Francia se baja del coche oficial que ha pedido prestado hoy con el chofer (como si no lo pidieras siempre, Darling) y se mueve el pelo al rayo del sol, poniéndose sus gafas de Dior en lo anda hasta la puerta de la casa de la perdición.
—GERMANIAAAAAAA, La puertaaaaaaaa!
Ojos en blanco.
Francia sonríe al escuchar el grito de Roma. Germania abre la puerta después de un poco y Francia le sonríe de oreja a oreja. Beso, beso, palmada en el culo. Y ahí entra.
—Mamaaaan
Ella está en su cuarto organizando sus bolsas. Francia se asoma a la sala y por ahí a ver si ve a alguien. Tal vez esté su padre recogiendo no sé qué porque se tiene que ir a no se sabe dónde y llega tarde.
—¿Cómo estás? —Francia sonríe y se le acerca y le da un besito en la mejilla.
—Uf, hijo... no puedo quedarme, tengo que irme.
—Además de apresurado... —Francia se ríe y le abraza un poco—. Vale, vale... mejor que el sábado, espero.
Roma se detiene un segundo y le mira a los ojos. Francia levanta la mano y le hace un cariñito en la mejilla.
—Estamos...
—Todo va a estar bien —susurra Francia abrazándole.
—Ella necesita esto, está un poco ausente —le abraza de vuelta.
—Ay, papa... Necesito... ella va a estar bien —Francia aprieta los ojos porque además lo que va a decirle...
—¿Seguro?
—Ella es fuerte y una gran mujer, va a encontrar el camino —Francia asiente con suavidad.
—Ya lo sé, pero está haciendo... drama y...
—Pues claro que lo está haciendo, ella le quiere muchísimo. Necesitan consentirla mucho cuando vuelva ¿Y tú? ¿Vas a estar bien?
—Yo ya estoy bien —suspira.
—¿Sí? ¿Sientes que ya estás bien ahora que ha vuelto?
—Sic, sic —le sonríe. Francia entrecierra los ojos y le mira a los suyos.
—Te has salido con la tuya —el francés se ríe.
—Sic... —suspira con eso.
—¿Te sientes culpable?
—Un poco, por ella.
—¿Y por él no? —Francia siempre abogado del diablo.
—Non.
—Oh, venga ya…
—Ni siquiera ha venido o la ha llamado. Ni ha intentado recuperarla.
—No sé, papa... creo que no todo mundo reacciona a las cosas como reaccionamos nosotros —Francia suspira.
—Pues eso me ayuda a no tenérsela.
—Maman va a estar bien, vas a ver cómo te la regreso una mujer nueva e independiente — Francia le da un beso en la mejilla.
—Ve, ve por ella que yo tengo que irme —Suspira.
—Vengaaaa, no me hagas drama — le da una palmadita en el culo como si fuera España.
—No, es que llego tarde —beso rápido.
—Je t'aime. Hablamos
—Yo te quiero más —se despide yéndose. Francia sonríe y suspira, negando un poco con la cabeza y yendo hacia el cuarto de su madre.
—Mon chou! —ella sonríe al verle.
—Maman!
—Te estaba esperando —ahí va a abrazarle.
—Perdona, ¿he llegado muy tarde? —la aprieta contra sí—. ¿Cómo estás?
—Non... —le aprieta también y cuando va a darle un beso deja de sonreír de golpe.
Francia cierra los ojos y le acaricia la cara—. Algo te aflige.
—Nah, no pasa nada grave, venga... vamos —Francia traga saliva.
—Mmmm... —ella frunce el ceño y Francia la mira a los ojos un instante... con cara de agobio—. ¿Por qué me mientes? ¿Tan serio es? ¿Ha pasado algo con Angleterre?
—No, maman... e-es... —Francia se muerde el labio.
—¿Es por mí? ¿Por todo esto? Maman va a estar bien —le acaricia la cara y Francia cierra los ojos.
—De eso estoy completamente seguro —la abraza.
—¿Qué pasa entonces?
—S-Sé algo que tú no.
—¿El qué? —se gira y llama a Germania para que le ayude a llevar sus bolsas al coche.
—Te lo contaré ahora que estemos solos.
Ella asiente y suspira un poco. Francia la toma de la mano mientras por supuesto, Germania casi no tarda nada en venir y cargar lo que le pide. Cuando acaba de ponerlas en él coche ella se acerca a él para besarle y Germania no se corta ni un poquito.
No, no, va a ser un BUEN beso porque la ha ayudado. Ojitos de corazón del todo.
—¿C-Cuándo vuelves?
—Je ne sé pas —mira a Francia para que le diga, sin soltar a Germania.
—Cuando sientas que es hora de volver —Francia sonríe y se encoge de hombros. Germania no deja de mirar a Galia.
—Angleterre vendrá a visitarnos, a lo mejor puedes venir con él —propone ella.
—Ja, quiero verte... no quiero que te vayas —se acerca a darle otro beso.
Ella se deja y Germania la abraza un poco posesivamente.
—Tranquilo —le acaricia la espalda.
—¿Vas a estar bien? Si necesitas que vaya iré, no importa la hora.
—Lo sé, eres el hombre más comprensivo del mundo.
—No te enamores de otro hombre estos días —Germania la mira a los ojos y le acaricia la cara.
—Siempre lo hago. Mira mi niño, tan guapo y tan mayor. ¿Cómo podría no hacerlo?
—Él no cuenta... hablo en serio. Voy a estarte esperando.
—Je t'aime, Germania —le sonríe y él le da otro besito en los labios.
—Y yo a ti, mucho... muchísimo. M-Me alegra que hayas vuelto —la aprieta contra él.
Francia hace un poquito de Awww Ella vuelve a acariciarle la espalda, sonriendo.
—Te iré a visitar y... ¿puedo llamarte?
Asiente.
—Te llamaré una vez al día. ¿Segura que quieres ir?
—Segurísima. No es que quiera dejarte, mon amour. Vas a estar bien.
—Te ves hermosa —eso le tranquiliza, soltándola un poquito.
—Merci.
Germania termina por soltarla. Ella le hace un cariñito en la cara y luego se gira a Francia.
—Allez...—Francia le abre la puerta del coche.
Ahí va a meterse ella sin mirar atrás.
—Galiaaa! —Britania viene corriendo hacia el coche y de hecho, se mete tras ella.
Galia parpadea un poco y la mira.
—P-Perdona, es que... —Britania se sonroja un poco porque ya se habían despedido, pero...
—¿Te vienes al final? —Le sonríe.
—N-No, no creo que sea lo mejor
—Oh... —suspira.
—T-Te he... te... —Britania se humedece los labios y se sonroja.
—Quoi?
Britania traga saliva y saca un papel de su bolsillo, doblado en seis.
—¿Qué es? —Galia levanta las cejas
—L-Léelo cuando estes lejos... y cuando estes sola —se sonroja más.
—¿Es una carta de amor?
—G-Galia! —Britania la mira con los ojos muy abiertos, hasta se le abre la boca.
—Yo también te quiero —la abraza. Britania se tensa, apretando los ojos, pero dejándola y, de hecho, levantando una mano para abrazarla un poquito—. ¿Me llamarás luego en la noche? Dile a Germania y me habláis los dos.
—P-Pero... l-lee lo que te he escrito —Britania asiente.
—Oui —besito en los labios.
Britania se sonroja con eso, vacila un poco y se acerca a ella, dándole un beso suave en los labios, después del besito. Ella sonríe así un poquito infantilmente.
—Tus cartas de amor son mis favoritas.
—G-Galia... e-esta... Ugh... léela, ¿vale? —protesta un poco, sonrojándose otra vez y apretando los ojos.
Asiente. La va a leer ahora con Francia en cuanto salgas del coche.
Abre los ojos y mira unos cuantos segundos.
—No la leas con France en cuanto salga del coche.
—Oh... pero France sabe todos mis secretos.
—P-Pero no sabe los míos, y-y quiero que te pienses esto bien.
Galia suspira un poco.
—N-No me... Ugh. Ya sé que vas a leerla igual, s-solo... t-tómatela e-en serio —pide, antes de abrir la puerta
—Yo siempre te tomo en serio.
—Y-Yo soy la que lo ha hecho mal —admite sin mirarla.
—Tú no haces nada mal, siempre me cuidas y te preocupas por mí.
—Yo he sido una tonta —la mira de reojo. La gala niega con la cabeza, sonriendo—. Las cosas van a cambiar.
—Siempre me has dado todo lo que requiero y más, Brit.
—No lo bastante.
—Oui. Si quieres que eso cambie, lo cambiamos, pero no te sientas mal, eres todo lo que habría podido desear.
La mira a los ojos por un segundo y traga saliva
—Eso no es verdad, p-porque... no lo... Ugh, bloody es. ¡La carta dice todo esto!
—Lo hablaremos al volver —Se ríe, porque la conoce y se imagina lo que dice la carta.
—L-Lee la carta —pide, visiblemente nerviosa, aunque sabe que ya sabe lo que dice... y cuál va a ser su reacción
—Seré para ti todo lo que quieras que sea —asegura desde ya.
—Ugh! Tenías que leer la cartaaaa —lloriquea—. Lejos.
—Vale, vale —le toma las manos y se las besa
—G-Galia... —le toca la cara, un poquito. Traga saliva. Ella la mira a los ojos—. Q-Quiero... q-que...
Se acerca a darle un beso, no tan superficial esta vez.
Y... este es un beso distinto. Porque... Britania es idiota. Muy idiota. MUY. Y lleva toda la vida con todas las explicaciones a todo enfrente de ella sin notar esto. Es que es... tonta. Y mira que te ha dado muchos besos más sexuales que este, incluso, pero hasta tus hijos llevan toda la vida dando por sentado esto y tú estás pajareando.
Galia lo siente y si siente que tienen que hablar de esto. Britania está genuinamente temblando cuando separa sus labios de los de Galia.
—Britania...
—N-No sé s-si quiero ahora que leas l-la carta —susurra —. E-Es un pésimo momento ya... ya sé. Dámela.
—Non. Venga, no temas. Todo va a estar bien.
—¿Y-Y si ahora lo echo todo a perder?
—Eso es literalmente imposible.
—No lo es... Y-Yo... s-soy muy t-tonta en esto. N-No sabes realmente...
La verdad, Francia mete la cabeza al coche para apresurarlas, aunque antes de decir nada se detiene y la saca otra vez.
—No hay nada que pueda destruirse amando a alguien, mon cher —le sonríe y mira a Francia de reojo—. Hablaremos de esto al volver, ¿vale? Todo va a estar bien.
—B-Bueno... Ehm... —Britania asiente, nerviosa—. Good... bye.
—¡Llámame luego! Adieu! Je t'aime!
Britania traga saliva queriendo decir... que ella también. Ugh.
—N-No seas... tonta —protesta, aprieta los ojos. Ugh! UGH!
Galia se ríe y la pelirroja sale igual del coche casi corriendo y casi se muere al ver a Francia ya Germania aún ahí. ¿Y si vieron algo? ¿¡O escucharon algo?! Se va corriendo a la casa.
Galia sonríe porque Britania es muy mona.
¡No lo es! ¡Y no sabes la cantidad de líos que está teniendo al darse cuenta de todo esto!
Pero Galia siente calentito en el corazón por ello, así que vale la pena
Ya... ya. Eso también lo creo. Francia se despide de Germania y agradece el cigarrillo, entrando al coche. Galia le sonríe abriendo la carta de Britania.
Uuuuuugh
—¿Todo bien? ¿Estás contenta?
—Britania me ha dado una carta de amor.
—Ohhh... ¿y qué dice?
—Que me quiere —se ríe—. Aun no la he leído.
—¡Que te quiere!
—Oui, creo que está un poco confundida y se siente culpable
—¿Por ser su hijo o qué?
—Oui, también eso
—¿También?
—Bueno, ha sido mi culpa también un poco.
—Y de papa y de Germania. Y de Cymru
—Non, no de esto
—¿De que "esto" estás hablando?
Le muestra la carta
—¿Te la leo? —sonríe de lado.
—Oui—se la tiende y se prepara para tumbársele encima. Francia se acomoda para que lo haga, sonriendo un poco.
—"Galia" — empieza a leer casi tan emocionado como si fuera para él. Ella sonríe y le toma la mano con la que no está sujetando la carta para hacerle cariñitos—. "He estado pensando mucho estos días en el lugar que tenemos todos en este extraño mundo moderno, y lo mal que de una u otra forma encajamos. No lo digo para que te pongas triste con la idea, sino porque pese a todo no parecemos, ninguno, encontrar la forma de ser del todo felices."
—Ay, Britania —suspira un poco.
—¿Tú también te sientes así?
—Un poco, esto es difícil... menos desde que vivimos todos con Rome, es divertido, pero sí un poco.
Francia suspira llevándose una de sus manos a los labios y dándole un beso en los nudillos. Ella sonríe con eso.
—"Lo normal para nosotros, no es normal aquí. A veces pienso como sería todo de haber recorrido todo el camino con nuestros hijos... seguramente seríamos más "n
Apoya la cabeza sobre el pecho de Francia para oírle el corazón.
—Yo no creo que no debieras volver... Ugh, los hijos de Britania a veces son súper duros.
—No es por eso...
—¿Entonces?
—Es... no es que no nos quieran o no estén felices de que estemos, pero... creen que es un error mágico.
—Pues quizás sean un error, pero... a mí me encanta que estes aquí.
—Y a mí me encanta verte, pero Anglaterre tiene unas ideas... — sonríe. Francia suspira—. Y ella le hace mucho caso
—"Tu, que eres mucho más lista que yo, has buscado en otros sitios, a otras personas."
—Eso no es del todo cierto.
—¿No? ¿Lo dices porque... Galles te busco a ti?
—Lo digo porque Cymru no es irme.
—Bueno, era la idea, ¿no?
—Oui
—"Aun así, creo que nunca tuviste por qué buscar nada en otro sitio".
Galia suspira con eso
—"He sido una tonta, Galia. Por no querer ver lo más grande y bueno que siempre he tenido." Sí es... esto una declaración de amor, maman...
—Solo está agobiada.
—¿Crees que no va en serio?
—Non, non, claro que va en serio.
—"No es Cymru, no es Rome, no es Germania. Somos tú y yo". Mais... oui, si siempre ha sido así.
Ella asiente.
—"Y yo soy muy tonta, Galia, porque..." —Francia mira a su madre de reojo, que aprieta los ojos—. "... es que ni siquiera lo he querido ver"
—Tengo que hablar con ella.
—¿Qué vas a decirle?
—Que... ¿Qué más dice?
—Más... bastantes más cosas.
—Pues sigue leyendo, si'l vous plait.
—"Se que no es el momento y quizás llegó demasiado tarde a esta conclusión. Se que Cymru aún es importante y que quizás has vuelto no por mi sino por Rome y Germania."
—Lo ves? —Niega con la cabeza mientras Francia la peina un poco.
—Yo...creo que tienes que hablar con ella.
—Oui.
—"Galia, si aún quieres darme una oportunidad para ser todo eso que nunca he sido" Awwww, maman!
—Ya lo sé —le sonríe un poco porque es tan bonita.
—"Y de hacerte todo lo feliz que quieras."
—Pobrecita.
—¿Pobrecita? —Francia levanta una ceja y mira a su madre de reojo.
—Está muy perdida.
—No se lo digas así —Francia se ríe.
—Ya, ya... pero aun así, me sabe mal.
—Bueno ella cree que te está diciendo algo muy novedoso, es toda una declaración. ¿Esto ha pasado antes?
Niega
—¿Y te gusta la idea?
—Oui, pero necesita un poco de ayuda.
—Creo que necesita una mucha de ayuda, maman.
—Oui. Está confundida.
—¿A qué te refieres exactamente? —pregunta Francia acariciándole el pelo. Britania protesta en casa y dice que no está ningún confundida
—¿Sigue la carta?
—Oui, oui... espera. "He sido tan idiota al no verlo por tantísimo tiempo, hasta mis hijos te... considera lo que yo no había visto que tengo. Galia, ahora sé que he sido bastante idiota, pero..." —Francia hace una pausa y mira otra vez a su madre que le mira para que siga—. "... si me lo permites, aún es tiempo de que seamos eso que debimos ser siempre"
—Pobrecita.
—Maman ¿Crees que... ella está confundida con esto y no es lo que quiere?
—Oui... eso también. No sé qué cree ella que tiene que hacer tan diferente a lo que ha hecho siempre o a lo que venía haciendo hasta ahora y me sabe mal que piense que lo ha hecho tan mal.
—Creo que quiere... ser tu nuevo Cymru.
—Oui, pero no sé qué va a querer o que cree que tiene que hacer para eso. Tal vez debí quedarme y hablarlo con ella ahora. Ellos siempre son así de dramático esperando el último momento antes de decir las cosas para hacerlo todo más complicado."
—Mais oui, creo que les gusta que sea esto más... intenso. ¿Qué te dijo en el coche?
—Que me quiere y que es una tonta. Lo mismo que en la carta.
—¿Y qué le has dicho tú? —Francia sonríe.
—Que seré todo lo que ella quiera.
—Aun no entiendo... pareciera que ella se está dando cuenta de esto.
—No pasa nada, es algo bueno. Solo quiero saber qué cree que tiene que hacer.
—Supongo, maman, que hará lo que tú digas.
—Eso también lo sé, es tan mona.
—Tampoco creo que esto vaya a ir de manera muy distinta a lo que ya tienen...
—Lo sé —asiente.
—Aunque... si ella está teniendo toda una revelación con esto... Puede que sea divertido
—¿Por? — le mira.
—Bueno, puede que Britania te corteje como buena británica
—No necesita hacer eso —se ríe.
—¡No le digas!
—¿Por?
—Pues para que lo haga, es divertido ¡y nadie la ha visto a ella nunca hacer eso con nadie! Imagínatela trayéndote serenata o recitando te poemas al oído.
—No va a hacer eso —se ríe.
—¿Por? Yo leo esta carta muy con esa idea...
—¿Tú crees?
—Yo creo, maman, que Britania lo que quiere es... ser tu pareja de verdad, claro que puede hacerte esas cosas.
—Ella no hace esas cosas, ni siquiera a Rome —niega.
—Porque Rome... Es el hombre.
—¿Y qué?
—Y no sé si algún día Brit haya estado en la posición de ser el chico... —Francia se pasa una mano por el pelo—. Me da curiosidad...
—Veremos... —sonríe y luego se le borra de golpe
—¿Qué pasa?
—Y-Y si no... ¿Y si no lo hago bien con ella tampoco?
—Eso es... absolutamente imposible —asegura Francia sonriendo
—Ella... yo no soy lo que ella quiere, ella... ella quiere a Rome. También me quiere a mí, pero yo no soy un chico. Y siempre ha sido así. A lo mejor dentro de un tiempo cree que no... no soy lo que ella quiere, como Cymru.
—Ella Cree que quiere a papa, pero lo que tiene con él no es lo que tiene contigo. Y ya tiene contigo lo que tiene contigo, siempre lo ha tenido, nada puede ir a menos que esto. Solo puede ir a más —le sonríe.
—Puede arrepentirse.
—Maman, no todo el mundo es un hijo de... cómo lo es Cymru.
Galia aprieta los ojos.
—Tengo que contarte algo de él.
—No seas duro con él, ha sido mi culpa.
—Ha sido un problema de incompatibilidad.
—A lo mejor pasa con lo mismo con Britania.
—Maman... si tú fueras incompatible con Britania nos habríamos dado cuenta todos hace mucho.
—Eso creía de Cymru.
—No, eso no es verdad. ¡Con Cymru te liaste el día que le conociste de adulto! Y te habrías liado con cualquier otro de no haber sido él el que estuviera tras de ti... Eire, Alba, Angleterre
—No es del todo cierto... Eire también estaba —Aprieta los ojos.
—Y sabes tan bien como yo que el que insistió fue Cymru y el que quería casarse era Cymru y que esto fue más que el té eligió a ti a que tú no... intentaras tomar la oportunidad.
Galia le mira desconsolada.
—No te estoy diciendo algo feo, te estoy diciendo que podrías conseguir a cualquiera... el problema es que él, en particular, no te inspiraba lo bastante.
—France... —niega un poco suplicante.
—Con Britania ninguno de esos problemas existe siquiera —Francia aprieta los ojos pensando además en... Luxemburgo.
—No seas cruel con él, si'l vous plait —se tapa la cara
—Cymru conoció a alguien.
Ella parpadea unas cuantas veces.
—No sé si el mismo domingo o mucho antes, pero...
—O-Oh... E-Entiendo —suspira y se hace un poco bolita.
—Necesitas... dejarle totalmente atrás, maman. No te merece —Francia aprieta los ojos
Galia solloza y Francia la aprieta contra él... y solloza con ella, que le hunde la cara en el pecho.
—No creo que quiera ser malo, solo... a-a veces el amour hace estas cosas horribles — Francia le acaricia la espalda y quisiera... besarla más.
—E-Estoy... f-feliz por él —se limpia los ojos mientras sigue sollozando.
—Mamaaan... —Francia la riñe suavecito y le limpia un poco la cara también—. Es que quiero matarlo
—Non —le mira y le caen las lágrimas.
—No lo voy a matar, pero quisiera.
—Non, no quieras.
—Cené con.. ellos ayer. Angleterre casi lo mata, con toda la razón, no creo que quieras que te cuente...
—Sí que quiero —Vuelve a mirarle y traga saliva.
—Non, maman —aprieta los ojos.
—Pero sí que quiero.
—Solo va a lastimarte más...
—No tanto como no saberlo.
—No quiero decirte cosas que te duelan... detenme si... exagero —Francia suspira
—Pues no seas cruel.
La mira, desconsolado y ella le mira así a él también
—Es... un chico. Y tiene novia.
—¿T-Tiene novia?
—No sé porque siempre es así de idiota... pero tienen chispa maman.
—¿Te gusta con él?
Francia la mira otra vez, desconsolado unos segundos.
—No —miente estúpidamente. Galia le mira parpadeando, porque no es la impresión que le han dado sus palabras y Francia aprieta los ojos—. Maman... no sé cómo no les presente yo antes —susurra —. Yo le presenté a la novia y los he visto juntos y... Ugh.
—Lo siento... soy idiota. Si yo hubiera visto esto antes tú no...
—No te sientas culpable ahora —se gira a él y le abraza.
—Si me lo siento.
—Mon chou…
—Olvida eso... venga —suspira él y le acaricia la cara —. Tú tienes a Germania y a Britania y a papá y a quien quieras. Casi literalmente.
—Pero quiero saberlo.
—¿Quieres saber quién es? —Francia se muerde el labio.
—Oui.
—Le conoces.
—¿Oui? No puede ser Alba, se lo he dicho muchas veces, pero no me cree.
—Se le parece un poco, aunque no lo creas —Francia se ríe, pese a todo, con eso.
—Eire?
—Non. ¿Sabes quién es Luxembourg?
—El hermanito de Belgique.
Francia asiente
Gales no puede creer que las dos opciones que haya dado sean sus hermanos.
Quien más tiene novia y que además Gales conozca.
Si, es que las posibilidades son mínimas.
—Él... no se ni como se conocieron.
—Nunca me había hablado de él.
—Es que no creo que le conozca hace mucho. Esta... viviendo en su casa. Cymru... en casa de Luxembourg.
—¿Viviendo? Ay... —tan preocupada.
—Creo que el día que... el domingo, iba a dejarle en su casa al irse y... quoi?
—Nada, nada. Ojalá no vaya demasiado rápido.
—¡Ojalá si y le salga mal!
—Non, France... —suspira—. Se merece que le vaya bien.
—Ugh, ya no voy a decirte nada de esto porque le defiendes y es cruel.
—Pero es la verdad —suspira de nuevo.
—No sé si le vaya a ir bien o no, Angleterre ayer no tuvo mucha piedad... y creo que Luxembourg es posible que le haya echado.
—Ay... Angleterre, siempre son tan duros entre ellos.
—Lo hizo muy bien defendiéndote maman —sonríe un poco.
—No necesito que me defendáis de Cymru...
—Llamó a Luxembourg rompe hogares y todo.
—Espero que no se haya enfadado mucho.
—Ya sabes cómo estaban... Lux estaba preocupado de que le odiaras. Mónaco... sigue siendo su novia, me dijo que la elegiría a ella antes que a Cymru. Llevan solo tres días de conocerse.
—¿Crees que debería hablar con Luxembourg?
—Maman, no seas demasiado buena con Cymru.
Suspira ooootra vez.
—Vas a serlo te diga lo que te diga, ¿verdad? —suspira un poco —. A... Lux le gusta un poquito. Se mandan fotos y hacen chistes y discuten... un poquito como con Alba.
—No quiero tampoco meterme demasiado, no quiero que Cymru se agobie.
—Si Cymru se agobia contigo siendo buena con el... lo MATO —Francia le toca la mejilla
—Tengo que contarle a Österreich, pero es que no sé cómo decírselo.
—Si crees que yo soy duro con él... vas a ver. Dile que ahora estás con Britania.
—Ya lo sé, tú eres todo comprensivo como tu padre y él es intransigente como el suyo.
—¿Crees que papa es más intransigente que Germania? —Franceee has caído en la trampa.
—Oui, Rome es mucho más intransigente.
—Has dicho que yo soy comprensivo como papá. No intransigente como Germania...
—Eh? Oui
—Autriche es intransigente como MI papá.
—No te entiendo.
—Es papa el intransigente con esto...
—Oui.
—De hecho, me ha dicho que no sentía pena por Cymru antes de irse corriendo porque tenía nosequé.
—No lo está pasando muy bien tampoco
—¿Sabes por qué? —Francia frunce un poco el ceño con eso
—Está preocupado y cree que... no se esperaba que esto sucediera. Está enfadado con Cymru igual que tú.
—Pero él quería que volvieras... igual que Germania.
Galia asiente porque una cosa no quita la otra.
—¿Porque se enfadan con Cymru si al final... ganaron?
—Rome sabe que... yo le dije que yo le dejé, pero sabe que no estoy contenta, así que cree que Cymru debió oponerse y pelear más por mí.
—Eso me dijo papá también... dudo que ellos dos se lleven algún día siquiera un poco bien —Francia suspira.
—Oui...
—Bueno... mala suerte para ellos. Por ahora lo que toca es... Que tú... estés bien y feliz y pensar en el futuro.
Oootro suspiro d Galia.
—Mamaaaan.
—Solo es que me preocupan.
—Porque eres muy buena.
—Porque les quiero.
—Van a estar bien —Francia le acaricia el pelo un poco más
Ella asiente, aunque no parece muy convencida.
—No sé si Cymru va a conseguir que Lux deje a su novia por el
—Tendría que... no conozco mucho a Luxembourg.
—Siempre se mete en esos líos.
—¿Luxembourg?
—Cymru
—Ya lo sé, a veces pienso que quiere sabotearse a sí mismo
—Luxembourg lleva años con Mónaco...
—Ay...
—No sé si sea la relación ideal, pero... veo un patrón y no es que no le guste Cymru, pero... — Francia se encoge de hombros.
—Va a necesitar mucha ayuda —asiente Galia.
—Es que, además... Tú al menos le conocías. Los conocías a todos. Sabias lo raros que son, cuando Cymru se te pegó como etiqueta le permitiste porque sabes... Como son.
—¿Luxembourg no sabe cómo son?
—Luxembourg está aprendiendo y le pasan cosas raras que quizás le hagan gracia y otras que quizás le agobien. Contigo no tenía ese problema.
—Cymru va a necesitar mucha ayuda.
—¿Tú crees? ¿Era muy... difícil al principio? —Francia se muerde el labiO. Galia le mira y sonríe dándose cuenta que él era muy pequeño para recordar el principio.
—¿Cuantas guerras dices que hiciste con Angleterre?
—Demasiadas —Francia se ríe un poco.
—Tú eres el que tuvo el principio más difícil, mon chou.
—Fue mi culpa.
—Tal vez... —asiente—. No queremos que ellos pasen por eso.
—Aunque estoy pensando que tú principio con el amor de tu vida tampoco fue simple... Con Brit.
—Igualmente... —le mira de reojo.
—Non, no queremos que eso le pase a Cymru...
Asiente
—¿Y qué quieres hacer, maman?
—No lo sé. Tú les conoces a ambos. ¿Qué deberíamos hacer?
—Lux me echó de su casa ayer... a mí y a Angleterre. Muy educadamente, pero me dijo que estaban mejor cuando estaban solos que con nosotros.
—Oh... ¿por?
—Angleterre... retó a Cymru a que besara a Lux y Lux dijo que no.
—Oh... pobrecito.
—No creo que no quisiera besarle, pero las circunstancias le agobiaron lo bastante.
—Igualmente... su corazón. Nunca se toman bien esas cosas.
—Es que, además, Angleterre... —Francia aprieta los ojos—. Se murió de la risa. Ya sabes cómo son.
—Tan crueles... —niega con la cabeza.
—Pero bueno, sobrevivirá, vas a ver que sí.
—Por una parte, me sorprende y apena un poco que haya encontrado a alguien nuevo tan pronto... —confiesa mirándose las manos.
—No ha pasado una semana, maman... es grosero de su parte.
—Me hace pensar en cuanto tiempo llevaba sintiéndose mal.
—¿Pero no te lo decía? ¿O tú no lo... sentías?
—Ambas.
—¿Ni te lo decía ni lo sentías? O te lo decía y lo sentías y... a veces ignoramos esas cosas que no nos gustan.
Niega
—Maman, pero tú lo sientes todo.
—Pero esto se me pasó... tal vez de verdad no le estaba prestando la bastante atención.
—No recuerdo una vez que yo no sienta un... ligero dolor de cabeza y tú no lo sepas al instante... —Francia la mira.
—Pero tú eres... mi hijo. Contigo tengo una conexión diferente, es... sanguínea.
—¿Y con Britania?
—No es como contigo.
—Pero Cymru, maman... creo que no llamaba tu atención lo bastante.
Galia le mira desconsolada de nuevo.
—Es que sé que no te gusta oírlo, pero...
—Ya... ya —solloza y se tapa la cara con las manos
—Yo sé que querías que fuera así y que hiciste todo lo posible para que fuera buen —la acurruca. Es que va a lloraaaaar—. Pero si él no te atraía lo bastante, ¡encontrarás a la persona que si lo haga! Venga... vamos a estar bien
Sigue llorando sobre él.
—Esto no es tu culpa Esto... debí verlo antes yo.
Ella llooooora toda desconsolada y Francia la abraza del todo.
—Lo siento, maman... muchísimo, pero pronto vas a estar bien.
Va a estar llorando un poco hasta calmarse. Francia la acurruca y le da besos en la cabeza, llorando con ella porque estas cosas... Ya, ya... el drama que son los dos: Franciaticos.
Pronto el chofer les llama desde detrás del vidrio anunciándoles que están por llegar. Galia se calma un poco y Francia saca un pañuelo de su bolsillo
—Vale... hasta aquí esto, maman... vamos a bajar y a sonreír y a pensar en otra cosa —determina Francia sacando también un espejito.
—L-Lo intentaré —asiente, sonándose los mocos.
—Te ves preciosa —Francia la toma de la mano.
—Merci —le sonríe.
—Ven, nos espera un almuerzo delicioso y champagne, lo tengo todo preparado —tira un poquito.
Galia se deja, bajándose del coche y mirando a ver dónde la ha traído. Están en la playa de Saint-Tropez, hay una bonita mesa junto al mar muy adornada y varios meseros muy arreglados listos para atenderles.
—Ven, vamos...
—Oh, que bonito es todo esto.
(Britania sufre con esto pensando que cualquier, Ehm... "cita" a la que la lleve ella... O sea maldita sea con... UGH!)
—¿Si te gusta? Puedes cambiarte antes si quieres, te he comprado un bikini y un vestido y una pamela nueva... ven —y ahí se la va a llevar
—Es maravilloso, mon chou, muchas gracias por cuidarme tanto —le da un besito, tomada de su brazo, dejando que la lleve a donde quiera.
