Capítulo 2

Harry observaba el cuerpo del rubio casi sin pestañear, su cuerpo delgado cubierto por la manta que le habían regalado en alguna navidad descansaba encima de la cama de su dormitorio mientras él lo observaba en silencio desde su sillón.

Su mente se sentía como un completo caos, con muchas preguntas que no tenía como responder y cierta comezón en el pecho que intentaba ignorar. Harry ignoraba cuanto tiempo había estado ahí observando al rubio desde que lo vio desvanecerse en aquel callejón, apenas dándole tiempo a sujetarlo para evitar que se golpee la cabeza, tras comprobar su pulso acelerado solo pudo pensar en aparecerse en su departamento.

Draco Malfoy estaba ahí, delgado, descuidado, con fiebre, desmayado y estaba ahí, en su cama. Harry aun intentaba deshacer la madeja de preguntas que tenía en su cabeza a la par que evaluaba sus opciones, el ojo del rubio iba oscureciéndose a medida que pasaba el tiempo y aunque había logrado limpiar la sangre de su labio este se había hinchado tomando un color cereza.

"¿Debería llamar a Hermione? Ella… ella sabría qué hacer " Se decía, pero perdió los ánimos al revisar la hora, no iba a despertar a su mejor amiga para pedirle que… ¿Qué? ¿Qué le ayude a revisar a uno de sus grandes enemigos? ¿ex enemigos?

Con un suspiro resignado Harry descarto la idea y se incorporó lentamente para volver a revisar la temperatura del rubio, apenas coloco una mano en la frente del rubio sintiendo su calidez cuando sintió como unos dedos delgados se cerraban con fuerza en torno a su muñeca, su boca formo una mueca de dolor y sus ojos verdes encontraron unos grises.

Draco no entendía que sucedía, la cabeza le palpitaba y la luz amarilla lastimaba sus pupilas, sentía su cuerpo cálido, pero no hirviendo como lo había sentido antes de desmayarse… ¡Se había desmayado! Los recuerdos del tipo con el que había estado llegaron de golpe acrecentando su dolor de cabeza, sus pupilas por fin enfocaron los ojos verdes que lo veían con duda y su mano apretó con más fuerza la muñeca que sostenía sintiendo el calor y el pulso del chico que lo miraba.

- ¿Qué mierda? – pregunto sintiendo su voz rasposa y su garganta seca, ignorando el dolor de su cuerpo se sentó de golpe soltando la muñeca que había estado sosteniendo, sintió el mareo de inmediato y se llevó la mano a la cabeza, molesto.

- Con cuidado – respondió una voz varonil e insegura, Draco lo vio mejor y sintió un calor recorrer sus venas, casi como si su sangre hubiese entrado en ebullición y peleara por salir de sus venas.

- Potter – bajo la mano de inmediato - ¿Qué…? –

- Te desmayaste, después de… golpear al tipo, yo…. No sabía si llevarte a un hospital muggle o San Mungo, yo… - el balbuceo del pelinegro le resultaba molesto.

- ¿Dónde estoy? – su mirada gris recorrido el lugar, escasamente adornado, tan solo una cama, una cómoda y un sofá cerca de una ventana.

- En mi departamento – apenas pronuncio aquello Draco se incorporó sintiendo sus piernas aun débiles sintió su cuerpo tambalear, pudo ver como el pelinegro extendió los brazos para atraparlo, pero de inmediato enderezo la espalda intentando lucir digno.

- Bueno supongo que debes esperar que te agradezca por tu gran acto de amabilidad – escupió Draco mientras alzaba la barbilla intentando lucir intimidante aun cuando sentía como su ojo se iba cerrando, reduciendo su visión.

- Malfoy deberías recostarte no… - la voz del pelinegro sonaba ligeramente preocupada.

- Si bueno, gracias por tu acto de heroísmo Potter, pero ya cumplí mi cuota de damisela en peligro y tú la de héroe – comenzó a palpar sus bolsillos esperando que Potter no haya buscado su varita, no es como que Potter lo fuera a hacer, era demasiado noble para eso, pero aun así Draco tenía la urgencia de buscar su varita, se sintió más relajado cuando sus dedos sintieron el mango de la madera.

- Malfoy está bien si necesitas recostarte, tu ojo… -

- No necesito recostarme Potter, ya te dije gracias por tu acto de heroísmo ahora debo irme – dio un paso hacia adelante y se sintió mareado - ¿Dónde está la puerta? Asumo que como máximo salvador tendrás barreras anti desaparición en tu departamento – evito su mirada a toda costa viendo la puerta de la habitación.

- Malfoy está helando afuera, está bien si quieres… - una risa burlona lo detuvo

- Escúchame San Potter no necesito tu ayuda, ya recibí tu caridad, gracias de nuevo por si no lo escuchaste, ahora dime donde está la salida – estaba irritado, la jaqueca lo estaba matando, su cuerpo se sentía pesado todavía por las drogas y su ojo iba cerrándose "magnifico" pensó con sarcasmo.

- ¿Cuál es tu problema? Solo intento ayudarte – saco Harry fuera de sus casillas, con el ceño tan fruncido que sus cejas se unieron, Draco giro a verlo, apenas sus miradas se encontraron pudo volver a sentir como la sangre quería salir de sus venas, tenía ganas de vomitar.

- No necesito tu ayuda Potter, necesito que te vayas a la mierda, suficiente tengo con que no me hayan pagado para que vengas tu a hacerte el héroe como siempre, jodete – escupió tan rápido que sintió el enojo en su pecho, sus orejas comenzaron a ponerse rojas.

- ¿Pagado? Espera tu… - sus ojos verdes lo recorrieron rápidamente y algunas preguntas en su mente comenzaron a responderse por sí solas.

- ¿Qué? ¿Nunca oíste de la prostitución? Si Potter, eso es lo que hago ahora, ahora a menos que no quieras un revolcón me dirás dónde está la salida o tendré que reacomodarte la nariz y averiguare donde está la maldita salida – Harry lucia verdaderamente descolocado, sus pestañas subían y bajaban rápidamente, atónito para decir algo, su boca se entreabrió un poco y Draco soltó un gruñido de desesperación - ¡Bien! – exclamo antes de salir furioso del cuarto, el departamento era bastante pequeño tan solo tenía 3 puertas, una de ellas llevaba al baño la otra a un cuarto desocupado y la tercera, que estaba cerca de la sala, era la de la salida.

- Espera, Malfoy – Draco sintió unos cálidos y fuertes dedos sostener su brazo descubierto, justo cuando estaba a punto de abandonar ese departamento, giro furioso encontrando la mirada confundida de Potter.

- ¿Qué? – pregunto irritado sintiendo verdaderamente que podría golpear a Potter en la nariz, aun cuando sus nudillos dolían todavía.

- ¿Seguro que estas bien? – logro preguntar Harry su mirada alternando entre sus pómulos afilados, su ojo a punto de cerrarse y su labio hinchado, Draco quito su brazo del agarre del pelinegro con fuerza.

- Mejor que nunca – respondió antes de salir del departamento y desaparecer, cuando Harry reacciono era demasiado tarde, no quedaba rastro del rubio, sintiéndose bastante frustrado consigo mismo cerró la puerta y camino lentamente hasta desplomarse en el sofá de la sala.

Con muchas preguntas sin responder y un desagradable sabor agrio en la boca.

Hola de nuevo :D

Si, sé que este episodio es bastante corto y no lo había notado lol, en fin, en compensación por eso y por tardar en subir tendrán uno extra.

Espero lo disfruten.