Capítulo 18

La doctora estaba sentada en una silla que Harry no recordaba que tuviera en su cuarto de espaldas a la ventana con las piernas cruzadas, sus manos delgadas estaban encima de su regazo en una postura formal pero relajada, sintiéndose ligeramente nervioso él camino hacia otra silla similar que se encontraba justo en frente de ella y tomo asiento.

- Buenas tardes Señor Potter – saludo con una sonrisa corta y sus ojos azules no tardaron en encontrar los suyos.

- Buenas tardes doctora – respondió apartando la mirada de inmediato.

- ¿Le parece si se presenta? Por razones de análisis nuestra conversación será grabada, descuide, las grabaciones están resguardadas bajo alta seguridad – el pelinegro asintió al escucharla.

- Mi nombre es Harry James Potter Evans, 18 años -

- ¿Cómo le gustaría ser tratado? ¿Señor Potter? ¿James? ¿Harry? -

- Harry está bien - respondió calmado, había un suave olor a limón en el ambiente que le hacía sentirse fresco.

- ¿Cómo dormiste Harry? -

- Bien, no tuve pesadillas -

- ¿Siempre tienes pesadillas? - Harry alzo un hombro como si no importara.

- Después de la guerra si, las tengo -

- ¿Quieres hablar de eso? - Harry negó con la cabeza.

- Aún no -

- Bien, ¿Por qué no comienzas contándome sobre tu familia? -

- ¿No saben todo sobre mi acaso? Estoy seguro que muchos se encargaron de sacar mi historia - la doctora rio suavemente mientras negaba con la cabeza.

- No me malentiendas Harry, muchos pueden escribir todo sobre ti, pero solo tú sabes lo que pasó - Harry alzo una ceja y la vio a los ojos esperando encontrar algún rastro que indique que sus palabras habían sido una broma, pero los ojos azules de la doctora no mostraban burla solo calma, el pelinegro dejo escapar un suspiro y recostó la espalda contra la silla para comenzar a hablar.

- Mis padres murieron, protegiéndome, después de que Voldemort se enteró de la profecía, busco al niño nacido el 30 de junio, Bellatrix Lestrange fue a por los Longbottom y Voldemort a por nosotros - encogió sus hombros - mi madre murió defendiéndome, puso un hechizo sobre mí que evitaba que Voldemort me toque -

- ¿Y qué paso después? -

- Me llevaron con la única familia que me quedaba, Albus Dumbledore el antiguo director de Hogwarts, me llevo con la hermana de mi madre y su esposo, ambos muggles, me dejó con ellos y no supe de su existencia hasta mis 11 años - su mirada de perdió en sus recuerdos como si de repente tuviera 8 años de nuevo y su primo le gritara por tocar uno de sus juguetes, recordándole que era huérfano.

- ¿Nunca supiste lo que pasó con tus padres? – el suave tono de voz de la doctora lo saco de sus pensamientos.

- Me dijeron que murieron en un accidente de auto, algo sobre mi padre bebiendo demasiado y que producto de eso tenía la cicatriz – con su dedo índice señalo el lugar donde aun permanecía su cicatriz en forma de rayo - a mis 11 me llegó la carta de Hogwarts -

- ¿Que opinaron tus tíos? - Harry dejo salir una risa corta llena de burla.

- Lo odiaron, por supuesto que me odiaron más, pensaron que era una nueva forma de atormentarlos -

- ¿Ellos sentían que los atormentabas? -

- Algo así, pensaban que estaba maldito, con toda la magia teniendo chispas espontáneas haciendo que los floreros exploten o hablando con serpientes - Harry soltó una risa - Dudley me odiaba especialmente por eso -

- ¿Dudley? -

- Mi primo – suspiro cansado recordándolo.

- ¿Cómo fue tu vida hasta antes de llegar tu carta? -

- Un completo infierno – no dudo en responder.

- ¿Hubo abuso? -

- No de ese tipo – se apresuró a responder, desvió la mirada hacia el escritorio vacío y pestañeo lentamente - Mis tíos consideraban que yo debía devolverles el favor por criarme, ya sea limpiando la casa, cocinando o solo siendo la bolsa de boxeo de Dudley -

- ¿Lo sentiste justo? - Harry encogió sus hombros con indiferencia.

- En esa época era todo lo que conocía, no sabía lo que era justo, pensé que todas las familias tenían un niño huérfano y con problemas que se encargaba de las tareas domésticas -

- ¿Problemas? -

- Sí, ya sabe, magia – hizo un ademan con las manos como si simulara una explosión.

- ¿Tu magia es un problema para ti? -

- No, ya no - la doctora asintió con la cabeza.

- ¿Qué paso cuando recibiste tu carta? -

- Bueno, mis tíos intentaron quemarla - soltó varias risas recordando a su tío rojo como un tomate inflando sus fosas nasales con rabia mientras iba quemando las cartas que no paraban de llegar - De hecho, quemaron muchísimas cartas, pero simplemente no paraban de llegar, hasta que vino Hagrid -

- ¿Quién es? -

- Un amigo, mitad gigante, Hagrid llegó el día de mi cumpleaños, me entrego mi carta y me llevo con él - una sonrisa involuntaria se formó en su rostro recordando el momento.

- ¿Cómo te hizo sentir eso? -

- Cómo ser querido - la doctora volvió a asentir con la cabeza y Harry volvió a observarla - me llevo al caldero chorreante, que pensándolo bien no era un lugar para un niño -

- ¿Por qué crees eso? -

- Es un pub -

- ¿Qué sucedió después? -

- No mucho, Hagrid me ayudó a escoger las cosas del colegio, me mostró el banco y me compro mi lechuza – hizo una pausa de un par de segundos - Hedwig – complemento sintiéndose triste de inmediato, pero no podía llorar, contuvo sus lagrimas y pateo el sentimiento de tristeza a un lugar donde no lo obligara a derramar lágrimas.

- Suena a que eras bastante unido a él casi como si fuese una figura paterna -

- Oh no, lo sentí más como un hermano mayor -

- Ya veo – la doctora acomodo uno de sus mechones de cabello tras su oído y continúo hablando - ¿Qué sucedió cuando ingresaste al colegio? -

- Bueno yo no conocía nada acerca de la magia, Hagrid me acompaño hasta la estación el 1 de septiembre y solo me dijo que vaya al andén 9 y 3/4, yo ni siquiera sabía que eso existía – esbozo una sonrisa divertida al recordarlo.

- ¿Y qué hiciste? -

- Le pregunté a un guardia, el simplemente me vio cómo, cómo... – frunció el ceño al no saber si continuar hablando.

- ¿Como si estuvieras loco? - Harry asintió con la cabeza arqueando las cejas con sorpresa.

- ¿Tiene permitido decir esa palabra? - la doctora inclinó la cabeza a un costado haciendo una pequeña mueca con los labios.

- Ocasionalmente - respondió con una sonrisa tranquila - ¿Qué sucedió después? – enderezo de nuevo su cuello viéndolo fijo.

- Bueno, después de eso vi a un grupo de personas con el cabello más rojo que había visto en mi vida, los escuché decir que perderían el tren y que el andén 9 y 3/4 era en esa dirección, por supuesto los seguí -

- Pediste ayuda -

- Sí, ahí conocí a la Señora Weasley, Molly Weasley, estaba junto a sus hijos, Ron, George, Fred y Ginny - en los últimos dos su voz se sintió más baja - era el primer día de Ron también -

- ¿Se hicieron amigos de inmediato? -

- Algo así, después de que me ayudaron a pasar el andén pude ver el tren – frunció el ceño antes de hablar - ¿Ustedes viajan en tren al colegio? ¿Tienen colegio? -

- Ilvermorny sí, pero no, no viajamos en tren - respondió la doctora - continúe – Harry quito la expresión de duda de su rostro y continúo hablando.

- Bueno, Ron subió conmigo al tren y mientras comíamos todas las golosinas que mi nueva fortuna podía comprar una chica entro a nuestro compartimento, esa chica, era Hermione Granger, ¿Ha oído de ella? -

- Algo así, tengo entendido que la Señorita Granger es bastante inteligente - Harry sonrió sintiendo que el pecho se le llenaba de orgullo por su mejor amiga.

- Bueno sí, es una especie de genio sabelotodo, en el buen sentido - algo dolió en su pecho al recordarlos reemplazando la calidez del orgullo que había sentido segundos antes, Merlín debía contactarlos - reparo mis gafas con un hechizo yo no había visto a nadie usar su varita así antes, bueno tampoco había usado la mía así que - bufo - para llegar a Hogwarts cruzamos el lago oscuro en barcazas, ¿Ustedes tienen un lago? -

- Tenemos uno cerca pero no tan grande como el de Hogwarts según tengo entendido, continúe por favor – hizo un ademan con la mano para pedirle que continue su relato.

- Bueno, después de las barcazas la profesora McGonagall nos llevó al gran comedor - de repente recordaba el Gran Comedor iluminado con velas flotantes con el cielo nocturno de fondo y a Hermione diciendo que las mantenían de ese modo con magia - nos iban a seleccionar -

- ¿El proceso fue sencillo? -

- Algo así - Harry encogió su hombro izquierdo - solo debían llamarnos por apellido hacia el sombrero y él nos diría dónde iríamos -

- ¿Conocías todo el proceso? -

- Ron me lo dijo mientras sucedía, en Hogwarts hay 4 casas, Ravenclaw, Hufflepuff, Gryffindor y Slytherin, ¿Ustedes también tienen casas? -

- Sí, son cuatro igual pero tienen otros nombres -

- Bueno, Ron me dijo que sus hermanos mayores le dijeron que Slytherin era para magos malvados -

- ¿Y le creyó? -

- Parecía bastante convencido de eso y yo no pude dudar mucho después de ver cómo Malfoy era seleccionado ahí sin que el sombrero tocará su cabeza -

- ¿Malfoy? - Harry sintió una garra presionando su corazón de solo escuchar su apellido.

- Si, Draco Malfoy, un compañero mío que en esa época era bastante odioso, mi némesis si podemos decirlo así - quería llorar de nuevo, maldición Malfoy estaba en Azkaban pudriéndose y el recibiendo alguna especie de ayuda, la culpa estaba comenzando a hacerlo sentir de una manera desagradable.

- ¿Se siente bien? - Harry pudo notar que las lágrimas caían por sus mejillas, pero él no hacía ninguna mueca, ni sentía mucho en realidad, solo la sensación desagradable en la garganta, pero no como otras veces.

- ¿Por qué no puedo llorar bien? Cómo, cómo cualquiera – sus dedos limpiaron lentamente las lágrimas que habían caído por sus mejillas sin que él se diera cuenta.

- Es el efecto del sedante, puede mantenerlo relajado, pero no puede evitar que sufra y llore - la doctora le tendió un pañuelo desechable y Harry termino de limpiar todo el rastro de agua salada que habían dejado sus lágrimas - creo que será suficiente por hoy, ¿Te parece si nos vemos mañana para continuar la charla? - Harry asintió con la cabeza viendo sus manos que sostenían aun el pañuelo desechable - muy bien - en su mano de materializó una libreta de la cual saco una hoja en blanco junto con un lapicero y un sobre también en blanco - la señora presidenta me pidió que te entregué está carta, me indico que apenas termines de escribirla la misma desaparecerá y será entregada a quien sea que hayas decidido - dejo la carta en la cama y Harry asintió - dejaras de recibir inyecciones, por la noche cerca de las 8 recibirás una pastilla y agua en tu escritorio, por favor asegúrate de tomar la pastilla, te ayudará a dormir -

Harry asintió con la cabeza y se incorporó lentamente, la doctora hizo lo mismo y tras dedicarle una sonrisa pequeña y tranquilizadora vio como la doctora se marchaba, apenas escucho el cerrojo de la puerta cerrándose observó su habitación, observó la carta junto con la cama pensando en quien debería contactar primero.

Durante horas estuvo viendo la carta vacía sin saber realmente que escribir, se sentía extraño, pero no extraño en el modo de preocupado, sino extraño en el modo de que no podía sentir que las palabras se unían de forma coherente en su mente, eran mas como una serie de oraciones sin conexión por lo que no podía dar razones, ni nada.

Durante la noche, cuando la luz de su cuarto se había encendido y la ventana mostraba la oscuridad del patio un vaso pequeño de plástico junto con un vaso de agua aparecieron en el escritorio, Harry vio la pastilla y el agua acercándose lentamente, sin dudar llevo el vaso con la pastilla a sus labios y luego tomo el agua para beberla, sintiendo como el líquido refrescaba su garganta, espero media hora más para que su cerebro decida ser coherente, cosa que no pasó, y se metió a la cama esperando no tener pesadillas, con la carta en blanco aún encima de su escritorio.

Al día siguiente sentía que había descansado, pero no en realidad, era una sensación rara de sentir que su cuerpo había dormido pero su mente se mantuvo trabajando, a pesar de no tener ninguna pesadilla, no sentía que su cerebro hubiese descansado en absoluto.

De nuevo observó la carta en la mesa hasta que escucho que alguien tocaba la puerta con un tono rítmico, dejo de mirar la carta y fue a abrir la puerta, en el pasillo sonriente como el día anterior estaba Jay con sus rizos ondulados desordenados.

- Hey - saludo alzando una mano.

- Hola - Harry pudo notar que Jay tenía una sonrisa en forma de corazón, ¿Eso era acaso posible?

- ¿Que tal dormiste? – pregunto mientras bajaba la mano.

- Me dieron algo para dormir -

- Genial a mí también, así que es normal descuida, solo te sientes noqueado y tú cerebro continúa trabajando, ¿Vamos a desayunar? – hizo un movimiento rápido con la cabeza para señalar el comedor.

- Claro - ambos caminaron hacia el salón de comida, está vez había más gente comiendo en grupos reducidos sin prestarles atención y Harry agradeció que ellos fueran los únicos en su mesa.

- ¿Tienes terapia de grupo? -

- No aún – recordó a la doctora diciendo que probablemente tendría terapia grupal.

- Oh, es genial de hecho, solo te sientas a hablar de lo que sea que vaya mal con tu cabeza -

- ¿Tú tienes? -

- Hoy si, después de almuerzo - picoteo sus huevos revueltos con su tenedor - puedes venir si quieres -

- No aún -

- Vale - engulló sus huevos y Harry dio un mordisco a la tostada que acompañaba los huevos revueltos - ¿Quién es tu psicomago? El mío es Sanders -

- Meyers - Jay silbo haciendo la cabeza hacia atrás como cada vez que estaba impresionado.

- Diablos, Meyers es una eminencia por aquí, Sanders me dijo que aprendió de ella de hecho, realmente te dieron la mejor atención -

- ¿Sanders es malo? -

- No realmente - encogió uno de sus hombros - solo es aburrido para mí etapa maniaca - Harry no quiso hablar mas sobre el tema y Jay tampoco volvió a mencionarlo.

Después del desayuno ambos fueron a pasear por el patio, Jay le contaba algo acerca de los colegios de elite de Estados Unidos sobre cómo intentaban crear a los futuros millonarios o empleados de Wall Street y Harry solo escuchaba preguntándose como Jay podía hablar de tantas cosas y tan rápido.

Al finalizar el almuerzo cada uno se fue a su terapia, Jay a la de grupo y Harry con la doctora Meyers.

Hola

Pude ver que las vistas subieron y no tienen idea de lo bonito que se siente que a mas personas les interese lo que escribo :3

Si tienen alguna duda o pregunta recuerden los comentarios están abiertos :D

Hasta la siguiente ^^