- Entonces... ¿tu has estado con él desde que su padre fue asesinado? - preguntó la castaña, con sus manos entrelazadas sobre su regazo
- Así es - respondió sin mirarla - Es una promesa que le hice a su padre y pienso cumplirla
- Oye, lo siento mucho - suspiró - Mi entrenamiento dice que debo desconfiar de todas las criaturas... sobretodo si tienen forma humana
- La próxima vez al menos tómate un segundo para verificar a que clase de demonio te estas enfrentando - pronunció, con sus ojos entrecerrados y su voz en un tono de molestia
- Lo haré - sonrió - Dime... Shippo es bienvenido en la aldea, ¿por qué no has ido con él? estoy segura de que si te ven a su lado, no te alejarán
Los orbes dorados del hanyo se dilataron, al mismo tiempo en que aquel recuerdo pasaba por su mente, llenando su pecho con la sensación de impotencia y la tristeza
- No quiero hablar de eso - pronunció seriamente
- ¿Acaso dije algo malo?
- ¡No quiero...! - hizo una pausa - Hablar de eso - terminó en baja voz
- Lamento si lo que te dije te incomodó - desvió la mirada
En ese momento, el zorrito y el monje ingresaron a la habitación, con sus canastas llenas de comida
- ¿Cómo te sientes Shippo? - preguntó la mujer, mientras el niño corría a sentarse en sus piernas
- Mucho mejor - sonrió - De hecho, tengo mucha hambre
El híbrido sonrió ante la escena e, inevitablemente, su mente viajó a la youkai que le había salvado la vida al niño
Sakura y yo
La morena suspiró profundamente, tomando la empuñadura de su espada y desenfundándola, mientras se transformaba
- Empezaremos con lo más sencillo, ¿te parece? - la espada dio una respuesta afirmativa, por lo que cerró sus ojos, recordando las palabras de su madre
- Sakura tiene niveles Kagome - pronunció, rodeándola - Si no puedes dominar el primero, te aseguro que no conseguirás el segundo
Sonrió ante aquellas palabras
- Al parecer... aún no puedo dominar bien el primer nivel - colocó su espada al frente - Bien... aquí vamos Sakura
Cerró sus ojos, canalizando sus energía de purificación, mientras la espada enviaba sus energías demoníacas
- Deberás aprender a identificar, el momento en el que debes realizar el ataque, de lo contrario, la espada te sobrepasará
Frunció el entrecejo, tratando de mostrarse segura y ocultar el miedo que estaba sintiendo de no ser capaz de manejar el arma
Sintió una pequeña presión en su pecho y supo que debía realizar el golpe
- ¡Rayo sagrado! - pronunció, abriendo sus ojos y agitando su espada
La energía eyectada de la espada se estrelló contra una de las rocas del lugar, provocando que empezara a brillar durante unos momentos
- Si hubiese sido un ser maligno, estaría purificado - sonrió, satisfecha
No comprendo... el ataque salió bien, entonces... ¿por qué no puedo ejecutar las lanzas de diamantes?
- ¿Lo intentamos? - elevó a Sakura, quién palpitó dos veces, dando su consentimiento - Bien - volvió a suspirar
- Las lanzas de diamantes requieren de tú energía demoníaca junto con la energía de la espada... sin embargo, deben estar en el mismo nivel, de lo contrario, fallarás
Se posicionó nuevamente, cerrando sus ojos
Una energía morada comenzó a envolverlas, mientras la joven trataba de mantener su agarre firme en su empuñadura
Tú puedes Kagome... sólo... concéntrate
- ¡Lanzas de diamantes! - la agitó, sin embargo, el ataque volvió a ejecutarse con una menor intensidad, ni siquiera provocándole un rasguño a la roca que apuntaba
Se frustró, dejándose caer de rodillas mientras maldecía. La espada volvió a palpitar
- Lo sé - la miró, sonriendo - Lo lograré... en algún momento lo haré
Miró al cielo, observando como el sol estaba posicionándose en la curvatura perfecta para comenzar a descender
Espero verte hoy, Kikyou
