- ¿Has venido a defender a la hermana, de la mujer que amas? - volteó, burlándose

- Hm - cerró sus ojos, sonriendo - Sigues siendo igual de cobarde - respondió, seriamente, empuñando sus garras

El youkai de pelo rojizo, voló directo hacía el peliplata. Agitó su espada, con la intención de realizar un corte en el pecho del demonio, sin embargo, este lo desvió con su látigo venenoso

- Si tuvieras a Tenseiga... te sería más fácil desviar mis ataques - sonrió, altaneramente

- No necesito una espada inútil - frunció el entrecejo, lanzando otro ataque con sus garras

Mientras tanto, la youkai luchaba por mantener la conciencia

- Mo... moriré... aquí - susurró, cerrando sus ojos durante un instante - Sakura - los abrió, encontrándose con el arma, la cual, había caído a unos metros de ella

Podría usar mi energía para purificar mis heridas, pero...

- Sesshomaru - susurró - Él... no podrá solo contra Kirinmaru - intentó elevarse, mientras realizaba muecas de dolor

- ¿Sigues con vida, niña?

- ¿He? - lo miró, escuchando su voz como si se encontrara a metros de distancia

- Vas a morir desangrada si intentas moverte - Jaken la miraba con compasión

- Por favor... ayúdame - su boca se llenaba con la sangre que subía por su garganta - Dame... a Sakura

Entonces... esta niña es la portadora de la espada de la señora

Miró a Sesshomaru, quién seguía luchando con Kirinmaru, por lo que, supo que debía aprovechar la oportunidad. Corrió en dirección del arma, cerrando sus ojos

Señora Kiyomeru, permítame tomarla y entregársela a esta jovencita

Con cierto temor, la tomó, sin sufrir ninguna consecuencia. Volteó y regresó a dónde estaba la mujer

Kirinmaru advirtió lo que sucedía, por lo que, evadiendo al peliplata, salió disparado en dirección de la joven mal herida

- Sakura... - una de sus lágrimas cayó sobre la hoja de la espada - Perdóname...

¡Pero no voy a usar tu poder para salvarme!

Concentrando sus últimas energías demoníacas, apretó la empuñadura de la espada y la agitó, sorprendiéndose del inmenso poder que emergió de ella

- ¡¿Qué?! - se detuvo, cambiando su rumbo

Kagome

Pensó el youkai, al sentir el inmenso poder que se apoderó del ambiente

Ay mamá... el alma de la señora Kiyomeru está furiosa...

El pequeño demonio se escondió detrás de un árbol, al mismo tiempo en que un brillo rosado opacara al sol, generando que ambos se cubrieran los ojos. Momentos después, la visibilidad del lugar se volvió nítida, nuevamente

- Escapó - frunció el entrecejo al no percibir el rastro de Kirinmaru

- ¿Amo bonito? - redirigió su vista al youkai, quien se encontraba al lado de la joven - Creo... que esta muerta

Pudo sentir una pequeña punzada de ¿miedo?, en su pecho, sin embargo, mantuvo su inmutable expresión, mientras se acercaba a ella

La morena se encontraba de espaldas, dejando al descubierto la profunda herida en el medio de sus pechos. Su corsé ya no poseía rastros de su color original, sus ojos estaba abiertos, sin ningún tipo de brillo y sus brazos extendidos, sin embargo, no soltaba su espada

Se arrodilló a su lado, quitando un mechón de pelo, que cubría su rostro

- Aún está con vida - pronunció, al notar una leve y casi imperceptible respiración

Pero... no tiene mucho tiempo

Cuidadosamente, la tomó en sus brazos, notando la flacidez en las extremidades de la mujer y el peso de su cuerpo

- Jaken - lo miró por sobre su hombro

- Dígame, amo

- Vamos por Tenseiga

- ¡Kah! - abrió sus ojos de par en par - ¿De... de verdad va a tomar la espada?

Sin responder, el youkai comenzó a volar en dirección del castillo de su madre

El lazo de las espadas

- Tsuki - murmuró, mientras volaba y redirigía su vista a su espada

El arma había comenzado a mostrarse inquieta de repente, provocando, que la más joven del clan Shizen, comenzara a seguir su instinto, presintiendo que algo no estaba bien

- Es Sakura, ¿verdad? - su rostro se contrajo - Kagome... algo no esta bien, yo también puedo sentirlo

- ¿Qué... que estas haciendo? - pronunció Gekko, con Tsuki en su mano, mientras observaba a Jinsei, quién poseía sus ojos rojos - ¿De donde sacaste esa espada? - frunció el entrecejo - ¡¿Es que no me reconoces, mujer?!

Sin responder, la youkai se abalanzó sobre él, al mismo tiempo en que agitaba aquella nueva arma, la cual chocó contra Tsuki

¿Qué demonios es esto? Este poder... es impresionante

La mujer sonrió, mientras que, con sus garras, cortaba la mejilla del demonio

- ¡Maldición! - gruñó, alejándose

Elevó sus manos, vertiendo la sangre que había quedado en sus garras, sobre la hoja de Tenseiga

- ¿Qué intentas hacer? - preguntó, visiblemente confundido - Tenseiga sólo asesina a quienes son oponentes y cura a quienes lo necesitan, ¡maldita sea! ¡Tú así lo quisiste!

La castaña se detuvo ante aquella secuencia que atravesó su mente

- ¿Qué... que fue eso? - murmuró, mirando su espada - Tsuki... él era... el hermano de la abuela Kiyomeru, pero... ¿quién era esa mujer?

Su aspecto... era similar al del señor Sesshomaru

Pensó, al mismo tiempo en que la espada comenzaba a palpitar. Miró al frente, encontrándose con la imagen del demonio, el cual traía a su hermana en brazos, quien no soltaba su arma

- ¡Kagome! - gritó, volando lo más rápido que pudo

¿Rin?

Abrió ligeramente sus ojos al ver a la youkai acercarse

- ¡Hermana! - se detuvo frente a él - ¡¿Qué ocurrió?!

- ¿Qué haces aquí?

- Vine... siguiendo el camino que Tsuki me mostró, pero... Kagome... ella...

- Esta viva - pronunció, seriamente - Sígueme

Continuó su camino, observando, disimuladamente, a la joven, que volaba a su lado