Hola hermosas! Espero que estén muy bien y con mucho ánimo para iniciar la semana.
Les recuerdo que la historia es completamente mía y NO es para menores de edad, es sin fines de lucro, solo por diversión. Comenzamos.
LÍNEAS DEL TIEMPO
28
LÍNEA 2
La boda de Stear y Patty se estaba realizado, ambos lucían con los rostros totalmente iluminados por estar cumpliendo su sueño, sin embargo a pesar de los reclamos y los regaños de la familia de Patricia por haber salido embarazada, los jóvenes científicos habían decidido casarse únicamente por el civil, ya que por la iglesia tendrían que esperar por lo menos tres meses para que se corrieran las amonestaciones, y el estado de Patricia no les permitiría esperar tanto tiempo.
-Por ti. – Dijo Stear mostrando su burbujeante copa hacia su ahora esposa.
-Por ti. – Dijo Patricia brindando con jugo de manzana.
Cruzaron sus brazos y bebieron su contenido de un solo trago, provocando que los invitados presentes comenzaran a celebrar junto con ellos tan importante acontecimiento.
-¡Felicidades hermano! – Dijo Archie levantando su copa en alto para celebrar la felicidad de su hermano.
-Muchas gracias Archie. – Dijo Stear algo inquieto al ver que su hermano había bebido más de la cuenta.
-¡Salud cuñada! – Levantó de nuevo la copa así como su voz. La tía abuela lo veía como si quisiera crucificarlo.
-Salud Archie. – Le dijo Patricia hasta cierto punto divertida por su actitud.
-Archie, creo que se te han pasado las copas. – Dijo Anthony a su primo, quien negaba con total calma y con movimientos retardados la afirmación que le hacía el rubio.
-Estoy bien, estoy bien. – Decía evitando que le quitaran la copa de su mano. Annie lo miraba de lejos y después veía a Axel quien no se había percatado que su padre estaba borracho. - ¡Por los novios! – Gritó de nuevo el diseñador, obligando a los invitados a levantar sus copas y brindar por la buena ventura de los recién casados.
-¡Salud! – Gritaron todos al unísono, provocando que una vez más volvieran todos a acercarse a los recién casados.
Annie observaba que Archie no estaba muy bien y discretamente se fue hacia la cocina en busca de prepararle un café bien cargado porque no podía permitir que su hijo viera a su padre en esas condiciones.
-Dorothy, ¿Puedo pedirte un favor? – Preguntó la joven de ojos azules a la mujer de servicio.
-Por supuesto señora Britter. – Le respondió Dorothy con amabilidad.
-¿Te encargo un café bien cargado? – Le pidió a manera de pregunta. La joven sonrió imaginando que aquella bebida caliente era para el único de los Andrew que andaba fuera de control.
-Creo que lo llevaré afuera. – Dijo Anthony un tanto molesto con su primo.
-No te preocupes Anthony, ya ordené una taza de café bien cargado para aliviar su malestar. – Dijo Annie con tranquilidad. Anthony le agradeció su disponibilidad por ayudar, sabía bien que no era su obligación hacerlo.
-Muchas gracias Annie, y disculpa las molestias en nombre de mi primo. – Le dijo totalmente agradecido.
-No tienes que agradecer, no me gustaría que Axel lo viera en esas condiciones. – Dijo la joven explicando el motivo de su preocupación. Anthony asintió y se dirigió hasta donde estaba su esposa quien era la más mortificada porque Archie la estaba molestando.
-Archie deja en paz a Candy. – Le dijo Anthony a su primo.
-No le estoy haciendo nada. – Decía Archie con el poco equilibrio que mantenía en sus piernas.
-No te preocupes yo me lo llevo. – Dijo Stear abrazando a su hermano para llevarlo fuera de la vista de todos los invitados.
Dorothy entregó el café a Annie, quien de inmediato siguió a Stear hasta donde iba con Archie casi a rastras.
-Estoy bien… - Decía necio sin comprender que podría hacer el ridículo si tomaba una copa más.
-No Archie, no lo estás y más vale que te quedes aquí si no quieres problemas con la tía abuela. – Dijo Stear sentenciando a su hermano. – Adelante. – Dijo una vez que escuchó que llamaban a la puerta.
-Disculpa Stear traje un café para Archie. – Dijo Annie con timidez, ya que al lugar donde Stear lo había llevado era la habitación del diseñador, un lugar que ella tenía mucho tiempo sin pisar. Los recuerdos golpearon la mente de la joven que no sabía sin entrar o solo darle el café al inventor.
-Pasa Annie, muchas gracias. – Dijo Annie Stear agradecido por el gesto y rápido pensamiento de la joven.
-¡Annie! – Gritó Archie emocionado al ver al joven en su habitación. - ¡Hace tiempo que no te tenia aquí en mi humilde espacio!– Dijo acariciando su cama. El rostro de Annie se tornó de todos colores, avergonzada por lo que decía el diseñador. Stear lo miró con reproche y Archie solo levantó los hombros.
-Tranquilo Archie. – Dijo Stear tomando la taza de café para permitir que Annie saliera de la habitación. – Gracias Annie, yo me ocupo. – Le dijo amablemente. Annie asintió y decidió salir de aquel lugar que tantos recuerdos ahora amargos le traía a su mente.
-¡No, no, no, no y no…! – Dijo Archie necio en sus palabras. – Quiero que Annie me dé el café... – Dijo negándose a tomar aquel líquido negruzco y grueso de parte de su hermano.
-¡Estás loco! ¡Annie tiene que ir a atender a tu hijo! – Dijo Stear con reclamo a su hermano. Los ojos de Archie se abrieron de pronto al recordar que su hijo estaba en la mansión.
-¡Axel! - Dijo apenado, viendo a los ojos a Annie quien lo miró bajando la mirada en señal de desacuerdo con su actitud. – Lo siento Annie. – Le dijo ya más tranquilo, su actitud había cambiado una vez que había recordado la presencia de un hijo que apenas comenzaba a conocer. – Lo siento Stear. – Le dijo ahora a su hermano. – Ve con Patty, yo me tomaré el café y te prometo que bajo después. – Dijo seguro de que así lo haría.
-¿Estás seguro? – Preguntó Stear a su hermano. Archie asintió. El inventor miró a Annie dudando en hacer caso.
-No te preocupes, ya se relajó un poco, yo me encargo de que se tome el café. – Dijo Annie un poco más tranquila al ver que Archie se había calmado.
-¿Por qué eres tan buena conmigo? – Preguntó Archie a la joven mientras ella comenzaba a dar en su boca el café. - ¡Está amargo! – Dijo de pronto volviendo a ser ese chiquillo malcriado que siempre había sido cuando se embriagaba.
-Es el chiste ahora tómatelo. – Le dijo Annie ignorando su pregunta, no quería responder a aquella pregunta a la cual ella misma no tenía respuesta. Archie tapó su nariz y bebió de un solo trago aquel líquido amargo que le había llevado su antigua pareja. – Bien, ahora descansa te aseguro que te sentirás mejor después de unos momentos en reposo. – Le dijo haciendo que se recostara para después levantarse y salirse de ahí.
-Te quiero Annie. – Le dijo Archie cuando la vio que se acercaba a la perilla de la puerta. Annie tomó la chapa y la apretó con mucha fuerza, sintiendo una punzada muy grande en su pecho.
-¿Por qué me dices esto? – Preguntó la pelinegra con las lágrimas a punto de salir de sus ojos.
-Porque es verdad damita. – Dijo Archie acercándose a ella aún algo mareado por el alcohol ingerido. Aquellas palabras hicieron estremecer a Annie al recordar los días en los que las había pronunciado.
-Lo dices porque estás ebrio. – Le dijo Annie intentando ser fuerte y no caer una vez más en sus palabras bonitas.
-¿Por qué crees que me emborraché Annie? – Le preguntó con temor de atreverse a tocarla. La veía débil, vulnerable.
-Porque Terry te dejó. – Le dijo Annie segura de que el actor había terminado su relación con él semanas atrás, todo porque él había decidido buscar la verdad con relación al hijo que habían tenido, y más cuando se enteró que los resultados habían sido positivos como tanto Annie lo había gritado en el pasado.
-No Annie… no es así. – Dijo Archie girando a la pelinegra quien se negaba a escucharlo.
-¡Suéltame Archie! ¡Tú no me amas! ¡Te doy asco! ¡Tú mismo me lo dijiste aquella última vez que nos vimos! – Le decía Annie visiblemente afectada por lo que le había dicho aquel que ella proclamaba el hombre de su vida.
-No Annie, jamás fue cierto, te juro que jamás sentí asco de ti. – Decía intentando convencerla de sus palabras. – Estaba dolido, borracho de celos, me había convencido que me habías engañado, me convencí de que todo lo que me decías eran mentiras y yo como un tonto me negué a ver la realidad ante mis ojos. – Dijo Archie excusando lo que había sucedido en el pasado.
Las palabras de Archie poco a poco comenzaban a traspasar los muros que Annie había construido alrededor de su corazón, muros que no habían sido penetrados ni por su relación con John, quien había sido la relación más larga que había tenido después de terminar con Archie.
-Estás borracho. – Le dijo mirándolo a los ojos, con la mirada encendida y las lágrimas a punto de abandonarlos.
-No Annie ya no estoy borracho… - Dijo tambaleándose un poco. – Bueno sí un poco tal vez, pero sé lo que digo. – Dijo seguro de sus palabras.
-¿Y Terry? ¿No lo amabas a él? – Preguntó Annie haciendo que Archie abriera sus ojos sorprendido por el valor que tenía ahora la joven por enfrentarlo.
-Lo de Terry fue diferente. – Dijo Archie con nostalgia, hasta cierto punto arrepentido por haber sostenido una relación tan larga con él y más ahora que sabía mantenía una relación que no se molestaba en ocultar con una de las actrices del reparto estelar de su nueva obra.
-¿Diferente? Debe de haber sido así, él es hombre al igual que tú. – Le dijo Annie con cierta ironía en su voz.
-No, no fue por eso, para Terry yo solo fui un capricho, fui como un premio de consolación por haber perdido a Candy. – Dijo seguro de que así era. Annie lo miró sin comprender. – No pudo separar a Anthony de Candy, sin embargo si nos pudo separar a nosotros. – Dijo una vez más el chico.
-Siento que así haya sido. – Dijo Annie saliendo de la habitación, no quería estar más tiempo cerca de él o terminaría arrojándose a sus brazos, se sentía tan dolida, tan lastimada por el rechazo que había sufrido en el pasado y en esos momentos se daba cuenta que no lo había superado como lo había creído.
-¡Annie! – Gritó Archie intentando detenerla, pero la joven ya había salido de su habitación y bajaba las escaleras con el corazón azorado.
Annie llegó a la planta baja y con nerviosismo buscó por todos lados a su hijo, un mesero se acercó a ella para ofrecerle una copa y si antes se había negado en ese momento no lo pensó más y tomó dos copas de vino y se tomó una de golpe. Sacudió su cabeza aturdida por lo fuerte de la bebida y se tomó la otra sin dudarlo.
-¿Sucede algo Annie? – Preguntó Candy quien observó a su hermana correr por las escaleras.
-No Candy, ¿Dónde está Axel? – Preguntó angustiada al no ver al pequeño por ningún lado.
-Se lo llevaron a dormir junto con Alexander. – Dijo la rubia para informar a su hermana que su hijo estaba bien.
-Nos tenemos que ir. – Dijo Annie sintiendo como las copas que se había tomado hacían efecto en su cuerpo.
-De ninguna manera, no te encuentras bien. – Le dijo Candy intentando ser discreta con ella, sabía bien que si alguien se daba cuenta era capaz de exhibirla en las redes, tal y como había pasado con Archie momentos antes.
-Es verdad Candy, no me siento bien. – Dijo la joven refiriéndose a las palabras que Archie le había confesado momentos atrás.
-Ven conmigo. – Le dijo Candy decidida a llevarla a descansar lejos de los ojos curiosos que había en la mansión en esos momentos.
-Pero Axel… - Dijo Annie insistiendo en ir por su hijo.
-Él está bien Annie, confía en mí. – Le dijo Candy con súplica. Annie asintió y dejó que Candy la llevara hasta una habitación donde pudiera descasar y dejar que se le bajara la repentina borrachera que había adquirido.
Candy dejó a Annie dormida en la habitación, no había tardado mucho en que lo hiciera, ya que sabía bien que la joven ojiazul no era muy tolerante al alcohol. No sabía lo que la había hecho beber tan repentinamente pero lo que sí sabía era que no permitiría que se fuera hasta la ciudad en esas condiciones y a tan altas horas de la noche.
Cerró la habitación con mucho cuidado y bajó nuevamente al salón principal donde continuaba la celebración de la boda de su primo y sus amigos.
-¿Dónde estabas amor? – Preguntó Anthony quien se encontraba con un Archie ya recuperado.
-Annie se sintió mal y la llevé a una habitación para que se recuperara. – Dijo Candy explicando a su esposo lo que había pasado, no queriendo exponer a su hermana delante de Archie, ya que creía que él tal vez se molestaría por darle un mal ejemplo a su hijo, ya era suficiente con el que le había dado él esa noche.
-¿Se sintió mal? ¿Qué tiene? – Preguntó Archie sintiéndose responsable de ello.
-No te preocupes ya está dormida. – Dijo Candy intentando que Archie comprendiera que ya todo estaba bajo control. Archie miró a Candy y después observó hacia las escaleras.
-Bien, le decía a Anthony que yo me iré a descansar, por hoy es suficiente. – Dijo Archie como excusa para irse a dormir.
-Sí, no te preocupes un rato más nos iremos nosotros. – Dijo Anthony para también irse a descansar junto a su pecosa.
Una vez que se había deshecho de Candy y Anthony, se dirigió hacia la planta superior en busca de la habitación en la que suponía Annie estaba durmiendo. Revisó tres habitaciones antes de dar con la que Candy le había proporcionado a la madre de su hijo. Necesitaba verla, necesitaba aclarar con ella tantas cosas, convencerla que no le daba asco y que había tardado mucho tiempo en reconocer que realmente tenía sentimientos por ella.
-Annie. – Le dijo Archie a la joven intentando despertarla, sin embargo no había sido posible Annie dormía a pierna suelta. Archie suspiró y se sintió mal al recordar que Candy le había dicho que estaba indispuesta, pero cuando se acercó a ella pudo advertir que el aroma que despedía era de la misma bebida con la que él se había embriagado.
Sonrió con ternura al verla ahora ebria, él sabía que ella no tenía tolerancia al alcohol, así que presentía que con una o dos copas a lo máximo había terminado casi aterrizando.
-Te ves tan hermosa damita, ojalá un día comprendas que cometí muchos errores al haberme alejado de ti. – Decía Archie observando a la joven.
Poco tiempo después comenzó a tener sueño y antes de decidirse a dormir acompañando a la joven se cercioró de cerrar bajo llave la puerta, no quería que los encontraran y mal interpretaran todo, mucho menos cuando Annie lo había rechazado tan cruelmente.
Archie aún no estaba en sus cinco sentidos, se sentía mareado y se recostó enseguida de Annie, quien se hizo a un lado por inercia permitiéndole acomodarse junto a ella. Después de unos minutos se dio cuenta que no podía dormir vestido y se deshizo de sus ropas de todas formas no era la primera vez que Annie lo hubiera visto así. Se recostó casi desnudo al lado de la joven quien aún mareada se removía sin despertarse.
-Archie. – Habló Annie de pronto entre sueños. Archie escuchó su nombre y respondió también entre sueños.
-¿Mmm? – Preguntó sin querer despertar.
-Archie… - Volvió a llamar Annie pero esta vez con total sensualidad.
-Dime Annie. – Respondió Archie aún adormilado. Annie también se había deshecho de sus ropas inconsciente de que estaba acompañada por su mayor desvelo.
-Te amo Archie… - Decía Annie sin ser consciente de lo que decía.
-Annie. – Dijo Archie sorprendido por las palabras de la joven que horas atrás le había corrido. Archie se acercó a ella y sintió el ardor de su piel. Annie se encontraba en su borrachera con ganas de estar con él. Lo llamaba entre sueños y Archie no podía evitar mirar su cuerpo, volvió a sentir como se ponía firme ante los eróticos movimientos que comenzaba Annie a hacer retorciéndose en la cama tamaño King size en la que dormía.
-Te amo. – Le dijo abriendo los ojos a medias para después proporcionarle un apasionado beso. Archie abrió los ojos sorprendido por aquel movimiento, sin embargo su cuerpo se encendió de inmediato, recordando que las mejores noches las había pasado con ella, e incluso las noches solitarias en las que ella había sido fuente de su inspiración.
-Annie, despierta. – Le decía Archie en un susurro para evitar aprovecharse de ella, no quería que sintiera que la había tomado a la fuerza aunque estaba deseoso por hacerle una vez más el amor. Su mente lo delataba en las ganas que había tenido de repetir estar dentro de ella.
-¿Qué pasa? – Preguntó Annie sorprendida al ver a Archie semidesnudo en su cama. - ¿Qué haces aquí? – Preguntó Annie con el rostro encendido por los sueños eróticos que había tenido momentos antes.
-Vine a cuidarte. – Le dijo con una sonrisa. Annie lo miró apenada, sin embargo su mente aún no estaba al cien por ciento.
-Gracias. – Le respondió con una sonrisa. Archie sintió que el aire le faltaba al ver que no lo corría de su lado como creyó iba a hacerlo.
-De que… - Le dijo acercándose con precaución a ella, el aroma a alcohol llegó a ambos, aún estaban embriagados.
Archie besó los labios de Annie, quien de inmediato permitió que el joven comenzara a invadir su boca una y otra vez, invadiendo con total ímpetu su cavidad. Un fuerte gemido salió de los labios de Annie. Archie no se detuvo protegido por que la habitación que Candy le había dado a su hermana estaba del otro lado de las habitaciones principales con el único propósito de evitar que alguien la descubriera en ese estado.
-Archie. – Annie respondió con entusiasmo, evitando los gritos que su mente le daba para evitar que cometiera nuevamente un error.
-Annie. – Decía Archie cada vez más emocionado, sintiendo como volvía su reacción con mayor fuerza. – Te necesito Annie. – Le decía con súplica esperado que la joven no lo rechazara o lo dejara a medias.
-Y yo a ti Archie. – Dijo Annie sacando de su cuerpo la prenda de dormir que Candy le había ayudado a colocarse. Archie abrió los ojos al descubrir sus senos libres y comprobar que eran más grandes de lo que recordaba. Aquella visión fue simplemente la corroboración para Archie que extrañaba aquellas sensuales formas femeninas.
Tomó con ambas manos sus senos y jugueteó con ellos como si los estuviera saludando. Annie observaba cómo el diseñador se entretenía con sus atributos y sintió el placer recorrer cada rincón de su cuerpo, se olvidó de prejuicios una vez más y se abandonó a las caricias que le proporcionaba aquel joven que tanto había extrañado. Archie retiró la fina ropa interior de encaje que medio cubría su parte inferior y admiró perdido en los recuerdos. El aroma de Annie lo embriagaba aún más que las copas de alcohol que había ingerido antes y se sumergió en él para llenar su boca de nuevo con su sabor.
Annie se dejó explorar nuevamente, ansiosa por sentir una vez más aquellas emociones que en el pasado la habían hecho enloquecer. Los recuerdos seguían vivos en su memoria y pronto dejó caer su cuerpo sobre la cama para que Archie se acomodara mejor entre sus piernas. Sus manos se aferraban a las blancas sábanas al sentirse acariciando la cima del placer. Archie continuaba con entusiasmo sus intrusiones dentro de ella, expandiendo lo más que podía sus labios para abarcar más de lo que abarcaba.
-Eres tan hermosa, aún más hermosa que antes. – Le decía estimulándola sin cansancio. Annie comenzó a gemir aún más fuerte y pronto alcanzó el clímax tan anhelado.
-¡Archie! ¡Más! - Pedía en medio de gritos, ansiosa por repetir aquella experiencia, deseosa de guardar en su memoria aquella noche prohibida entre ellos.
-Tus deseos son órdenes. – Decía Archie feliz de sentir que tenía el control total de la situación. Se sintió de pronto un semental a punto de invadir a su hembra, quien estaba dispuesta a recibirlo sin excusa. Sus labios volvieron a explorar aquella zona erógena entre sus piernas y Annie pedía con sus sensuales movimientos cada vez más.
Pronto Archie recibió aquel licor que una vez lo había embriagado, aquel sabor que ahora comprendía había extrañado de manera desesperante.
-Annie. – Gimió Archie su nombre al sentir como ella se abandonaba a sus atrevidas caricias. Levantó su rostro y se acercó a ella quien lo recibía con una gran sonrisa, besando su boca sin importar el lugar donde había estado antes.
Archie la besó cómo jamás la había besado, deseaba llenarse de ella, deseaba grabar en su boca una vez más sus labios, su mano comenzó a estimularla mientras Annie gemía con movimientos circulares al sentirse estimulada, su cuerpo nuevamente reaccionó a los estímulos del elegante diseñador y Archie sonreía complacido, sin embargo su cuerpo comenzaba a reclamar acción, su parte baja comenzaba a doler vencido por la pasión.
Annie no pudo evitar observar aquella zona que tantas veces la había hecho enloquecer de placer. Recordó su primera vez y se saboreó al recordar su tamaño. Archie la miraba con deseo, con las ganas de que se armara de valor y aliviara su dolor. El joven diseñador se deshizo por fin de su bóxer liberando aquella extremidad que pedía a gritos ser liberada. Los ojos de Annie se abrieron complacidos al volver a ver aquella zona de placer que él portaba.
Archie se recostó adivinando las intenciones de la joven, extendiendo sus brazos para colocarlos detrás de su cabeza y observar el espectáculo. Un sensual gemido abandonó la boca del apuesto joven al sentir el calor de la boca de Annie arroparle su orgullo.
-¡Annie! – Gritó complacido, observando como la joven desaparecía su masculinidad. Annie lo miró convencida de que lo estaba disfrutando y aceleró sus movimientos, llevándolo hasta el límite del placer, buscando la manera de volver a enloquecerlo con sus sensuales movimientos.
Antes de que Archie se dejara llevar por la pasión Annie detuvo sus caricias y se colocó sobre él, dispuesta a aprovechar la reacción que había provocado en aquel guapo caballero. Archie la miró con la mirada encendida, dilatada, dando el permiso para que así lo hiciera. Annie se colocó dispuesta a que se adentrase en ella y Archie se apresuraba a hacerlo, había usado tantos sus recuerdos para complacerse a sí mismo que el tenerla ahí desnuda sobre él le parecía imposible.
Entró en ella con lentitud, dispuesto a disfrutar cada milímetro de su interior, gozando una vez más de su hermoso cuerpo.
-Te amo Annie. – Volvió a gemir ante el asombro de la chica, quien cada vez se convencía en su interior que aquellas palabras se convertían en verdaderas.
La pasión los atrapó unidos una vez más, como era en el pasado, como tantas veces habían convertido la habitación de Archie en su nidito de amor, la diferencia es que ya no eran unos chiquillos y ambos habían aprendido trucos nuevos, trucos que utilizaban para complacer a su contrario. Ninguno de los dos había tenido jamás una entrega tan intensa como aquella. Habían llegado al pináculo de su encuentro y una vez más Archie llenaba el interior de la pelinegra, quien recibía con verdadero placer la calidez de la respuesta natural de sus cuerpos. Segundos después ella volvió a dejarse llevar por la pasión y alcanzó la máxima expresión de su cuerpo con Archie en su interior.
Los movimientos fueron menguando, las caricias fueron disminuyendo, pero los besos tiernos fueron el postre de la noche, las miradas tiernas regresaron en ella y aparecieron en Archie, quien sanaba las heridas del pasado y aceptaba que realmente aquella mujer lo volvía loco, no solo loco de celos y de dolor, sino loco de pasión y de deseo, había recordado quien era verdaderamente y no quien había fingido ser por un tonto despecho y una fuerte confusión.
-Te amo Archie… - Dijo Annie terminando de cabalgar a su hombre quien se aferraba a sus glúteos para controlar tanta intensidad en su cuerpo.
La besó incluyendo su lengua en aquel profundo beso, evitando se bajara de él, la aferró más a sus labios y penetró con su lengua su espacio. Su cuerpo reaccionó una vez más, pero esta vez la amó con lentitud, con ternura, como quien ama por primera vez al amor de su vida. Annie se entregó una vez más sanando las heridas hechas por el mismo amor.
La noche pasó lenta y un dolor de cabeza apareció en ambos jóvenes quienes desnudos despertaban en compañía del otro. Los ojos de Annie se abrieron de golpe al descubrir que su sueño no había sido un sueño, Archie estaba desnudo en su cama y podía advertir por el aroma que los envolvía que algo había sucedido entre ellos.
-¿Archie? – Preguntó un tanto confundida, sosteniendo su cabeza al sentir una vez más aquel agudo dolor.
-¿Annie? – Preguntó Archie también confundido, el dolor de cabeza que tenía era propio de la borrachera que se había puesto la noche anterior. - ¿Pero qué pasó…? – Se preguntó confundido, no recordaba mucho de lo que había pasado, el corazón de Annie volvió a sangrar al recordar que antes de su borrachera él le había dicho que la amaba.
-No pasó nada. – Dijo Annie intentando cubrir su cuerpo que aún lucía desnudo frente a él. Archie la observó fijamente, no podía negar que le gustaba lo que estaba admirando. – Estabas borracho, fue mi culpa. – Dijo la joven quien también comprendía que Archie no estaba en sus cinco sentidos.
-Annie por favor… - Dijo Archie sintiéndose culpable al ver los ojos tristes de la joven. El rostro de Annie deformado por el placer apareció en la mente de Archie mientras ella lo dominaba.
-No te preocupes, no hay nada qué decir. – Dijo Annie tomando su ropa para irse a encerrarse al baño.
-Annie por favor ábreme. – Le dijo Archie tocando la puerta, buscando la manera de recordar lo que había pasado, las imágenes haciendo el amor con Annie llegaban cortadas a su mente.
-¡No Archie vete! – Le dijo Annie con el llanto ahogado en su garganta, deseando morirse en esos momentos por la pena que pasaba. Los recuerdos llegaban más completos a ella y lo que pensó había sido un sueño realmente había pasado, ella se había entregado una vez más a Archivald Cornwell, cuando se había jurado jamás volver a hacerlo después de las duras palabras que le había dedicado, sin embargo no podía negar que su cuerpo respiraba su nombre, porque jamás, jamás, había vibrado entre los brazos de un hombre como había vibrado en los brazos de Archivald, jamás había practicado sexo oral con nadie por el simple hecho de sentir asco, por todos menos por él. - ¡Maldita sea Archie! ¿¡Por qué te amo tanto!? – Decía Annie cubriendo su boca para evitar ser escuchada llorar con dolor.
-Pero Annie, tenemos qué hablar, necesito saber bien qué pasó anoche. – Decía Archie intentando recordar.
-¡Nada! ¡No pasó nada! ¡Fue mi culpa Archie! – Le decía la joven sin poder ya ocultar su llanto.
Archie optó por dejarla sola al ver que no conseguiría nada con estarla acosando. Colocó su bóxer y tomó las demás prendas que había vestido la noche anterior, se cercioró que nadie hubiera a su alrededor y salió con el llanto en sus ojos.
-¡Soy un imbécil! – Se dijo a si mismo por no recordar lo que había pasado. Una vez más recordó otro pasaje de la tórrida noche vivida. - ¡Santo Dios! – Se dijo a sí mismo al ver que su cuerpo se erguía con fuerza buscando una vez más aquella grata compañía. - ¡Eres un imbécil Archie! Quisiste convencerte que no la amabas, pero estoy comenzando a dudar que tus palabras fueran ciertas alguna vez. – Dijo reclamándose las veces que había ofendido a Annie diciéndole que la aborrecía y que le daba asco. Pensó en Terry y su estómago le reclamó, volvió a sentir los mismos síntomas que le habían aparecido al principio de su relación. – Tengo que aceptar que Annie ha sido la única que me ha hecho sentir especial. – Dijo aceptando ya que su amor por Annie no era del todo falso, pero primero debía poner sus ideas en orden antes de hablar con ella una vez más.
Annie por su lado se había bañado rápidamente una vez que se cercioró que Archie estaba fuera de la habitación, se lavó su cuerpo y descubrió las marcas dejado por el entusiasmo de Archie, sintió el deseo de volver entregarse a él pronto se recriminó.
-¡Eres una tonta Annie! ¡Estaba borracho! – Se dijo como excusa, para después salir de la habitación cubriendo con maquillaje las marcas sobre su cuello, agradecía que las demás estaban en zonas que no permitían ser descubiertas por la ropa.
Sin dar más explicaciones tomó a Axel y se marchó de Lakewood rumbo a su departamento en Chicago, quería desaparecer del mapa y era precisamente lo que haría.
-¿Dónde está Annie? – Preguntó Archie cuando bajó al comedor.
-Se regresó muy temprano con Axel a Chicago. – Respondió Candy a su primo.
-¿Se regresó? ¿Por qué? – Preguntaba Archie frustrado por la situación, él quería que ella le recordara bien la noche compartida, de ser posible quería volver a recrearla paso a paso para demostrarle que no era producto de la borrachera lo que había hecho, lo único a lo que era culpable el alcohol era que no le permitía regresarle todos sus recuerdos.
-No lo sé, dijo que tenía que hacer algo importante. – Dijo Candy una vez más, mirando extrañada el comportamiento de su primo. Archie suspiró cansado de la situación, sentido por la reacción de la joven que él decía ahora amar, pero que con su actitud lo había herido profundamente.
-¿Sucede algo? – Preguntó Anthony a su primo al verlo tan pensativo.
-No, solo que no tuve tiempo de despedirme de Axel. – Dijo como pretexto, pero esa respuesta fue suficiente para que confiaran en él.
-Annie dijo que la próxima semana permitiría que Anthony y yo lo trajéramos de nuevo. – Dijo Candy a su primo, quien sonrió agradecido por el mensaje.
-¿Ella no vendrá? – Preguntó Archie para saber si ella regresaría.
-No dijo nada, pero me imagino que no al decir que lo dejaría venir. – Dijo Candy observando curiosa la actitud de su primo. Miró a Anthony y este también notó la actitud de Archie, sin embargo ambos guardaron silencio al respecto.
-¿Dónde están Stear y Patty? – Preguntó el diseñador para desviar la atención de él.
-Aún no bajan. – Dijo Anthony con travesura. Archie lo miró de la misma forma y lanzó un cojín a su primo al rostro. - ¿¡Qué!? Yo no tengo la culpa que tú hayas sido el único que durmió solo esta noche. – Dijo Anthony mirando la reacción de Archie, quien simplemente sonrió con nostalgia y el rubio respetó su reciente ruptura amorosa. Candy lo observaba y no podía dejar de pensar que al igual que Annie, Archie se veía muy misterioso.
Continuará…
Llegamos al final de este apasionado capítulo, espero que les haya gustado. Muchas gracias a cada una de ustedes por estar al pendiente de la actualización, siento mucho si me tardé en publicarlo.
TeamColombia:
Hola hermosas, muchas gracias por su paciencia. Les recuerdo que la tía abuela jamás ha tenido en buena estima a Candy a pesar de todo, y no debemos esperar que cambie cuando ha recuperado a su nieto consentido. Gracias por comentar hermosas, les mando un fuerte abrazo a cada una de ustedes.
Julie-Andely-00:
Hola hermosa, tienes razón hay que andarse con cuidado, vamos a ver si Anthony puede aguantarse como él mismo lo recomendo a Archie jejejeje. Albert es un amigo incondicional para Candy, es una persona que ella estima mucho y desafortunadamente también le tocó enamorarse de ella en esta historia. Espero te haya gustado este capítulo amiga, te mando un fuerte abrazo.
Rose1404:
Hola hermosa, me alegra mucho que estés muy bien y siempre muy bien acompañada por tu hermoso bebé, el cual ya está cerca de cumplir un año si no me equivoco verdad? Dale un fuerte abrazo hermosa. Creo que tienes razón Albert era una de tus opciones para el "acosador", así que no has perdido del todo jajaja. Creo que los tortolitos tendrán que contenerse antes de dar el gran paso jajaja sino podrían recibir a la cigüeña antes de tiempo. Te mando un fuerte abarzo hermosa, saludos y bendiciones dobles.
Mayely León:
Hola hermosa, ¿Cómo estás? Tienes razón Albert tiene que entender que Candy no lo quiere de manera romántica, vamos a esperar qué es lo que hará. Me alegra saber que esté mucho mejor tu niña. Te mando un fuerte abrazo hermosa, saludos y bendiciones.
lemh2001:
Hola hermosa ¿Cómo estás? Espero que muy bien. Creo que el encuentro entre los Andley fue muy repentino, sin embargo ya se habían tardado en hacerlo así que creo que fue la manera que debían de ser las cosas, Albert quería investigar y se dio cuenta que vigilando al rubio no encontraba respuesta alguna. Anthony a pesar de todo sintió el rigor de la presencia de su tío, él reconoce que es un galán también y no vaya a ser jajaja así que se aseguró de que ella lo aceptara con una declaración sorpresiva. Muchas gracias por leer hermosa, te mando un fuerte abrazo.
María José:
Hola hermosa, ¿Cómo estás? Por poquito no leo tú comentario, mis actividades me hicieron atrasarme con la actualización y por ello me apareció en el capítulo 27, gracias por comentar y no te preocupes cuando puedas comentar te agradezco en el alma lo hagas. Me alegra que te hayan gustado todos los capítulos. Te mando un fuerte abrazo hermosa.
Guest y Anguie:
Hola hermosas, estoy bien GAD, sin embargo muy ocupada. Les mando un fuerte abrazo.
Muchas gracias a todas y cada una de las personas que están al pendiente de las actualizaciones, gracias por leer y por hacerme un espacio especial. Dios las bendiga a cada una de unstedes.
GeoMtzR
02/10/2023.
