Flufftober 2023

Día 1: Bailando bajo la lluvia

Yuuri era consciente de que Wolfram se lo había advertido ya varias veces, incluso antes de salir de Castillo, pero la verdad ¿a quién le importaba un poco de lluvia? Él solo quería pasar un poco de tiempo a solas con su prometido, hubiera lluvia o no.

Así que, a regañadientes se llevó al rubio más bonito que existía tanto en Shin Makoku como en la Tierra y caminaron hasta las entradas de un bosque cercano y que tenía a su lado un riachuelo. Era una bonita vista, además de que aún quedaban algunas pocas flores vivas que soportaban esa clase de clima, ya que a pesar de que había un poco de frío por las noches, aún había calor en ciertas horas del día. Wolfram incluso le dijo el nombre de las flores, pero estaba tan perdido en sus ojos como siempre le pasaba que prefería mil veces verlo a él y no a las flores por más bonitas que fueran.

—Yuuri, regresemos ya—dijo Wolfram apenas unos minutos después de llegar—lloverá pronto, te lo advertí desde antes de salir.

—Lo sé Wolf, además no tiene nada de malo, solo será un poco de lluvia.

Apenas había terminado de decir esas palabras y la lluvia comenzó a caer.

—Te lo dije.

—Vamos Wolf, no seas aguafiestas, de hecho eso era lo que quería.

—¿Lo que querías? ¿Mojarte bajo la lluvia?

—¿No crees que es refrescante?

—Bueno sí, pero si te llegaras a enfermar, me echaran la culpa a mi.

—No lo harán, no te preocupes, en dado caso de que sí me enferme, diré que es solo mi culpa.

—Aún así, no es algo que me agrade, si puedo evitar que te enfermes, lo haré.

—Lo sé también, así como sé que siempre me apoyas y si en dado caso de que caiga, tú caerás conmigo, ¿no?

Wolfram se quedó callado. Eso era algo que dijo desde el fondo de su corazón, pero solo lo exteriorizó por las circunstancias en las que se encontraban en ese momento, de no haber sido así, nunca se lo hubiera dicho y sin embargo no pensó que lo recordara.

Avergonzado, miró a su prometido, quien lo miró una vez más antes de mirar al cielo, lo imitó y comenzaron simplemente a observar la lluvia caer.

Por suerte, no era una tormenta, parecía una lluvia pasajera, así que dejó que su prometido obtuviera lo que quería.

Incluso comenzaba a disfrutar de la cálida sensación que le brindaba estar a solas con él.

—Oye Wolf.

—Ummmm.

—¿No quieres bailar?

—¿Ah?—el rubio no entendía porque le había preguntado algo así.

—Yo no sé bailar muy bien, lo sabes, por eso lo evito lo más que puedo, pero solo estamos nosotros dos, así que no hay problema.

—¿Quieres bailar aquí, mientras llueve?

—No veo el problema.

En verdad Wolfram no entendía nada, pero aceptó y extendió su mano. Yuuri la tomó sonriendo y se alejaron de los árboles para tener más espacio.

Estaban simplemente dando vueltas en círculos, pisando los pequeños charcos de lodo que ya se habían formado en sus pies, incluso ya habían manchado sus pantalones, usualmente regañaría a Yuuri por ser tan descuidado, pero al estar tomado de sus manos y viéndolo reír mientras la lluvia caía sobre ellos, le daba una calidez en su interior, que simplemente le hizo disfrutar del momento.

Ese era el Yuuri que él amaba, tan sencillo y espontáneo, pero a la vez tan cálido y amable que no podía evitar caer ante él, le encantaba estar así, simplemente a su lado, disfrutando de lo que sea que los rodee, así sea esa lluvia traviesa que los mojaba ya por completo. En verdad esperaba que no se resfriara pero si así fuera, lo cuidaría hasta que sanara.

Lo importante era ese momento y ese sentimiento que había nacido dentro de él y que cada día crecía más y más.

Llegó el momento en el que él también reía junto a Yuuri, riendo y disfrutando de la vida, sonriendo y disfrutando de la compañía de la persona que más amaba.

No supo cuanto tiempo se tardaron, había perdido la noción del tiempo, pero siguió sonriendo de regreso a casa, siempre sostenido de la mano de Yuuri que no había soltado hasta ese momento y que parecía realmente encajar muy bien una con la otra.