QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON OTRO CAPITULO MÁS DE ESTE GRAN FIC, SI QUE TENGO COSAS QUE CONTAR XD PERO NADA DEL OTRO MUNDO. PERO CREO QUE CON ESTO DOY POR HECHO QUE ME TOMARE UN DESCANSO DE ESTE FANFIC.

NO LO MALENTIENDAN, ME ENCANTA ESCRIBIR ESTA HISTORIA PERO YA VA A CUMPLIR SU PRIMER AÑO XD Y PUES QUIERO PREPARAR ALGO ESPECIAL PARA EL CAPITULO 29 Y ADEMAS TENGO "LA VIDA EN EQUESTRIA" QUE COMO DIJE, ESA ES SECUELA DIRECTA DE "MI VIDA EN EQUESTRIA: EL LEGADO DEL REY ARTURO" Y AQUELLOS QUE YA SEPAN DE LO QUE VA LA HISTORIA EN SI, EXPLICARE MÁS COSAS DE LO SUCEDIDO TRAS LA MUERTE DEL REY ARTURO (...HASTA LA FECHA SIGO SINTIENDO SU AUSENCIA...) Y TAMBIEN QUE COMO ESA HISTORIA Y ESTA DE ALGUNA FORMA ESTAN ANCLADAS YA QUE COMPARTEN UNIVERSO, PUES QUIERO HACER LO MISMO QUE HICE CON "MI VIDA EN EQUESTRIA" Y "REENCARNACION" Y COMO LA PROTAGONISTA ES SHANALOTTE (AQUELLOS QUE LA CONOCEN, SABEN QUE ES MÁS SERIA QUE ARTURO) Y PUES QUIERO DEDICARLE SU TIEMPO.

PIENSO PAUSAR ESTA HISTORIA POR AL MENOS DOS MESES, PARA SEGUIR CON LA OTRA HISTORIA Y YA CUANDO TENGA UN AVANCE RETOMAR ESTA HISTORIA. QUE CREO YO QUE APENAS VA A SU CUARTO DE HISTORIA. CREO XD PORQUE SON COSAS QUE TENGO QUE RELATAR Y CON EL TIEMPO IR ATANDO CABOS PERO ESPERO TODO SE ACLARE AL MENOS PARA EL CAPITULO 50 QUE ES DONDE SI SE LLEGARA AL CUARTO DE HISTORIA EN TODA LA TRAMA.

EN FIN, ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO, LOS VERE HASTA LA PROXIMA AMIGOS. LOS VERE EN "LA VIDA EN EQUESTRIA: LA CAIDA DE UN REINO"


—CAPITULO 28: LOS MISTERIOS DEL GUARDIAN: PARTE III —

"¿Quién me vende un alma
Y me presta esperanza?
Pues es el fin del camino
Y no sé adonde ir "

—"El Fin del Camino- Mago de Oz"

Hay cosas, hay cosas que uno no puede evitar. Hay cosas que uno no puede evitar escuchar, sentir, ver o experimentar. Una de ellas es la vida. Mi vida fue extinguida hace más de 250 años, años Equestres. Obviamente, pero si dijera una cifra real. De mi perspectiva, sería una cifra imposible, una cifra innombrable.

¿Innombrable? Innombrable como mi nombre, porque mi nombre, aunque sea corto. Es incapaz de mantenerse parte de esta creación. Pues he cometido el pecado de amar a todos, a toda Equestria. Ese es mi pecado. Y por eso mi nombre fue borrado del mundo, mi nombre no alcanzaría limite. Porque es como el tiempo que he vivido en esta prisión. Sería un nombre imposible.

Es por eso que vago por toda la creación, desde el día que fue creado este reino desde una miga de arcilla y carbón, hasta el día de su fallecimiento. Como se marchita la última flor y esta se desvanece en el infinito.

No veo bondad, ni veo maldad. Pues mis ojos fueron arrancados aquello que llamamos "Libertad" y ahora toda decisión que cometen mis amados Equestres. Lo veo con desdén. Porque mi condena es tan grande que mis emociones fueron eliminadas de la creación y ahora solo veo como el mundo avanza, este reino se extingue por su propia llama.

Me pregunto si este mundo será capaz de vivir sin mí, de vivir lejos de mi bondad y amor. Que, aunque no sé qué sean tales emociones. Siento que puedo seguir amándolos tras mi condena.

Miro hacia atrás, viendo mi vida. Una fría, solitaria y vacía vida. Llena de seres con colores hermosos, con colores innombrables. Hermosos.

Innombrables como el amor de mi vida.

Mi vida antes de ser esto; Antes de ser un supremo, de ser un guardián, antes de ser un muerto.

Mi vida era incompleta, fría, solitaria y tiste vida.

Los recuerdos inundan mi mente. Pues mi maldición es recordar mi vida hasta el día de mi condena. Repitiendo todo en un cruel ciclo. En una paradoja sin fin. Donde el tiempo es una mera ilusión. Y me paro delante del padre de la creación y me pregunto a mí mismo.

"¿Cuándo estaré lejos de ti?"

Y el padre de la creación sonríe, alegre de que mi condena nunca terminara. Pues mi condena cada vez más se extiende conforme llego ante él y me manda a nacer de nuevo.

Y camino en un sendero de flores, flores hechas de ceniza de los seres vivientes que me amaron más que sus propias vidas. Que sacrificaron su divinidad para darme el poder, que sacrificaron su alma para darme libertad, aquellos que sacrificaron la magia de la amistad para que yo tan siquiera pudiera aparecerme dentro de la creación, aunque sea solo para maldecirme.

Y antes de cruzar la puerta de la vida. Aquel enorme portal de piedra. Con el árbol de la creación con mi nombre tallado en el centro y veo todo mi plan allí. Toda mi vida, escrita en piedra. El destino mostrándome que solo soy una marioneta.

"¿Acaso soy el único humano aquí?"

Preguntó al infinito mientras la enorme puerta de piedra me consume grano por grano, como si mi cuerpo solo fuera un saco de arena. Y el padre de la creación ríe emocionado, pues sabe que mi pregunta nunca será respondida.

Viviré para siempre aquí, bailando en este abismo. En esta profunda oscuridad que llamamos vida. La vida es hermosa cuando llega la muerte. Pero yo no puedo morir. Y quiero morir. Descansar eternamente.

Y la oscuridad me absorbe, tragándose mis energías, mi voluntad y mi deseo. Quiero seguir luchando por Equestria, quiero seguir amando a mi esposa, aunque haya traicionado a su especie por mi amor y de nuestra celosa unión naciera un bastardo. Repudiado por su gente, carente de alma, carente de fuerza.

Carente de destino.

Pues es el primero que es capaz de nacer sin esa atadura. Pero donde nace uno, nacen más.

Nacen más bastardos deseosos de arrancarle ese deseo, llenos de envidia porque también quieren tener una vida sin ataduras, lejos del padre de la creación, y mi único hijo volara lejos de este reino, intentando salvarnos del apocalipsis.

Pero somos lo que somos.

Y lo arrastraremos a este abismo, ataremos sus piernas con grilletes de envidia y codicia y lo obligaremos a caminar nuestra senda. Un camino lleno de rencor y amargura.

Somos lo que somos.

Somos lo que Arkzrimiel quiere que seamos.

Pero….

Pero nosotros, ¿Qué somos?

¿Qué somos?

Simplemente somos ecos en el reino. Arkzrimiel así lo ha deseado, y esta vez se lo he preguntado y solo ha visto con repudio mi figura y me aplasto con su dedo índice. Como hormiga y me convertí en polvo y ecos.

Y vi el mundo nuevamente, Equestria. Como es que Arkzrimiel puso sus manos en este planeta. Un hermoso planeta pequeño, alejado de los demás reinos de la creación. Lejos de esas verdaderas historias, de esas historias de leyenda.

Me veo levitando en un espacio oscuro, entre polvo y ecos. Veo siete hermosos pilares de luz a lo lejos. Hermosos pilares con hermosos canticos alabando a Arkzrimiel. Arkzrimiel, como el padre de esos lugares los cuidaba y los protegía y lo veía a él. Velando con amor esos pilares. Esos reinos. Y cuando volteaba hacia Equestria, este diminuto reino lo hacía con odio. Con amargura y fatiga.

Veía Equestria envuelta en una profunda oscuridad, aunque había galaxias completas con millones de miles de vidas, él las odiaba. A cada forma de vida existente, individualmente. Y veía dentro de este reino. Separadas por fracciones diferentes versiones de Equestria y un planeta tierra. Reconozco estas historias. También había héroes de leyenda. Héroes legendarios nacidos por gusto de Arkzrimiel cumpliendo labores, viviendo su día a día. Si, estos héroes de leyenda me socorrieron cuando acabe con el guardián supremo de la vida. Siegfried Twonagasis. Padre de Phoenix Twonagasis, uno de mis amores eternos.

Y aunque a ellos no los condenó como a mí, los hace sufrir. Repitiendo sus vidas una y otra vez hasta que llegan a un punto muerto y reinicia sus vidas. Divirtiéndose. Y miró hacia atrás, crédulo y veo esos pilares nuevamente. No entendía. ¿Por qué crearnos si nos iba a hacer sufrir? Necesitaba responder estas preguntas que inundan mi mente.

Pero no puedo responderlas, pues estoy en lo más bajo en su jerarquía. Y si es que existe realmente. O si en verdad puedo entenderla.

Porque sé que él es el padre de la creación. Arkzrimiel.

Alpha y Omega

Padre e hijo

El primero y el Ultimo

El inicio y el final

Pero después de él, siguen los creadores, seres poderosos capaces de crear vida o conceptos a su antojo. Y esto lo llegue a ver en vida; Una chica humana. Una hermosa chica humana tuvo un deseo, igual al mío, pero más noble.

Deseo que nadie más sufriera, que nadie más muriera. Que ella cargaría con todo el dolor y pena del mundo. Desde el primer humano hasta el último.

Y su deseo se cumplió, no solo salvo ese mundo y la vida de todo ser viviente. Sino que se convirtió en un concepto. Era un ente que representaba el amor y se convirtió en un Dios. No, en un "Creador"

Y ahora ella crea amor en el mundo, vagando eternamente repartiendo su infinito amor mientras carga con las llagas de la maldad a su espalda. atormentada, maldecida, odiada. Y olvidada.

Olvidada como yo, solo porque amo tanto a su especie y prefirió esa condena.

Y esa creadora, puede crear amor. No, puede crear el significado del amor y todo lo que conlleva el amor. Y mantiene ese voto noble por eones. Y así como ella hay infinidad de creadores, padres del concepto;

Tiempo, Oscuridad, Deseo, Optimismo, Esperanza, Simpatía, Motivación, Entusiasmo, Nostalgia, Templanza, Integridad, Regocijo, Amor.

Y el creador mantiene ese balance, mantiene ese orden y debajo de ellos. Existe el absolutismo. Un guardián que ha sobrepasado toda ley natural, toda física y temporal y su poder es capaz de viajar por el mismo tiempo. Normalmente este absolutismo lo tienen unos pocos. En realidad, solo los hijos directos del padre de la creación. Pues a pesar de que sobre un absoluto este un creador, no significa que este guardián absoluto no pueda llegar a ese rango.

Los guardianes absolutos, por lo regular representan algo esencial para la vida. Algo que ningún guardián puede hacer. Porque estos guardianes absolutos son un vínculo entre ellos y los creadores y por ende a Arkzrimiel, como lo son aquellos que conocí en vida;

Éducación, Lealtad, Misericordia, Imaginación, Equilibrio, Nobleza, Tolerancia, Equidad.

Y aunque en si al matar al Guardian supremo Siegfried. El guardián de la vida. Por ende, eliminaría parte del concepto de la misma. Pero Arkzrimiel evitó que el caos proliferara en el mundo y llenó ese vacío de alguna forma para mantener unida la creación y atada a él. Porque al final de cuentas, todos le debemos algo a Arkzrimiel.

Eventualmente siguen los guardianes supremos; Seres hermosos que son capaces de llevar un hermoso estandarte a cada rincón de la creación, viajando por las sendas blancas y doradas de la galaxia, buscando mundos con vida consciente e impartir la palabra de Arkzrimiel con el fin de aceptar su poder y alabarlo como debe de ser. Estos guardianes deben de ser las conexiones entre mundos, pues su único objetivo es preservar la paz entre los mundos dentro de la creación y por ley. También representan algunos conceptos que mantienen el equilibrio del mundo;

Notabilidad, Obediencia, Dignidad, Etica, Benevolencia, Elocuencia, Valentía, Obediencia, Libertad, Voluntad, Equidad, Respeto.

Y finalmente, los guardianes; Simples seres que son, vulgarmente dicho. Peones, los guardianes fueron creados con el fin de ser soldados en la jerarquía de Arkzrimiel. Aunque si forman una parte esencial. En estos casos simplemente son seres para mantener el orden en pequeños mundos, lugares sin mucha importancia que, aunque parezca simple y mundano. Tienen gran importancia. Al menos para ellos. Los guardianes se encargan de pequeños planetas y en el caso de Equestria. Fue un mundo de esa categoría, no representaba ningún peligro para la creación y fue por eso que en primer lugar se me fue asignado ese mundo, porque yo sería un soldado más. Un ser sin importancia. O eso fue al principio.

Cabe destacar que los guardianes tenían conceptos idénticos a los de sus superiores, como dije; Al final de todo le rendimos cuentas a Arkzrimiel, y por uno que rompa la cadena todo se echa a perder. La armonía se pierde y solo queda caos. Es por eso que al final, cuando esa maldita mujer, Sophitia tomó el control de EquestriaDie Göttliche Grenze y la mayor parte de la creación tras aprisionar a Arkzrimiel en el principio de los tiempos, controló todos los conceptos. A excepción de los creadores. Que ellos son la descendencia más pura que tuvo Arkzrimiel.

Y he alistado alguno de esos conceptos negativos, la mayoría son de guardianes que trate en vida. Cuando era parte de la creación. Y, a decir verdad, me preguntó ¿Soy el único humano aquí?, algunos de ellos son esenciales para la maldad en el mundo. O mundos. A excepción de unos casos aislados de bondad entre los guardianes;

Lástima, Agobio, Pena, Amargura, Rabia, Agresión, Decepción, Odio, Justicia, Amor, Necedad, Ofensa, Destrucción, Engaño, Barbaridad, Envidia, Soledad, Recelo, Rencor, Obstinación, Terquedad, Aflicción,, Remordimiento, Abandono, Menosprecio, Injusticia, Necesidad, Ira, Desconfianza, Engaño, Soberbia, Estrés, Satisfacción, Muerte, Estupor, Nimio, Traición, Inseguridad, Resquemor, Obstinado, Sumisión, Obligación.

Y realmente podría seguir, pues he vivido tanto en este mundo. En esta creación que podría nombrar cada guardián sin importancia, pero el mundo avanza millones de años por cada parpadeo y veo muchas cosas, aprendo demasiadas cosas. Algunas sin sentido, otras de gran valor. Pero siempre es el mismo escenario; Arkzrimiel torturando Equestria.

¿Por qué tortura mi amado hogar? ¿Qué gana con mantenerlo en ese limbo sin fin? ¿Acaso no nota la presencia de mis últimos guardianes en su amado experimento?

Mis últimos guardianes están allí abajo, en ese grano de arena llamado Equestria, hacen lo que les pido porque saben que deseo tanto volver al mundo formar parte de la creación nuevamente para volverla a ver, de volver a ver a mi amada esposa y a mi retoño. Que vive con temor, que vive con inseguridad y no sabe que quiere realmente en la vida. Quizás, quizás si me acercara más. Podría servirle de guía, pero no puedo hacerlo con él mirándome cada vez que me condena, debería de haber un lugar.

Un lugar en medio de la nada.

Quizás una prisión invisible.

No, un reino en medio de la nada.

Sí, el "Reino de la nada".

Los chicos estaban ya a pocas horas de llegar a tierra, estaban emocionados de lo que les esperaba. Habían pasado ya muchas horas desde que partieron de Fillydelphia y estaban cansados de estar en el puente del barco.

Sabían que tenían el barco para ellos solos y que no había nadie más que ellos en el mismo, pero no les apetecía investigar que había en el barco. Los planes de Raphiel era abandonar el barco una vez que llegaran o hundirlo, pero podría servirles para regresar. Así que Raphiel le pregunto a Pherica una manera de asegurar el barco para evitar que se lo lleven o le roben el motor por lo que Pherica recomendó mucho llevar el motor con ellos.

Al principio los chicos estaban consternados por su pronta respuesta, pero ella misma lo dijo; Si el motor era robado por otros no podrían volver, pero en cambio, si ellos mismos robaban el motor no tendrían más que robar, a no ser que se lleven mapa de navegación, pero está en la computadora del barco.

Así que dijo que una vez que lleguen a tierra tomaría el timón del barco, así como el periscopio y los arrancaría "A las buenas" e iría a la sala de máquinas junto con Reinhardt y ambos usarían su magia para encoger el motor de tal forma que ella misma podría guardarlo en su bolso.

Ya explicado eso los chicos ya entendieron la forma que llevarían el motor, pero aun había una preocupación latente.

¿Qué hacer una vez al bajar del barco?

Radiantshield, ya en su forma natural dijo que era lo mejor ir a ver al tercer titan. Que vive en Griffinstone, pero estaban quedándose sin provisiones. Aun con su magia alimentando su cuerpo esta se volvería una fatiga ya que tampoco su magia es ilimitada.

Radiantshield saco el mapa del mundo de su libro, extendió el pergamino y saco la esfera y esta comenzó a dibujar el mundo actualizando su localización.

—Estamos cerca de Griffinstone —Afirmo Radiantshield colocando su pata en el mapa —Estamos entre Griffinstone, Fillydelphia y de la Isla Grites. Obviamente a más de medio camino.

—¿Cuánto tiempo calculas, Pherica? —Raphiel miro a su amiga y escoltada mientras ella hacia una mueca mirando el mapa.

—Si esa es nuestra localización y viendo que ya la tormenta está cediendo. Diría yo que en dos horas estamos en tierra, si es que no empeora de nuevo.

—Bien, entonces hermano ¿Qué haremos una vez que toquemos tierra? —Pregunto Reinhardt con una pequeña sonrisa, estaba de más decir que estaba alegre de ver a su hermano en su forma natural.

—Pues tenemos directamente Griffinstone, estando en el puerto podemos ir sin demora, pero sabiendo como nos han tratado los poblados con anterioridad. Quizá sea mejor dejar el barco aquí.

Y Radiant señalo un rio que estaba entre Griffinstone y la estación de trenes, estaba a un kilómetro de la ciudad alada, pero bastaba para dejar el barco en el rio y pasar por la estación de trenes y ver si había algo bueno que comprar.

—¿Crees que podamos pasar por el rio? —Pregunto Raphiel viendo a Pherica y ella estaba pensativa, desconcertada viendo el mapa.

—Quizás. Pero también hay que ver si ese rio es profundo porque si no puede dañarse el casco del barco y fracturarse, no es muy grande el barco, pero me preocupa el casco. Si se daña no podremos usarlo más y tendremos que dejarlo perderse.

Los chicos se quedaron pensando por un rato mientras sentían el barco oscilar de atrás hacia adelante y de lado a lado.

—Cuando lleguemos a tierra bajare del barco y los guiare —Dijo Reinhardt levantándose tronando los huesos de la espalda extendiendo sus alas, algo que raramente hace. Todos saben que Reinhardt no usa sus alas debido a que prefiere trabajar por su esfuerzo propio y no los dones dados por su madre y su difunto padre.

—¿Y cómo lo harás? —Pregunto Pherica.

—Me atare una cuerda a las piernas y me meteré al agua, usando mi magia podre respirar por un tiempo y los guiare y si hay una parte baja me detendré.

Todos cruzaron miradas viendo a Reinhardt y eventualmente vieron a Radiantshield, quien lideraba el grupo.

—De acuerdo, pero no quiero que estés mucho tiempo bajo el agua hermano —Radiantshield se levantó mirando a su hermano, levanto la pata y Reinhardt sonrió chocando su puño y ambos rieron, ya tenían listo la forma que llegarían a tierra. Pero aun tenían la preocupación de lo que verían.

Hace años no habían visto a ningún Grifo, desde mucho antes que comenzara la guerra contra los dragones nadie supo de los grifos. El ultimo que se vio en tierra Equestre fue uno llamado Galo o Gallus. Fue un aprendiz joven de plumaje azulado de ojos celestes. Como todos los grifos, comenzó siendo arrogante y egoísta, pero gracias a la amistad que tuvo con el resto de sus amigos entendió mucho el sentido de la lealtad y creció junto con sus nuevos amigos, ya fallecidos por el tiempo. Pero después de eso, nunca se supo de la existencia de los grifos.

Y aunque tenían la certeza de que el tercer titan sería un grifo, tenían miedo de lo que se habrían convertido después de haberse separado de la luz de la amistad y la gracia del guardián.

Los chicos regresaron a sus lugares a descansar un poco, Pherica veía por el periscopio viendo ya la isla de los grifos; Aquella gran montaña con un enorme árbol gris con un castillo de madera en la sima y en las ramas de aquel árbol las casas de los grifos, a su izquierda veía la estación de tren de Griffinstone, actualmente un lugar remoto y abandonado, donde ahora hay casas pequeñas alrededor del gran edificio de ladrillo y acero en el que una vez paso el elemento de la risa y la lealtad para jurar amistad con una amiga lejana.

A su derecha vio una gran isla con un volcán activo, las nubes de azufre y hollín cubrían el cielo, una isla aparte de la de los grifos, se podían ver cientos de dragones por tantos tamaños y preocupo a Pherica, llamo a Raphiel para que viera el paisaje y ella al acercarse al periscopio vio los mismos dragones, recordando algo que hasta la princesa Twilight niega.

Comenzó a ver por todas partes intrigada. "¿Cómo estará? ¿Estará todo bien? ¿Deberé de ir a ver?" Se preguntaba mientras paneaba la zona con lentitud hasta que vio un enorme dragón purpura salir del volcán devorando a los dragones que volaban alrededor del volcán, dio un gran salto viendo al dragón descender lentamente, era tan grande que solo vio su cuello asomarse y los gigantes colmillos, pero distinguió las escamas purpuras y cresta verde.

El dragón descendió lentamente la cabeza abriendo los ojos y como si ya supiera que lo observaban vio hacia el barco, viendo a través del periscopio y sonrió mostrando sus colmillos ensangrentados, esos ojos verdes brillaron de alegría y se ocultó entre el volcán. Si, era aquel dragón legendario, quien evitaba que los dragones invadieran Equestria en plan vengativo.

Aunque también tenía miedo de que sus intenciones hayan cambiado después de dejar la ilusión del guardián.

Se alejo del periscopio y le dijo a Raphiel que no fuera hacia esa dirección. Era una zona prohibida para cualquiera. Allí vivía un dragón legendario que devora a todo lo que se le atraviesa y que el molestarlo implicaría una masacre de nivel planetario y Pherica se estremeció girando el timón hacia la isla de los grifos, apartándose más de aquella isla dragón.

Raphiel salió del puente y cerro la puerta tras ella. Los chicos no se molestarían en buscarla, y eso era bueno. Trono los dedos y se desvaneció apareciendo fuera del barco, exactamente en la popa del barco, mirando hacia Fillydelphia. Una pequeña ciudad desde la distancia a la que estaban, preocupada. Consternada, no estaba segura si Silverstar y Homaliel regresaron dentro de la ilusión del guardián usando el faro. Pero rezaba que si pudieran llegar sanos y salvos.

Vio el cielo anaranjado con las nubes grises. El sol y la luna colisionados en un mar de fuego y roca en el espacio exterior. Y en el centro veía un agujero negro. Temía porque ese agujero negro rompiera como un cascaron y dio media vuelta. Viendo el volcán de la isla dragón y diviso a lo lejos un pequeño muelle con una casita de madera en la orilla al mar y volvió a tronar los dedos desapareciendo del barco dejando pequeñas chispas blancas y plumas.

Apareció en el muelle y miro hacia atrás, aquel navío en medio del mar. Apenas un pequeño punto gris y regreso la mirada al frente y comenzó a caminar, pero al dar su tercera pisada una bala paso por su oreja y se agacho mirando que por la casa había un pequeño dragón. Un diminuto dragón de color purpura y cresta verde. De ojos verdes, se quedo mirando ese diminuto dragón y por un momento lo confundió con aquel dragón legendario.

El pequeño dragón al ver que fallo el tiro extendió sus alas y voló hacia el volcán y Raphiel emprendió vuelo extendiendo sus enormes alas blanquecinas.

—¡Espera! —Grito Raphiel, pero el dragón bebe la ignoro y siguió volando desesperado. Sabia muy bien que si le disparo con un arma humana era alguien le dijo como defenderse, y era ese enorme dragón. El dragón arrojo el arma asustado y Raphiel al ver el arma caer descendió en picada para tomarlo antes de que se hiciera añicos por el golpe, y vio el arma. Una Springfield M1903. Raphiel estaba intrigada—¿Qué hace un arma tan antigua en Equestria?

Raphiel sabia que el Rey había ocultado armas humanas a lo largo de los años por toda Equestria, pero todos los informes que había dado la Princesa Shanalotte sobre estas armas eran que dichas armas eran de modelos recientes para la época en la que el Rey llego a Equestria, pero en ningún momento se habló que habría armas tan primitivas. Tenia que investigar eso.

Siguió avanzando con el arma en mano, revisando su cerrojo botando el proyectil vacío y verlo caer al suelo y perderse y el olor a pólvora le rodeaba la nariz. Era un proyectil de un arma diferente. Supo que la bala era de otra arma y al no coincidir con el calibre del fusil este le salvo la vida. Pensar que si tenía la precisión de una bala ordinaria podría haber muerto, tenia suerte Raphiel.

Conforme se acercaba al volcán veía debajo de ella como el pastizal y los árboles mostraban quemaduras, así como el aire comenzaba a calentarse por los vapores del volcán. Estaba entrando ya en territorio enemigo, pero iba con tranquilidad, nadie la emboscaría porque el amo de los dragones los devoro.

Raphiel recordaba como era la vida en Equestria antes de la guerra, aun era una adolescente cuando veía a los dragones en Equestria sobrevolar los cielos con ponys en sus espaldas. Como jinetes dragón, la mayoría era con fines de comercio y esto fue bueno para el reino pues era más fácil viajar de extremo a extremo sin riesgo a los asaltos y los dragones también servían como escoltas. Aunque no sabe explicar como es que la paz llego a su fin y los dragones fueron desterrados por la Reina Celestia y la Reina Phoenix. Que en el proceso dejo miles de muertos y millones sin hogar. Una época oscura pre-Apocalipsis.

Raphiel tragó saliva viendo el enorme volcán delante de ella. Veía a sus pies el suelo, enormes rocas apiladas de forma caótica y ver dragones sobrevolar por los campos rocosos, veía a los dragones aterrados, algunos tenían en su mirada un pesar. ¿Qué habrá hecho el amo de los dragones para infundir tanto miedo a sus súbditos?

Raphiel sin temor descendió a la entrada del volcán. En medio de ese gran tumulto de dragones que se paseaban. Los dragones se caracterizaban por ser una especie violenta y codiciosa. Pero al verlos aterrados, le preocupaba. Esperaba resistencia, pero no que temieran de su señor.

Se paro en medio de toda la comunidad diaconice, todos veían a la chica con asombro y se alejaron de ella. Raphiel miro a su alrededor con sospecha, esperaba que en cualquier momento apareciera otro dragón con un rifle similar, pero no fue así. Veía en los ojos de los dragones temor por ella y ninguno parecía tener intenciones de atacarla, pero entonces. ¿Por qué ese dragoncillo le disparo? Raphiel camino hacia el volcán.

Había una entrada al volcán y ella se dirigía a esa entrada, una cueva anaranjada por la lava y las puertas eran de lava para que solo los dragones entraran. Raphiel extendió un campo de fuerza a su alrededor, una burbuja dorada y cruzo el portal sin problema y entrando vio a más dragones, cargando tributo a su señor. Raphiel se estremeció al ver que el tributo que le llevaban a su amo eran restos de dragones, piel, huesos, carne y cabezas cortadas de dragones. Raphiel vio a los dragones a la cara y ellos ignoraban por completo a Raphiel. Estaban tan aterrados que ver a un ser angelical era el menor de sus miedos. Todos los dragones caminaban en filas e iban todos hacia otra puerta de lava, subiendo unas escaleras y veía hacia los lados. Era el volcán, estaba dentro del volcán y miro hacia atrás queriendo ver a un espía, a ver si alguien trataba de detenerla, pero ni una señal.

Tragó saliva con nervios y camino por el interior del volcán, una enorme sala llena de piedra volcánica de color purpura y cascadas de lava a los costados. Pasando entre los dragones hasta detenerse al pie de las escaleras, mal hechas y los dragones subían en dos filas con los restos de dragón y al entrar por esa cortina de lava no volvían a salir. Estaba preparada para lo peor.

Comenzó a subir las escaleras con dificultades para respirar. Aparte del intenso calor, el temor que le provocaba ver esta escena tan cruel. El amo de los dragones, aquel que debería de cuidar a sus súbditos con valentía. Los devoraba como dulces. Aunque no era un reinado tan tierno y empalagoso como en Equestria, reconocía que este liderazgo era bueno. Porque los dragones son de fuerza implacable, no de vivir con miedo. No lo veía posible.

No se detuvo ante la cortina de lava y la cruzo sin más. En su interior, el amo de los dragones. El señor de los dragones, máxima autoridad en esta isla.

Estaba en el centro del volcán, levanto la mirada al cielo viendo esas nubes de azufre y ver a pocos dragones sobrevolando el volcán. Pero a baja altura. Alrededor de ella había un mar de lava y solo había un sendero hacia el centro, una plataforma de roca volcánica con un trono de piedra y a los costados dos estandartes hechos de tela con el emblema del reino; Un dragón rugiente volando en círculos y bajo de él la silueta de un unicornio blanco con melena purpura. Reconocía esa figura en cualquier lado, y al ver esa figura reconoció al creador de ambos estandartes: Rarity.

Sentado en el gran trono de piedra un dragón de aspecto humanoide, de escamas gruesas y largas garras oscurecidas, con una capa color marrón cubriendo el torso de su cuerpo. Raphiel veía sus ojos, esos ojos esmeraldas. Ojos rasgados y llenos de ambición. Al ver a Raphiel sonrió mostrando sus afilados colmillos. Raphiel no podía creer lo que veía delante de ella, esa figura. Ese personaje que todos amaban cuando era un diminuto dragón. Hasta Twilight lo consideraba su hermano.

—¡Raphiel! —Grito el amo de los dragones alegre y se levantó extendiendo sus brazos caminando hacia ella. Los súbditos de este se arrodillaron con la "Comida" Raphiel veía que detrás del trono de piedra se asomaba el pequeño dragón acompañado de su madre, una dragona de escamas azuladas y ojos carmesí, antigua señora de los dragones Ember. Ella a pesar de su aspecto si mantenía esa naturaleza draconica. Pero este señor dragón, no—¡Es un placer verte de nuevo! ¿Cuánto tiempo habrá pasado? ¿Unos 200 años?

—Si, se podría decir—Raphiel respondió al sentir a este señor abrazarla con fuerza, lleno de alegría, pero no podía dejar de pensar en los demás dragones. Aterrados de este ser.

—Dime Raphiel, ¿Qué te trae a mi tierra? ¿Acaso vienes de espía otra vez?

—No, nada de eso. Venia pasando por estos lugares y decidí venir. Pero aquel pequeño me disparo una vez que toque tierra—Y Raphiel mostro el rifle y el amo de los dragones miro el rifle y comenzó a reír—¿Qué es gracioso, Spike?

—Nada Raphiel, es que no pensé que mi hijo fuera capaz de dispararte. Pero bueno, supongo que es culpa mía.

—¿Por qué?

—Porque le conté que los humanos angelicales eran seres sin corazón y malvados hasta la medula—Y fue cuando notó que este dragón, Spike. Había cambiado, su tono de voz lo delataba. Casi burlándose de la humanidad y también con rencor—Pero bueno, eso fue hace mucho tiempo. Dime Raphiel. ¿Cómo esta Twilight? ¿Me extraña? ¿Acaso ya se dignó a matar a sus hijos?

—Twilight esta muy bien Spike, Esta trabajando arduamente para poder tener una vida pacifica y en armonía. Y no. No haría tal cosa—Spike se alejo de Raphiel sonriendo encogiéndose de hombros dándose la vuelta.

—Bueno, supongo que no podrá matarlos al final. Todos sabemos que ella permitió que todo esto sucediera. El fin del mundo, la muerte del guardián, parir a esos seres.

—¿Qué te paso Spike? Antes no eras así. ¿Qué te afecto?

—Me afectó la realidad, Raphiel. Me afectó la verdad—Spike se volvió a sentar en su trono acariciando la cabeza de su hijo con esa misma sonrisa. Ember no hablaba para nada, parecía una estatua. Solo veía a Raphiel con odio—Creó que al final de cuentas, Twilight solo quería a un conejillo de indias. Por eso nunca me dejó solo.

—¿Qué hizo ella?

—Mírame, me arrebato todo. Mira a tu alrededor, ¿Acaso no lo ves? Me quito mi vida y me convirtió en esto. ¿Por qué crees que comenzó la guerra Dragon-Equestria? Experimentó conmigo después de que el guardián se fuera.

—Twilight ha hecho muchas cosas malas, pero nunca haría eso. Ella no te haría tal cosa.

—¡Pues la hizo! ¡Twilight quiso arrebatar mi inmortalidad con tal de dársela al guardián! —Raphiel guardo silencio, viendo a Spike arrebatarse en su enojo. No creía en lo que decía—¡Ella es el peor ser que ha existido! Y pensar que yo la amaba como mi hermana, como mi familia.

—¿Entonces por que no atacas Equestria? ¿Por qué no la destruyes y acabas con Twilight? —Raphiel se mantenía serena, pero por dentro temía de Spike, de aquel dragón humanoide.

—Por lo mismo que tu no matas a Pherica, por lo mismo que tu no traicionas a los chicos, por la misma razón por la que tu sigues con vida.

—¿Cómo sabes todo eso? —Raphiel tiro el arma y desenfundo su delgada espada, un estoque plateado. Spike comenzó a reírse, a burlarse de ella.

—¡Pero claro que yo lo se! ¡Yo se todo de ti mujer! —Spike volvió a levantarse de su trono y extendió los brazos—¿Acaso nunca supiste o es que tu estúpida divinidad te cegó? Yo le hice compañía al guardián en sus últimas décadas de vida, cuando decidió dormir al rechazar su inmortalidad. Cuando falleció su amiga, él durmió por años y cuando despertó yo estaba allí, me contó sus miedos y preocupaciones. Ambos mirábamos por la ventana, viendo Ponyville crecer y desarrollarse y él con el temor al futuro me hizo prometer que cuando él no estuviera yo defendiera Equestria. Me hizo prometer que aun sobre las maldades que cayeran sobre mí, cuidaría de ese reino. Porque él quería salvarlo a toda costa.

—¿Y por eso te comes a tus súbditos? —Raphiel lo entendía. Ya sabía porque sus súbditos Vivian atemorizados de Spike. Ya no reconocía a ese inocente y puro dragón. No era el mismo.

—Es mejor oprimir este reino para evitar un caos. Sabes, de no ser por mi Equestria hubiera caído hace mucho tiempo, esa fue la voluntad del guardián. Que así sea, yo protegeré el reino de mi querido amigo aun cuando dentro de el viva la maligna Twilight Sparkle.

—¿Por qué todo mundo sigue fielmente al guardián? ¿Qué ven en él? Él acabó con mi hogar, con mi estilo de vida, y me forzó a vivir esta maldición. Pero ustedes, ustedes lo siguen fielmente. Como su Dios.

—Tu no entiendes la magnitud de todo esto Raphiel; El guardián volverá y acabará con el caos en el mundo. Arkzrimiel temerá por su vida. Y yo acabare con la de Twilight.

—Estas cegado Spike, cegado. El guardián si quisiera salvarnos. Ya lo hubiera hecho. Pero no lo hace, solo nos deja sufriendo en este mundo muerto.

—Quizás nosotros merezcamos esto, dejamos que el guardián muriera. Así como murió su amiga. Así como murió Angelica.

—Angelica—Raphiel bajó la mirada, entristecida. Angelica…

—¿Sabias que el nombre de Pherica es una mezcla? El guardián la llamó así por ella y por su primer amor. Phoenix y Angelica.

—Pero Phoenix no fue su primer…—Y Raphiel guardó silencio, sintió una punzada en la espalda y vio el espejismo del guardián. Mirándola con repudio y ella regreso la mirada al frente—En fin, solo vine para saber como estabas y veo que vas de maravilla oprimiendo y aterrando tu reino. ¿De donde sacas tanto poder? Porque tu tienes poder divino dentro de ti.

—¿Por qué crees que Twilight quería quitarme mi inmortalidad? Quería dársela al guardián. Creía que si quitándome este regalo del guardián podría traerlo de vuelta y arreglar este caos. Pero solo causo una guerra. Ember trato de salvarme, pero Twilight le arrancó la lengua—Raphiel se estremeció y dio un paso hacia atrás—Te dije que Twilight ya no es la misma de antes, Equestria merece arder. No merecemos la salvación del guardián. Pero queremos ganarnos nuestro lugar después de que el acabe con Arkzrimiel.

—Equestria se salvará. Sin la ayuda del guardián—Y Spike esbozo una sonrisa burlona y Ember entrecerró los ojos con una pequeña sonrisa—Es por eso que tengo fe en los chicos, sé que no cometerán los errores de los chicos. Por eso no mueren. En el fondo tengo fe que ellos harán lo correcto. Y si se equivocan…—Raphiel miro la delgada hoja del cuchillo dorado apretándola con fuerza—Hare lo que sea mi voluntad. No la del guardián.

—Ya veremos eso Raphiel, ya lo veremos—Spike comenzó a emanar un vapor blanco y Ember tomo al hijo de Spike y se fueron de la sala—Si me disculpas, es hora de mi comida. Ha habido un aumento de población en mi reino y debo de mantenerlos a raya. No querrás que aumenten y se genere una disputa y Equestria arda. ¿O sí?

Raphiel guardo las cuchillas y se teletransporto fuera del volcán apareciendo en la costa. Miro hacia el volcán como este lanzaba enormes bolas de fuego aplastando a todo dragón dentro del reino. Raphiel tenia un nudo en la garganta y comenzó a llorar, sentándose en el muelle de madera mirando su reflejo en el agua. Raphiel cargaba con un enorme peso en su espalda y peor aún; Estaba entre la espada y la pared. Tenía la misión y promesa de la Reina Phoenix, "Preservar la seguridad de Pherica en el mundo exterior" La de Twilight Sparkle "Cuidar a los hijos de toda presencia del guardián" la del propio guardián "Guiarlos a todos sus titanes y recolectar la mayoría de sus armas" y la personal, que era crucial para su salvación "Matar a los chicos antes de que cumplan su meta" Pero no sabia que seguir, no sabía cuál cumplir porque en su corazón había tantas experiencias como para amar a los chicos y no traicionarlos.

Cada vez que el guardián se le aparecía a Radiantshield, lo acercaba más a su reaparición en la creación, cada vez que los chicos se encontraban con un elemento del guardián como sus titanes los acercaba a su meta final y en cada peligro rescatar a Pherica. O asesinarla. Era un mártir para la chica, y ya no pudo cargar con esta carga.

Y sus lagrimas caían al mar y su sollozo se escuchaba en el horizonte. Activo a un viejo amigo de la familia, un espejismo como el guardián. Aunque no condenado como el propio guardián, pero si atado a este. Y Apareció a un costado de Raphiel, y ella sintió su presencia. Sintiendo verdadera tranquilidad, una absoluta paz y sus lagrimas dejaron de brotar mientras volteaba a ver a este hombre.

—Veo que finalmente te liberaste—Dijo Raphiel limpiándose las lagrimas viendo a este hombre, el sonrió viéndola a los ojos. Con un par de gafas de delgado marco plateado sonrió. De larga cabellera blanca con un traje militar de la guardia crepuscular. Un hermoso traje de color blanco con adornos purpuras y una capa lila sobre su hombro izquierdo, con la Cutiemark de Twilight. Este hombre suspiro aliviado.

—Así es pequeña Raphiel. Así es.

—Dime ¿Cómo se siente estar en el abismo y volver?

—A decir verdad; Es preocupante—Respondió sonriendo mirando el paisaje—Hace mucho tiempo que dejé este mundo y cuando me liberará vería un mejor día. Pero solo veo muerte y caos.

—¿Qué tanto has visto, Samael?

—He visto todo; Desde la abandonada y maldita granja Pie, hasta el cadáver de Rarity. Todo eso y más. Les espera mucho sufrimiento Raphiel—Este hombre miro a Raphiel con una mirada decaída. Sonreía, pero su pesar era notorio.

—¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo liberarme de esta maldición? —Y Samael, un hombre de leyenda bajo la mirada. Entristecido por la chica. Veía en su espalda el yugo de la maldición del guardián, sabía que el guardián había dejado en la chica una vida de sufrimiento y un futuro oscuro, todo por seguir los pasos de Sophitia. La Reina de la lujuria y causante de muchos crímenes en el universo.

—Lastimosamente no puedes Raphiel, lo que hizo mi hermano contigo es irrompible. Ni yo que he vagado por el universo un millón de veces soy capaz de saber que te hizo.

—¿Entonces que hago? ¿Cómo luchó contra él? —Y Samael comenzó a reírse de la chica y Raphiel solo veía preocupada.

—No se puede luchar contra mi hermano; Lo que yo hice en vida, viajar por los mundos ganando poder. Él lo hace, pero dentro de la vida. Como él no puede morir, pero si vivir, rehace su vida una y otra vez. Aprendiendo, absorbiendo todo tipo de poder, y cuando deja sus armas atrás y su poder divino. Ancla su presencia en esa vida para que en otra vida la absorba haciéndose más poderoso. ¿No te suena?

—Si, es algo que hacia Sophitia. Mandaba a sus guardianes a los mundos, los esclavizaba y usaba el poder de esos mundos para hacerse más fuerte. Así fue hasta que…

—Hasta que él llego, y acabó con Sophitia y Siegfried.

—¿Qué me aconsejas? Tu que antes eras el guardián supremo de la muerte. Aquel que es más fuerte que el guardián—Y Samael reía ante las palabras de Raphiel mirando el horizonte, viendo el barco cada vez más cerca de la isla de los grifos.

—Me halagas mucho Raphiel, pero en su tiempo era más fuerte que él. Pero ahora el es más fuerte que todos. No hay nadie que se le interponga.

—¿Si revivimos a Siegfried? ¿Sophitia? ¡Alguien!

—Es imposible Raphiel, ni trayendo a los hijos de Arkzrimiel pueden detener su gloria—Samael miro a Raphiel sonriendo—Es mejor que mi hermano vuelva al mundo. He visto lo que puede hacer Raphiel, ten un poco de fe.

—¿Qué justifica lo que dices? Eres su lado oscuro.

—Y lo soy, y yo tampoco lo veía hasta que me mostró—Y Samael comenzó a llorar con una sonrisa—Me llevó a mi hogar, a mi Equestria. Antes de que yo entrara al abismo y me mostró el momento que yo entre al abismo comenzando con toda esta mierda de ciclos y muertes infinitas. Me dio la oportunidad de despedirme de mi amada Twilight, y me dijo que, si el volvía al mundo de nuevo, borraría de toda la creación la presencia del abismo y la de Arkzrimiel—Y Raphiel veía a ese poderoso hombre llorar—Arkzrimiel es la causa de todo esto y solo de Radiantshield y Reinhardt depende de que mi hermano vuelva. Ellos son la clave para que siga esta historia, esta leyenda de los últimos guardianes. Así me lo ha asegurado mi hermano.

—¿Cómo se que todo esta yendo bien? ¿Cómo se que en verdad el guardián dice la verdad?

—Solo ten fe y esperanza. Y mucho amor en tu corazón—Y Samael comenzó a desvanecerse delante de la chica—Reinhardt encontrara mi arma muy pronto. Así como Radiantshield es el mensajero del guardián, Reinhardt también lo será. Porque yo también deje migas en este mundo.

—¿Y como sabrá de ti, Reinhardt?

—Lo sabrá. Porque yo lo llevare a mí. Al abismo.

Libros divinos.

Aunque realmente solo debe de existir un libro en toda la creación, cruelmente existen 5 libros; Vida, Hechicería, Esperanza, Humanidad y Muerte. En realidad, nadie sabe de qué tratan los demás libros ya que solamente se ha presenciado el libro de la vida. Aquel que porta aquel hermoso potro de nombre Raminidez, pero el único que sabe lo que hay escrito en el resto de libros es el propio ser sin nombre o cobardemente nombrado como "Guardian del mundo"