerador en un lugar así?! – dijo el niño, mientras los demás veían el refrigerador de color verde manzana que Izuku y Takeru habían encontrado.
Taichi: ¿Qué creen que haya ahí dentro? – preguntó el niño, acercándose para quedar de frente al electrodoméstico.
Jo: ¡¿Cómo pueden tomarlo a la ligera?! – decía el niño mayor con más desesperación, solo siendo escuchado por el niño peliverde.
Sora: Vamos a abrirlo. – dijo la niña, acercándose más al refrigerador.
Jo ¡Les estoy diciendo que...! – gritaba Jo, en un intento de que le hicieran caso.
Mimi: Mimi quiere comer gelatina. – dijo la niña, hablando en tercera persona.
Palmon: ¿Y qué es gelatina? – le preguntó la digimon a su compañera.
Terriermon: ¿Eso si se come? – preguntó el digimon perro.
Taichi: ¡Sí, vamos a abrirlo! – dijo el niño de pelo castaño, sujetando la puerta inferior y abriéndola.
Todos los humanos quedaron sorprendidos cuando vieron que el cubículo estaba en su mayoría vacío, siendo ocupado únicamente por unas cuantas formas con huevos, apiladas una encima de la otra.
Agumon: ¡Son huevos! – exclamó el dinosaurio, con la misma alegría que invadía al resto de humanos y digimons.
Taichi: ¡Perfecto! ¡Esto es lo que vamos a cenar el día de hoy! – dijo el niño con total seguridad, volteando su cara hacia los demás.
Jo: ¡Oye, no! ¡Espera un momento! ¡No tenemos la seguridad de si podemos comerlos! – exclamó Jo de inmediato, preocupado de que alguno se fuera a intoxicar por comida caducada.
Taichi: ¡No te preocupes! Yo los probaré primero para ver si no están malos. – dijo el niño, con un optimismo que para Jo resultaba irritante.
Jo: ¿Pero qué tonterías estás diciendo? Está mal comerse las cosas de otras personas. ¡Te estarías comportando como todo un ladrón! – exclamó el niño peliazul, siendo ahora observado tanto por digimons como por el resto de niños.
Izuku: ¡¿La-ladrón?! – exclamó el niño, asustándose.
Yamato: No tenemos otra opción. Todos tenemos hambre. – dijo el niño rubio, atrayendo la atención de Izuku de nuevo.
Sora: Si les contamos nuestra situación, nos comprenderán. – dijo la niña, con una tranquilidad tan seria que Izuku se fue calmando de nuevo rápidamente.
Koushiro: Después de todo nos encontramos en una situación de emergencia. – dijo el niño pelirrojo, con el mismo temple de Yamato y Sora.
Tentomon: ¡Qué bien! ¡Esta será nuestra cena! – exclamó feliz el digimon insecto.
Terriermon: Mmmmh… - expresaba el digimon perro, sujetando el estómago feliz al imaginarse comiendo de aquellos huevos.
A pesar de estar más tranquilo al saber que no se volvería un criminal por comer aquellos huevos, Izuku vio que la expresión de Jo no cambió, manteniendo la preocupación del principio, resignándose este a aceptar lo que el resto del grupo dijera.
Inserte Digimon Adventure OST #60 – Saikai
El atardecer particular de este lugar comenzó a asomarse conforme los minutos pasaban, pero los niños apenas lo notaron debido a la intensa actividad que había alrededor del refrigerador que acababan de encontrar.
Sora se encargaba de partir los huevos y dejarlos caer en una inmensa placa de piedra, la cual entre Taichi y Yamato se habían encargado de colocar en 3 rocas, debajo de las cuales ardía la madera que Mimi, Koushiro, e Izuku habían recogido. Biyomon por su parte era la encargada de alimentar el fuego batiendo sus alas en dirección a la zona de la fogata, con Terriermon apoyándola en aquella tarea agitando este las orejas.
Agumon: ¡Nosotros haremos las herramientas necesarias! – dijo el dinosaurio, raspando con sus dientes un tazón de madera.
Por su parte Gabumon rascaba un tronco para obtener más pedazos para convertir en utensilios. De este modo era como se había podido sacar agua de los pozos y limpiar con ella la gran loza de piedra antes de comenzar a cocinar.
Takeru y Patamon jalaban una canasta hecha de hojas, sujetada con una liana.
Patamon / Takeru: ¡Ya están! / ¡Son huevos duros! – exclamaron ambos, sacando la canasta del agua.
Taichi: ¡Miren, pudimos reunir más leña! – dijo con entusiasmo Taichi, llegando con Koushiro e Izuku a sus costados.
Mimi: Oigan, ¿qué hago con esto? – preguntó Mimi, sosteniendo otro utensilio creado por Agumon.
Jo: Sí, ¡qué ingenuidad tienen todos! – exclamó el niño, recargado contra un árbol, tallando palillos para comer con una rama gracias a la navaja de Sora.
Solamente Izuku fue quien alcanzó a escuchar aquella queja del niño mayor, viendo como este se veía molesto.
Jo: Lo siento, pero yo no puedo ser como ellos. Soy una persona demasiado responsable. – murmuraba Jo, sin notar que el niño peliverde era el único que prestaba atención a sus quejas.
Después de varios preparativos más, ya con la oscuridad de la noche completa, los niños se sentaron junto a la fogata, usando la plancha de piedra como mesa cuando la enfriaron con algo de nieve de los alrededores. En la mesa se hallaban todos los platillos hechos a base de huevos que pudieron hacer: huevos cocidos, omelettes, huevos duros, etc.
Niños: ¡Buen provecho! – gritaron todos, dando inicio al ritual de su cultura para comenzar a comer.
Jo: Buen provecho. – dijo tardíamente el niño, todavía dejando ver su molestia ante la reciente sucesión de eventos.
Izuku tomó un huevo cocido junto a un pequeño omelette en un plato de madera, degustando una porción de cada platillo en un solo bocado, mientras veía al resto hacer lo mismo.
Taichi: ¡Esto sabe estupendo! ¡Ya tenía mucho tiempo que no comía un banquete así! – exclamó con felicidad el niño de pelo alborotado.
Yamato: Tendría mejor sabor si lo acompañáramos con arroz blanco. – comentó el chico, el cual había sido el encargado de hacer los omelettes.
Takeru: ¡Un delicioso plato de arroz con huevo duro! – exclamó el niño pequeño.
Sora: Eso se oye bien. – dijo la niña, comiendo su propia comida.
Fue luego de oír todo eso que Gomamon notó lo decaído que Jo se veía.
Gomamon: ¿Qué pasa, Jo? ¿No vas a comer nada? – preguntó el digimon foca.
Jo: Sí. Estaba pensando que, si estuviéramos en nuestras casas, no tendríamos que pasar por esto. – dijo el chico, dándose cuenta del error que cometió.
Aquel comentario cayó como balde de agua fría en la mesa. Los digimons permanecían callados luego de ver que el ánimo de los humanos desapareció tan pronto como el humo que emanaban los pozos.
Izuku: Casa… - dijo el niño, casi en un susurro carente de alegría.
Mimi: Yo también quiero regresar a mi casa. – dijo la niña, mirando al suelo.
Takeru: ¿Qué estarán haciendo en este momento todos? – preguntó el niño pequeño rubio también decaído, con los palillos aún en su boca.
Koushiro: Ya han pasado cuatro días desde que llegamos aquí. – dijo el niño pelirrojo, mirando la comida en la mesa, también sintiéndose triste por aquella idea expresada por el niño peliazul.
Jo no sabía cómo enmendar el haber roto la tranquilidad de todos tan tajantemente. A pesar de sentir que no hizo nada malo por decir lo obvio, su deber de proteger al grupo también implicaba evitar que la moral de estos decayera y terminaran sucumbiendo al miedo o al pánico. Pero su mayor culpa radicaba en el niño peliverde sentado a su derecha, en medio de él y Mimi, el cual no despegaba la vista de su plato.
Sora: ¡Oigan muchachos!, ¿ustedes qué le ponen al huevo para comérselo? – preguntó la niña a todos, intentando crear una actividad de grupo espontánea para alejar aquellos pensamientos depresivos.
Jo: Pues es muy obvio, generalmente se les ponen sal y pimienta. – dijo Jo, como si fuera la norma estricta e inquebrantable.
Taichi: Yo le pongo salsa de soya. – respondió Taichi, recuperando el ánimo.
Yamato: Yo, mayonesa. – dijo sin dudar y con total seriedad el niño.
Sora: Yo le pongo un poco de salsa. – dijo ella, sonriendo al ver que su estrategia daba resultado, ya que Izuku dejaba de ver el plato y prestaba atención a quien compartía su gusto personal de huevo.
Koushiro: Yo le pongo salsa con limón. – dijo este, recibiendo una risa nerviosa de Taichi y una expresión bizarra (en el sentido anglosajón de la palabra) de Izuku.
Yamato: ¿Salsa con limón? – preguntó el niño con una sonrisa para tratar de evitar reírse como Taichi.
Takeru: ¡Se oye asqueroso! – exclamó el niño con desagrado.
Mimi: Todos ustedes son muy extraños. – externó la niña con una expresión similar a Izuku. - El huevo sabe delicioso si le pones un poco de azúcar. ¡Ay, me fascina! ¡Y con soya fermentada, me encanta! – exclamó la niña, para después notar expresiones de espanto del resto de niños ante aquella combinación.
Sora: ¿Soya fermentada? – preguntó la niña con una mezcla de asco y espanto.
Takeru: ¡Eso se oye más asqueroso! – exclamó el niño, amordazando el sonido al taparse la boca con las manos.
Taichi y Yamato no pudieron evitar sonreír con mayor nerviosismo, con el rubio sucumbiendo a sus esfuerzos y dejando salir una pequeña risa.
Izuku: ¡Mimi-neesan! – exclamó el niño tapándose la boca con los puños, mientras la niña lo volteaba a ver extrañada de que le pareciera raro.
Jo: ¡¿Qué?! ¡¿Todos ustedes le ponen esas cosas extrañas a su huevo?! – exclamó el niño con lamento, dejando el plato en la mesa y sosteniendo su cabeza con las manos, apoyando los codos en la mesa. - ¡Qué conmoción!, ¡¿Qué pasará con nuestra cultura?! – exclamó el niño, todavía con lamento en su voz.
Gomamon: No entiendo nada de lo que me estás hablando, Jo. – le dijo el digimon foca al niño, con ojos cerrados.
Yamato: Anímate, Jo… - decía el niño, con una sonrisa de nervios al ver lo mucho que le afectaba al niño peliazul aquella conversación.
Taichi: No fue algo tan grave para que él sufriera. Bueno… la soya fermentada si es para preocuparse… - dijo Taichi con un tono de sarcasmo.
Inserte Digimon Adventure OST #28 - Tomodachi ~Tatakai no Theme~
Terriermon: Izuku, tú no has dicho con qué prefieres comer tu huevo… - dijo el digimon, sosteniendo su plato de madera en las manos.
Izuku: Mmmh... – murmuró el niño, poniendo un dedo en su barbilla y mirando al cielo pensativamente. – ¡A mí me gusta el huevo en el katsudon! ¡Mamá lo prepara con sal y pimienta! – expresó el niño con emoción infantil.
Jo: ¡¿Ya ven?! Normalmente se le pone al huevo sal y pimienta. ¡Es una tontería escuchar que le ponen salsa o mayonesa! ¡Lo básico es sal y pimienta! ¡Como lo hace Izuku-kun! – espetó el niño peliazul en frustración.
Gomamon: Ni hablar, al fin y al cabo, Jo es una persona poco comprensible. – dijo el digimon foca, extendiendo las garras a los lados, en signo de rendición.
Jo: ¡¿Qué dijiste?! – gritó el niño con molestia, asustando un poco a Izuku por su violento cambio de actitud.
Gomamon: ¿O no tengo razón? Tu siempre te la pasas sufriendo por todo. – comenzó el digimon la discusión con el niño peliazul.
Jo: ¡¿Por qué dices que soy poco comprensible?! – continuó el niño discutiendo.
Biyomon: Ya empezaron con lo mismo. - dijo apenada la digimon, tapándose la cara con un ala, mientras ahora era Sora la que tenía una sonrisa de pena ajena.
Izuku veía en primera fila la discusión entre el niño mayor y el digimon foca, en la cual el digimon tenía una rara expresión de estar disfrutando de la "pelea". Por su parte, Terriermon contemplaba el espectáculo volviendo a comer del plato… sin usar palillos.
Jo: ¡¿Qué dijiste?! ¡No malinterpretes las cosas! – gritó el niño, aferrando las manos en la plancha de roca.
Gomamon: ¡¿Quieres pelear?! ¡Anda, anda! – retaba el digimon al humano, poniendo una expresión en su cara que hizo al digimon perro escupir algo de su comida debido a la risa que le provocó.
Jo: ¡Si serás…! – gritó el niño, levantándose rápidamente con intenciones asesinas hacia Gomamon, siendo detenido por Yamato, quien había dejado de reír y volvía a controlarse.
Yamato: ¡Jo, tranquilízate! – dijo este mientras le sujetaba un puño alzado a Jo.
En una fracción de segundo, Izuku buscó refugiarse con Terriermon cuando Jo zafó violentamente su mano del agarre de Yamato, completamente sumido en la frustración.
Jo: ¡Cállate! ¡No tienes que decirme eso! Puedo estar tranquilo... en cualquier momento. – dijo el niño inicialmente furioso, tranquilizándose conforme veía la expresión de Yamato tornarse más preocupada por él, mirando detrás suyo al asustado Izuku por el repentino arranque, al igual que el resto de la mesa.
Yamato: ¿Por qué estás actuando tan extraño? ¿Estarás cansado? – decía el chico, intentando saber qué era lo que le molestaba al niño encargado del grupo en el campamento.
Aquellas preguntas hicieron enfurecer más al niño de lentes.
Jo: ¡Por supuesto que no estoy cansado! Además, ustedes son los extraños. ¡Yo siempre me muestro tranquilo! – dijo este, comenzando a caminar hacia al campo de pozos termales, para perderse entre las fumarolas y que nadie lo molestara.
Izuku entonces se levantó de la mesa y corrió tras el niño mayor.
Sora: ¡Izuku-kun, espera! ¡No vayas solo allá! – le gritó la niña pelirroja, sin éxito.
Mimi: ¡Izu-niichan! ¿A dónde vas? – le preguntó la niña de vestido vaquero, sin recibir respuesta del niño peliverde tampoco.
Terriermon decidió que lo mejor era que "su humano" fuese quien intentara tranquilizar a Jo, ya que él era el único que, en aquella conversación de comida, había tenido algo de simpatía del niño peliazul.
Izuku se movía con cautela entre los pozos termales, con cuidado de no pisar mal y caer dentro de uno. Debido al vapor este no podía ver por dónde había corrido el niño de lentes, hasta que escuchó el sonido de rocas siendo lanzadas a los estanques. El niño peliverde fue siguiendo aquellos sonidos, y antes de que se acercara a la figura oscurecida de Jo, pudo escucharlo murmurar algo.
Jo: Yo siempre pienso las cosas. – dijo el niño, con un ánimo decaído que contrastaba con su actitud hace unos minutos. - Yo soy... tranquilo... siempre tranquilo. – dijo este, lanzando otra pequeña piedra al pozo.
Izuku: ¿Jo-senpai? – preguntó tímidamente el niño, dejando algo de distancia entre ambos.
Jo: ¡Izuku-kun! ¿Me seguiste hasta aquí tú solo? – preguntó el niño, olvidando su frustración y adoptando su modo de cuidador.
Izuku: Yo… yo vi que tú estás molesto desde que encontramos la nieve. – dijo el niño, intentando explicar sus motivos para seguir a Jo.
El niño miró ahora a Izuku con una cara de culpa, cubriéndose el rostro con las manos un momento, respirando y exhalando. El niño pequeño no debía mortificarse con las preocupaciones que le correspondían a él como "jefe" de grupo.
Jo: No estaba molesto. Es que los demás a veces se dejan llevar como si estuviéramos de vacaciones en el campamento. No sabemos cuánto tiempo más vamos a estar en este lugar, o cuándo podremos encontrar el modo de volver a casa, o... – dijo el niño, deteniéndose al escuchar débiles gemidos de llanto de Izuku. - ¡Perdona, Izuku-kun! – dijo el niño, poniendo las manos estiradas frente a él, alarmado.
Izuku: Jo-senpai… sniff… ¿volveré a ver a mi mamá? – dijo el niño, cerrando el puño para intentar controlar su creciente llanto.
Jo: Yo… - decía Jo con cautela, cuidando mejor las palabras que usaba para no lastimar más al niño de lo que acababa de hacer.
El niño peliazul permaneció callado unos segundos más, escuchándose solo el ligero llanto del niño pequeño. De repente, el niño mayor se levantó mirando al pozo termal frente a ellos, con una mirada decidida en su cara.
Jo: Eso… ¡eso es en lo que quiero que los demás piensen! ¡Si todos nos concentramos en encontrar el modo de volver, ten por seguro que volverás a ver a tu mamá, Izuku-kun! – gritó el niño, cerrando los puños y elevándolos al pecho para demostrarle al niño pequeño seguridad.
Izuku: ¿De verdad? – dijo el niño, controlando un poco más su llanto, limpiándose las lágrimas con los dedos.
Jo: ¡Completamente! ¡Tú puedes confiar en mí! – gritó él con el ánimo previo.
Izuku sonrió por un instante, recordando lo que su maestra del año pasado les dijo sobre los senpai's, y como podían acudir a ellos por consejos y ayuda.
Izuku: Jo-senpai… - dijo el niño, aferrándo una mano a su propio pantalón. - Todos en la escuela me dicen que soy un tonto por querer ser un héroe, a pesar de que no poseo un don como los héroes… - dijo el niño, mirando a los pies del chico mayor. - ¿Tú crees qué yo puedo convertirme en un héroe? – le preguntó el niño, con un aire de súplica.
Jo se quedó callado. Él no quería reventar la burbuja del niño cuando recién había logrado levantarle los ánimos. Así que, haciendo la pose pensativa con una mano, decidió mentirle a este por ahora.
Jo: ¡Cualquiera puede hacer lo que quiera si se esfuerza! ¡Por eso yo me esmero estudiando todo lo que puedo cada día! – le dijo el niño mayor, intentando demostrarle a Izuku nuevamente seguridad.
Izuku: ¿Estudiando? – preguntaba él, imaginándose a sí mismo devorando una pila de libros y lanzando un Smash como All Might.
Jo: Así es. ¡Tú mismo ya lo haces en tu libreta de apuntes! – le dijo este al niño, recordando cuando el pequeño les enseñó aquel libro, así como la conversación con Sora y Taichi en la fábrica. – Observas las cualidades de cada persona que dibujas en ella. Eso lo hacen las personas que se esmeran en estudiar. – le dijo el niño, torciendo la verdad.
Izuku: ¡Genial! – dijo el niño, recuperando la sonrisa que Jo había visto cuando se toparon con la nieve.
Jo: Izuku-kun, desde hace días había querido preguntarte una cosa. ¿Cuándo hablas de convertirte en un héroe, te refieres a…? – le preguntaba Jo al niño hasta que fueron interrumpidos por Terriermon.
Terriermon: ¡Izuku! – gritó el digimon, saltando de pozo en pozo hasta llegar junto a los dos niños.
Izuku: ¡Terriermon! ¡¿Qué pasó?! – preguntó el niño preocupado, al ver a su digimon jadeando como si hubiese corrido para encontrarlo.
Terriermon: ¡Aquí estás también, Jo! ¡Qué bueno que te encuentro! ¡Hay que volver al campamento ahora! – les dijo a ambos el digimon.
Jo: ¿Qué ocurrió? – le preguntó rápido el niño, tomando la maleta de la comida de emergencia que se había llevado consigo.
Cuando Jo, Izuku y Terriermon llegaron al campamento, podían escuchar a Taichi y Yamato discutiendo frente a la fogata, mientras el resto, incluyendo a los digimons, se habían agrupado junto a los árboles observando la discusión de ambos niños.
Yamato: ¡No me hagas repetirte lo mismo tantas veces! ¡Es peligroso! – gritó Yamato al niño.
Taichi: ¡¿Qué quieres que haga?! ¡No tenemos otra solución! – le respondió Taichi al otro niño.
Yamato: ¡Mira, Taichi! ¡Lo que te estoy diciendo es que lo pienses con calma! – volvió a gritarle el rubio a Taichi.
Taichi: ¡Entonces estás diciendo que yo no pienso! – gritó este, molestándose.
Jo: Oigan, ¿qué les sucede?, ¿por qué están discutiendo ellos dos? – preguntó el niño peliazul, recibiendo diversas formas de negación: Agumon, levantando los brazos, Gabumon, cruzándose de brazos, y Gomamon… negando con la cabeza.
Koushiro: Ellos están decidiendo si vamos todos a escalar la montaña Mugen. – respondió el niño pelirrojo, señalando con su dedo la montaña más alta de la zona.
Jo: ¿Qué dices? ¿La montaña Mugen? – preguntó este, mirando el punto que señalaba Koushiro.
Tentomon: ¡Sí! Es esa gran montaña. – dijo Tentomon, confirmándo la ubicación.
Inserte Digimon Adventure OST #13 - Iya na Yokan
Sora: Taichi dice que, si vamos hasta allá, podemos tener una vista completa de la isla. – dijo la niña, mientras Izuku veía a Taichi gritandole más a Yamato.
Jo: Es verdad, podremos ver la isla por completo. – dijo el niño su lógica deducida por aquella información.
Sora: Pero Yamato no está de acuerdo, porque dice que eso puede ser muy peligroso. – dijo ella, mientras Terriermon veía a Yamato molestarse al igual que Taichi.
Biyomon: En esa montaña habitan muchos Digimon muy agresivos. – le dijo la digimon ave a Jo.
Terriermon: Es verdad. Se me había olvidado eso. – dijo el digimon perro, rascándose la cabeza.
Jo: Mmmh, comprendo. Eso es muy peligroso. – respondió el niño, llevándose la mano de nuevo a la barbilla.
Taichi: ¡¿Qué te pasa?! ¡Si mostramos esa cobardía, no superaremos los obstáculos! – le reprochó este a Yamato, haciendo que todos volvieran a prestarle atención a la discusión.
Yamato: ¿Tú crees que dejaría ir a los demás contigo? ¿Junto con tu imprudencia y poniéndolos a ellos en peligro? – respondió el niño rubio, con cierto tono de ofensa al niño de pelo alborotado.
Taichi: ¡¿Qué dijiste?! – gritó Taichi, ahora con furia visible.
Jo sintió que, de manera inconsciente, Izuku se había aferrado a su pantalón, asustado por el ambiente tenso. Debido a ello, el niño peliazul se lanzó de inmediato a detener la pelea.
Jo: ¡Esperen! No peleen los dos, por favor. ¿Por qué no primero hablamos con calma para arreglar el asunto? – preguntó el niño, intentando mediar.
Yamato: Tú, Jo, ¿qué es lo que piensas? – le preguntó el niño rubio al peliazul.
Jo: ¿Qué? – preguntó pasmado, como si lo hubieran tomado desprevenido.
Taichi: Si, ¿de qué lado estás? – le preguntó Taichi, con la seguridad de que el senpai estaría de acuerdo con él.
Izuku observó que la mirada y expresión de Jo delataban la indecisión de este ante alguna de las propuestas.
Jo: Ahhh… Lo que dice Taichi es correcto. Si llegamos a la cima de esa montaña, nos serviría de guía para nuestro viaje. – dijo el niño, intentando poner en balanza ambas ideas.
Taichi: ¿Ves?, tengo razón. – le gritó Taichi a Yamato, creyendo que había ganado.
Jo: Pero lo que dice Yamato es más razonable. No tiene caso que pongamos en peligro la vida de todos. Eso significa que nosotros podemos... – decía el niño, luego de ver a Taichi cambiar su expresión por una de sorpresa, no sabiendo que decir y volviendo a su pose pensativa.
Terriermon: Ahy, él no ayudó para nada. – dijo con vergüenza el digimon perro, recibiendo un gesto de silencio de parte de Izuku.
Taichi: ¡Hagamos el esfuerzo! ¡Escalemos hasta donde podamos! – gritó Taichi, exasperado de que le llevaran la contraria.
Yamato: ¡Por eso te digo que tomemos otra decisión! Volvió a replicar el niño rubio al de pelo alborotado.
Jo: ¡Esperen! ¡¿Qué no ven que estoy pensando?! ¡Por eso les digo que esperen! ¡Tómenlo con calma! – les gritó ahora Jo a ambos niños, los cuales no dejaron de verse confrontativos entre sí.
Yamato: ¡Tú eres el que está agresivo, Jo! – le dijo Yamato a Jo, volviéndose ahora un tercer participante en la discusión.
Jo: ¿Por qué dices eso? Lo que intento es detenerlos a ambos. – le reclamó el niño peliazul al rubio.
Taichi: ¡Iremos a esa montaña, y fin de la discusión! – gritó Taichi a Yamato, con más enojo.
Yamato: ¡¿Y por qué tenemos que hacer eso?! – volvió a gritar Yamato, elevando el volumen de voz.
Jo: ¡Escuchen lo que quiero decirles! – gritó el niño peliazul todavía más fuerte.
Izuku: ¡Bastaaaa! – gritó el niño peliverde, cerrando los ojos para alzar más su voz, y provocando que todos quedaran en completo silencio.
Incluso Sora, la cual ya se preparaba para detener ella misma la pelea, quedó callada por el repentino estallido del niño, recomponiéndose esta de inmediato y hablando a los 3 niños peleando.
Sora: Por favor, compórtense los tres. – les dijo la niña en modo de regaño, pero sin alzar la voz.
Biyomon: Además, ya es demasiado tarde. – agregó la digimon ave, apoyando a Sora.
Agumon: Es cierto, es hora de dormir. – dijo el digimon dinosaurio, uniéndose a los esfuerzos por acabar la discusión.
Gabumon: Mañana decidiremos algo, ¿de acuerdo? – sugirió el digimon lobo, mirando al niño rubio calmarse un poco.
Sora: Además están haciendo que se preocupen los demás, ¿lo ven? – les dijo ella a los tres, volteando su mirada al resto del grupo temeroso o asustado tanto por la pelea como por los gritos lanzados en los últimos minutos.
Sora entonces empujó a Taichi y Yamato por la espalda, llevándolos hasta la zona en donde iban a dormir.
Mimi: Izu-niichan, vámonos. – le dijo la niña de pelo castaño, apoyando una mano en el hombro del niño donde este no llevaba una correa.
Sin decir una palabra, Izuku y Jo compartieron una mirada, con el niño peliverde decepcionado y el peliazul con una expresión de arrepentimiento.
Jo fue el último de todos en llegar a la cueva que habían encontrado para dormir.
Inserte Digimon Adventure OST #18 – Eyecatch
Inserte Digimon Ost - Kanashimi 2 [Full Version]
Terriermon se despertó cuando sintió que Izuku se movía mucho, observando como Jo, quien se había dormido más cerca de la entrada de la cueva, se levantaba y murmuraba algo que solo el digimon pudo escuchar.
Jo: Es mi deber. – se oyó el ligero eco que Terriermon fue capaz de captar.
Después de eso, el niño peliazul tomó la maleta que cargaba consigo, y salió de la cueva. Terriermon captó entonces que Izuku se levantaba igual, aferrándose al niño del brazo para no gritar y despertar a todos, cuando estaba a punto de salir de la cueva también.
Izuku: ¡Terriermon! ¡Debo alcanzar a Jo-senpai! – gritó el niño, intentando susurrar para no despertar a los demás.
Gomamon: ¡Ajá! ¿Quieres lucirte ante los demás? ¿Piensas ir a la montaña por tu propia cuenta? – escuchó Terriermon gritar al digimon acuático, volteando dentro de la cueva y no encontrándolo por ningún lado.
Terriermon: Izuku, Jo quiere subir solo a la montaña. Ya escuchaste antes que es peligroso. Mejor hay que avisarles a los otros. – decía el digimon, aferrándose al brazo del niño mientras este se arrastraba a pesar de ello.
Izuku: Jo-senpai… necesita ayuda. Cuidar de los demás lo preocupa mucho. – dijo el niño, deteniendo su andar y permitiendo a Terriermon pararse frente a él.
Terriermon: Pero eso no justifica que vayas tú. Si tú subes, él se preocupará por ti también. – intentó Terriermon razonar con el niño.
Izuku: Yo… - balbuceaba Izuku, ya que no podía discutir aquel punto con él.
Terriermon: Mira, si tanto te preocupa, yo iré por ellos. – dijo el digimon, armándose de valor ya que su brazo temblaba al recordar las últimas experiencias en las que se separó del niño.
Izuku: ¡Yo… no puedo obligarte a hacer eso! – le gritó el niño, controlando un poco su volumen cuando se dio cuenta que despertaría a los demás.
Terriermon: Mi deber es protegerte. Te esperé por mucho tiempo, así que no hagas que mi espera haya sido en vano. – le dijo el digimon sonando profundamente maduro y serio como para que el niño quedara impactado.
Izuku: Te-Terriermon… - decía el niño en su impresión.
Terriermon: Además, yo puedo caer con mis orejas sin problemas, así que no me pasará nada. Te prometo que los traeré de vuelta. – le dijo Terriermon al niño, extendiendo sus orejas ante él.
Izuku, pensativo durante algunos segundos, asintió débilmente con la cabeza.
Gomamon y Jo caminaban cada vez más lento, cansados por el esfuerzo de escalar una montaña tan alta como la Montaña Mugen. En un primer momento, el niño peliazul rechazó la compañía del digimon, argumentando que él subiría solo, y Gomamon ignorándolo descaradamente, argumentando tener asuntos pendientes también con la montaña.
Jo: No pensaba que esta montaña iba a ser tan grande. – decía el niño, dando el siguiente paso con más esfuerzo que el anterior.
Gomamon: ¿Qué?, ¿Te das por vencido? – preguntaba el digimon con tono sarcástico, igual o peor de cansado que el niño humano.
Jo: ¡Por supuesto que no! – gritó él, enderezándose lo más que podía, antes de casi caer al suelo por sus debilitadas rodillas.
Gomamon: Cuando estés en problemas, con mucho gusto te daré una mano. – dijo el digimon, haciendo que el niño se detuviera y volteara a verlo extrañado.
Jo: ¿Una... mano? – preguntó Jo, bajando su mirada a las patas con garras de Gomamon. - ¿Esas son tus manos? – le preguntó el niño, con sinceridad.
Gomamon: Me enfadaré. – amenazó el digimon, molestándose por el comentario.
Jo: Olvídalo, fue una broma. – le dijo el niño, agitando la mano para intentar calmar al digimon.
Gomamon entonces soltó una pequeña risa.
Jo: ¿Qué sucede? – preguntó extrañado de que él se riera luego de su disculpa.
Gomamon: Jo, ya veo que tú también haces bromas. – dijo este, dejando al niño más confundido que antes. - No, mejor olvídalo. – este le devolvió la respuesta que había dado antes Jo. - Sigamos caminando. – le dijo movilizándose antes de tensarse en su lugar.
Jo: ¿Qué ocurre ahora, Gomamon? – preguntó el niño al digimon.
Gomamon: Alguien se acerca. – dijo el digimon, permaneciendo alerta.
De repente, Jo sintió que algo cayó encima de su cabeza, bloqueándole la vista y haciéndolo entrar en pánico.
Jo: ¡AHHHHH! ¡¿Qué es?! ¡Quítamelo, quítamelo Gomamon! – le pidió el niño en completo pánico a Gomamon, antes de sentir con sus manos que lo que le tapaba la vista era algo esponjoso.
Terriermon: Adivina quién es… - dijo el digimon, riendo junto con Gomamon.
Jo: Terriermon, ¿qué haces aquí?... ¡¿Dónde está Izuku-kun?! – preguntó el niño nerviosamente, volteando a todos lados.
Terriermon: Relájate. Le prometí a Izuku que yo los traería de vuelta a ustedes. – dijo el digimon, cerrando los ojos y tomando una pose de prepotencia. – Él se quedó abajo con los demás. – dijo este, sacudiéndose el hombro con la mano.
Jo: Entonces los otros no tardan en llegar aquí… - dijo el niño, comenzando a sonar decaído.
Terriermon: Izuku dijo que no despertaría a nadie. Él sabe que te preocupas mucho por los otros, por eso él quería venir contigo. – le respondió el digimon perro al humano.
Jo: Pero eso sería inútil. Si él hubiera venido aquí, ya estaría preocupándome por él… - dijo el niño, mirando a Terriermon sonreír con una cara de soberbia que decía "Por eso estoy yo aquí". - Ya veo. Él es un niño muy listo. Él se da cuenta de algo con solo ver las cosas sin importancia. – dijo el humano pausadamente, antes de continuar caminando, siendo seguido ahora por los dos digimons. - ¡Aun así, yo voy a subir! ¡No intentes detenerme tu también! – le gritó el niño a Terriermon.
Terriermon: Pues, ¡qué más da! ¡Supongo que tendré que perseguirlos a ambos hasta dónde vayan! – gritó el digimon con su voz tierna, intentando sonar intimidante.
Esta vez el niño no respondió como lo había hecho cuando Gomamon lo desobedeció, uniéndose ahora el digimon perro al viaje.
Los tres atravesaron un rio, un tronco sobre un barranco, y un túnel natural. Pero fue casi al llegar a la cima que se toparon con la sección más difícil. El ancho de camino para avanzar obligaba a todos a pegarse de espaldas a la montaña, moviéndose paralelamente a la enorme caída que producía la cada vez más cercana cima.
Jo: Este camino está horrible. – compartió el niño su opinión con el resto.
Terriermon: Oye, Jo… ¿de qué estaban hablando tú, Sora y Taichi cuando fuimos a la fábrica de Andromon? – preguntó el digimon, con voz de inocencia.
Jo: ¿Sobre qué? – preguntó el niño, sin saber a qué se refería el digimon perro.
Terriermon: Sobre la libreta de Izuku. Ustedes dijeron que algunos dibujos en ella no eran reales. – continuó el digimon interrogando al humano.
En ese instante, Jo comprendió a qué se refería el digimon del niño peliverde, poniéndose nervioso y pensando en qué decirle a Terriermon para que no le dijera a Izuku sobre eso. Ahora que lo veía a la distancia, estuvo mal que ellos tres hablasen sobre el niño a sus espaldas.
Gomamon: La verdad no entendí de que estaban hablando, y por eso yo no había dicho nada. – dijo el digimon foca, arrastrándose por la piedra.
Jo: ¿Tú también Gomamon? – preguntó incrédulo de que todos recordasen esa conversación.
Terriermon: Si, pero lo que no entiendo es por qué no se lo dicen a Izuku. – dijo el digimon, asustando al humano y casi haciéndolo resbalar.
Jo: ¡No le digas nada a Izuku-kun! – suplicó el niño, juntando las manos.
Esa reacción repentina hizo a ambos digimons ver al niño en silencio.
Jo: ¿Cómo se los puedo explicar? – decía el niño, rascándose la cien.
Mientras los tres comenzaron a escalar una última elevación, Jo le explicó a Terriermon y Gomamon los motivos de no contarle sobre aquella conversación al niño peliverde, tarea que resultó difícil ante el carácter insistente del digimon perro y el acuático, pero al final accedieron cuando Jo les dijo que aquello haría a Izuku infeliz.
Al llegar al final de aquella elevación, casi de rodillas… todos se toparon con otro tramo de camino para subir hasta la cima.
Gomamon: Ahy, ahy, ayúdame. – le dijo el digimon al humano, quien cargó a Gomamon para terminar de subir, así como sujetar la oreja que Terriermon le ofreció al niño para que lo subiera también.
Jo: Descansemos un poco. – dijo Jo, sentándose apoyado sobre sus manos para no desplomarse.
Terriermon: Tengo sueño. – decía Terriermon, con la cara sobre el suelo.
Jo: Aún nos falta la mitad. – dijo el niño, mirando el tramo por recorrer.
Terriermon: Bwaaaa… - exclamó el digimon con la cara todavía contra el suelo.
Gomamon: No lo haces nada mal. – le dijo Gomamon a Jo.
Jo: Lo mismo digo de ti. – respondió el humano al digimon foca.
Inserte Digimon Adventure OST #21 - Aku no Shutsugen
De repente el suelo comenzó a temblar, preocupando a Jo, Gomamon y Terriermon, quien se levantó de inmediato.
Jo: ¿Qué pasa? – preguntó este, mirando alrededor.
Gomamon: ¿Un temblor? – sugirió Gomamon, imitando al humano.
Jo: ¡¿No me digas que esta montaña era un volcán?! – gritó el niño ahora con temor en su voz.
Terriermon: ¿Entonces dónde está la lava? – preguntó el digimon perro, contradiciendo la deducción del niño.
Justo después, Terriermon pudo escuchar los árboles de abajo agitándose, y una sección de la montaña justo bajo ellos abriéndose como una puerta.
Terriermon: ¡Ah, miren eso! – dijo el digimon, señalando con manos y orejas hacia múltiples engranes negros como los que habían visto salir de los cuerpos de Meramon, Andromon y Monzaemon.
Gomamon: ¡Son engranes negros! – nombró aquellos objetos el digimon foca.
Jo: ¿Por qué salieron de ese lugar? – preguntó el niño, observando como la compuerta se cerraba. - ¡Vayamos a ver allá! ¡Seguro descubriremos algo! – dijo el niño, encabezando la misión improvisada.
Gomamon / Terriermon: ¡Si! – contestaron ambos digimons con énfasis.
Mientras Izuku se despedía de su digimon, Terriermon le indicó que durmiera, dejando al niño recostado y sucumbiendo este a los pocos minutos. El niño peliverde se despertó luego de sentir un ligero temblor, pero debido a lo somnoliento que este se hallaba, el temblor acabó a los pocos minutos y se dispuso a volver a dormir, incorporándose de inmediato al no ver ni a Jo, ni a Gomamon ni a Terriermon de regreso.
Izuku: ¡Sora-san, Sora-san! – gritó el niño, comenzando a despertar a algunos otros por el sonido de su eco.
Sora: ¿Izuku-kun? ¿Qué ocurre? Todavía no amanece… - preguntó la niña, tallándose los ojos.
Izuku: ¡Terriermon no ha regresado con Jo-senpai y Gomamon! ¡Y acabo de sentir un temblor! – gritaba el niño, despertando también a Taichi y Yamato.
Sora: ¿Y te asustaste por el temblor? No pasa nada. Eso debió ser tan débil que los demás no lo sentimos. – dijo la niña, antes de regresar en sí misma recordando lo que había dicho el niño peliverde primero. - ¡¿A dónde fue Jo-senpai y Gomamon?! – le preguntó la niña a Izuku.
Izuku balbuceó lo acontecido hace algunas horas, asustándose al ver el miedo del rostro de la niña en cuanto este le dijo el paradero de Jo.
Jo: Estoy seguro que era por este lugar, pero... – dijo el niño con la vista alzada, recargado a la montaña junto con Gomamon y Terriermon, ya que el único lugar para acercarse a donde habían visto salir los engranes negros era muy estrecho.
Gomamon: No se ve ningún mecanismo que abra una compuerta. – dijo el digimon ante la ausencia de la compuerta que acababan de ver.
Terriermon: Además, no se puede ver nada más por culpa del sol. – dijo el digimon perro, tapándose los ojos para protegerse del amanecer.
Jo. Tenemos que buscar cuidadosamente. – dijo el niño, con determinación.
Gomamon: ¡Espera! – le indicó el digimon al humano. - ¿Qué es ese ruido tan extraño? – dijo este girando su cabeza para escuchar mejor un sonido de aleteo.
Terriermon: Algo se acerca volando. – le respondió el digimon perro a Gomamon, alzando sus orejas para escuchar mejor. - ¡Allá! – señaló Terriermon a Jo y Gomamon, justo en la punta de la montaña dónde el sol se asomaba.
Inserte Digimon Adventure OST #62 – Kanshou
Jo: ¿Un caballo? – preguntó este, protegiendo sus ojos con una mano sobre la frente para ver al unicornio de alas negras y casco rojo aproximarse.
Gomamon: ¡Es Unimon!, es pasivo y sobre todo muy audaz. – dijo el digimon foca antes de sentir que Jo los empujaba a él y Terriermon en una pequeña cueva.
Jo: ¡Escóndanse! – les susurró el niño a ambos digimons.
Gomamon: ¿Por qué? Unimon es un Digimon muy tranquilo, no hay por qué esconderse. – le replicó el digimon a Jo, el cual se había agachado en un intento de proteger a ambos digimons.
Jo: La información que ustedes saben sobre los Digimon suele ser incierta. – le dijo Jo a Gomamon, abrazando a este con una mano y protegiendo a Terriermon con la otra detrás de él.
Terriermon: Sí, tienes razón. – respondió el digimon dando la razón al humano.
Jo: ¡Miren! Él está bebiendo agua. Ya veo, este debe ser su bebedero. – dijo el niño, mientras asoma su cabeza fuera de la cueva, dejando salir a Gomamon y Terriermon. - Pero qué bonito es. – susurró el humano.
Gomamon: ¿Ves?, ¡Como te dije, no hay ningún problema! ¡Acerquémonos para verlo mejor! - dijo el digimon foca, siendo secundado en su andar por Terriermon.
Jo: ¡Oigan ustedes!, ¡Vengan! – regañó una vez más el humano a los digimons.
Inserte Digimon Adventure OST #47 - Hashiru Senritsu
Pero entonces las orejas de Terriermon se alzaron, seguidas de las de Unimon y finalmente, Gomamon dejó de moverse y alzó las suyas. De inmediato Terriermon se colocó en posición de ataque, mientras que Gomamon miraba con una expresión fruncida hacia el cielo.
Gomamon: Algo se acerca, Jo. – le dijo el digimon al humano.
Terriermon: ¡Se oye por allá! – indicó el digimon perro a ambos, apuntando al sol.
Jo: ¿Qué es? – preguntaba el niño, entrecerrando los ojos y protegiéndose con la palma de la mano.
Gomamon / Terriermon: ¡Es un engrane negro! – gritaron ambos, mientras los tres vieron el objeto dirigirse hacia Unimon.
El objeto oscuro golpeó la espalda de Unimon, el cual se retorció en el instante en que el engrane se adhirió a su cuerpo.
Jo: ¡Esto no me agrada! – gritó el niño, sujetando a Gomamon con las manos, listo para correr.
Unimon se retorcía y relinchaba como si aquel objeto lo estuviera haciendo sufrir.
Gomamon: ¡Sus ojos están cambiando! ¡Están cambiando! ¡Está molesto! – gritaba el digimon, mirando el cambio que los últimos acontecimientos habían tenido, con el visor de Unimon brillando con un tono azulado y rojo, terminando en un morado purpura.
Terriermon: ¡Izuku dijo que lo mismo pasaba con los ojos de Andromon y Monzaemon! – gritó el digimon perro como agregado, intentando mantener su pose de pelea.
Unimon comenzó a galopar lentamente hacia el humano y los dos digimons, abriendo su boca para dejar ver una bola de luz formándose dentro de ella.
Inserte Digimon Adventure OST #24 - Shuugeki! Soshite...
Terriermon: ¡Corran! – les dijo este a ambos, los cuales obedecieron y salieron de la cueva, la cual fue impactada por el ataque de Unimon, destruyendo el hueco y derrumbando rocas. - ¡MINITORNADO! – invocó el digimon su técnica especial para pelear contra el digimon alado, no logrando hacerle daño en absoluto.
Jo: ¡Es inútil, hay que huir! – dijo este antes de correr con Gomamon en brazos, mientras el digimon perro seguía al humano.
Los tres corrieron a lo largo del camino angosto lo más rápido que podían, pero el digimon unicornio voló encima de ellos, preparando un nuevo ataque desde su boca. Ellos se habían alejado lo suficiente para evitar la bola de energía que Unimon hizo estrellarse en la entrada a la cueva en dónde estos se hallaban.
Gomamon: ¡De prisa, Jo! – gritaba Gomamon, viendo que el humano todavía no se recuperaba del esfuerzo por escalar la montaña.
Un nuevo temblor cimbró todo cuando otro ataque de Unimon golpeó la sección por la que Jo y los digimons huían, evitando ser aplastados por grandes rocas, pero siendo casi cubiertos por polvo y grava.
Jo: ¡Ah, Gomamon! ¿Tú no puedes hacer algo? – le preguntó el niño al digimon, cargándolo para alejarlo de los escombros que lo habían encerrado.
Gomamon: ¡No! – gritó el digimon, resistiendo el dolor por los golpes.
Terriermon: ¡MINITORNADO! – volvió a atacar el digimon con su técnica de viento, siendo el pequeño vórtice golpeado con la cabeza por Unimon, haciendo al digimon perro estrellarse contra la montaña, cayendo junto a Jo y Gomamon.
Jo: ¡Terriermon! - gritó el niño preocupado por el fuerte golpe que se oyó, y que había dejado al digimon perro inconsciente. - No podremos huir. ¡Él acaba de destruir el camino! – gritó el niño, mirando detrás de sí para ver el camino de tierra derrumbado, volviéndolo ahora un precipicio. - ¡Ay! ¡Es el fin! – exclamó el niño, abrazando tanto a Terriermon como Gomamon mientras cerraba los ojos en espera de su final.
Pero luego de un nuevo temblor y algo de grava cayendo cerca, Jo y Gomamon no sentían que hubiesen muerto, por lo que abrieron los ojos. Al hacer esto, ambos vieron a Birdramon empujando a Unimon contra la montaña.
Inserte Digimon Music - Brave Heart (Unreleased Synth Lead Version) (0:32)
Jo: ¡Birdramon! – exclamó Jo, con felicidad e incredulidad.
Taichi: ¡Vinimos a salvarlos! – dijo Taichi, aferrado junto a Agumon en una de las patas de ave gigante, mientras que, en la otra Sora abrazaba a Izuku contra el tobillo de Birdramon, para mantenerlo seguro en el aire.
Los tres niños humanos y el dinosaurio sonrieron al ver a sus amigos a salvo.
Jo: ¡Taichi! ¡Sora! ¡Izuku! – gritó el niño peliazul, siendo ese el momento en el que Terriermon comenzó a despertar.
Sora: ¿Todos están bien? – preguntó la niña pelirroja mientras saltaba de la mano junto con Izuku, así como Taichi y Agumon bajaron de la pata de Birdramon.
Izuku: ¡Terriermon! – gritó el niño peliverde asustado, corriendo para alcanzar más rápido a su digimon que se levantaba.
Debido a que Birdramon dejó de presionar a Unimon contra la montaña, el digimon unicornio se liberó y disparó una bola de energía a la espalda de Birdramon, derribándola de la montaña.
Sora: ¡Birdramon! – exclamó ella, mientras el viento producto de la caída movía su cabello al igual que el de Taichi, deslizándose la niña sobre la ladera.
En una fracción de segundo, Izuku fue lanzado hacia atrás al tropezar con escombros, debido al movimiento de la montaña, cayendo por la ladera también.
Izuku: ¡AHH! – gritó el niño pequeño, sintiendo que algo lo sujetaba del brazo con dos manos, viendo que su salvador era Jo Kido, esforzándose este lo más que podía para no dejarlo caer, antes de que Gomamon y Terriermon se acercaran para ayudarlo a subir.
Jo: ¿Estás bien, Izuku? – le preguntó el niño mayor, recibiendo un ligero asentimiento del niño pequeño, todavía en shock.
Secuencia de evolución.
AGUMON DIGIVOLS A… GREYMON
Fin de evolución.
Greymon estiró los brazos en un intento de alcanzar a Unimon, pero el digimon alado se elevó para que el tiranosaurio no pudiera sujetarlo. Con una velocidad increíble, Unimon estrelló sus 4 extremidades contra la espalda del dinosaurio, estampándolo contra la pared y generando una inmensa nube de polvo.
Jo / Izuku: ¡Taichi! – gritaron ambos preocupados por el niño de pelo alborotado, aliviándose cuando vieron que estaba a salvo al haber evitado las rocas.
Taichi: ¡Greymon! ¿Te encuentras bien? – preguntó el niño, oculto en una sección de la montaña que le servía de refugio.
Una vez más, Unimon llegó del cielo, y envistió con su cabeza a Greymon, manteniéndolo en el cráter que había generado el impacto anterior.
Taichi / Jo / Izuku: ¡Greymon! – gritaron ellos preocupados.
Greymon: ¡MEGA FLAMA! – invocó Greymon la gran bola de fuego de su boca, la cual Unimon esquivó en el aire por su gran velocidad.
Esto conllevó un ataque en respuesta por parte de Unimon, haciendo que el dinosaurio cubriera con su cuerpo a Taichi, mientras las rocas le golpeaban la espalda, provocando que en la mente de los humanos se mostrase una imagen parecida, como si ya hubieran visto esto antes.
Jo: ¡Taichi! ¡Greymon!, ¿Están bien? – preguntó este, mientras las rocas todavía cubrían al niño y su dinosaurio. - ¡Sora! ¡Birdramon! – preguntó Jo ahora mirando hacia el barranco, para ver a la niña y su ave en perfecto estado.
Bidramon: ¡METEOROS FUGACES! – invocó la digimon ave su ataque de fuego, lanzando un chillido de águila como grito de batalla.
Pero una vez más, Unimon esquivó el ataque sin problemas, embistiendo de nuevo a la digimon ave en el aire, empujándola hasta el suelo y provocando que el pedazo de montaña donde se hallaba Sora se derrumbara, haciendo a esta caer.
Izuku / Jo / Gomamon / Terriermon: ¡Sora! – gritaron todos, asomados a la orilla de donde estaban mientras oían a la niña gritar al caer.
Mientras Unimon sobrevolaba a las caídas niña y digimon como un depredador, Jo volvió a ver el objeto responsable de todo.
Jo: Ese engrane negro… - dijo el niño, haciendo que Izuku notase el objeto en la espalda del unicornio.
Izuku: ¡Igual que Andromon y Monzaemon! – gritó el niño, fijando su vista en el engrane incrustado en la espalda del digimon.
InserteDigimon Adventure OST #23 – Zetsubou (0:49)
Jo: ¡Yo se lo quitaré!... – dijo el niño para sí mismo, siendo escuchado por Gomamon, Terriermon e Izuku.
Sin darles tiempo a los tres de reaccionar, Jo saltó por el acantilado, cayendo en el lomo del digimon unicornio, aferrándose este con las manos al engrane negro. El grito del niño pequeño y los digimons gritando su nombre resonaban como ecos en la mente de Jo Kido.
Gomamon / Terriermon / Izuku: ¡Jo! / ¡Jo-senpai! – gritaban preocupados los tres, mirando al niño intentando sacar el engrane del cuerpo de Unimon.
Jo: ¡Tengo que quitarle este engrane! – gritó el niño antes de tirar más fuerte, haciendo que Unimon relinchara de dolor y se agitara violentamente.
Gomamon: ¡No lo hagas, Jo! ¡No lo conseguirás! – gritaba el digimon foca, siendo sujetado en brazos por el niño peliverde para evitar que este se arrojase al alocado equino, zafándose de inmediato para permanecer en el suelo.
Jo: ¡Te equivocas! ¡Mi obligación es hacer esto! – dijo el niño con firmeza, enfocando su vista en el objeto extraño. - ¡Tengo que proteger a los demás! – gritó Jo, resonando aquellas palabras por todo el lugar.
Lo que el niño acababa de decir dejó inmóvil al digimon foca, con una boca abierta de asombro por su determinación al sacrificarse por los demás, junto a la preocupación de lo que pudiera pasarle a él por eso.
Jo: ¡Porque… soy el mayor de todos! ¡Mi responsabilidad es protegerlos! – gritó el niño, siendo lanzado por Unimon hacia el vacío al mover este la espalda.
Taichi / Sora/ Gomamon / Terriermon / Izuku: ¡Jo! / ¡Jo-senpai! – gritaron todos horrorizados por lo que ocurría.
Gomamon: ¡Nooo! – gritó el digimon con llanto ante la inminente muerte del niño.
En ese momento, el aparato extraño en la mochila de Jo comenzó a brillar.
Inserte Digimon Adventure OST #25 - Brave Heart (TV Size)
Secuencia de evolución.
En medio de un vacío la pantalla del extraño aparato comienza a acumular barras horizontales, las cuales salen despedidas del dispositivo una vez que alcanzan su límite. Estas se arremolinan en un cilindro rodeadas de extrañas formas de escritura, reuniéndose todo en un punto que explota en rayos de luz.
Gomamon gira en sentido contrario al reloj sobre una plataforma circular hecha de luz, con su nombre escrito en varios idiomas humanos y siendo rodeado por el nombre IKKAKUMON en forma de cilindro.
GOMAMON DIGIVOLS A….
El cuerpo de Gomamon se vuelve hecho completamente de luz, y casi de inmediato, adquiere la forma de una enorme morsa con pelo blanco tan abundante como un lobo, con un cuerno en su frente.
IKKAKUMON.
Fin de evolución.
Izuku miró asombrado a la enorme bestia marina que se hallaba a su lado hace unos segundos, la cual saltó y alcanzó el precipicio, haciendo que Jo rebotase de forma segura en su lomo.
El digimon acuático se lanzó de inmediato para golpear a Unimon con todo el peso del cuerpo, con Jo sujetándose de la abundante cabellera de Ikkakumon.
Unimon fue arrojado a un área que quedaba oculta para Izuku y Terriermon, por lo que solo pudieron ver a Ikkakumon esquivando otra bola de luz lanzada por el digimon unicornio.
Ikkakumon: ¡ARPÓN VULCAN! – nombró el digimon su técnica especial, mientras la base de su cuerno "despegó" de su cabeza, desprendiéndose y siendo reemplazado por otro.
Después del primero, Ikkakumon lanzó dos tiros más hacia Unimon, los cuales erraron al objetivo debido a su gran velocidad.
Jo: ¡No está funcionando!, ¡Él es demasiado rápido! – dijo el niño peliazul, antes de ver como los cuernos dirigidos al unicornio regresaban a este, revelando que en el interior había un misil en cada uno, los cuales impactaron en Unimon.
Izuku: ¡Lo lograron! – gritó feliz el niño, viendo como Unimon galopaba en la zona plana de la montaña, y el engrane negro se destruía nuevamente en partículas luego de quebrarse en pedazos más grandes.
Jo: ¡Muy bien! ¡Lo conseguiste! – le dijo el niño a su digimon, mirando a Unimon alejarse volando de la montaña.
Greymon preguntó con su profunda voz a Taichi si se encontraba bien, a lo que el niño respondió con tranquilidad, al igual que Sora corría para subir de nuevo hasta donde estaban Izuku y Terriermon.
Jo: ¡Qué bueno! ¡Están todos sanos y salvos! – gritó el niño peliazul, haciendo que Izuku lo voltease a ver, encontrando una sonrisa de tranquilidad en la cara de Jo.
Taichi: ¡Me dejaste sorprendido, Jo! ¡Disculpa mi crudeza de anoche! – se disculpó el niño de pelo alborotado con Jo, estrechándole a este la mano, con Sora, Izuku, Agumon, Gomamon y Biyomon de testigos.
Sora: ¡El valor de Jo-senpai hizo que Gomamon tuviera su digievolución! – gritó con felicidad la niña, cerrando los puños a la altura de su pecho por la emoción.
Todos vieron a Jo negando mientras este se sonrojaba apenado.
Gomamon: ¡No! ¡Eso no es cierto! – gritó el digimon foca, atrayendo la atención de todos. - Jo fue muy valeroso, pero este esfuerzo fue solo gracias a mí… ¡Eso creo! – dijo el digimon, con una soberbia implícita en su rostro estoico.
Terriermon: ¿Y yo qué? – reclamó en su interior el digimon, sintiendo que un ojo le temblaba de forma involuntaria y su cara hacía una sonrisa de pena ajena.
Gomamon: ¡En serio! ¡Estoy seguro de que fue eso! – seguía diciendo el digimon, mientras Jo se acercaba hacia él para agacharse a su nivel, sin decir nada. - ¡¿Qué?!, ¡¿Quieres pelear?! – gritó el digimon foca, con el mismo tono de burla de anoche.
Jo: ¡Muchas gracias, Gomamon! ¡Gracias a ti todos estamos bien! – dijo el niño con una cara de sinceridad, ofreciéndole a Gomamon una mano para estrechar.
Ahora fue turno del digimon foca sonrojarse avergonzado, levantando una aleta para corresponder al gesto con el humano.
Biyomon: ¡Jajaja! ¡Gomamon se sonrojó! – gritó la digimon con tono de burla.
Gomamon: ¡Cállate! ¡Yo no me sonrojé! – respondió este, intentando ocultar su nerviosismo.
Terriermon: ¡Sí lo hizo, yo lo ví con mis dos ojos! – respondió el digimon perro, uniéndose a la burla hacia Gomamon.
Izuku se río junto a los demás cuando Gomamon se paró en una de las orejas de Terriermon, sentándose en ella mientras el digimon perro intentaba liberarse inútilmente.
Taichi: Bueno amigos, ¡vayamos a la cima de esa montaña! – dijo Taichi, instando al grupo a terminar la aventura.
El grupo tardó algunos minutos en terminar de escalar lo que faltaba, habiendo avanzado más gracias a los últimos segundos de la evolución de Birdramon. Taichi fue el encargado de gritar victoriosamente que habían logrado conquistar la cima, contemplando el terreno baldío con el cual podían tener una vista completa del lugar.
Inserte Digimon Adventure OST #22 – Taiketsu (0:47)
Pero los ánimos de júbilo de todos decayeron en cuanto fijaron sus ojos a observar el horizonte.
Taichi: ¿Esto es...? – balbuceó el niño en medio de su shock.
Izuku: ¿Una isla? – dijo el niño pequeño, contemplando al igual que el resto el inmenso océano que rodeaba el pedazo de tierra en donde hallaban, confirmando lo que los digimons les habían repetido durante días.
Inserte Digimon Adventure OST #30 - I Wish (TV Size)
ULTIMA EDICIÓN: SEP 06 2023
FECHA DE PUBLICACIÓN: SEP 29 2023
Inserte Digimon Adventure OST #31 – Yokoku
HOLA A TODOS, AQUÍ EL ÚLTIMO CAPÍTULO ANTES DE LA APARICIÓN DEL VILLANO DE ESTE ARCO. PARA DEJARLO EN CLARO, IZUKU CREE QUE SIGUE EN SU MUNDO Y QUE TODOS LOS DEMÁS SON QUIRKLESS COMO ÉL, Y LOS NIÑOS MAYORES CREEN QUE TODO LO QUE IZUKU DIBUJA Y DICE DE LOS HÉROES SON FANTASÍAS PRODUCTO DE SU IMAGINACIÓN, PERO NO QUIEREN ROMPERLE ESA BURBUJA PORQUE SIENTEN QUE NO AYUDARÍA EN NADA DADA LA SITUACIÓN DE EXTRAVIO EN LA QUE SE ENCUENTRAN.
EL PRÓXIMO CAPITULO SERÁ UN POCO MÁS LARGO YA QUE OCURRE ALGO FUERA DEL CANON DE DIGIMON ADVENTURE (1999), TIENE UNA EXTENSIÓN SIMILAR A LOS PRIMEROS CAPITULOS DE MI OTRO FIC, PERO LUEGO DE ESE, COMPRIMIRÉ LOS CAPITULOS DONDE SE NARRAN LAS AVENTURAS DE LOS NIÑOS SEPARADOS (EXCEPTO TAKERU, ESE SI SERÁ OTRO EPISODIO APARTE).
HAGAN LO QUE HACÍAN TODOS ANTES EN INTERNET: DENLE LIKE, COMPARTAN Y SUSCRÍBANSE (TAMBIEN DENLE UNA MIRADA A MIS OTROS FICS, ALGUNOS ESTAN BAJO REVISIÓN GRAMATICAL).
ESTE FIC SE PUBLICA EN SIMULTÁNEO EN FANFICTION, WATTPAD Y AO3. EN LOS ÚLTIMOS DOS PUEDEN ENCONTRAR FANEDITS DE LOS CAPÍTULOS. LOS COMENTARIOS SON BIENVENIDOS, ASÍ COMO PM'S DE LAS TRES PLATAFORMAS, Y SI YA LOS MANDARON, ENVIEN UN RECORDATORIO... EL ANIME DISTRAE MUCHO. ESO... Y LA PRÓXIMA TEMPORADA DE ANIME YA LLEGÓ (FRIEREN ESTRENÓ 4 CAPITULOS, MIENTRAS ESCRIBO ESTO APENAS VOY EN EL SEGUNDO, Y LUEGO LLEGA ANYA).
