Hola les dejo un nuevo capítulo pero quisiera darles la advertencia que esté capitulo contiene Lemon😳 (contenido para +18), 😬 no planeo ofender ni dañar a nadie si no les gusta este tipo de contenido por favor absténgase de leerlo , de antemano Gracias por leer mi historia, Les Amo. Saludos...😘
El príncipe de la mafia estaba despertando con dolor de cabeza, la luz que entraba por las ventanas comenzaba a molestar sus ojos, parpadeo varias veces para poder acoplarse a ella, sus ojos vagaron por todo el lugar, deteniéndose en lo que parecía ser, un vestido que por la pinta era un poco costoso, además de una zapatillas que combinaban perfectamente con el vestido, se dio un ligero golpe en la frente, lo había vuelto a hacer, miro debajo de la sabana que cubría su desnudez de la cintura hacia abajo, lo pensado estaba en traje de Adán, Dios ahora con quién se había metido, cerró los ojos esperando recordar detalles de la noche anterior, por el momento solo recordaba haber salido del club de su familia con... ¡O no! No, no de todas la mujeres de Seúl, había sido...
Woobin.- JaeKyun.- dijo en un susurro, volteo lentamente hacia su compañera, quien aún dormía tranquilamente, estaba acostada boca abajo con la cabeza en dirección opuesta a el, su espalda estaba desnuda, aunque era una imagen que había visto cientos de veces con otras mujeres no podía evitar pensar que era la cosa más sensual que había visto en su vida, o quizás era la primera vez que se tomó el tiempo de verlo, respiro profundo y cerró los ojos nuevamente, comenzó a recordar completamente.
Estaba en el club de su familia, estaba muy ansioso en la oficina, entre nuevos proyectos, balances, reportes y lo más importante que no dejaba de pensar era que necesitaba aclarar las cosas sobre quien era el bastardo que estaba amenazando la tranquilidad de su familia, por eso decidió ir y tomar unos tragos, tal vez también disfrutaría de algunas mujeres, el no las obligaba llegaban a él como abejas en la miel, después de unos buenos tequilas, se acercó hacia la barandilla para tomar un poco de aire cuando la vio bailando moviendo sus caderas al compás de la música, era la mujer más sexy que había visto en su club, sin pensarlo se dirigió hacia la pista de baile, las personas se hacían a un lado dejándolo pasar al parecer la chica no se había dado cuenta de su presencia pues seguía mostrando que era una buena bailarina, el se acercó y la tomo de las caderas acoplandose al ritmo de la que ahora veía con el pelo corto negro, cuando la chica dio la vuelta grande fue su sorpresa pues se trataba de la heredera del grupo JK además una amiga cercana a el, cuando la reconoció le dedicó una sonrisa de infarto la cual pudo deducir como encantadora pues varias chicas habían suspirado abiertamente, la pelinegra todo los ojos y sonrió.
Woobin.- Hola mono, que dices si te invito una bebida.- dijo en tono seductor.- y quizás algo mucho mejor después.- guiño su ojo.
Jaekyun.-En tus sueños Song.- Dijo en tono de burla.- Pero la bebida te la acepto.- Lo cierto era que ella también estaba ebria, solo quería despejarse de todos los asuntos del grupo el cual desde el asunto con JunPyo tuvo que hacerse cargo, pues al dejar plantado en el altar al heredero Gu, sus padres la obligaron a tomar responsabilidades que según ella aún no le pertenecían.
Woobin.- Ven vamos por tu bebida.- La tomo de la mano sin tomar importancia a las negativas y reprimendas de la pelinegra.
Cuando llegaron al privado donde minutos antes el pelirrojo estaba, solo basto un movimiento de su cabeza para que las chicas que estuvieron antes con él desaparecieran, la invito a tomar asiento a su lado.
Woobin.-Y bien ¿que te apetece beber?
JaeKyun.-Un tequila me caería perfecto.- Woobin sirvió la bebida y se la ofreció.- Gracias.
Woobin.- Y bien a qué debemos el placer que nos visite tan distinguido personaje.- Dijo en tono burlón.
JaeKyun.- Muy gracioso Dong.- Suspiro pesado.- Supongo que lo mismo que a ti.- el chico levantó la ceja, ahora había captado su total atención.- No me veas así, ambos sabemos cómo es la carga para un heredero al tomar el puesto.
Woobin.- Supongo que tienes razón.- Termino de beber el contenido de su vaso.
Continuaron platicando unas horas mas, pasaron del tequila a vodka, Jaekyun se sintió mareada por lo cual quiso levantarse pero grande fue su sorpresa que callo nuevamente en el sillón pero ahora más cerca del Song.
Woobin.- Estás bien.- Ella levantó la vista, sus miradas se encontraron y el no pudo resistirlo más, fundió sus labios a los de ella, primero fue un beso dulce como esperando a que ninguno lo rechazara pero fue subiendo de nivel poco a poco hasta volverse aún más apasionado, los hombres de Woobin se percataron de tal escena así que cerraron totalmente el privado.
Ellos seguían besándose pero sus cuerpos pedían más, Jae se dejó llevar pero cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se alejó del pelirrojo.
Jaekyun.- Espera, no esto está mal.
Woobin.- ¿Porque está mal? Si ambos nos gustamos y es lo que queremos.- La volvió a besar.- Además me gustas desde hace mucho tiempo.- La beso nuevamente con la misma pasión. Quizás eran los tequilas o el whisky, pero nunca tendría nuevamente el valor de decirle todo lo que guardaba desde hace mucho tiempo.- Así que dime yo ¿Te gustó?- Ella estaba aturdida con la reciente información solo se sonrojo.
Jaekyun.- Si, me gustas.- Aún con la respuesta dudo un poco y se movió para poder levantarse pero fracasó, y fue hay cuando sintió la erección del mafioso haciendo que ambos gimieran por el roce de sus cuerpos.
Woobin.- Vamos, vamos a otro lado ven.- Salieron del club y se dirigieron hacia su limusina
En cuanto subieron a la limosina, ella se alejó lo más que pudo de él y Woobin sonrió. Estaba arrinconada, eso era lo que necesitaba. No esperó más y se lanzó sobre Jae, pero no la besó, su boca recorrió el cuello y el escote libre de ropa, piel nívea y tibia que olía a rosas. Sintió las manos de ella haciendo presión sobre sus hombros, con la respiración entrecortada, mientras él seguía besando y lamiendo.
-Woobin... -Trató de resistirse-, esto no está bien... -Pero su voz no expresaba la seguridad necesaria, debido a las sensaciones de placer que esa lengua revoloteando en su cuello le brindaban, ganándole al sentido común.
Sus manos se apretaron con un poco más de desesperación en los hombros de él, acercando sus cuerpos y soltó un pequeño gemido cuando le mordió el cuello, provocando que echará la cabeza hacía atrás, entregándose por completo a las sensaciones que no sabía que necesitaba hasta ese momento.
Woobin empezó a subir lentamente por su cuello hasta la barbilla, repartiendo pequeños besos y lamidas hasta que por fin llegó a los labios, presionado levemente antes de morder el labio inferior. Jae jadeó más sonoramente mientras separaba los labios y le daba acceso a su boca, las lenguas de ambos se enfrascaron en una danza. Y en un solo movimiento, Jae se sentó a horcajadas sobre él, dejando a Woobin contra el asiento jadeando por la sorpresa. Se miraron a los ojos unos instantes, hasta que ella volvió a besarlo con más intensidad y sobre todo, necesidad, presionando su cuerpo con el de él.
Aquel cambio de papeles había sido muy interesante y Woobin no protesto, porque de inmediato sintió su erección rozándose contra la pelvis de Jae, cada vez más rápido. Y la manera en que lo besaba y lo dominaba era totalmente inesperada, pero placentera.
Jae se frotó con más urgencia contra él, emitiendo un jadeo. Quería más de esos labios, de esa lengua, de ese cuerpo, de su sabor, lo quería todo. Y cuando ella lo mordió entre algún punto de su oreja y su mandíbula, un gemido ronco escapo de sus labios, enterrando con más fuerza sus dedos sobre las caderas de la pelinegra, que seguía meciéndose.
No eran un par de adolescentes para andar acariciarse, pero ese simple acto lo estaba llevando al borde y fue consciente de que si permitía que Jae siguiera jugando de esa manera, terminaría antes de haber empezado algo. El ruido de un motor deteniéndose lo distrajo, la limosina. ¡Estaban en la limosina! su chofer, había cerrado la ventanilla que separaba el lado del conductor con el del pasajero, pero no era a prueba de ruido.
-Jaekyun... - Jadeó, deteniendo el embiste con sus manos-. Jaekyun, para por favor -suplicó sabiendo que era lo último que deseaba en ese momento.
Jae dejó de besarlo, mecerse y lo miró confundida, y algo avergonzada.
-Lo siento, yo... -murmuró, sin saber qué más decir y quitándose de encima. Woobin negó con la cabeza y volvió a besarla, con pasión.
-Aquí no, subamos, por favor -Woobin, podría haber sido un completo imbécil con otras mujeres, pero quería darle a entender que ante todo era decente por no querer tomarla en ese lugar y en plena calle.
Woobin bajó del auto y le tendió la mano, ella dudo en tomarla, pero al final lo hizo, ansiosa de tener algo más en que pensar esa noche.
Woobin y Jae llegaron al elevador y él la pego a su cuerpo, abrazándola y besándola. Cuando llegaron a su piso, se concentró en poner la clave en la cerradura. Un pitido se escuchó y él gruñó, separándose de ella para oprimir los cuatro dígitos correctamente.
Jae apenas y pudo fijarse en la decoración del lugar y, debía admitirse, no le interesaba en absoluto, en cuanto el ruido dejo de sonar, se pegó nuevamente a Woobin, dejándose llevar mientras lo besaba con desesperación. Algo dentro de la pelinegra le gritaba que no lo hiciera y al mismo tiempo otra voz gritaba que continuará. ¿A quién debía hacerle caso? No importaba, porque Woobin empezó a besarla con pasión y desenfreno. Eso era algo incorrecto en todos los sentidos, se suponía que ellos dos no deberían hacerlo. Ni siquiera eran amigos tan cercanos.
Y su subconsciente siguió gritando entre un sigue y un detente cada vez más fuerte, pero para cuando Woobin logró rozarle los pechos, las voces no pudieron importarle menos.
Con movimientos furiosos ambos se fueron desnudando rápidamente, acariciando la piel que quedaba descubierta entre jadeos y besos. Woobin avanzó de espaldas hasta llegar a su habitación, que estaba en total penumbra, pero eso no les impidió encontrar la enorme cama pegada al gran ventanal. Él admiró la hermosa ropa de encaje color negro que la chica lucía, y lo único que le impedía ver su desnudez. Jae de nuevo tomó el control de la situación y, como en la limosina, lo empujó contra el colchón, tomándolo por sorpresa. No esperaba que alguien como ella tuviera semejante fuerza, pero el cuerpo que lo estaba empujando lo inmovilizó sin problemas, aunque no era como si hubiese puesto resistencia. La tenía sobre él, con las piernas a los lados de sus caderas, mordiendo y besando su pecho y más abajo todavía, un gemido escapó de su garganta al sentir su lengua. Jae se retorcía contra él, disfrutando del modo en que esa dureza se le clavaba justo en el surco entre sus glúteos.
Woobin estrujó el edredón, levantando las caderas y tratando de hacer contacto con cualquier porción del cuerpo de Jae, mientras la lengua de la pelínegra dejaba un camino hacia su sur.
Ella sujetó la cinturilla de los bóxers, él levantó un poco el cuerpo mientras ella con ambas manos, jaló la prenda con fuerza. Y allí estaba, rosada y brillosa, la gran erección de Woobin suplicando por ser lamida y tomada la heredera así lo hizo, incluso antes de que él hubiera bajado las caderas por completo, introduciendo sus manos por debajo de sus nalgas, masajeándolas mientras lamía y chupaba arrancando gemidos cada vez más fuertes de la garganta masculina. Trazando líneas con la punta de su lengua, lenta y concienzuda, excitándole más allá de lo soportable.
-Joder, Jae -Exhaló apenas con voz, sintiendo cómo la humedad de la boca femenina lo envolvía, succionando, lamiendo, arañando suavemente con sus dientes. Entrando y saliendo cada vez con mayor intensidad y velocidad.
Enredó sus dedos en la oscura cabellera que tenía el tacto de gruesa y sana seda, resbalándose entre sus dedos, tironeando con suavidad para indicarle que parara y forzándola a dar la boca, que besó sin titubeos. Jae sentía su propia humedad perdiéndose entre sus piernas.
Se giraron y Woobin la aprisionó contra el colchón, corcoveando contra su pelvis.
-Alza las piernas -Indicó, aún entre besos y roces. Woobin no resistió más, fantaseaba con tenerla desnuda y vulnerable, quería descubrir toda esa piel blanca y suave. Tenía la boca llena de saliva por las ganas de recorrerla palmo a palmo con la lengua. Jae obedeció y se vio liberada del panti y, casi en el mismo minuto, del sujetador-. Voy a probarte -Advirtió. Lo necesitaba, su desenfreno alcanzó un pico insostenible al verla desnuda y dispuesta.
-Song... -respondió antes de dejar un mordisco en su cuello, marcando las uñas en su espalda.
Él se acomodó entre sus piernas, obligándola a abrirlas y presentarle su sexo, que recorrió con mirada ávida. Los músculos de la espalda de Woobin ondularon al descender por el cuerpo de la chica, usó las yemas para frotar los pezones que se irguieron bajo sus cuidados, la parte más sencible de Jae palpitaba, suplicando su atención. Su pulgar recorrió desde el escaso vello rubio hasta el botón sonrosado, sobresaliente, se inclinó e inspiró hondo el aroma de esa carne que se estremecía bajo su toque.
-¡Oh, Jae!
-Por favor, Woob... -Pero la frase quedó ahogada por un sofocado gemido. Jae nunca imaginó aquello, ni en sus más locas fantasías; febril, lloriqueó, empujándose contra esa lengua que se enterraba de forma inmisericorde dentro de su cuerpo, una y otra y otra vez sintiendo una delirante sensación recorrerle sin cesar. Y rogó, suplicó por más, aun cuando su ser parecía incendiarse a cada segundo que pasaba, ni más ni menos, que la estaba besando, comiéndole, destrozándole entre roncos gruñidos casi animales mientras hundía los dedos en ella, abriéndola para después succionar. Notó la humedad, salpicando el edredón, todas sus terminaciones nerviosas parecían haberse concentrado en ese punto exacto, que imploraba por el sexo del pelirrojo. Y entonces, gritó con toda su alma, se quedó ronca, pidiéndole que le dejase correrse. Notarle apartarse la enloqueció, pero la pérdida fue mínima, Woobin volvió a besarla, con su sabor impregnado en los labios, pero a Jae no le importó, ella solo quería tenerlo dentro, acabar con aquel fuego que la consumía.
Woobin se movió en la cama, estirando la mano hasta su mesa de noche, rebuscando y tirando el reloj al suelo, encontró el condón, se alejó lo necesario para colocárselo apenas intercambiando una mirada con JaeKyun.
Regresó a su posición y la chica envolvió con sus muslos la cintura de Woobin, que le penetró de una sola estocada, bebiéndose el quejido, a medio camino entre el tormento y el goce, que sacudió a Jae, quien se arqueó ligeramente mientras su interior se sentía cada vez más invadido, sujetó con fuerza el edredón y entonces sintió una mano sobre su mejilla, Woobin la miraba.
-¿Estás bien? -preguntó jadeando con la necesidad contenida.
-Muévete -respondió ella, en un murmullo y entonces él empezó a embestir con fuerza.
El resto fue un borroso caos de besos y manos, uñas y dientes, ondulando las caderas, girándolas. Lo notó apartarse y volver a enterrarse tan profundo como era capaz, sus entrañas cantaban de dicha, las lenguas danzaban con frenesí. Se escuchó gemir y escuchó también los gemidos de Jae hasta que ambos empezaron a gritar sonoramente, desenfrenados. Woobin se hundió una y otra vez en Jae, sincronizando los movimientos de sus caderas a los de la chica, mientras seguía resoplando contra su garganta. Escuchándola pedir por más, más fuerte, más rápido. Estaba tan cerca, tan cerca, era como si el placer no acabase nunca, crecía y crecía, entonces fue como si esa enorme burbuja de hirviente dicha explotase sin previo aviso, haciéndole gritar de alivio. Jae se contrajo en torno al miembro palpitante que le llenaba, apretando más los muslos, disfrutando de la expresión que hacía brillar el rostro de Woobin en medio de su orgasmo. song, Song Woobin, el mejor amigo de quién consideró su primer amor además de ser su "ex prometido" ahora era quien se la follaba y aquella idea estalló en su interior.
Woobin se dejó caer pesadamente sobre Jae, se recostó a espaldas de la pelinegra, abrazándola mientras sus respiraciones se regulaban, cuando estuvo más calmado se sentó en la orilla de la cama para remover el condón, regreso a la misma posición al lado de la joven heredera, y así el sueño los venció.
Fin flaskback
Y ahora estaba recién despertando a su lado, no sabía cómo reaccionaria JaeKyun cuando despertara pero sabía que todo lo que había dicho la noche anterior era verdad y haría lo que fuera necesario para dejárselo claro, primero esperaría hasta que despertara y después le haría un gran desayuno.
Cuando JaeKyun despertó se sintió igual desorientada pero a diferencia de Woobin recordaba todo perfectamente, cuando sintió los brazos de Woobin abrazándola no supo que pensar o decir, tenía un poco de miedo de moverse y despertarlo, lo peor vendría si el la rechazaba o trataba con indiferencia, sintió como el Song se movía abrazándola como si de un oso de peluche se tratara, aún así tenía claro que era más conveniente terminar con esta situacion no quería que la burbuja se rompiera pero tampoco podía vivir de falsas expectativas, se movió un poco más liberándose del abrazo del chico, se sentó al borde de la cama y examinó el lugar para encontrar su ropa, cuando la localizo tomo una de las sábanas para cubrir su desnudez y se aproximó a levantar su ropa, seguía un poco aturdida y por supuesto arrepentida sentía que debía salir lo más rápido posible, volteo a ver a Woobin el seguía dormido o eso ella pensaba se dirigió hacia el baño para ponerse la ropa y salir de hay lo más rápido posible cuando terminó salió sin hacer ruido cuando una voz profunda la detuvo.
W
oobin.- Intentas Huir?- Pregunto entre divertido y molesto...Santa Mierda... Penso la heredera.
Jaekyun.-Y...yo.- Estaba demasiado nerviosa en eso vio como el pelirrojo se levantó de la cama, el cual para fortuna de la chica estaba ya usando un pantalón de pijama.
Woobin.- No pensé que fueras ese tipo de chica, la cual sale huyendo después de estar con alguien.- La chica estaba por golpearlo, pero el fue más rápido y la tomo entre sus brazos dándole un pequeño beso en los labios.- Buenos días.- Jae se sonrojo con vergüenza pero no podía negar que lejos de molestarla o apenarla se sentía demasiado bien estar en sus brazos.- Ven vayamos a desayunar.- La tomo de la mano arrastrándola hacia el comedor donde ya estaba el desayuno listo, continuaron juntos durante el día olvidándose un poco del mundo exterior.
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Pasaron los días y Hani fue dada de alta, Woobin la llevo a casa para que descansará, ella se sentía agobiada, pues nadie sabía que recupero la memoria a excepción de JiHoo, lo cual de cierta manera la tranquilizaba pero se preguntaba, si siempre era tan transparente frente a las personas que se daban cuenta de cuales eran sus sentimientos reales, tenía que hacer algo para cambiar o por lo menos para aprender a mentir mejor, sin embargo sabía que nunca tuvo una razón que la convenciera de mentir, pero después de todo esa era su esencia, su persona era tímida, alegre, distraída etc, entró a la casa Baek con un nudo en la garganta, su padre estaba hay viéndola con tanta ternura y amor; que no se resistió más, corrió y lo abrazó con tanta fuerza que GiDong se sorprendió de la fuerza que tenía la pequeña Hani, correspondió su abrazó mientras con una mano le acariciaba la cabeza, los presentes solo se dedicaron a ver la escena sin interrumpir.
Sra. Baek.- Que bueno que estás de vuelta querida, ven siéntate en un momento más serviré la comida.
Hani.- Gracias ajumha, la verdad es que tengo mucha hambre, la comida del hospital es horrible.- hizo una expresión de asco, haciendo reír a los presentes.
Woobin.-Esa es nuestra Hani, una niña tragona.- Dijo dándole un ligero golpe en la cabeza.
Hani.- Yah! Claro que no soy asi, además estuve enferma así que debo recuperar fuerzas.- dijo con los puños cerrados en el aire.- por cierto Oppa ¿puedo hablar contigo?- Woobin afirmó con la cabeza.- Ven- Lo condujo hacia el patio.
Woobin.-Que pasa Caracol.- Hani Se cruzó de brazos y entrecerró los ojos.
Hani.- Dime que pasa entre Tú y JaeKyun Unnie.- Woobin se puso nervioso en el momento que la castaña dijo el nombre de la heredera.
Woobin.-No se de qué hablas.- Esquivo la mirada de su pequeña prima.
Hani.- Te gusta cierto y no te haz atrevido a decírselo.- Woobin bajo la mirada eso era mentira pues después de lo que pasó el Jae ya tenían una relación "clandestina" pues con todos los problemas no se habían atrevido a compartirlo con sus amigos.- Arasso no tengo porqué meterme pero deberías hacer algo o la perderás, lo único a lo que te arriesgarias es a ser rechazado.- Dio un suspiro pesado sabía que su prima no pararía pero aún no era tiempo.- pero en tu caso no será así, pues se le nota cuanto le gustas, bueno ven vallamos a comer.-Hani comenzó a caminar de regreso cuando Woobin hablo.
Woobin.- Y tú cuando aceptaras que alguien más está en tu corazón.-Hani se mordió el labio y bajo la mirada; el lo sabía, había visto el beso que JiHoo le había dado cuando estuvo en el hospital.
Hani.- No quiero volver a pasar por lo mismo, ya experimente eso y no es nada bonito, así que prefiero quitarme esos pensamientos.
Woobin.-Ambos sabemos que el jamás haría eso.
Hani.- Eso no lo sabes, ni tú ni nadie.
Woobin.- Oh vamos, crees que no me doy cuenta como te ve, cuanto te cuida, como fue el primero en ofrecer quedarse contigo mientras estabas en el hospital, si eso no es por que siente algo por ti entonces no sé que sea.
Hani.- El tiempo lo dirá todo por el momento vamos a comer que me muero de hambre.
Regresaron a la sala, cuando sonó el timbre de la casa, el Sr. Baek checo en el monitor quien era encontrándose con los amigos de Hani y los dejo pasar.
JunPyo, Jandi, JiYeong, GaEul y JiHoo llegaron a la casa de los Baek con mucha comida, saludaron a los presentes, mientras el Sr. Baek y su esposa los invitaban a ponerse cómodos, la castaña esquivaba un poco las miradas del príncipe blanco, pues de solo recordar ese beso que se dieron en el hospital se sentía demasiado avergonzada.
Por su parte JiHoo sentia un poco de arrepentimiento pues creía que fue un poco rápido al besarla pero quería que ella supiera que ella era hermosa y podía enamorar a cualquier hombre, para prueba él era uno de ellos, lo había enamorado sin siquiera pro-ponérselo, claro que desde pequeño la conocía pero el sabía cuales eran sus cualidades, era un chica sincera, amorosa, persistente tenía la sonrisa más hermosa, sus ojos dormilones, después de la comida estuvieron platicando un poco de negocios con la familia Baek para ser específicos JunPyo quien ya le había hecho llegar un acuerdo al Sr. Baek quien había cerrado ya el trato sin que el abuelo de HaeRa supiera algo, pues todo se había manejado discretamente entre ambos presidentes y claro SeungJo, JiHoo aprovecho para hablar con Hani.
JiHoo.- Hani quisiera que mañana me acompañarás a un lugar, ¿puedes?
Hani.- Claro, pero espera mañana es un día importante es... es...
JiHoo.- El aniversario de la muerte de mis padres y como comprenderás no quisiera estar solo.
Hani.- Nunca te dejaría solo y lo sabes.- La castaña tomo su mano en señal de apoyo y le sonrió; La acción fue vista por dos personas de las cuales una no estaba contenta con la interacción de los castaños y el otro estaba entusiasta a que ese amor pudiera florecer y ambos pudieran ayudarse mutuamente...
Muy bien no tengo excusa, enserio lo siento pero mi trabajo me está absorbiendo demasiado, además de mi familia.😥😥😥
No me asesinen por favor, espero que esté capitulo no ofenda ni dañe la sensibilidad de nadie no lo hice con esa intención se que las escenas son un poco fuertes así que me disculpó.
