QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON OTRO CAPITULO MÁS DE ESTE GRAN FIC, SI QUE AHORA ANDO MÁS INSPIRADO. YA SABEN, ESTOY AL TANTO DE MIS DOS HISTORIAS MÁS NUEVAS. Y TODAVIA TENGO VACACIONES ASI QUE SI, ME DARE UN MARATON Y HARE TODAVIA MÁS CAPITULOS PARA SEGUIR IGUAL DE PUNTUAL CON USTEDES :) ESTE CAPITULO TIENE UN DETALLE QUE ESCRIBI EL CAPITULO PASADO, ALGO QUE LO CONECTA. ES LO PRIMERO QUE LEERAN DE TANTAS CONEXIONES, ASI QUE ESTE ES. DIGAMOS "PRUEBA" DE LO QUE SE AVECINA YA QUE HABRA UN PUNTO QUE A LO MEJOR UN CAPITULO TENDRA ALGO QUE NO ENTIENDAN PERO QUIZAS EN 5 O 30 MÁS ADELANTE TENDRAN SENTIDO DEL PORQUE, Y TODO ESTO ES CON EL FIN DE MANTENERLOS A LA EXPECTATIVA AUNQUE ESPERO QUE NO SE VUELVA PESADO. Y SI SE VUELVE PESADO, DIGANMELO Y ARREGLARE ESO Y LO HARE MÁS AMABLE. PORQUE SI, LO HARE MUY CRIPTICO.

EN FIN, SIN NADA MÁS QUE DECIR, ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO, LOS VEO LA PROXIMA SEMANA.


—CAPITULO 16: EL AMOR DE UNA MADRE—

Tan pronto terminaron de hablar con la reina, tan pronto fue cuando regresaron a su hogar. Ponyville, el tren estaba ya a una estación del pueblo. Pasando por la estación de Ghastly Gorge, hogar de la republica Changeling.

Radiant, veía el gran espadón recargado en la pared, aquella arma de destrucción masiva que la Reina Phoenix le ha regalado, el reflejo de su cara podía notarse fácilmente, así como todos los elementos del vagón y parcialmente los rayos del sol que iluminaban sus patitas. Aunque estaba feliz, en el fondo estaba abrumado. El solo quería ser un aventurero, explorar Equestria. No salvarla, no quería morir.

Su hermano Reinhardt descansaba en otro asiento del vagón, cruzado de brazos aferrado a su lanza. Pherica usaba su teléfono móvil para tomarse unas selfies y publicarlas en su blog. Aunque todo mundo desconoce cual era dicho "blog". Beneficios de princesa.

Raphiel estaba de pie, cruzada de brazos y con un pie en la pared. Trataba de meditar, pero su mirada se posaba muy seguido en Radiantshield, era inevitable ver su desfigurado rostro lleno de preocupación era muy notoria, quería hacerle platica, pero sentía que no era la indicada para hablar, sentía culpabilidad por estar en varias ocasiones a punto de traicionarlos por miedo, su misión fue clara y su promesa importante. Pero quería mucho a esos chicos, porque quiera o no. Eran su familia.

Radiantshield veía por la ventana como los arboles pasaban a toda prisa a su alrededor, imaginando que todo lo que hacen los adultos es por algo bueno, que la prueba no se ha terminado y es una cruel broma por parte de su madre y creer que aquella ilusión era parte de esa broma. Pero sostener el libro a un lado, atado a su cintura con gruesos candados de acero le respondían y era algo que le daba pavor.

El imaginar como era el exterior, ese hermoso cielo azul que veía, aquellos bastos y frondosos bosques que cubrían el fondo del paisaje. Imaginar que todo eso era una mentira, una cruel ilusión elaborada por el guardián del mundo. Con el propósito de proteger a todos en su interior, pero ¿De qué? ¿Quién era Arkzrimiel? ¿Por qué todos le temen y temen del abismo? Eran fracciones de todas las preguntas que había en su pequeña y joven mente, miro a su hermano y el seguía durmiendo y Pherica ahora jugaba en una consola portátil, paso su mirada hacia Raphiel y ella miraba por la ventana. Estaban cerca de Ponyville.

Apenas paso media hora y ya estaban en Ponyville, bajaron del tren de la familia real siendo recibidos por Featherhope, capitana de la guardia crepuscular y capitana de los "Albtraumwölfe", caza recompensas personales de la princesa de la amistad, encargados en hacer labores de alto secretismo y evitar filtraciones del exterior. También son los primeros en llegar cuando hay catástrofes tanto por dentro de la ilusión como en el exterior. Mayormente son más bondadosos que su propio nombre. O sus raíces. O su número de asesinatos.

Radiantshield bajo de su asiento y tomo el espadón con su ala atándolo a su espalda con la misma cadena, Reinhardt despertó de su sueño emparejándose a su hermano así mismo Pherica guardaba su celular (Prohibido en territorio Equestre) y Raphiel se paraba detrás de los chicos escoltándolos hacia la salida.

Una vez en el exterior Featherhope notó el enorme mandoble sobre el lomo del chico, su primera reacción fue sorpresa, pero al segundo se preocupo por el chico, exhalo una pequeña cantidad de aire y sonrió. Ocultando su preocupación. Aunque no dijo ninguna palabra su gesto fue claro; Tenían que regresar al castillo, aun estaban sometidos a la presión de su madre respecto al pasar mucho tiempo fuera del castillo, aunque ahora ya solo quedaban horas para su total libertad.

Anduvieron por todo el pueblo, rodeados de guardias crepusculares, protegiéndolos de las alabanzas de los habitantes y aunque había potros que volaban en el aire, su sonrisa era notoria. Ver a los príncipes les alegraba, sabían también que era muy raro verlos fuera del castillo.

Aunque entre aquellos admiradores cayo del cielo de nueva cuenta Applebloom, pero no iba sola, ahora venia acompañada con Swettie Belle, hermana menor de Rarity. Pequeña potra de pelaje blanco y melena similar al de un helado de fresa y voz chillona. Radiant retrocedió un paso del susto viéndolas en el suelo quejándose del golpe, aunque al ver a Radiant y a su gemelo olvidaron eso y dieron un salto parándose delante de ellos, los guardias se apartaron apuntando sus lanzas hacia ellas. Aunque ellas lo ignoraban, obviando el hecho de ser hermanas de los elementos de la armonía.

—¡Hola Radiant! —Dijo Applebloom con una sonrisa.

—¡Hola Reinhardt! —Dijo Swettie belle con una sonrisa aun más remarcada. Ambos hermanos miraron a las potras con rareza.

—Hola Applebloom—Dijo Radiant girando la cabeza hacia un lado—¿Por qué tenemos sus agradables presencias delante de nosotros?

—¡Queríamos saludar! —Respondió Swettie Belle con la misma sonrisa—Escuchamos que venían de Terranova y quisimos darles una bienvenida.

—¿Cómo supieron que veníamos de Terranova?

—Una dama jamás revela sus secretos. Además, así conseguimos nuestras Cutiemarks de espías—era obvio que preguntaron hasta hartar a Applejack y les dijo a donde iban con tal de dejarla trabajar. Aunque no podían negarles su compañía. Eran potras muy cercanas a ellos.

—Applebloom, ¡Mira! —Swettie Belle estaba detrás de Radiant, exactamente sobre él. ¿En que momento llegaron allí? Estaba casi pegada por la cara al espadón haciendo gestos, Applebloom camino hacia ella topándose con el libro, giro la cabeza curiosa.

—¿Qué son todas estas cosas, Radiant? —Applebloom dio varios toques al libro simplemente tambaleándolo, pero no rechazo a la potra.

—Son, cosas para estudiar. Mamá nos dejo ir a terranova a recoger esto para estudiar un poco, quiere que aprendamos más sobre esa tonta magia divina—Raphiel y Pherica tosieron molestas ante el comentario de Radiant.

—No lo sé Applebloom, se ven muy bonitas como para estudiar. ¿Seguro que no nos mientes? Porque también estamos buscando nuestras Cutiemarks de investigadoras.

—Chicas, será mejor que dejen tranquilo a los chicos—Raphiel tomo a Applebloom y Swettie Belle de la espalda, como si fueran gatos—Tuvieron un día muy pesado. Y seria bonito que los dejaran descansar.

—Owww—Respondieron ambas decaídas.

—Pero pocas veces podemos verlos, ¡Queremos jugar con ellos! —Swettie belle tenía un punto para Radiant, ellos no sabían que era jugar con otros habitantes del pueblo. Todos sus recuerdos son de cuando estaban encerrados en su habitación jugando con los juguetes que les fabricaba Applejack o Rarity, aunque eran felices. Sentía esa ausencia ahora que lo notaba, no sabia que era convivir. Y aunque quisiera, no podía.

—Lo siento Swettie Belle, ahorita estamos ocupados, pero si quieres cuando terminemos nuestras tareas podremos salir a jugar—Aunque era una mentira, Radiant en el fondo quería jugar con alguien que no fuera su hermano, comenzaba aterrarle la idea de estar encerrado toda su vida en ese cuarto.

Raphiel bajo a las potras y sonrieron, inocentes ante la mentira de Radiant y salieron corriendo. Esperanzadas a que ese día llegaría, Raphiel miro a Radiant. No con molestia, con pena. Radiant daba pistas de como se sentía, y Raphiel era la única que lo entendía, pero no se sentía apta para hablar.

El grupo de chicos reanudo su camino y Radiant veía a las potras alejarse, y se unió a ellas una pequeña de pelaje naranja y melena morada. Se podían notar sus sonrisas, aunque Radiant casi se paralizo al ver que sobre las potras se mostraba un halo dorado y tenían pequeñísimas alas blancas sobre sus lomos casi etéreas. "¿Serán?" Se pregunto Radiant recordando lo que menciono el guardián, que entre todos los que viven en Equestria hay otros tantos que no son conscientes que han sido traídos de vuelta a la vida gracias a la maldición del guardián del mundo, con el celoso fin de mantener el orden en Equestria.

Su caminata fue rápida, placentera y a veces algo obligada por los escoltas liderados por Featherhope, quien mantenía ese porte militar de eras pasadas al pie de la letra. Nadie avanzaba si ella lo ordenaba y nadie se detenía si ella no lo exigía. Ser soldado en la guardia crepuscular era una tarea muy pesada. Incluso entre algunos veteranos, Featherhope tiene métodos para adiestrar excesivos; Nadie podía comer, nadie podía descansar, sentarse o tan siquiera pararse para sentir la brisa, muchos cadetes renuncian a solo semanas de enlistarse y como dice Featherhope "Solo los más fuertes podrán vencer el mal" Así que todos los días, tiene a sus soldados en total vigilancia y cuando sale deja de encargados a Bravethunder y Noblesoul.

Llegaron a las puertas del gigantesco castillo y un par de guardias que les esperaban abrieron la puerta, al entrar dos filas de guardias les esperaban bloqueando las puertas y escaleras, todos haciendo reverencia a los jóvenes príncipes, y avanzaron hasta la puerta de madera, donde su madre les esperaba junto con los elementos de la armonía en sus respectivos tronos en los palcos detrás del trono de la princesa de la amistad.

Su madre bajo de su trono de piedra y cristal y abrazo fuertemente a Radiantshield, notando el enorme espadón en su espalda, beso sus mejillas y frente, al separarse se fue contra Reinhardt, quien hizo lo mismo, pero sin tanto afecto, aunque no lo noto Reinhardt, lo noto Raphiel. Quien entrecerró los ojos deteniéndose un par de pasos detrás junto con Pherica.

Su madre regreso a su trono acomodándose de nuevo con la misma sonrisa, aquella preocupación había cesado al ver a sus hijos sanos y salvos.

—Espero que su viaje haya sido agradable, hijos míos—Twilight no dejaba de esbozar esa sonrisa, Radiant dejo el enorme espadón en el suelo, apoyado sobre uno de sus hombros, Los elementos mostraron su asombro ante el arma, incluso el clon de Starlight se veía interesante, era la primera vez que veía esa arma de tal magnitud—Y por lo que veo, les fue muy bien.

—¡Claro! Descubrimos que la Reina era amiga del guardián del mundo—Radiant miro el espadón con una sonrisa, pero al ver su reflejo en ella. Su sonrisa se apagó un poco.

—¿Sucede algo, querido? —Pregunto Rarity desde su pedestal, inclinando un poco la cabeza hacia un lado.

—Nada realmente—Respondió—Bueno sí. Si sucede algo.

—¿Qué te afecta? —Pregunto Applejack, notándose también su preocupación.

—Es que, todo esto. Respecto el.

—¿el? —Pregunto Twilight, con temor. Tragando saliva.

—Si, el guardián del mundo. ¿Por qué de repente tengo que cargar con todo esto? —Y el pecho de Twilight se alivio al notar que su hijo preguntaba por el guardián y no por él.

—Bueno Radiant, es que así él lo quiso. Por desgracia.

—Si, pero yo quería explorar el mundo, no salvarlo—Radiant miro de nueva cuenta el espadón, marcándose en sus ojos su rostro preocupado—Quería que tú nos dejaras de molestar con los estudios, que nos dejaras salir del castillo, no salvar el mundo entero. Es mucha responsabilidad.

—¿Tienes miedo? —preguntó el clon de Starlight, Radiant solo asintió. Twilight sabia muy bien que tenia razón, pero el tenerla solo le generaba más preocupación.

—¿Ahora entienden porque no quería dejarlos salir del castillo? —Reinhardt miro atento a su madre, Raphiel mostro desinterés y Pherica muda desde que comenzó todo esto, miraba con preocupación a Radiant—Yo sabia muy bien que ese hombre, el guardián. Vendría y los buscaría y sabía que, si estaban aquí, en el castillo. No podría hacerles nada, pero era inevitable que ustedes se cansarían de todo esto. Pero lo intente, intente darles lo mejor pero no podía darles la libertad que buscaban. Así que al final, ustedes terminaron buscándolo a él. Y ahora. Bueno.

—¿Y ahora que sigue madre? —Pregunto Radiant, apretando las manos con valor—¿Qué debemos de hacer?

—Antes de; Hijo, Reinhardt ¿No tienes miedo?

—Yo, sí. Tengo miedo, al igual que mi hermano, pero yo sé que, si me preocupo ahora, viviré preocupado para siempre. Así que, Debo de avanzar. Debemos de seguir, si es que ese Bendito hombre quiere salvar este mundo, nuestro hogar—Las palabras de Reinhardt calmaron un poco el corazón de Twilight, quien bajo de su trono avanzando hacia ambos. Con una pequeña sonrisa, Se acerco de nuevo ante Radiant y acaricio su mejilla con la suya. Y el sonrió con el tierno cosquilleo.

—Darles esto—Y Twilight saco con su magia un par de collares con dos relicarios de oro colgando, ambos en perfecto estado reflejando todo lo que tenia de frente—Estos relicarios eran de su padre y mío, y gracias a ellos pudimos saber cómo nos sentíamos uno del otro; Si uno estaba feliz, triste, enojado, o peor de los casos. Muerto, estos relicarios nos lo decían y sabíamos dónde estaba el otro así que, se los pienso a dar a ambos. Para que ambos puedan saber donde se encuentran, aun en los peores casos, en las tormentas más despiadadas siempre sabrán donde están. Además, le añadimos algo especial—Y Twilight abrió ambos relicarios y en medio tenía dos fragmentos minúsculos del elemento de la armonía—El día que necesiten de mi ayuda, iré a donde están. Y usare mi poder para ahuyentar la maldad que tiente con sus vidas. Aunque tiene más usos. Ustedes lo descubrirán.

Y Twilight puso en los cuellos de sus hijos y estos brillaron en una tenue luz blanca estos sonrieron, sentían el calor del otro en su pecho. Y los relicarios se fundieron en sus pechos, haciéndose invisibles. Ambos sorprendidos cruzaron miradas sintiendo ese afecto. Su madre, orgullosa con eso. Volvió a besarlos.

Aunque esa grata reunión se amargo un poco. No, demasiado.

Todos sabían que debían de partir cuanto antes, eso les esperaba en el corazón del santuario Everfree. Twilight, sentada en su trono, con la pata en su pecho, miro a sus hijos. Y ellos, en silencio, con la presión sobre sus hombros. Veían a su madre, listos para sus ultimas palabras antes de partir.

—Lo que verán ahora, después de salir del pueblo, es una ilusión. Cruelmente hecha por el guardián del mundo; Ese hombre no es malo, quiere lo mejor para todos, pero lo que ha hecho, parece una cruel broma de su parte.

—Y una muy cruel—Afirmo Applejack, quitándose el sombrero mostrando esa mirada amarga. Con su martillo apoyado en la pared—Ese hombre, aun sabiendo que mi familia descansaba en paz. La trajo a la vida de nuevo, igual a la hermana de Rarity y a Scootaloo. Aprendiz de Rainbow Dash.

—Yo no estoy tan molesta con ese hombre sobrinos, pero veo a mi dulce Swettie Belle, no veo que sea ella misma—Dijo Rarity con un nudo en la garganta—Es inevitable imaginarla en su dulce lugar de descanso y ese hombre sacarla para que forme parte de. Esto.

—Ese hombre me debe muchas cosas, entre ellas carreras—Dijo Rainbow Dash, queriendo aflojar el ambiente, pero el disgusto de sus amigas cayó sobre ella—Y si Scootaloo estaba en un mejor lugar, esa chica no merece vivir en este horrible lugar. Esa prisión invisible que llamamos hogar.

—Y creo que ya notaron eso, ese triste caso con las Cutie Mark Crusaders—Dijo Twilight, y Radiant asintió, Reinhardt no tenia idea. Aunque Twilight no noto la confusión del chico—Es por eso que deben de traer el orden al mundo, esto es una de tantas cosas que deben hacer, por desgracia muchos muertos volvieron a la vida. Incluso algunos villanos, y aunque el ultimo fue Tirek—Y Radiant recordó aquel sueño—Solo fue una pelea corta, y lo regresamos al tártaro—Radiant quedo confuso; ¿Entonces no murió? ¿O que vio realmente? No comprende lo que habitaba en su mente desde hace horas.

—Entonces madre, ¿Ya debemos partir? —Y Twilight asintió.

—Deben de ir al santuario Everfree, allí se toparán con su primera parada y con eso, su viaje comenzara. Como los hijos errantes de Equestria.

—Entonces, ¿Sera un adiós? —Radiant dio un paso por delante, y Twilight asintió de nuevo. Y Radiant bajo la mirada. Con miedo, vio a su hermano y tenia la misma emoción. Era tristeza, miedo e intriga. Regreso su mirada al suelo y un gran abrazo cayó sobre él, de pelaje lila y enormes plumas arcoíris. Y un suave beso en su mejilla. Levanto la vista y su madre lo había casi levantado del piso, besando su mejilla con el amor de una madre, aquel amor de una madre ave al ver a su polluelo dejar el nido, era aquel sentido de melancolía que vivía Twilight Sparkle al ver a sus hijos dejar su hogar. Aquella fortaleza de cristal y piedra.

Twilight le aterraba la idea de ver a sus hijos vagar por el mundo, guiados por un hombre que deseo su inexistencia por un futuro egoísta. Lleno de candados y conflictos, donde sus reyes dejaron el trono y la reina. Al borde de la locura, y su primogénita buscada por abandonar el trono, pero temida por tener en su sangre aquella maldad del Rey de Equestria.

Radiant, Reinhardt, Raphiel y Pherica. Aunque ambas chicas, con miedo. Siguieron a los nuevos herederos de un poder legendario. Pherica casi obligada por su madre y la otra. De las ultimas mujeres que vivieron en la ultima era de falsos dioses. Obligada a seguir a ambos chicos hasta el fin del mundo y cuidarlos de no hacer una idiotez en medio del camino.

Prepararon su equipaje en total silencio, Reinhardt cargaría con todos los víveres que les serviría en el camino en una enorme mochila de color marrón; llevando dentro montones y montones de comida enlatada de muchas comidas, cantimploras con agua y muchas y muchas herramientas para la supervivencia. Raphiel fue interceptada por un elemento de la armonía, por Fluttershy y le dio un mapa del santuario Everfree y Pherica por Pinkie Pie. Quien le regalo una bolsa de papel llena de dulces, para que no se fastidiaran de la amargura de la comida.

Y partieron al santuario Everfree. Su madre y los elementos de la armonía no dejaron sus lugares, pero bastaba verlos salir de la sala del trono, porque si salían del castillo. No soportarían verlos partir y los aprisionarían de nuevo, así cumpliendo su promesa con el guardián del mundo, y Twilight. Con el todo su corazón, odiándole por condenar a sus hijos a pasar por el mismo camino que el cuando paso por la tierra. Aunque entraba en conflicto con otros sentimientos.

Y los chicos, dejaron el enorme castillo. Sin mirar atrás, con tristeza en los corazones de los chicos sin sentir la penetrante mirada de la capitana Featherhope. Acompañada por sus dos fieles guerreros, quienes veían como los chicos se perdían en las estrechas calles del pueblo para salir por un extremo. Caminando hacia el santuario Everfree donde allí terminaría su primera etapa como hijos de Equestria.

"cuando cree y forje a mis guardianes a mi voluntad les dije a todos y a cada uno de ellos que un día cuando Equestria peligre. Vendrán mis hijos con el objetivo de reclamar mi poder. Deseosos de darle un uso para salvarnos a todos del fin del mundo"

Página 250 del libro de la vida.