QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON ESTE NUEVO CAPITULO DE ESTA GRAN HISTORIA. Y PERDONEN LA DEMORA, PUES ME TOME MI TIEMPO PARA ATAR CIERTOS CABOS EN ESTE CAPITULO PARA EVITAR INCOHERENCIAS ENTRE LAS HISTORIAS. YA SABRAN A LO QUE DIGO XD EN FIN, ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI PUES LA HISTORIA ESTARA LLEGANDO A UN PUNTO SIN RETORNO, DONDE CONCLUIRA DEPENDIENDO DE LAS ACCIONES DE LOS PROTAGONISTAS. Y NO SON LOS QUE CREEN QUE SON XD ESPERO LES GUSTE, LOS VERÉ HASTA LA PROXIMA AMIGOS
—CAPITULO 37: CUANDO EL PASADO LLEGA AL FUTURO—
BESTIA SANGRIENTA
Arma nombrada por el pilar de la familia real de Equestria, una hoja ondulante sin mango creada por la princesa del querer después de pelear con una bestia sin forma. Una hoja que recuerda al arma principal del Rey de Equestria y al no tener mango es capaz de cortar al mismo portador dejando cicatriz en toda su mano. Quizás tal bestia se hería a si misma con tal de salvar su vida o la de sus familiares. Como lo hacia el antiguo Rey de Equestria.
Radiantshield estaba sentado en el balcón real del castillo junto con su hermano, con unos vendajes en el cuello pues la herida de Shanalotte aún no sanaba. Había podido salvar su vida gracias al libro, pero su cuerpo debía recuperarse tras lo sucedido y por ende no podía hablar. Así que solo se limitaba a ver lo que sucedía a su alrededor, aunque no se sentía extrañado ya que el casi no hablar era su talento natural.
Habían visto a lo lejos el carruaje de la Reina Phoenix, así como a Pherica y a Raphiel acompañándole, ambas no pararon en Ponyville, pero ambos sentían una tranquilidad pues sabían que sus amigas estaban bien. Aunque también se preocuparon pues temían que Shanalotte les tratara de la misma forma.
Ambos pasarían un buen rato sin hacer nada hasta que vieron a su madre salir del castillo con prisa, con un montón de libros, acompañada de 4 de las 6 academias; Fluttershy, Starlight, Rainbow Dash y Pinkie Pie. El grupo entero se dirigía hacia el santuario Everfree. Estaba de más que el chico se sorprendió al ver a todas las maestras temerosas. Todas sudaban grandes gotas y parecían desesperadas, pero era su madre que parecía que temía de algo. Y la experiencia de ambos en el exterior indicaba que debían de saber la razón, no podían confiarse tanto de su madre por el historial que tiene.
Radiant vería a su hermano y con solo verle por pocos segundos este asentiría con la misma sospecha y ambos saldrían volando siguiendo a su madre y a sus tías. Querían saber qué era lo que más se temían y porque saldrían con prisa del castillo.
Volarían lejos del grupo de amigas viendo cómo se perdían en el santuario y como este se cerraba tras su entrada. Radiantshield pararía en seco abrumado por esto. Miraría a su hermano pues el santuario nunca había actuado de esa forma. A no ser que alguien de adentro lo haya hecho. Ambos coincidieron que había sido Turime, ambos sabían que su madre y él no se llevaban para nada, por lo que ver que este hiciera esto para evitar que fueran seguidas los consterno más de la cuenta.
Aunque Radiant no contaba con esto, sabía que habría algo para anular esto sin que Turime se diera cuenta, abrió el libro de la vida y leería varias páginas en silencio. Tomaría a su hermano de la mano y ambos desaparecerían de la vista del mundo, y siendo invisibles bajarían a la entrada del bosque y con la magia divina reabrirían el sendero con suma cautela pues no debían saber que estaban invadiendo. Ellos veían con temor la entrada que se habría y la plática apenas oíble por parte de su madre y sus amigas, Radiant vería a su hermano y este asentiría nuevamente tragando saliva y entrarían volando para no hacer ruido con sus pisadas.
Una vez dentro verían a todas partes, por si su madre llegaba a desviarse. Su única guía era el sonido de su voz y la de sus amigas hasta que a medio camino las divisaron y fueron bajando su velocidad lentamente para no llamar la atención y escuchar su plática conforme caminaban.
—Sigo sin entenderlo Twilight. ¿Cómo pudiste? —Replicaría Rainbow Dash con enojo mientras cargaba un pilar de libros.
—No lo sé Rainbow, No pensé bien las cosas —Respondería Twilight con la vista baja y sus orejas caídas —Hice lo que creí mejor para todo mundo.
—Pero es lo que no entiendo Twilight. ¿Cómo pudiste traerlas del pasado sin provocar un rompimiento en la causalidad? —Preguntaría Starlight confusa quitándose la capucha de la cabeza. Los chicos se sorprendieron al ver que era la Starlight original y no una de sus clones. Pero seguirían viendo ese pesar en su mirada.
—Sigo sin saber starlight. Todo lo que hice fue crear la maquina con ayuda de Zenbiel. Lance los elementos que las vinculaban y llegaron. Vi la fecha de donde las traje y bueno. Paso lo que paso.
—Pero imaginar que apenas ellas tenían 5 días viviendo en el mundo humano y ser traídas aquí. Es, triste —Diría Fluttershy mirando a Twilight, con esa mirada llena de paz, pero no podían evitar sentir que Fluttershy también estaba pasando por un mal momento. Aunque no sabían por qué.
—Cuando vi que día era. Me fue difícil perdonarme. Pero lo hice porque era lo mejor, necesitamos ayuda. Y ellas tenían que venir. Aunque eso causara una posible ruptura en el espacio-tiempo—Twilight levantaría la mirada y habrían cruzado el portal donde descansaba Turime. En su misma pose y a sus pies estaban dos chicas. Una con un ala negra y la otra con un ala blanca. Ambas chicas eran idénticas en rostro y cuerpo, pero sus alas eran distintas en color. Esto preocupo a los chicos. ¿Eran humanas o Terranos? —Aquí están, Ultra y Violeta. Ambas hermanas que nos ayudaran en esta problemática.
—No puedo creerlo. Son ellas ¿Verdad? —Preguntaría Rainbow bajando los libros en el suelo y se acercaría a las chicas inconscientes.
—Sí, son ellas. Vinieron del pasado. Aun cuando el guardián tenía nombre. Y lo conocen a la perfección.
—Sigo sin entender Twilight—Pinkie Pie caminaría hacia ellas con cierta tristeza—¿Por qué las robaste?
—No las robe Pinkie, Equestria es su hogar. Así como todas nosotras.
—No Twilight. Las robaste, no entiendo. ¿Por qué? Ellas seguramente querían tener una familia, hijos como yo lo tuve. ¿Por qué ellas? —Twilight bajaría la mirada y derramaría una lagrima llena de culpa.
—Lo se Pinkie Pie, ellas tenían sus deseos antes de irse de Equestria. El guardián quería que ellas ya no formaran parte de esto, pero yo hice mucho mal que ahora no puedo enmendarlo sola. Ellas podrían ayudar a mis hijos. Ellas son una clave.
—Cuando aceptamos el poder del guardián, era para que nadie más sufriera. ¿Qué planearas después? ¿Revivir a Angelica? ¿revivir a Siegfried?
—¿Traer al mismo guardián? —Fluttershy terminaría con su pregunta y Twilight se limpiaría las lágrimas llenas de culpa. Era obvio que le aterraba su pecado. Pero tenía que ser fuerte.
—Hice lo que tenía que hacer por un mundo mejor. Quiero que Equestria prevalezca.
—Twilight Sparkle. Es hora—Turime despertaría y vería a Twilight, ella asentiría y se limpiaría las lágrimas y usaría su magia para despertarlas. Usaría su magia envolviéndolas y lanzaría una descarga eléctrica sobre sus cuerpos. Las chicas despertarían y Twilight las dejaría caer mientras los rayos rodeaban sus extremidades. No eran dañinos, solo uso el rayo para despertarlas gentilmente.
Las chicas caerían con el rostro al suelo y parpadearían velozmente mientras la desorientación se disipaba de sus mentes.
—Violeta. ¿Estás bien? —Ultra, la chica de cabello negro voltearía a ver a su gemela, la chica de cabello blanco.
—Sí hermana, estoy bien ¿Estas bien? —Respondería su hermana y ambas cruzarían miradas y sonreirían, pero sería fugaz pues Twilight arrojaría todos los libros de historia delante de ellas y ellas saltarían hacia atrás arrastrándose, Ultra tomaría a su hermana Violeta y la pondría detrás de ella mientras veían a duras penas una enorme figura y detrás de ella otras más.
—¡¿Quién eres?! ¡¿Qué nos hiciste?! —A sus ojos, esta figura se acercaría poco a poco, Ultra sacaría de su mano una pistola humana de 9 milímetros apuntándole temblorosa—¡Aléjate!
—Tranquila Ultra, soy yo. Twilight —Y el brazo de Ultra comenzaría a temblar al escuchar aquella gentil voz inclinarse delante de ella.
—¿Eres? ¿Eres Twilight Sparkle?
—Sí, soy yo. Ultra y Violeta. Necesitamos su ayuda—Y Ultra se tallaría los ojos al igual que su hermana y verían finalmente a una enorme alicornio delante de ellas. Con la melena ondulante con un sinfín de estrellas y aquella franja lila desvanecerse a lo largo hasta llegar a la nuca.
—¿Twilight? ¿En serio eres tú? —Ultra vería a Twilight con gran sorpresa y vería a su hermana y ella en silencio se encogería de hombros.
—Sí, y también esta Fluttershy. Rainbow Dash, Pinkie Pie y Starlight—Y Twilight se apartaría mostrando a sus amigas, quienes saludaron con cierta tristeza, pero con una sonrisa. Las chicas estaban perdidas en sus pensamientos.
—No entiendo. ¿Cuánto pasamos inconscientes? ¿Qué hacemos en Equestria?
—¡Corta historia! —Gritaría Pinkie Pie con cierta molestia, pero sería callada por Starlight con su pata.
—Para ustedes, solo pasaron cuatro días. Pero para nosotras. 250 años. Y no es una corta historia—Twilight se sentaría delante de las hermanas con pesar—Las traje a Equestria hace unas horas, en la madrugada.
—¿Cómo? Pensé que …Figueroa había…—Y Ultra sentiría un nudo en la garganta al pronunciar el nombre del guardián y comenzaría a toser incontrolablemente. Su hermana la tomaría del hombro tranquilizándola.
—Twilight. Ya comenzó en ellas—Starlight intervino mirando a Twilight y ella asintió.
—¿Qué sucede con Ultra? Twilight. Ayúdala—Su hermana Violeta. Casi muda pedía ayuda por su hermana, con gran temor mientras que las chicas no hacían nada al respecto.
—Tu hermana no tiene nada malo. Simplemente es la maldición del guardián está cayendo sobre ustedes en este momento.
—¿A qué se refiere? Explíqueme.
—Como dije, para ustedes pasaron solo cuatro días. Para nosotros, toda Equestria. Fueron 250 años, en ese lapso de tiempo pasaron muchas cosas, una de ellas. Es que el guardián que tanto admiramos y apreciamos dejo de existir para prolongar nuestra existencia y, por ende. No podemos mencionar su nombre ya que es parte de su condena. Además, solo los que tuvimos un gran apego a él podemos mencionar su nombre y recordarlo, pero tendríamos que condenar toda la vida en Equestria si hacemos uso de su nombre o hacemos que el resto lo recuerde.
—¿Y por qué? ¿Por qué estamos aquí?
—Porque el guardián está en peligro. Así le decimos ahora "Guardian". Corre peligro. Y necesita ayuda.
—Sí no existe, entonces ¿Para qué se nos requiere? ¿Quién lo quiere dañar?
—Porque el guardián encontró una forma para volver a la existencia. Fue condenado por Arkzrimiel para repetir su vida una y otra vez hasta el fin del mundo. Pero ahora mismo está dudando si está haciendo lo correcto y temo que nuestro final sea inminente.
—…Espera…—Ultra levantaría la mano con su otra sujeta a su cuello—Dices que Figueroa necesita de nuestra ayuda? —Y Twilight asentiría afirmando con temor.
—No entendemos, Hasta apenas hace unos días lo vimos. Cuando nos apartamos de su lado y fuimos con el diablo de oro y su hermana Krysta al Limite Divino y de allí a la Tierra donde es nuestro hogar.
—Sí, así fue—Y Twilight comenzaría a llorar afirmando—Ustedes fueron libres de todo yugo por 4 días. Pero tuve que traerlas. Lo siento—Y comenzaría a llorar arrodillándose frente a las chicas mientras ellas cruzarían miradas en tristeza y se abrazarían.
—Twilight hace esto porque no quiere que nadie muera. Sentimos mucho haber sido cómplices de su egoísmo—Hablaría Starlight agachando la cabeza—Pero tiene razón. Equestria está en una balanza. Y está cayendo rápidamente.
—Lo que quiere decir Starlight, es que Equestria está muriendo—Afirmaría Rainbow con enojo ante la situación delante de ella—Todas estamos muriendo. Si dejamos que el guardián haga lo que cree que hace, moriremos todos. Incluyéndose a él mismo.
—Por eso les trajimos los libros de historia de Equestria de los últimos dos siglos y medio. Para que entendieran todo esto. Estos libros solo fueron escritos para esta situación. Inclusive hay un apartado del que habla de Arkzrimiel y como su ira cayó sobre Figueroa y como funciona exactamente la maldición sobre todos los habitantes de Equestria…Y su linaje.
Y Twilight se reincorporaría y acomodaría los libros con dificultad delante de las chicas, ambas cruzarían miradas con miedo, preocupación e inocencia.
—Ósea ¿Qué nos sacaron de nuestro final feliz? —Preguntaría Violeta, a pesar de mostrar un rostro casi indiferente. Sus ojos retrataban muy bien la tristeza y la frustración—Nos quitaron nuestro final, hermana…
—Lo se Violeta. Lo sé—Respondería Ultra con el mismo sentimiento y era claro que desbordaría un par de lágrimas. Mientras lloraban, las chicas verían en silencio apenadas y Twilight arrepentida. Radiant vería a sus pies los libros y se acercaría y leería todos los títulos de los libros. Las autoras fueron las mismas chicas. Inclusive había un libro que hablaba exactamente quienes eran los hijos del guardián. Radiant se acercaría a tomarlo con gran intriga y ansias, así sabría quiénes son los hijos legítimos del guardián, pero antes de tomarlo Ultra tomaría el libro y su hermana tomaría otro que habla de la historia de Equestria los primeros 50 años. Ambos escritos por Twilight—Por más que queramos volver, no pasara ¿Verdad? Estamos atadas a Equestria, y, por ende. Al dichoso "Guardian", si así lo llaman ahora.
—Concuerdo con mi hermana. Ya se nos fue arrebatado lo que ustedes tienen. Libre albedrio. Supongo que una segunda vez no hará daño—Violeta sonreiría mientras derramaba algunas lágrimas leyendo la historia de Equestria.
—Twilight—Interrumpiría Turime—Debes de llamar a tus hijos. No pueden seguir dentro de la ilusión.
—Lo se Turime, no sabes que tan difícil se ha vuelto esto para mí. ¿Qué hay de Pherica y Raphiel?
—Ya vienen en camino—Turime vería hacia Radiantshield y este se sorprendería regresando hacia su hermano quien lo recibiría tomándolo de los hombros—Aunque no queramos, ellas también son importantes. Deben de detener la paradoja bajo cualquier costo.
—Son muchos objetivos para unos simples niños. Y lo sabes—Hablaría Starlight mirando a Twilight y ella asentiría.
—¿Crees que si haces todo eso podrás arreglar todo el caos que dejo el guardián?
—Si todo sale bien, si mis planes salen acordes. Teniendo tantos caminos, quizás lo que el guardián robó en aquel entonces pueda ser restaurado.
—¿¡No me digas que planeas rehacerlo!? —Turime resaltaría su mirada carmesí con sorpresa regresando su mirada hacia Twilight.
—Sí. Lo planeo restaurar.
—¡No es posible! ¡Cuando el guardián reescribió el libro de la vida borró toda pizca de Destino!
—Él habrá hecho lo que creyó mejor pero el habernos quitado el destino hizo que este mundo comenzara venirse abajo. Nadie en Equestria tiene un destino. No sabemos lo que nos espera al siguiente amanecer. Turime, si el guardián lo arruinó en su último sacrificio. Es el nuestro arreglarlo. No digo que desconfió en el guardián. Pero es una posibilidad, y el destino se hace con posibilidades y variables.
—Entonces. Háblales a tus hijos, mi deber es hacer que el guardián regrese. Pero no me impide que no te ayude. Quiero que Equestria prevalezca porque esa es la razón de mi existencia, a diferencia de mis hermanos titanes. Yo quiero que este mundo exista a toda costa. ¡Háblales! ¡Di sus nombres!
—Ya escucharon a Turime. Hijos míos, no tienen por qué esconderse—Y Twilight bajaría la mirada con una sonrisa viendo exactamente a la dirección donde se encontraba Radiantshield y este se paralizaría ante la realidad—Siempre supimos que nos seguirían. Porque así es el guion que diseño el guardián en ustedes.
Y Radiantshield tragaría saliva y lentamente se materializaría junto con su hermano mientras todos los presentes se mantenían fijos a ellos. Ultra le enseñaría a Violeta algo en el libro y verían a los chicos con escepticismo y ambas bajarían los libros viéndolos fijamente.
—Madre—Reinhardt se acercaría a su madre haciendo una reverencia—Sentimos mucho nuestra intromisión—Y su madre reiría acariciando su cabello con su pata y eventualmente frotar su cara con su hijo sonrojándolo.
—Para nada hijo. No se disculpen. Esperábamos todas esto. Y si escucharon bien. Tienen que volverse a ir.
—¿Por qué? —Reinhardt miraría a su madre y a sus amigas preocupado—Digo, sé que es nuestro deber, pero pregunto más por mi hermano.
—Y sé que tu hermano tendría las mismas preguntas que tú. Pero tienen que irse, Equestria no es segura ya. Tanto en el exterior como en el interior. Ya vimos lo que paso con Shanalotte. Nadie nos quiere aquí.
—Twilight. Lamento interrumpir—Y Ultra se levantaría con el libro en mano—Pero ¿Son ellos quienes el guardián puso toda su confianza?
—Sí Ultra, son ellos a los que debemos toda nuestra vida—Ultra miraría a Radiant y a Reinhardt con una particular decepción.
—Siento mucho lo que diré Twilight, pero no veo que tengan la fuerza para pelear.
—¿Por qué lo dices Ultra?
—Solo que hay que verlos. Veo que sí han sufrido. Pero no han tenido ese cambio para convertirse en héroes.
—Tienen el libro del Guardian Figueroa—Defendería su madre, pero eso haría que Ultra se encogiera de hombros.
—Podrán tener todo el poder del guardián, pero mientras ellos no tengan esa…. ¿Cómo decirlo? Carisma, no sé. Sería, mejor dicho. Ganas de pelear. Siempre perderán y peor aún. Nunca ganaran nada y Equestria estará perdida.
—Entendemos su punto—Interrumpiría Turime—Pero los chicos así nacieron. Nacieron entre el conformismo y la quietud de un falso mundo. Es obvio que la maldición del guardián también les afecto, pero es algo que es casi imposible quebrantar. Si nace en ellos o no. Ya es cuestión del mismo guardián. Quieran o no. Este mundo no es como el que ustedes vivieron.
—Así de mal esta la situación—Respondería Ultra volteando a ver a Turime—Te me haces conocido. ¿Te vi alguna vez?
—Lo siento mucha señorita Ultra. Pero es la primera vez que nos vemos. Quizás usted vea en mi al guardián.
—Quizás—Ultra se levantaría y tomando varios libros con ella—Supongo que nos quedaremos aquí ¿Verdad?
—Sí Ultra, de momento no pueden ir a Ponyville. Shanalotte está tomando una actitud muy errática respecto a nuestra situación. Me temo que quizás este siguiendo los pasos de su padre—Twilight bajaría la mirada por un largo rato, pero finalmente sonreiría—Bueno, sea lo que sea. Será tema que yo debo tratar. Radiantshield, Reinhardt. Necesito que salgan fuera de la ilusión.
—¿Los va a mandar allí? —Preguntaría Turime con un tono de voz temerosa.
—Sí Turime, quizás el que podamos mencionar el apellido del guardián sea lo que necesitábamos después de todo para que pudieran ir.
—¿A dónde iremos ahora madre? —Reinhardt miraría hacia fuera de la ilusión, como el telón ondeaba levemente mientras que Radiantshield veía a su madre esperando que la pregunta de su hermano fuera bien contestada.
—Irán a la Iglesia de los búhos…Digo, Iglesia Figueroa—Y Twilight sacaría el mapa de Equestria con una cruz sobre una montaña en medio de un bosque—La iglesia se ubica al norte de Las Pegasus, entre la montaña Haddlefick y la ciudad. Tienen que cruzar un pequeño desierto, esa será su ruta más corta.
—¿Es todo madre?
—Sí hijo mío, este mapa lo dibujo Rarity hace varias décadas, pero como el mundo está en constante cambio. No sabemos exactamente que podría haber allí afuera.
—Twilight, llegaron—Starlight vería como caían del cielo tres enormes figuras y estas antes de tocar el suelo evitarían todo daño suavizando sus talones. Eran 3 enormes figuras de oro alados; Era Phoenix con Pherica y Raphiel. Ambas estaban con una capucha blanca y con equipaje respectivamente.
—¡Perdonen la demora! —Phoenix saludaría a todas ignorando a las hermanas impuras pero estas se incomodarían ante su presencia—Surgieron varios inconvenientes durante nuestra visita a Canterlot.
—Peleaste contra Shanalotte ¿Verdad? —Twilight haría una suave mueca con preocupación, pero el gesto de Phoenix cambiaria a una apenada.
—Sí, siento mucho eso. Pero casi lastima a mi hija y tuve que atacar—Y miraría a Raphiel y ella estaba encogida de hombros con algunas lágrimas aun en su rostro—No creía lo que dijiste hasta que lo vi, vaya que la influencia de Arturo todavía sigue en ella. ¿Cuándo terminara toda esta discriminación? En fin. Están listas para volverse a ir—Phoenix vería a Ultra y Violeta sorprendiéndose con una gran sonrisa—¡Volvieron! ¡Genial!
—No tanto. Phoenix—Respondería Ultra dando un paso atrás tomando a su hermana del hombro—No sabíamos que nos traerían de regreso.
—Phoenix, te lo platicare luego. Pero deben de irse ahora.
—Sí, está bien—Phoenix sentiría el rencor por parte de las hermanas y su estado de ánimo caería un poco—Bueno, realmente no hay que decirles mucho. Ya saben cómo es el exterior.
—Si alteza. Ya tenemos todo lo que necesitamos saber.
—Supongo que Reinhardt y Radiantshield sabrán a donde ir. Pero ¿Saben a qué van? —Y los hermanos cruzarían miradas. Pues no se habían cuestionado eso y sentirían un nudo en el estómago.
—No. No saben, pero que bueno que me recordaste—Y Twilight se arrodillaría frente a Radiant acariciando su mejilla con la suya—Hijo mío. Deben de ir a la iglesia Figueroa. Ahí sabrán todo respecto al guardián. Todo lo que nosotras no podemos decirles, ellos lo harán. Es una pequeña comunidad, pero tiene todo el conocimiento del guardián. Y si el "Destino" nos favorece. Sabrán como evitar el fin del mundo.
Y los chicos asentirían sin temor, mirarían a Raphiel y ella a Pherica. Quien se limpiaría las lágrimas y asentiría apoyando a sus amigos. El chico pese a su falta de habla podría transmitirles a sus amigos que era hora de irse. Así que se despidieron de los presentes y saludaron a las gemelas. Quienes aún veían a los chicos con escepticismo. No dijeron nada, pero les desearon suerte. Y caminarían hacia Turime y este los vería nuevamente.
—Así que partirán de nuevo—Hablaría Turime y los chicos asentirían—Bien, así que les diré yo que es la ultima vez que nos veremos.
—¿Por qué Turime? —Preguntaría Reinhardt mirando a la estatua.
—Porque cuando regresen será cuando todos tengamos un mejor futuro. Si es como yo lo veo y como los deseos de mi padre fueron imbuidos en mi. Sera el final de su aventura. Vayan, valientes guardianes. Vayan y traigan el conocimiento para regresar el amor a Equestria.
Los chicos no dirían nada, pero en su corazón tendrían el valor nuevamente y caminarían hacia el exterior lentamente. Turime giraría su oxidada cabeza a la vez que su madre sonreía al ver que sus hijos estaban listos para todo. Finalmente les dio un sentido a sus vidas. Una razón de existir. Y no como el guardián hizo de ellos como el quiso.
Nadie ve mi verdad, todos me han criticado desde sus vidas. Egoístas impuros.
Di mi vida por Equestria y lo volvería a hacer. Pero ¿Por qué hacerlo?
Ya nadie valora mi sacrificio, testifican en mi contra. Entonces, ¿Por qué morir otra vez?
Oigo pasos que me vigilan, los escucho hablar, pero no entiendo sus blasfemias.
Puedo caminar, pero su yugo me impide andar.
Siempre hablan de los vivos, pero no recuerdan a sus muertos.
No es justo.
No es justo.
Había tiempo, pero ahora se arrodilla delante de él.
Debo conseguir tiempo. En uno de mis ciclos. Lo conoceré y me sedera el tiempo para llamar a mis guardianes.
