Capítulo 1: Primer día
Fairy Tail no me pertenece, pertenece a Hiro Mashima, la historia es de pequeña invención
Entre las sábanas de una cama desordenada y llena de ropa, asomaban las hebras rosadas del cabello de un joven de 17 años que luchaba contra la resaca del día anterior. A pesar de que el olor de la ginebra y el ron de la noche anterior inundaban la habitación, el chico consiguió alzar la cabeza a duras penas y divisar, enterrado bajo la ropa de la noche anterior, el demandante despertador que llevaba 5 minutos sonando.
- ¡¿LAS OCHO MENOS 10?! ¡Mierda!
Se levantó de un salto, llevándose por delante el desorden que tenía por cama y se dirigió -a una velocidad que dudaba incluso que fuera capaz de alcanzar- a ducharse, vestirse y tratar de peinar su enmarañado cabello rosáceo. Aprovechó ese momento delante del espejo para cerciorarse de que no llevaba una zapatilla de cada y de que su camiseta no estuviera del revés. El chico, bajo el físico bronceado de un atleta adolescente promedio, sonrió ante su reflejo satisfecho: llevaba una camiseta blanca básica, unos Levi's 501 que había sacado un par de meses atrás de la ropa antigua de su padre y unas converse negras. Se echó el último vistazo en el espejo y corrió hacia las escaleras, bajándolas de tres en tres, para coger lo primero que pudiera encontrar para desayunar; con un gesto rápido, beso en la frente a su pequeña hermana Wendy y agarró la mochila que descansaba a su lado, para seguidamente salir disparado hacia el instituto.
- Joder, el primer día y ya llego tarde, a qué mala hora decidí salir anoche- hablaba el chico para sí mismo mientras miraba la pantalla de su teléfono; maldijo un poco más en voz alta, sólo quedaban 10 minutos para que sonara el timbre que daba entrada a sus clases. Se colocó rápidamente el casco que llevaba dentro de su mochila, se subió a la preciada moto que su padre había arreglado para él y aceleró, haciendo que el motor rugiera despertando a más de uno.
En el centro de la ciudad se alzaba un imponente edificio blanco de 3 pisos rodeado por enormes vallas, a la entrada de este varios grupos de chicos y chicas se arremolinaban para entrar y dar comienzo a sus clases. Con un pequeño derrape, el pelirrosa llegó a duras penas a la entrada del edificio; se quitó el casco y observó el instituto: las mismas caras y actitudes que llevaba viendo 6 años, a excepción de los alumnos de primer año que podían distinguirse a kilómetros gracias a la mezcla de confusión y emoción que adornaba sus caras. Bajo de la moto, la acercó al pequeño aparcamiento que se encontraba a tan solo unos metros, colocó el candado en la rueda delantera y se encaminó hacia la puerta principal del edificio. Natsu se encontraba mucho más tranquilo viendo que sólo le quedaban unos pocos metros para entrar en el instituto de una buena vez, pero justo antes de abrir la puerta sintió como alguien jalaba hacia atrás su camiseta y como segundos después, unos delgados brazos se aferraban a su cuello.
- ¿Pero qué cojo...?
- ¡NATSU! ¡Te he echado tanto de menos este verano! Llamé varias veces a tu casa pero nunca estabas, además nunca contestas mis mensajes. Parecía que te hubiera tragado la tierra, pero ahora que estás aquí, podemos terminar lo que habíamos empezado.
- Ho-Hola Liss... La verdad es que he estado muy ocupado con Wendy, ayudando a mi padre, los trabajos de fin de semana, ya sabes... - decía un incómodo Natsu. No podía negarlo, había intentado alejarse de la peliblanca de ojos azules todo el verano; la chica era preciosa y fueron amigos de la infancia, pero la chica no parecía comprender que se habían divertido un par de noches pero que la cosa no iba a pasar de ahí. Lisanna seguía balbuceando sin soltar su cuello y el chico, por su parte, no quería ser grosero con la albina porque sabía que se encontraba bajo vigilancia constante de la "adorable" hermana de la chica, Mirajane Strauss, quién podía ser la chica de tus sueños al mismo tiempo que se convertía en la culpable de tus pesadillas. Natsu sin duda no estaba dispuesto a recibir una paliza por parte de esta, era el primer día de instituto y no quería empezar a causar problemas tan pronto -aunque sin duda, le encantara causarlos-.
Mientras Natsu seguía divagando en sus pensamientos, alguien le agarró por el brazo y tiró de él hasta zafarlo del agarre de la chica. Natsu juraba que besaría a la persona que acababa de salvarle sin importar quien fuera, giró la cabeza y cayó mudo al ver quien le había sacado de allí:
- Princesita de hielo, ¿Qué mierda crees que haces?
- Perdóname Lisanna, necesito a la estufa con patas para hablar de unas cosas- un chico pelinegro, alto y con la camisa entreabierta se llevó a rastras al pelirrosa a pesar de todas sus quejas hasta el salón de actos, lugar en el cual se estaban organizando los de último curso para la presentación del primer día; Gray Fullbuster, uno de los chicos más encantadores del colegio era el responsable de aquel pequeño secuestro. Gray era el mejor amigo de Natsu desde que nacieron prácticamente, los dos chicos habían perdido a su madre cuando eran muy jóvenes así que se convirtieron en inseparables; la relación de los dos adolescentes no era "un campo de flores", se pasaban el día a patadas e insultos y si no los conocías podías jurar que se odiaban, pero en el fondo eran uña y carne.
-Ósea, te saco de debajo de las garras de Lisanna ¿y así es como me lo pagas? Eres un desagradecido.
-Bueno, bueno, como sea... Gracias por sacarme de ahí, esa chica lleva todo el verano detrás de mí. No hay piedras suficientes en el mundo para esconderme debajo de ellas.
-Sabías como era Lisanna, pero igual tú decidiste hacértela.
-Vamos Gray, sólo fueron un par de noches, ¡no tuvo tiempo suficiente para poder colarse por mi!
-Ni esa ni ninguna y siempre te tengo que sacar de entre los brazos de alguna tonta, no sé qué mierdas te ven.
-Lo mismo que yo a ellas, pasar un buen rato.
Gray iba a responderle que por suerte, las chicas no tenían esa capacidad con la que contaba su amigo de que no le importaran los sentimientos y poder comportarse como un capullo, pero no pudo ya que el director de la institución había aparecido. Un hombre mayor y canoso, que no llegaría al metro cuarenta y cinco, Makarov Dreyar, quien creía que la mejor manera de llevar un instituto era enseñar y tratar a los alumnos como si fuesen parte de una gran familia, y la verdad que no le iba demasiado mal, el instituto Fairy Tail era el mejor de todo el país.
-Me alegra verlos de nuevo hijos míos, este es vuestro último año aquí y no sabéis lo mucho que me duele. Os he visto crecer y conseguir todas vuestras metas, estoy orgulloso de los chicos y chicas en los que os habéis convertido y seguro que lo estaré más cuando os vea el día de mañana cumpliendo cada uno de vuestros sueños- Makarov siempre había intentado alentarles el primer día de curso, y como no hacerlo ahora que era su último año en el instituto. La mayoría de los alumnos y las alumnas se emocionaron, se empezó a escuchar por todo el salón pequeñas conversaciones amistosas que hablaban sobre los recuerdos que tenían en esa institución; habían estado 6 años juntos formándose, era imposible no conocerse los unos a los otros.
-Bueno, dejando atrás la emotividad y los lloriqueos, dispersaos a las clases que os correspondan, ¡YA! –Esta vez habló el profesor que más imponía, Laxus Dreyar, el profesor de gimnasia y nieto del director Makarov. Ningún alumno o alumna se atrevía a reprocharle al profesor Laxus por lo que en menos de 5 minutos, el salón de actos estaba desalojado.
A los de último curso se les separaban en tres clases, A, B, C, Natsu se encontraba en el A. En esta clase el tutor era el profesor Wakaba, un hombre de unos 50 y muchos moreno que a pesar de que estaba prohibido, fumaba constantemente en todas sus clases. El profesor dio paso a que cada alumno y alumna, después de escuchar su nombre, tomara los asientos que se les habían asignado con anterioridad. Los adolescentes poco a poco fueron tomando sus respectivos lugares, hasta que llegó el turno de Natsu: se le asignó en tercera fila, junto a la ventana. Mientras seguían sonando nombres de fondo, el pelirrosa rezaba para que ese asiento vacío lo ocupara Gray o inclusive el estúpido de Loke, un chico moreno con gafas que siempre intentaba competir con él en lo que a "ligues" se refiere. Natsu seguía suplicando en silencio que sus plegarias fueran escuchadas, no quería tener que aguantar a nadie, era el último año por favor, ¡era su momento de estar tranquilo! Pero no todo puede ser de color de rosa, Natsu tragó seco y juraba que la habitación había empezado a dar vueltas cuando escuchó el último nombre.
- ¿Lucy Heartfilia? Bien Lucy, colóquese en el asiento que queda libre al lado de Dragneel.
Lucy, una chica rubia despampanante de ojos color chocolate, sonrió cálidamente al profesor y se dirigió al asiento asignado.
- Mierda, este año va a ser larguísimo- Pensaron la rubia y el pelirrosa casi al unísono, una cosa era tener que soportarse en los descansos de la escuela por estar en el mismo grupo de amigos; pero otra muy distinta, era tener que ser compañeros de clase todo el curso. Lo único que Natsu sabía era que tenía algo muy claro, de ahí no saldría nada bueno.
Hola a todos! Esta historia ya estaba subida anteriormente pero los capítulos han sido reeditados por lo que si volvéis a leerlo podréis ver la historia desde otra perspectiva tal vez, creo que se entiende mejor al concretar algunas cosas que antes no había aclarado y al haber corregido muchos errores ortográficos y de estructura que había jajajaja
¿Y bien? ¿Os ha gustado? Es el primer fic que hago (de ahí que el cap se tan corto, los otros serán más largos, prometido!) y la verdad que la idea de que siempre Lucy llegue nueva no me gusta, así que he decidido darle la vuelta al asunto, y Lucy y Natsu se conocerán de toda la vida.
Como habéis podido ver, Natsu cada día está con una chica distinta, y para él no importa lo que sientan esas chicas, él sólo quiere "divertirse" mientras la historia avance iréis viendo el porqué de ese Natsu y el porqué del odio entre Natsu y Lucy. Voy a intentar meter a todos los personajes en esta historia aunque lo más seguro es que sus personalidades sean un poco distintas al anime.
Decidme lo que os gusta y darme ideas para mejorar y añadir a la historia si queréis
Espero que os guste! Todas las semanas subiré nuevo cap.
Un besito, se despide Noah
