Capítulo 19
La doctora está vez estaba vestida con una blusa verde esmeralda y su impecable bata blanca, sentada de espaldas a la ventana con la luz solar resaltando su cabello plateado haciendo que Harry se pregunte si era natural o simplemente había decidido teñírselo.
- Buenas tardes - saludo al verla tomando asiento frente a ella con calma.
- Buenas tardes Harry - ella acomodó su pulsera celeste - ¿Que tal dormiste? -
- Sin pesadillas -
- ¿Que tal te sientes? -
- Sedado – dejo escapar un suspiro - ¿Dónde nos quedamos ayer? -
- El sombrero seleccionador -
- Ah cierto, bueno después de... Bueno todos, llamaron mi nombre, apenas el comedor escucho mi apellido comenzaron a murmurar -
- ¿Podías escuchar lo que decían? -
- Quizá sí, pero ya no lo recuerdo - lo cual era cierto, no recordaba lo que murmuraban, la gente siempre murmuraba al oír su nombre así que le era difícil recordar lo que decían - cuando el sombrero tocó mi cabeza me dijo muchas cosas -
- ¿Algo que consideres importante? -
- Algo así, me quería enviar a Slytherin -
- ¿Como te sentiste con eso? -
- Asustado, por supuesto, no quería terminar como Voldemort o... O cualquier mago malvado -
- ¿Y lo hizo? -
- Le pedí que me pusiera en Gryffindor -
- ¿Te hizo caso? -
- Sip, fui con Ron y Hermione -
- ¿Sentiste alivio al estar en Gryffindor? -
- Algo así, prefería estar en una casa con gente que había conocido esa mañana que en otra con gente que no conocía -
- Te sentías más seguro -
- Sí, seguro - recordaba a su casa festejando cuando lo vieron sentarse en su mesa - entonces empezaron las clases – suspiro.
- ¿Fueron difíciles? -
- Oh sí, llevaba un montón de materias que no había llevado con los muggles, de repente ya no tenía que preocuparme por aprobar matemática sino por aprobar Pociones con Snape - hubo dolor en su voz al recordar a su antiguo profesor.
- Te fue difícil adaptarte -
- Sí y Malfoy no lo hacía sencillo, tampoco Snape, ambos se encargaban de molestarme lo suficiente para sacarme de mis casillas que, viéndolo bien, aguante más que un adolescente promedio -
- ¿Que hacían? -
- Lo típico, Snape me bajaba puntos por respirar, Malfoy insultaba a mis amigos, ya sabe vida escolar -
- El profesor Snape parece muy parcializado -
- Tenía sus razones - respondió Harry de inmediato y a la defensiva - Hubo un asunto con mi padre que... Bueno, se lo diré después - la doctora asintió con una sonrisa calmada acentuando las arrugas que se formaban a los costados de sus ojos - Malfoy por otro lado, solo era un mocoso mimado -
- ¿Era? -
- Si, bueno él está preso ahora - "Y por mi culpa" dijo su voz interna, Harry apretó los puños e intento olvidarlo - cómo sea, hubo una vez, que robo la recordadora de Neville, ya sabe el otro niño nacido en junio, se fue volando y me reto a perseguirlo -
- ¿Qué hiciste? -
- Obviamente lo seguí, Neville tenía esa recordadora cómo regalo de su abuela, cabe decir que yo no sabía volar hasta entonces y aprendí en la práctica, McGonagall me vio y contrario a ponerme un buen castigo me sugirió entrar al equipo de Quidditch -
- Ya veo - murmuró la doctora asintiendo con la cabeza.
- En Hogwarts no permitían entrar al equipo hasta segundo año, muy peligroso decían, pero al parecer fui, cómo siempre, la excepción -
- ¿Te molesta ser la excepción? – pregunto al captar el tono de burla que había utilizado.
- Solo a veces - la doctora asintió en silencio permitiéndole continuar hablando - por más que la magia se sentía tan... - rio - mágica, era realmente difícil comprenderla y ponerla en práctica, aun así, nos dimos formas para derrotar un Troll de las montañas -
- ¿Lo hicieron? -
- así es, el Troll había entrado a Hogwarts con ayuda de un profesor, Quirrel, el de Defensa contra las artes oscuras, había decidido unirse a Voldemort o algo así, ¿Irónico cierto? -
- Un poco si -
- Pero bueno, lo descubrimos a final de año, Quirrel entro a Hogwarts por qué buscaba la piedra filosofal para revivir a Voldemort -
- No es un mito? – pregunto con cierto tono de sorpresa, Harry negó con la cabeza.
- Estaba en Hogwarts, fue realmente difícil encontrarla y lo hice sin querer - soltó otra risa irónica dándose cuenta de lo absurdo que sonaba todo - bueno, logré evitar que Voldemort no me matará debido a la maldición que mi madre le puso, él no podía tocarme, lo digo en serio, apenas me tocó, el cuerpo de Quirrel se fue desintegrando -
- No logro obtener la piedra - Harry negó nuevamente.
- Luego Dumbledore me dijo que el Señor Flamel optó por destruirla, era demasiado atrayente aparentemente -
- Y así concluyó su primer año - Harry asintió con la cabeza.
- Podría escribir una película ¿No cree? - la doctora sonrió amable.
- Se vendería bien yo creo - le siguió el juego con un tono suave y Harry lo agradeció en silencio.
- Después de terminar el colegio yo quería ir con los Weasley o solo pasar las vacaciones ahí, en el colegio -
- ¿Y te dejaron? -
- No, aparentemente Hogwarts no era una casa de acogida y Dumbledore pensó que estaba más seguro con mis tíos - lanzo un bufido molesto con una sonrisa en los labios - ¿Ilvermorny es igual? -
- Tenemos un internado para los niños que hayan perdido a sus padres - respondió la doctora y Harry asintió sintiéndose miserable - ¿Por qué el señor Dumbledore creyó que estaba seguro con sus tíos? ¿Alguna vez te lo dijo? -
- Ellos, al ser tan increíblemente muggles, camuflaban mi magia - respondió recordando cuando regreso a "casa" y sus tíos lo miraron con odio, tuvo que limpiar los retretes tres veces al día por dos semanas después de eso.
- ¿Que sucedió después? -
- Las vacaciones fueron horribles, hacía calor, tenía que limpiar los retretes muchas veces al día, Dudley se puso más fuerte, horrendo – cerro los ojos y sacudió la cabeza para no recordar el olor del retrete que Dudley había considerado divertido ensuciar, no quería recordarlo por que esta vez si había logrado comer su almuerzo.
- ¿No intentaste pedir ayuda? -
- Mi tío encerró a mi lechuza y puso barrotes en mi ventana - aún recordaba a su tío soldando los barrotes - lo bueno es que tenía cuarto – dejo escapar una pequeña sonrisa.
- Tenía cuarto? ¿No tenías uno antes? -
- Oh no, dormía debajo de las escaleras en la alacena - noto cómo la doctora curveaba sus labios en una mueca por tan solo unos segundos antes de componer su rostro a uno sereno - bueno, tenía un cuarto y muchas ganas de ir a Hogwarts, pensé que todo cambiaría cuando - su garganta volvió a secarse - Dobby lo arruino todo.
- ¿Dobby? -
- Un elfo doméstico, en esa época era uno de los Malfoy pero decidió ayudarme, me dijo que mi vida corría peligro y todo eso -
- ¿Por qué crees que intentaba ayudarte? -
- Dobby no era feliz con los Malfoy, había visto algo, pero no podía contarlo ya sabe por la esclavitud élfica, ¿Acá son esclavos? - no recordaba haber visto elfos en el comedor, pero quizá ellos aparecían y desaparecían los platos.
- No, el ex presidente Lincoln se encargó de abolir la esclavitud -
- ¿Lincoln era mago? -
- Uno de los mejores, continúe por favor - Harry se preguntó cómo Lincoln pudo haber muerto si era mago, acaso no podía... No sé, ¿Confundir a su atacante? ¿O alguno de sus guardias? Su mente le dijo que eran cosas en las que no debía pensar así que regreso a su relato.
- Bueno, Dobby pensó que me hacía un bien al sabotear una cena importante de mi tío, lo que solo consiguió fue que me encerraran en mi cuarto y me pasaran la comida por debajo de la puerta -
- ¿No podía salir ni al baño? -
- Oh sí, tenía permitido ir dos veces al día -
- ¿Nadie supo de su estado? - Harry negó con la cabeza.
- Bueno eso fue hasta que Ron y sus hermanos me rescataron en su auto volador -
- ¿Un auto volador? -
- Así es, al parecer un mago hechizo un Ford después de muchas copas y el auto podía volar, Fred y George... - volvió a sentir que se le cerraba la garganta dándose un par de segundos antes de volver a hablar - pensaron que era buena idea conducirlo a mitad de la noche para rescatarme -
- ¿Sintió que debía ser rescatado? - Harry asintió de nuevo.
- Mis tíos no pudieron hacer mucho, no podían perseguir un auto volador - soltó unas risitas - pase el resto del verano en la Madriguera, el hogar de los Weasley, la señora Weasley se encargó de alimentarme especialmente bien, estoy seguro que subí un par de kilos – dio un par de palmadas a su abdomen.
- Realmente disfrutaste tu estancia -
- Si... Los Weasley no tenían mucho dinero, pero no te podía faltar amor - se limpió una lágrima disimuladamente - todos estábamos preparándonos para regresar a Hogwarts, excepto Ginny, Ginevra, la hermana menor de Ron, ella iba a ingresar recién a Hogwarts - el pecho le peso y sintió como su respiración se aceleraba, Ginny, oh Merlín, Ginny.
- Creo que fue suficiente por hoy, ¿Deseas continuar dentro de dos días? - Harry asintió rápidamente luchando por respirar adecuadamente, pudo sentir una calidez en su pecho respirar ya no era una tarea titánica, fugazmente vio la varita de la doctora - no olvides tomar la pastilla -
- No lo haré – bajo la mirada enfocándose en el suelo, sin verla marcharse y volvió a quedarse solo.
Cómo el día anterior estuvo viendo la carta sin saber que escribir, varias veces había llorado de impotencia sin hacer ninguna mueca realmente, solo derramando lágrimas.
Tras beber el agua con la pastilla sintió que dormir podría ayudar a despejar su mente.
Al día siguiente continuaba sin ideas, no sabía que podía escribir. Tomo una ducha corta y decidió que quizá desayunar ayudaría cuando salió del cuarto Jay lo esperaba sonriente, esta vez estaba vestido con un pijama verde pálido, cómo el color de su cuarto.
- ¿Vamos a desayunar? – hablo rápido como siempre.
- Claro - ambos caminaron en silencio hacia el comedor, el desayuno era té con panecillos.
- Bastante inglés - dijo Jay con un acento ingles mal fingido, Harry rio y lo vio extender el meñique mientras bebía su te.
Cómo el día anterior y el anterior a ese fueron a dar un paseo en el patio.
- ¿Lincoln era mago? - pregunto Harry recordando la charla del día anterior, sintiendo como el sol quemaba su piel.
- Oh claro que sí, fue uno de los pocos presidentes muggles y magos, realmente debió ser agotador para el -
- ¿Entonces por qué dejó que lo dispararán? No... ¿No había forma de salvarse? – pregunto con un tono lleno de duda y curiosidad, Jay lo pensó unos segundos frotando su barbilla con su dedo índice.
- Lincoln tenía depresión mayor - le aviso - muchos creen que fue después de perder a su mejor amiga, otros dicen que ya estaba deprimido antes, pero la verdad es que nadie lo sabe -
- ¿Cómo pudo estar deprimido y hacer tantas cosas? -
- Oh, a veces la depresión funciona de maneras misteriosas, a él lo llevaba a ser más reflexivo, sospecho que también tenía ansiedad por lo que siempre iba un paso adelante - soltó una risa - ellos lo llaman cautela, yo le digo estar bien jodido - Harry rio también – Supongo que fue de tanto pensar que decidió que si seguía vivo haría algo significativo con su vida, ya sabes, darle algún sentido a su vida, eso solo demuestra que los depresivos también pueden lograr cosas grandes aun cuando estes en el pozo más profundo -
- Eso parece - murmuró Harry, ambos continuaron caminando en silencio - tengo que escribir una carta -
- ¿Quien escribe cartas? – pregunto con un tono burlon.
- Yo lo hago -
- ¿Y que con eso? -
- No sé qué escribir -
- ¿Entonces por qué debes escribirla? - Harry suspiro y se pasó las manos por su cabello algo largo.
- No lo sé, debo, debo decirles a mis amigos que estoy bien -
- ¿Y estás bien? -
- No, la verdad es que no -
- Entonces mientras más corta sea, será mejor -
- No entiendo -
- Si das demasiadas explicaciones se preguntarán por qué eres tan detallista y si es corta pensaran que solo no tienes tiempo - se encogió de hombros relajado como siempre – por como lo veo es mejor que piensen que estas ocupado ¿Quieres que te ayude a escribirla? -
- Si, estaría bien, gracias, está en mi habitación - ambos regresaron al edificio y cuando Harry intento sacar la carta noto que no podía hacerlo, tan pronto cruzaba la puerta el papel desaparecía junto con el lápiz para aparecer en el escritorio - ¿Por qué no entras tu? - sugirió tras el segundo intento, Jay le enseño la pulsera.
- No puedo, si lo hago me inyectara un sedante, es una medida para evitar que sucedan cosas - apoyo ambas manos en el marco de la puerta sin cruzarlo - pero puedo hablar desde acá, intenta acercar el papel -
Harry agarro la carta y se colocó frente a la puerta, sin cruzarla, Jay se sentó en el suelo al otro lado, en el pasillo y Harry imitó su acción al sentarse quedando ambos a un metro de distancia, pero aun frente a frente.
- Primero pon el destinatario - advirtió señalando con la mano, Harry lo pensó un par de segundos hasta que escribió el nombre de Hermione, sería lo mejor - ahora pon Querido o Querida, lo que sea, espero que estén bien - Harry continuo escribiendo, sintiendo el lapicero extraño en sus manos, como si hubiese olvidado escribir - me encuentro genial, espero que ustedes también, intentaré enviarles más cartas pero no prometo nada, saludos a todos, James - Harry termino de escribir y puso el punto final después de su nombre "Harry" - bien, ahora ponlo en el sobre y listo - dio dos palmadas a sus muslos y se incorporó de un salto con una agilidad impresionante.
Harry dudo un par de segundos, pero doblo la carta, la colocó en el sobre y lo vio desaparecer ante sus ojos, Jay no dijo nada al respecto.
- ¿Crees que esté listo el té? - pregunto mientras veía como Harry se incorporaba.
- Pulsera dime la hora -
- Son las 3:30 de la tarde - respondió la voz robótica.
- Quizá podamos pedir algo - dijo Harry saliendo de su cuarto, Jay sonrió y cruzo los brazos tras su cuello mientras caminaba hacia el comedor.
Los siguientes dos días se los paso en compañía de Jay, siempre la misma rutina, desayunar juntos, caminar juntos, almorzar juntos, volver a caminar juntos, Jay había hecho una broma de que pronto podrían ir al baño al mismo tiempo y eso hizo reír al pelinegro.
Casi siempre era Jay el que hablaba, nunca hablaban de la terapia o de sus vidas personales, casi siempre era Jay lanzándole datos curiosos o alguna broma y eso mantenía al cerebro de Harry lo suficientemente enfocado en otra cosa para evitar pensar en sus amigos o en Londres.
La siguiente terapia llegó y Harry volvió a hablar con la doctora.
- Te traje un par de dulces - aviso la doctora entregándole unos dulces sin envoltorio, Harry se preguntó por qué haría eso, pero tomo los dulces para meterlos en su boca, la comida era saludable, demasiado, con poco sabor, así que sus papilas agradecían el sabor dulce de las golosinas - ¿Cómo estuviste? -
- sedado -
- Que tal dormiste? -
- Sin pesadillas -
- ¿Estuviste comiendo bien? -
- Es mucho para mí - no lo era, era la misma porción para todos, una bien balanceada y proporcionada.
- Comer es bueno para ti, ¿Lo sabes? - Harry encogió sus hombros esperando no hablar más del tema y fijo la mirada en la pared - ¿Hay alguna comida que no te guste? -
- Supongo que el pollo, vomité el pollo que comí en el avión que me trajo aquí - recordó y asoció que era por eso que no le resultaba apetecible.
- Pero siempre acabas tus porciones -
- Jay me ayuda - la doctora asintió con la cabeza lentamente - ¿dónde estábamos la anterior vez? -
- La señorita Weasley - Harry tosió al atorarse con un dulce por casi tragarlo.
- Claro – hablo con una voz ahogada, tosió un poco para aclarar su voz - yo pensé que Dobby se había rendido con eso de salvarme, fue bastante evidente que no lo hizo cuando cerró la entrada al andén antes de que pasemos Ron y yo -
- ¿Podía hacer eso? -
- Podía, pero no debía – suspiro.
- ¿Que hicieron entonces? -
- Bueno, Ron pensó... Y yo también, de que podríamos alcanzar al tren en el auto -
- El Ford volador - Harry chasqueo los dedos y la señaló formando una pequeña sonrisa en su rostro.
- Exacto - bajo la mano y quito su sonrisa - Ron no sabía conducir, yo menos, no pudimos desaparecernos a tiempo y los muggles nos vieron -
- Oh lo recuerdo, el gobierno estuvo bastante enfadado con el gobierno británico - Harry rio y pensó que quizá por eso Fudge lo detesto en esa época.
- Bueno, Ron logro llevar el auto hasta el tren, no había modo de bajar así que solo lo seguimos hasta Hogwarts, a punto de aterrizar... Parquear el auto, o como sea, perdimos el control y terminamos chocando con el Sauce Boxeador -
- ¿Salieron ilesos? -
- Nosotros sí, no puedo decir lo mismo de la varita de Ron - soltó una risa al recordar la cara de susto de su amigo - McGonagall nos regañó, Snape nos quería expulsar y sin embargo logramos continuar las clases, entonces empezaron a suceder cosas -
- ¿Cosas? -
- Si, inundaron un baño y escribieron algo de que la cámara de los secretos fue abierta, enemigos del heredero temed - un escalofrío recorrió su espalda pero intento mantenerse enderezado - luego, durante un partido de Quidditch, Dobby embrujo una bludger para atacarme, nosotros no lo sabíamos pensamos que fue Snape, el resultado fue que me rompí un brazo al caer y el profesor Gilderoy Lockhart intento curarme -
- ¿Intento? -
- Sip, al parecer no sabía ejecutar bien sus hechizos y termino eliminando mis huesos, Madame Pomfrey estaba realmente molesta por qué tenía que hacerme beber la poción crece huesos, ¿Tuve que tomar una así esta vez? -
- Fue reemplazada por la poción reparadora hace un par de años aquí, es administrada por la vena un par de días y los huesos crecen o se reparan - Harry silbo como lo hacía Jay - continúa -
- Bueno, después de eso Dobby vino a disculparse, diciendo que solo estaba protegiéndome, la idea de romperme la cabeza no me sonaba muy protectora, así que lo ignore y continue con mi vida, de repente comenzaron a atacar estudiantes, los petrificaban y nada funcionaba para despetrificarlos, inclusive petrificaron a la gata de Filch el conserje -
- ¿No sabían quién lo hacía? -
- Comenzamos a investigar y empezaron a darnos clases de duelo, durante mi clase tuve un duelo con... Ejem. Malfoy, el me lanzó una serpiente y yo comencé a hablar con ella -
- ¿Hablabas con serpientes? -
- Lo hacía, no sabía que el resto no podía hacerlo, pensaba que era completamente normal hablarles y que ellas me obedecieran, fue un error, después de eso todos pensaban que yo era el heredero y me odiaban -
- ¿Cómo te hizo sentir eso? -
- Cómo la mierda sinceramente - sonrió decaído - fue cuando encontré el diario -
- ¿Qué diario? -
- El de Tom Riddle -
- Voldemort -
- Si, el mismo, yo no sabía que se llamaba Tom Riddle y menos que tenía un diario, comencé a escribir en el para liberarme, pero todo desaparecía, noté que el diario me escribía a mí, contándome que eso ya había pasado años atrás y que encontraron como culpable a Hagrid -
- ¿Le creíste? -
- ¡Oh claro que no! Pero quería preguntárselo a Hagrid, fue cuando supimos que él tenía una araña gigantesca escondida en el Bosque -
- ¿Una araña? -
- Si, Aragog se llamaba, al parecer Hagrid rescató a la araña cuando era pequeña y pensaron que era el causante de los ataques -
- ¿Que hicieron después? -
- Ron y yo fuimos por Aragog, Hermione había sido petrificada al encontrar algo - soltó una risita - Ron odia las arañas -
- Debió ser bastante traumático para el -
- Debió serlo, tuvimos que entrar a la guarida de Aragog, quien hubiese dicho que se volvió el padre de su enjambre y tenía muchos, demasiados, hijos dispuestos a comernos, aun así, obtuvimos información, el atacante no era Aragog, el atacante vivía en el castillo y las arañas le temían -
- ¿Quién era entonces? -
- Después de investigar bastante descubrimos que en el baño del primer piso había una cámara secreta a la que solo podías entrar hablando parsel, yo lo hice, cuando entramos con Ron notamos que el profesor Lockhart nos siguió, el intento traicionarnos -
- ¿El profesor? – pregunto con un pequeño tono de sorpresa.
- Si, él pensaba que podría llevarse todos los créditos, cómo hizo en todos sus libros, resulta que solo era bastante bueno con el obliviate -
- Ya veo -
- Bueno, el hechizo le salió mal, ahora está internado, cómo yo - soltó una risa.
- Sus situaciones son distintas, ¿Lo sabes? - Harry asintió pensando que quizá no había sido buen momento para esa broma.
- Bueno, Ron quedó atrapado con Lockhart y yo tuve que adentrarme en la cámara, encontré el causante de todo, era un basilisco -
- ¿Tenían un basilisco en el castillo? -
- Ajá, Voldemort lo había llevado cuando estaba en el colegio al parecer y por más que intenté convencerlo en parsel el basilisco solo lo escuchaba a él, después de una larga batalla logré matarlo con la espada de Godric Gryffindor, pero el basilisco clavo uno de sus colmillos en mi brazo -
- Su veneno es mortal -
- Lo es, yo estaba por morir, cómo siempre, y Fawkes el ave fénix de Dumbledore dejo caer una de sus lágrimas en mi herida salvándome – dejo de hablar por unos segundos - ¿Ustedes usan lágrimas de fénix? – pregunto con curiosidad.
- Las sintetizamos, las lágrimas verdaderas son extremadamente raras de conseguir - Harry asintió con la cabeza.
- Ginny había estado siendo controlada por el diario de Tom Riddle liberando el basilisco todas las veces, al final terminé rescatándola, los petrificados regresaron a la normalidad gracias a una poción de Mandrágora, el basilisco estaba muerto y volví a ganar la copa de las casas, así acabo mi segundo año -
- Parece uno bastante agitado - Harry rio bajo.
- Ese fue uno tranquilo - volvió a perderse en sus pensamientos, tendría que hablar de Sirius, mierda, Sirius.
- ¿Deseas continuar la siguiente semana? - Harry asintió rápidamente con la cabeza - está bien, intenta comer más, si algo no te gusta díselo a los enfermeros, toma tu pastilla -
- Lo haré – de nuevo no la vio marcharse, pero al escuchar la puerta cerrarse supo que estaba solo.
Hola.
Este arco es largo pero importante para entender varias cosas para la historia que se desarrolla en el "presente"
Por cierto, a partir de ahora comenzare a subir la historia en Wattpad para que más gente la pueda leer :3 mi usuario es el mismo que acá, si tienen más gente a la que le guste el Drarry o Harco o bueno esta pareja y si gustan podrían recomendarles esta historia :D Ya saben cualquier duda u opinión mi buzón y los comentarios están abiertos.
Hasta la siguiente ^^
