QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON OTRO CAPITULO DE ESTE GRAN FIC.

VAYA , ¿QUE DECIR? ESTOY EMOCIONADO CHICOS, PORQUE ESTE ES EL CAPITULO QUE COMENZARA A CAMBIAR TODO, A PESAR DE QUE ES CASI OBVIO NO EXPLICARE QUE ES, ES DEMASIADO PRONTO. PERO AQUI CAMBIA TODO, TODO EL FIC QUE HE DADO INICIO HACE POCOS MESES, COMENZARA A CAMBIAR. ESTE CAPITULO JUNTO CON EL ANTERIOR DARA INICIO A LO QUE ES "EL FINAL DEL INICIO" O "FINAL DEL PROLOGO" TODA ESTA HISTORIA UNA VEZ QUE HAYA JUNTADO LO NECESARIO LOS CHICOS SALDRAN AL EXTERIOR Y HARAN LO QUE TENGAN QUE HACER, ASI QUE. ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO Y ESPERO LES GUSTE TODO LO QUE VIENE EN CAMINO.

*AQUELLOS QUE DESEEN VER LA VERDAD, LA VERAN. PERO SE PERDERAN ANTE EL CONOCIMIENTO. PORQUE LA VERDAD ES CRUEL, Y LA CRUELDAD TIENE ENTRE SU LETRAS "EL" *


—CAPITULO 15: PHOENIX TWONAGASIS—

Espadón de Phoenix

Espadón usado por la Reina de Terranova, su arma favorita y única en su categoría, arma tan pesada que solo ella podía manejar. Al ser un arma de categoría legendaria, este espadón está escondido en la habitación de la reina, esperando paciente a que el fin de la armonía llegue.

"Una vez use este espadón para salvar la vida de mi hija del cruel enemigo proveniente de las ruinas del Limite Divino"

El grupo de chicos había montado el tren al día siguiente, tomándose todo el día para descansar, o al menos los trayectos de ida y de regreso. Los chicos apenas se estaban calmando tras haber participado en el cruel juego de su madre, el cursar las siete academias y que la mayoría les hayan dejado pasar sin problemas, aunque el problema radicaba en su propia madre. Quien pudo haber dejado a Reinhardt invalido. Al haber perforado sus piernas con su espada armónica, de no haber sido por el guardián del mundo habría peores repercusiones de las que pasa ahora el chico.

Reinhardt por primera vez en mucho tiempo estaba sentado en el vagón del tren viendo sus piernas. Sintiendo aun la afilada hoja de la espada de su madre perforando su pierna y casi arrancando otra, sus ojos aún tenían grabada la escena como su madre se abalanzo hacia el y clavo el arma sin ninguna piedad. Sin ninguna pizca de maternidad.

Pherica estaba sentada a un lado de Raphiel, quien veía por la ventana del vagón del tren como los arboles se deslizaban rápidamente y el sol parecía inmóvil, ambas chicas imaginaban como seria el exterior. Por la parte de Raphiel no recordaba cuando fue la última vez que salió de la ilusión y Pherica tenia la intriga de que si era en verdad un mundo tan oscuro como lo hacia ver su madre y la princesa Sparkle.

Radiantshield hojeaba el libro buscando más entradas del Guardian del mundo pero solo había runas inentendibles entre las pocas oraciones legibles, mayormente lo que podía leer eran armas y una que otra entrada del diario personal del guardián, su curiosidad se había disparado con brutalidad y quería saber que más podía ocultar el guardián del mundo, y quería saber quiénes eran aquellos que habían muerto y él regreso a la vida y del porque fue condenado a desaparecer del mundo que el salvo.

—Hermano—Dijo Reinhardt con inquietud—¿Qué haremos en Terranova?

—Iremos a hablar con la reina, con la madre de Pher—Radiant no cerro el libro del guardián y únicamente levanto la vista, Reinhardt trago saliva viendo a su hermano listo para preguntar.

—¿Y que sabemos del guardián del mundo? Ya probaste que si existió—Radiant bajo la vista al libro tallándose la nariz, Pherica veía al chico concentrado en el libro.

—¿Y que vamos a buscar con mi madre, Radiant? —Pher saco su teléfono celular para tomar una foto del chico quien no presto atención al detalle.

—El guardián me había dicho que teníamos que ir a Terranova antes de hacer cualquier cosa, allí tu madre nos debería de estar esperando.

—¿Y que tengo que ver yo en esto? —Rompió el silencio Raphiel, y Radiant levanto la vista. Viendo ambas chicas.

—El guardián dijo que necesitaríamos de tu ayuda, dijo que eras la indicada para formar parte del equipo que salvara al mundo—Raphiel bajo la mirada, pensando en todas las veces que engaño a los chicos y oculto la verdad y como Radiant aun podía confiar en ella. Tenia un deber que cumplir, no solo con la princesa, ni con la Reina de Terranova. Sino que debía cumplir con la promesa del propio guardián. Quien guardara todavía en secreto por el bien de todos.

Radiant hojeaba la primera y la segunda pagina del libro viendo la tinta cambiar de las runas a una entendible y al cambiar borrarse de nuevo.

¡ESCONDANSE! ¡ES UNA ORDEN! —Su madre estaba cubierta de rasguños y sangre, su capa estaba destrozada a tiras y el cielo de Equestria estaba apagada en un tono gris. Las explosiones mágicas caían alrededor de la familia real, Radiantshield y Reinhardt estaban pulcros y su madre maltrecha, todo por haber protegido a sus hijos del cruel devora magia Tirek. Los elementos de la armonía estaban dispersos en el suelo sin magia y una fuente de vida. Sus ojos estaban apagados carentes de un alma. El devora magia se había convertido más fuerte que hace dos siglos.

¡PRINCESA TWILIGHT! —La voz ronca del devora magia resonó en un abrumador eco y sus ondas hacían retroceder a la princesa e hijos. Levantaron la vista, entre los arboles paso un gran centauro partiendo los arboles con sus brazos. Dos grandes cuernos y de piel rojiza con las patas cubiertas de pelaje negro. Twilight trago saliva enfurecida—¡Dame lo que me pertenece por derecho!

¡Pagaras por corromper la armonía en Equestria, Tirek! —Twilight desenvaino su espada armónica, reluciendo el oro por la potente magia que poseía en su interior y sus gemas resplandeciendo símbolo de cada elemento de la armonía en cada parte de la hoja y mango y se abalanzo contra el centauro.

El corrió contra la princesa y ella voló contra él, ambos embistieron contra el otro. La princesa encajo la espada en el antebrazo del centauro y el recibió el golpe. Generando chispas por el impacto, resultado por toda la magia contenida en ambos y fueron expulsados. Colisionando Twilight contra los árboles, y Tirek se arrastró por el suelo. Reinhardt y Radiant estaban paralizados. El minotauro estaba con las patas al aire, entre el escombro y tierra, su madre parcialmente cubierta por las ramas de un árbol y hojas.

Radiant retrocedió un paso y Reinhardt apretaba su lanza con temor, ver a sus tías sin vida. Sin su magia era traumático. El chico aun con su miedo deseaba ayudar a su madre y hacer honor a su arma y vengar a sus tías, pero su temor, el imponente centauro le paralizaba.

Tirek reacciono levantándose lentamente, apartando los escombros. Con la frente cortada y su sangre escurría por su rostro, vio a la Princesa en el suelo y sus hijos desprotegidos. Sonrió cruelmente.

Solo necesito magia de la familia real, y tus hijos Princesa Twilight. Serán perfectos para dominar Equestria—Tirek se levanto del suelo formalmente y camino hacia los chicos. Tirando las casas y derrumbando las pasarelas que lo conectaban. Reinhardt se aferro a su lanza con ambas manos y Radiant veía al imponente centauro acercarse a ellos extendiendo sus manos caminando rápidamente hasta comenzar a correr, el suelo temblaba con su pesado trote.

¡Debemos irnos Rein! —Radiant tiro de la manga de su hermano viendo al centauro pocos metros cerca de ellos, Reinhardt seguía paralizado ante la mirada penetrante del centauro y sus enormes colmillos. Los ojos del centauro estaban fijados en ambos chicos sediento de su magia única. Un tesoro que absorberá para dominar todo el planeta—¡REINHARDT!

¡TIREK! —Una fuerte onda de oro partido el cielo por la mitad, las aves volaron sobre los chicos y el centauro con la mano estirada a un metro de los chicos se paralizo. Tirek volteo hacia lo que quedaba del bosque y entre las ramas y arboles se emanaba un aura dorado de una magnitud muy grande—¡NO PERMITIRE QUE TOQUES A MIS HIJOS!

Y la princesa comenzó a conjurar hechizos de antaño. Palabras que nunca deberían de ser mencionadas, mientras que su magia acrecentaba a tal grado de que su aura alcanzo en estatura al devora magia y era tan densa que quemaba los arboles convirtiéndolos en ceniza.

Ah—Se expreso Tirek con satisfacción—Así que este es el verdadero poder de la magia divina, he de admitir que es hermosa. Ni la magia de alicornio se compara con esta magia, hagamos un trato Princesa Sparkle—Tirek bajo sus brazos dando una tregua temporal y la princesa escucho en silencio—Si me das esa magia tan hermosa, tan sublime. Devolveré la magia a todo ser viviente en Equestria, devolveré el calor del sol y el frescor de la noche. Y claro, la magia de tus amadas amigas quienes volverán a la vida. ¿Qué dices princesa? ¿Tenemos un acuerdo?

Twilight comenzó a jadear, exhalando grandes cantidades de humo arcoíris, representando fácilmente el poder interior de los elementos de la armonía dentro de ella. Tirek se sorprendió retrocediendo un paso, no esperaba que también poseyera dentro de su cuerpo los elementos originales. Trago saliva nervioso convenciéndose de que ganara el acuerdo. La princesa comenzó a hablar.

"Escucha mis palabras, que ante ellas te arrodillaras.

Mira mi alma que paz no encontraras.

Tirek, el devora almas. Caerás ante mi magia.

Heredada por héroes de antaño

Los Pilares de Equestria han hablado

Mi nombre forjado con estrellas

Mi voluntad no harás trizas

Ante mi te inclinaras

Y misericordia pedirás

Reza al sol y a la luna.

Aunque ellos no escucharan tu pena.

Veras que soy más que una princesa.

Soy más que condesa.

Soy la guardiana de la armonía

Soy la Reina hechicera.

Y Twilight desapareció delante de Tirek, y de sus hijos. En un silencio abismal. Tirek veía a todas partes nervioso, buscando a la poderosa alicornio. Reconociendo que tenia más poder que él, a pesar de que había devorado la magia de los propios elementos de la armonía, maestras en la educación del porvenir de Equestria y ahora parecía como si fueran potrillas comparadas ante la magia de la princesa Twilight, al ver la esencia pura de la princesa. La madera quemada se oía en el silencio.

Radiantshield veía con miedo, asombro y curiosidad. Guardian, la palabra. Aquella palabra prohibida por su madre, reina de Equestria y la Reina de Terranova. Palabra que causaría el fin del mundo, y su madre. La ha dicho con tranquilidad.

Es hora de que te inclines ante mí, TirekY la princesa de la armonía, llamada magia apareció ante el mismo devora magia con los ojos en blanco, las alas cubiertas de colores hermosos y le rodeaba una luz blanca con largas plumas lloviendo a su alrededor. Su cuerno emanaba toda la magia que envolvía su cuerpo, su Cutiemark palpitaba como si el mapa de la armonía la estuviera llamando.

El centauro cayo de rodillas ante la princesa y ella saco de su lomo, un gran espadón de oro con un listón rojo maltratado. Donde la hoja reflejaba una aurora boreal, y en su interior una prominente figura antropomórfica sin rostro. Y tenia tres pares de alas. Fácilmente se dedujo que era la esencia de la princesa. ¿O no?

La princesa sin chistar o mostrar misericordia clavo el enorme espadón en el pecho de Tirek. Quemándolo por el fuerte calor de mil soles y atravesando su carne con facilidad, Tirek grito del dolor y frustración, no tenía ningún momento para defenderse y aunque tratara. Era su fin. La princesa de la armonía, ardiendo en el cólera y con la magia de cientos de artes mágicas y la magia legendaria. Magia que solo ella y la Reina Phoenix posee. La magia divina.

Sin pestañear concentro toda su magia angelical en el pecho del centauro, enterrando el arma en el corazón. El centauro tomo la hoja instintivamente queriendo sacar el arma legendaria quemándose las manos. Sus ojos veían a los de la princesa y dentro de ella vio su alma. No, Tirek vio algo más que el alma de la princesa Twilight. Algo más grande, más poderoso, casi omnipotente. Y fue condenado en ese instante. A pasar toda la eternidad en su reino, torturado por hasta el infinito por sus pecados. Tirek se envolvió en llamas doradas, llamas que ardían más que la estrella más intensa, más caliente que la estrella de Aldebarán, más intensa que una Super Nova.

Gritando ante el pavor. De ver esa figura viviendo dentro de la esencia de la Princesa. Llamando al centauro deseoso de devorar su alma una y otra vez. Y Tirek comenzó a llorar del miedo, del pavor que le tenia a ese ente y su cuerpo se consumió en cenizas. Y de las cenizas que quedaron de él, en medio del pueblo destruido. En el centro de los elementos de la armonía, un ave Fénix nacido de ella. Un ave fénix que extendió sus alas y partido hacia el cielo explotando en una llamarada multicolor. Regresando todo el orden a su naturalidad, y la magia de los elementos de la armonía y consecuentemente, su magia. Habían revivido.

—¡Radiant! ¡Despierta! —Radiant reacciono de un salto, mirando a todas partes y Raphiel estaba tomándolo del hombro sacudiéndolo. Reinhardt estaba a un lado mirando a su hermano con sospecha.

—¿Qué paso?

—Te quedaste dormido mientras leías el libro ¿Qué paso? ¿Te aburriste? —Reinhardt golpeo gentilmente a su hermano riendo y Radiant bajo de su asiento mirando por la ventana. Pherica estaba fuera del tren saludando a sus súbditos. Radiant veía en el reflejo del cristal esa escena donde su madre ardía en llamas.

—Tenemos irnos, nos espera la reina—Raphiel tomo al chico del hombro, con esa clásica seriedad y Radiant asintió y el trio salió del tren.

En el exterior les esperaba Pherica con un pequeño grupo de fieles, entre ellos niños y adultos. Lo característico de la especie humana, de esa humanidad es que no había ningún anciano. Debido a que todos poseen esa inmortalidad que al alcanzar la madurez absoluta mantienen esa misma apariencia hasta el fin de los tiempos, aunque era una ley de la reina que para poder tener hijos debían de demostrar fielmente que querían uno y no por capricho, aparte de que la espera era muy larga para espera para que la reina considere un nuevo nacimiento- se tomaba en cuenta que un bebe tarda entre 500 a 2000 años en nacer.

Los chicos se juntaron con Pherica y el trio anduvo en la pequeña estación de tren pasando por el arco de mármol y oro estando de nueva cuenta en la hermosa ciudad de edificios de piedra, madera y oro. Las calles estaban cubiertas de calles hexagonales y algunas farolas de aceite. En las múltiples tiendas de ropa había Equestres paseando alegres.

Las múltiples panaderías de maná estaban abarrotadas de humanos y de escasos ponys y aquellos curiosos que compraban tal pan no encontraban el gusto al ser un pan de sabor nulo, aunque todos los humanos afirman que el pan es muy delicioso y se ha convertido el pan de todos los días debido a que el sabor cambia dependiendo el antojo y la mentalidad del que la pruebe.

Sobre la colina, bajo el enorme faro y luz de guía para el pueblo y cualquier humano. El castillo de la reina de Terranova, aquel castillo de mármol, oro y amor. Radiant con silencio veía el castillo con admiración, dio el primer paso tomando ahora el liderazgo.

Radiant trago saliva con inquietud y comenzó a avanzar y sus amigos le siguieron, Radiant no podía pensar en otra cosa que solo la información que le había dado el guardián del mundo, aun cuando quería ser un héroe como él no quería enterarse que el mundo que tanto ansiaba explorar estaba muriendo, solo quería una aventura ordinaria. Ayudar a los más necesitados en su camino, no en luchar por sobrevivir ni ver la cruel verdad.

A su alrededor estaban parcialmente guiados por los escoltas de la reina y de la propia princesa Pherica, aunque le avergonzaba tenia que resignarse a tener sus escoltas cuando entran a Terranova. Raphiel estaba intranquila, veía a Radiant y notaba ese temor en sus ojos. Sabía a la perfección las consecuencias de portar ese endemoniado libro, ya había sido testigo de la maldición que cayó sobre el anterior portador. El propio guardián pereció por culpa de ese libro.

Reinhardt estaba ilusionado viendo los escoltas, portando esas armaduras de plata cubriendo sus cuerpos con toques rojizos y dorados, esas espadas atadas a sus caderas y largas lanzas en mano, esas prominentes cabelleras y ese par de alas blancas que adornaban su espalda. Y aquellos ojos dorados llenos de valor y poder. Los humanos eran una especie muy poderosa e inclusive podían causar guerras, pero en ellos ya no tienen esa despiadada naturaleza, ahora solo desean no extinguirse por culpa de su antigua Reina. Y Reinhardt quería ser el capitán de la guardia de Terranova, se siente identificado con esos humanos divinos.

Llegaron a la enorme entrada del palacio de mármol, y fueron recibidos por Zenbiel, quien hizo una reverencia ante los hijos y la princesa del Reino. Pherica se avergonzó sonriendo y los guio al interior del palacio.

El palacio de Terranova era una replica exacta al palacio original, solo habían cambiado las vestiduras y la bandera del reino, y el ambiente era más ameno que el palacio anterior, que oprimía y aterraba los deseos de libertad.

Pasaron por el enorme recibidor siendo recibidos por la servidumbre con reverencias, subieron el trio de escalones entre pilares de mármol, Zenbiel abrió la puerta de madera que tenia grabada la Reina de Terranova y detrás de ella un ave Fénix mirando al cielo.

La sala del trono de la Reina Phoenix era una enorme sala con largas cortinas de color azules y guindas, había bancas de madera a los costados y en medio una larga alfombra que subía sobre un par de escalones donde la reina reposaba sobre un trono de oro con un par de armas en la cabecera cruzadas; Un arma era una espada larga con la hoja acuñada, aparentemente hecha de marfil y el mango de plata y el otro era un báculo de oro con una piedra azul en el centro con aros a su alrededor.

A su lado derecha estaba la capitana de la guardia humana, la legendaria Krysta Twonagasis y consejera de la Reina, imponiendo su actitud con la mirada al frente y las manos en la espalda. Sin tambalear ni mover un solo musculo, aunque su mirada era de molestia. La reina no actuaba como una reina de verdad.

La molestia de Krysta se debía a que la reina estaba jugando videojuegos en una consola portátil, larga y delgada, tenia un costado de color rojo y el opuesto de color azul, se podía escuchar la música de un videojuego estilo RPG y los gritos del protagonista y jarrones romperse, La reina sonreía de la alegría viendo su videojuego. Krysta vio a los chicos parpadeando lentamente con la frustración y vergüenza de su mirada, Pherica sonrió al ver a su madre jugando y corrió hacia ella abalanzándose sentándose en un costado del trono viendo a su madre jugar. Aquel personaje que dirigía era un tipo rubio de ropa azulada y tenia un escudo de hierro en la espalda con tres triángulos dorados en el centro.

Reinhardt, Radiant y Raphiel no sabían como actuar delante de la reina cuando se tomaba muy en serio su hora para jugar.

—Es un honor tenerlos de regreso, Príncipe Radiantshield, Príncipe Reinhardt Alexander—Krysta volteo a ver a la reina y ella seguía con la misma sonrisa de una niña—Reina de Terranova, Máximo exponente de toda nuestra especie, responsable de dar una buena imagen, heredada de tal poder supremo capaz de crear lazos entre tantas especies como un símbolo de la paz—Y la Reina seguía ignorando a su hermana, Krysta volteo ligeramente hacia ella enfureciéndose notándose la vena en su frente—Hermana, tenemos a los hijos de la princesa Twilight Sparkle, aquellos que mandaste a llamar para un asunto IMPORTANTE—Y la reina la ignoro, y Krysta enfureció más—¡Suficiente! ¡Compórtate! —Y Krysta lanzo un tajo sobre la consola arrancándoselo de las manos a su hermana y Phoenix reacciono levantando la vista y volteo a ver a su hermana y comenzó a llorar. Con pucheros.

—¡Hermana! —Dijo Phoenix con lágrimas—Estaba a punto de vencer a la bestia de las tinieblas ¡Dámelo!

—¡NO! —Exclamo Krysta guardando el aparato en su bolsa a un costado y la reina enfureció.

—¡Te lo ordeno! ¡SOY TU REINA!

—¡Y YO TU HERMANA MAYOR! ¡Me importa un carajo seas la reina! ¡Tienes que obedecerme por que soy mayor que tú! —Y la reina Phoenix se cruzo de brazos, bajando la mirada con el mismo puchero, y Krysta sonrió parcialmente con su victoria.

Phoenix tardo poco tiempo en calmarse, hizo ejercicios de respiración y una vez tranquila vio a su hija y acaricio su mejilla. Alegre de verla de nuevo.

—¿Y cómo les ha ido chicos? —La reina regreso su mirada hacia Radiant y su hermano teniendo a Pherica sentada en una reposadera del trono—Debió haber sido un camino muy largo.

—Si alteza, lo fue—Respondió Reinhardt, extrañado aun por la escena anterior. Krysta golpeo a La reina de un codazo y ella tosió cambio un poco su voz.

—Si, perdonen lo que vieron. Es algo que sucede de vez en cuando.

—Si, muy "De vez en cuando" —Respondió Krysta con la misma frustración—Uno de los pasatiempos que tiene NUESTRA amada REINA es jugar videojuegos antiguos, como verán nuestra especie alcanzo una línea evolutiva máxima y todas estas tecnologías se perdieron con los siglos, y la reina de vez en cuando viaja a otras dimensiones donde compra estos cacharros.

—No son cacharros, son videojuegos. Por favor hermana, deberías de ser más tolerante al respecto.

—Si, debería. Pero desde que llegaste a Equestria has estado jugando videojuegos. Incluso hace 238 años cuando conociste a…

—Si, ya quedo claro hermana—Phoenix se levantó del trono, miro a su hermana molesta y Krysta, aun con su mismo sentimiento por la escena. Sabía que metió la pata, pero los chicos no les importaba eso, querían saber el motivo de tanto viaje. Se sacudió el polvo de la falda estirando los brazos escuchándose los huesos tronar—¿Si saben que antes de ser una reina, era también una guerrera?

—No—Respondieron los hermanos, Raphiel guardo silencio y Pherica quien ya conocía el relato.

—Bueno, realmente son historias de muy antaño. De hecho, era una fuerte guerrera que viajaba por el mundo, y aunque no era muy buena entre los de mi clase. Y también pude haber sido menospreciada por mi actitud, siempre hice lo mejor para mí, para todos—La reina camino alrededor de los chicos, ellos le seguían con la mirada y la reina se detuvo viendo el libro. A un costado de Radiant, se quedo un largo minuto viendo la cubierta de tela dorada y el grabado que este tenía. Nostalgia invadió sus ojos y su alma entristeció. Miro a Krysta y ella solo asintió afirmando la misma emoción—El punto de haberlos mandado hablar fue para ver el libro de nuevo.

—¿De nuevo? —Pregunto Radiant tomando el libro, con esa misma seriedad. La reina afirmo mirando los ojos del chico.

—Si, de nuevo.

—Mi hermana era la antigua portadora del libro. Bueno, era quien lo custodiaba por la antigua reina. Antes de que el guardián del mundo lo heredara—Krysta respondió en lugar de Phoenix, y Phoenix se arrodillo tomando la mejilla de Radiant, con mucho cariño. Veía en sus ojos una chispa muy familiar.

—¡Hora de historias! —Grito Pherica sentándose en el trono de su madre, imitando su pose; cruzándose de piernas y colocando su puño en su barbilla apoyada en el respaldo izquierdo de su trono.

—El guardián del mundo era del nuestro, en efecto. Era un infame "guardián" —Y ambas hermanas sufrieron escalofríos al mencionar tal palabra. Casi era un insulto para ellas—El guardián del mundo antes de llamarse así, guardián del mundo ¡He! Tenia otro nombre. Era el guardián del ****, y yo era su acompañante—Aunque todos los presentes escucharon el nombre, Radiantshield, Reinhardt y Pherica fueron incapaces de escucharlo, aunque no sintieron extrañes alguna y no preguntaron—Yo antes tenía el título de Serafín, en la escala de nuestra especie. Era casi la mano derecha de nuestra reina. Quien nombre era ****** Pero aun abajo que mi madre, ****** Quien siempre fue estricta con nosotras.

—Contigo, recuerda que no eras la favorita—Krysta se recargo en el trono de brazos cruzados y Phoenix asintió tratando de sonreír.

—Si, no era la favorita. Porque por mi culpa mi padre murió. Pero, en fin, el guardián del mundo no era tan impresionante en aquel entonces. Era más bien, un tonto. Casi un bueno para nada. Y recuerdo muy bien en la academia de serafines que siempre quedaba al ultimo en todo lo que hacíamos. Incluso cuando llegue a ser su acompañante llegue a guiarlo en más de una ocasión. Y en realidad, era pésimo en todo—Phoenix comenzó a reírse, y una lagrima recorrido su mejilla. Y Radiant lo noto sintiendo tristeza—Pero tenía el corazón más puro y noble que jamás había conocido. De hecho, Aun cuando no dominaba sus poderes de guardián, aun cuando siempre perdía en los combates y dependía de otros para ganar, su corazón le daba la fortaleza para luchar, y un día. Alcanzo el poder necesario para ser un guerrero legendario, ser un guardián supremo.

—¿Y que es eso? ¿Supremo?

—Que rompió los limites de poder y fue capaz de hacer caer a dos semidioses en un solo día—Radiantshield sonrió emocionado, era un relato muy viejo, de los primeros que leyó sobre el guardián del mundo, pero únicamente hablaba de un semidios. No de dos semidioses.

—¿Quién era el segundo semidios?

—Nuestro padre—Y la sonrisa de Radiant se desvaneció. Aunque a la Reina no pareció afectarle recordar tal momento.

—Pero no te sientas mal, mi padre lo tenia muy merecido. El muy loco amenazaba con borrar toda la vida, ¿Por qué carajos le dieron ese título, hermana? Guardian de la vida.

—Realmente no lo sé, desde que nací siempre tuvo ese título.

—Es igual, lo que hizo el guardián del mundo pudo juntar todos los reinos de la creación y con ayuda de todos los héroes legendarios de otras eras. Que los conocerás porque el tiempo y la realidad es un desastre—Las palabras sin peso de la reina respecto al exterior de la ilusión preocupaba a Radiant, no tenía ningún temor a lo que hay allá afuera incluso sabe de muchas cosas que ni su propia madre sabe—El punto es que, si quieres ser como el guardián del mundo, y lo serás. Debes de aceptar todo lo que el te haya dejado, por qué aun lo sientes contigo, ¿Verdad? —Radiant asintió, y la reina sonrió. Bajando la mirada y su entusiasmo al hablar decayó.

—Me imagine, el prometió que nunca nos dejaría. Si cumple con sus promesas—La reina se levanto y camino hacia su trono, Pherica bajo del trono parándose a un lado, su madre acaricio su cabello y miro a Krysta, con la vista se entendieron y ella metió la mano en el respaldo del trono, deformando el oro. Y lentamente saco un enorme espadón de hoja lisa. Con el mango delgado, el extremo de la empuñadura era esférica. Radiant se sorprendió demasiado, era idéntico al de su sueño. La única diferencia era el listón—Esta preciosura era mi arma de serafín. Aunque no era como el guardián del mundo como para nombrar las armas, esta ha sido y será mi mejor arma. Única en su clase y una vez empuñada por el mismo guardián. Se que es difícil de entender todo lo que estas viviendo Radiant. Pero con el tiempo entenderás, que no todo es lo que aparenta ser.

—Es que no entiendo, todo sucedió tan rápido, ahora tengo que prepararme para ir al exterior y buscar sus reliquias.

—Es parte de su maldición, tristemente. Todo sucederá así de ahora en adelante. Desde el primer momento que supiste de él, era lógico que pasaría más temprano que tarde—La reina camino hacia Radiant, con el espadón sobre su hombro, Krysta tomo a Pherica del hombro y la empujo hacia sus amigos y ella camino viendo la espalda de su madre y su forma de caminar prominente. Como una líder. Y la reina, clavo su enorme espada en el suelo—Radiantshield. Quiero que tener el honor de darte mi espadón. Se que no entiendes las cosas y será peor. Pero como lo dijo tu madre; Alla afuera es un misterio, incluso para nosotros. Hay humanos que rechazan mi gobierno y se convirtieron en ladrones y asesinos. Y todavía el hecho de que nuestro mundo poco a poco se venga abajo y el latente regreso de Arkzrimiel y su abismo. Te deja un gran peso sobre los hombros, y espero puedas usar esta vieja espada como tu herramienta y purifiques el mundo que maldijo el guardián del mundo, pensando que lo salvaría si desaparecía.

—Yo, no sé qué decir…

—Solo acéptala, y protégenos. Chico—Y la reina Phoenix sonrió imitando al guardián. Radiantshield veía su reflejo en el espadón. Temeroso de tomarlo, era un arma muy poderosa para él, volteo a ver a su gemelo y el esperaba paciente a que lo tomara, apoyándolo con una sonrisa, miro a Raphiel y cruzada de brazos asintió también guiñándole el ojo, Miro a Pherica y ella alzo los pulgares con la sonrisa más notoria y Radiant trago saliva nervioso. "Tomalá chico, y solo faltara una visita a tu madre y comenzara tu aventura. No temas, que estoy a tu lado" Y Radiant bajo la mirada. Jalo una gran cantidad de aire y tomo el espadón con sus patas delanteras. Y la alzo.

El espadón era del doble de su tamaño, pero era tan ligero como una pluma, la reina le explico que el espadón solo se movería con tal ligereza gracias a su bendición y solo aquellos que permita podrán empuñarlo, de lo contrario, aquel que no esté permitido, será quemado hasta las cenizas.

Radiant no sabia que hacer con tal arma, era la primera vez que tenia algo tan grande, nunca había sido su fuerte el pelear ni menos sostener armas. Era talento de su gemelo, y el que posea un arma de tal calibre le aterraba. No había otra forma de llevar el arma y solo pudo atarla a su espalda, saliendo el filo por mucho así que Krysta uso un pedazo de tela de la sala del trono para crearle la funda, una funda de color guinda.

Y los chicos partieron del palacio. Sin antes Pherica recibir un regalo de su tía. Unas cuchillas de color rojizo y empuñadura plateada. Antiguas armas de la guerrera. Y ella acepto el regalo con mucho aprecio de su tía y la abrazo antes de partir.

Y regresaron al pueblo, para ver a su madre de nuevo. Y demostrar una última vez su capacidad.

"Y mis hijos llegaran un día con los hombros caídos y heridos para buscar una cura para salvar a un ser odiado, un ser aborrecido por la naturaleza. Porque ha sido incapaz de nacer con un alma. Porque fue devorada por quien una vez considere un hermano"

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