QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE OTRO CAPITULO DE ESTE GRAN FIC, CON CERCA DEL FIN DEL ARCO DE HISTORIA Y DEL PROLOGO. (LO EXPLICO AL FINAL) Y CREO YO QUE ESTE CAPITULO ES LO PUESTO AL DE PINKIE PIE DEBIDO A LO QUE PASARA CON RAINBOW DASH, AUNQUE EN ESTE CASO TRATE DE CONTROLARME UN POCO DEBIDO QUE OBVIAMENTE, AQUI SALE UN PERSONAJE QUERIDO POR MUCHOS, Y LO MÁS BRUTAL ES LO QUE PASA EN EL DESENLACE, Y DE QUE COMO HE DICHO DESDE QUE COMENZO EL FIC, NO TODO LO QUE SE LEE ES TAN LITERAL, DIGAMOS QUE NO TODOS LOS CAPITULOS PODRIAN SER LO QUE SON. ENTENDERAN MAS ADELANTE XD EN FIN, EN ESTE CASO LES DEJARE DOBLE CAPITULO PORQUE EL ULTIMO CAPITULO SE HABLA DE TWILIGHT Y OTRAS COSAS MAS, ASI QUE SIN MAS QUE DECIR, LES DEJO ESTE Y OTRO MÁS DONDE APARECERA STARLIGHT Y QUE ES DE ELLA. SIN MAS QUE DECIR NOS VEMOS LA PROXIMA SEMANA, ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO.


CAPITULO 10: LAS SIETE ACADEMIAS DE LA ARMONIA; LEALTAD—

Estandarte de la lealtad

Estandarte forjado por las llamas del corazón de Equestria, bajo Canterlot. Por los cascos de Rainbow Dash y la fuerza de Theresa. Pilar de Equestria, este estandarte que trae la bandera de Equestria tiene la punta dorada que simboliza la pureza de sus habitantes pero afilada para atravesar el pecho de aquellos que amenacen su gente, simboliza la fuerza del pueblo y el que Rainbow Dash lo porte es la máxima muestra de que sea leal a sus principios dando valor aquellos que estén bajo su luz.

Los chicos cruzaron el gran umbral pasando del salón del salón de Pinkie Pie, difuminándose la luz lentamente viendo su alrededor con claridad, aunque fueron recibidos por un trueno que hizo saltar a las chicas casi cayendo de espaldas. Delante de ellos los veía con desprecio y arrogancia. Una pony de pelaje azul celeste con ojos color cereza intenso. De melena arcoíris desalineado. Vestía un uniforme militar de color azul marino con decenas de condecoraciones en el pecho y placas en los hombros con un par de tablillas sobre los hombros con una estrella en el medio y en cada punta de la estrella un rombo distintivo. Era de rango general. Era la general Rainbow Dash.

El salón de clases era una gigantesca sala. Un salón descomunal. No pareciera que estaban dentro del castillo, era tan alto que el techo no se podía distinguir y bajo ellos había un abismo sin fondo y el suelo eran grandes trozos de nubes de color negro. Eran nubes de tormenta que la general Rainbow Dash usaba para entrenar a su gente. Rainbow Dash sonreía maléfica a los chicos alzando su estandarte de plata, oro y lealtad.

—Espero Pinkie Pie no haya sido lo suficientemente blanda con ustedes—Rainbow Dash movía el estandarte sobre su cabeza ondeando la bandera con orgullo—Porque si no, no tendrían el poder de enfrentarme—Y estrello el estandarte emanando una gran luz dorada formando a sus patas una gran runa con la silueta de las dos alicornios gobernantes de Equestria y Rainbow Dash se envolvió de esa aura. Sonriendo, emanando el aura dorado de sus ojos. Suspiro alegre colocando el estandarte en su espalda con la punta afilada del estándar hacia su cabeza asomándose, por un lado.

Los chicos sintieron escalofríos y la puerta detrás de ellos se cerró, Radiant dudaba si dar el primer paso. Al ver esa pose de su tía, Reinhardt estaba desarmado y si se enfrentaba a Rainbow Dash con ese poder perdería. Raphiel se cruzo de brazos frustrada y Pherica se puso detrás del grupo con miedo.

Todos en Equestria sabían que tan cruel podía ser Rainbow Dash; Al ser la general retirada de la guardia crepuscular después de tantos años de servicio formó un carácter fuerte y casi nunca muestra empatía hacia sus estudiantes creándoles un carácter casi idéntico al de ella. El estandarte que porta a todas partes es una muestra clara de que a donde vaya ella representara todo el peso militar de Equestria, teniendo autoridad en la guardia crepuscular y la guardia real de Canterlot. Y todo reino que se rehusé a ser invadido por la pony se arriesga a perder un combate de forma tan cruel que no podrían declarar una guerra. Dicen que todo ese poder gira en torno al estandarte cuando lo estrella contra el suelo.

—Andando chicos, hay que pasar por ella. Nos falta poco—Reinhardt extendió sus alas volando lentamente hacia Rainbow Dash que esperaba en silencio a los chicos con esa sonrisa llena de maldad y desprecio. Radiant hizo lo mismo y las chicas por igual. Pasando sobre el abismo a sus pies.

Justo en el momento que Radiant y Rein estaban tocando con la punta de sus pies la nube de tormenta la general se abalanzo sobre ellos con una velocidad brutal golpeándolos con ambas patas delanteras. Después de golpearles en la misma inercia los cargo elevándolos al cielo, dejando atrás una estela dorada. Sin tiempo de reacción.

Rainbow Dash ganaba altura con la característica velocidad que todo mundo le conocía, estaba queriendo desahogarse con los chicos y una vez que se canso de sostenerlos los soltó viéndolos subir por la fuerza y ella saco su estandarte. En silencio agito el estandarte en círculos y la runa apareció de nuevo marcándose ahora en sus ojos y tomo el estandarte con ambas patas y se abalanzo hacia los chicos.

Reinhardt reacciono viendo hacia abajo y vio una gran luz dorada. Como un cometa subir, sin tiempo de advertir a su hermano que estaba inconsciente, lo pateo con todas sus fuerzas mandándolo a un costado del salón y recibió el golpe de la general en el pecho. Sintiendo la punta pasar por su axila y tener la cabeza clavada en su pecho. Era un golpe tan duro que casi lo fuera de combate.

Sabía que Rainbow Dash no les daría tiempo de hacer algo para defenderse así que solo recibió el golpe y rezo que las chicas harían algo. Rainbow Dash comenzó a reírse.

Reinhardt tomo de su melena enfureciéndola más y comenzó a golpear su cabeza con el codo mientras que con la fuerza que los levantaba todavía más y la poderosa general golpeo el estómago del chico haciéndolo escupir sangre, eran golpes tan fuertes que pasaban fácilmente de la armadura de latón y cuero.

Reinhardt escupía sangre con cada golpe de la general en el estómago, pero no paraba de golpear su cabeza, trataba de dejarla desorientada para poder vencerla, aunque fuera algo difícil porque Rainbow ganó resistencia física al entrenar por tantos siglos, aunque no podía negar el dolor.

—Se han vuelto débiles—Dijo Rainbow Dash con la misma sonrisa—Su madre ha sido muy blanda con ustedes. Son irresponsables, vagos, buenos para nada. Todo el día hablan de un cuento de fantasía. ¡Que triste! —Rainbow Dash maniobro con el estandarte separándose de Reinhardt, pero esto no le evito que el chico le arrancara unos cabellos. Se alejo varios metros viendo a un lado suyo a Radiantshield caer al suelo rápidamente. Sonrió regresando la mirada hacia Radiant y voló hacia el pegaso dejando su estela arcoíris envuelta en oro.

Reinhardt maldijo a su tía y voló detrás de ella, deseando tener su misma velocidad. Odiando su condenada magia heredada. Noto como alcanzo sin problemas a Radiant y lo colgó sobre su estandarte, con sus patas delanteras apoyadas en el estandarte y sus alas extendidas. Como si estuviera crucificado. Aleteo su estandarte brillando cada vez más en su aura dorada. En esa luz que ella bautizo como "valentía". Estaba decidida en destruir las esperanzas de los chicos a toda costa.

Ella tenia dos promesas por cumplir como las anteriores pero su deber de proteger Equestria se imponía a la personal.

—Ríndete Reinhardt, ríndanse. Ustedes no tienen cabida en esta sala. No tienen lo que mi academia busca. Largo, váyanse de mi hogar—Rainbow Dash no soltó a Radiant y lo uso como objeto de burla. Reinhardt enfureció.

—¿Irnos? ¿Por qué deberíamos? Usted no es nadie para decirnos que hacer. Rainbow Dash—Rainbow Dash se quedo callada. Reinhardt afirmo su postura sobre una nube—Mi hermano, no. Nosotros queremos irnos de aquí, largarnos de esta prisión.

—¡JA! ¿Prisión? ¿Estas bromeando? ¡Este lugar es increíble! ¡Míralo, puedo hacer lo que quiera, volar para donde quiera! Este lugar, es un paraíso—Rainbow Dash extendió sus brazos girando viendo el cielo infinito. Creado por la magia de Twilight Sparkle—Muchos de mis estudiantes quisieran vivir aquí y volar para siempre…Pero no todos tienen la oportunidad. Por su culpa.

—¿Nuestra culpa? —Rainbow Dash miro a Radiantshield y lo azoto contra una nube. Su cuerpecito reboto varias veces del impacto.

—Si, ustedes. Que no saben los sacrificios que hace su madre para que vivan en este hermoso lugar. Y lo desperdician queriendo jugar a Daring Do. ¡Parecen bebes! —La general se alzo en vuelo con el estandarte por delante, con la punta de oro hacia el chico, quien cruzo los brazos en un intento de bloquear la sangrienta embestida. El pegaso sonrió de mejilla a mejilla pasando por un lado del chico, clavo el estandarte en la nube alzándose por la velocidad viendo al chico.

Se apoyo en la vara con sus patas delanteras girando rápidamente golpeando la espalda del chico con ambas patas mandándolo al suave suelo. Rainbow Dash en la misma energía de movimiento arranco la punta del estandarte y cayo sobre el chico enterrando en su hombro la punta, brotando su sangre a un gran chorro carmesí y unas escazas manchas purpuras acompañadas con su grito agónico, la general quedo sobre Reinhardt sonriendo viendo su hombro atravesado. Sin importar su armadura, fue fácil de romper.

Rainbow Dash veía con orgullo tales movimientos acrobáticos, tenia muchos años que no humillaba a nadie de tal forma. Y quedo sorprendida de todo lo que hizo en un solo movimiento, pero también se frustro porque no había nadie que fuera testigo de su maravillosa acrobacia. Cerro los ojos sonriente, jubilosa de su despiadada proeza. Sintiendo los rayos del sol mágico cubrir su cara. Estaba orgullosa de su crueldad. Pero su presa aún se movía y se quejaba. Tratando de quitarse la punta del estandarte del hombro.

—¿Aun sigues intentando vencerme? Si que eres patético—Rainbow Dash bajo la mirada sonriendo con orgullo hacia Reinhardt—Aunque te reconozco la fortaleza. Una vez hice esto con un estudiante mío y fue corriendo por ayuda con Rarity. Lo expulse por cobarde.

—¿Crees que ganaste?... —Reinhardt jadeaba viendo a Rainbow Dash con euforia. Con la sangre cubriendo lentamente la nube tiñéndola de color carmesí.

—No creo que gane. ¡YO GANE! —Rainbow Dash comenzó a reírse sacando el estandarte del brazo de su sobrino haciéndolo gritar del dolor. Sacudió la sangre de la punta y clavo la parte inferior del estandarte en su pierna derecha—No me tomo mas de 30 segundos haber ganado, y mira que apenas estaba calentando.

—Yo también…—Reinhardt se sentó tratando de marcar una sonrisa en su rostro, Rainbow Dash se enfureció y clavando más su estandarte en la pierna oyéndolo quejarse del dolor, pero no detuvo al chico y ella fue golpeada por la espalda separándola de su estandarte. Voló varios metros golpeando una de las paredes de la sala. Apenas sacando polvo del impacto y escupió unas gotas de sangre. Su vista se oscureció por pocos segundos, pero vasto a sus atacantes tomar a Reinhardt y a Radiantshield a un lugar lejos, dejando la nube con sangre.

Volando con Reinhardt con el estandarte clavado en su pierna, de espaldas al vacío, y Radiant en brazos. Era Raphiel y Pherica. Quienes sudaban por el peso de los chicos, aunque su miedo mayor era la reacción de Rainbow Dash al notar que le dieron un golpe después de tantos siglos.

Volaban a gran prisa y Raphiel no paraba de pensar que tan enfurecida estaría Rainbow Dash al notar que se llevaron su estandarte, no podía buscar una manera de suavizar la situación. Todo seria un caos si recupera el estandarte. No podían usar a Reinhardt para usarlo por su herida ni menos a Radiant que estaba inconsciente.

Hacia mucho tiempo que Raphiel conocía a Rainbow Dash, incluso estuvo un tiempo como su ayudante, por lo que sabia lo que era capaz de hacer con el estandarte de la lealtad inclusive sabia cual era el catalizador principal que lo hacia trabajar. Raphiel se calentaba mucho la cabeza, pero tenia que sacar el estandarte de la pierna de Reinhardt.

Pherica tenia la mayor parte de la culpa por haber golpeado tan fuerte a Rainbow Dash, bueno. Culpaba a su madre por haber heredado tanta fuerza que quería regresar a disculparse con la general pero si lo hacía era cometer el suicidio así que lidero el ataque con ayuda de Raphiel para que la culpa al menos se dividiera, en una actitud algo infantil pero resultó con éxito que salvo a los chicos de que perdieran su única esperanza de escapar.

Ambas chicas llegaron a una gran nube, muy lejos de Rainbow Dash y recostaron a los chicos sobre las nubes; a Radiant boca arriba y a Rein bocabajo quejándose del dolor al tener el estandarte casi atravesando su pierna. Raphiel y Pherica se arrodillaron viendo a Reinhardt, cruzaron miradas entre ellas soplándose las palmas. Pherica curaría o mitigaría el dolor en la pierna de Reinhardt y Raphiel se la arrancaría de un solo movimiento para que no pierda la extremidad.

Raphiel tomo el estandarte con firmeza y Pherica envolvió sus manos en un aura divina conjurando un hechizo de sanación rezando a sus dioses fallecidos por una oportunidad. Miraron a Reinhardt y el dio la señal para que lo hicieran; Pherica coloco sus manos en la herida envolviendo la zona con su magia reconfortando poco al chico y a los segundos de emanar su magia le dio la señal a Raphiel y ella con miedo arranco el estandarte de su pierna en un fugaz movimiento. Los gritos de Reinhardt resonaron por toda la sala, alaridos de dolor que hasta la maldad que rondaba en las sombras temió por su seguridad y casi cae en sus instintos para socorrerlo y calmar su dolor y limpiar sus lagrimas.

Raphiel sostenía con ambas manos al aire el gran estandarte de la retirada general, la sangre goteaba sobre la nube tiñendo solo su alrededor con la sangre. Pherica usaba toda su magia divina sanando el pie del chico, conjurando el hechizo hasta que dejo de sangrar y su herida cicatrizo un poco y el dolor del chico se mitigo, aunque no duraría mucho tiempo.

—Bien. Ya está—Dijo Raphiel bajando lentamente el estandarte descansándolo en el suelo—¿Cómo te sientes Rein?

—De maravilla—Rein se acomodó sentándose viendo ambas chicas jadeando entre grandes gotas de sudor, sonrío—Obvio que no. Me acaban de atravesar la pierna, y fue mi propia tía—Reinhardt acaricio el estandarte con la punta de los dedos. Sintiendo la calidez que emanaba. Sintiendo una extraña familiaridad.

—¿Y bien? ¿Cómo le ganamos a esta loca? —Pherica veía a los chicos con miedo, tragando saliva con dificultad.

—Ya le ganamos—Reinhardt tomó el estandarte de Rainbow Dash y con ayuda de Raphiel se levanto con el estandarte en mano. Pherica observaba—Este estandarte es más de lo que ella cree que es.

—¿Y qué es?

—Fuerza—Raphiel miro a Pherica y extendió su mano y ella la tomo levantándose.

—¿Ah sí? Pensé que era porque teníamos su palo mágico—Dijo Reinhardt riéndose—Pero si, es fuerza.

—Rainbow Dash confía mucho en su fuerza que ignora las propiedades del estandarte, o quizás lo sabe, pero su orgullo la dejo ciega de la verdad. Pero su estandarte posee un núcleo mágico que al ondearlo su bandera mágica se expande y cubre de una luz dorada todo aquel que este bajo ella. En una super-fuerza y super-velocidad. Aparte de darle una valentía en su corazón.

—Por eso Rainbow Dash lo usaba cuando atacaba las colonias extranjeras—Dijo Pherica viendo el estandarte sobre ella—Mi madre me contó una vez que tuvieron que hablarle al elemento de la lealtad para que le ayudara con un problema con unos rebeldes hace ya mucho tiempo y solo ella acudió y fue la que acabo con los rebeldes. En unas pocas horas, y eran cientos—Reinhardt asintió y Raphiel confirmo eso, fue testigo de la masacre.

—Y pensar que ella era inocente—Raphiel vio a Reinhardt y el suspiro captando la mirada—Pero todos cambian con los años.

Rainbow Dash apenas había recobrado su consciencia, se despego de la pared cayendo de pecho sobre una nube. Apretó los ojos varias veces para cobrar su postura. Veía a todas partes buscando a los chicos. Enfurecida, se apoyo apenas a cuatro patas y estiro su cuerpo hacia los extremos tronándose toda la espina relajando su cuerpo y así despertar. Enfurecida busco por todas partes hasta sentir como su poder se desvanecía.

Necesitaba su estandarte, golpeo el suelo arrastrando su pata con fuerza despedazando parte de la nube por donde paso su pata rebuznando y extendió sus alas coloridas y apoyo sus patas traseras en la pared y grito con todos sus pulmones y con todas sus fuerzas salió disparada de su lugar quebrando el cristal detrás de ella. Dejando una gran estela arcoíris. Su melena dejaba esa estela vertical pero su estela cortaba sus nubes. Enfurecida de que le quitaran el tesoro que tanto le costo conseguir, y la magia que tanto ama que le regalo un amigo muy antiguo.

Reinhardt levanto la vista viendo a lo lejos aquel gran meteoro arcoíris que se acercaba hacia ellos, un meteoro que dejaba Raimplosiones sónicas tras su paso, trago saliva nervioso con el eco del grito. Se afianzo al estandarte y comenzó a ondearlo. Recitando los conjuros para desplegar la bandera dorada semitransparente. La vara se envolvió en un aura dorado cargándose hacia la punta. Raphiel se alejo al igual que Pherica y Reinhardt giro la vara alrededor de su cuerpo con una gran destreza y la alzo de un movimiento y la clavo de golpe en el suelo. Un gran campanazo hizo eco en la sala y la bandera se desenvolvió y una gran runa envolvió al grupo.

Rainbow Dash reacciono con mas furia, viendo su potente arma profanada por los hijos de su mejor amiga, sumida en el cólera gano más velocidad y extendió sus patas delanteras y de sus mangas salieron un par de cuchillas apuntando al corazón de Reinhardt, su cabello comenzaba a quebrarse por la velocidad perdiendo cabellos con la velocidad.

Reinhardt miro a Pherica y a Raphiel acordando un gran plan, un majestuoso sacrificio. Reinhardt cargo su magia en mano derecha, un aura color guinda con purpura y paso su mano por el estandarte imbuyéndola en magia Equestre y Divina haciéndola más poderosa. La fuerza de los chicos creció aún más. Y esto lo sintió Rainbow Dash sumiéndose en la ira absoluta.

El arma tenia elementos que lo hacían único, que lo hacían especial. Y Rainbow Dash lo cuidaba con su vida. Y si no podía tenerlo, nadie lo haría.

Rainbow Dash paso tan rápido que atravesó el grupo, apuñalando por los costados a Reinhardt, en pocos segundos cruzaron miradas; Uno reia y el otro enfurecido deseaba su derrota. Pero se equivocaba. Paso por Reinhardt sacando otro par de cuchillas de sus mangas dio vuelta hacia el. Reinhardt tomo el estandarte con ambas manos sonriendo con las heridas en su pecho, sangre que caía a grandes gotas rojas y purpuras.

Reinhardt había leído grandes historias sobre Rainbow Dash, sabia que sus heridas podrían ser letales en su pecho eran como para hacerlo llorar aun siendo un niño pero algo dentro de él era tan grande que se convencía que su piel era de piedra y sus huesos de diamante. Inmune a todo peligro como un valeroso guerrero.

Raphiel ignoraba sus graves heridas, pero Pherica rezaba que no muriera por idiota. Conteniendo su llanto. Ni mencionar a Radiant que seguía inconsciente.

Reinhardt encaro a Rainbow Dash quien se acercaba a gran prisa. Giro el estandarte de nueva cuenta recargando su poder aun más sabiendo los peligros que podría haber al no saber contener tanto poder divino.

Rainbow Dash grito aun con más intensidad y cayo hacia Reinhardt, ahora si clavándose en su pecho. De 500 metros paso a 200 en un segundo, y al otro. Ya lo tenia de frente, con los cuchillos ya apunto de atravesar su delgada piel. Sobre su corazón y en el pestañeo del tiempo detenido. Reinhardt se hizo a un lado. Raphiel tomo una pata de Rainbow Dash con su magia y Pherica la otra deteniéndola en seco. Rebotando su cuerpo en el aire por la inercia como un trapo en una tormenta, y apenas vio Reinhardt su espalda descubierta clavo el gran bastón en la espalda de Rainbow Dash. Atravesándola por completo reventándola en el suelo.

Reinhardt tenia todo su peso sobre Rainbow Dash, sosteniendo el bastón con ambas manos. Sudando a cantaros y jadeando del dolor. Su cabello desarreglado y su vista casi nublada. Vio a Rainbow Dash por la espalda, con el gran estandarte atravesándole por la mitad del cuerpo.

—Ya está…Te ganamos, tía—Reinhardt camino hacia el frente de la pony. Quien jadeaba con agonía, moviéndose hacia los lados queriendo liberarse de su propia arma.

—¡Ja! ¿Llamas eso una victoria? ¡He visto mejores! —Rainbow Dash sonreía con el mismo orgullo tosiendo, ahogándose con su sangre—¡Hicieron trampa! Eso fue lo que hicieron.

—Ahora que pasara—Dijo Pherica viendo el decadente estado de la pony. Sin saber la verdadera razón del cruel ataque—No podemos matar al elemento de la lealtad. ¡Podríamos ir presos! O peor aún ¡SER EJECUTADOS!

—Si que no sabes mucho de Rainbow Dash—Raphiel tomo el hombro de Pherica con una pequeña sonrisa, pateo el estandarte haciendo gritar a Rainbow Dash—Eso fue por Radiant. Loca inmortal.

—¿Ahora que hacemos? —Raphiel miro a la pony quejarse de su dolor.

—Irnos—Reinhardt se agacho tomando a su hermano entre brazos. Mirando a Rainbow Dash. Quien odiaba a los chicos con la mirada—Mientras sigas atravesada por tu propia arma, no podrás regenerarte. Tu decides si dejarnos ir. O quedar aquí moribunda, tú decides.

Rainbow Dash se quedo callada por un buen rato, mirando a los chicos de uno por uno, aun con Radiant inconsciente admiro su resistencia. Un pony o persona ordinario habría muerto por el golpe inicial, pero solo quedo inconsciente. Sonrió escupiendo a la bota de Reinhardt restos de su sangre.

—Lárguense de mi vista, me demostraron que son aptos. Aun con miedo, lo hicieron bien. Y rápido, como a mí me gusta—Reinhardt sonrió viendo a sus amigas y ordeno a Raphiel que sacara el estandarte y sin dudar lo saco de un solo movimiento, salpicando sangre en el pelaje y uniforme de Rainbow, así como un grito adolorido. Pero se veía aliviada. Arrojo el estandarte al suelo. La espalda de Rainbow comenzó a cicatrizar lentamente—La puerta está detrás de ustedes. Pasando por varias nubes. Se toparán con el fin del cuarto.

—Gracias, tía—Reinhardt dio media vuelta saltando hacia la otra nube. Raphiel siguió a Reinhardt y Pherica dudo por segundos aun viendo a la pegaso temblar del dolor—Y lo siento por eso. Pero era eso o perderíamos nuestro pase de salida.

—Si, sí. "Hiciste lo mejor que hiciste" Ya se me la historia, todos dicen lo mismo. Ya lárguense, que el elemento de la sabiduría les espera.

Reinhardt asintió y los chicos anduvieron entre las nubes. Tratando de sonreír, pero tenían sobre sus hombros el miedo y la incertidumbre. Temían de Starlight Glimmer, era una de los pocos hechiceros más poderosos de Equestria y se rumora entre el reino que es más poderosa que todos los elementos de la armonía juntos. Ya que una vez derroto al propio Dios del caos sin esfuerzo alguno.

Y así fue, los chicos cruzaron la puerta de piedra y acero. Con la Cutiemark del elemento de la sabiduría grabado, el hechicero y alquimista Starlight Glimmer. Dejando atrás a la orgullosa general, valiente por haber cumplido con su promesa. Aunque no engaño al mal que acechaba en la oscuridad. Quien cada vez enfurecía al ver como progresaban sala por sala. Sin complicaciones, sin dudas. Alimentándose de valor con cada paso que daban.

Rainbow Dash se percato de este latente mal y miro el fondo de la sala. Como el mal veía con un odio indescriptible, con una llama purpura brotando por sus ojos. Rainbow Dash sonrió durmiendo sobre la nube mencionando el nombre de un Angel.

"Al verlo a los ojos, tentado de arrebatar su alma. Él puso su espada de oro en mi cuello. Sonriéndome a los ojos. Pero no deseaba matarme, quería limpiar mi cuerpo con mi propia sangre" —Extracto de la página 2,485.