Capítulo 3: Amor Prohibido
Un nuevo día y con el una nueva actualización.
P.D: no odien a Shion él solo está confundido, se perdió tantos años fuera del Santuario que se le olvidó que los años pasaron para él y para los demás.
No hubo quejas, ni muchos menos reclamos, TODOS debían de estar bien temprano en el despacho de Shion, pues debía informarles algo de suma importancia.
—¿Viejo Maestro?—habla Mu al ver que aparece Dohko y que se acomoda como los demás caballeros. Sin bien el chino continuaba siendo el caballero de Libra era cercano a Shion y desde que habían regresado a la vida, generalmente estaba a su lado apoyándolo en sus avisos o designando misiones. Era extraño verlo allí callado y cabizbajo—, Viejo Maestro, ¿Se encuentra bien?
—Pues… digamos que…
—Que bueno que estén todos aquí, no pienso demorarme. Sé que algunos deben ir a entrenar a sus respectivos discípulos y otros tienen que cumplir con la misión que ya se les encomendó —Shion hace su aparición, al igual que Dohko no se veía bien, pero hacía un enorme esfuerzo por ocultarlo y mostrarse sereno.
—Su ilustrísima…—intenta hablar Aioros— ¿Ocurre algo?
—Después Aioros, ahora…—levanta su mirada —, sin ánimo de nada, espero ser claro. No quiero ninguna réplica, comentario o queja— observa a cada uno de los 13 caballeros, a quienes no les queda más que asentir con la cabeza.
Mu podía percibir ese ambiente extraño, su maestro y Dohko no habían tenido una discusión común, eso le daba un mal presentimiento, después debía de buscar la forma de hablar con ambos y saber lo que había sucedido.
—Recuerden que ustedes están aquí gracias a la gran benevolencia de nuestra Diosa Athena —habla con calma—, ustedes son los únicos que han tenido esta oportunidad y es por lo mismo que espero que hagan las cosas bien… — suspira—.Todos los errores que cometimos ya fueron perdonados, así que no hay por qué hacer comentarios ni recordar malos momentos —al decir esto sus ojos se dirigen a Mu—. Por favor caballeros dorados sepan aprovechar esta nueva vida, ustedes ya no son unos niños, ya es hora de madurar y aprender de los errores. —su tranquila actitud cambia. El patriarca toma un poco de aire para referirse al tema más importante del día—. Todos ustedes han crecido aquí, se conocen y si, somos algo parecido a una familia —una pequeña sonrisa aparece —, pero hay que poner límites…— frunce un poco su entrecejo enseguida —Si, para que ya no hayan malos entendidos.
—A bueno en ese caso usted no tiene por qué preocuparse…
—Déjame terminar Saga— le hace señas con su mano para que no hable—. No tengo nada en contra que se lleven bien, que sean amigos, incluso que sean más cercanos unos que otros. Lo que si no voy a dejar pasar es… —mira de reojo a Dohko —quedan prohibidas las relaciones amorosas entre caballeros dorados.
—¿¡Qué!? —exclama Deathmask —¿Cómo dice?
Niega con la cabeza —, entre caballeros dorados no puede existir ningún tipo de relación amorosa —señala y se le acerca al caballero de cáncer —¿me escuchaste?
—S-Si, pero…
—¡Queeee! Eso no es posible… ¿¡Por qué!?
—Milo desde el principio dije que no iba a aceptar ninguna réplica o queja.
El griego cierra su boca y aprieta sus puños con fuerza.
—Bien, como les dije esto iba a ser algo rápido. Y es hora de que cada uno regrese a su templo y se ocupe de sus asuntos —mira de reojo a todos, esto era demasiado incómodo— .Saga y Shura, ustedes esperen un momento. Necesito comentarles algo sobre las misiones.
(…)
El ambiente se sentía pesado, el cosmos de más de un caballero se notaba alterado, aunque no habían mencionado nada en presencia de la máxima autoridad en el Santuario, las cosas cambiaron una vez salieron allí.
—Pero ¿Qué le pasa? —la indignación de Milo se notaba en su mirada, en como sus puños tronaban—. Jamás escuché algo así.
—Es verdad —aprieta la quijada —,quizás no lo recuerdes porque eras un enano —habla Death —,su Ilustrísima nunca se refirió a lo de ser parejas, solo nos remarcaba que debíamos entrenar y esforzarnos. Que recordáramos para que estábamos aquí.
—Si, pero en ese momento éramos unos niños- interviene Afrodita—, tal vez por eso no lo mencionó —dice inútilmente.
—Ay, mira pececito lo último que quiero es que seas tú el que hable. Si lo digo, es porque lo repito cuánto volvimos a la vida y si sé que también me pidió que cambiará algunas cosas, pero el punto es que… nunca dijo nada sobre relacionarnos. Eso es algo que no le incumbe.
—Oigan, ya cálmense —se pone en medio de ambos —, entiendo que es algo que nadie se esperaba, pero discutir no va a resolverlo.
—Dices eso porque a ti no te afecta la prohibición— le responde de mala gana cáncer antes de bajar apresurado las escaleras.
—Ouh… —Sagitario baja la mirada evitando la mirada de cualquiera de sus compañeros.
—Esta situación solo va a traernos problemas— suspira resignado Afrodita.
Un poco más apartado Dohko observaba la situación, a pesar de las peticiones y de las razones que le dio, Shion aseguró que estaba protegiendo a sus "niños" con esto.
—¿Viejo Maestro?— insiste en hablarle Mu. Si bien el Ariano era inocente y no le gustaba involucrarse en la vida de su Maestro, era consciente de lo que sucedía entre el antiguo Santo de Aries y el Santo de Libra —¿Qué fue eso? ¿Por qué de repente mi maestro dijo eso? Eso no es normal.
La mirada del Asiático se fija en la del lemuriano —son las reglas que rigen el Santuario… —pone una mano en su hombro -Solo hay que seguirlas querido Mu.
—Pero… Viejo Maestro, ¡dígame!
—Después.
En lo que libra y Aries hablaban y los demás Santos Dorados se iban para los demás templos, Shaka no se había movido de su lugar, recargado en una de las columnas estaba atento a los movimientos del pelilila.
—Tú no te preocupes y no pienses mal de Shion —le dice antes de retirarse.
—No, eso jamás mi Maestro…el sabe lo que hace —asegura mientras lo ve alejarse.
—¿Tú crees eso? —la voz de Shaka se escucha detrás suyo.
Se gira de golpe —¡Shaka! Pensé que ya te habías ido —lo mira de reojo.
—Te estaba esperando —se le aproxima de más y rosa su mano.
—¿A si? Bueno lamento no poderte acompañar, Kiki me está esperando y…
—Entonces te veo en mi templo en la noche, preparo algo de cenar.
—¿Eh? ¿Por qué?
—Quiero hablar contigo y preguntarte sobre los entrenamientos. Creo que no están funcionando algunas cosas con Shun —baja un par de escaleras -te espero en mi templo, no tardes.
—Oh… pues, está bien —responde sin detenerse a pensar en lo que podía significar su visita.
(…)
Sabía que no lo iba a dejar, Mu cumplía con su palabra, solo debía ser paciente y continuar imperturbable. No podía dejar que sus sentimientos y frustración lo dominarán.
—¿Shaka? —la voz se escucha lejos, pero tan cálida como siempre —, perdón la demora, pero esperé hasta que Kiki se durmiera— comenta mientras camina por Virgo.
—Esta bien, no hay problema —sale a su encuentro —, sólo espero que no hayas cenado.
Niega con la cabeza —y perderme de lo que preparaste… ¡jamás! —sonríe y se acerca colgándose de su brazo—, gracias por la invitación.
El hindú lo mira y lo admira, es como no le iba a gustar, todo en el lemuriano era perfecto, era el ser más hermoso —siempre eres bienvenido aquí…— intenta sonreír.
Ambos santos dorados se sientan, se percibía cierta calma, aunque la realidad es que las apariencias engañan.
—Sabes Shaka no pensé que lo que sucedió con mi Maestro fuera a causar tanto disgusto— habla ignorando lo que ese tema ha hecho en el sexto santo—, subiendo me topé con Deathmask y… ese hombre estaba hecho una furia y sí sé que no suele ser alguien agradable, pero… esto supera lo que yo he visto— come un poco mientras es observado por Virgo, quien deja todo a un lado y frunce un poco sus cejas.
—Es normal… de hecho no es el único que se siente así —indica y fija sus ojos en lo de Mu, quería que notará su estado.
No, no era tonto, pero definitivamente no esperaba encontrase con un Shaka en esas condiciones —Mmmm— termina de masticar y deja todo al tiempo que trata de escapar de esos zafiros que no dejan de observarlo—, Shaka… el... el entrenamiento, me dijiste que no estaban yendo las cosas bien con Shun… t-tu… —no logra terminar la palabras pues las manos de su compañero lo toman de la muñecas y lo obligan a girarse quedando de rodillas enfrente de él.
—Todo puede esperar, menos esto… —susurra aproximadamente a su rostro, invadiendo su espacio personal por completo.
Tiembla— Tú… tú… ¿te das cuenta de la locura que estás haciendo?— logra articular algunas palabras antes de que sus labios y los Shaka se juntaran en un tímido y corto beso.
—Estoy besando a la persona que me gusta…— señala al cortar el beso—, así como lo he hecho en otras oportunidades…— lo toma de las mejillas para que lo mire—¿Acaso está mal?
Que va a saber Mu de lo que es bueno y de lo que es malo, cuanto lleva desde hace un tiempo una relación de dudosa procedencia con Shaka. La cercanía y la confianza se habían convertido en algo más. Un beso un caricia, ni él mismo sabía en qué momento había traspasado esa línea y aunque parecía llevarlo con calma, lo cierto es que cada día veía a Shaka de manera diferente. Y eso no estaba mal, después de todo, eran amigos desde que eran niños, los sentimientos siempre habían estado allí, el verdadero y más grave de todos los problemas eran las palabras de su ilustrísima.
¿Cómo no lo vio venir? ¿Cómo es que no lo había comprendido? Los amigos no se daban besos, no se acariciaban, ni muchos menos tienen relaciones sexuales. Mu no había contemplado por completo lo que su acciones implicaban y que aunque no existiera nada formal, ni público. Eran amantes.
Su ingenuidad e inocencia le estaban pasando factura y lo peor es que estaba en una terrible situación.
—Mu…— la voz de Shaka lo saca de sus pensamientos —¿acaso estoy haciendo algo mal? —acaricia su mejilla —, dime… ¿sólo yo me siento así?
—Yo no…
Pone un dedo sobre sus labios —Hace unos días dijiste que me amabas… así como en otras oportunidades me has dicho que solo deseas estar conmigo y que nuestros sentimientos son los mismos…— habla con calma aunque su tono es el que usa cuando está molesto.
—Shaka… —y a pesar de que siempre se había caracterizado por hacer lo correcto, lo besa mientras lo rodea con los brazos— Te amo…
(…)
Estaba terminando de organizar su escritorio cuanto la puerta de su despacho se abre.
—Shion, ¿Podemos hablar?
Mira de reojo al santo de Libra y suspira—. No tengo tiempo.
—Solo un momento -comienza a seguirlo—, por favor Shion, es importante.
—Lo dudo.
—Shion, de verdad tienes que escucharme… tus palabras van a causar una catástrofe — señala serio.
—¿De qué hablas Dohko?
—¿Crees que con decirles que no pueden tener relaciones amorosas, te harán caso?— pregunta y se pone enfrente— ¿Si sabes que ya no son niños y qué cada uno tiene una personalidad bien definida?
—Sí. Lo sé, pero yo fui claro —endurece su expresión —ya basta Dohko, deja de estarme atormentando con eso.
—Tú en tu ilusión de Gran Patriarca y padre ejemplar cree que les hace un favor a todos— usa un tono de burla—. Claro los 12 caballeros dorados van a seguir al pie de la letras las palabras del Gran Patriarca Shion… jajajaja no sean tonto.
—¡No me hables así Dohko!
—¿Es qué se te olvida que tú también tuviste la edad de ellos? ¿Y qué en varias oportunidades te revelaste e hiciste alguna travesura? —sonríe de manera desafiante—.No lo sabré yo…
—¿Qué pasa con eso? —se soba la sien —comienzas a desesperarme.
—Tan sencillo, como que tus palabras, tu increíble prohibición les dio luz verde para que hagan lo que quieran. Shion todo lo que imaginas va a suceder y NADIE se va a salvar.
—¿Eh?
—Sabes que así son las cosas, que aunque se los prohíbas lo harán— señala mirándolo fijamente—. Piénsalo mi querido borrego, a ver si reaccionas y te das cuenta que semejante estupidez no es mejor que haber contactado a Athena, para aclarar la situación y saber si es cierto que en el Santuario hay algún caballeros con esa condición y de ser así, pues hablarlo.
(…)
—¡Espera Shaka! —trata de apartarlo —, no podemos seguir ¡Es una locura!
—No pienso renunciar a ti —lo abraza por la espalda y lo acerca a su cuerpo.
—Esta mal, no podemos estar juntos— lo repite inútilmente pues pone sus manos sobre las del rubio y las aprieta.
—No entiendo por qué ocurrió todo esto, ¿no me dijiste que el Viejo Maestro y su ilustrísima estaban juntos?— le da pequeños besos en el cuello.
—Sí, eso era lo que tenía entendido, pero por lo que vi…— suspira —ni lo de ellos sobrevivió.
—¿Cómo?—abre sus ojos con sorpresa y se detiene —¿Qué intentas decir?
Aprieta sus ojos —no podemos continuar… —se aparta y cubre su rostro con una mano —, está prohibido…
—Mu, tú no puedes dejarme…— aprieta sus puños —. Tú lo dijiste esa noche… —toma un poco de aire —cuando me confesaste tu amor.
—¡Por favor! ¡para con eso! —exclama mientras llora.
—La promesa… ¿Es qué no vale? —la rabia y el desespero estaban nublando su razonamiento como pocas veces —.Acaso…¿¡No significa nada? —da unos pasos para acercarse a Aries que está allí dándole la espalda —¡Mírame! ¡Háblame! —Si Mu no sabía en qué momento todo se había salido de control, Shaka si que estaba peor.
—No… no puedo… —susurra en un sollozo doloroso.
—¿Por qué?— estira su mano para tomarlo— ¿Mu?
—A mi ya nada me importa— las voces de Milo y Kanon se escuchan—. Si por mí fuera yo dejaba todo y huía con Camus… —aparecen ambos caballeros interrumpiendo, aunque iban tan entretenidos en su conversación que ni se inmutan ante la presencia de la pareja.
—¿Si? —ríe— ¿ya se lo comentaste a Camus?
—No, pero en cualquier momento se lo diré— asegura serio—. A mi nadie me va a prohibir estar con la persona que yo amo. Ya ha sido bastante -suspira fastidiado—, tuve que esperar una nueva vida para estar con él y no me importa si esto va en contra del Santuario o del Patriarca.
—Te pegó duro la noticia— Kanon se detiene por un momento a ver Shaka a Mu. Si bien no los trataba y no les importaba, la escena enfrente suyo era extraña. Shaka además de que su cosmos está bastante alterado respira rápido y mira a todos lados pensando quién sabe que cosas, mientras que Mu está un poco alejado gimoteando mientras que sus manos cubrían su rostro.
—Espera que regrese Saga y me dices si sólo soy el de la locuras y la idea de huir del Santuario.
—¡Ay cállate! —hace un gesto de desagrado y continua su camino—, no quiero convivir con mi hermano y menos si tiene una crisis amorosa— alcanza a mencionar antes desaparecer de la vista de los amantes.
—Nada parece estar bien aquí —habla quedarse solos nuevamente— Mu…
El ariano se limpia lágrimas y se dispone a irse.
—¿A dónde vas? —lo toma del brazo y lo acorrala contra la pared.
—Lejos de ti… lejos de esta locura… porque me engañaste, me hiciste venir y … —con lágrimas en los ojos lo mira fijamente —me estás haciendo hacer cosas que no puedo.
—Yo sería capaz de renunciar a todo, menos a ti…—estaba por completo fuera de si.
—¡No me digas eso! —lo empuja — ¡Crystal Wall!
—Mu, ¿pero que estás haciendo?
—Lo que sea para estar lejos de ti, porque me estás poniendo en una posición terrible.
No solo sus palabras sino sus acciones lo habían sacado de quicio— ¿Cómo dices?
—Es como si me hicieras decidir…— pone las manos en su cabeza en señal de desespero— ¿Mi Maestro o tú Shaka?
Bueno aunque sonará egoísta y cruel eso era cierto, y a pesar de que no quería ver a su amante en esa situación, la verdad se estaba quedando sin alternativas.
—No… no quiero esto— con las vendas de su brazo limpia sus lágrimas —¡Suficiente! —grita y sale corriendo.
(…)
Los días en el Santuario continuaban transcurriendo y poco a poco se iba sintiendo el ambiente tenso, más de uno Santo andaba de pésimo humor. Al parecer las relaciones que habían empezado a surgir habían terminado, o estaban en pausa o mantenían un bajo perfil. El silencio y los murmullos se estaban volviendo lo común. Aunque no faltaban las discusiones entre amigos o entre las mismas parejas, pues la idea de huir era la más contemplada pero es que ellos no eran humanos normales y el hacerlo traería problemas no solo con Shion sino con Athena, su diosa quien ya había hecho bastante con regresarlos a la vida.
—Señor Mu— el pequeño pelirrojo se aproxima —,iré a Rodorio, ¿Necesita algo? —pregunta esperando que al menos lo mire. Desde hacía un rato había intentado ayudarlo pero Mu parecía tan perdido en sus pensamientos que no le había puesto cuidado, es más le hablaba pero no era muy coherente —, no sé qué le pasa, pero no me gusta verlo así- tuerce la boca y desaparece.
Ya sin saber que más buscar pone todo en el suelo y recargando un brazo en pared cierra sus ojos —tengo que calmarme… tengo que evitar pensar porque sino…
...
—Yo disfruto mucho de tu compañía… —sonríe y recarga la cabeza en su hombro —, es agradable estar contigo Shaka.
Lo mira y sonríe —gracias… cada vez que me dices algo, solo alimentas mi ego.
—Bueno a mi no me importa —lo mira —, es una de las cosas que más me gustan de ti… —sus ojos pasan de estar fijos en los del hindú y se dirigen a sus labios —.Bueno es que tú tienes tantas cosas que me gustan…
—¿Mu? —estaba demasiado cerca, pero lejos de incomodarle se le acerca hasta quedar a escasos milímetros— he esperado tanto por escucharte decir que te gusto.
—¿Y es qué yo no te gusto a ti?
—Mi respuesta…—lo besa mientras lo rodea con sus brazos.
...
—¡Por Athena! ¿En qué estaba pensando? — aprieta sus ojos.
…
Un beso llevo a otro y en cuanto se dio cuenta estaba recostado en aquel prado.
—Nunca había deseado tanto hacer guardia con la compañía alguien mas —susurra al cortar el contacto labial.
—Shaka se supone que debíamos ir por otro lado y…—no pudo continuar hablando, el Santo de Virgo había atacado su cuello con besos mientras sus manos hacían y deshacían con su cuerpo.
—Lo siento, pero solo necesito un poco de ti… — le dice y muerde el lóbulo del oído haciendo gemir.
…
Las cosas se habían salido de control de una manera inimaginable, y a pesar de que llevaba varios días sin ver al hindú, no podía continuar así. Su cabeza le decía que debía hacer lo correcto y terminar con esa relación, pero su corazón, su sentimientos, lo necesitaba y extrañaba, se estaba volviendo loco.
—¿Cómo es que llegué a normalizar las cosas? —las lágrimas aparecían— todo parecía tan natural, nos atraíamos y disfrutábamos tanto de la compañía del otro…
…
—¿Maestro? —un pequeño Mu miraba atento todo lo que Shion hacia.
—¿Qué sucede?—. lo voltea a mirar.
—Usted es la máxima autoridad aquí, ¿Verdad? —sonríe y se acomoda en la silla donde estaba sentado.
—Así es.
—Eso es maravilloso— sonríe y aplaude—. Yo quiero ser como Ud. Cuando sea grande.
—Serás mejor que yo pequeño Mu —lo abraza —, eres un buen niño. Serás un excelente caballero.
—Es lo que más deseo, y que usted se sienta orgulloso de mí.
—Eso no lo dudes —besa su frente.
—Y por cierto… —el pequeño toma una de las hojas que estaba sobre el escritorio y la lee –Maestro eso significa, ¿qué el estar en contra de usted es lo mismo que estar en contra de Athena y del Santuario?
—Oh, bueno…es lo mismo que sucede cuando no cumplen con sus deberes o cuánto quieren saltarse alguna norma o algo que haya establecido. Eso es lo mismo que estar en contra de Athena y de mi.
…
—¡Hey Mu!— el chasqueo de unos dedos lo regresa a la realidad.
—¿Eh? ¿Viejo Maestro?— rápidamente se limpia la cara —lo siento, yo… ni siquiera lo sentí llegar.
—No te preocupes…— desde que llegó a Aries no le había despegado la mirada, ni había dejado de escuchar sus murmullos llamando a aquel caballero de pelo rubio con tanta angustia. Ya tenía para hacerse una idea de lo que estaba sucediendo, pero no quería atormentarlo mas —.Por cierto, ahora que entré a la casa, tropecé con todo esto —señala las herramientas —¿Qué haces? ¿Limpias o hay alguna misión con armadura?
—Oh, no —sonríe —. Pienso irme a Jamir por un tiempo y eso es lo que voy a llevar.
—¿Te vas a Jamir? ¿Shion te encargó algo?— pregunta y levanta su ceja.
—No hasta ahora, pero se lo diré —desvía su mirada —.Hace mucho que no voy y no es bueno dejar ese lugar olvidado, además que no encontré algunos objetos y creo que están allá.
¿Estaba huyendo? Fue lo primero que llegó a la mente de Dohko. La estúpida prohibición de Shion había llegado incluso a lastimar a Mu. Si eso fuera así, esto estaba sobrepasado límites inimaginable.
(...)
Se supone que estaba en pleno entrenamiento, y dejando de lado aquello que perturbaba su corazón, debía reconocer que el caballero de Andrómeda estaba mostrando verdaderos avances, por eso no podía ser tan cruel y egoísta, debía esperar hasta que el entrenamiento culminara para ir con Mu. Ya eran bastantes días y no podía continuar así, lo último que quería era perderlo por completo.
Intentar ser solo su compañero, ignorar lo que sentía, ni siquiera lo contemplaba, pero definitivamente si Mu pronunciaba alguna palabra que hiciera referencia a ello, lo aceptaría.
—¿Maestro Shaka?
—Has mejorado —dice mostrándose tan apacible como siempre.
—¿Eh? Muchas gracias.
—Por eso, creo que es mejor que dejemos hasta aquí— deja de estar sentado en posición de flor de loto—Pero eso no significa que debas descuidarte.
—Por supuesto que no —habla emocionado. Era de las pocas veces que había recibido un cumplido.
—Ahora ve a descansar. Creo que tú hermano aún está con Aioria —tenía que buscar a su pareja, sino se convertiría en un desastre de persona, de caballero y hasta de maestro.
—Esta bien —hace una pequeña reverencia —.Gracias por todo Maestro Shaka —sonríe.
(…)
—Bueno al menos aquí habla— comenta mientras se sienta en la mesa a comer —. Pero sigue actuando extraño.
—Kiki, deja eso… —termina de poner los alimentos —Ya te dije que debo ocuparme de algunos asuntos, por ello estamos aquí —se sienta —, mañana retomamos los entrenamientos.
Come un poco —jum como esta, lo dudo.
—¡Kiki!
—Ay, bueno…—sonríe—, pero enserio Señor Mu, ¿algo malo estaba ocurriendo en el Santuario? Es que vi a varios caballeros dorados y no parecían nada contentos.
Suspira —no tienes que preocuparte por eso.
—¿No tiene que ver con usted?
—No… aunque quizás el mal humor de uno si se deba a mí…— responde en un susurro sintiendo que su corazón continuaba rompiéndose.
—¿Señor Mu?— frunce su entrecejo.
(…)
Se soba la sien y se levanta, llevaba varias horas leyendo.
—¡Shion! —abre la puerta.
Cierra sus ojos —¡Ay Dohko deja de hacer eso!
—Lo siento, pero es que no puedes seguir así.
—No vas a comenzar con lo mismo —se levanta y le da la espalda.
Toma aire y baja su mirada —, está bien, si no lo haces por nosotros… hazlo por los demás— se acerca un poco—. Mira Shion se que no eres malo.
—No me vas a convencer, te lo advierto —lo mira con molestia.
—Bien, en ese caso yo creo que es necesario que vayas pensando en las adecuaciones que va a necesitar el Santuario… si es mejor pensarlo con tiempo, porque… bueno, ya sabes en unos meses seguro empezarás a escuchar sobre la venida de muchos bebés— habla mientras parece que los contara con los dedos —¡Serás abuelo Shion!
Abre su boca por la sorpresa de esas palabras.
—Supongo que no será malo— se encoge de hombros.
—¡No más Dohko! ¡Te exijo que te calles y te vayas!
—¡Y yo no me voy a callar! Sé de qué hablo y aunque tú quieres hacerte el ciego sabes cómo son las cosas —cambia su expresión a una seria—. Tu maldita terquedad está lastimando incluso a tu discípulo, a quien dices querer como un hijo.
—¿¡Qué!?
…
Estaba de regreso, había intentado distraerse, era extraño tener que detenerse en la casa de libra, pero ni modos. Debía pensar en alguna forma de hacer entrar en razón a Shion. Estaba convencido que era mejor explicarle a los Santos dorados, lo que era ser un doncel y que muy probablemente habían revivido algunos con esa condición, pero el lemuriano mayor se negaba a hablar del tema sin la autorización de Athena y es que aún era confuso el tema. Además de que Saori no podía ir al Santuario por unas semanas, así que hacía más complicada la situación. Aun así no le parecía tan terrible, ni creía conveniente tomar medidas tan ridículamente estrictas.
Shion definitivamente seguía aferrado a su pasado, a veces se le olvidaba en que época estaba y con que caballeros estaba tratando. Su frustración y la necesidad de querer ser visto como un padre queriendo proteger a sus hijitos de lo "malo" lo estaban llevando a ser egoísta y a hacer mucho daño. Incluso se estaba ganando rabia de más de uno.
—¡Maldición! —exclama y golpea la pared ocasionando un fuerte estruendo y llamando la atención del chino.
—¿Shaka? —levanta una ceja —¡hey! —se da la vuelta y regresa sus pasos ingresando a la sexta casa —¿Estás bien?
La pregunta no tiene respuesta, el rubio le da la espalda, no deseaba mostrar su rostro, aunque su respiración era bastante ruidosa.
—Disculpa aparecer así, pero hace un momento pasé por aquí y no te vi —habla mientras busca su cara —¿Shaka? —dirige sus ojos a su mano y ve sangre —Oye sé que no eres una persona que le guste mucho la presencia de los demás, pero no pareces estar bien… —un nuevo silencio los acompaña—.Hombre puedes confiar en mi, yo no soy como los demás… Anda, hablar puede ser bueno, puedes desahogarte en lugar de desquitarte con la casa de virgo.
El rubio toma una bocanada de aire —no tengo nada de que hablar, permiso— pronuncia antes de perderse por los corredores.
…
—¿Qué tiene que ver Mu en esto? —pregunta tomándolo de los hombros.
—Te lo repito, ya no estás tratando con los niños que dejaste. Del mismo modo que tú te enamoraste de un caballero cercano, pues a él le pasó algo parecido —niega con la cabeza—. Imagino que es algo que ni siquiera se te pasó por la cabeza ¿Pero qué esperabas? —levanta la mirada —.Sé que estás preocupado y no sabes bien como manejar está situación.
—¿Cómo puedes hablar así? Se supone que yo estoy al frente de todo aquí —se cubre el rostro con la mano—. Yo debo saberlo todo.
—Si, pero te has centrado en otras cosas, por eso te ofrecí mi ayuda, aún estoy dispuesto a colaborarte —lo toma de las manos —.Estoy seguro de que todavía podemos hacer algo para hacer más llevadera la situación —sonríe— independiente de lo que suceda entre nosotros, solo no estas Shion.
—Es un poco injusto… —estaba lleno de dudas y preocupaciones, pero quizás debía escuchar a Dohko, pensar en algunas alternativas y sobretodo, conocer al caballero que le había robado el corazón a Mu. Porque no sabía desde cuándo lo había descuidado tanto —todo lo que hago es por ellos… quiero lo mejor…
—Si pero te estás olvidando de que ya no puedes controlarlos, aunque si puedes guiarlos.
(…)
—Ya compramos lo que necesitamos, nos concentraremos en el entrenamiento —habla mientras caminan en dirección a la Torre de Jamir.
—¿Por cuánto tiempo estaremos aquí?— pregunta mientras mira una de las bolsas que carga.
—Eso no importa— suspira—. Tú solo tienes que concentrarte en el entrenamiento… en aprender alguna de las técnicas que yo uso —el entusiasmo con el que hablaba se acaba al ver que cerca de la entrada estaba Shaka.
—¿Ah? ¿Señor Mu? —mira al frente —¿El caballero de Virgo? ¿Qué hace aquí?
—Kiki, lleva las compras adentro y espera allí —pide serio.
—Señor Mu, ¿ocurre algo?
—Nada, pero necesito que me hagas caso —su tono de voz suena a advertencia.
—Esta bien— le inquietaba la repentina visita.
—Kiki, por favor ¡Vete!
—Si —los diferentes paquetes, se ayuda con sus poderes telequineticos para llevarlos todos.
El Santo de virgo no se mueve de su lugar, incluso sus ojos están cerrados.
—Solo por saber… ¿Shaka, alguien sabe que estás aquí?
—No
—Ah… —observa a su alrededor—, es mejor que hablemos en otro lugar —comienza a caminar —. Así diga que no va a escuchar, él está allí escondido —señala la enorme ventana.
—¿Cómo? —lo sigue —,Mu, no pienso demorarme. Solo estoy aquí para saber lo que sientes por mi y como debo tratarte. Cuando me lo digas me iré.
Deja de mirar al frente el camino y se gira por un momento para mirarlo—, ¿No piensas rendirte?
—Solo te pido respuestas— manifiesta calmado y seguro.
Se detiene cerca del acantilado —no se cómo puedes hablar así…—se cruza de brazos.
—He tratando de pensar en las alternativas que quedan —se le acerca y se recarga en una roca— analizando lo que es bueno y malo —lo mira—. Por mucho tiempo creí que debía desechar todos los sentimientos porque solo eran un estorbo, pero… No puedo mentirme y hacer de cuenta que nada paso, ya no, porque a pesar de que esté prohibido, yo no lo siento así —niega con la cabeza —. Así que solo puedo aceptar que te amo y que lo que más deseo es estar a tu lado, claro si me lo permites. Yo aceptaré tu voluntad así me destroces.
Lo escucha atento, era tonto mentirse, cuando estaba junto a Shaka todo lo malo desaparece, sus temores, su dudas, nada de eso parece importar. Su alma se siente tranquila, es como si encontrara aquello que le hace falta. Había una conexión tan natural e instantánea entre ambos, una mirada, una sonrisa, una palabra, un gesto. Su corazón se descontrola ante la cercanía, pero sabe que no es malo. Todo surge como resultado del amor.
Alguna vez lo había pensado, ahora ese pensamiento fugaz parecía tan real, Shaka era su alma gemela, aquella persona que lo hace amar sin importar lo que suceda, por la está dispuesta a enfrentarse a lo que sea.
Mientras sonríe toma su mano y la acerca a su pecho —.Lo único que tienes que saber es que yo te amo Shaka— lo mira —,no tiene caso intentar escapar… Y si estoy haciendo algo malo, quiero hacerlo contigo —pone su mano libre en su mejilla y lo besa —, lo prohibido no resulta tan malo a tu lado…
por hoy hasta aqui
