Contenido: Yaoi, oneshot, intento de romance, humor, fluff, etc. Parte de la serie #Flufftober2023 propuesto por la página "Es de fanfics".
Pareja: Joe x Cherry (Kojiro x Kaoru). Ocurre cuando ambos siguen siendo adolescentes.
Disclaimer:
Hikari: Y así es como empezamos el Flufftober de este año. Crucen deditos para que los astros se alineen y pueda cumplir diariamente durante este mes de octubre cada reto. Para empezar, los dejo con este pequeño OS de mi otp de este anime. Ya saben que SK8 no me pertenece, la obra original fue producida bajo el estudio Bones, por lo que este escrito es únicamente por entretenimiento y sin fines de lucro.
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#Flufftober2023, 1 – Baile bajo la lluvia
Miraban con ojos llenos de resignación hacia el cielo nublado, probablemente maldiciendo para sus adentros sobre el precipitado cambio de clima que no había hecho más que arruinar sus planes. Planes que consistían en una carrera sobre sus patinetas en lo que podría verse como una irreverente bajada en un terreno irregular y que cualquier adulto responsable quisiese llamar a las autoridades para negar el acceso a aquella zona.
Lo agradable de todo ello es que, por supuesto, ninguno de ellos era adulto todavía. Con la preparatoria siendo su única fuente de posibles preocupaciones, los dos adolescentes veían aquella peligrosa bajada solo como un sinónimo de diversión, retos y aventuras llenas de adrenalina que les harían probar su valía en su época más inocente y, al mismo tiempo, rebelde.
Aun así, por muy jóvenes que fuesen, eso no los libraba de reconocer los verdaderos peligros y advertencias que sus instintos les dictaban cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer con tal rapidez que no tardaron en humedecer el terreno, volviéndolo fangoso y mucho más difícil de maniobrar cuando trataban de guardar equilibrio sobre sus nada seguras patinetas con cuatro pequeñas ruedas.
-Supongo que quedaremos en empate. - murmuró para nada satisfecho el chico peliverde, dando un fuerte y resignado suspiro mientras, de un solo pisotón, hacia que su patineta se elevara hacia su palma. - A menos que quieras bajar por esa empinada y romperte el cuello, siendo así podría reclamar mi victoria de una buena vez.
-Ya quisieras, estúpido gorila. - se defendió el otro, de cabello rosado y largo, que era atado en una delicada y fina coleta de caballo. - No podrías ganarme, ni aunque yo tuviera ambos pies pegados a la tabla con cinta adhesiva.
- ¿Quién sería tan estúpido como para pegarse así los pies, en primer lugar?- alzó sarcástico la ceja, agradeciendo su mayor altura para aumentar su provocación, viendo a su rival hacia abajo.- Podría vencerte aún con este espantoso clima y sin ruedas antiderrapantes.
-Sube a tu tabla, Kojiro. - ordenó con una voz gruesa mientras sonreía con altanería, fingiendo que no le molestaba tener que alzar su cuello para verle a los ojos.
-Primero las damas, Kaoru. - ambos se separaron de su sencillo resguardo, bajo las ramas de un árbol torcido al menos la lluvia aminoraba, sin embargo, ahora que ambos se veían fijamente, caminando hacia el centro del sendero, la lluvia no tardó en humedecer por completo sus cuerpos. Ignorando el escalofrío por sentir la tela mojada sobre sus pieles, con gran sincronización subieron su pie a la tabla, y tomando el ruido de un conveniente relámpago como silbido de salida, inclinaron sus cuerpos para incrementar su velocidad colina abajo.
¿Recuerdan eso sobre que la juventud no era impedimento para escuchar los instintos de supervivencia y cómo la adolescencia no era sinónima a estupidez?
Parece que aquella afirmación no era completamente cierta para ambos chicos. No al menos en ese preciso momento.
El viento y las gotas frías se estrellaban contra sus rostros antes de poder estamparse con el suelo, el viento movía sus cabellos y el suelo inestable les hacía tensar las mandíbulas, tratando de recuperar el equilibrio para no caer ante la gravedad.
Cada uno planeaba ganar la suficiente distancia para tratar de reducir la velocidad y disminuir los riesgos, sin embargo, en una carrera tan reñida, era prácticamente imposible encontrar una abertura que les permitiera ganar ventaja.
Faltaban pocos metros para llegar a la zona de la fábrica abandonada, podrían descansar levemente de la lluvia y solo quedaría bajar por las destrozadas escaleras antes de la meta.
Pensando en esto es que probablemente Kaoru quiso confiarse, tomar un pequeño atajo para así al fin abrir distancia entre ambos y tomar de una vez por todas la ansiada victoria.
"Debo encontrar el ángulo de entrada correcto en la siguiente vuelta", fue su pensamiento antes de comenzar a inclinar su cuerpo hacia delante. Kojiro, viéndolo desde algunos centímetros atrás, se veía rebasado por el truco del joven pelirrosa, sin embargo, aun consciente del peligro, no se vio capaz de tratar de imitarlo, no cuando sabía que el otro tenía más capacidad en esa clase de maniobras.
Queriendo encontrar alguna estrategia para no verse rezagado, mirando con desespero la espalda de Kaoru distanciarse cada vez más, sus pensamientos frenaron de golpe cuando notó cómo la tabla del pelirrosa se desviaba del recto camino. Kaoru dio un salto involuntario, ladeando todo su cuerpo hacia el lado contrario del camino mientras perdía el control de su patineta.
- ¡KAORU! - olvidando su reciente miedo, no dudó en dar una fuerte patada, sin importar el barro o la posibilidad de también verse atrapado en una inevitable caída. Llegó a al lado del pelirrosa, quien ya parecía estar resignado a caer fuera de su patineta.
Tomándolo de los hombros con una sola mano y ocupando la otra como soporte contra la pared, empujó nuevamente a Kaoru a su lugar. Guardó un quejido por la fricción que las piedras causaron sobre la palma de su mano. Kaoru aterrizó ambos pies con dureza, tratando de recuperar el camino de su propia tabla, antes de alzar la mirada hacia su salvador.
- ¡Pero que idio…! - no pudo ni siquiera terminar de insultar antes de que otro desperfecto se presentara. Ahora eran las ruedas de Kojiro las que parecían desestabilizarse con las rocas y el lodo. Sin pensarlo, nivelando su patineta perfectamente en paralelo a la del otro, aprovechó el fuerte agarre del peliverde y su mayor masa muscular para usarlo como eje. Si, tuvo que inclinar su cuerpo demasiado hacia los músculos del otro, pero era gracias a sus diferentes estructuras que pudieron girar durante casi 180°, dando una media vuelta juntos, para poder separarse del sendero de donde estaban y finalmente llegar al lateral del camino.
Kojiro tuvo que morder la lengua ante la inesperada improvisación de Kaoru, pero al notar sus intenciones, su palma que había sido raspada por las rocas, ahora sostenía fuertemente de la cintura del más bajo para llegar al otro extremo sin separarse.
De no haber sido por la lluvia, ambos hubieran terminado pronto por la pérdida de velocidad, pero el suelo resbaladizo los hizo seguir en picada hasta estrellarse contra la primera lamina de metal que interrumpió su camino luego de que ambos no pudiesen tomar la última vuelta antes de llegar a la fábrica.
Afortunadamente las cajas de cartón desarmadas y la basura acumulada evitó que el golpe fuese demasiado severo.
-Creí que moriríamos…- suspiró con una voz entrecortada Kojiro, tratado de detener su desenfrenado corazón, mientras jadeaba y sentía la lluvia aun caer sobre su rostro.
-Cállate… de no ser por tus descuidos, estaríamos llegando a la meta ahora mismo. - Kaoru separó su espalda del suelo y se sentó sobre el lodo. A pesar de la desagradable sensación de tener su uniforme lleno de lodo y barro, no encontró las fuerzas necesarias para poder levantarse.
-¿Mi culpa? Tú fuiste el primero en perder el control de la patineta. - se quejó el más alto.
Creyendo que le atacaría verbalmente, el peliverde se sorprendió al notar el ceño fruncido del otro, no pudiendo vencer aquella afirmación. Abrió su boca, pero de ella no salió ninguna frase a su defensa.
-Te concederé la victoria solo por esta ocasión, estúpido gorila. - Kojiro reprimió una risita en su garganta al ver cómo aumentaba el puchero de Kaoru en su rostro, queriendo encontrar la mejor burla para hacer enojarlo aún más, se vio interrumpido cuando el ardor de su palma se asintió cuando cerró su puño. Un quejido lo suficientemente alto hizo que Kaoru, quien había estado desviando la mirada para ocultar su cara enrojecida, lo volteara a ver con atención.
-Mira que eres idiota. Recargarse en las rocas cuando íbamos a esa velocidad…- gateó varios centímetros hasta llegar a él. Tomó entre sus pequeñas manos la suya y se percató nuevamente de la diferencia entre ambos, a pesar de que eran de la misma edad. Kojiro sintió un breve salto en la base de su estómago. - No creo que necesites puntadas, pero de todas maneras lo mejor sería ir a ver un médico.
-No es nada, apenas duele. - apartó su palma, queriendo huir de aquel incomodo toque. - Fue un pequeño sacrificio por haber tenido que bailar con tal pésimo compañero esta noche. - cerró ambos ojos, queriéndose ver resignado.
- ¿Bailar? - repitió el pelirrosado.
-Si, o ¿no me digas que esas no eran tus intenciones cuando pegaste tu cuerpo al mío y nos hiciste girar? - con un tono burlón, Kojiro dejó escapar una risita altiva, recordando aquel cardiaco momento. - Kaoru-chan debe practicar más su danza si quiere llegar a ser mi compañero de baile.
-Y una mierda. - enfadado por escuchar tales tonterías, Kaoru se levantó deprisa, y aunque hizo un ademan con su mano sobre su pantalón, era obvio que aún se encontraba terriblemente empapado y sucio desde sus pies hasta su larga cabellera.
Kojiro notó un sonrojo en sus mejillas. Sin embargo, no supo si aquel rojizo era debido a su furia o a una inexplicable vergüenza.
- ¡Kaoru-chan! ¿No me ayudarás a levantarme y regresar a casa? - divertido, alzó ambos brazos extendidos mientras se quejaba con un tono exageradamente agudo.
- ¡Que te ayude algún dios, que yo no lo haré! - dando fuertes pisotadas, Kaoru desapareció por la entrada de la fábrica, no sin antes levantar su patineta del suelo y desaparecer aun entre la cortina de gotas de lluvia.
Kojiro, ahora completamente solo, miró su mano lastimada antes de suspirar y ponerse de pie. El ardor pasó a segundo término cuando recordó haber posado su palma sobre la pequeña cintura de Kaoru, y ahora que lo pensaba, en aquel breve pero efímero momento, tuvo el leve pensamiento sobre que su respiración se detendría por completo al sentir el cuerpo de Kaoru tan cerca del suyo, su cabeza a tan pocos centímetros de su boca, sus delgados dedos rozando su piel…
Se supone que la lluvia estaba fría, entonces, ¿por qué tan de repente sentía que su rostro se encontraba ardiendo?
-Vaya baile… murmuró para si antes de comenzar a buscar con la vista su patineta para largarse de ahí de una vez por todas.
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Hikari: Y luego de meses con un bloqueo de autor, estoy dando todo de mi para experimentar y traer nuevos escritos para mi cuenta este año. Espero no decepcionarlos demasiado y que les haya gustado, aunque sea un poco, este escrito para quien haya tenido tiempo para leerlo. Quisiera poder contar su apoyo durante este mes de octubre. ¡Bye bye-perowna!
