—CAPITULO 25: TEORIA DEL CAOS, PARTE II—

PICO DE LA ANIQUILACION

Un pico antiguo, propiedad de una antigua excavadora de ojos azules y cabello rubio, este pico este hecho de cristales hermosos y metales desconocidos, este pico fue encontrado en el corazón de un abismo en una alejada isla por su dueña. La aniquiladora, y eras después encontrado por el guardián de la muerte, Y al empuñarlo exploto en un mar de colores y caos que destruyo todo alrededor del guardián. De allí el bautizo de su nombre.

Radiantshield se le acerco a Rarity lentamente mientras comenzaba a emanar un aura lleno de odio, desprecio e ira. No cabia en su diminuto cuerpo tal odio hacia quien una vez admiro como un elemento de la armonía, Raphiel veía en el suelo apoyándose con dificultad como el chico se acercaba a Rarity y ella simplemente le veía con una sonrisa.

—Veo que he despertado algo —Dijo con una sínica sonrisa —Vamos querido, he hecho algo bueno. Los Wonderbolts eran una molestia para mi ciudad, asi que he adelantado los tiempos del "Poderoso" guardian.

— ¡No debiste hacerlo! —Radiant se abalanzo contra Rarity y ella bloqueo su ataque envolviéndose en una esfera de magia, ambos chocaron impactando en la pared de la sala.

—Querido, no deberías de enojarte. Te hará daño en la piel—Rarity empujo al chico hacia el otro lado de la sala chocando con la puerta, Raphiel se levanto con dificultad. Mirando a ambos Wonderbolts tambalearse hacia los lados mientras que Silverstar se acercaba al cadáver de Soarin levantando su cuerpo con pena y dolor, Pherica se cubria la boca con algunas lagrimas y Silverstar quito la bolsa viendo el entumecido rostro de Soarin y aquellos ojos grises con la bala en medio de la frente y bajo sus parpados moviendo la cabeza hacia los lados.

—Radiantshield—Silverstar miro al chico con las patas en cruz oponiéndose a la fuerza de Rarity y este le regreso la mirada—Haz lo que tengas que hacer.

Radiantshield cargo una esfera de magia con su pata izquierda y la descargo sobre la de Rarity y ella volo hacia la parte trasera de la sala rompiendo la esfera, aunque quedo ilesa. Si perdió fuerza ante la notable magia del chico.

—Veo que he sido capaz de algo que nadie lo ha hecho, "Sobrino" —Dijo aun con ese pudor en sus palabras pero filosas—No entiendes como funciona el mundo exterior, no sabes como funciona esta ciudad, ellos se oponen a eso. Simplemente doy orden—Y Rarity saco su revolver y disparo varias veces hacia Fleetfoot, quien paso la bala por un costado pero la ultima bala golpeo su espalda—Esto si fue intencional—Y Radiantshield enfurecio aún más al ver a Rarity sonreir y saco de su espalda aquel enorme espadón. Borrándole la sonrisa.

—¡pagaras por lo que haz hecho! ¡No mereces ser un elemento de la armonía!

—Tu… ¿De donde la sacaste? —Rarity retrocedio un paso al ver el enorme espadón levitando sobre el hombro de Radiantshield, veía la hoja dorada reflejar la luz acompañado de la mirada dorada del chico, aquella mirada emanando un aura de oro, un aura divino.

Rarity aun recuerda como se uso ese espadón para acabar con la guerra eclipsar, era algo que sueña hasta en el presente, ver como la cruel Princesa Celestia atravesó el corazón de su hermana en el medio del campo. Aun tras haberse convertido en Nightmare Moon. No fue rival ante la espada que aquella vez fue alimentada por los elementos de la armonía, que manipulados fueron para ser usados para el mal.

Aunque el guardian Legendario dejo el arma en aquel lugar, ella aun recuerda todo. Y tiene traumas tras la guerra. Y ver esa arma, aquella causante de la muerte de casi toda Equestria y la de Twilight Sparkle, que se sacrificó para que tal poder no destruyera el continente.

—¡Ahora se por que vinimos! ¡Ahora lo entiendo! ¡Es para detenerte! —Radiantshield se abalanzo hacia Rarity lanzando un tajo letal hacia ella, quien apenas pudo teletransportarse hacia la puerta de la sala.

—Radiantshield, detén esta locura. Creo que podemos llegar a un acuerdo—Rarity comenzó a sudar retrocediento con cautela.

—¿Acuerdo? ¿En serio? —Silverstar dejo el cuerpo de Soarin caminando hacia ella—¿Acaso eres imbécil? Mataste a un inocente y casi matas a otro. ¿En serio crees que eso basta? Rarity, el chico tiene el poder de borrarte de una vez por todas, y nadie lo va a detener.

—Soarin era un buen pegaso—Raphiel se tambaleaba soltando a Spitfire mientras Pherica hacia lo mismo con Fleetfoot. Quienes una vez libres se abalanzaron hacia Soarin llorando en silencio—Antes de que todo esto se fuera a la mierda, antes que "Tu salvador" Arruinara todo. El era miembro de los Wonderbolts, acróbatas de vuelo impresionantes, con un futuro prometedor, con familias, con amigos. Y tu, con esta mierda de ciudad. Acabaste con sus esperanzas.

—Lo amabamos—Dijo Spitfire limpiándose las lagrimas, con Soarin entre sus patas junto con Fleetfoot—Aunque era torpe, era bueno. Queremos que los chicos nos salven de esto, nos salven del futuro…Que nos salven de ti.

Radiantshield camino lentamente hacia Rarity, quien veía la mirada de Radiantshield, ese odio. Radiantshield ya habia visto a muchos morir en su camino pero estaba cansado.

—¡¿Creen que me ganaran?! ¡¿Creen que matándome harán el cambio?! ¡Este mundo no existen los héroes! ¡Nadie los alabrara! —Y nadie dijo nada, Radiantshield corrio hacia ella cargando su ataque, y ella dio corrio hacia la puerta sin pensarlo, abrió la puerta esquivando a todos los hombres y Equestres que salían de las habitaciones, maldiciendo que no hubiese ninguno de sus escoltas para protegerla, o usarlos de distracción.

Radiantshield se detuvo antes de salir de la habitación y bajo su espadón, viendo todo el pasillo llenándose de personas y Rarity a lo lejos corriendo, dio media vuelta y el grupo estaba casi reunido. De no ser por el fallecimiento de Soarin el plan hubiera salido perfecto.

Se reunió con sus amigos y se sento en el suelo y comenzó a llorar junto con Spitfire y Fleetfoot mientras Raphiel veía como curar a Fleetfoot con su magia pero al ser un arma humana, no podía hacer casi nada.

—¿Ahora que? —Pregunto Pherica arrodillada mirando a los chicos con los hombros caídos.

—No podemos dejar que Rarity se vaya con la suya—Dijo Silverstar mirando a Radiant.

—Lo se—Respondio Radiant mirando al pegaso—Tiene que pagar por lo que hizo. Pero debemos de hacer lo importante, respetar a Soarin.

Radiant cerró los ojos orando a quien Dios este dispuesto a escuchar por el alma de Soarin. Rezando para que encuentre la tan deseada paz que anhelaba. Lejos de la miseria del mundo real, del mundo exterior. Llorando, ignorando el disturbio en el pasillo, olvidando que era cuestión de minutos que los guardias de Rarity bajarían a detenerlos.

Pero aun asi siguió rezando, rezando y llorando.

Y alguien decidio mostrarse ante ellos. O al menos, solo visible para dos personas malditas quienes estuvieron conscientes de su presencia, detuvo el tiempo. Porque ya ha conseguido el poder para hacerlo, desde hace milenios y hace poco.

—Supongo que, no esperabas esto Radiantshield—Dijo el guardian legendario mirando la escena, mirando a las paredes y el ventanal destrozado. Mirando a Raphiel con los cristales en su rostro y cuerpo, inmóvil y con disparos en la espalda. Malherida, y enfurecida.

—¿Por qué permites que esto pase? ¿Por qué dejas que mueran?

—Porque asi es el destino, yo no tengo nada que ver. Solo los traje de nuevo, ellos habían fallecido hace ya más de 300 años. Yo los traje porque quería que tuvieran otra oportunidad, más lecciones de vida, más amores, más familia de la que tuvieron. Algo que a mi se me fue negado.

—¿Qué tengo que hacer para detener esto? ¿Qué hago?

—Ya te lo dije; Cambiar el mundo. Salvarlos a todos.

—Pero el murió. Volvió a morir—Dijo Radiantshield con pesar. Aunque confundido por lo que dijo el guardián. No entendía como es que los pudo traer a la vida de nuevo, y como lo hizo con todo el mundo.

—Lo se, y de hecho el no debió morir, asi no lo tuve planeado. Y es hora de que cometas tu primer pecado.

El guardian saco de su armadura una mancha negra, una esfera de tinta negra y se la cedió a Radiantshield, aquella esfera flotaba alrededor de su cuerpo. El seguía la esfera hasta que se detuvo en el libro de la vida. Y fue absorbida por ella.

—¿Qué es?

—Tinta. La misma tinta que use para alterar ese libro, de hecho. Es la misma que me condeno a esto.

—¿Por qué me la das? Es mala entonces.

—Hay veces que tienes que hacer mal para hacer el bien—Y el guardian miro fijamente a Raphiel y al chico consecuentemente—Dependera de ti si lo traes de regreso, pues en el libro ya se escribió el nombre Soarin y como murió. De ti depende si lo dejas ir, o le das una nueva oportunidad. Pero te he de advertir.

—¿Qué cosa?

—Alterar el libro no solo es algo que cualquiera puede hacer, lo que yo escribi allí en realidad solo edite lo que escribió la autora original, son las mismas palabras que ella uso, simplemente altere cada letra para hacer mi libro. Mientras alteres el libro, perderas tu naturaleza. Asi como lo que paso con Llanas y perderas tu personalidad. Seras alguien nuevo, un personaje diferente. Pero tendrás tus mismos ideales y metas.

—¿Qué sere?

—Seras un guardian. Y espero no me odien más por eso. Pero es algo que yo ya tenia planeado desde mucho antes que este mundo existiera. Adelante Radiantshield, optaras por tu nuevo cuerpo. Si es que asi lo deseas.

Y el guardian del mundo dio media vuelta caminando hacia el pasillo, Radiantshield y Raphiel miraron como se alejaba lentamente y como sobre el aparecía un implacable sol y sus piernas unas brazas de acero, señal de que aun seguía preso en su maldición y el pasillo llenarse de flores blancas y a lo lejos ver la silueta del padre de la creación y el rejuvenecer a un chico de 18 años y eventualmente, un bebe.

Y el tiempo se restauro asi como las lagrimas volvieron a fluir en sus amigas. Radiantshield vio a Raphiel y ella con desapruebo miro al chico, miro a Pherica rezando y las amigas de Soarin lamentarse por cometer tantos errores.

Radiantshield tomo el libro con su pata y lo dejo en el suelo.

—Radiantshield…No lo hagas, no cometas ese error—Raphiel estaba empeñada a detener a Radiantshield, pero al ver el cadáver de Soarin y tanto sufrimiento, le ocultaba las palabras de Raphiel.

—¿Qué vas a hacer Radiant? —Pregunto Pherica viendo a Radiant abrir el libro, pasar por las paginas y encontrar en una de ellas una pluma negra, y ver el nombre de Soarin en la pagina y detallar toda su vida hasta ver en mayúsculas la palabra "Murió" Radiantshield trago saliva, tomo la pluma con su magia y lentamente paso la pluma sobre la palabra, se detuvo para mirar a sus amigos, Silverstar no entendia lo que haría, nadie lo entendia. Solo lo veían en silencio, con pesar. Miro a Raphiel y ella con solo mover la cabeza le dijo que no lo hiciera. Pero con tristeza, al ver al pegaso azulado muerto. Reescribió la ultima palabra y añadió más mientras su cuerpo se alteraba por tal alteración al destino.

Soarin, el pegaso MURIO. Amigo de Spitfire y Fleetfoot, quien tras recibir un disparo a la cabeza milagrosamente sobrevivio al disparo, sin secuelas. Y vivira una vida plena y alegre junto con sus amigas hasta el dia que puedan regresar a Equestria central donde los tres vivirán alegremente hasta el dia de su muerte natural, sin peligros, sin complicaciones. Sin miedos.

Y Radiantshield dejo la pluma sobre el libro, descansando su mano mirando a sus amigas, todos impresionados por el acto noble del chico, puso su mano sobre la cabeza de Soarin viendo como su respiración volvía lentamente y la sangre de su cabeza ser absorbida por el orificio y este expulsar el proyectil rodando hasta sus largos pies descalsos, el chico tomo el proyectil con sus dedos pero un mechon de su cabello castaño cayo sobre el y soplo apartándolo y cerro el libro con ambas manos colgándolo nuevamente en su cintura.

—Radiantshield…—Raphiel se arrastro hacia el, volteo a verla y sonrio y curo sus heridas extendiendo su mano derecha.

—Raminidez, llámenme Raminidez.

Todos en la sala vieron al chico, Soarin se levanto de golpe jadeando asustando a Fleetfoot y Spitfire. Pero Radiantshield…Raminidez esperaba que se levantara, sonrio viendo al pegaso mirándose las patas atonito y sus amigas llorar abrazandolo con fuerza, aferrándose a su débil cuello. Soarin sonreía pero con la cara morada. Todos en la sala veían la escena con una sonrisa. Raminidez se levanto mirando hacia la puerta, como las personas veían tal resurrección, vieron al chico a los ojos y ver esa cruel similitud con el hombre que los condeno. Y en vez de querer atacarlo, se hicieron a un lado. Con miedo, bajaron la mirada y se apartaron de su camino y se arrodillaron y los Equestres pegaron la frente al suelo y los humanos miraron el suelo con el miedo en sus corazones, esperando a que el chico no los mate con solo pensarlo.

Raminidez avanzo por el pasillo con el resto de sus amigos, el ignoraba el miedo en el pasillo, como hasta los guardias de Rarity habían bajado sus armas al ver al alto humano, de dos pares de alas y una tunica blanca con el libro colgando en su cintura, pero sus amigos no podían creer lo que veían, la reacción de todos al ver a los guardias de Rarity y los Equestres era impresionante, Pherica veía a todos de lado a lado ayudando a Raphiel a caminar. Pues aunque sus heridas esten sanadas, Raphiel sentía que su cuerpo se haría trizas en cualquier momento, el juramento. Aquello que prometio proteger…

Los chicos al llegar al elevador vieron las puertas metálicas abiertas y el foso del elevador, Raminidez se asomo viendo hacia abajo y estaba la caja del elevador aplastada. Rarity la habia dejado caer.

—Silverstar ¿Hay otro camino? —Raminidez sonrio viendo al pequeño pegaso verde. Silverstar sonrio intimidado.

—Si, bueno. Tambien hay un elevador de carga detrás de una de las habitaciones, si no me equivoco es en la tercera puerta de lado izquierdo. Y creo yo que no encontraremos resistencia—Sonrio y Raminidez igual. Y regresaron hacia esas tres puertas con Raminidez al frente del grupo, en la tercera puerta de su lado izquierdo vieron a dos yeguas con lenceria y dos hombres semidesnudos dentro de la habitación, Radiantshield miro a esas personas con desapruebo y ellos con vergüenza se apartaron del camino, pegándose a las paredes. Pegado a la pared habia una cama con forma de corazón y en la pared habia una gran cortina color crema—Es ahí. Hay que hacer a un lado la cama.

Y Raminidez levanto su mano derecha y la cama la descanso en la pared, todos se asombraron por la facilidad que usaba su magia, Raminidez sonrio apenado por la atención y Silverstar aparto la gran cortina mostrando la caja del elevador de servio, atrás de unas puertas elevadizas de acero agujereado y el grupo avanzo a la par que Silverstar levantaba las puertas, todos entraron al elevador y Silverstar pulso uno de los botones en la pared y comenzaron a subir lentamente con el gran ruido del elevador. Todos sabían que esto llamaría la atención de Rarity y les esperaría más pelea.

Al subir por el elevador Raminidez sentía las miradas de sus amigos, bajo la mirada viendo a Soarin, Fleetfoot y Spitfire viendo al chico, no con una admiración, sino con un temor. Miro a Raphiel y esta lo veía pero una expresión dolida, decepcionada.

—¿Sucede algo? —Pregunto Raminidez viendo a sus amigos. El trio de pegasos cruzaron miradas y Raphiel aparto la mirada del chico.

—No, bueno si. Si sucede algo—Dijo Soarin levantando la mirada hacia el chico—¿Qué eres?

—¿Cómo?

—Si, ¿Qué eres? Porque eres un guardian, la causa por la que vivimos asi—Soarin dio un paso al frente queriendo confrontar al chico pero su altura parecía que veía hacia un árbol.

—No lo se, quizás si sea un guardian. No lo se…—Raminidez vio sus manos con esa sensación de perdida, de soledad.

—En fin, simplemente. No queremos saber que hay más de esas personas. Lo siento chico—Dijo Soarin mirando al suelo—Pero estarán solos después de esto. No queremos más peligro. Queremos volver a Equestria central.

—¡¿Qué?! —Pherica grito viendo al trio de pegasos, quienes saltaron viéndola. Raphiel tomo a Pherica del pecho para que no se moviera pero no era de mucha ayuda—¿Acaso no vieron lo que hizo? Te trajo a la vida Soarin, lo hizo sin dudar. ¿Y lo van a abandonar? ¡¿En serio?!

—Princesa, lo siento. Pero es como debe ser—Dijo Spitfire con un tono de voz triste, casi quebrandose—Pero mi mejor amigo murió a lado mio, e imaginar como fue. Me traerá pesadillas siempre.

—Estoy más que alegre que Radiantshield lo haya traído de regreso a nosotras. Pero…

—…Pero queremos descansar—Termino Soarin levantando la cabeza hacia el chico—No lo malinterpreten, aun estaremos ayudándolos para acabar con Rarity, pero después. Iran por su cuenta. El bote, lo verán donde dijimos. Pero sin Rarity no pondrán resistencia asi que no pondrán resistencia.

Silverstar bajo la mirada, no por lo que dijo, sino en la decepción que se llevarían al querer entrar a la ilusión del guardian, Homaliel y él lo intentaron y una vez que llegaron a los restos del bosque Everfree notaron que ese muro invisible ya no estaba.

—De acuerdo—Dijo Raminidez acariciando la melena de Soarin, intentando sonreir. Y dio media vuelta viendo el elevador subir lentamente en una gran sala viendo a su hermano y a Homaliel caminando entre grandes cajas de madera y acero escuchando su platica.

—No lo se, todas estas armas son del Rey. Tenia entendido que el Rey escondio un cargamento de armas en cada ciudad de Equestria pero no creo que fueran tantas armas ¿Para que tantas? ¿De donde saco Rarity tantas? —Continuaron caminando por el pasillo entre las cajas viendo un elevador de carga—Si lo que se esta bien, ellos esten en el sótano. Dos niveles debajo de nosotros, pero a Raphiel y Pherica entraron por la sala de Rarity asi que estamos en una encrucijada. ¿A dónde vamos primero?

De eso no hay que preocuparse amigo, pues he venido a socorrerte—El grupo de Radiantshield, temporalmente llamado Raminidez salió de un hueco en el piso, sonriendo. Homaliel apunto al alto chico, Reinhardt se congelo al ver a ese chico, reconoció esos ojos y el libro atado en su cadera.

—¿Hermano? ¿Radiantshield? —Reinhardt camino hacia el elevador asi como este se detenia delante de ellos, las compuertas se abrieron y Raminidez se acerco y abrazo a su hermano con emoción, ambos tenían la misma estatura pero Reinhardt no se veía emocionado y se quedo con los brazos colgando a diferencia de su hermano que se aferraba a su hermano.

—Asi es Reinhardt, soy yo—Raminidez solto a su hermano y retrocedio un paso y miro a su hermano con amor y afecto, pero Reinhardt no sabia como reaccionar.

—¿Qué te sucedió?

—¡Fue el guardian!—Dijo Raminidez sonriendo.

—El maldito guardian—Raphiel dijo con rencor desde atrás, aunque casi nadie la escucho Pherica a su lado se sintió amenazada ante la mirada enfurecida de Raphiel.

—¿Cómo? —Volvio a preguntar Reinhardt.

—Es una larga historia—Soarin apareció interrumpiendo a los hermanos y le dio a Reinhardt el proyectil aun con sangre—Spitfire, Fleetfoot. Vengan a ver esto—Los pegasos alzaron vuelo pasando por las cajas quitándole las tapas—¡Todas son armas humanas!

—¡Si! —Respondio Fleetfoot a lo lejos—¡Aquí hay una caja con "LVOA-C's"

—¡Aquí hay una caja con "FAMAS" —Grito Spitfire en una esquina—¡La desquiciada quiere armar un ejercito!

—¿Para que? —Pregunto Pherica mirando las enormes cajas

—Para derrocar ambos reinos; Humano y Equestre—Dijo Homaliel con temor, su voz se notaba vacilante ante sus palabras—Estas armas las debió haber robado de diferentes ciudades del continente.

—Esta claro que el Rey las dejó regadas en caso de emergencia, pero ninguno de nosotros sabíamos donde estaban estas armas—Afirmo Silvertar mirando el cruel paisaje, aquellas enormes cajas de 2 metros de altura cubiertas de tela verde.

—Hermano, se nos hará tarde para tomar el barco. No podemos demorarnos, en tu estado quizás podamos escapar—Reinhardt temia ya por la seguridad de sus amigas, Raminidez vio a los ojos a su hermano y vio aquello que él vio, vio morir a varios humanos y Equestres y por instinto arrebato una vida y ahora se siente culpable por eso.

—Lo se, tenemos dos horas para llegar al muelle y se que tengo la bendición del guardian pero no puedo dejar esto asi de simple—Raminidez vio el proyectil ensangrentado en la mano de su hermano y esta desaparecio en una tenue capa de polvo. Su hermano se sorprendio y vio a Raminidez y el intento sonreir—Rarity debe de pagar por lo que ha hecho a este mundo.

—¿Qué haremos? —Pregunto Pherica y Raminidez volteo a verla, miro el martillo en su espalda y visiones entraron a su mente, de como peleaba contra un hombre de su misma estatura de armadura negra en medio de una plaza y como este perdia el martillo y moria momentos después, en su mente se grabaron las imágenes de aquel guardian perdiendo sangre y eventualmente morir.

—Iremos por Rarity—Respondio sin dudar, a pesar de esa cruenta imagen, ¿Qué era lo que vio? ¿Algo que no debió ver? —Debemos de acabar con esto, el guardian me encargo que le dijera algo y debo de demostrárselo.

—Pero hermano, si no tomamos el barco nos tardara mucho en llegar—Replico Reinhardt pero Raminidez hizo caso omiso.

—Lo se Rein, pero no puedo permitir que ella siga libre, este lugar. Esta lleno de armas, si consigue atravesar la ilusión del guardian. Será el fin de nuestro hogar, Ponyville ya no estará.

Reinhardt bajo la mirada apretando su lanza con fuerza. Y se encogio de hombros resignándose, pues sabe que su hermano tiene la razón.

Raminidez regreso al elevador junto con sus amigas, Silverstar choco su pata con el puño de Homaliel sonriéndose, eran camaradas al final de cuentas y no podían estar separados por mucho tiempo. Todos en el elevador vieron a Soarin regresar con Fleetfoot y Spitfire armados con muchas armas, parecía que vestían las armas y apenas podían verse sus cabezas tras tantas que cargaban. Raminidez quiso reir pero en la situación debia mantener la compostura, aquel que comenzó a reírse fue Silverstar y le siguió Pherica y los pegasos se quedaron en el aire sosteniendo tantas armas como podían y algunas colgando de sus hombros.

El grupo estaba en total silencio viendo las paredes de concreto y soportes de acero mientras subían y conforme lo hacían iban escuchando pisadas a sus alrededores, Rarity habia alarmado todo su edificio y Silverstar le comento a Raminidez que posiblemente venga más gente a proteger a Rarity aunque eso no alarmo al chico y solo acaricio la melena del pegaso.

Miro hacia arriba y vio el ultimo piso del elevador, estarían allí en pocos minutos. Miro a Soarin sudando con tantas armas al igual que los Wonderbolts y tomo un par de esas armas dándole una a Homaliel y a su hermano, aunque no recibió el arma con gusto la colgó en su hombro y su lanza la guardo, le ofrecio una a Raphiel pero ella se negó rotundamente al igual que Pherica, Raminidez tomo una para él y la guardo con su magia en el libro.

Llegando al ultimo piso, el elevador se detuvo en un fuerte crujido y delante de ellos habia unas puertas metálicas oxidadas, no parecían moverse incluso cuando Homaliel pulsaba el botón para abrirlas estas no reaccionaban.

—Algo esta mal—Dijo Soarin—Lo poco que sabemos de este edificio es que estas puertas siempre están funcionando, todos los días Rarity recibe cargamentos de tela y oro.

—Quizas bloquearon la puerta—Dijo Fleetfoot acercándose a una esquina mirando la cinta corrediza—Nope, nada. No esta bloqueada.

—¿Qué será entonces? —Pregunto Spitfire acercándose al centro del elevador, pero Raminidez percibio algo caliente aproximándose a gran velocidad, al sentir el calor aumentar saco el libro y lo revento contra el suelo creando una esfera blanca de magia y la puerta exploto y se cubrieron de llamas, desde adentro parecía que habían entrado a lo más profundo del infierno y estas llamas se conviertieron en humo negro y Raminidez disperso el humo con su magia y vieron el largo pasillo lleno de sacos de arena y hombres con blindajes y Equestres acostados con armas largas. Hasta el fondo habia una pequeña puerta plateada.

—¡Malditos hijos de perra! —Grito Soarin dejando caer las armas al igual que Fleetfoot. Spitfire estaba congelada, habia visto el misil volar directamente hacia ella y de no ser por Raminidez habría muerto hecha pedazos.

—¡Pueden disparar desde adentro! —Grito Raminidez levantando el libro—¡Sere su escudo!

Y los pegasos volaron asi como Silverstar, Homaliel apunto hacia los hombres de Rarity. Aun cuando todos tenían miedo y no querían herir a los pocos sobrevivientes en el exterior no podían dejarse matar.

Raminidez comenzó a avanzar lentamente mientras disparaban hacia ellos, las balas al impactar se desvanecían en el escudo creando pequeñas ondas sobre el escudo, parecía que era agua por como reflejaba la energía de choque de los proyectiles. Soarin disparaba sin control, era claro que los pegasos la tenían difícil disparar armas diseñadas para humanos, Homaliel disparaba ráfagas controladas, y Reinhardt, a lado derecho de su hermano disparaba para protegerlo.

La eficacia de los dos policías renegados era esplendido, disparaban a matar y apenas fallaban tiros, a comparación de los pegasos que aunque despejaban el pasillo lentamente tardaban en acertar en los objetivos. Reinhardt disparaba pero su pulgar temblaba y el retroceso le ganaba por ratos levantando el arma.

Las paredes comenzaban a llenarse de sangre asi como el olor a plomo y arena caliente, sin olvidar que conforme avanzaban sus pies se llenaban de sangre y tropezaban con los cadáveres de camaradas humanos y Equestres, Raminidez sentía un dolor en su pecho cada vez que un ser vivo perdia la vida. Pero tenia un rencor hacia Rarity. Aunque fuera su tia debia pagar por lo que hizo. Y asi como ella decidio la vida de su amigo Soarin, él hace lo mismo con aquellos que se interponen.

Un mar de casquillos, sangre, carne y cadáveres llegaron a la puerta plateada. Con un cadáver de un humano sentado en la puerta. Raminidez miro hacia atrás observando la masacre; Personas y Equestres tirados en los suelos, algunos sobre los sacos de arena y otros apilados asi como los casquillos de latón y bronce reflejando las luces blancas de las lamparas. Bajo el libro asi como el escudo de luz.

—¿Listo? —Pregunto Silverstar recargado a un costado de la puerta.

—Te cubriremos la espalda chico—Afirmo Homaliel tomando la manija de la puerta del lado opuesto.

—Radiant—Pherica tomo la mano de Raminidez y el volteo a verla, veía en sus ojos un miedo—¿Qué haras?

—Hablar con Rarity, ella ha hecho cosas malas Pher. No puedo permitir que siga asi.

—"Hablar" no es algo que cualquiera haria—Dijo Raphiel sentándose en el piso mirando al chico, Raminidez miro a los ojos de Raphiel y ella estaba cansada emocionalmente—Aun tenemos tiempo para volver e ir a tomar el barco, a estas alturas dudo que Rarity quiera hacer pleito.

—Radiant—Pherica apreto la mano de Raminidez y el bajo la mirada—No hagas algo de lo que te arrepentiras, por favor.

—Pher, este mundo me ha hecho arrepentirme de todo. No se si hago bien, o hago mal. Pero mi madre depende de que tengamos éxito. Y espero todo salga bien, al menos una vez.

Y solto a Pherica y dio media vuelta, vio la puerta plateada y observo a Homaliel y Silverstar. Ambos esperando su orden y Raminidez levanto el libro creando un pequeño escudo de luz para el y Homaliel abrió la puerta lentamente y el chico entro a la gran sala.

El chico atravesó el umbral y vio a su izquierda una gran puerta de cristal y al fondo un elevador dorado, aquel donde Rarity huyó, por un momento pensó que quizás Rarity nunca subio al ultimo piso y solo llego al lobby para huir de la ciudad pero al ver a todos los cadáveres detrás lo hizo reafirmar, y si. Rarity estaba allí. Miro al frente y habia un gran cuadro de ella portando una corona plateada con gemas purpuras y una capa del mismo color con una arrogante sonrisa y en su pata una copa de oro con incrustaciones de piedras preciosas. Miro a su derecha y habia un gran ventanal donde se veía la tormenta eléctrica llegar finalmente a la ciudad y eventualmente comenzó a llover y caer relámpagos de color lila con dorado. Causa del caos en el mundo real.

Y delante del ventanal un escritorio dorado donde yacia el cadáver de una joven yegua de pelaje color crema con la melena azulada, con un corbatín color rojo. Tenia en el pecho un cuchillo plateado y un hilo de sangre recorria el escritorio hasta el centro de la sala.

Y Raminidez cerro la puerta, miro a sus amigos preocupados del otro lado, sonrio pero tenia que terminar con esa pesadilla.

—¡Rarity! —Grito caminando al centro de la sala—¡Se que estas aquí! ¡Afronta las consecuencias!

—¡Nunca! —Y Rarity apareció detrás del escritorio y disparo al chico con un revolver de platino pero fue inútil, las balas desaparecieron al impactar con el escudo, solo quedo el ruido de la polvora haciendo eco en la sala, Raminidez miro indiferente a Rarity quien estaba cubierta de sangre de su asistente—¡No dejare que me detengas!

—Si no lo hare—Dijo Raminidez y bajo el libro pero el escudo se mantuvo a su alrededor—Tu te detendrás.

Y camino hacia Rarity pero ella respondio disparándole otra ronda de balas hasta terminar su cargador, Raminidez se detuvo del otro lado del escritorio mirándola como torpemente trataba de recargar su revolver, algunas balas caian al suelo y ella maldecia desesperada pero Raminidez se mantuvo callado. Mirando su temor.

—¡Maldita sea! ¡Estoy harta de estas mierdas! —Termino de recargar y apunto a la cabeza del chico sin causarle ningún temor—¡Te crees mejor que yo ¿No?! ¡Pues no! ¡Me tomó años estar en la cima!

—Si, se nota.

—¡No permitire que el intento de guardian me detenga!

—Haz lo que tengas que hacer—Y Rarity disparo dos veces más viendo las balas desaparecer delante de ella, y ella retroceder tirándose al suelo—Rarity, por favor. Deten esto, solo tu puedes acabar con esta tortura. Mirate, te has llenado de sangre. ¿Acaso no quieres ser feliz?

—¡¿Tu que sabes de felicidad?! —Rarity levanto la mirada apuntando al chico nuevamente pero no tardo mucho en bajarla—Este mundo, esta realidad. No nos quiere. El guardian que tanto admiras. No es quien es.

—Muchos dicen que es la salvación.

—Y otros decimos que es la perdicion—Rarity miro hacia el cadáver de su asistente con tristeza—Coco Pommel, era una gran amiga mia cuando empezó la guerra eclipsar. Fue de las primeras en morir. ¿Sabes? La vi morir delante de mis ojos, murió salvándome. Cuando el Imperio Solar llegó a la boutique en Canterlot, ella me escondio tras una pila de ropa y al no decirle a la Princesa Celestia donde estaba fue empalada por sus guardias y eventualmente abusada…—Y Rarity bajó la mirada llorando—¡Los infelices le quitaron todo! ¡por mi! ¡Por mi culpa!

—¿Y por eso la mataste? ¿Pensaste que nosotros haríamos lo mismo?

—¡TU NO SABES QUE HARIAN CON UNA PONY TAN DULCE COMO ELLA! —Rarity grito con risas y lagrimas viendo a Raminidez—En mi hogar nunca existio un héroe, ¡Y aquí menos! ¡AQUÍ NO HAY LUGAR PARA HEROES! Vuelve a casa. Aquí no hay nada.

—Si tienes fe…

—¡La fe me arrebato a mis amigas! —Volvio a gritar Rarity moviendo el arma de lado a lado con su magia—Aun recuerdo ese dia, cuando nos reunimos en el paramo, en los restos del bosque Everfree y vimos el sol colisionar con la luna, asi como esta aquí. Pero allí ambos colisionaron para dominar al otro. Estaba reunida con mis amigas; Twilight, Pinkie Pie, Applejack. Rainbow Dash era parte del Imperio solar y Fluttershy tenia unos mugrientos dragones bajo su poder. Uno de ellos se llamaba "Apocalipsis" No lo se. Ah si, y tu estupido amigo. El guardian ese…

—Y allí murió Twilight—Y Rarity asintió limpiándose las lagrimas. Raminidez camino lentamente hacia ella.

—¡El guardian nos hizo creer que todo saldría bien! ¡Que ganaríamos esta batalla como las anteriores! Pero no fue asi…No lo fue…—Raminidez no dijo nada, solo ver a su tia desvanecerse—¡Como envidio a la Rarity de este mundo! No teme a nada, viaja a donde le nace. Mientras yo me pudro en este lugar. Si Rarity hubiera visto lo que yo vi. Me entendería. Yo me entendería—Y Rarity comenzó a reírse mirando a traves de la mirilla de hiero del revolver—Se que quieres hacer lo mismo que el guardian. "Todo terminara bien y seremos amigos" Pues no. En este mundo no es asi, aquí no existen los héroes, aquí no hay lugar para gente como tu. Los guardianes nos condenaron y tu seras el verdugo.

—Se que no será de ayuda, pero el guardian me pidió que te dijera algo—Y Rarity miro a Raminidez con el ceño fruncido.

Raminidez se acerco a ella, acerco su boca a la oreja de la yegua y comenzó a hablar cosas en otro idioma, en algo inentendible. Lleno de estatica e interferencia, pero hizo llorar a Rarity a gritos. Raminidez se levanto del suelo y camino hacia la puerta, derramando varias lagrimas. Se acerco a la puerta plateada parándose delante de ella y recito unas palabras

"Aquí no hay lugar para un héroe, no hay lugar para un buen hombre"

Y se escucho un disparo y el cristal se revento y vio a Rarity caer hacia el vacio. Comenzo a llorar con intensidad y abrió la puerta y sus amigos le apuntaron sin saber que habia pasado. Y Raminidez comenzó a caminar hacia el elevador de servicio y sus amigos se asomaron hacia la habitación viendo el cadáver de Coco Pommel y el ventanal roto y un revolver en el piso conforme Raminidez avanzaba llorando. Recordando las palabras que el guardian le habia dicho.

No sabia que le habia dicho pero le daba mucha tristeza recordar.

"Ajaqch, nbcjb lxvmnvjmj j uxaqa rdvcx lxv nbcn anqvx Ydnb nb mnlancx mn uq yjman. H jbq lxux ynamqbcn cxmx nv cd pxoja, Tx ynamnaáb mn vdnex jzdí. Cfqtqopc hj vx eqeqaá Tj odnaaj nltqybja cnauqvx kqnv lxv oajvmnb tqmnanb. ynax cd uxaqaáb bdñaqnvmx txb ynljmxb mn cdb juqojb. Ltxdmlpjbna eqnvn nv ljuqvx h zdqnan anbydnbcjb." cCesar5