Capitulo XX: Casino Parte 1
Ha sido una semana del asco he de admitir. Me he encontrado con un mar de trabajo interminable. Al parecer la producción estaba recibiendo más atención de lo esperado por ende las solicitudes de entrevistas y demás han ido en aumento. Serena igual sentía que la semana era un caos y podía notarse en sus ojos su cansancio. Para adornar la situación, la pseudo protagonista ha estado imposible ya que aun insiste en su loca idea de que sea su protagonista. Cuando todo el staff escucho las incoherencias que ella mencionaba sobre mi talento, yo quería que la tierra me tragara. Por supuesto, el actor que tenía ese papel me echaba una mirada con mil maldiciones. No quería para nada robarle ese papel, lo que menos quería era que todo Kalos se diese cuenta de mi existencia y me deportaran en medio del debut de la película. Mi jefa intento muchas veces apaciguar el conflicto, pero la peli azul era una testaruda de primera categoría.
Ambos nos encontrábamos en el camerino agotados. Por suerte, ya era el último día. Debido a que era un evento también publicitario para el filme, nos dieron el resto del día libre para irnos a preparar. Claro, con la mirada envidiosa de otras personas sobre mí. Y eso que apenas eran las 8 de la mañana.
- Creí que esta semana no acabaría… -
- Ni que lo digas, aunque si te soy sincera yo me siento emocionada. – Era evidente su entusiasmo, en la semana solo ha hablado eso con su estilista la cual me ha echado miradas con sed de sangre. ¿Sera que estoy pagando algo para que la mayoría de la gente me deteste? Sin embargo, mi enfoque estaba en lo que iba a ganar y a apostar. Por suerte, hoy era el día de pago y sería una de mis balas para sobrevivir.
- ¿A qué horas tenemos que salir el día de hoy? –
- Vamos ir juntos en la limosina de la agencia. Así que avísales a Viola y a Grant que estén listos a eso de las 4 de la tarde. –
- Lo que usted diga jefaza ~~ -
- Sabes que no me gusta que me digas así… -
- Por eso lo hago… - Ella inflo sus mejillas, pero me veía coquetamente. Estoy seguro que muy en su interior le encantaba que le molestara. Me levanté de mi asiento y decidí a respirar un poco de aire fresco, además de que sabía que ella podía perder el control estando solos.
- ¿A dónde vas? –
- Solo a buscar algo de beber, necesito un poco de cafeína en mi cuerpo. – Con eso salí del camerino y en efecto quería buscar un café. Por supuesto, también aprovecharía para comentarle a Viola los planes.
Estaba ya a punto de salir cuando de repente alguien me jalo del hombro y me llevo a uno de los callejones de los estudios de grabación. Sentí mucha fuerza en ese agarre y de repente vi quien era la causa de ello.
- Por fin estamos frente a frente sabandija… - Lo que me faltaba, era el actor del rol que Miette me quería meter a la fuerza. Veía su rostro y estaba completamente enfadado.
- ¿Y tú eres? –
- ¿Así que te haces el amnésico? Te lo recordare, soy la persona a quien le quieres robar. Aunque es inútil, ya que yo soy uno de los mejores actores de la región. – Lo que faltaba, el actor que tenía el protagónico también me odiaba.
- ¡Oh! ¡Perfecto! ¡Si! ¡No soy nada a su lado! ¡Su majestad! – Quise seguirle la corriente para que me dejara en paz además de que no quería ese dichoso papel. Sin embargo, mi sarcasmo se activaba en piloto automático en el tono de mi voz.
- ¿Te sientes tan confiado que te mofas de mí? Sabes que te puedo aplastar en esta industria si lo deseo. – Si era sincero, luego del encuentro con los mafiosos, parecía que un chihuahua me amenazaba.
- Mira, realmente no quiero tu papel ni nada. Solo soy asistente de Serena. No quiero problemas ya que tengo suficientes para agregar uno más. – El tipo de repente se echó a reír luego de que dije eso. Una vena se me salto si era sincero porque su tono era de burla pura.
- ¿Así que te escudas con la chica? Es hermosa he de admitir y he visto como la tienes loca. Ese debería de ser yo. ¿No lo crees? Te perdonare la ofensa, si simplemente me cedes tu lugar para ir al casino con ella. Pienso que es lo lógico, después de todo yo soy el protagonista. –
- ¿Qué pasa si no quiero? – Le desafié inmediatamente y eso causo que este apretara su mano en contra de mi hombro tratando de lastimarme.
- Bueno, entonces te demostrare como un hombre consigue lo que quiere. – Apretó su puño y me lo mostro frente a mi rostro. Simplemente suspire decepcionado.
*** 5 Minutos después ***
- Bueno, he de admitir que sirves mucho para mi estrés. ¿No lo crees? – El actor que se miraba amenazante y lleno de envidia contra mí, ahora se encontraba frente a mí, arrodillado como una Geisha con sus piernas juntas y con el rostro moreteado y lleno de chichotes.
- ¡Ha sido un honor ser de su utilidad joven Ash! – Su actitud tomo un giro de 180 grados. De repente era humilde y ahora me sentía yo como jefe de la mafia con su protegido.
- Mira, he visto lo mal que actúas. Así que, de aquí en adelante, por el bien de Serena, tendrás un entrenamiento espartano de actuación conmigo. Seis de la mañana la siguiente semana, si no estás aquí te hare otra remodelación en el rostro. Si alguien te pregunta, te caíste de las escaleras. ¿De acuerdo? –
- ¡Claro que si Joven Ash! ¡Seguiré sus pasos fielmente hasta la muerte! – Y de repente conseguí un esbirro en este mundo del entretenimiento. A lo mejor será útil. Matare dos pájaros de un tiro, porque al hacer a este estúpido un buen actor, la psicópata dejara de insistir, además de ayudar a Serena ya que la calidad actoral de este tipo está en su cara bonita nada más…. Bueno la deformé un poco, pero nada que un fin de semana arreglé… Creo.
Con ese pequeño incidente, decidí hacer las ultimas diligencias antes de la gran noche. Fui a avisarle a Viola sobre la hora para que coordinara con Grant de cuando íbamos a irnos. Por supuesto compre un café para mi y para mi dulce tormento de jefa. Al llegar al estudio, vi como el actor que le di una paliza me esperaba y me recibía como si fuese mi mayordomo informándome que aceptaron la explicación que acordamos. Suspiré un poco y decidí ahora ir a enfrentar a mi jefa la cual me recibió con un abrazo repentino.
- ¿Y esto a que se debe? –
- Simplemente estoy feliz y tengo que expresarlo. – La chica peli miel me coqueteaba sin cesar. Estaba realmente entusiasmada.
- ¿Y tengo que ser yo específicamente con quien lo expreses? –
- Tienes que ser tú y nadie más. – Me lo decía con tanta seriedad que realmente me impresionaba. Nunca pensé que ella fuese una persona que declarara sus sentimientos tan abiertamente. Pensé que sería más bien como una muchachita tímida que le costaba incluso agarrarme la mano. Pero esta joven estaba siendo directa.
- De acuerdo par de tortolos. Sepárense ya. – La estilista malhumorada nos separo de ese momento para mi buena y mala fortuna sincronizada.
- ¡Shauna! –
- Nada de Shauna. Tenemos que prepararte para esta noche. Además, el señorito simpatía también tiene que arreglarse. – Al menos sus insultos eran menos crudos.
- Bueno, ya todo esta preparado de todos modos. Nos vemos en la tarde Serena…. – Dije esto escapando de las garras de amor de mi jefa la cual inflaba sus mejillas de forma tierna mientras Shauna no la soltaba ya que sentía que iría tras de mí. He de admitir, era demasiado candente para poder soportar. No soy un santo para poder soportar otro momento como el que tuvimos en su departamento hace unos días.
A pesar de todo, debía de hacer un par de cosas mas antes de ir con Grant. Tenia que hacer muchas llamadas importantes las cuales también me ayudarían a futuro con este problema tan grave. Tenía que asegurarme que, al pagar esa deuda, iba a quedar saldada y no iba a ser otra estafa más. No soy tan inocente para pagar una millonada sin constancia de nada. Se mejor que nadie que es ser inocente y pagar caro por ello. Además, iba a recibir un poco de ayuda de mi hermano.
Luego de un tiempo de hacer mis llamadas y otras cosas que he preparado para la noche del casino, llegue al edificio de Grant. Cuando llegue, él se encontraba esperándome en la zona de recepción.
- ¡Llegas por fin Ash! –
- Veo que estas emocionado. -
- Se que es una situación de vida o muerte, pero realmente es una experiencia única. –
- ¿Practicaste cómo te dije? – Dije esto a sabiendo lo que hemos estado haciendo durante toda la semana en nuestro tiempo libre. Le enseñe a jugar póker ya que él me acompañaría en la mesa que se iba a dar el pote mayor. Tuve que convencerlo de apostar todos los ahorros que le quedaban para poder entrar. Era la única manera de aumentar, aunque sea un poco nuestras posibilidades.
- ¡Claro! ¡Estuve día y noche hasta que perfeccioné lo que me enseñaste! – Perfecto, vi a Grant haciendo lo que le pedí muchas veces así que note que estaba comprometido a la causa.
- De acuerdo, entonces necesitamos alistarnos. Creo que llamare a una tintorería para que me alquilen un traje. –
- ¡No te preocupes! Tengo eso ya resuelto. ¡Mira esto! – De repente mi casero saco dos trajes de gala bastante elegantes a lo que me sorprendió.
- ¿Cómo conseguiste esos trajes? Es decir, se que puedas tener uno, pero en mi caso…. ¿Como supiste mi talla? – Ha decir verdad solo con verlo sabía que era fácil ver que me quedaría como anillo al dedo.
- Si te soy honesto, contacte con Meyer. Ya que pidió tu talla cuando te dio tu uniforme de repartidor, fue fácil mandar a hacerlo. Le pedí a un amigo de mi abuelo que me ayudara con ello. Si vamos a enfrentarnos a la muerte, que sea con estilo. – Rei ante ese comentario. Hace años no usaba un traje de ese tipo, desde que me toco la fiesta de quince años de Misty si he de ser sincero.
Con eso, el tiempo volvió a tomar su cause y la hora para partir había llegado. Ambos nos vestimos de gala y nos acabamos nuestros botes de loción. Así de nerviosos estábamos. La primera en llegar fue Viola, la cual portaba un vestido ceñido a si figura de un color verde. He de admitir que le quedaba excelente y vi a mi casero babear por ella literalmente.
- Ya vine chicos. Gracias por la invitación de nuevo Ash. –
- Ni lo menciones. Debemos de hacer que esto cuente para solventar esta crisis. Necesito que distraigas a Serena cuando se dé algo crítico. Grant, también trata de parecer que somos desconocidos cuando estemos en la mesa, por ningún motivo deben de saber que somos amigos o conocidos incluso. – Ambos jóvenes me miraban con determinación. Podía parecer una posibilidad en un trillón, pero era mejor que perder la esperanza.
Esperamos un poco de tiempo a que llegara Serena. He de admitir que nos sentíamos muy nerviosos por los acontecimientos que se venían. Sin embargo, esos nervios se esfumaron al ver como una limosina se estacionaba en frente del edificio. Era un automóvil bastante largo y lujoso, se podía notar que era de la farándula. Lo que no espere en ese instante, fue que, si Grant estaba babeando por Viola, yo quede boquiabierto al ver que semejante belleza se bajaba sensualmente del vehículo mostrando parte de su muslo tentador. Mi jefa me dejaba estupefacto al verla con un vestido escarlata que abrazaba su cuerpo perfectamente solo dejándome a la imaginación su belleza de manera tan clara como el agua cristalina del lago mas bello del mundo. Sus manos y ante brazos cubiertos por guantes de ese mismo color y con un collar de perlas que acentuaban la blancura de su piel. Su cabello estaba reluciente y hermoso, la estilista gruñona se había lucido porque jamás la había visto tan hermosa como ahora. Incluso su aroma era como un campo de flores que desbordaba néctar para mí.
- Espero no haberlos hecho esperar mucho. –
- Gracias de nuevo por la invitación Serena. Realmente nos sentimos contentos de ir a este evento. – Viola se expresaba mientras Grant me jalaba la oreja para susurrarme algo.
- ¡Sabes que en este momento eres la envidia de todo hombre! Yo porque amo a mi novia, pero estaría furioso contigo si fuese soltero. – Ni yo se como es que llegue a tener esta relación con semejante mujer divina. Mi juicio y mis pensamientos estaban nublados solo con verlas, es de las pocas veces que me he sentido así. Vi como poco a poco ella se acerco a mi tímidamente y me quedo viendo de una forma tan amorosa que no sabía que era posible.
- ¿Cómo me veo Ash? – Era claro que todo ese esfuerzo era para dejarme perplejo y lo consiguió. Sin embargo, yo era un chico duro de matar en ese sentido y le sonreí tomando su mano cubierta por el bello de guante de seda y le di un beso a su mano.
- Se ve muy hermosa mi querida jefa. - ¡Poof! La chica tuvo una mini explosión de vapor en su rostro ya que echaba humo de lo roja que estaba. No me gustaba perder, pero en este caso me conformaba con el empate. Viola miraba lo galante que me comportaba y le susurraba a Grant entusiasmada.
*** Un par de horas después ***
El viaje en el lujoso vehículo fue placentero. Creo que nunca me había sentido así viajando por tierra. Serena conversaba feliz con Grant y con Viola sobre todo un poco. Estaba entusiasmada porque era la primera vez en mucho tiempo que ella hacia amigos fácilmente. Me extrañaba si era sincero ya que ella era dulce por naturaleza. De vez en cuando, ella me elogiaba frente a ellos mencionando lo bueno que era en mi trabajo tanto como repartidor como asistente. Realmente era la primera vez que veía a alguien elogiar a un repartidor, a experiencia personal simplemente les pagaba y les ignoraba de por vida. Solo podía ver las miradas picaras de Grant y Viola dándome a entender lo obvio. No era un secreto que yo le gustaba demasiado.
Cuando salimos de la limosina, una alfombra roja nos estaba esperando. Las luces de las cámaras empezaron a brillar y parpadear a alta velocidad todos buscando el mejor ángulo para la belleza kalosiana. Como si de una rutina se tratara, ella saludaba y sonreía para las cámaras y los corazones flechados de cada camarógrafo. Sutilmente le dije a Grant y a Viola que pasáramos desapercibidos los cuales ellos accedieron. Serena nos alcanzó rápido ya que tampoco estaba en un evento para dar todas las fotos, además de que ella ansiaba pasar conmigo toda la noche juntos.
Vi que el lugar era increíblemente lujoso. Columnas de mármol, ventanas de fina porcelana, oro, plata y bronce regados en diferentes lugares en forma de estatuas, candelabros y otros. Parecía mas un castillo medieval que un casino. Pude observar también como había bastante gente ricachona, técnicamente la nobleza de Kalos. He leído que un existen esos términos en esta región. Por ende, no me extrañaba ver toda esta gente con ese perfil de realeza alzada. Sin embargo, ni la realeza podía dejar de admirar la belleza de la reina de Kalos. Aunque no fuese su reina verdadera, su titulo era digno. Por eso, muchos de ellos empezaron a abordarla básicamente encasillándola en ello. La joven se sentía abrumada al ver como jóvenes, viejos, mujeres y hasta niños de la elite se acercaban para pedirle su autógrafo. Ella me veía queriéndole que la salvara, pero lastimosamente era inevitable. Era parte de mi plan, voltee a ver a Viola que la acompañara lo mas que pudiese ya que con Grant nos perdimos entre la multitud.
- ¡Ash! ¡Espérame! ¡Moh! – La chica refunfuñaba ante la ola de admiradores. Viola la asistía y la trataba de calmar.
- ¿Estuvo bien dejar a Serena ahí? –
- Ella está acostumbrada, además necesitamos encontrar la mejor mesa. Si no hacemos esto pronto, perderemos nuestra oportunidad. –
- ¿Cómo sabes eso? –
- Instinto. – Claro que sabia esto. Por lo general, se debía de buscar a la gente mas adinerada. La gente que le encantaba el riesgo, la gente que buscaba aplastar a los demás para demostrar su superioridad. Esos eran los blancos fáciles. Gracias a ciudad Azulona por esta experiencia.
Las mesas estaban algo vacías, la mayoría de la gente estaba afanada con los famosos y Serena por supuesto. De hecho, planee esto desde el principio recordando el incidente del centro comercial. La use como un imán de personas. Cuando la conmoción acabe, será más difícil encontrar a los jugadores con mas dinero, en otras palabras, los que mas pinta de mafioso tuviesen. Se que es peligroso como suena, pero era una realidad innegable. Solo aquellos que buscan la experiencia del juego están acá y por ende los que arriesgan más. Y…. encontré el lugar que encontraba y detuve a Grant.
- Ya encontré donde vamos a solucionar nuestro problema. –
- ¿Dónde Ash? – Rápidamente le indique y este se asustó.
- Esa es nuestra mesa Grant. – Cuando apunte hacia donde miraba, mi casero quedo frio al ver que tipo de personas estaban ahí. No eran personas que se veían fáciles de vencer.
- ¿Estas seguro Ash? – No le hice caso a mi amigo ya que me dirigí solo a la recepción para cambiar mi dinero por fichas. Le dije con la mirada que debía de llegar poco después de mi como hemos planeado. Llegue a la mesa y muchos de esas personas me quedaron viendo con cara de pocos amigos.
- ¿Qué es lo que quieres mocoso? – Uno de ellos era un hombre fuerte y musculoso de tez morena. Poseía un perfil como de un pirata del mar. A su lado, una belleza descomunal de tez morena.
- Pues al igual que ustedes, vengo a apostar un poco para divertirme. –
- Por primera vez, estoy de acuerdo con Archie. Somos filántropos de la región Hoenn que buscamos relajarnos un rato y no estamos para juegos con niñatos como tú. – El otro se veía como un intelectual engreído que estaba siendo acompañado por una dama con la mirada más fría que el corazón de ella sobre ti.
- Caballeros, si el pequeño desea perder todo, deberían de dejarlo así. Total, mas dinero para mis bolsillos siempre es bienvenido además del que les voy a quitar a ustedes. – Entre ellos un rufián de cabello blanco que parecía venir de una zona tropical me veía como su presa fácil. A la par, una morena de cabello purpura, ambos no cumpliendo con la etiqueta del lugar.
- A mi no me importa quien se una Guzma. Solamente apresúrense para comenzar ya. – Un tipo mas estoico que un agujero negro me observaba no importándole mi presencia. A su par, otra chica de cabello rojizo y otra de cabello rosa algo cósmicas por decirlo así.
- ¿Tanta prisa tienes Cyrus? Para mi esto es solo un tramite y pues aprovechando que estamos aquí, no es malo demostrar ser alguien superior. No se es tan viejo para divertirse y tener convivencia con gente tan ansiosa de ser derrotada. – El otro era un viejo zorro con mucha confianza por lo que percibía. A la par, un tipo rubio con cara de científico que ocultaba su locura.
- Señor Ghetsis, recuerde que después de acá debemos de regresar a Teselia de inmediato. No se le ocurra beber. –
- Como digas Colress…. –
- Les prometo no importunarlos. De hecho, será una experiencia única para todos nosotros. – Les decía a todos con una sonrisa confiada. Eran perfectos para el plan.
- ¿Y como probaras que eres digno de esta mesa muchacho? – El que llamaban Archie me cuestiono. En ese momento saque un saco que me habían obsequiado en la recepción donde se cambiaba el dinero. Estaba lleno de fichas que valían miles de dólares. Estas cayeron sobre toda la mesa para sorpresa de los presentes.
- ¿Entonces? ¿Vamos a jugar? – Todos aceptaron viéndome con una sonrisa maliciosa. Bueno, era momento de pagar esa deuda y le debía de agradecer a mis futuros patrocinadores, les guste o no.
La aventura en el casino comienza. Ash y Grant estaban a las puertas o del cielo o del infierno. Esta historia continuara…
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Buenas buenas de nuevo. Aqui estamos de nuevo con una bizarra aventura mas. Me tarde un poco pero bueno, aqui aun estamos vivos. Ojala disfruten, igual ando de pasada por ende contestare comentarios en el proximo capitulo! Espero lo disfruten!
