Hola, mis terrones de azúcar.

Aquí rayendo un pequeño detalle del año pasado para Shiryu de Dragón, jajajaja

A dos días que sea su cumpleaños y yo apenas lo ando publicando, pero estoy haciendo todo para terminar lo del año pasado.

As que disfrute mucho.

Por cierto terrones...

¿Ya fueron a ver los especiales One Shot del ShaMuTober2023?

Si no, ¿Que esperan? Vayan ahorita a leerlo y liego vuelven o esperen hasta terminar de leer.

Por cierto, ¿Ya fueron a ver el nuevo vídeo del canal?

Aquí les dejo el link:

watch?v=Ly5lioDvu_Q&list=UUsXOkmNxMv5aXgnG5lXNjjA&index=9

Aquí el nombre del vídeo:

Audio Fanfic Saint Seiya. Una Papá Para Kiki, Capítulo 11 (Acuario) [ShaMu] {ShakaXMu}

Y el nombre de mi canal:

AMMU TEIKOKU YUDAINA.

Espero que les guste mucho, y les debo decir...

Este One shot contiene Lemon, explicito... Así que advertidos están. Eso si, son mayores de edad.

Yo no me hago responsable de traumas.

A leer se ha dicho.


-¿Seiya…? ¿Qué estas haciendo?- La impresión y sorpresa en esa ronca voz se hace presente, por la maravillosa imagen que tiene delante.

-Bueno… Shiryu— Aquel castaño de cabellos alborotados y cortos, con las mejillas sonrojadas, muestra su camisa por completa abierta, con solo una prenda interior que cubre su hombría, desvía su mirada, estando de pie en aquella habitación qué no es un lugar extraño para ninguno -Lo he estado pensando por mucho tiempo… Desde que… Te empecé a amar y creo… Que es el momento perfecto para…- Su cuerpo se estremece, la respiración se agita, y decide que es el momento de ser valiente, a pesar de que su corazón late como loco –Ha… Cerlo… Estar con… Tigo…- Su voz tiembla, ya que lo que acaba de decir es sumamente vergonzoso, aunque posiblemente sea difícil de entender.

Aquella declaración, claramente la entiende el joven hombre de cabellera azabache y piel clara. Sus orbes verduzcos se abren de par en par, al igual que su boca.

La sorpresa es grata, tanto que su corazón comienza a palpitar desesperado y sus pies se encaminan hasta llegar al castaño qué ahora tiene los ojos cerrados por la vergüenza, y las manos cubriéndose el rostro.

-Seiya…- Lo llama con un toque coqueto y suave, mientras sus manos buscan alejar las ajenas de esa preciosa cara, quiere que esos ojos color chocolate lo miren directo. Acaricia gentilmente los laterales, mientras presenta un sonrojo, y también una mirada llena de lujuria y pasión qué guardo por mucho tiempo.

-Shiryu…- Su voz se vuelve un jadeo al tener a ese hombre tan cerca.

Debe creer que ese hombre lo considera ahora un sinvergüenza, por estar diciendo ese tipo de cosas, pero los ojos verduzcos lo tienen hipnotizado, y sus marrones orbes reflejan la timidez qué pocas veces siente.

-¿De verdad, lo quieres hacer?- Le pregunta, mientras se inclina y provoca qué su aliento caliente choque contra los labios del más bajo.

Aquella acción eriza la piel del castaño, probándole un leve estremecimiento, como una sensación extraña.

Su cuerpo reacciona ante la cercanía, pero es muy vergonzoso declararlo.

Sus pupilas se contraen y trata de ver para otro lado, sonrojado por su atrevimiento -Si, lo… Lo… quiero hacer… So-Solo contigo—Tiene qué decirlo, aunque no pueda superar la pena.

El pelinegro sonríe, un suspiro deja salir, a la vez que una de sus manos baja hasta la cintura del castaño -Por favor… Dímelo a la cara, quiero ver tus ojos al decirlo, por favor… Seiya– Su sonrisa es urgente, sus ojos proyectan un brillo lujurioso y desesperado qué necesita todo en orden para no cometer un error.

Seiya harto y apenado de decir algo así, pues no lo quiere repetir de nuevo, solo desea llegar con urgencia a la acción, lo encara, y decidido grita su anhelo -¡QUIERO HACER EL AMOR CONTIGO SHIRYU! ¡QUIERO SER TUYO! ¡ENTREGARME A TI! ¡QUÉ TU POSEAS MI CUERPO Y NO ME DEJES NUNCA MÁS! ¡¿ES TAN DIFÍCIL DE…?!- Su pregunta es callada rápidamente por un beso feroz y desesperado qué invade desde el primer instante su interior.

Esto provoca qué los marrones ojos se abran de par en par, y su cuerpo se caliente tan rápido, qué no puede resistir dejar escapar jadeos, entre las pequeñas pausas qué ese beso tiene al faltar el aire.

Shiryu, no puede perder más el tiempo, sabe que tiene luz verde ante su mayor deseo, devora esa boca qué siempre necesito, pero que se calmaba en hacer algún movimiento que incomodara a su novio desde la adolescencia.

Ahora, al fin es el momento… Podrá complacer al pie de la lera a su amad Seiya. Tienen ambos tantos deseos e ideas que van a materializar en esta noche… Aunque se trate de dos vírgenes qué apenas experimentan su vida sexual a plenitud.

La lengua del pelinegro invade la cavidad bucal del más joven, siente la lengua tímida del contrario, con la cual se enreda, explorando cada centímetro de él, para después ir mordiendo y succionando esos labios qué siempre lo tentaban a hacer algo más.

-Aaaaunm… Shiryu… Aaauhn- Seiya deja escapar sus gemidos que lo avergüenzan enormemente, mientras pronuncian el nombre de quien lo intimida con esas sensaciones qué le provoca.

Pero lejos de que el de cabellos largos y lacios se detenga, sus manos a capturan el cuerpo del castaño, rodeándolo de la cintura, haciéndolo caminar hacia atrás, para que choque contra la orilla de la cama y hacerlo caer sobre esta.

No lo dejara solo, también debe quedar en las mismas condiciones que su novio, para empezar un enorme deseo y placer qué siempre espero pacientemente.

Seiya, queda aturdido por aquel beso tan profundo qué le dedico el mayor, qué no sabe como reaccionar, y más por que al ver como su novio siempre ha sido así de atractivo, puede notar mejor lo que esa camisa ocultaba siempre, esos músculos bien trabajados y marcados, a la vez qué el abdomen qué varias veces ha tocado y sintiendo, es demasiado tentado para hacer tantas cosas obscenas, que lo hace un poco babear y perderse en ese cuerpo.

Lo mira atentamente, apreciando todo lo que disfrutará de su novio en esta noche.

Sin embargo a la hora que el pelinegro se quita el cinturón del pantalón, se inclina hacia el castaño y elevándole los brazos, le enreda aquella prenda de cuero en las muñecas para inmovilizarlo.

Seiya aun atontado admira esto, pero solo dedica una mirada confusa, pues sus palabras están atrapadas en su boca por el deliro de ese placer.

-Shi… ¿Shi… Ryu?- Confuso le desea interrogar.

-Seiya, quiero qué estés muy seguro de esto… Por que en cuanto cierre esto por completo… Ya no te dejaré ir- Su voz jadea, es ronca y lujuriosa, por poseer a su amado Pegaso -Si… Aun… No estas listo… Me detendré…. Pero dilo ahora… Sino…- Ese tono algo desesperado y triste se refleja, deseando que de verdad no se retracte.

Sin embargo, el castaño le sonríe con un jadeo y las marcas de esos besos en sus labios -Estoy listo… No huiré… No lo haré, Shiryu… Hagá… Moslo- Le susurra en la intimidad de la habitación, para sonreírle cálidamente y darle a entender lo muy seguro que se encuentra de todo, confía en el pelinegro, sabe que no lo dañara, y quiere volverse por completo suyo.

Y con esa afirmativa, el pelinegro sonríe, cerrando aquel amarre en las muñecas del castaño, para así hacer qué sus pantalones se despoje de su cuerpo como la ropa interior, dejando ver su miembro viril, erecto y duro, que ya está goteando pre semen, pues ya está muy excitado, gracias a que vio a su Seiya casi desnudo ante él.

El castaño se impresiona por ver el pene de su novio, tenía el conocimiento de que era algo grande por la marca que se hacía cuando "Jugaban" en algunas ocasiones con su ropa puesta, pero es la primera vez que lo ve en vivo.

Sonrojado, sintiendo que debe estar al rojo vivo de la cara por su enorme vergüenza al ver esa gran pedazo de carne que le hará sentir el paraíso.

Lleva su mano derecha hacia la mejilla caliente del castaño, mirándolo con atención, para acariciarlo gentilmente -Siempre eres tan lindo, Seiya… Pero hoy te vez muy erótico… Que solo te quiero profanar…- Es la primera vez que Shiryu se muestra de esta forma, que su pacífica presencia y dulce mirada, desaparece para dejar ver un joven hombre lleno de lujuria deseo y obsesión por este castaño qué ha amado desde que eran un par de adolescentes.

Ya no sé cree capaz de calmarse o ser paciente.

Su boca de inmediato se pone a besar esos labios una vez más, besándolo desesperadamente, mordiendo el inferior, dejando su marca, los jadeos de ambos se combinan en el beso.

Shiryu es demasiado desmándate con Seiya, para besar cada vez más profundo, al grado que su lengua de nuevo se introduce, para después mordisquear esos labios con tal fuerza qué deja un rastro de sangre combinada con saliva.

-Ay… Shiryu… Despacio…- Con ese toque las lágrimas salen de sus ojos, al igual que el sonrojo se intensifica.

-Lo siento… Pero no puedo resistirme– Jadea apartándose del beso, mientras sus orbes verdes se fijan en el cuello de su pareja, invitándolo para ser besado y marcado.

No espero escuchar algo, no quiso expresar ninguna palabra, ni nada que le autorice avanzar, comenzó a besar ese cuello qué le parecía delicioso, no va a tener cuidado de dejar marcas, porque lo quiere marcas, de todas las forma posibles.

Shiryu, ese joven hombre prefiere seguir su tarea.

Besos feroces, entre marcas, entre rastros de saliva, la lengua recorriendo cada centímetro de esa suave y cálida piel, qué le tentó por años.

Seiya, solo deja escapar sonidos obscenos de sus labios, como jadeos y fuertes gemidos qué se vuelven sonoros, al grado de gritar, sin poder hacer nada más que gozar, pues ni siquiera puede tapar su boca, solo morder sus labios y sonrojarse al grado de perder el control de su cuerpo… Resistirse es imposible, esta atrapado entre el cinturón de su pareja y el cuerpo que lo aprisiona, qué lo sujeta con fuerza de la cintura.

La lengua de Shiryu recorre su pecho, llegando a sus pezones, y mientras lo mira atentamente, su boca succiona sin ningún pudor el izquierdo, mientras que sus manos sujetan firmemente la cintura del menor para atraerlo a él y evitar que se retuerza de más y alejarse.

-Shiryu… Espera… Aaaaaah… Es… De… De… Masiado…- No puede arquear de forma correcta su espalda, esta atrapado, sus manos igual no pueden moverse, pues Shiryu lo atrapó en la cabecera de la cama.

-Quiero… Ya casarme contigo… Quiero embarazarte y beber de ti…- El pelinegro esta hipnotizado por el sabor abrumador de ese joven, qué sólo disfruta cada toque descarado que le proporciona, qué sin ningún pudor, sigue hasta dejar aquel pezón completamente rojo e hinchado, bastante mordido y lleno de saliva, como si deseara qué de ellos saliera leche para tomar hasta la última gota.

Sus palabras solo sonrojan al castaño, estremeciéndolo, y sintiendo que su cuerpo está volviéndose una zona erógena.

Su miembro está atrapado en la ropa interior, mojándola y de paso humedeciendo cada parte de su pene, testículos y ano.

Esa cercanía provoca qué ambos penes se froten entre sí. El de Shiryu, necesita ya explorar y profanar el virginal ano de su novio, que grita desesperado su nombre y se muerde de placer el labio inferior que ya está herido, al sentir como esas calientes manos recorren su vientre plano, rodeando su ombligo, con la punta de su lengua, sintiendo que solo se están torturando a sí mismos…

Su rostro se hunde descaradamente en la parte baja del castaño, sintiendo la humedad del pene del castaño -Palpitas… Hueles bien… Seiya… No esperare más…- Sus manos rápidas quitan la última prenda, dejando ver que el miembro del más joven también está erecto, aunque en tamaño es un tanto más pequeño que el suyo, pero nada le quita la hombría a su Pegaso.

-Espera… Ooouh… Shiryu… No tan… Ummnh- Sus lágrimas siguen cayendo de placer, pues siente como aquella boca caliente y húmeda qué ha besado sus labios y reclamo su cuerpo ahora engulle su pene, casi hasta la base, chupándolo, lambiendo la punta y dándole un placer único -Shi… Shi… Ryu… Uuuumhn… No… Yo… Deten… De… Dente…- Muerde más fuerte sus labios, temblando, sintiendo que ya no soportará más… -Es… Demasiado…. Shiryu… Por… Favor… Yo… Voy….- Hecha su cabeza hacia atrás, dejando escapar unos fuertes gemidos ahogados, mientras sus piernas, se doblan de las rodillas, contrayendo los dedos de los pies, como sus manos bien sujetadas al cinturón con fuerza y parte de las sábanas qué alcanza a tomar.

-Termina en mi boca… Quiero probarte todo- Aparta levemente su boca de ese miembro erguido, para decir aquellas obscenidades, mientras de nuevo atrapa ese pene y lo sigue succionando, hasta que la corrida del castaño aparece y queda en su interior…

Seiya termino en la boca de su novio, sintiendo los fuertes espasmos de una corrida tan placentera, no era la primera vez que sentía un orgasmo, pero si, uno así de fascínate.

El sudor se presenta, al igual que los fluidos de él que caen de la boca del pelinegro.

Shiryu traga esa corrida, saboreándola hasta la última gota.

La respiración del castaño esta agitada, su cuerpo tiembla extasiado, acaba de perder su cordura, sus ojos solo miran hacia el techo, pensando que debe estar en el cielo.

Sin embargo, la noche está muy lejos de acabar, solo siente como sus piernas son sujetadas, de detrás de las rodilla, sintiendo que algo duro esta en su entrada, apenas si mira un poco, pues sabe lo que se viene, lo que espero por tanto tiempo.

-Shiryu…- Murmura ese nombre, entre el jadeo, y con su juicio nublado por el placer… Mira a su novio, esos cabellos azabaches tocan sus piernas, el sudor se mezcla en sus pieles, como el olor a placer en el aire.

-Seiya…- Esos ojos verdes brillan de placer, mientras su mano va a buscar rápido un condón de aquella caja qué el castaño llevo y dejo sobre la cama, lo abre con la boca de manera desordenada, rompiendo rápido el empaque para ponerlo sobre su pene -Oouhm… Es pequeño para mí… Mmh– Aprieta su mandíbula… Esta un poco apretado, pero le excita aún más sentirse de esa manera.

-Lo siento… No creí…- Mira atentamente al azabache, le gusta y aterra un poco ese miembro viril qué ira dentro de su ano. -Shiryu… Es tu culpa… Eres demasiado grande…- Aprieta sus labios, temblando ligeramente, sonrojándose al pensar miles de cosas obscenas con él.

-Si, es verdad… Soy el culpable… Es por ti…- Se inclina, hasta llegar al oído de su pareja y susurrarle algo mientras su miembro rosa el pene del contrario -¿Está bien sí soy yo?- Le pregunta, pues es el último momento en que su mente se dejara consumir de nuevo por el placer y llegara hasta las últimas consecuencias.

La vergüenza reina en los ojos del castaño, y sin poder cubrirse, ni nada hacer algo más, solo acepta gustoso qué su destino ha sido sellado por sí mismo -Soy tuyo, soy tu regalo de cumpleaños… Tómame como tú lo desees, que yo te amo— Las palabras cursis apenas si salen, para sentir sus mejillas calientes.

Shiryu, sonríe, sintiéndose maravillado por tales palabras, dando un beso más a esos mordisqueados labios para susurrarles algunas palabras -Te amo, Seiya… Te adoro…- Sus palabras son sinceras, esa picardía continua…

Y solo por unos segundos se aleja de ese rostro, para acomodarse entre las piernas de su pareja, y por primera vez en su vida se introduce en el ano de su amado Seiya. Su primera entrega es con el castaño de ojos marrones.

Seiya, siente como aquel miembro grande está entrando en su cuerpo, no creía que fuera así de enorme y grueso, sus lágrimas caen de sus ojos, es doloroso pero placentero, se había estado preparando antes, pero no al grado de introducir algún juguete en su interior, solo se dilataba con sus dedos…

Seiya se había masturbado varía veces pensando en su amado Shiryu, y por primera vez lo está sintiendo en su interior.

Los cabellos negros pegados en la espalda de este, algunos mechones cayendo en el vientre de su preciado novio, nota qué en ese lindo estómago, un bulto se puede ver, al estar entrando en él…

Esos jadeos se sincronizan, respirando pesadamente, haciendo qué el calor se pueda ver en sus alientos.

-Co-Con… Tinua… Mas…mmmh… Uuhn- Shiryu no puede soportar al escuchar esas palabras y su primera estocada se hace presente.

-Shi… Shi… Shiryu… Me… Me vas… A… Romper…- Se muerde los labios, escucha para atrás la cabeza al sentir como aumenta el placer en su interior… Es doloroso, pero con una satisfacción inmensa que no lo deja pensar bien.

-Si… Si… Te romperé… Partiré en dos… Con mi pene… Haré qué nunca olvides a quien le perteneces ahora- No puede esperar brindarle más estocadas, su ritmo es rápido, no alzando a pensar en que Seiya se acostumbrará, se lo había advertido, qué no podría calmar su deseo hasta que lo poseyera por completo.

Ambos jóvenes hombres han entregado su virginidad a la persona que más aman.

En un día tan especial se vuelven uno, dispuestos a todo hasta las últimas consecuencias por el otro.

Tal vez no al grado de procrear un bebé, pero si para saber que ahora sus cuerpos no podrán vivir sin sentir el otro.

Atrapó para siempre a su hermoso Pegaso, como suele llamarlo, no solo por amararlo de una forma bastante dominante, algo bastante impropio de su personalidad tan calmada y sabía que predominaba siempre en su actitud. Sin duda, en la cama, Shiryu deja ver sus verdaderos instintos… Estocadas fervientes, sin piedad, ni tregua… Un descontrol donde ambos hombres están disfrutando, hasta el grado en que sus respiraciones chocan.

El pelinegro se inclina muy cerca de ese rostro, qué pide que lo mire.

Su deseo se vuelve realidad, Seiya lo observa entre las lágrimas de sus marrones orbes, en un movimiento, eleva la pierna derecha de su Pegaso, para que esté este de lado, llegando mucho más profundo dentro del castaño, provocando que gima, y pierda las fuerzas de su cuerpo.

Las estocadas siguen su ritmo, embestidas qué se intensifican, jadeos qué se ahogan en labios ajenos, choches de pelvis, sonidos obscenos y ese aroma que significa qué el amor se volvió en algo más que solo besos, ya pasaron el límite, llegaron hasta este punto, donde ambos se disfrutan, se llaman entre los espasmos del placer y se poseen…

Un poco más, y Shiryu necesita correrse, terminarán dentro del condón, le ayudara a no derramar nada en su Pegaso.

Mientras se intensifica sus embestidas, es allí qué Seiya se aparta del beso, para dejar salir sus fuertes gemidos, pidiendo que vaya más rápido, argumentando qué terminará pronto… Su cuerpo esta sensible después de su corrida anterior.

Shiryu al escuchar qué su amado pide más de él, se enciende de nuevo el deseo incapaz de controlar, para aumentar el vaivenee, al grado que se deja fluir en ese precioso cuerpo…

Golpes de pelvis, choques de pieles y en un instante, ambos se corren, el clímax llega, no al mismo tiempo, pero similar. La corrida de Shiryu dentro de Seiya, derramando su semilla, mientras eso ocurre, siente como se expande un poco más en ese interior, Seiya se contrae, tensa su espalda, para sentir que por esa corrida, aquel pene toca una parte demasiado sensible qué le proporciona una descargar eléctrica en su cuerpo para derramar su semen en su vientre y parte de las sábanas…

Los dos se han venido, pero lejos de terminar, se miran a los ojos, Seiya los lleva cristalizados, esta sudoroso y cansado, admira fascinado como aquel amado suyo, se encuentra sobre agitado por llevarlo al mismo cielo, pues es lo que ambos han experimentado al llegar el clímax.

Shiryu admira el desastre que es Seiya, y solo puede sentir que lo ama aun más, otro beso, no se pueden cansarse de besarse, aunque sigue dentro de él.

-Te amo… Te amo tanto Seiya...- Exclama su amor a todo lo que puede, no va a evitar decirlo jamás.

-Shiryu… Te amo… Aahmm- Sus palabras callan con un nuevo beso y al parecer aunque el pelinegro se ha venido, no aparece que su pene se calme, pues aun esta duro y deseos de más.

Sigue envistiéndolo, necesita aún más de Seiya.

Sin duda, ninguno se comporta tanto como si fueran primerizos, pero es la verdad, ellos se han entregado por primera vez en un fecha tan importante, en el cumpleaños número veintitrés del pelinegro, el cual siempre había sido comparado con un dragón por su manera calmada y sabía de ser, pero al parecer ahora demuestra otra cara de la moneda, una que solo Seiya conocerá de ahora en adelante.

El castaño ya no puede pedir tregua, desea mucho más… Se ha encendido una alarma de pasión, que ningún creía que poseyeran.

Tal vez, más adelante desate las manos de Seiya, y cumpla otro fetiche…

Tal vez, esta noche no vayan a dormir nada, ni regresar a sus hogares…

Pero sobre todo, deberían detenerse un momento, ya que lo más seguro es que el condón qué Shiryu lleva puesto, por lo ajustado qué esta… Tal vez llegue a tener un fisura en algún momento, pero por la sobrexcitación de ambos jóvenes, puede que se den cuenta demasiado tarde.

-Dos Meses Después-

-Po… Po… Sitivo…-

-¿Enserio?-

-Si…- Muestra aquella prueba de embarazo, temblorosa entre sus manos.

-Oh, vaya… Bueno. Mis padres me mataran, pero esta bien- Le da un abrazo al castaño, para calmarlo -No existe nada más feliz que poder hacer mi sueño realidad. De tener una familia contigo- Qué dulce y sincero es el pelinegro, que tiene una sonrisa en sus labios y unas lágrimas de felicidad en sus verdes orbes.

-Shiryu…- Un llamado suave de una voz temblorosa, casi entre el miedo y pavor del futuro.

-Todo estará bien, Seiya… Me haré responsable de lo que paso. Estaremos bien y…-

-¡MIS HERMANOS TE VAN A MATAR! ¡ESO ME PREOCUPA MÁS, A QUE TE HAGAS RESPONSABLE!- El grito fuerte y claro, esta revelando qué las hormonas y el miedo se van intensificando en él.

Ni siquiera el pelinegro se lo había pensado antes, pero en efecto, esa posibilidad está allí presente después de todo… Los hermanos de Seiya, no son muy gratos a que estén juntos y con esto…

Bueno, puede que Shiryu solo llegue a vivir veintitrés años, pues de que morirá por a ver embarazado al tesoro más grande que tienen esos tres sobreprotectores hermanos, no existirá nada, ni nadie que lo salve.


Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí trayéndoles algo ben loquillo... Dioses... Kiaaaaa, me da vergüenza, pero es que... Shiryu es Libra, sabemos que los Libras cuando aman, lo hacen bastante alocado, ya conocemos a Dohko y le enseño a su alumno, a como amar bien a quien gane su corazón.

Ademas... ¿Se imaginan quienes son los padres de Shiryu?

Y ¿Quienes serán los hermanos mayores de Seiya?

Seiya tiene aquí 21 y casi 22 y sera ya mamá jajajajXD

A ver como continuara.

Pero eso si... Vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar a Shiryu por que se lo merece.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Shiryu, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Shiryu, tu cumpleaños si que si.

Espero que les gustara el One Shot y que no los traumara mucho o hiciera sangrar la nariz mucho jajaja.

A responder los hermosos comentarios de mis terrones de azúcar:

RubyPrz93: Hola mi terrón de azúcar, que bueno que felicitaras en su tiempo al guerrero dragón, jajajjaja claro, Po no es jajaja XD

OOOOOOH, mira que le atinaste sin querer...

Espero entonces, que este capitulo lo compense mucho jajajajaj.

Shiryu esta cumpliendo en este año, 51 años... Alaaaaa, pero si ya esta grandecido jajjajajaja

Amiga, Shiryu ya esta cincuenton.

Sipi terrón, yo ando entre descansos breves trabajos duros jajaaja, pero así se debe hacer,¿ ¿Ya que mas queda?

Espero que disfrutes mucho el ShaMuTober2023.

Saludito terrón de tauro y nos leeremos después.

Anonimus1000days: Jajajajaj ay terrón, pues yo creo que a como vamos, llegara dos años después jajaja y es que es tu favorito.

Tu no eres Sagitario para caerte.

Jajajja claro que si, yo te entiendo perfectamente.

Lo siento... Pero aquí Shiryu y Shunrei, son compas.

De hecho si... Shiryu no tenemos conocimiento de familia... Todos los protas si tienen a alguien que les conocemos, pero Shiryu... No, nada... Que feo, su única familia si era Dohko y Shunrei.

Jajajajjaja ¿Porque tan feo le dices a Seiya jajaj? Jjaja barril sin fondo, o sea si es... Pero jajajaja

Es que Seiya es mágico jajajaj es el prota jajajaj necesitamos desmadres con él.

Uuuuh, pero aquí lo sereno y clamado se le fue... Se le fue por que el pony quería algo mas de pony salvaje jajaja.

¿Como que le regalas inmunidad a la ceguera?

Que cruel, pero seria un muy buen regalo para Shiryu.

En fin, espero volvernos a leer algún día... en alguna año jajaja XD

Por favor cuídense mucho, manténganse a salvo.

Los quiero bastante.

Ammu se va.