Bogotá, Colombia.

Las hermanas Araki estaban buscando unas cosas en la vieja casa en donde alguna vez vivió Yuzu cuando era niña, no estaba sola ya que Mei y Harumi estaban con ella, pero esta última solo había ido para matar el tiempo y ver que encontraban en la vieja casa.

- ¿Encontraste algo?

- No, todavía no, hay mucha basura en este sótano, pero igual podríamos encontrar algo – decía Yuzu mirando varias cosas, aunque parecía que no encontrarían algo interesante, en un determinado momento, algo llamó su atención – mira esto Mei.

- ¿Hallaste algo? – Yuzu asintió y sin más, fue hacia el objeto que encontró y al verlo más de cerca, se dio cuenta de que era una prenda de vestir.

- ¿Un suéter?

- Sí, pero mira esto, no es un suéter normal – susurró la mayor de las hermanas al mostrarlo y es que poseía una S grande pintada en todo el torso de la prenda, eso la sorprendió – es fascinante, no me puedo creer que realmente sea un suéter de él.

- ¿De quién es?

- Es de Shigeru Jo, Kamen Rider Stronger, uno de los primeros Riders que existió y es más, la transformación a la que accediste cuando batallamos contra Agrat, créeme, fue uno de los sujetos más geniales, al menos por lo que he visto.

- Pero entonces dime ¿Qué está haciendo su suéter ahí?

- No tengo idea, pero creo que me estoy imaginando que nuestra abuela tuvo algo que ver, si Mictian batalló contra Agrat en el pasado y luego se vino aquí a Colombia a vivir, eso solo quiere decir que algo pasó en todo ese tiempo que no tenemos idea.

- Lastima que no sabemos que fue de ella aquí, Ángel y ella perdieron contacto después de que ella se mudó, al menos eso es lo que dice ella.

- Si tan solo pudiéramos saber que fue de ella – Yuzu dijo mirando el suéter, luego de eso echó mirada hacia Harumi que solo estaba caminando mirando algunas cosas, aunque no lucía del todo bien – Harumi, ¿estás bien?

- ¡Que aburrida estoy! – exclamó la peli negra volviendo a su forma gato – miau, no sé qué demonios buscan, esto es un basurero.

- Creo que alguien se levantó de malas, ¿o es que se te vino la regla?

- Chistosito Mei, mira cómo me estoy riendo – en eso, la gata peli azul dio un salto tropezando con algo y al final salió volando un libro el cual lucía viejo - ¡estúpido libro!

- ¿Qué demonios fue eso?

- Mira esto – Yuzu tomó el libro y al quitarle un poco el polvo, se dio cuenta de que no era algo normal, era un libro de recuerdo – miren, es un diario.

- ¿Un diario? – al abrirlo, una foto cayó de ahí, Mei la recogió y al verla, se sorprendió.

- Mira esto Alejandra – la peli blanca le mostró la foto y ahí estaban dos personas, una de ellas era una igual a Yuzu, solo que sus ojos parecían tener estrellas en el centro mientras que la otra persona a su lado era una chica un poco pecosa vestida de enfermera, la imagen era bastante vieja.

- Guau, no me creo… si ella se parece a mí, puede ser que…

- Sea la bisabuela Mictian, y esa tipa no tengo idea de quien es.

- Creo saber quién puede ser, escuché de una Candy White en el pasado, dicen que es familia de Candy Inazuma, pero creo que es un rumor, pero no tengo idea – la peli lavanda decía mirando la foto.

- Ya solo lean el libro ese, a lo mejor hay lo que buscan – Harumi decía algo irritada, aun así, las dos hermanas asintieron y se pusieron a ver un poco el libro que era el diario de Mictian.

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Décadas atrás…

- ¡Yuju! Ya voy a llegar a Londres – por fin, luego de mucho tiempo iba a llegar a este país, realmente ha sido un largo viaje.

Soy Mictian, una gata mágica la cual viaja por el mundo viviendo aventuras, desde que tengo uso de memoria, siempre he estado haciendo, de mis padres la verdad no hablaré ya que no poseo buenos recuerdos de ellos.

Estaba llegando hasta el puerto de Southampton el cual era conocido por ser de los mejores del mundo, además de que los más grandes barcos estaban llegando ahí, dicen que el Olympic es el más grande, a lo mejor me cuelo ahí algún día jeje.

Iba caminando, quería llegar a más ciudades e ir al fondo del país, en eso, vi como una chica de cabello rubio estaba corriendo por ahí, en otras ocasiones no me habría importado, pero al final decidí seguirla para ver qué onda.

Esta corría más rápido, con mi magia me fui tras ella, corrió bastante hasta que llegó al puerto, otro barco había partido y creo que iba con rumbo a América, mierda, creo que era el Olympic, ¡yo quiero ir un día en ese barco!

- Terry… no – escuché los murmullos de esta chica la cual comenzó a llorar por eso, me pregunto que pasó con ella. La verdad es que no me incumbe saber que pasó con su vida, pero siento que debía tener una ayuda.

Decidí ir con esa rubia por lo que caminé un poco hacia ella, pero para no parecer una metiche, cambié mi forma humana a una gatuna ya que como saben, puedo hacerlo por ser una gata mágica jeje.

- Miau.

- ¿Qué hace una gatita aquí? – la chica fue a donde estaba y me tomó, ya saben, como cuando una persona toma a un gato.

- Miau.

- Vaya, entiendo que solo maúllas, pero bueno, supongo que me puedes hacer compañía – el dolor se escuchaba en su voz, no entendía que le pasaba, pero creo que algo malo le pasó para que esté así.

- Miau.

- Lo siento… es que acabo de perder a alguien importante para mí… todo por mi vida desgraciada que tengo que pasar cada día – esta comenzó a llorar, no puede ser, realmente algo malo le ha pasado a esta chica como para decir eso.

Esta solo comenzó a caminar como si supiera a donde ir, decidí acompañarla a su lado, lo raro es que no dijera nada, digo, soy una gata de color negro y se dice que traemos mala suerte, aunque para ella parece que no le afecta, bueno, ¿Qué sé yo? Cosas de humanos.

Mientras íbamos, aparecieron algunas personas las cuales me dieron mala espina y es que fueron unos 3 hombres los cuales llevaban ropas negras largas, así como sombreros puntiagudos, ya sabía quienes eran con solo ver como se miraban.

- Brujos – pensé para mis adentros.

- ¿Q-Quienes son ustedes? – susurró la rubia mirando a los sujetos.

- No venimos por ti humana, venimos por esa gata que te acompaña – me señaló… demonios, me descubrieron, aun así.

- ¿Por qué la quieren a ella? – preguntó la rubia a mi lado, los sujetos se pusieron al lado de ella sacando una vara apuntándole a la chica.

- Entrega a la gata y no saldrás herida, humana – los sujetos estaban claros de su objetivo, aun así, no dejaría pasar eso ya que era inocente en esto.

- No te preocupes, estos tipos los acabaré como si nada – dije, creo que la rubia se sorprendió por eso.

- ¡¿Puedes hablar?!

- Luego te diré que fue lo que pasó, pero por el momento debes hacerte a un lado ya que puedes salir lastimada y no me gustaría que alguien pasara por algo que no tiene que ver – salté de sus manos poniéndome en el suelo y me transformé en mi forma humana.

- ¿E-Eres una humana?

- Luego te diré eso, pero antes de todo… los mataré – susurré y sin más, me lancé al ataque.

Los sujetos eran brujos del reino del Vrajitoare, no pregunten de esto ya que es una explicación larga, aun así, tuve que hacerlo ya que era duro.

- Foc stăpân care inundă iadul, lasă să plouă asupra dușmanului meu! Will-o'-the-Wisp Mingi de foc! (Fuego magistral que inundas el infierno, ¡que llueva sobre mi enemigo! ¡Bolas de Fuego Fatuo!) – una enorme cantidad de unas cosas parecidas a meteoros fueron hacia mí, aunque parecía que sería mi fin, sonreí por eso.

- Patéticos – susurré evitando que el ataque me diera de golpe haciendo un escudo el cual resistió el triple ataque de los tipos quienes por las caras que pusieron, se notaba que estaban sorprendidos.

- ¿Cómo es posible?

- ¡Una gata mágica no puede tener ese poder!

- ¿Cómo es que saben que no puedo tener este poder? He entrenado mucho y no saben cómo es que puedo cargármelo – reí mirando a los tipos mientras cargaba mi energía mágica creando un círculo debajo de mis pies el cual era de color morado brillante.

- Raza iadului, care îi omoară pe cei care te jignesc... Lumină Mortală (Rayo del infierno, que das muerte a aquellos que te ofenden… Luz Mortal) – al exclamar mi hechizo, lancé una poderosa descarga eléctrica la cual impactó en los tipos quienes cayeron al suelo achicharrados – puff, novatos.

- P-Pero… ¿Qué demonios pasó? – supongo que era hora de decir las cosas con esta chica.

- Mira, no sé cómo es que las cosas se manejan aquí, pero te diré una cosa, ya sabes de mi existencia, no soy una humana como tú – decía acercándome a ella, no noté miedo en su forma de ser ya que no retrocedió ante mis pasos.

- ¿Qué eres entonces?

- Soy una pisica mágica o para que entiendas, una gata mágica, alguien que en si es oriunda de un reino el cual nos tiene odio y nos trata de matar a como dé lugar, pero no iba a permitir que salieras lastimada ya que no tenías que ver.

- Gracias por eso, tuve miedo de que me pasara algo, la verdad es que no me encuentro bien del todo – susurró ella.

- Lo sé, te vi corriendo por el puerto y bueno, ahí fue donde nos encontramos – dije – no me presenté, soy la gata mágica Shipton, ese es mi nombre de bruja, pero mi nombre humano es Mictian, un gusto.

- ¿Mictian? – asentí – entiendo, mi nombre es Candice White, aunque la mayoría me dice Candy.

- Un gusto Candy.

Ese día nació una gran amistad entre ambas, me di cuenta de algunas cosas sobre ella, desde que creció en un orfanato, lo de su mejor amiga… que puta esa tipa, pero bueno, no hablaré de ella, así como la adopción que tuvo, lo de ese tipo Anthony y otras cosas que son tristes.

Candy ha estado asistiendo en una academia aquí en Londres, realmente me sentí mal ya que la pasaba muy feo por ser alguien que vino de un orfanato, por lo que me molestó mucho de que la trataran así.

Lo pensé un poco, pero le propuse algo y fue abandonar el colegio en el que estaba, no necesitaba ser una señorita como dicen para ser alguien que no es.

Y así fue, abandonó ese colegio para irse conmigo para recuperar a esa persona importante para ella e interés amoroso.

No resultaron buenas las cosas, es mucha historia, pero al final podemos decir que Candy no pasó nada bien su vida, pero encontró su devoción como enfermera.

Créanme que cuando digo que la mala suerte nos siguió por todas partes es que fue así fue, algunos brujos del Vrajitoare salieron a matarme, pero cabe decir que no lograron nada, jaja, ¡tómenla putos!

Bueno, al final de un largo viaje que tuvimos, al final logramos llegar de nuevo a Estados Unidos y adivinen como llegamos… ¡en el Olympic! Aunque pintado de diferente color porque los humanos peleaban en una guerra que era como mundial, ¡pero era el Olympic!

No saben como me sentí cuando Candy volvió al Hogar de Pony en donde se miraba feliz, estaba de vuelta con lo suyos y aunque no quería relacionarme ya que pensé que me verían raro por ser quien era, no fue así, me tomaron como uno de los suyos.

- Candy, creo que deberíamos inmortalizar esto – exclamé.

- ¿En serio? Pero ¿cómo?

- Tengo una idea, hay algo que crearon los humanos llamado cámara, podemos tomarnos una foto y quedar así inmortalizado este momento para siempre – Candy asintió y sin más, nos pusimos en una pose frente a una cámara que conseguimos y nos pusimos listas.

- ¿Lista?

- Sí – ambas pasamos y salió la foto, cabe decir que tardamos un poco en revelarla y al final fue bastante genial como salió, las dos nos tomamos una foto y conservamos una cada quien, fue lindo.

Cabe decir que me quedé ayudando a Candy para algunas cosas, aunque poco a poco pensé como es que sería mi vida luego de que me haya separado de Candy, pero estaba feliz de estar a su lado como mi mejor amiga, créanme que era feliz con ella.

En una salida que tuve yendo por ahí ayudando algunas cosas para Candy, alguien apareció frente a mí y aunque parecía alguien dura, no me esperé encontrarme alguien tan poderosa.

- Su cosmos es tan alto, da hasta miedo, pero no siento ninguna intención con ella – pensé, pero la figura delante de mí solo se acercó.

- Tu cosmos es bastante alto como gata mágica, así que me gusta – decía la mujer delante de mí la cual poseía el cabello rubio y unos hermosos ojos azules.

- ¿Q-Quién eres?

- Me presento ante usted, soy la reina del Kólasi, Suikyo, o para ti si lo deseas, soy Asóuka – exclamó ella mirándome, no sabía que mi vida cambiaría de golpe.

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- La bisabuela era genial.

- La foto lo dice todo, conoció a Candy White y fueron mejores amigas – Yuzu decía mirando la foto de ambas – Candy fue enfermera y la bisabuela Mictian luego conoció a nuestra demonio querida.

- Bien, bien, todo lindo con el relato, pero el suéter ese de donde mierda sale – Harumi decía rascándose un poco la cabeza con su patita.

- Creo que sigue eso – dijo Mei mirando como es que el diario poseía más páginas y continuaron leyendo para ver como las aventuras de Mictian seguían.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

No estoy bien del todo todavía ya que usé la PC de mi hermano para hacer este capítulo de Autormanía que tanto quería publicar. Tengo que decir que este capítulo fue más largo del que hice originalmente jeje.

Vimos un poco el pasado de Mictian, así como conoció a Candy White y bueno, fue alguien que fue bastante cercana con la bisabuela de Mei y Yuzu y bueno, luego conoció a Ángel de casualidad.

La referencia del nombre de bruja de Mictian, Shipton, es por una de las brujas más recordadas de Inglaterra, la madre Shipton, que por cierto, no era una mala bruja, era bondadosa, se dice que hasta la familia real británica le tenía cariño.

Ahora veremos cómo es que luego apareció el suéter de S, así como revelar el origen en sí de la transformación de Mei y el linaje ascendente de la familia Araki.

¿Estará el siguiente capítulo dentro de poco? No sabría decir ya que no es mi PC y no la puedo usar como quisiera, veré como le hago, espero que me perdonen.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.