Todos los personajes de Disney y Pixar que aparecen en esta historia, corresponden a sus respectivos creadores. El único fin de esta historia es el de entretener


Capitulo 5: Un mal día.

Se llego el viernes y con esto también el ultimo fin de semana antes de que se terminara el plazo para el proyecto. El lunes Anna y Elsa tendrían que dar una decisión, que para como iban las cosas, la respuesta seria que no participarían. Claro que todo esto era por culpa de Elsa, ella era la que se estaba negando. Anna tenia que jugarse el todo por el todo. No había un mañana para ella, si no lograba convencer una vez a Elsa de que aceptara, prácticamente sus días en la universidad estarían contados.

Anna había pensado en casi de todo. Sobornarla con chocolate, ofrecerse a ser su esclava por todo lo que quedaba del año e infinidad de cosas ridículas se le habían ocurrido. Llego un punto en el que pensaba en resignarse, de todas formas Elsa no parecería cambiar de opinión y a pesar de ella ya le había dejado en claro que no la ayudaría, Anna no se daría por vencida tan fácil.

Mientras Anna miraba su comida en la cafetería de la escuela, pensaba en alguna otra forma de hacer que Elsa cambiara de opinión. A su mente llego el recuerdo de la conversación que tuvo con el director Winter, el tío de Elsa. Vaya que si el le había revelado muchas cosas sobre el pasado de Elsa, con eso Anna se comprendía mejor la actitud de la chica, pero seguía sin entender como todo eso le pudiera ayudar, si no todo lo contrario. Sentía que al saber esas todo esas cosas de Elsa, solo le daba la impresión de que esa chica, jamás iba a ceder o cambiar de opinión.

-Hey ¿estas bien?- se escucho una voz.

-Oh, hola, ¿en que momento apareciste?- dijo Anna algo sorprendida al ver a Kristoff sentado a lado de ella.

-Rapunzel dijo que haz estado muy distraída, mas de lo normal.

"¿Dónde están todos?"- se pregunto al no ver a nadie mas en la mesa.

-Oh…bueno es solo que sigo pensando en…

-¿En lo de Elsa?

-Si…parece que nada la va a hacer cambiar…creo que tengo que resignarme.

-Eso no suena a ti, Anna.

-Lo se pero ¿qué mas puedo hacer?- decía Anna llevándose las manos al rostro.

-¿Haz intentado explicarle la razón?

-¿Qué quieres decir?

-Me refiero a que si Elsa sabe porque tu quieres entrar a ese proyecto, tal vez si le cuentas lo que sucede, la haga cambiar.

Kristoff tenia un punto a favor. Anna no se había tomado la molestia de decirle a Anna el porque de su insistencia. ¿Cambiaria algo? Solo había una manera de averiguarlo.

Para su suerte Elsa estaba ahí mismo en la cafetería. Y como al parecer ya era costumbre, esta se encontraba en una de las mesas del fondo, sola y leyendo un libro. Igual que la ultima vez, Anna se armaba de valor para volver a hablar con ella. justo antes de que Anna se levantara de la mesa y fuera en dirección hacia Elsa, Kristoff la tomo del brazo y deseo buena suerte. Anna agradeció el apoyo de su "amigo" y esta le regalo un beso en la mejilla, muy cerca de los labios del joven rubio. Anna soltó una risita nerviosa y soltando un enorme suspiro camino hacia aquella mesa.

A diferencia de aquella vez, ahora a Anna no parecían temblarle las piernas. Jugaría su ultima carta, no le importaba si Elsa aceptara por sentirle lastima, mientras ella aceptara, lo demás no importaba en lo absoluto. Al acercase a la mesa y sentarse justo frente a la rubia platino. Esta vez Elsa hizo caso ante la acción de Anna, mirándola fijamente.

-Oh eres tu, ¿qué es lo que quieres?- dijo Elsa sin mucho animo.

-Si yo otra vez, ¿qué es lo que quiero?, bueno quería hablar contigo sobre…

-¿El proyecto?- interrumpió la chica.

-¿Qué?...ah si sobre eso, veras yo quiero decirte que…

-Cuantas veces tengo que decirte que no me interesa.

-¿Pero no has escuchado lo que tengo que decirte?- decía Anna algo sorprendida por la forma en que Elsa le decía las cosas.

-No necesito escucharlo. La respuesta seguirá siendo la misma, así que te pido por favor, no me molestes mas.

-Elsa solo pido que me escuches un momento- decía Anna, parecía casi una suplica- Solo quiero que sepas que…

Elsa guardo sus gafas de lectura, cerro su libro y se levanto de la mesa. La frialdad de la chica era enorme. Había dejado a Anna con la palabra en la boca y sin alguna oportunidad de reaccionar. Anna podía sentir que una pequeña lagrima salía de su ojo derecho, había sido la ultima oportunidad y en menos de unos segundos se había esfumado.

Elsa se quedo parada por un momento en la puerta de la cafetería, mirando hacia la dirección donde se encontraba Anna. Elsa tenia una expresión en su rostro, como si sintiera lastima por Anna y el verla así. Sacudió su cabeza y continuo con su recorrido hacia los salones. Esperando que con esas palabras, la pelirroja por fin entendiera de una vez que ella no participaría en el proyecto.

El día en la universidad había terminado bastante bien. Quitando la conversación que tuvo con Anna en la cafetería, a Elsa le había ido bastante bien con las clases. Hasta el momento estaba cumpliendo con todas las expectativas de los profesores, sin duda una alumna ejemplar. A ella no le parecía importarle mucho los comentarios de sus maestros, es decir siempre se esforzaba por tener buenas calificaciones y todo eso. Sin embargo esta era de las primeras ocasiones en la Elsa tenia mas de un maestro, por lo que no tenia mucha idea de cómo reaccionar ante esa clase de halagos.

Elsa se encontraba muy tranquila en su departamento. Había terminado sus deberes antes de lo previsto y no tenia nada importante que hacer. En eso recordó la terraza del edificio, aunque en realidad lo que recordó fue el momento que paso con Anna y con sus amigos. Era una bonita, no tenia pendientes, así que opto por subir a la terraza y pasar un rato mas agradable.

Para suerte de Elsa, no había nadie en la terraza. Así que podía estar completamente sola y sin interrupciones. Anna tenia razón en decirle que ese lugar era muy agradable, tenia una vista y el clima ayudaba bastante. Elsa se había llevado uno de sus libros favoritos para leer, así que tomo una de las silla y dispuso a iniciar su lectura. Estaba tan concentrada en su libro, que ni siquiera pudo notar de que había otra persona cerca de ella.

-¡Hola!- dijo Olaf, sonriendo ampliamente. Elsa hizo un pequeño brinquito ante la sorpresa.

-Oh…eres tu- dijo Elsa mirando al chico.

-Si soy Olaf y adoro los abrazos- dijo muy animado el chico, acercándose a Elsa para darle una abrazo amigable, pero esta se negó- Pero supongo que a ti no te gustan.

-Supones bien. ¿Qué haces aquí? Creí que era la única aquí arriba.

-En realidad llevo aquí casi todo el día. Tengo que cuidar unas plantas del invernadero, hasta que llegue el verano.

-Eso se escucha interesante. Si no te molesta regresare a mi lectura.

-Esta bien, pero antes de eso. ¿Puedo charlar contigo?

Elsa miro con algo de desconfianza al simpático chico. Tenia una idea de lo que trataría esa charla. Seguramente tendría que ver con Anna.

-¿Una charla? Supongo que se trata de tu amiga Anna ¿no?. Ella quizás te a pedido que vengas a hablar conmigo, para tratar de convencerme de que acepte participar en ese proyecto o ¿me equivoco?- dijo Elsa muy segura de si misma.

-Jejeje tienes razón en que la charla se trata de Anna, pero ella no me lo a pedido.

-¿Ah, no?- Elsa estaba algo sorprendida.

-No en lo absoluto. De hecho ella ni siquiera esta aquí en el departamento. Ella le pidió a Rapunzel que la acompañara al centro a buscar un trabajo.

-Oh…eso me parece…bien es una buena idea que lo haga.

-Elsa…¿por qué no te interesa entrar al proyecto?

-Veras, como le dije a Anna esta mañana en la cafetería, no me interesa en participar y es todo.

-En realidad ella dijo…bueno que tu habías sido algo…algo fría y hasta cruel. Que ni siquiera la dejaste hablar

Elsa parpadeo ante las palabras de Olaf. Ella se había comportado, una vez mas, de una manera muy ruda y grosera con Anna.

-Bueno…ella…ella se lo busco. Yo ya le había dicho mis razones y parece que no lo comprende.

-Si se que ella puede ser, algo insistente, cuando se trata de conseguir lo que quiere.

-Pues esta vez no será así.

-¿Sabes al menos por qué quiere que la apoyes con el proyecto?- pregunto Olaf que seguía con una sonrisa en su rostro.

Una vez mas Elsa parpadeaba, sintiéndose confundida. Olaf tenia razón, Elsa no se había tomado la molestia de tan siquiera preguntarle a Anna.

-En mi defensa- dijo Elsa tratando de "disculparse"- Ella tampoco me dijo nada. Así que no me puedes culpar por eso.

-Anna hoy te lo iba a decir.

-¿Qué?- ahora Elsa si que se sentía culpable- Aun así…no creo que hubiera cambiado mi decisión.

-Eso pensé…bueno creo que será mejor que te deje sola y me vaya.

Elsa miro como el simpático chico empezaba a alejarse. Ella se había quedado con la curiosidad de saber, ¿qué era lo que Anna tenia que decirle? Había que averiguarlo de una manera u otra.

-Oye espera- dijo Elsa a la distancia. Olaf giro para volverla a mirar- Me gustaría saber, ¿cuál es la razón?

-No creo que yo sea la persona mas indicada para decirlo.

-Después de cómo me comporte con Anna, no creo que ella quiera contármelo.

-Yo lo dudo la verdad, pero si quieres te puedo contar…

Olaf procedió a contarle toda la historia. Lo que había pasado con el padre de Anna, que ella era la primera en su familia en poder estudiar una carrera y algunos datos mas sobre la pelirroja. Elsa escucho atentamente las palabras del chico. Ahora todo tenia mas sentido y comprendía perfectamente como debía de sentirse Anna por todo eso. Incluso una sensación de culpa recorrió su cuerpo.

Elsa en ese momento se dio cuenta lo poco que conocía a Anna. Era natural. Ellas casi no habían convivido, mas haya de las charlas ocasionales y de aquella ocasión en que la invitaron a tomar un chocolate en la terraza. El conocer el porque de la insistencia de Anna, la hacia sentirse algo mal. No solo por el hecho de haber sido bastante fría con Anna, si no por lo que Olaf le había dicho, ella ni siquiera conocía la razón del porque Anna era así con ella.

-Bueno esa es toda la historia. ¿Qué dices?- dijo Olaf al terminar de hablar.

-Te agradezco que me hayas contado todo esto, pero si piensas que con eso voy a…

-No, no, no busco que cambies de opinión. Solo quería que supiera algo mas de Anna.

-¿Y por qué lo haces?

-Tal vez me equivoque, Elsa, pero siento que Anna es la persona con la que mas has convivido en estos días.

Una vez mas Olaf había dado en el blanco. Provocando otra vez que Elsa parpadeara confundida. Era cierto, desde que ella ingreso a la universidad, Anna se había vuelto la persona con la que mas hablaba y no solo eso, si no también con la que mas convivía. No era como si ambas fueran amigas o algo por estilo, pero de que Anna había entrado a la vida de Elsa, eso era verdad.

-Una cosa mas- dijo Olaf antes de irse- Mañana es el cumpleaños de Anna y le prepararemos una fiesta aquí en el departamento. Estas invitada.

-Oh…muchas gracias- fue todo lo que Elsa pudo contestar.

El chico volvió a despedirse de Elsa. Esta respondió el saludo y Olaf le dijo que se verían después. Ella no respondió nada ante eso, posiblemente pasaría, así que dejo las cosas así. Cuando por fin Olaf abandono la terraza, Elsa ya no pudo concentrarse en su lectura. En vez de eso, se dedico a mirar en dirección hacia el castillo de Arendelle. Una vez mas la imagen de aquella pelirroja estaba en su cabeza.

"Me pregunto ¿qué estará haciendo, en este momento?"

Después de caminar por casi 3 horas y preguntar en casi diez lugares. Anna y Rapunzel decidieron tomar un descanso. Pasaron a una cafetería a la que solían frecuentar, para así tomar un café y ya después continuar con su búsqueda.

Anna lucia al decepcionada. Este parecía no ser su día. Habían buscado en casi todos los jugares, desde ser mesera, ayudante de cocina e incluso había tratado de conseguir trabajo como vendedor de tarjetas de crédito por teléfono, pero sin éxito. Quizás un buen chocolate caliente le ayudaría a relajarse.

-Oye no te desesperes, ya veras que todo estará bien- dijo Rapunzel tratando de animarla.

-Espero que si- decía algo cabizbaja.

-Oye levanta esa cara, esa no es la Anna que yo conozco.

Aunque Anna se sintiera mal, no podía dejar de lado su actitud alegre. Por lo que no basto para que en poco tiempo, la vieja Anna volviera. De pronto las dos amigas se encontraban riendo, haciendo bromas y demás. Anna tenia que ponerle una cara positiva a toda esta situación por la que pasaba.

Pasaban los minutos y a Anna se le había olvidado por completo lo de seguir buscando un trabajo, al menos por esa tarde. Solamente se dedico a pasar un buen rato con su mejor amiga. Sin embargo, ese rato fue interrumpido, cuando Anna vio a la distancia un auto particular, que ella conocía bastante bien.

-No puede ser que él este aquí- dijo Anna sin quitar la vista de aquel auto deportivo color rojo.

-¿De quien hablas?- respondió Rapunzel. Volteaba a mirar en la dirección que Anna miraba- Oh no, pero ¿qué hace aquí? Anna tu no te preocupas, no pasara nada.

-Eso espero.

De aquel deportivo, bajo un chico pelirrojo, alto, con cierto porte elegante, ojos verdes y con una sonrisa como de galán de cine. Su nombre era Hans Sothern, el era el ex novio de Anna. Aunque la pelirroja no lo veía desde ambos habían terminado, aparentemente su familia lo mando a un intercambio en Alemania o algo así había oído.

El chico desde lejos noto a las dos chicas y rápidamente se dirigió hacia a ellas.

-Buenas tardes señoritas- dijo Hans con cierta elegancia.

-¿Qué es lo que quieres, Hans?- dijo Anna, no muy contenta de verlo.

-¿Por qué tanta rudeza, Anna? Tu no eres así.

-Hans, ¿podrías dejarnos tranquilas?- decía Rapunzel con una sonrisa sarcástica.

-Solo quiero platicar con Anna por un momento. No le veo nada de malo, ¿o si?

Anna y Rapunzel se miraron por un momento. Era cierto que ya hacia tiempo que ella y Hans había terminado y que esta era la primera vez que ellos hablaban después de eso. Anna le hizo una seña a Rapunzel de dejarlos solos por un momento a lo que la rubia acepto, no con mucho agrado.

-Bien los dejare solos. Y Hans si le haces algo a Anna, te juro que te golpeare con un sartén.

-No tienes que decirle- Hans le sonrió de la misma manera. Una vez que Rapunzel los dejo a los dos solos, procedió a mirar a Anna- ¿cómo has estado Anna?

-Bien supongo.

-¿Supones? Oh eso no se escucha nada bien.

-Hans de verdad, dime ¿qué es lo que quieres? Pensé haber sido muy clara en que ya no te quería volver a ver.

-Mi querida Anna, me culpas de algo de lo que no soy culpable.

-¡Hans por favor! ¡Me ofreciste matrimonio a la semana que de ser novios!

-Y tu aceptaste, al parecer estabas desesperada por amor.

-Sabes que, mejor me voy de aquí. No has cambiado en nada.

-Anna espera. No vine a pelear, solo vine a decirte que si eh cambiado.

-Pues no lo parece. Además ahora tengo muchos problemas como para lidiar contigo, otra vez.

-¿Problemas? ¿Qué clase de problemas?

Anna se levanto de su asiento y decidió irse con Rapunzel. Dejando a Hans con la palabra en la boca. Si Hans se enteraba de lo que le pasaba en ese momento, seguramente las cosas no irían del todo bien. A su mente llegaron los recuerdos vagos de aquella relación. Al principio todo era perfecto, parecía un cuento de hadas, pero no todo lo que brilla es oro. El Hans amable, caballeroso y atento que aparentaba ser, resulto ser un tipo manipulador, ambicioso, hipócrita y egocéntrico. Resultaba que Hans había hecho una apuesta con otros chicos, de que el lograría acostarse con Anna antes de la graduación de preparatoria. Anna había aceptado la propuesta de matrimonio del pelirroja, creyendo de que el seria su tan amado príncipe azul, pero se equivoco.

Luego de enterarse de aquella apuesta. Anna termino a Hans de inmediato, este no reacciono de la mejor manera. Ahora que el estaba de vuelta en Arendelle, seguramente buscaría la manera de disculparse con ella, claro siempre buscando un beneficio mas para él que en si una disculpa sincera.

Anna encontró a Rapunzel y el dijo que era hora de regresar al departamento. Tal y como había pensado hace un momento, este no había sido su día y aun faltaban mas cosas. El lunes tendría que darle la noticia al directo de que Elsa se había negado a participar y a todo le sumaba el hecho de que mañana era su cumpleaños. Posiblemente seria el peor cumpleaños que festejaría.


Hola lectores, cómo están? Espero que muy bien, espero que les haya gustado mucho el capitulo de esta ocasión. Disculpen por tardarme en actualizar esta y el resto de mis historias, pero es que eh tenido mucho trabajo y poco tiempo :( Pero ya llego el verano y vacaciones así espero actualizar mas seguido.

Les agradezco todos los reviews que me han dejado. No olviden seguir haciendolo :D dejandome su opinión, sugerencias y demás :D Les mando un saludo y nos vemos en la próxima :D