Hola a tod@s, tuve que re editar porque me di cuenta, que había publicado un borrador y no el capítulo final que había decidido realmente, todo gracias a la señal tan deficiente de mi operador móvil, ya que escribo en el teléfono usando datos y este no guardo los cambios en la plataforma de Fanfiction, afortunadamente tenía el documento guardado en word, así que no tuve perdida alguna

Este Oneshot es resultado de haberme a sentado a leer todas mis libretas, cuadernos y escritos en word que hice durante casi diez años de mi vida, me encontré con estos textos realmente fabulosos que pronto les compartiré pues también mi punto de vista ha cambiado mucho y se que los puedo mejorar, así pronto les publicaré mas shots y alguna que otra historia Dramione, ya que es mi genero favorito.

Para empezar deben saber que en este shot no existe voldemort ni sus tiránicas ganas de adueñarse del mundo, Draco Malfoy es un cabrón porque es un jovencito rico, narcisista, caprichoso, competitivo y detesta que cualquiera le haga competencia en algo, sobre todo Granger, una hija de muggles. Por eso la ha cogido de desparche cada vez que tiene la oportunidad de hacerlo porque no soporta que siempre ose desafiarlo con la cabeza en alto.

Espero que lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo, si les ha gustado agradecería un pequeño Review, y no sé tal vez me anime a escribir algo sobre Theo y Luna o Ginny y Blaise

Besos, abrazos y a leer.


HERMIONE

Y ahí estaba yo, siguiéndolo con mucha cautela, lo había pillado sacando las llaves de la chaqueta de la maestra Doorflres mientras la saludaba, fruncí el ceño y lo observé sin que notara que me había pillado todo, el idiota iba a hacer algo indebido eso era seguro, por primera vez veía la oportunidad perfecta para atraparlo, después de todas las que me había hecho, haría que lo expulsaran, no lo dudé ni un segundo y lo seguí con sigilo, lo vi quedarse en los pasillos hasta que todos los estudiantes y maestros estuvieron en sus aulas de clase, había elegido el día perfecto ya que la maestra andaba en reunión con McGonagall y su sala de clase estaría desocupada una hora.

Entró al gran salón y lo seguí sigilosamente, saqué mi varita y comencé a grabar un holograma, me agaché en una esquina de la puerta para grabarlo bien, pero una mesa me tapaba la visión, así que en silencio y sin que se diera cuenta gatee debajo de ella, afortunadamente esta tenía un mantel que me tapaba por completo de su vista.

Lo vi en la imagen agarrar algunas carpetas y con su varita hizo el hechizo de sustitución de letra, magia negra para cambiar lo que la profesora escribió por algo nuevo sin que ella se diera cuenta del cambio pues era su misma letra, hizo esto en diferentes hojas, el idiota de Malfoy parecía estar arreglando algo, cerró el libro y acomodo todo como antes, me apresuré a salir goteando de nuevo guardando la varita en la cinturilla de mi espalda, estuve a punto de levantarme y salir corriendo cuando lo sentí, me agarró del pie y me arrastró de nuevo dentro de el salón, grité por la sorpresa y patalee.

-¡Mira a quién tenemos aquí! - la piel se me erizó al escuchar su voz amenazante - ¡Una sabelotodo, metomentodo! Que sorpresa. - dijo tirándose encima de mí, agarrándome las manos sobre mi cabeza con una mano, me dispuse a gritar como loca pero su otra mano me tapó la boca, me aplastó con su cuerpo y me miró amenazador, sus ojos grises se clavaron en mí como estacas. - eres una pequeña entrometida - me moví con violencia debajo de él, intentando golpearlo, me sentía violenta al sentir el cuerpo del Slytherin sobre el mío, podía sentir demasiado de él. - ¡Quédate quieta y cállate de una buena vez Granger!... No me voy a quitar de encima y sinceramente te estás restregando demasiado contra mi, así que deja de estar provocándome, o ¿es acaso una invitación, comelibros? - dijo sonriendo ladeado, me quedé quieta y en silencio de golpe, respirando entrecortado y totalmente sonrojada. - ¡Ahora dame tu varita! - me destapo la boca.

-¡Sueltame ahora mismo, idiota! ¡Qué rayos te sucede! - exclamé furiosa - ¡Porque iba yo a darte mi varita! ¡Imbécil!

-no te hagas la estúpida porque no te queda Granger - hablaba a unos centímetros de distancia de mi cara - se que estuviste grabándome, no eres nada discreta al seguir a una persona, así que borra la grabación y prometo no pasarme con los hechizos que voy a hacerte por entrometida.

-no tengo idea de lo que hablas hurón oxigenado - él frunció el ceño y con su mano empezó a buscar en los bolsillos de mi túnica y falda, - no traje mi varita idiota - me removí inquieta.

-Eres una mentirosa, te vi grabándome Granger, si no colaboras te voy a meter mano hasta encontrarla - forcejee de nuevo, pero él era mucho más fuerte, jugador de quidditch.

-te van a expulsar por esto, estás prácticamente abusando de mi - le reñi - además en cualquier momento podría llegar alguien y si nos ven así van a pensar la que no es. Así que suéltame ya.

-Que no digas que no te lo advertí ratón de biblioteca, tú lo has decidido - me soltó las manos y con rapidez me abrió la túnica de un solo tirón, lo golpeé con los puños y comencé a gritar, pero él se tiró sobre mí por completo agarrando mis manos sobre mi cabeza, silenciando mis gritos con su boca, no me besaba, solo había juntado su boca con la mía para silenciarme, mientras una de sus manos, se metía bajo mi camisa, comenzó a buscar mi varita por mi vientre a los costados subiendo su mano en medio de mis pechos sobre mi sujetador, me removí con violencia pero fue imposible quitármelo de encima. Lejos de sentirme violentada, furiosa o asustada comencé a sentir cierta excitación vergonzosa, un vacío en mi estómago que se hacía cada vez más grande, mi corazón latía furioso y la piel se me erizó, lo odie por hacerme sentir esto tan indescriptible. Le mordí con fuerza el labio superior, pero el me devolvió el mordisco aún más fuerte, lancé un grito abriendo la boca y él volvió a callarme, está vez besándome con fuerza, su lengua se metió en mi boca como una serpiente insistiendo sobre la mía para que lo siguiera, le respondí totalmente extasiada por su manera de besar, tan profunda, pausada, intensa y deliciosa, había olvidado todo a mi alrededor, cerré los ojos dejándome llevar, respondiendo a su beso con la misma fuerza y deseo, agarrándome de sus hombros porque me sentía morir, su mano acariciaba la piel de mi estómago bajando con su palma abierta, y rodeando mi cuerpo hasta que bajó sobre mi trasero, encontrando mi varita, dejó de besarme lamiendo con su lengua mi labio inferior antes de mirarme, abrí los ojos de golpe y lo vi sonreír ladeado, me puse roja de la vergüenza y para colmo respiraba demasiado agitada. - Que receptiva Granger - con su dedo pulgar acarició mis labios - quien diría que la mojigata Granger besaba de esta manera, esta ha sido todo un descubrimiento. - se reía en mi cara el muy cabrón.

-imbécil te voy a denunciar - le grite furiosa, golpeándolo con los puños en el pecho - ¡Quítate de encima! ¡ya degenerado! ¡Le diré a todos que has intentado violarme!

- ¿Violarte? - empezo a reír - eso quisieras ¿no Granger? - hablaba muy cerca tan cerca que podía sentir su aliento fresco y ver su iris cambiar a un gris mas oscuro - parecías no querer que me detuviera. no me digas que te gusto sabelotodo, sabés que estoy fuera de tu alcance ¿verdad? - sonrió egocéntrico.

-y aún así fuiste tú el que me besó - le dije y él se burló.

-Lo hice para darte tu merecido por entrometida, claro que nunca me imaginé que te excitarias tanto - se lamió los labios - y debo decir que no estás nada mal Granger, al menos tienes un buen par de tetas.

Volví a removerme bajo él, tomándolo desprevenido lo golpeé en la entrepierna con mi rodilla, rodó a un lado agarrándose la entrepierna con una mano, quise levantarme pero me agarró de la camisa sobre mis pechos y tiró de mí hacia él, caí con mis piernas abiertas sobre su pelvis y nuestros sexos se rozaron, aún sobre la ropa pude sentir el miembro de Draco a la perfección, ambos gemimos ante el choque.

Escuchamos los pasos apresurados de alguien que se acercaba y me entró él pánico, Draco volvió a rodar sobre mi, haciendo que quedáramos bajo la mesa, cubiertos por el mantel, él quedó sobre mí en medio de mis piernas, la falda se me había subido hasta revelar mis panties azules y el aún me agarraba de la camisa con su puño, evitando que me moviera, si nos pillaban de esta manera, a la fija seríamos expulsados juntos, me quedé quieta y en silencio, miré a Malfoy aterrada, él sonreía divertido, la situación tan ridícula en la que estábamos le parecía muy graciosa, ¡era un estúpido! , me soltó de la camisa, vi sus ojos pasearse por mi cuerpo desde mis pechos hasta mis piernas descubiertas, me mordí el labio sonrojada, su mirada comenzó a tornarse un poco más oscura y chispeante era muy sexy verlo, sentí su miembro crecer en mi entrepierna y me tragué un gemido mordiéndome el labio con fuerza, empezaba a sentirme muy agitada.

-Pero dónde las habré dejado - decía la profesora Doorflres, La escuché entrar en el salón hasta su escritorio y rebuscar en los cajones. Malfoy se acercó a mí de nuevo, en silencio con sus labios y lengua hizo un camino de saliva desde mi cuello hasta el medio de mis pechos mientras sus manos me abrían los botones de la camisa lentamente aprovechándose de que no podía hacer ningún ruido, ni moverme con fuerza, la camisa se abrió dejando descubierto mi sujetador azul, que realzaba mi abultado pecho, sentía mi corazón latir con fuerza por la angustia de que pudieran descubrirnos en esta posición, aterrada por esa sensación de excitación tan violenta que estaba sintiendo ¡Por Merlin, era Malfoy! , volvió a subir a mi boca besándome lentamente mientras restregaba su entrepierna contra mi pelvis suavemente, con cada embestida su miembro crecía más entre los dos, increíblemente la profesora salió cerrando la puerta a su paso, y pude soltar los gemidos que se escapaban de mi boca con las caricias que Malfoy me estaba dando. Con mis manos me atreví a tirar de su cabello rubio y desordenado mientras las suyas agarraban mis pechos estrujando con fuerza, tiró de mí sujetador y mis pechos saltaron a la vista frente a sus ávidos ojos grises que estaban velados por el deseo, se agachó y agarró mi pezón con su boca, lamiendo, chupando y succionando, me sentí desfallecer cuando el placer inundó cada parte de mi cuerpo. Me giré con fuerza sobre él y salimos de debajo de la mesa, quede encima de él y no pude evitar moverme hacia su erección masturbándonos con nuestros cuerpos, mientras el seguía chupando mis pechos y sus manos me agarraban de las nalgas, pegandome mucho más a él.

-¡Ah Merlin! - gemi cuando me mordió el pezón, mientras su otra mano tiraba del otro provocándome calambres de placer por todo el cuerpo, la sensación era indescriptible. Sentí su mano en medio de mis piernas acariciando sobre mis pantis lo que había provocado en mí.

-¡Huh Granger, estás muy húmeda! - lo escuché gruñir muy ronco - ¿Vas a dejar que te folle aquí? - me quedé estática cuando él dijo esas palabras, tragué saliva y me levanté del suelo como un resorte lejos de él, acomodándome el sujetador y el uniforme. Lo vi sonreír divertido desde el piso mirándome socarrón, se levantó y se recostó con los brazos cruzados en la mesa, el pantalón se levantaba en su entrepierna, dejando ver su gran erección apretada contra sus pantalones. - nunca me imaginé que la sabelotodo insufrible sería una genuina calientapollas. - dijo con un tinte de burla y enojo en su voz.

-vete a la mierda Malfoy, has sido tú el que se ha aprovechado de la situación para meterme mano - dije furiosa evitando sus ojos. - qué dirían tus amigos si supieran que…

-¿Qué? ¿Que te he besado y te he chupado las tetas como nunca nadie lo ha hecho? - se burló - me importa una mierda lo que piense cualquiera, Además no creo que quieras que esto se sepa ¿Verdad?

-¡maldito cerdo! - dije roja de la rabia. - No puedo creer que te hayas atrevido a tocarme, asqueroso.

-no te mientas, sé que lo has disfrutado demasiado, pude verlo por la manera como te retorcias en mis manos, tu manera de gemir, si no fueras tan mojigata habrías terminado lo que empezaste - se peinó el cabello con sus manos -

-¡dame mi varita ahora, estúpido! - le exigí estirando mi mano, él sonrió de lado, agarró mi mano y jaló de ella, haciéndome caer entre sus brazos de nuevo, volví a sentir su erección en mi vientre.

-Si la quieres, vas a tener que buscarme esta noche a las nueve en el baño de prefectos Granger - su mirada era intensa y su aliento se coló entre mis labios - no me dejes esperando o haré que te arrepientas.

-¿ah sí? Y qué vas a hacerme si no voy - lo enfrente - no tienes poder alguno sobre mí. - él sonrió mostrándome todos sus perfectos dientes, una sonrisa que me puso los pelos de gallina, sacó su varita y en el aire me mostró un video de mi, retorciéndome bajo sus caricias mientras me chupaba las pechos, en el vídeo solo me veía yo gimiendo, pero era claramente visible la sala de profesores y que estaba con un chico, no se veía que era Malfoy. Abrí la boca sorprendida de que usara mi mismo truco para chantajearme, traté de quitarle su varita pero fue imposible.

-te imaginas lo que diría todo el mundo si accidentalmente este video se reproduce en el gran comedor - me amenazó sonriendo triunfal - es tú decisión comelibros, te reúnes conmigo en la noche o no.

-¡Eres un cabrón despreciable! - dije con la voz quebrada a punto de chillar histérica. - ¿acaso vas a obligarme a acostarme contigo?

-yo no obligo a nadie Granger - dijo él - las chicas siempre terminan deseándome y tu Granger, no has sido la excepción. - aún no me dejaba alejarme de él - no seas hipócrita y asume el hecho de que te has derretido en mis manos, en mi boca, acepta que te has mojado excitada y que has gemido enardecida por más de mí. Tú me deseas.

-Te odio - susurré agitada, con las mejillas sonrojadas

-Repitelo hasta que te convenzas si quieres Granger - gruñó - pero al menos yo si soy honesto conmigo mismo y no obvio lo evidente, y es que has prendido un incendio voraz dentro de mí, te deseo, quiero hundirme en tu piel tanto como tu deseas que lo haga - sonrió ladino - puedes mentirte todo lo que quieras pero tu cuerpo reacciona a mi de manera excitante y no puedes evitarlo - se alejó de mí dejándome atontada - nos vemos esta noche Granger. - salió del salón como un vendaval, desapareciendo de mi vista rápidamente, dejándome con una sensación de añoranza, excitación e incredulidad.

El resto del día sinceramente fue una mierda, tuve que ir de nuevo a mi habitación para cambiarme de ropa interior pues la que llevaba estaba húmeda por mis fluidos, recordé el inmenso placer que había sentido al sentir las manos y la boca experta de Malfoy sobre mis pezones, sus manos recorriendome, me bañé de nuevo con agua muy fría y traté de volver a la normalidad, no podía ser que el estúpido impresentable de Malfoy se adueñara ahora de mis pensamientos, pero no podía parar de darle vueltas a la situación, si no asistía al encuentro con el Slytherin, fijo el publicaría el video y mi reputación de estudiante intachable, responsable y decente, se iría al carajo, como explicar lo que claramente se veía allí, yo disfrutando como loca de las caricias de un chico desconocido, me imaginaba las caras de Ron, Harry, la profesora McGonagall y Dumbledore, un escalofrío me recorrió entera, sentí las mejillas arder de vergüenza de solo pensarlo.

Y si asistía, no estaba segura de lo que podría suceder, Malfoy había dejado muy claras sus intenciones conmigo, él quería follarme y sus intenciones al citarme tan tarde en la noche no eran otras que terminar lo que habíamos comenzado. Me mordí el labio nerviosa, como podría entregarle mi virginidad al chico que me había hecho la vida imposible durante tres años , pensaba en ello y me daba coraje el pensar que él tenía razón, me había derretido en sus manos como mantequilla, lo había dejado desnudarme y besarme sin pudor alguno, incluso me moví contra él para sentir su erección justo ahí sobre mi clítoris. Sacudí la cabeza con fuerza y suspiré acalorada, me reprendí casi todo el día por pensar tanto en esas caricias prohibidas.

Mas tarde a mi lado Harry y Ron discutían sobre el partido de Hufflepuff vs Ravenclaw de esa tarde con fervor, seguros de que ese día los tejones obtendrían la victoria. Alcé la vista de mi plato y mis ojos chocaron con los grises del rubio al otro lado del gran comedor, me miró intensamente, pasando su lengua por sus labios lentamente, me pico un ojo y solté un respingo, miré a todos lados espantada de que alguien lo hubiera visto hacer ese gesto, pero para mi tranquilidad todos estaban concentrados en el almuerzo y sus conversaciones, evité mirarlo el resto del día.

Durante la última clase de pociones el profesor Slughorn hizo que me quedara un poco más que los demás junto a Malfoy, quiso felicitarnos por ser los mejores en su clase, invitándonos a un pequeño brindis en sus aposentos esa noche a las siete, le agradecí su hospitalidad y me retiré del salón tratando de caminar rápido por el solitario pasillo, escuché los pasos de Malfoy detrás de mí, lo ignore tratando de alejarme lo más rápido posible, pero él me detuvo agarrando mi mano, lo miré a los ojos grises y me empujó contra la pared pegándose a mí. Su boca colisionó de nuevo con la mía, en un beso húmedo y demandante, le respondí de inmediato turnando nuestros labios, no podía negarme a esa forma de basar tan apasionada, tan deliciosa, ya entendía porque las conquistas del rubio lo perseguían con frecuencia, se veía que sabía lo que hacía. Era irreal que Draco Malfoy se atreviera a besarme allí donde cualquiera podía vernos, pero al parecer eso no le interesaba, después de un largo y caliente beso, se apartó de mí, mirándome a los ojos intensamente.

-Nos vemos luego Granger - dijo apartándose de mí y caminando muy relajado hacia su nueva clase, yo no pude moverme porque las piernas me temblaban como gelatina y otra vez sentía esa pasión desmedida dentro de mí.

-¡mierda! - exclamé, totalmente vencida. Lo deseaba, deseaba a Malfoy como nunca había deseado a ningún chico. La piel se me había puesto de gallina, y el corazón me latía desbocado, tenía los pezones erizados. - no, no puedo - me recosté en la pared cerrando los ojos, impactada por todo lo que sentía. Malfoy solo quería divertirse conmigo, convertirme en la siguiente en su cama para luego burlarse de mí con sus amigos. No podía permitirlo por más que lo deseara, no podía dejar que me usara a su antojo, porque para empezar solo sentía atracción sexual por él, el rubio ni siquiera me había gustado nunca, sí, era guapo pero la belleza física siempre había sido algo sin importancia para mí, y yo Hermione Granger no podía acostarme con un hombre que no me quería, eso iba en contra de todos mis principios, y aún así no podía evitar sentirme atraída por ese magnetismo sexual que emanaba Draco Malfoy cuando se me acercaba.

Caminé hacia la sala común de gryffindor y entré. Harry, Ron y Ginny me esperaban sentados frente a la chimenea.

-Hola - los saludé.

-Hola Herms - la saludó Harry - ¿que quería el profesor Slughorn? - me preguntó apenas me senté frente a ellos.

-me invitó a un brindis con algunos compañeros de Hogwarts - respondí - debo ir a arreglarme, supongo que debo ir presentable.

-vamos a arreglarnos juntas Herms - saltó Ginny emocionada - a mi también me ha invitado.

-¡oh genial! Pensé que iría sola - le sonreí a mi pelirroja amiga.

-¿y porque solo las ha invitado a ustedes? - preguntó Ron de mal humor.

-no solo nos ha invitado a nosotras Ronald - dijo Ginny rodando los ojos - ha invitado a todos los estudiantes que tienen buen promedio en pociones. Tienes que estudiar más si quieres tales atenciones.

-Bah, quien quiere ir a un estúpido brindis de mamertos cuando hay partido de Quidditch - dijo el pelirrojo frunciendo el ceño.

-Genial que pienses así, porque igualmente no estás invitado - dijo Ginny mordaz y me reí ganándome una mirada llena de reproche por parte de Ron

-Les deseamos las mejores charlas y muy buena comida - dijo Harry - nosotros nos vamos al campo de quidditch. ¡Diviértanse! - dijo empujando a Ron por la puerta de salida, cuando empezaba a renegar. Nos quedamos solas y subimos hacia la habitación que compartiamos junto a Lavender, afortunadamente ella no se encontraba en el lugar, sacamos varios vestidos sobre la cama y elegimos el que mejor se nos veía.

-va a estar genial - dijo Ginny emocionada - es tan exclusivo que me siento importante. - la miré casi sin comprender lo que me había dicho y ella alzó las cejas. -¿Pasa algo amiga? - dijo mirándome con preocupación - es que estás tan ida. Sabes que puedes contarme lo que sea ¿verdad? - suspiré y me senté en la cama tomando impulso para hablar, le conté todo lo que había sucedido en la sala de profesores con Malfoy, a medida que avanzaba en el relato Ginny se tapaba la boca con la mano sorprendida, saltaba emocionada y sacudía las manos de arriba a abajo.

-¡Por Merlín y todos los caballeros de la mesa redonda Hermione! - exclamó agitada - estás diciéndome que el papi rico de Malfoy te ha besado, te ha tocado, y te ha citado para comerte completita esta noche.

-¡Ginny! ¡Es en serio amiga, necesito un buen consejo! - dije mordiéndome el labio inferior con nerviosismo.

-¿a qué esperas? - dijo poniendo sus manos en su cintura - Hermione estás demorada para saltarle encima a esa deliciosa serpiente Slytheriana. Se rumora que Malfoy es uno de los mejores polvos de Hogwarts.

-Ginny, te he pedido un consejo y no me estás ayudando. - dije pasándome la mano por la cara.

-no te compliques tanto Hermione, si tienes la duda, es porque Malfoy algo te mueve, tu misma me has dicho que te sentiste arder con sus caricias. - ella sonreía - además es el hombre perfecto para perder tu virginidad.

-¿Por qué lo dices? Acaso se te olvida que me ha hecho la vida cuadritos. Que se ha burlado de mí, que me ha humillado. - dije tratando de darme motivos para negarme a él.

-bueno, es Malfoy se ha burlado, ha humillado y le ha hecho la vida de cuadritos a más de uno en Hogwarts Hermione - se sentó a mi lado y me agarró la mano - sólo te digo que si te gusta, que si sientes todas esas sensaciones tan poderosas que me describiste, entonces vale mucho la pena intentarlo, porque ese deseo que sentiste no se vuelve a sentir como esa primera vez nunca, así que aprovecha, deja el miedo y los temores a un lado amiga.

-dicen que la primera vez es algo tan fuerte que nunca vas a olvidar al hombre con el que lo hiciste - dije dudosa - no quiero enamorarme de Malfoy, sería terrible.

-no vas a enamorarte Hermione, no romantices la primera vez, porque no es romántico, y si lo haces con un imbécil que no sabe de qué va eso, seguramente puede ser traumático porque es algo doloroso y necesitas un hombre como Malfoy con experiencia para que el momento sea excitante, créeme fui virgen tambien - dijo ella. - o es que acaso piensas esperar a que el idiota de mi Hermano sea el primero, despierta Hermione, Ron está demasiado ocupado metiendose entre las piernas de Lavender y te ha hecho a un lado porque piensa que ir a más contigo ahora, sería como echarse la soga al cuello muy rápido, se siente tan seguro de que estarás con él al final que no le importa que lo veas morreandose con cualquiera en Hogwarts. Ahora está este chico perfecto que es Malfoy siendo honesto contigo al decirte que te desea y huyes como una cobarde porque según tú no quieres enamorarte, se supone que eres una gryffindor Herms. Tiratele encima, ese es mi consejo.

Terminamos de arreglarnos, Ginny se puso un vestido rojo de tirantes, largo hasta el piso, que se ceñía a su cuerpo, se puso unas sandalias negras de tacón bajo, el pelo lo llevaba suelto y largo. Yo me decidí por un vestido azul, que se ajustaba a mi pecho y bajaba al vuelo hasta un poco más abajo de la rodilla, me puse unos tacones negros, me peine agarrándome el cabello en una coleta de la que se escapaban varios rizos indomables. salimos hacia las mazmorras del profesor Slughorn a la hora indicada, Ginny me había dejado la cabeza hecha un matorral de dudas con la charla que tuvimos, pero decidí no pensar en ello y dejar que las cosas sucedieran, si iba o no al baño de prefectos lo decidiría en su momento. Nos reunimos varios alumnos en el salón del profesor de pociones, todos vestían elegante y Malfoy no era la excepción, llevaba un traje negro que se le veía de infarto, llevaba su cabello platinado perfectamente peinado hacia atrás y su porte aristócrata no pasaba desapercibido para las chicas que lo miraban y cuchicheaban entre sí. A su lado Blaise Sabini y Theodore Nott iban también de negro, la imagen era escalofriante, algo turbadora pues los tres se veían imponentes, perfectos. Draco Malfoy me miró fijamente sin sonreír, ni mostrar sentimiento alguno, lentamente su mirada me recorrió de arriba abajo y un imperceptible sonrisa ladeada se asomó en sus labios, me sonroje al ser víctima de su escrutinio.

-waw amiga ese hombre te ha comido con la mirada por completo - me susurro Ginny al oído - hasta yo me he sentido caliente. - se empezó a reír.- la verdad no comprendo cómo es que dudas comerte todo eso tan delicioso.

-¡cállate Ginny! - la empujé un poco, viéndola reír divertida.

El profesor Slughorn nos instó a sentarnos alrededor de una mesa redonda, cenamos mientras él nos preguntaba cosas sobre nuestras familias, pasatiempos y aficiones,

-¿Así que señorita Granger cual es su pasatiempo favorito? - me preguntó el profesor. Estuve a punto de contestar pero Malfoy me interrumpió.

-Dudo mucho que Granger tenga un pasatiempo diferente al de tener sus narices todo el tiempo metida en los libros, como un ratón de biblioteca - dijo Malfoy con toda la intención de incordiar, lo que había logrado pues sí, mi pasatiempo favorito era leer. Lo fulmine con la mirada.

-Leer puede ser un pasatiempo bastante entretenido e intelectual Malfoy, deberías practicarlo de vez en cuando - le respondí a lo que él sonrió divertido. - Y sí, me gusta leer. Es algo que muchos no comprenden porque no tienen la capacidad de concentración para ello.

-oh excelente, entonces podré recomendarte algunos libros que he escrito para que me des tu opinión, siento que tienes una manera crítica y excelente para debatir ciertos temas - dijo el profesor Slughorn

-por supuesto profesor - dije - cuando guste.

-excelente y señor Malfoy, cual es su más grande afición - siguió preguntándole a sus alumnos.

-Me gusta cazar ratones -dijo él sin dejar de mirarme sonriendo ladino, a mi lado Ginny sonreía radiante, el profesor había fruncido el ceño. - más que todo esos ratones escurridizos que no sabes que están ahí, hasta que un pequeño e insignificante sonido los delata. Entonces ahí es cuando ¡bam! los cazo. - Ginny se carcajeo entendiendo por completo el doble sentido en las palabras del rubio y yo rodé los ojos.

-Para ser un joven de la alta sociedad, tienes una afición bastante inapropiada, - le dije mirando directamente a Malfoy - ¿no le parece profesor?.

-ehh pues… - susurró el profesor Slughorn

-Será que hacer lo que deseas, lo que te gusta, así sea algo tan simple como cazar ratones, puede ser inapropiado solo porque soy de la alta sociedad ¿No le parece una actitud algo prejuiciosa, profesor? - respondió el rubio sonriendo ladeado.

-claramente yo no soy la de los prejuicios Malfoy - le dije enojandome un poco.

-por supuesto - sonrió mostrando todos sus dientes, su miraba brilló - pude darme cuenta de ello.

-ehh s… vaya, que curioso - dijo el profesor poniendo su atención en Luna Lovegood a su lado, tratando de olvidar la conversación anterior, pero inmediatamente se arrepintió cuándo la rubia comenzó a divagar sobre los ojos tan hermosos y azules de Theodore Nott, preguntándole a Slughorn si no le provocaba lanzarse en el azul profundo que parecía mar en los ojos del pelinegro, haciendo que ambos hombres enrojecieran avergonzados, sobre todo Theo que después de eso empezó a mirar a Luna diferente.

-Señorita Weasley, me han dicho que es una excelente cazadora en el equipo de Gryffindor. - dijo el profesor - muchas felicidades. Debe ser una gran contrincante para usted ¿No, señor Sabinni?

-Weasley no está nada mal - dijo él mirándola de una forma enigmática - pero todavía le falta mucho para ser mi contrincante.

-¡ja no me hagas reír Sabinni! ¡Tú no me llegas ni a los talones serpiente! - dijo Ginny mirándolo despectivamente.

-Apostemos pelirroja, treinta galeones a que te gano en el próximo partido de Quidditch - dijo él muy seguro de sí.

-trato hecho - dijo Ginny golpeando la mesa con su puño. - vas a perder seguro.

-ya lo veremos - dijo el.

-ese es el espíritu competitivo y sano que nos gusta en este colegio - sonrió Slughorn divertido, durante la conversación Malfoy no paro de mirarme ni un segundo, ni siquiera se cortaba cuando le devolvía la mirada, se limitaba a sonreírme ladeado. Estuvimos largo rato conversando y brindando con el profesor hasta que ya eran las ocho y media de la noche, el profesor tuvo que despedirse con rapidez antes de que comenzara el toque de queda.

Todos salieron del salón y caminaron hacia su sala común con parsimonia. Vi a Malfoy mirarme intensamente por última vez antes de perderse de vista, cuando me di cuenta, todos habían desaparecido y me encontraba sola peleando con mi cabeza.

Me dirigí hacia la sala de gryffindor y me detuve, caminé de un lado al otro hasta que me decidí, cambié mi camino hacia el baño de los prefectos, teniendo cuidado de no encontrarme con ningún profesor en el camino, estaba sudando de los nervios. Cuando entré al baño, todo estaba oscuro, al parecer no había nadie y temí por mi seguridad a esas horas de la noche, pensé en que probablemente era una trampa y que malfoy solo había querido burlarse de mí, caminé de nuevo hacia la salida, cuando las antorchas se encendieron por completo. Malfoy me miraba sonriente, recostado en una de las sillas del lugar.

-¿te vas tan rápido? - preguntó mirándome ladeado.

-pensé que no había nadie - dije evitando mirarlo a los ojos - aquí estoy Malfoy, ahora devuélveme mi varita. - lo vi sonreír aflojando la corbata en su cuello.

-¿Crees que será tan fácil Granger? - dijo socarrón - créeme cuando te digo que haré que pagues el haberme seguido metiéndote en mis asuntos.

-Mira Malfoy deja la inmadurez a un lado y esta estupidez - dije enojada - devuélveme mi maldita varita o atente a las consecuencias.

-¿me estás amenazando? - se levantó de la silla y caminó hacia mí, rechacé el impulso de retroceder y lo enfrente con la cabeza en alto. - creo que aún no te has dado cuenta de quien tiene poder sobre quien sabelotodo.

-No me importa, te voy a denunciar con Dumbledore le contaré que abusas de mí y ahora estás chantajeandome - él se carcajeo y terminó de tirar su corbata a un lado de una manera tan provocativa que me quedé sin habla observándolo, comenzaba a sentirme muy nerviosa.

-por favor continúa - me dijo desabrochando los botones de su camisa, su blanca piel iba quedando descubierta a medida que bajaba sus manos por cada botón. - tu historia es muy entretenida.

-¡Qué rayos haces Malfoy! - lo evadi y me alejé de él caminando hacia el lado de la alberca - no vine a hacer lo que estás pensando, pervertido- le chillé histérica, evitando mirar su pecho fuerte.

-y según tú, ¿Qué es lo que estoy pensando? - sonreía incitador, volvió a acercarse a mí esta vez quitándose la camisa, me sonroje porque no pude evitar quedarme mirándolo embobada, el cuerpo del rubio era musculoso y torneado, delgado y atlético, dió otro paso hacia mí y volví a retroceder angustiada por la sensación de excitación que comenzaba a sentir de nuevo, sin darme cuenta retrocedí de más y resbale, caí dentro de la alberca llena de agua con espuma, salí a la superficie y grité furiosa al verlo reírse a carcajadas de mí. ¡Maldito fuera, porque tenía que reír así tan, tan sexy! ¡Su risa debería ser tan horrible como su personalidad!

-eres un imbécil de lo peor Malfoy - nadé hacia la orilla y salí, el vestido que llevaba había quedado empapado y se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel, a Malfoy se le cortó la risa, se quedó muy serio observándome, gruñó antes de caminar hacía mi con rapidez , y me acorraló contra la pared del baño con fuerza, me besó intensamente, atrapando cada uno de mis labios con los suyos, profundizando con su lengua en mi boca, respondí con la misma intensidad pasando mis manos por todo su pecho y brazos. Me levantó de las nalgas haciendo que rodeara su cadera con mis piernas y volvió a restregarse contra mí, senti su erección provocándome oleadas de placer, dejé que mis manos viajaran por su espalda ancha y me agarré con fuerza de su cabello cuando sentí sus manos acariciarme sobre la ropa, me olvidé por completo de quien era yo, con quien estaba y que iba a suceder. Cuando sus manos comenzaron a tirar de mi vestido húmedo reaccioné y lo empujé un poco, lo suficiente para que me dejara respirar.

-¡Malfoy!

-Granger porque rayos te niegas a lo que deseas. - gruñó sin apartarse demasiado también respiraba entrecortado.

-no voy a negarme - me mordí el labio - pero si quieres tenerme, tendrás que borrar el video que grabaste de mi y tendrás que entregarme mi varita primero. - él sonrió ladino, se mordió el labio y lo pensó un poco, sacó de su pantalón dos varitas, la suya y la mía. Reprodujo el holograma de su varita y el baño se llenó de mis gemidos, el sonido de su boca besándome los pezones, me sonroje avergonzada ante la visión del rubio chupándome los pechos, lo estaba dejando reproducirse completo, su mirada brilló con morbo, justo antes de mencionar las palabras que eliminaban la grabación. Me tendió mi varita y la tomé entre mis dedos.

-y bien Granger, ¿eres una mujer de palabra? - lo miré fijamente midiendo mis posibilidades, con varita en mano podía maldecirlo y huir victoriosa, pero eso no era lo que mi cuerpo deseaba, la piel me ardía y me sentía muy lujuriosa, solo quería volver a sentir ese placer tan intenso que me había hecho sentir antes. Acorte la distancia con Malfoy, esta vez fui yo la que tiró de su cabello haciendo que se inclinara hacia mi para besarlo, gruñó extasiado y volvió a atraparme contra la pared, con sus manos me arrancó el vestido rompiéndolo en el proceso, quedé desnuda frente a sus ojos grises que me miraban llenos de deseo. Con su lengua bajo por mi cuello, clavícula, quedándose en mis pechos mientras una de sus manos, acariciaba mi entrepierna lentamente en círculos acariciando mi clítoris con su pulgar, gemi descontrolada cuando uno de sus dedos entró en mí masturbándome, adentro y afuera constantemente, luego dos de sus dedos, entraban y salían, chapoteando en mi interior mientras me retorcia y cerraba los ojos con fuerza, embriagada de placer, siguió bajando por mi cuerpo hasta que se agachó frente a mí, hizo que subiera mi pierna derecha sobre su hombro y me sentí desfallecer cuando su lengua lamió toda mi entrepierna sin pudor alguno, gemi como loca cuando me agarró de la cintura y hundió su lengua dentro de mí, una y otra vez, succionando y chupando. El placer que sentía no podía ni describirlo, tuve que agarrarme de las paredes para no caerme.

-¡Ah malfoy! ¡Por favor! - gemía totalmente ida de este mundo.

-¿Qué deseas Granger? Dímelo - volvió a subir por mi cuerpo a mi rostro y me besó de nuevo, tomé el cinturón de sus pantalones y tiré de el. Malfoy se retiró un poco y se quitó la ropa, me puse roja cuando quedó desnudo enfrente de mí, su miembro totalmente excitado me hizo tragar saliva, era mucho más grande de lo que había sentido. Me agarró de la mano y me guió hacia su erección caliente, tiró la cabeza hacia atrás cuando comencé a masturbarlo de arriba a abajo guiada por él, luego caminamos hacía la alberca, él entró en ella y me hizo entrar con él, para volver a pegarse a mí como un pulpo, acariciándome y besándome por todas partes, nuestros sexos chocaban en un vaivén placentero y él deseo que sentía me nublaba los sentidos, malfoy me acorraló contra una esquina de la alberca, abriéndome las piernas, su miembro quedó justo en mi entrada, grité cerrando los ojos adolorida cuando me penetró hasta el fondo con fuerza, me agarré con las uñas a su espalda cuando comenzó a salir y entrar lentamente en mí, el dolor era algo espantoso y estuve a punto de chillar.

-ah! Ah! Ah! - gemía adolorida con cada embestida.

-shhh, tranquila - me susurró al oído, su voz se oía muy ronca - el dolor se irá en unos minutos. - siguió moviéndose cada vez más rápido y profundo dentro de mí, mientras seguía besándome y acariciándome el cuerpo.

Pronto el dolor disminuyó y una sensación de vértigo comenzó a crecer en mi vientre, tiré mi cabeza hacia atrás embriagada de placer sintiendo esa conexión tan espiritual y profunda, sentí que el aire se me fue de repente cuando un orgasmo brutal me llenó por completo haciéndome gritar contra la boca del rubio, él se tensó viniendose enseguida, quedó laxo sobre mí, respirando entrecortado, yo aun asimilaba esto tan delicioso que acababa de sentir, ese placer envolvente y caliente, tan certero tan brutal, volvimos a enredarnos en el cuerpo del otro esta vez sin reprimirnos en nada, saciando ese deseo que se había apoderado de nuestra sangre, incluso habíamos conjurado una cama doble en medio del baño, allí él me enseñó todo lo que debía saber sobre el cuerpo humano y sus diferentes formas de provocar y dar placer, además le mostré un pequeño libro muggle que hace mucho tiempo había descubierto y quise probarlo con él, tuvimos sexo como si no hubiera un mañana, probando todas las posiciones que en el había, incluso le había hecho sexo oral cosa que me pareció tan rico, tan excitante y delicioso que me pegué de él como si fuera el chupete más sabroso, me tragué todos sus fluidos cuando llegó al orgasmo, sus gestos de placer, la cara de Malfoy excitado era muy sugestiva y caliente era endemoniadamente sexy, me hacía sentir poderosa.

Volvimos a hacerlo como conejitos durante toda la noche y parte de la madrugada, no había parte de mi cuerpo que Draco Malfoy no hubiera besado y acariciado, al final caímos totalmente agotados enredados en las sábanas plateadas y en el cuerpo del otro.


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