BUENAS A TODOS, AQUI BRAVETHUNDER REPORTANDOSE CON OTRO CAPITULO MÁS DE ESTE GRAN FIC. VAYA, SI QUE HA PASADO MUCHO TIEMPO;
QUIEN DIRIA QUE EN CINCO AÑOS PASARIAN MUCHAS COSAS, PERO ENTRE LAS MÁS IMPORTANTES ES EL CRECIMIENTO DE ESTA HISTORIA, A TAL GRADO QUE FINALMENTE TENGO DECIDIDO LO QUE HARE EN EL FUTURO PROXIMO, NO PARA FANFICTION. SINO PARA UNA EDITORIAL, Y ASI COMO LOGRE CREAR UNOS HERMOSOS MUNDOS EN ESTOS CINCO AÑOS, HARE LO NECESARIO PARA LLEVARLOS POR TODO EL MUNDO, QUIERO QUE MI HISTORIA, MIS AMADAS HISTORIAS LLEGUEN A TODOS LOS RINCONES DEL MUNDO Y PARA MI PROXIMA META ES QUE PARA EL OTRO AÑO LLEVE MI PRIMER PROYECTO A UNA EDITORIAL POR LO QUE HARE UN VIAJE POR LA CIUDAD DE MEXICO Y GUADALAJARA PARA HACER ESO POSIBLE, NO SE COMO LO HARE Y ME DA MUCHISIMO MIEDO HACERLO PERO LO HARE PORQUE, TUVO UN GRANDISIMO IMPACTO TODO LO QUE HICE DESDE EL AMOR NUNCA MUERE HASTA AHORA, LOS ULTIMOS GUARDIANES, Y VERAN. QUE EL FINAL DE ESTA HISTORIA SERA EL NACIMIENTO DE OTRA MIL VECES MÁS GRANDE, MUCHO MÁS GRANDE DE LO QUE NUNCA HAN VISTO ANTERIORMENTE, AUNQUE NO TODOS VOLVERAN PUES, PARA ESA NUEVA HISTORIA HABRA MILES DE CAMBIOS. ¿CUALES? PRONTO LO SABRAN PERO TIENEN QUE CREER TODO LO QUE HAN LEIDO Y SI HAN PRESTADO ATENCION A LAS ARMAS, YA NO HABLAN DE EQUESTRIA NI NADA DE LO QUE HICE ALREDEDOR DE ESTE HERMOSO REINO.
SIN MÁS QUE DECIR, ESPERO LES GUSTE ESTE CAPITULO TANTO COMO A MI AL ESCRIBIRLO, LOS VEO HASTA LA PROXIMA.
AH SI, ANTES DE QUE SE ME OLVIDE. FELIZ QUINTO ANIVERSARIO A "LOS ULTIMOS GUARDIANES" QUE AYER CUMPLIO SU QUINTO AÑO DE EXISTENCIA ;)
—CAPITULO 56: IRA—
Catalejo estelar
Aunque esta no sea un arma, este catalejo permite ver más allá de las estrellas, más allá del abismo estelar que rodea el mundo. Fue fabricado por un enano en los bosques de Althimheim antes del cataclismo. Muy poco se sabe del paradero de esta arma, pero se sabe que aquel que la posea vera más allá de la verdad.
—He vuelto—Hablaría el Rey Arturo entrando a la habitación mientras que su grupo entraba apenas al palacio alarmadas por el fuerte estruendo.
Las gobernantes de terranova se quedarían aterradas mirando la imponente figura del Rey de Equestria, con su grandísima capa arrastrando por el suelo, ambas no podían creer lo que veían y conforme el Rey se acercaban caían en cuenta que sí. Que el Rey había regresado de entre los muertos.
—¿Arturo? —La reina Phoenix se levantaría de su trono mirando al Rey, pero sería aplastada por una magia oscura proveniente de la mano del Rey. Se sentía el odio.
—Quieta, reina de porcelana. No te vayas a romper—El Rey bajaría la mano dejando de meter presión sobre la reina—No he venido a saludar.
—¡Arturo! —Krysta desenvainaría sus cuchillas, lista para atacar al Rey, aunque estaba sobrado que le temía.
—¿Apoco piensas atacarme Krysta? —El Rey sonreiría mirando a las hermanas divinas—No conviene causar un conflicto en Equestria. ¿O sí? —Krysta se quedaría estática mirando al Rey con enojo por la agresión hacia su hermana con grandes gotas de sudor recorriendo su frente. Miraría a su hermana y la reina con la vista le diría que guardara la calma, enfundaría sus cuchillas tratando de reincorporarse—Asi me gusta. Tenerlos sometidos a mis pies.
—¿A que vino Arturo? ¿Cuáles son sus intenciones en mi reino?
—¿Tú reino? —El Rey reiría burlón encogiéndose de hombros—Querida, tú reino. Es MI REINO. Y lo que tu hagas. Lo debo de aprobar yo. Y haz hecho cosas que no apruebo para nada.
—¿Cómo que cosas, Arturo? —El tono de voz de la reina cambiaria drásticamente, sabía que el Rey había ido para crear conflicto.
—Como el culto que tienes hacia el guardián del mundo—El guardián imitaría la reacción de la reina, mirándose fijamente tras un largo rato. En silencio.
—¿Y qué sí valoramos al guardián? —La reina se levantaría de su trono con una postura firme pero el rey no se sentiría intimidado por ella.
—Mucho, Phoenix. Mucho, como por ejemplo que mi pueblo morirá en el arrebatamiento, mientras que ustedes. Cobardes, serán salvados por ser corderos.
El guardián caminaría hacia la reina sacando de la palma de su mano su arma oscura, aquella hoja etérea capaz de rasgar la creación.
—¿Acaso piensa batirse en duelo contra mí? —Preguntaría Phoenix con una tenue sorpresa, pero también haría lo mismo; de su mano derecha materializaría su espadón dorado enterrándolo con fuerza en el mármol agrietándolo.
—¿Acaso eso fue retorica? —El rey se detendría a pocos pasos de la reina, al pie de la docena de escalones que llevaban al trono de la Reina de Terranova—Tienes una última oportunidad Phoenix, detén ese estúpido culto hacia el guardián. Los va a traicionar, asi como traiciono Equestria.
—¿Y condenar tambien a mi pueblo? ¿Acaso crees que no lo sabemos? El guardián salvara a los que son dignos de su luz, a los que son capaces de sobrevivir el cambio de deidad. Aquellas almas dispuestas a desprenderse de esa poca humanidad restante, a quitarse a Arkzrimiel de encima.
—¿Asi que ya sabes? ¿Ya sabes a quienes va a salvar y a quienes va a devorar?
—No todos, pero mi pueblo sí será salvo de su colera. Equestria, merece morir.
—Eres igual que Sophitia; Egoísta y cobarde—Y el Rey aumentaría el vigor de su hoja oscura acrecentándola, comenzaría a emanar un poder más grande que a su alrededor se podía ver la oscuridad de la creación.
—Y tu sigues siendo el mismo de siempre; Patético y sin razón—Y el Rey reiría entre dientes sin dejar de ver a la reina.
El rey se abalanzaría y ella haría lo mismo chocando sus hojas en un fuerte estruendo que haría temblar todo el palacio, como un trueno y ambos se repelerían por el impacto. El Rey cayendo de rodillas y la reina de pie indemne. El rey se repondría y avanzaría velozmente girando su hoja sobre su muñeca con una gran destreza, la reina caminaría hacia el Rey y en un tajo bloquearía su ataque, aunque no contaba que era el Rey de Equestria, no lucharía de forma limpia. Al chocar ambas hojas, el Rey con su mano libre daría un puñetazo en el rostro de la reina que la haría perder el equilibrio.
Tal acto sucio impactaría a todos los presentes, no era una lucha justa, era una lucha de resistencia. Krysta intentaría detener el combate, pero sería detenida por Shanalotte, quien se pondría delante de ella con la misma mirada colérica de su padre. Y ahí vería todo; Estaba CloudChaser y la infame hija de este. Ambas apoyando al Rey al igual que la Reina.
Arturo retrocedería varios pasos sacudiendo su mano por el golpe, riendo.
—Tienes la cara muy dura. Ya veo porque Sophitia te usaba para el combate—El Rey guardaría momentáneamente su hoja para calmar el dolor en la otra mano.
—No tienes modales de pelea—Diría la Reina enterrando su hoja en el suelo, limpiándose la sangre dorada de la boca—Con razón sigues siendo un salvaje.
—¿Cuándo he tenido modales? —El Rey volvería a empuñar su hoja oscura.
La Reina tragaría el resto de su sangre y ambos se lanzarían en otra ronda.
El Rey trataría de someter a la reina con tajos rápidos y cortos haciéndola retroceder a sabiendas que ella tenía una enorme defensa gracias a su espadón. Al hacerla retroceder varios pasos hacia uno de los muros. Ella daría un brinco enterrando su hoja en el suelo y girando sobre el mango daría una fuerte patada en la mandíbula del Rey casi arrancándosela del golpe gracias a sus pesadas botas de oro. El Rey retrocedería varios pasos perdiendo grandes cantidades de sangre escurriendo por su boca, miraría a la reina sin temor, con la mandíbula colgando. Se pasaría la mano por la mandíbula acariciando su rota quijada mientras que la reina esperaba que se rindiera por el fuerte golpe.
No fue así.
El Rey miraría a su esposa, impactada por la grave herida. Ella quería ir a socorrer a su esposo, pero al dar un paso, el Rey se arrancaría la quijada con un crudo quejido de sus huesos, aterraría a toda la sala y a la misma reina, que vería como un acto de locura, aunque eso no detenía al Rey. Al tener su mandíbula en mano, la aplastaría desperdigando los dientes a su alrededor dejando una masa carmesí en su puño y la uniría a su hoja oscura, siendo devorada.
—Arturo. Detenga eso—Hablaría la reina con temor, con temor a la locura naciente del Rey.
Él no respondería.
Pasaría su mano por el orificio que una vez era su boca y una tela oscura cubriría la mitad de su rostro y correría hacia la reina nuevamente, pasmada por su irresponsable cuidado no atacaría al Rey, se mantendría en defensa mientras el Rey intentaba acabar con su vida. El Rey lanzaría largos tajos oscuros que al chocar con la hoja defensiva de la Reina se estremecería el suelo en terremotos colapsando parte de la estructura de la sala y quebrando el suelo a su alrededor.
La Reina Phoenix finalmente vería la nueva naturaleza del Rey. Ya no era el Rey Arturo. Era otro individuo, un nuevo ser nacido del antiguo Rey de Equestria. Vería en sus ojos un mundo oscuro, un mundo caótico. Un mundo lleno de sufrimiento y muerte. Un Reino oscuro.
El rey al ver sus intentos de asesinato frustrados, retrocedería y con su mano libre, sanaría su herida en el rostro. Creando una nueva mandíbula, crearía de la oscuridad de su magia tejido nuevo, músculos y dentadura, la nueva carne se uniría a la ya existente de manera tan precisa que no dejaría una cicatriz alguna y una vez al cerrarse toda la carne miraría a la reina nuevamente. Satisfecho.
—Este combate no tiene propósito—Expresaría el Rey con una sonrisa—Ya has visto la verdad. Tras la mentira del guardián.
—¿Qué es usted? —El Rey no respondería y daría media vuelta mirando a su esposa y compañía. Seguían impactadas por todo el espectáculo.
—Soy algo más que tu preciado guardián. Soy su más grande miedo—El Rey miraría a Angela, aterrada del Rey. Phoenix había notado finalmente la presencia de las fugitivas. ¿Cómo no lo notó?
—¿Qué harás con ella Arturo? —Phoenix guardaría su hoja mirando al Rey y este trataría de sonreír.
—Traeré la paz a este mundo. Y no será como lo hiciste tú—El Rey se arrodillaría delante de Angela, cambiando su expresión hacia ella. Ahora a ojos de Angela, el Rey tenía la apariencia de un niño—Angela. ¿Podrías prestarme tu poder? Es hora—Y Angela vería a su madre, y CloudChaser miraría al Rey. Dudaría en decirle a su hija que le prestase su poder, pero al ver el gran poder del Rey. El negarse, les costaría la vida a ambas. CloudChaser asentiría, y Angela tambien—Shanalotte.
Y Shanalotte crearía un muro de magia alrededor del Rey y compañía. El Rey se reincorporaría mirando a la Reina.
—No lo haga Arturo, no sabe lo que hace—Hablaría Krysta paralizada desde su lugar. Sus manos temblaban con vigor.
—Oh, claro que se lo que hago. Vengo de más allá de la verdad—El Rey voltearía a ver a Angela—¿Lista?
—Claro—Y Angela sacaría de su cuerpo aquella hoja de obsidiana y plata. El Rey miraría con admiración tal arma mortal, veía en sus ojos que emanaba parte de la magia de Angela. Tenía su alma dentro de dicha hoja. Angela enterraría el espadón en el suelo tomándolo del mango y con su otra mano al Rey—Estoy lista.
—Gracias, Angela—El Rey miraría a la Reina Phoenix y miraría el palacio a su alrededor, viendo como todavía habían erigido estatuas a los villanos de Equestria—Siegfried, Sophitia, Alexiel. Todos son monumentos a sus pecados. Ninguno de ellos merece ser recordado. Al igual que ustedes.
—Nuestro pueblo no morirá—Nuevamente hablaría Krysta—Hemos sobrevivido al abismo.
—Oh sí, claro. Sobrevivieron al abismo, pero no sobrevivirían en mi mundo. En mi reino oscuro—El Rey extendería su mano izquierda y forjaría en la palma de su mano toda la oscuridad que había en su cuerpo. Una magia que finalmente notarían todos; No era la magia del Rey Sombra.
La reina Celestia vería eso con sorpresa. Pues, en la antigüedad. Cuando el Rey Arturo manifestó dicha magia oscura, aun podían verse atisbos de bondad, pues. Por muy cruel que fue el Rey Sombra, la bondad habitaba en una parte de su ser. y cuando se combinó con la de su esposo, podía ver más bondad en esa magia oscura. Ahora, lo que ve ahí dentro. Es maldad, muchísima maldad. Su amoroso Rey había muerto hace ya mucho tiempo.
La esfera gelatinosa delante de ellos mostraba una gran torre de acero y carne con los cielos llenos de sangre y bajo esta, un pueblo. Un pueblo con la arquitectura de edificios de Canterlot.
Todas verían aquella versión del mundo. Aunque solo la Reina y Krysta sabían la verdad; Es el lugar donde el guardián iba a mandar a los indeseados.
El Rey tomaría la magia de Angela, sintiendo el poder divino recorrer su cuerpo hasta llegar a la palma de su mano y materializarse de un color blanquecino; Angela tenía sangre divina pero no tenía la pureza de alguien de su especie. Había nacido como algo mundano, algo sin valor para el pueblo divino y algo sin amistad para el pueblo Equestre. Era magia pagana. Pero era el ingrediente perfecto para crear algo nuevo.
El Rey mezclaría su magia con el de Angela para mezclar ambos colores, aunque naturalmente la oscuridad perdería fuerza, se transformaría en una magia dorada oscura con líneas negras. Era la nueva magia.
—Nuevo mundo, nueva magia—El Rey al tener el poder necesario de Angela la soltaría y ella caería arrodillada apoyándose en su espadón debilitada mientras el Rey finalmente acababa con su labor—Y, por ende. Nuevas reglas. Denle la bienvenida a mi poder. La magia primigenia. La magia que manchara a su pueblo para siempre.
Y el Rey reventaría la esfera y se regaría en todo el palacio como un polvo fino saliendo por las puertas principales, aquellos que la inhalarían primero serían los guardias de la reina, quienes tendrían síntomas de debilidad y la blancura de sus alas se manchaba y perdiendo tonalidad hasta llegar al exterior del reino, toda Equestria se cubriría de ese polvo blanco hasta salir fuera de la ilusión, los Equestres no se vieron afectados pero aquellos humanos divinos del exterior sí, caerían como enfermos al suelo mientras el mundo de Equestria se cubría de esa magia. Y era claro, el guardián notó ese enorme crimen, enfurecería, pero no intervendría. Pero aun asi, con todas las ganas que tenga de detener al Rey. No haría nada. Porque el tendrá sus razones para no intervenir.
—¿Qué hiciste? —Preguntaría la reina confundida—¿Qué hiciste con mi pueblo?
—Tu pueblo ahora cargara con el peso de un millón de vidas. Cuando este mundo llegue a su fin, ellos nunca olvidaran de donde vinieron—El Rey daría media vuelta Acomodando su capa detrás de él—Vámonos.
Y todos se quedarían mirando en silencio la enorme presencia del Rey. Shanalotte podía ver en la espalda de su padre una mujer de apariencia humanoide viendo hacia atrás. De larga estatura y cabello multicolor con ojos violetas y un vestido blanco. Parecido al de su madre, pero era claro, ese ente no lo era. Esa mujer miraría a Shanalotte y la saludaría hasta desvanecer. ¿Sera ese un espíritu de aquel Reino oscuro?
Todos los presentes seguirían al Rey dejando atrás a la familia divina, paralizadas por tal atrocidad cometida por el Rey. Ahora todo el mundo sabrá lo que hizo el guardián del mundo para salvarlos. Aunque le agradezcan, en el fondo sentirán pena por aquellos que no se salvaron. Para toda la eternidad.
El peso del Rey alrededor de su familia era abismal, tenia el poder de un Dios. Un Dios humano, un Dios que era el opuesto perfecto a Arkzrimiel, subirían al dragón y el sin decir ni una palabra a Freya partirían vuelo, Celestia. Su esposa, intentaría acercarse a su esposo. Porque amado ya no es.
—¿Arturo? —Hablaría Celestia con temor mientras el Rey dirigía a Freya al exterior de la ilusión—¿Por qué hiciste eso?
—Porque esos humanos deben saber la verdad; Aquel que veneran masacrara una especie entera para cumplir con sus deseos egoístas. Por eso lo hice.
—¿A dónde iremos ahora? —Preguntaría CloudChaser viendo como la tela de la ilusión se rasgaba al pasar.
—A ver a un lobo solitario; Un lobo blanco.
Al pasar la tela, la misma Shanalotte usaría su magia para sanar la ilusión, aunque estaba mal para su padre hacer eso. Todavía no era el momento de que los Equestres vieran la verdad de su mundo. Equestria moría.
El Rey veía el panorama, aquellos bosques infinitos de hojas marrón. Señales de un otoño infinito y un cielo carmesí con el sol y la luna al borde del colapso; Ambos astros estaban ya en las últimas, la luna se encontraba con sus últimos trozos blancos y el sol ya casi se apagaba por completo con las ultimas llamaradas colisionando con el agujero negro en el centro. Cuando ambos desaparezcan. El guardián del mundo va a regresar.
Esto haría entristecer a la Reina, las lágrimas recorrerían su rostro al ver su astro siendo devorado por la oscuridad de la creación. Aquello con el que ella trabajo todos los días desde que tiene memoria para el porvenir de su pueblo. Lagrimas que mancharían su pelaje pues el sol era la esperanza y la prosperidad y la luna el descanso y la paz. El rey, sentiría algo de pesar y le daría un pañuelo a su esposa, mientras el maldecía al guardián pues asi como su esposa amaba traer los días a Equestria, el amaba ver como empezaban tales días. Con un cálido abrazo del sol.
CloudChaser, al ver tal escena. No podía evitar sentir miedo, comprendía que aun no era un hecho que se iban a salvar del fin del mundo pues el Rey tenia el poder divino de su hija más el poder del Rey Sombra. Y desconocía si tenía dentro de su malvado cuerpo otro tipo de magia desconocida, pero quería creer en la palabra del Rey de Equestria. Que salvaguardará a su hija que se encontraba en un estado muy débil, pues su sistema tardará siglos en reponer la magia perdida.
Shanalotte, quería entender lo que su ojo clarividente veía, al ver a su padre. Veía cosas preocupantes; Veía la silueta de un hombre de pie sobre una pila de cadáveres. Tanto humanos divinos como Equestres con un cielo oscuro y truenos a su alrededor, en su mano portaba una hoja ondulada mientras que la capa ondeaba con el viento. Su imaginación la hizo escuchar un órgano desafinado mientras veía aquella figura llena de sangre inocente. ¿Sera ese su padre? ¿Acaso su padre ahora es un ser aun más cruel que el guardián del mundo? Eso no lo podía ver. No con certeza.
Cruzarían el mar y al sentir las brisas gélidas el Rey, sin mover ningún musculo crearía un campo mágico alrededor de su dragón. A diferencia de la magia tradicional, este escudo de color marrón dejaba una sustancia gelatinosa en el aire hasta desaparecer. Era magia que no era compatible con la esencia de Equestria. Una magia pagana.
Les tomaría poco tiempo poder ver a la distancia un gran trozo de hielo en medio del mar, con pequeñas montañas de hielo en toda su extensión y en medio de una verían al gran lobo blanco. El Rey sonreiría cruzando miradas con el lobo a pesar de estar a cientos de kilómetros de distancia.
El dragón descendería gentilmente sobre la cama de nieve y el Rey cortaría la ventisca a su alrededor con su hoja ondulada mostrando el cielo azul y un sol resplandeciente. Maravillaría la hermosa escena a todos los presentes por igual, era un paisaje hermoso, un paisaje tranquilo. El Rey miraría aquel hijo del guardián y este le miraría por igual.
—¿Dónde estamos? —Preguntaría CloudChaser mirando a su alrededor.
—En el pasado—El Rey respondería seco bajando de su dragón mirando aquel lobo blanco a la distancia—Estamos en la época cuando el guardián del mundo se encontraba en la tierra bajo otro nombre. Antes de pelear con Blackpegasus.
Todos se sorprenderían. ¿Cómo viajaron al pasado? Shanalotte miraría a su madre y ella estaba desconcertada. ¿Acaso serán capaces de ver como era Equestria antes del caos apocalíptico? Su madre tenia deseos de ir. Deseos de advertirse de lo que pasará en los próximos siglos, mirarían a CloudChaser y ella tambien tenia deseos de ir, de buscar a su hermana Flitter. De abrazarla una última vez.
—No lo intenten. Invasores—Hablaría el lobo bajando de la montaña de un gran salto, cayendo frente a los presentes—El estar en el pasado no significa que puedan cambiar las cosas a su antojo.
—Llanas—Interrumpiría el Rey mirando al gran lobo blanco—Aquel que fue resucitado tras fracasar como líder.
—Al igual que usted. Rey Arturo—El lobo respondería sin dudar, su voz provenía de su hocico, pero sus labios no mostraban movimientos. El Rey sonreiría aceptando las palabras—¿A que se debe la intromisión a mi territorio? ¿Por qué no debería de matarlos ahora mismo?
—Pues entonces deberías de matarnos—El Rey extendería los brazos con la misma sonrisa, con su capa ondeando por la suave ventisca—Porque venimos sin razón alguna.
El lobo guardaría silencio, mirando al Rey. Notaria algo diferente, no es el mismo individuo que se encuentra viviendo con una princesa del sol en esos mismos instantes. Tenia un aroma diferente, tenia un aroma a putrefacto.
—Usted sigue muerto—Llanas retrocedería medio paso al ver al Rey y vería finalmente sus ojos. Estaban vacíos, había visto algo que las gobernantes de Terranova no habían visto—Asi que trajeron un ser sin alma de regreso. ¿No es asi, altezas? —Miraría a Shanalotte. Sabiendo que eran dos personas en el mismo cuerpo.
—Igual que su amado salvador.
—Pero el guardián del mundo no se pudre con el pasar de las horas. ¿Qué pretende Arturo? ¿Qué pretende a venir al pasado a invadir mi hogar?
—Lo mismo que hice con la Reina Phoenix. Llenar de enfermedad esta creación.
Y el Rey expulsaría de sus manos aquella magia oscura que cubriría el mundo velozmente, cubriendo cada rincón de tierra, de mar y de ser vivo de aquella magia pagana. Toda Equestria se cubrió de esta oscuridad al mismo tiempo en la tierra, un joven Arturo luchaba contra un malvado doctor por la vida de su esposa pero al mismo tiempo un joven humano, traído a Equestria se preparaba para el ultimo combate contra un ser proveniente del futuro mientras era devorado por la magia del abismo del malvado Samael.
Mientras la magia cubría el mundo, el Rey comenzó a relatar una historia del futuro, pero escrita en el pasado.
En el pasado. O bueno, en el futuro. En uno de los tantos reinos de la nueva creación, nacería entre una pequeña y marginada manada, un lobo. De nombre Llaneri. Al nacer, sus padres. Verían que tenia pocas posibilidades de sobrevivencia pues había nacido con un cruel defecto. No podía ver ni oler. Al ser lobos con esencias mágicas entendieron por instinto que su hijo no tenia futuro en el gélido ambiente en el que Vivian, pero tampoco podían dejarlo a su suerte con el resto de la manada, pues. Aun siendo una manada reducida, tenían costumbres firmes; Todo cachorro con una malformación tenía que ser sacrificado en el momento pues seria una carga para el resto de la manada y no un eslabón funcional para la supervivencia de esta.
Cabe destacar que, Vivian en el continente de Helitalia. Una región al norte del mundo, una zona en la que ningún hombre o ser mágico anteriormente había visitado pues no existía medio de transporte capaz de soportar las extremas bajas temperaturas para alcanzar tal región, pero a la distancia podía distinguirse una isla con una gran edificación de cobre. Ahcamoth.
Los padres del débil Llaneri tendrían que tomar una de las decisiones que marcarían el futuro, no solo de su hijo. Sino de toda su especie; Acabar con los lobos ancestrales de su manada. Seres con una longevidad tan larga que presenciaron la creación de ese mundo y se mantuvieron en vida gracias a la magia de una deidad imperfecta, un ser que no era un humano pero tampoco un Dios. Un ser que crearía ese mundo para mandar allí a un hijo maldito, a un hijo que no poseía alma.
Sus padres tuvieron que acabar con los tres lobos ancestrales y una vez terminada su labor podrían cambiar las reglas de su manada. Pero no contaban que habría una cruel lucha de por medio, sus padres pelearían sin descanso contra los lobos mientras mantenían escondido a su hijo bajo las gruesas cobijas de nieve pues las motivaciones de los padres de Llaneri a ojos de los ancianos era una fría traición, para ellos fue amor.
La lucha terminaría, ambos padres sobrevivirían, a medias. Pues perderían sus instintos de caza y su olfato en el proceso, pero su valor seguiría intacto, pues al acabar con los lideres. Ahora ellos serian los lideres de su manada y asi empezaría su linaje. Hasta que el guardián del mundo intervino, y los trajo a Equestria.
Los expropiaría de sus tierras, de su hogar donde la humanidad futura vivía con la magia futura, una magia primigenia. En la que un humano lideraba a todos con desigual pues, al tener una naturaleza oscura preferiría tener a los seres mágicos como seres inferiores, pero disfrazaría toda esa discriminación con la luz de bondad de su reina, una esposa falsa que le hacía de apoyo para levantar la moral de dicho pueblo.
Sus padres y Llaneri llegarían a Equestria, y el mismo guardián les crearía un falso recuerdo de manada, de ser el linaje dorado cuando se habían llenado de sangre para seguir sobreviviendo, el guardián. Les ofrecería regresar los instintos perdidos de su hijo a cambio de un alto precio. Sus padres accederían sin dudar a pesar de que condenarían a su hijo para toda la eternidad.
¿Cuál fue ese precio? La vida de sus padres y ser Llaneri un hijo para el guardián.
El Rey Arturo miraría a Llanas, bautizado de esa forma por el guardián del mundo. El lobo blanco miraría con enojo al Rey, pero se mantendría estoico. Porque no podía enojarse con una verdad, no podía enojarse, pero su ira nacía pues esa era una historia que no debía de saberse hasta después del arrebatamiento del mundo. Una historia perteneciente a un libro primogénito para el autor de los siete reinos.
—Llanas. Llaneri, como sea que te llames. Debes de saber a lo que vine.
—Sí—Y Llanas retrocedería mostrando un enorme frasco de cristal, con una tapa de oro con cadenas a su alrededor—Supongo que vas a cumplir con tu cometido.
—¿No te vas a interponer en mi camino? —El Rey caminaría a la vez que Llanas reiría.
—¿Para que interponerme? Si tu destino ya está marcado—El Rey se detendría delante de Llanas, ambos mirándose a los ojos—Además. ¿Por qué evitar que tu seas el origen de mi nacimiento?
El Rey ocultaría el impacto de las palabas de Llanas, pero no entendía por qué ¿Sera que sus planes dan origen a la existencia de Llanas en el reino del cobre? El Rey tomaría con cautela el gran frasco, sus dimensiones eran las de una lampara de aceite del tamaño de una cabeza humana. ¿Cuál será el ultimo paso para el Rey?
—Debería de agradecerte Llanas, pero ¿Qué caso tiene? Si tu accedes, es porque tu padre tiene planes todavía conmigo. O quizás es demasiado idiota para ayudarme a matarlo.
El Rey tomaría con firmeza el gran frasco haciendo resonar las cadenas que lo sujetaban, daría media vuelta hacia su esposa y compañía, miraba fijamente a su esposa. Entre tristeza y rencor.
—¡Podrá cambiar su destino Rey Arturo, pero tu cargaras con toda la culpa!
EL Rey no respondería, pero dejaría que el peso de su capa cubriera toda su espalda, sabia el crimen que cometería, pero trataría de ignorar la gran maldad que va a provocar. Pues esa gran maldad seria lo mejor que haría para mantener a salvo su amado pueblo de la ira del guardián. Pues la mitad de Equestria será usada como combustible para alimentar las historias de los nuevos herederos del mundo.
El Rey subiría al gran dragón junto con su compañía y alzarían vuelo dejando con prisa el gran trozo de hielo mientras que al horizonte tras ellos se vislumbraba la gran torre de cobre con un haz de luz naciendo del corazón de la misma. Una historia estaba naciendo.
El Rey regresaría de hombros caídos sentado dando la espalda a su gente, quien veía como se aferraba al frasco. La energía que emanaba el Rey era abrumadora, no era de odio, era de tristeza. Se sentía triste el Rey, deprimente.
—Arturo—Hablaría su esposa. Y el Rey voltearía ligeramente—¿Para qué es ese artefacto?
—¿Este? —El Rey giraría su cuerpo dando la cara—Es un artefacto proveniente de uno de los reinos de Arkzrimiel. Sirve para conservar la naturaleza de todo ser vivo. No importa lo que pase, no importa quien borre la creación. Este dispositivo mantendrá intacta el alma de un ser vivo.
—¿Uno? —Preguntaría CloudChaser—¿Por qué solo uno?
—Porque esta diseñado exactamente para un solo ser vivo; Uno con magia tan poderosa como la del guardián.
—¿Para qué? —Preguntaría nuevamente—Si es para almacenar, no nos ayudaría tanto para usarlo en su contra.
—No es para un ataque ofensivo. Es para provocar un desbalance. Si fracasamos, usare este frasco para conservar la esencia mas pura de Equestria. Algo más fuerte que la magia de la amistad, algo que trascendió siglos y fue cambiando su nombre con el paso del tiempo. Aunque en esencia, siga llamándose de la misma forma.
—¿Quién tiene ese poder? ¿Lo conocemos? —El Rey guardaría silencio a la par de las cadenas se soltaban haciendo un fuerte pero fino golpe metálico contra el asiento de cuero de la dragona.
Todas sabían que el Rey estaba completando parte de su plan, pero no sabían la finalidad; Entendían que era para acabar con la tiranía del guardián del mundo, pero no sabían con qué herramientas lo harían, únicamente tenían como defensa aquella magia primigenia que obtuvo de Angela, pero no el uso del frasco de cristal. ¿Quién era ese ser que poseía ese poder igual de fuerte que el guardián?
El dragón en vez de regresar a Canterlot tomaría rumbo hacia Ponyville, con su intrusión y a Terranova alerto a toda la población de lo que tramaba; quería matar a Radiantshield y Reinhardt. O eso era lo que creían, conforme el dragón avanzaba velozmente podían ver en silencio como todo el reino de Terranova aparecía en los cielos cruzando cientos de portales dorados liderados por la figura de la reina Phoenix en la parte delantera y su hermana al final de todo el pueblo, el Rey se tomaría del pecho con mucho miedo, sabe lo que pasara ahora, era el final de Equestria.
El final de una era.
Todo Ponyville presencio como miles de seres alados cubrieron el cielo rumbo al castillo de cristal y el Rey con temor se acercaría al mismo destino del lado opuesto al ejército angelical, no quería que en un momento de locura fueran atacados con tal de evitar la resurrección del guardián del mundo, el supuesto salvador de Equestria. Con su bota golpearía el lomo de Freya en repetidas ocasiones para que comenzará a descender a la par que lo hacia la Reina Phoenix.
En escasos metros del suelo daría un salto a la vez que la reina se dejaría caer haciendo crujir sus botas doradas para caminar con prisa con su hermana por la espalda y detrás del Rey le seguiría Celestia, ambos abrirían cada extremo de las pesadas puertas y caminarían con prisa, con emoción y temor. Uno quería que regresara, el otro quería matarlo.
La multitud detrás de ellos inundarían el gran salón del castillo mientras que la familia real se abría paso entre los cientos de ángeles que esperaban el regreso del salvador del mundo, aquellos que sabían que sobrevivirían al arrebatamiento.
Lo que no se esperaba ninguno de los dos bandos; Es que al abrir la puerta hacia la sala del trono no encontrarían aquel enorme lugar con los seis tronos de las academias de Equestria sobre el trono de Twilight, no, encontrarían aquella minúscula sala con la mesa de piedra en el centro con Radiantshield, Reinhardt, Twilight Sparkle y Samael al final, todo el grupo estaba temeroso de lo que se encontraba en la mesa de piedra y el Rey comenzaría a sudar sangre de la gran presión sobre su pecho al identificar lo que se encontraba sobre la mesa, cada musculo de su piel comenzó a temblar del gran temor de lo que sus ojos y su cerebro presenciaban, la reina Celestia veía con gran temor y a la vez con gran coraje reflejado en uno de sus ojos, ese color naranja representaba de aquel poder solar que deseaba con cada partícula de su ser quemar aquello que se paraba delante de ella.
CloudChaser hizo una gran mueca mostrando sus dientes en ira hacia aquella figura y su pelaje se había erizado junto al ritmo de su corazón acelerado armándose con la magia profanada del colgante dorado, Angela se tomaba del pecho con una emoción mezclada de amor y odio, pues era la primera vez en su joven vida la figura de aquel ser que le dio la vida y ahora estaba a punto de arrebatársela.
Todos miraban con gran temor ante aquello, pues no solo era la señal que la era en Equestria iba a terminar, era la señal de que el mundo como lo conocen estaba a punto de desaparecer, aquello que todo lo que conocen perecerá y nunca más sabrán lo que se viene después.
E incluso, Twilight Sparkle, temía de lo que podría pasar pues tenia conocimiento del futuro próximo, paginas ya escritas por el mismo guardián. Lo que no sabia era que iba a pasar con ella y su familia, pero una piza de su ser estaba en claro;
El guardián del mundo, el supremo guardián del amor y de la amistad…
—Ha vuelto—Hablaría el guardián del mundo con una sonrisa, extendiendo sus brazos en un ensordecedor silbido cubriendo la sala a la par que un portal se abría a un lado del guardián del mundo mostrando seis figuras.
—Angel Figueroa ha vuelto.
Y al recitar su nombre, sin ningún tipo de penalización, sin ningún tipo de consecuencia, de sus palmas expulsaría energía blanca que envolvería a la sala entera borrando a todos los presentes, cubriría el castillo como una gran explosión borrando todo Ponyville, luego todo Canterlot, borraría la ilusión que él mismo había creado, y aquellos que se encontraban fuera de la ilusión verían con gran temor como aquella esfera blanca devoraba sin piedad todo ser viviente y no viviente, algunos intentaban huir en vano de aquella energía pues sabían que era a causa del ahora, Angel Figueroa.
Aquel que no debió haber sido nombrado, pero él mismo lo hizo, para acabar de una vez por toda Equestria.
Y así, sin más. Equestria fue devorada en la divinidad de ahora candidato a creador del siguiente mundo, y nunca más se volverá a ver a aquellos de los cuales tuvieron vidas, amaron, procrearon, y estuvieron a punto de morir. Ya nada importará. Porque todos, pero todos dejaron de existir a gracia del nuevo padre de todo.
El sentir del padre todo
Han pasado años, momentos desde la última vez que pensé en ti, ¿la soledad y el miedo me habrán consumido? Quizás, quizás me deje llevar por esas emociones y deje que hicieran conmigo lo que quisieran.
(…)
No he dejado de lamentarme desde el día que "eso" nos separó, y yo sé, que no había nada más, solo un inocente cariño, nuestra amistad, pero pensar que todo termino mal, sigo pensando que eres feliz estes donde estes.
Mis reinos progresan con prosperidad poco a poco a pesar de que hicieron el caos y el arrebatamiento, sigo dando lo mejor para ellos, aunque muchos piensen que soy el mal, no es así porque yo sacrifique todo…
