QUE ONDA A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON OTRO CAPITULO MÁS DE ESTA GRAN HISTORIA. COMO ES LO USUAL, DISCULPEN DE MI ATRASO XD CON TODO LO QUE ESTA PASANDO EN EL MUNDO Y TODAVIA CON LO QUE SUCEDE EN ESTA HISTORIA, ME HA HECHO MÁS LENTO DE LO USUAL, AUNQUE QUIERO COMPENSAR UN POCO ESO. ASI QUE SUBIRE DOS CAPITULOS SEGUIDOS. UNA PORQUE ESTE CAPITULO ES MUY CORTO, Y OTRA PORQUE ES INTRODUCTORIO. PARA ALGO QUE SUCEDERA DENTRO DE POCO. YA ENTENDERAN POR QUE, EN FIN. ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO. LOS VERE HASTA LA PROXIMA AMIGOS.


—CAPITULO 38: EL FIN DEL SEGUNDO ACTO —

CAZADORA DE SUEÑOS

Un misterioso espadón cristalino creado a partir de las lágrimas de la Condesa de la amistad en el quinto aniversario de la inexistencia del supremo del amor. El poder del espadón aterro a la condesa que lo recluyo en el fondo de un árbol en el santuario Everfree, pero no contaba que dicho espadón caería en cascos de la princesa de la noche días después al saber su localización. De ahí el nombre actual pero la Princesa de la noche lo utiliza con otros fines ¿Quizás una posible rebelión contra las hijas del rey de Equestria?

Los chicos tenían dos días de haber cruzado la ilusión del guardián. Tenían un buen rato caminando y pese a cualquier inclemencia del día, se mantenían tranquilos. En total silencio, Radiantshield se había acostumbrado ya al exterior que comenzaba a disfrutar de las bochornosas brisas. Raphiel y Pherica comenzaron nuevamente su amistad. Pese a las grandes diferencias la vez pasada que salieron y Reinhardt se mostraba más confiado pues tenía ahora un objetivo claro que evitar que su hermano muriese en el exterior.

Los chicos tendrían en su poder el mapa de su madre y con ayuda del cartógrafo podrían guiarse sin tantos problemas, pero se sentían nerviosos pues aun así no sabrían cuánto tiempo pasaría hasta que encuentren la dichosa iglesia Figueroa.

—Así que el guardián se llama Figueroa—Radiant sonreiría a pesar de la dificultad que tenía para hablar que era notoria con una voz ronca.

—Supongo. Cuando le mencionaban lo hacían con dificultad—Respondería su hermano con cierta emoción, pero las chicas se mostraban escépticas.

—Podría ser. Pero no debemos confiarnos—Afirmaría Raphiel mientras veía al horizonte. En dirección a las indicaciones de Twilight—No sabemos que podría suceder si lo mencionamos tanto.

—¿Por qué? —Preguntaría Pherica a su lado con una pequeña sonrisa.

—Porque es obvio. La maldición sigue sobre el mundo. No me da confianza ese hombre, pero se lo que fue capaz de hacer en vida. Así que no lo tomen a la ligera y sigamos con nuestro camino.

Los chicos se cruzarían con un rio, pero no estarían distraídos de su tema de conversación. Reinhardt saltaría el rio extendiendo sus alas al igual que su hermano y las chicas con el chisporroteo del agua en sus pies.

—¿Por qué no te agrada el guardián? —Radiant se tambalearía y con ayuda de su hermano se recuperaría.

—Porque el guardián no es como lo dicen los libros donde lo veneran tanto. Tu madre piensa que será un ser de bien y de amor, pero cuando lo conocí no fue así.

—Así que si lo conociste—Afirmaría Radiant con una sonrisa maliciosa y ella se sonrojaría.

—Sí, sí lo conocí. Y créeme que no es tan noble como lo aparenta—Raphiel pararía por unos segundos con una gran pesadez, pero seguiría al segundo sin que lo notaran sus amigos—El guardián era muy ¿Cómo decirlo? Humano. Desde que me conoció me tuvo mucho odio, me discriminaba por ser del Limite Divino y no me aceptó aun cuando mi padre me adoptó.

—¿Y cambio con el tiempo? —Pherica tomo de la mano a Raphiel y ella la acepto sonriéndole.

—Quiero pensar que sí, pues con el tiempo comenzó a educarme.

—¿Qué te enseño?

—Como usar su poder—Y los chicos verían a Raphiel con sorpresa mientras subían por una colina.

—No se sorprendan. Simplemente me enseñaba como usar sus poderes en caso de que él muriera en un combate. Me las pasaría mientras el regresaba en otro cuerpo. Pero no malinterpreten. Él nunca me consideró como una heredera como lo piensa en ustedes. Nunca confió en mí.

—Por la historia de mi abuela y sus amigos—Remataria Pherica tratando de sonreírle y Raphiel asentiría.

—La historia del Limite Divino solo se limita a hablar como Sophitia intento conquistar muchos universos con la ayuda de la madre de Phoenix. Alexiel, y también como Alexiel usó a su esposo para seguirse alimentando y tener más poder. Lo único de historia ajeno a eso, es que nosotros los Terranos somos una humanidad muy evolucionada que alcanzó la inmortalidad, pero no se nos explica en que punto de nuestra historia la alcanzamos ni quienes fueron los primeros en tenerla.

—El primero pudo haber sido Arkzrimiel—Radiant no le tomaría tanta importancia a su dialogo, pero eso pondría a pensar a Raphiel—Si lo que creemos es cierto y lo que nos han dicho. Es que él fue el primero en tener ese poder. Quizás él sea el origen del Limite Divino.

—Podría ser. Ya que todos saben que Arkzrimiel les dio vida a los grandes. Entre ellos eran Sophitia y Siegfried. Ya que el resto de los hermanos fueron asesinados por estos dos. Y Arkzrimiel fue mandado al abismo que todos conocemos.

—Quizás el guardián quiere que sepamos más de su pasado para volver a encerrar a Arkzrimiel en el abismo—Pherica caminaría con una gran sonrisa inocente con Raphiel tomada de su mano mientras llegaban a la cima de la colina.

—No podría ser. Ya que eso repetiría esta historia—Los chicos llegarían a la cima de la colina viendo una cuarta parte de Equestria—Ya que todos sabemos que el abismo es un plano atemporal. Tanto está en el pasado como en el futuro. Si el guardián quisiera mandarlo al abismo seria para que todo empezara de nuevo. Comenzaría desde que él fue encerrado allí y todo sucedería y el guardián seguiría en su ciclo sin fin. Pero de otra manera.

—Samael. También la leyenda de Samael habla que él fue prisionero de Arkzrimiel y él mismo causó una paradoja atrayendo a Arkzrimiel al guardián. Así que no tendría sentido.

—Un momento. Chicos—Radiant interrumpiría convirtiéndose en Raminidez.

—¿Qué sucede hermano? ¿Hay peligro? —Su hermano pararía detrás mirando a varias direcciones y seria imitado por las chicas.

—Peor aún. ¿Estamos yendo en la dirección contraria? —Radiant voltearía a verlos con el cartógrafo en pata y con su magia el mapa de Equestria. El primero se deformaba constantemente, a veces mostrando la dirección correcta. A veces, de cabeza o algunas otras como si fueran al revés. El mapa, aunque mostraba el camino, necesitaban del cartógrafo.

—¿Por qué pasa eso? —Pherica se arrodillaría mirando el cartógrafo cambiar de imagen aleatoriamente, Raphiel miraría al sol y vería a este devorando con más prisa la luna y el agujero negro crecía con velocidad.

—Quizás nuestro tiempo SÍ este terminando.

—¿Tienes alguna idea Raphiel? —Reinhardt vería hacia Canterlot y vería la montaña a punto de colapsar y venirse abajo.

—Ya sea el que Ultra y Violeta hayan mencionado el apellido del guardián sin problemas o incluso su mera presencia en este mundo, hayan hecho que este se venga más rápido abajo; Porque el mundo, aun cuando salimos la primera vez y aunque no sabíamos exactamente a donde ir, este no se deformaba. En cambio, ahora que sabemos a dónde ir e inclusive tenemos una guía clara. El mundo ahora se deforma, y vean. Hay más arboles ahora. No tardara mucho tiempo en que esto quede cubierto y sea más difícil transitar.

—Pero podemos volar—Pherica extendería sus alas y se alzaría varios metros, pero no tardaría mucho tiempo en descender con la piel pálida y los ojos blanquecinos—Olvídenlo.

—¿Qué viste Pher? —Radiant vería al cielo intrigado.

—El mundo se mueve…Muy rápido—Raphiel contendría el vómito colocando su mano en la boca apoyándose en Raphiel.

—Así que no solo afecta a la tierra. Sino al cielo. Eso es, malo—Raphiel alzaría vuelo subiendo a la misma distancia que Pherica donde confirmaría su temor. Sus ojos inmediatamente se torcieron por el mareo y su estómago apretaría y sentiría fuertes ganas de vomitar. Se tomaría del estómago y usaría toda su fuerza para ver el paisaje. Y vería como el mundo se deformaba de la misma forma que el cartógrafo. Vería por momentos el castillo de Canterlot, por otros. El mar, y en algunas ocasiones, las orillas del mar, pero también sería capaz de ver una pradera de flores blancas y un fondo blanco.

Raphiel bajaría al suelo cerrando los ojos con un fuerte punzo en los ojos y seria recibida por Reinhardt quien la abrazaría y ella perdería fuerza en las piernas.

—¿Si estamos tan mal?

—Muy mal…—Raphiel abriría los ojos y estos poco a poco recuperaban su color natural—Lo que muestra el cartógrafo es como Pherica y yo vimos el cielo.

—¿A qué se deberá? —Radiantshield miraría al cielo, sentiría esas ganas de alzar vuelo, pero temía terminar como sus amigas—Debemos ir cuanto antes a la iglesia Figueroa…Digo, a la iglesia de los búhos.

—Pero ¿Cómo? —Su hermano le miraría consternado y Radiant regresaría la mirada hacia el frente. Mirando Equestria en aquel estado apocalíptico. No diría nada y simplemente comenzaría a caminar.

—Caminando. Nos tome el tiempo que nos tome, llegaremos. Si lo hicimos la vez pasada ¿Por qué ahora no podremos?

Y los chicos caminaría nuevamente, Reinhardt caminaría con Raphiel y Pherica para ayudarles a caminar. Radiant vería nuevamente el cartógrafo mientras el sol anaranjado caía sobre ellos y en el cielo poco a poco aparecían estrellas fugaces. Señal de que el universo estaba colapsando y las estrellas eran devoradas por algo más aterrador que un agujero negro. Pero los chicos ignorarían por completo eso, pues pensaban que era una lluvia de estrellas común y corriente.

Se perderían en el bosque y verían de nuevo la misma escena; Un gran bosque anaranjado con las ramas de los árboles desnudas y en el suelo las hojas secas que cubrían el pasto marchito. Los chicos no pararían y las pisadas serian su único acompañante musical al romper las hojas o las ramas caídas.

Pherica miraba el bosque con asombro, a pesar de haber estado en ese lugar anteriormente. Le seguía asombrando como es que el mundo parecía estar congelado. ¿Qué era lo que quedaba realmente?

Su cabeza aun había preguntas sobre cómo el mundo se formó, se preguntaba si el mundo deseaba terminar de la forma en la que está ahora. Se preguntaba como terminaría el mundo, ahora con el fin de Equestria o sobrevivirá después de la extinción de toda la vida.

—Nuestra vida también será segada al igual que la suya—Una voz rodeo los oídos de Pherica y ella voltearía hacia donde creía que provenía la voz.

—¿Oyeron algo? —Pherica se acercaría a sus amigos y ellos la mirarían deteniéndose.

—¿Escuchar qué? —Reinhardt miraría a Raphiel mirándole fijamente.

—Una voz, una mujer—Reinhardt miraría a su hermano y este se encogería de hombros.

—No hemos escuchado nada Pher ¿Segura que te sientes bien? —Raphiel tomaría el hombro de su amiga y ella sonreiría apenada y asentiría—Bueno, debemos de seguir adelante. No sabemos a dónde nos llevará este lugar así que debemos de concentrarnos ¿De acuerdo?

—¡Sí! —Raphiel tomaría la mano de Pherica y ambas caminarían detrás de los chicos reanudando su caminata.

Pero Pherica aseguraba que alguien le hablo directamente al oído. Y miraría hacia atrás pero solamente vería el bosque estático. Paralizado con cortas brisas.

Aunque ustedes no nos vean, nosotros sí los vemos. Por milenios ha sido ignorada mi consciencia, pero si toman de mi cuerpo lo que ustedes necesitaron para sobrevivir; verduras, frutas, agua, aire. Y aunque agradecieron eso, me condenaron cuando trajeron al humano a este mundo. A mi mundo, mi hogar.

Han pasado siglos y aun lo sigo condenando. ¿A dónde iremos después? ¿después de aquí? ¿A dónde iremos? Todo este tiempo han sido cegados por su poder, pero no consideran que antes de eso. Fue un humano.

Y como un humano, esta maldita, y siempre querrá poder.

En las profundidades, donde el agua deja de fluir libremente, donde el fuego se asfixia en la oscuridad. Él reside allí, a mi lado. Yo una vez fui el alma del mundo, me conocían como Tierra. Madre naturaleza, Gaia.

Ahora, tú que me ves. Porque te lo he permitido, quiero que reclames lo que él oculto del mundo, porque antes de morir. Repartió sus armas por toda mi piel. Pero está en particular, la escondió. Temía de su poder. Temía de esta arma, por su mirada. Le recordaba a alguien, a alguien que le trajo tanto terror que dejó en ridículo al guardián de la muerte.

Era el hacha del profanador. Del guardián de la destrucción. Chase Morten

Y nunca escuchaste su nombre, es claro. Porque su nombre fue olvidado como el resto de guardianes cuando su mundo se vino abajo y él lo trajo aquí mismo para que se perdiera. O quizás, para atesorarlo y alimentar su enfermedad.

Pherica pararía en seco mientras bajaban por una montaña. Vería al horizonte y vería el mar. No sabia como explicarlo, pero sintió que alguien le hablaba. Alguien le pidió ir a ese lugar. Al sur, al monte Aris.

Pherica tomaría su pecho con melancolía. Con tristeza, y miraría a sus amigos ir cuesta abajo, ignorantes de que se había quedado atrás. Pero temía ir por su cuenta, tenía que decírselo a Radiantshield.

—…Así que si tomamos el libro que le dio nuestra madre a Ultra y Violeta podríamos saber exactamente quienes son la descendencia del guardián e incluso podríamos pedir prestado algo de su poder—Radiantshield le explicaba a su hermano un extraño pero interesante plan para robar los libros de su madre cuando vio a Pherica correr delante de ellos y dar media vuelta con una pequeña sonrisa—¿Sucede algo Pher?

—¡Sí! —Grito Pher caminando hacia Radiant y le tomo de la pata—¡Ya sé a dónde ir!

—¿Sí? ¿Cómo? —Raphiel se cruzaría de brazos mientras Pher se reincorporaba señalando hacia el mar.

—Debemos de ir a la costa—Y los chicos cruzarían miradas extrañados pues era inesperada la reacción de Pherica y todavía la dirección que señalaba.

—No tiene sentido ¿Para que ir al mar? —Reinhardt daría un par de pasos hacia aquella dirección mirando a Pherica—Debemos de ir al noroeste, ahí esta la iglesia de los búhos.

—Sí pero ya vimos que pasa cuando avanzamos. ¿Ya notaron? Íbamos caminando por el bosque y sin darnos cuenta terminamos en una cuesta debajo de una montaña—Radiant miraría hacia atrás confuso, tenía un punto, pero no se sentían del todo confiados.

—Bueno. Realmente no sabemos como funciona el mundo—Radiant se sentaría colocando su pata en la barbilla—Aunque tampoco sabemos como es que el ir a la costa nos lleve a nuestro destino.

—Quizás su idea tan descabellada sea una respuesta—Raphiel miraría hacia la misma dirección donde había apuntado Pherica—Porque eso es un hecho; El mundo está de cabeza, ¿Qué tal si hay que actuar de la misma manera?

—¿No actuar con lógica?

—Podría ser. Nunca sabemos que pasara al pasar el próximo árbol—Radiant vería a su hermano y a las chicas con la misma pose meditando.

—De acuerdo. Vayamos hacia allá. Quizás tengan razón las dos. Quizás si vamos "de espaldas" lleguemos antes a la iglesia.

Y los chicos retomaron camino nuevamente y avanzaron hacia el sur con la idea de Pherica y Raphiel. Si ambas estaban en lo correcto, en especial Pherica. Podrían llegar lo más pronto posible a la iglesia de los búhos.

Aunque no contaban que los observaban a la distancia. Un ser volador no identificado que sobre él tenía un pony y un humano. Viendo a los chicos perderse en la fauna del mundo apocalíptico.