—CAPITULO 4: LA REINA DE TERRANOVA—

Lanza de chispa plateada

"Una de las escazas armas creadas a partir de los elementos de la armonía originales, manufacturada por el elemento de la sabiduría como medida de protección en caso de que la condesa fuese corrompida por la oscuridad de lo profundo del castillo"

Toda la familia real se encontraba a bordo del tren de Ponyville hacia terranova, un tren privado de fachada elegante y muy notoria ante cualquiera, resguardada por todos los guardias crepusculares y parte de los reales de Canterlot. Teniendo en los techos a toda la brigada de la capitana Featherhope, resguardando toda la parte superior y los cielos mientras que los reales vigilaban los interiores, frontales y traseros del tren. La princesa Sparkle estaba sentada en su vagón privado con Raphiel como guardaespaldas, leyendo uno de sus tantos libros míticos que únicamente ella y Starlight podían leer con naturalidad, al estar cifrado en dos idiomas. Esto le daba una seguridad más alta del promedio.

En el vagón aledaño, estaba Radiantshield con su gemelo. Reinhardt, mirando por las ventanas del tren como Equestria se movía con velocidad, habían escuchado de su madre que no les tomaría mucho llegar al reino de terranova, a lo mucho unos 15 minutos, al ser un tren encantado que no hacía uso de rieles, pero estaba sobre unos, y la magia que le impulsaba era de ella misma. Esto lo hacia el medio más rápido para viajar de un extremo de Equestria al otro, rumbo al oeste. Pasando el desierto de palomino, al sur de Las Pegasus, en una zona amplia y plana donde todos sus habitantes podían vivir en armonía con el ecosistema de Equestria y podían usar el mar como fuente de energía para sus plantas eléctricas. Aunque esta tecnología "Humana" está prohibida en Equestria por decreto del Rey, quien en vida negó ese tipo de tecnología para dañar la inocencia de Equestria.

Radiant imagino como seria pasar por todos esos árboles y pinos sobre las montañas. Llenos de color y vida, imaginando como sería el como un aventurero. Lejos de la presión de su madre para tomar el trono el día que comiencen las elecciones para heredar el trono de toda Equestria, teniendo en cascos una libreta donde dibujaba según a su imagen, al guardián del mundo. Curioso, intrigado aun cuando su aspecto es desconocido y seguirá siéndolo; aun en retazos simples se mostraba a un gran hombre, un adulto. Entre 36 y 40 años. De cabello blanco con ojos purpuras, con una armadura dorada con una gran gema en forma de diamante de color violeta en el centro, con una espada de fuego en una mano y en la otra una guadaña. En su espalda tenía unas simples alas blancas con algunas plumas negras, aunque esto era parte de su imaginación y daba lo que él deseaba saber, no comprendía porque admiraba tanto al guardián del mundo, pero sentía que debía ser como el, miro a su hermano. Quien estaba recargado en la pared de brazos cruzados. Con los ojos cerrados meditando, y se preguntó si realmente su hermano deseaba salir a explorar o quedarse como un guardia más en el castillo.

Raphiel apareció abriendo la puerta lentamente, con los murmullos de la princesa Sparkle, Ambos reaccionaron a ella volteando a verle. Y ella movió la cabeza respondiendo a la petición de la princesa y cerró la puerta lentamente, al escucharse el pestillo ella se dejó caer de hombros suspirando del agobio.

—Con todo respeto, no puedo creer que su madre sea tan quisquillosa para pedirme las cosas "Raphiel, ¿podrías traerme el libro decodificador de textos codificados?" "Raphiel, se me olvido comentarte que sería de gran aprecio que me trajeras el texto decodificador para el libro decoficador de textos. Que he olvidado una palabra" Pensé que su madre tenía dominado el idioma que ella invento.

—Je, así es mamá. Sabrá muchas cosas, pero siempre olvidará algo simple. Bueno, para ella—Radiant se giró de su asiento sentándose frente a Raph, Rein sonreía ante la fatiga de Raphiel. Ella suspiro haciendo un ejercicio que Twilight le enseño; colocaba su mano en el centro de su pecho y sacaba el aire por la boca. Repitiendo esto varias veces hasta que se calmó, sacudiéndose el pelo de la nuca y camino por la sala con calma y una pequeña sonrisa.

— ¿Cuánto tiempo falta para llegar a Terranova, Raph?

—Pues estamos pasando justamente por las montañas que dan a la granja de rocas de los padres de Pinkie pie, diría que unos. 10 minutos o menos. En lo que le doy el libro a su madre. ¿Por qué?

—Ya deberías de saber lo que quiero—Raphiel reacciono asintiendo con una pequeña sonrisa al instante, al ver la sonrisa de Rein.

—No te aseguro que ella este allí presente, aun siendo la hermana de la Reina Phoenix. Esta muy ocupada en sus labores militares. Aun cuando ayer se celebró el festival Divino su trabajo no tiene descanso y dudo mucho que aun así en la visita de su madre se detenga para recibirlos, o quien sabe la verdad—Raphiel corrió la puerta del vagón y dejo a los chicos solos. Mirándose entre ellos con cierta emoción. Aparte de que verían Terranova después de tantos años, se emocionaban más por conocer a la Reina de Terranova, quien aparte de ser la líder absoluta de los humanos. Era su tía y siempre les da regalos únicos y hechos por ella misma.

En sus ansias comenzaron a hablar de como pasarían su día en Terranova, Radiant ansiaba escuchar los relatos de la Reina mientras que Rein ansiaba probar el pan de maná del centro de Terranova, sus mentes los llevaron tan lejos que Raphiel tuvo que sacarlos del trance una vez estando en la estación de terranova, entre las pisadas de los Guardias que había en el techo del tren, amontonándose en las ventanas formándose en fila y ver a Twilight salir de su vagón privado guardando los libros en un estante de cristal y enviarlos al castillo con su magia, vio a sus hijos con una sonrisa maternal y avanzo hasta la puerta aledaña al vagón siguiente, Rein se levantó de su asiento casi de un salto y camino con prisa a un lado derecho de su madre, casi tirando su lanza de madera. Radiant bajo de su asiento dejando caer su libreta, Raph en un buen gesto se arrodillo a tomarlo, pero su mirada se paralizo al ver el dibujo, mordiéndose un labio con nerviosismo y se lo dio a Radiant tratando de sonreírle, Radiant se sonrojo apenado pensando que fue por el mal dibujo que hizo pero para Raphiel, era algo grave.

Guardo el cuadernillo bajo su ala y se detuvo al lado izquierdo de su madre y Raphiel en la parte trasera, la puerta del vagón se abrió por magia de la capitana Featherhope con un par de hileras de guardias, un lado guardias crepusculares y por el otro guardias Humanos, todos portando ese uniforme blanco con toques dorados en los bordes, portando lanzas y espadas de oro en cintura, con sus enormes alas blanca extendidas hacia el cielo, una alfombra roja donde caían pétalos rosas del cielo, gracias a los infantes que iban en camino a convertirse en soldados, al fondo había un par de soldados con trompetas de plata tocando el himno de Equestria en una gran muestra de honor, alagando a Twilight así como maravillando a sus hijos, viendo la gran estación de tren, similar a un museo, de tres pisos de altura, con grandes pilares de mármol, así como la plataforma en la que estaban cruzando, viendo detrás de ellos, el gran cambio de ambiente; el verde natural y cotidiano de Equestria al blanco puro y casi enceguecedor así como el abundante oro en los detalles más finos de Terranova, hasta el cambio de ambiente era notorio, Caminaron lentamente en medio de las filas de soldados orgullosos y guardias leales viendo cómo se vislumbraba al final tres imponentes figuras. Notándose fácilmente por la silueta a la Reina de Terranova, a su diestra su hermana mayor y a su siniestra un hombre de mediana edad de cabello verde muy obscuro y ojos blancos con uniforme militar y una espada de plata en cinturón. Ambos con las alas extendidas en muestra de saludo y orgullo.

Twilight Sparkle casi sucumbía a su emoción de ver a sus viejos amigos, pero mantenía su porte para mantener su formalidad ante la líder de dicho reino. Rein y Radiant luchaban para contener también su emoción, y más Rein al ver a la capitana de la guardia y querer luchar contra ella en el acto. pero temía como actuaria Featherhope ante su insubordinación.

La reina de Terranova dio un paso al frente mostrándose finalmente, era una mujer alta de dos metros cinco centímetros, apenas sobrepasando a la Princesa Sparkle, de cabello dorado con unas enormes coletas atadas con listones rosas, sus coletas apenas rosaban el fino suelo. Su vestido blanco era de una pieza, de la tela más fina de Terranova, con adornos de encaje floreados en la parte alrededor del cuello, de mangas largas con el mismo encaje en sus muñecas, tenía en cuello un colgante plateado con una gema hermosa en forma de corazón color azul celeste, ambas se saludaron con una pequeña reverencia, con gran gusto contenido.

—Es un placer tenerla en nuestro humilde hogar, princesa Sparkle—La voz de la reina de Terranova, aun siendo una mujer adulta de una edad sinfín. Tenía una voz suave, pero aguda. Como el de una chica de 18 años.

—El honor es nuestro, Reina Phoenix.

—Espero que el viaje hacia aquí no haya sido una inconformidad.

—Para nada, ha sido un placer recorrer nuestros territorios en paz. Pero gracias por su interés—La Reina se asomó apenas a un lado de la princesa sonriendo al ver a los hijos, con una mirada encantadora.

—Veo que sus hijos han crecido mucho en estos años, Radiant, Reinhardt. ¿Podrían dar un paso al frente, por favor? —Ambos sonrieron y se colocaron frente a la reina, sonriéndole a la par. Y ella se arrodillo lentamente frente ambos. Abrazándolos descansando su cabeza entre los hombros de los chicos—Me alegra saber que pudieron venir también, sus estudios han de ser complicados. Tengo entendido que Starlight les deja poco tiempo para divertirse cuando toca su mes de entrenamiento—La Reina dejo de abrazarlos recobrando su postura, mirando a toda la familia con amor y bondad—En fin, andando. Que tenemos un buen camino antes de llegar al palacio—Dio media vuelta y ellos le siguieron sin problema, La reina se juntó con sus acompañantes y ellos dieron media vuelta esperando a los visitantes y amigos de la reina. Se hizo a un lado dejando a la princesa acomodarse a su izquierda y la capitana, así como el consejero se colocaron a un lado de los hijos de la princesa recibiéndolos con una grata sonrisa, entrando a la ciudad pasando por los grandes pilares de mármol reluciente y la gran puerta de oro y vidrio entrando a la hermosa ciudad de Terranova.

Una vez cruzando el gran arco, vieron las primeras calles de Terranova; Eran calles de piedra y en los huecos había pequeños trozos de oro, las tapas de las alcantarillas eran de hierro pulido con un ave Fénix reluciendo sus alas y su pico abierto, los edificios eran de piedra pintadas de blanco con las cornisas de oro y en las esquinas había ángeles con sus alas cubriendo sus cuerpos, señal de protección entre ellos y solidaridad. Las plantas bajas de cada edificio estaba a rebosar de sus habitantes, todos humanos; mujeres con bebes en brazos y niños cerca de ellos, jugando con pelotas o volando alrededor de sus cariñosos padres.

Había edificios donde sus plantas bajas se usaban para la venta de comida, aunque mayormente la tradicional panadería de Terranova donde se vendía el pan de maná. Un pan con aparente escasez de sabor pero muy crujiente y suave en su interior. Haciéndolo un pan digno para toda la familia. Y algo que gozaban los Humanos era que al no tener sabor podían colocar cualquier ingrediente dulce o amargo para acompañar la textura, inclusive esta comida ha llegado a paladares de los Reyes de Equestria y los pilares y han dicho que es un tesoro culinario que debe mantenerse como tal. Un orgullo entre tantos para Terranova.

La Reina Phoenix sonreía con orgullo al ver su gran reino alegre y prosperar cada segundo, al ver las familias unidas y formando lazos entre ellos. Era su mayor logro, unir a su gente tras tanta desgracia y fatalidad en el antaño. Era normal para todos la inexistencia de vehículos. Al ser un reino dependiente estaban bajo el trato del difunto Rey de Equestria que no se utilizara tecnología tan avanzada. Ya que eso podría arruinar el equilibrio ecológico del mundo y caerían en lo mismo que sus antepasados cometieron en su mundo, por lo que no caer en el uso de caballos/ponys. Ni usar a su propia gente para trabajos de esa índole, decidieron que era mejor para todos caminar o volar. Decisión de la reina y de los líderes de Equestria, para el bien de todos. Reinhardt no apartaba la mirada de la capitana de la guardia de Terranova.

— ¿Sucede algo joven Reinhardt? —Ella sonrió apenas bajando la mirada viéndole a los ojos, Rein se sonrojo apenado apartando la mirada de ella, aun siendo una mujer también de edad casi infinita. Su rostro se asemejaba al de una mujer casi llegando a los 30 años naturales. Ella soltó pequeñas risas enternecida por el chico.

—Krysta. ¡Capitana Krysta! Es un honor verla después de tanto tiempo—Rein se colocó en su postura firme haciéndola reír más, pero evidenciando más su nerviosismo ante la capitana, ella sonrió desenvainando uno de sus cuchillas doradas girándola entre sus dedos con maestría, escuchándose el aire cortarse alrededor y sobre el filo del cuchillo sorprendiendo a Rein, Radiant estaba más fijado en la Reina.

—Dime Reinhardt, ¿Has hecho tus tareas en el castillo? Aun cuando seas un cadete debes de demostrar que lo vales, seas hijo de la princesa me tienes que dar la talla, sino para un combate no darás las anchas.

— ¡Claro! Estoy siendo instruido mucho por la capitana Featherhope mas los consejos de Raphiel, quienes ambas han sido de gran ayuda en mis tareas. Espero en unos meses estar a la altura—Krysta comenzó a reírse de una forma casi descarada, cubriéndose la boca con su mano libre, consternando a Rein— ¿Sucede algo? ¿Dije algo gracioso?

—Pequeño, esto no es de meses. Es de siglos de entrenamiento, tendrán cincuenta años. Edad muy alta para los civiles Equestres, pero aquí. Ustedes son infantes, para cuando lleguen a su tercer siglo de vida es como si tuvieran apenas diez años mortales. Así que, has cuentas—Krysta le guiño a Rein lanzando su cuchilla al aire haciendo malabarismo jugueteando sabiendo que decepciono a Rein de ser alguien en la vida.

Iban cuesta arriba, pasando por la avenida central de todo el reino, siendo saludados por todos los habitantes, haciendo fila al costado de la calle, en el borde de la acera, pareciéndose un festival, todos hacían reverencia con cada paso que daban las gobernantes de ambos reinos, y cada paso que se alejaban recobraba uno por uno su postura pero observaban con una jovialidad si igual. Los niños emocionados al ver a la princesa de Equestria hacían su mejor esfuerzo para volar y sobrepasar las cabezas de los adultos, aquellos que no eran ayudados por sus amigos infantes o se colaban entre las piernas de sus padres o desconocidos con tal de ver a la Princesa Sparkle en primera fila.

Sobre los tejados iba su escuadra personal dirigidos por la capitana Featherhope vigilando a ambas familias reales de todo peligro latente y sus guardias crepusculares y divinos detrás de ellos para mantener el orden, era casi una paranoia de la capitana por lo que siempre que salían del pueblo regresaban a sus raíces de casa recompensas y asesinos. Indagando hasta la sombra de una simple roca y usando sus técnicas para infiltrarse en las casas para buscar sospechosos, aunque solamente ganaban la incomodidad de sus habitantes al ver a grandes ponys encapuchados.

La avenida comenzó a tener una ligera pendiente y comenzaron a notar el gran palacio de la Reina Phoenix, una gran torre de mármol con un faro dorado en su torre más alta, girando lentamente, aun siendo de día el faro iluminaba de forma tan intensa que se podía ver el rastro del rayo de luz rodeando la ciudad, el castillo consistía de una serie de torres entre-conectadas por largas pasarelas con una gran sala en el centro curiosamente formando de frente y a los costados de la calle, comenzaban unas enormes tiras de oro y el suelo de piedra se iba alisando y cambiando al mármol reluciente y estando casi cerca del castillo podían ver como el faro estaba bien sincronizado con la altura del sol así como el lugar de sale entre el mar así como al mirar al lado contrario esconderse entre las montañas.

No era especial que los extranjeros se sorprendiesen de tal belleza, aun cuando la princesa Conoce bien el castillo siempre queda maravillada al ver la enormidad del castillo, así como su belleza. Estando en el borde de un risco que da al mar desconocido. Aunque tal espectáculo no los detuvo sino que propicio a que avanzaran ya que tenían una agenda que atender en dicha metrópoli.

Llegaron al pie del castillo donde les esperaban ya un pequeño grupo de guardias de la reina, así como unas mucamas para los jóvenes, aunque ellos querían pasar el día con las líderes. No contaban a su madre.

—Zenbiel, querido. ¿Serias tan amable de llevar a nuestros jóvenes invitados a sus alcobas? Raphiel, ¿podrías ir también? Ya que tenemos que tratar con muchos temas privados la princesa y yo—Cruzaron lentamente el portal de mármol estando dentro de sus muros, estando en el gigantesco recibidor. Similar a la antesala de un teatro, con tres alfombras de color carmesí con un ave fénix bordado en oro y un corazón blanco sobre la cabeza como corona, una fuente en medio con una mujer de tres pares de alas con un báculo en mano donde de su extremo superior salía el pequeño chorro de agua y ella estaba mirando al cielo abrazada al báculo. Memoria de alguien muy querida por la reina y su hermana que pereció en la batalla hace más de dos siglos.

—De hecho Reina, me gustaría comentarles algo en privado. Ya saben, me gustaría compartir mis enseñanzas como guardia—La mirada de Raphiel intrigo a las líderes, cruzaron miradas e ignoraron la forma cortante y esa mirada de sospecha e intriga. E inmediatamente aceptaron su propuesta. Aunque emanaba un aura que preocupo a todos.

—Claro, andando, vayamos a mi estudio. Zenbiel, queridas sirvientas. Encargo la seguridad de los hijos de la Princesa.

—Hermana, ¿Puedo ir con los chicos? Por favor—Krysta guardo su cuchilla escuchándose el rasgar del cuero y Phoenix sonrió asintiendo, alegrando a Krysta y Reinhardt. Ella tomo la cabeza del chico pelirrojo y caminaron hacia el costado izquierdo de la gran sala mientras que las líderes y Raphiel se dirigían a la gran sala central. Zenbiel sonrió sin decir nada, colocando sus manos en su espalda y camino detrás de los jóvenes a la par que las sirvientas. Observando a los hijos de la Princesa, así como el contacto de Krysta hacia Reinhardt.

Cruzaron el portal de plata y oro, entrando a un largo pasillo alfombrado con pilares a los costados y en los espacios de cada pilar la estatua de un ser humano alado portando una armadura y una espada en manos, cubriendo sus hombros con sus alas teniendo la cabeza abajo y de ojos cerrados. Al fondo del pasillo se podía ver un gran ventanal delgado donde entraba la luz del sol pero al ser expuesto al reflejo del faro la luz que entraba por la ventana creaba un aura dorado viendo las partículas de polvo moverse de un lado a otro. Las puertas a los costados eran de madera de los árboles que estuvieron antes del Reino, tallados a mano por los escultores mostrando la imagen de un hombre alado portando una espada de fuego empuñada a dos manos cayendo sobre otro hombre de tres pares de alas con un espadón con la punta engarruñada. Ambos tenían un rostro lleno de odio mostrando sus dientes remembrando una antigua pelea muy significativa. En la parte inferior venia una leyenda inentendible para los más jóvenes. Por su propio bien y esa misma leyenda atemorizaba a los mayores.

"La fine del tempo, il custode dell'amore contro il supremo Custode della vita"

Llegaron al final del pasillo, donde la luz bañaba sus cabezas y el camino se partía en dos pasillos, uno en cada extremo. Zenbiel junto con la servidumbre guiaron a los chicos hacia el extremo derecho pasando por un corto pasillo de apenas tres metros y había una puerta de madera pero esta tenia al mismo hombre de frente con la misma pose de las primeras puertas pero este hombre, estaba triste. Y a sus pies tenía un centenar de seres humanos sin vida con una leyenda en la parte superior.

"La maledizione del custode dell'amore"

Zenbiel abrió la puerta con tranquilidad y una habitación pequeña se apareció atravesando una cortina delgada de seda, un cuarto con una gran mesa de madera en el centro con unos muebles que cubrían casi la circunferencia de la mesa, frente una chimenea de piedra, encendida escuchándose la madera crujir por el calor, detrás del mueble, estantes enteros de libros, cubriendo las paredes sin dejar hueco vacío, e inclusive había una pasarela de madera para los libros superiores. Radiant troto hasta el asiento abalanzándose recostándose de frente extendiendo sus alas colgando de los costados del mueble, su hermano camino con tranquilidad al igual que el resto, sentándose en un borde del mueble, Krysta se quedó de pie a un lado suyo y Zenbiel de frente, dando la espalda a la chimenea.

—Su madre y la Reina Phoenix tendrán una charla muy larga, por lo que creo que esta sala es la mejor para su, entretenimiento. Por cierto, soy Zenbiel. Secretario de la Reina, así como teniente de la Capitana Krysta.

—Como dijo Zenbiel chicos, su madre tardara unas cuantas horas antes de que puedan ir. Por lo que deberían de pedir lo que gusten, para eso vinieron las chicas de la servidumbre—Krysta hizo la orden y las Sirvientas sacaron con su magia unas hojas de papel plastificado mostrando comida y postres de Terranova, así como Equestres, Rein la tomó con una mano mientras jugueteaba con la vara de su lanza y Radiant con el hocico acomodándose en su lugar mirando a su hermano.

— ¿Qué opinas Rein?

—Me gustaría probar el Creeme Brulee y un par de Waffles. ¿Radiant?

—A mí, un emparedado de girasoles con papas a la francesa y leche con chocolate—Las sirvientas sonrieron y desaparecieron haciendo una reverencia, así como las tablillas de papel, Krysta suspiro relajándose tomando la lanza de Rein y Zenbiel camino a sentarse en la orilla opuesta de la mesa, extendiendo su brazo derecho envolviéndolo en un aura verde tomando un libro de hechicería y abrirlo del índice y comenzar a hojearlo con gusto.

—Cuéntenme chicos, ¿Cómo les ha ido en Ponyville? —Krysta comenzó a jugar con la lanza haciendo malabares encantando a Rein, pasándolo de brazo en brazo escuchándose el filo de la hoja cortar el aire aunque Radiant se deslizaba por el respaldo para comenzar a indagar en los libros.

—No mucho realmente, la Tía Applejack nos enseñó a usar los rastrillos para arar el campo y los puños para cosechar las manzanas, quisimos usar nuestra magia, pero nos regañó y nos puso los brazaletes para anular la magia—Krysta sonrió arrojando al aire la lanza y atraparla con la punta del pie. Radiant caminaba en cuclillas hacia la pasarela viendo apenas a Krysta haciendo sus malabares.

—Applejack siempre ha sido una pony muy tradicional, siente que la magia arruinaría la satisfacción de terminar un arduo trabajo, como lo es plantar las semillas de sus manzanos y cuidarlos hasta que den sus amadas manzanas. ¿Qué más?

—Aparte de ella, solo hemos tenido pocas clases. Aunque son muy pesadas que tardamos varios días en terminar una sola sesión…

—Starlight Glimmer ¿Verdad? —Krysta arrojo la lanza de nuevo con el pie clavándolo al techo, viendo la lanza tambalearse hacia los lados, ella se giró viendo a Rein de frente, quien giro el cabeza extrañado por el error. Ella se encogió de hombros, extendió el brazo derecho y la lanza cayo del techo y ella tomándolo a la perfección. Regresando a Rein esa ilusión. Pero aun así respondió asintiendo.

—Si, quiere que aprendamos las tres leyes de la hechicería suprema, dice que aprendiéndolas podremos ser capaces de tele transportarnos a larguísimas distancias, ser capaces de recoger con nuestra magia objetos el triple de pesados que nosotros o más. Muy difícil.

—Si, lo es. Recuerdo mis sesiones con ella. Para que pudiera dominar mis hechizos de invocación tenía que pasar semanas con ella. Pero mira, sí que aprendes—Krysta le dio la lanza a Rein y el la sostuvo evitando sostenerlo donde ella lo había tocado. Recargándolo en la mesa, Krysta se tomó de las caderas entendiendo el mensaje con la misma sonrisa— ¿Y tú Radiant? ¿Qué has aprendido? —Krysta levanto la vista viendo a Radiantshield colgado de uno de los estantes con un libro en boca, Krysta cambio de gesto lentamente y tele transporto a Radiant frente a ella sobre la mesa, con el libro en boca—Si que eres escurridizo—Krysta tomo el libro viendo la portada "Leyendas" Y sonrió viendo a Radiant— ¿Para qué quieres un libro así? Deberías de preocuparte más por tus clases que leyendo estos disparates.

—Para nada, ya tenemos suficiente de las clases de nuestras tías—Radiant tomo el libro abriéndolo por la mitad, Krysta hizo una mueca oponiéndose a las palabras de su sobrino—Siempre tenemos que tener clases con ellas, que si por nuestra supervivencia, que si aprendemos estos tomos podremos ser mejores. Que las Princesas de Canterlot pueden necesitar de ayuda. Eso, si son disparates.

—Pero su madre lo hace por su propio bien—Zenbiel cerro su libro dejándolo en la mesa, cruzándose de piernas, Rein miraba en silencio la orquesta de diálogos—Recuerdo cuando trabajé los primeros años con su madre apenas nos acomodamos en Equestria, y el estar a su lado aprendiendo todo su conocimiento. Fue increíble, de hecho. De no ser por ella o los demás elementos no sería quien soy ahora. Si ustedes se dedican a sus estudios harán cosas geniales.

— ¿Y mamá te dejaba salir del castillo? —Radiant miro a Zenbiel con resentimiento, pasmando a Zenbiel, viendo en el claro de sus ojos el cristalino de su tristeza. Tensando el ambiente por un pelo. Pero basto para dejar callado a Zenbiel—Mamá nunca nos deja salir del castillo, dice que hay muchos peligros fuera del pueblo. Pero ¡Reinhardt! ¿Qué hemos visto? —Reinhardt aparto la mirada de su hermano mordiéndose los labios.

—Que todo es muy tranquilo, que hay un mundo por explorar y es un mundo hermoso—Aun cuando Reinhardt dudó mucho en responder. En un tono de voz apagado y tenue. Motivó a Radiant a seguir hablando. Pero esto molestaba a Krysta.

—Entiendo su situación chicos, pero entiendan que para que puedan salir, deben de saber quiénes son ustedes. No pueden ir al mundo sin armas, y las armas son su conocimiento.

—Eso si es tonto—Radiant se cruzó de brazos mirando a Krysta con ese mismo sentimiento negativo, Krysta se rindió y bajo la cabeza suspirando tallándose los ojos—Mamá nos exige mucho para lo poco que nos deja hacer, es injusto. Muy injusto—Krysta no dijo nada, pero el ambiente se había tensado con tan cortos diálogos. Las sirvientas aparecieron de un tenue flash trayendo los alimentos. Radiant se bajó de un salto de la mesa acomodándose en su asiento, las sirvientas también trajeron algunos aperitivos para Krysta y Zenbiel, y comieron en silencio, el ambiente bastaba como para cortarse con un cuchillo y verse la tela. Y así estuvieron almorzando hasta terminar, las sirvientas se llevaron sus platos vacíos y desaparecieron y apareció Raphiel por la puerta con un libro que estaba guardando en una bolsa de cuero. Suspirando, miro a todos ignorante de lo sucedido, se acercó a Rein y el haciéndole un espacio se sentó a su lado.

— ¿Sucedió algo? —Raphiel inclino la cabeza hacia un lado viendo a Rein pero el negó en silencio, miro a Krysta y ella se encogió de hombros tronándose los dedos de las manos—Bueno…Vengo de con su madre y con la Reina y ambas al parecer están de acuerdo en que su madre ha sido algo estricta con su educación, así que cree que es hora de que comiencen a estudiar por su cuenta—Esto levanto el ánimo de los chicos, mirando a Raphiel, ella levanto la mano deteniendo a los chicos en seco—Pero, tienen que tener clases con sus tías antes de considerar esto. Así que a partir de mañana tendrán clases con cada elemento de la armonía, y al final de la semana. Twilight será su última clase, que consistirá en un examen para ver si son aptos para tomar clases por su cuenta.

—Wow, Se oye muy. Bien de hecho, ¿De dónde surgió el cambio en Twilight? —Krysta se recargo en la mesa haciendo una curiosa mueca viendo a Raphiel, ella no dijo nada que dedujo Krysta con facilidad—Ya entiendo, bueno. Eso es bueno para ustedes, pero eso significa que. Tendrán décadas de estudios en siete días, lo que de por si una clase es pesada. Ahora imaginen una cada día.

—Apoyo a Krysta, la clase de cada pony es única y especial. Pero tenerlo en una semana. Wow…

—No he terminado, también la reina ha pedido algo a cambio; Como es algo que incomoda a los chicos, ella ha accedido a darles todo lo que necesiten para su prueba, a cambio. Les pide dos cosas.

— ¿Y cuáles son? —Radiant se ilusiono apoyando sus patas delanteras frente la mesa, Raphiel soplo empujando un mechón suelto.

—La primera, si pasan el examen ella en persona se encargará de entrenarlos, así como la capitana de la guardia divina, la segunda. Es que se encarguen de cuidar a su hija…—Ambos abrieron los ojos sorprendidos y temerosos al segundo. Cruzando miradas entre ellos, comenzando el pánico—Claro, ella llegara la semana siguiente de sus estudios en Canterlot, pasen o no el examen. Ustedes pasaran tiempo de calidad con ella, y ambas fueron claras en esto. Sean amigos de Pherica.

"El hombre es creación del hombre, para que trascienda debe de ser creado por un Dios que no sea un hombre"

—Página 595 del libro dorado.

PROXIMAMENTE: LAS SIETE ACADEMIAS DE LA ARMONIA