Capítulo 20

- ¿Sabías que la torre Eiffel puede ser 15 cm más alta durante el verano? - pregunto Jay sin verlo, ambos estaban recostados en el pasto viendo el cielo, hacía mucho calor logrando así que Harry sienta el sudor mojando su espalda.

- No, ¿Cómo es posible? - a veces Jay era así, arrojaba datos de la nada.

- Por el calor el hierro se expande ocupando más espacio, su explicación es más física pero no sé cómo explicarla -

- Entonces la pregunta sobre su altura es capciosa -

- Ajá - Jay se sentó de golpe - ¿Sabes que es realmente capcioso? Las preguntas de frutas -

- ¿Cómo? – pregunto curioso mientras se sentaba apoyando los codos en sus rodillas.

- Las que dicen sobre cuántas manzanas tiene Joe y cuántas tiene Jill, ¿Crees que el creador de esas preguntas este en el infierno? - Harry rio ante el tono serio que usaba Jay.

- ¿Por qué lo estaría? -

- Por arruinar la vida de los adolescentes, solo come las malditas manzanas - ambos rieron, Jay estiró los brazos tanto como pudo revelando brevemente sus antebrazos, su cicatriz de la vez que lo arrollo un camión se veía más oscura con la luz del sol cubriendo su piel - bueno debo ir a terapia - de un salto estuvo de pie y Harry lo siguió - ¿Nos vemos para el té? - pregunto con un acento que parecía más francés que inglés, Harry volvió a reír.

- Apuesta por ello - ambos caminaron de regreso al edificio.

Erwin estaba gritando de nuevo y eso a Harry ya le parecía tan normal que de algún modo se sintió incómodo en el fondo.

Se separaron en el pasillo, Jay fue al comedor y el ingreso a su cuarto donde la doctora lo esperaba sentada.

- Harry - saludo con calma, el pelinegro asintió con la cabeza - ¿Cómo te sientes? -

- Sedado -

- ¿Dormiste? -

- Sin pesadillas - las mismas preguntas, las mismas respuestas.

- ¿Dónde nos quedamos? -

- Mi tercer año - respondió mientras se sentaba frente a la doctora la doctora lucia como siempre a excepción de un accesorio brillante en su mano derecha, por un momento se perdió en el anillo dorado que llevaba la doctora, era el único accesorio que usaba aparte del brazalete.

- Cuéntame, ¿Que sucedió? -

- Bueno, había una tía... Algo así, era la hermana de mi tío Vernon, que me odiaba, pero me odiaba más que el mismo tío Vernon - de repente su mente lo regreso a esa época - entonces un día que se quedó a cenar comenzó a hablar mal de mis padres, diciendo que mi padre era un borracho desobligado, yo ya sabía cómo murieron mis padres y no iba a dejar que una mujer desagradable dijera algo así de ellos - apretó los puños de tan solo recordar el enojo que sintió en esos momentos.

- ¿Cómo reaccionaste? -

- La embruje - la doctora alzó una ceja - no fue queriendo por supuesto, pero al parecer mi magia pensó que era poético convertirla en una especie de pez globo - ahogo una risa entre una de sus manos de solo recordarlo.

- Violaste el estatuto mágico -

- Si bueno, acostúmbrese, ¿Pueden meterme preso por eso? - la doctora sonrió con algo de diversión reflejada en su mirada.

- Nuestras conversaciones son confidenciales - aseguro - ¿Qué paso después? -

- Bueno, mi tío Vernon seguía gritando que le devuelva a su hermana, yo no sabía cómo, así que, con mi baúl, mi varita y mi lechuza salí de la casa -

- Escapaste -

- Si, bueno, creo que es algo común en los adolescentes, ¿No lo cree? - la doctora no respondió - cómo sea, mientras caminaba un Flash se detuvo, bueno autobús noctámbulo - de repente frunció el ceño - ¿No es acaso Flash un superhéroe? - pregunto viéndola, recién había notado las similitudes.

- Así es, el creador se inspiró en un encuentro que tuvo con uno de los buses, pensó que era adecuado llamarlo así por su velocidad - Harry hizo una o con los labios y asintió.

- Bueno, en el autobús vi que en el diario anunciaban que Sirius Black había escapado de Azkaban -

- ¿Quien? -

- Mi padrino, bueno yo no sabía que era mi padrino, pero hasta ese día solo sabía que era un hombre altamente peligroso - de inmediato lo invadieron unas ganas de patear a su joven yo - el autobús me llevo al Caldero Chorreante donde me encontré con el primer ministro, me habló sobre la magia sin varita, el estatuto y me dejó ir haciéndole prometer que sería la última vez -

- ¿Cumpliste tu promesa? -

- Bueno lo intenté - suspiro - estuve en el Caldero Chorreante por varios días hasta que los Weasley regresaron de su viaje a Egipto, entonces los encontré murmurando acerca de Sirius -

- ¿No te dijeron por qué? -

- Pensé que era otra cosa de protejamos a Harry sin decírselo, así que no me importo - distraídamente mordisqueo la uña de su pulgar un par de veces - bueno, cuando íbamos de regreso a Hogwarts el Ministerio ordenó que los Dementores registren el tren -

- ¿Con ustedes dentro? - la doctora expreso con un tono sorprendido, rápidamente se recompuso.

- Si, bueno pensaron que Sirius iba a bordo, uno de los Dementores considero que mi alma lucía especialmente apetitosa esa noche y me atacó - la doctora apretó las manos sin que Harry lo notará - fui salvado por Remus Lupin quien luego sería presentado como mi maestro de Defensa contra las Artes Oscuras -

- ¿Recibiste medicación después de enfrentarte al Dementor? - Harry giro a verla confundido - aquí no tenemos Dementores cómo carceleros, así que si alguien es atacado por uno le administramos atención por un tiempo -

- Recibí un chocolate – tras escuchar su respuesta Harry pudo notar como la doctora hacia una pequeña mueca con los labios, tan pequeña y tan fugaz que bien pudo no notarla.

- Entiendo, continúa - Harry quiso reírse por la situación, no es que le dé risa, pero si le parecía bastante arruinado la diferencia de protocolos.

- Bueno, después de eso mis días continuaron tan tranquilos como siempre, ya sabe, clases con Snape, peleas con Malfoy, clases de Boggarts con Lupin -

- ¿Boggarts? -

- ¿No tienen de esos aquí? -

- Los tenemos, pero generalmente no se enseña con ellos, son criaturas que son extremadamente temerosas es por eso que se convierten en el peor miedo de la otra persona para alejarla -

- Ah - asintió con la cabeza - bueno Lupin considero que era bueno enfrentarnos a nuestros miedos -

- ¿Qué viste tu? -

- No a Voldemort - negó con la cabeza - Vi un dementor -

- Parece que realmente te afectó su ataque -

- Si, bueno, son fríos y quieren chupar mi alma, no es algo que me agrade - se encogió de hombros - entonces alguien atacó a la Dama gorda, ella es un retrato que nos permite el ingreso a nuestras salas comunes, a la de Gryffindor al menos, de inmediato supieron que era Sirius -

- ¿Cómo logro ingresar al castillo? - pregunto la doctora.

- Ahora le explicó - Harry tomo aire - después del Boggart y del ataque Malfoy considero divertido asustarme haciéndose pasar por Dementor, no funcionó, pero gracias a eso Buckbeak, un hipogrifo y la nueva mascota de Hagrid, lo atacó, luego durante un juego de Quidditch un Dementor decidió volver a atacarme -

- Tal parece eres bastante llamativo para los Dementores -

- Oh sí, parece que soy la felicidad andante - bromeó, pero la doctora no se río - vaya ya se cómo se sintió Jay los primeros días -

- Tu atracción natural a ellos podría ser por qué sienten que tu felicidad es distinta, al parecer vives con mucha intensidad los momentos - Harry asintió con la cabeza, nunca lo había pensado así.

- Después de un chocolate, Remus, Lupin, considero apropiado enseñarme el Patronus -

- Un hechizo efectivo y de alto nivel -

- Sip, me costó bastante al inicio por qué no encontraba un recuerdo realmente feliz - mantuvo silencio un par de segundos - ¿Usted cree en la adivinación? - pregunto viéndola a los ojos.

- Creo que hay magos que han sido bendecidos por los oráculos, pero son demasiado escasos, ¿Por qué? -

- Sybill Trelawney fue mi maestra de adivinación

- He oído hablar de la Señora Trelawney -

- Bueno, ella dijo que el Grimm me perseguiría, que moriría -

- ¿Y qué sucedió? -

- Después de descubrir que Sirius Black era mi padrino y el hombre que "traicionó" - hizo comillas con los dedos - a mis padres, Ron, Hermione y yo nos aventuramos en buscar a Sirius, yo tenía mis sospechas de que Snape lo ayudaba, resultó que el ayudante era Lupin -

- Su maestro -

- Ajá, ellos habían sido amigos de mis padres durante el colegio, eran cuatro en total, mi padre James Potter, mi padrino Sirius Black, mi maestro Remus Lupin y Petter Pettigrew -

- ¿Solo Petter? -

- El maldito fue el que en realidad traicionó a mis padres, mi ubicación estaba bajo un Fidelio, Pettigrew se lo dijo a Voldemort y el resto ya lo sabe - cuánto odiaba a esa maldita rata - el bastardo fingió su muerte dejando solo su meñique, haciéndoles creer a todos que Sirius lo había asesinado y había traicionado a mis padres Sirius tuvo que pasar 12 años en Azkaban por eso -

- Debió ser bastante duro para el - empatizo la doctora al notar el tono molesto y doloroso que había empleado el pelinegro.

- Estaba medio loco cuando nos vimos por primera vez - Harry no quería recordar a su padrino de esa manera - bueno, después de que Lupin se convirtiera en un hombre lobo como secuela de un desafortunado accidente que tuvo hace años y que peleará con Sirius en su forma de animago, que sorpresa – agito las manos - era un Grimm, vi como Sirius era derribado por Dementores y lo metían preso de nuevo -

- ¿Cómo te sentiste con eso? - pregunto con voz suave, Harry no supo en qué momento había comenzado a llorar, pero era como las otras veces, las lágrimas caían por si solas - ¿Quieres hablarlo otro día? -

- No, está bien - limpio sus lágrimas con el borde de su manga y tomo aire - no sabía cómo liberar a Sirius y entonces Hermione apareció con una solución, siempre lo hace - sorbio su nariz y sonrió, vio un pañuelo desechable aparecer en su regazo y se limpió la nariz - me reveló que tenía un giratiempo y lo había estado usando para asistir a todas las clases que podía, dios Ron tiene razón, es una sabelotodo - rio - lo usamos para rescatar a Sirius sin que nuestros otros yo nos vieran Hermione menciono algo sobre que si nos veíamos terminaríamos locos - frunció el ceño pensativo - en el lago, donde Sirius y yo fuimos atacados por los Dementores pude jurar ver a mi padre conjurar un patronus, él también era animago y era un ciervo, vi un patronus en forma de ciervo -

- Eso te hizo pensar que viste a tu padre -

- Si, pero en realidad era yo del futuro conjurando un patronus pensando que vi a mi padre -

- Lograste conjurar un patronus corpóreo con un recuerdo poco fiable - Harry asintió.

- ¿Influyó en algo que me haya visto esa noche? Ya sabe, ¿Por eso estoy aquí? - pregunto curioso, la doctora negó con la cabeza.

- Más cosas influyeron Harry, te las diré cuando sea hora - el pelinegro encogió sus hombros y suspiro, las lágrimas continuaban cayendo de sus mejillas.

- Sirius se escondió por qué nadie más aparte de nosotros sabía lo que realmente había pasado y sin pruebas no iban a querer liberarlo - recordó a Sirius marchándose junto a Buckbeak - y luego... Comenzó cuarto año - de repente las ganas de llorar se incrementaron, Harry sintió un dolor en el pecho, horrendo, opresivo, se sentía como morir, sentía que estaba muriendo.

- Será mejor dejarlo para la siguiente semana - aviso la doctora con un movimiento de varita, Harry quiso dejar de sentirse de ese modo pero la opresión solo disminuyó un poco - Harry escúchame, hoy a tener que sedarte, estás teniendo un ataque de pánico demasiado fuerte -

Harry asintió con el cabeza rápido, se sentía incapaz de hablar por el nudo que tenía en el pecho, la opresión en sus pulmones era dolorosa y casi sentía como su corazón latía en sus tímpanos, quería que se acabe.

Los recuerdos se hacían difusos después de que la doctora yo ayudo a recostarse en la cama. Al día siguiente Harry sintió como si lo hubiesen arrollado todos los trenes de King Cross, logro ducharse tras luchar con sus brazos que se negaban a responder sus órdenes, como si aun no fuesen conscientes de que ya no estaba dormido. Apenas abrió la puerta Jay lo esperaba sentado en el suelo con la espalda recostada en la pared.

- Me debes panecillos, no puedo creer tu falta de etiqueta para no asistir al té - le dijo señalándolo con un dedo a la par que se incorporaba, Harry se sentía como dormido y sus parpados estaban medio caídos - oh, tuviste uno de los bastardos -

- ¿Eh? - su voz salió adormilada.

- Un ataque de pánico, yo les digo así, los bastardos - Jay examinó su rostro lentamente - fue uno fuerte pareces en la Luna -

- Tengo una amiga llamada Luna - Jay rio y tiro de su brazo para que comenzarán a caminar hacia el comedor.

- ¿Es linda? -

- No sé, nunca la vi así - Jay volvió a reír - Me llamo Harry – hablo girando levemente la cabeza.

- Y yo Jay, vamos a desayunar se te irá perdiendo el efecto -

Jay no mentía cuando dijo que el efecto desaparecería poco a poco, tampoco parecía molesto o traicionado por no haberle dicho su primer nombre, era relajado y espontáneo como desde el día que lo conoció. Los siguientes días la medicación fue bajando dejándole a Harry la sensación de que había perdido algo.

- ¿Sabías que la imagen de Jesús pintada por Miguel Ángel es en realidad la de su amante? -

- ¿Jesús? ¿El de los muggles? -

- Ajá, aparentemente la Iglesia le dijo a Miguel Ángel que lo pinte, él al no tener un giratiempo decidió pintar al hombre más hermoso que vio, su amante -

- No lo sabía - Harry vio las aves volando libres por el cielo.

- Me imagino al amante posando y diciendo "Jack píntame como una de tus chicas francesas" - dijo con voz chillona.

- ¿Eh? -

- El Titanic, debemos ver el Titanic - Harry no recordó haber visto una televisión en ninguno de los pisos, quizá estaban temerosos de que suceda algún accidente.

Los días pasaron y Jay le ayudo con los efectos de los sedantes, le explicó que el querer llorar sin poder hacerlo era normal, que llorar sin sentir nada era normal, que básicamente llorar era normal y estaba bien, también le enseño a reconocer a los "bastardos" o como Harry había empezado a llamarlos "esos" los ataques de pánico se caracterizaban por aparecer de imprevisto, arruinándole el momento, causándole una opresión en el pecho que solo lo hacía pensar que moriría, no ayudaba en nada que sus pulmones decidieran unirse a la fiesta alterando demasiado sus funciones haciéndolo sentir mareado ni que sus músculos se tensen al punto de no poder moverse.

El paso de los días no se sintió para Harry, entre estar sedado, escuchar como Jay hablaba de una teoría conspirativa y preguntarse si podían darle mas poción sedante a Erwin, los días se sintieron realmente cortos.

Fue así que el siguiente día de su terapia llego y los efectos de los sedantes ya no se sentían tan altos.

- Buenas tardes Harry - saludo la doctora con una sonrisa cálida apenas lo vio ingresar al cuarto.

- Buenas tardes - respondió el pelinegro mientras tomaba asiento en la silla usual.

- ¿Cómo estuviste? -

- Aún más sedado -

- ¿Que tal dormiste? -

- Sin pesadillas -

- ¿Algún otro ataque? -

- Jay me enseño como evitar que "esos" lleguen -

- ¿Esos? -

- Si, ya sabe, los ataques - encogió sus hombros - ¿Dónde nos quedamos? – pregunto alzando una ceja.

- Tu cuarto año -

- Cierto - chasqueo los dedos recordando, dejo escapar un suspiro antes de hablar - bueno, antes de iniciar mi cuarto año y después de que Sirius amenacé a mis tíos con una visita comencé a tener pesadillas -

- Ahí empezaron entonces -

- Si y no - respondió Harry llevando la cabeza a ambos lados como si fuese un péndulo - Si por qué empecé las pesadillas y no por qué mis pesadillas eran distintas, Voldemort y yo teníamos cierta conexión lo que le permitía ver en mi mente y a mí me permitía ver la suya, a veces de manera inconsciente, vi como torturaba gente a través de su mente -

- ¿Intentaste hablar con alguien sobre eso? -

- Ron y Hermione, también a veces a Sirius y Dumbledore, pero principalmente por qué me dolía la cicatriz después de cada vez que veía su mente - se rasco la cicatriz distraídamente - bueno, fue durante el verano que los Weasley nos invitaron a ver el Mundial de Quidditch, ahí conocí a Amos Diggory y Cedric, su hijo - su voz se cortó al recordarlo - ¿Usted vio el Mundial? -

- Si, estuve presente - Harry asintió con la cabeza - pero me tuve que retirar antes de los ataques -

- Fue mejor - Harry encogió sus hombros - después de que los Mortifagos atacaron la gente era más consciente de que algo sucedía, pero nadie quería admitirlo, ni el mismo Ministro -

- Son asuntos nacionales difíciles de manejar, me imagino que nosotros hubiésemos actuado de manera similar -

- Quizá sí, quizá no - filósofo sin verla - después de los ataques hubo más seguridad para regresar a Hogwarts, además, era el año del torneo de los tres magos - de inmediato frunció el ceño - ¿Por qué no participo Ilvermorny? -

- Ese torneo reúne a las escuelas grandes europeas, nosotros tenemos nuestra propia versión del lado de las américas -

- Ya veo, bueno, cómo año anterior Lupin tuvo que ser despedido teníamos un nuevo profesor Alastor "Ojo Loco" Moddy - su garganta se secó momentáneamente al recordarlo - al parecer era un viejo amigo de Dumbledore y sabía tanto como la cantidad de cicatrices que tenía -

- Es un auror bastante hábil tuve la fortuna de conocerlo hace mucho -

- Él está muerto -

- Lo lamento, continua - Harry suspiro y se limpió las lágrimas que habían escapado de sus ojos.

- Moddy tenía ciertos modos de enseñanza, muy agresivos, nos enseñó las imperdonables poniendo como ejemplo una araña, Neville termino traumatizado por la Cruciatus ya que sus padres están en San Mungo por eso -

- ¿Y tú? -

- Odie la demostración del Avada - mordió su uña, distraído, notando que estaba más corta que la anterior vez.

- ¿El profesor Dumbledore no le dijo nada? - Harry bufo con una sonrisa de lado.

- Nah, quizá pensó que estaba bien - se encogió de hombros - lo que no estuvo bien fue que mi nombre saliera del Cáliz de fuego seleccionándome como campeón, yo no puse mi nombre, ni siquiera lo intente, pero alguien lo hizo y eso llevo a todos a odiarme por "ser un busca fama" -

- ¿Qué hay de tus amigos? -

- Ron me mandó al diablo y Hermione me creía o eso creo -

- Pero realmente no era tu culpa ¿Lo sabes? -

- Si, si, lo sé - respondió rápido mordiendo el costado de su uña.

- No era tu culpa Harry - repitió la doctora viéndolo a los ojos, Harry trago un nudo que se formó en su garganta tomandose un momento antes de volver a hablar, tragando los distintos nudos que se habían formado en su garganta.

- Después de Ron ignorándome, Hermione incomoda y todo Hogwarts odiándome me tocó enfrentarme a las pruebas, la primera fue enfrentarme a un dragón -

- ¿Uno ficticio? - Harry rio.

- Oh no, el Colacuerno húngaro era muy real - bromeó sonando su nariz en otro pañuelo - la misión era conseguir el huevo que protegía, el resultado fue que gané el huevo y unos días en la enfermería, para la segunda prueba recibí algo de ayuda -

- ¿De qué modo? -

- El huevo se abría, pero solo bajo el agua, Cedric me pasó la información por qué yo le pase la información de los dragones - dio un largo suspiro antes de continuar - la segunda prueba era en el lago, teníamos que rescatar algo querido para nosotros -

- ¿Un objeto? -

- Una persona, noche antes de la prueba se llevaron a una persona -

- ¿A quien se llevaron en tu caso? - Harry lo pensó.

- Nunca lo supe a ciencia cierta – admitió con un tono pensativo - quizá fue Ron, también se llevaron a Hermione, pero a ella la rescató Viktor Krum -

- Quisiste rescatar a Hermione -

- Claro que quería, pero las sirenas dijeron que solo podía llevarme a una -

- Eso limitaba tus opciones - Harry asintió con la cabeza.

- Pero aún con todo logré rescatar a la hermana de Fleur Delacour -

- ¿Por qué lo hiciste? -

- Fleur había abandonado la competencia y su hermanita estaba bajo el agua, ¿Que iba a hacer? ¿Dejarla? -

- ¿No consideraste que podrían sacarla? - Harry se rasco la barbilla sintiendo sus uñas irregulares contra su piel.

- No lo había pensado de ese modo - la doctora asintió con la cabeza - para la siguiente prueba Ron volvió a hablarme, Hermione confiaba en mí de nuevo y mi mayor problema era el baile de los tres magos -

- ¿Por qué? Podías enfrentarte a dragones y sirenas, pero considerabas un mayor problema el baile -

- No sabía bailar y tampoco sabía hablar con chicas, mientras los demás chicos de mi edad hablaban con chicas y ampliaban su rango social yo me encargaba de Voldemort y de salvar a mi padrino -

- Nunca exploraste por completo tu pubertad o adolescencia - concluyó la doctora.

- Ron tampoco, aunque debo admitir que él gritándole a Fleur que quería salir con ella para luego salir corriendo fue bastante divertido - ahogo una risa - fue realmente difícil conseguir pareja, todos tenían pareja y yo no quería ir, pero aparentemente al ser un campeón debía ir, terminamos yendo con las hermanas Patil mientras Hermione iba con Viktor Krum -

- ¿Las señoritas Patil fueron tu primera opción? -

- No, mi primera opción fue Cho, Cho Chang, era una chica que iba a Ravenclaw y un año mayor que yo, cuando me pude animar a decírselo ella ya iba con Cedric -

- ¿Cómo te sentiste con eso? - Harry se encogió de hombros con una expresión despreocupada.

- Normal supongo, Cho empezó a salir con Cedric después de eso -

- El señor Diggory siempre es mencionado, ¿Por algo en especial? -

- Él era popular y guapo y todos lo amaban -

- Lo que Harry Potter no podía ser por estar luchando con Voldemort -

- y está muerto - el silencio lleno la habitación, Harry cerró los ojos y tomo aire esperando un par de segundos antes de abrir los ojos y continuar hablando - fue durante la última prueba, Pettigrew hechizo a Krum para atacarnos, le dije que tomemos la copa juntos, se supone que la copa debía sacarnos del laberinto - su voz se iba quebrando, la doctora Meyers espero en silencio - solo nos llevó al cementerio, yo... Yo Vi, vi como lo mataban, vi como Voldemort revivía por mi sangre, vi como los Mortifagos regresaban, yo... Yo lo vi - lágrimas caían por su rostro, clavo sus uñas en su rodilla sintiéndose enojado frunciendo el ceño mientras se obligaba a continuar hablando - yo... Si tan solo no le hubiese dicho que tomemos la copa -

- El señor Krum los atacaría de todos modos -

- Si, pero solo pude ser llevado yo y no... - sorbio su nariz - Cedric murió por mi culpa y me tocó llevar su cadáver, yo tuve que llevar su cadáver con su padre - se inclinó sobre sí mismo mientras continuaba llorando, las lágrimas manchaban el pantalón de su pijama traspasando la tela logrando que su piel se humedezca, sintió una mano cálida en su hombro y no se movió.

- No fue tu culpa Harry - hablo la doctora, Harry sintió algo cálido llenar su cuerpo calmándolo lentamente - no lo fue, las cosas pasan por algo y pasan sin que puedas luchar contra ellas - tras varios minutos se sintió más relajado - ¿Que tal estás comiendo Harry? -

- Aún no tengo hambre, no demasiada al menos -

- Ya veo, junto con tu medicación de la noche aparecerán unas gomas, son nutricionales y te ayudarán a aportarte más nutrientes -

- Vale -

- ¿Te parece si nos vemos en tres días? -

- Está bien - termino de limpiar sus lágrimas y limpio sus gafas con el borde de la chaqueta de su pijama.

- No fue tu culpa Harry - repitió antes de marcharse, Harry se tomó otro par de minutos antes de salir de su cuarto y encontrar a Jay apoyado en la pared viendo por la ventana.

- Hey - saludo Harry alzando la mano, Jay giro a verlo con los ojos rojos e hinchados, una sonrisa apareció de inmediato en su rostro.

- Hey – respondió, su tono no era alegre como las anteriores veces, era apagado y bajo - hoy tenemos panecillos para el té -

- Espero que hayas corregido tus modales - si Jay no preguntaba por qué estuvo llorando, el tampoco preguntaría.

- Mis modales son impecables - se excusó con un acento francés, Harry rio negando con la cabeza.

Mientras veía a Jay untar mantequilla en sus panecillos pensó en el torneo.

- Jay, ¿Tu fuiste a Ilvermorny? -

- Sip, Thunderbird orgulloso - se llevó el panecillo a la boca - ¿Que casas hay en Hogwarts? – hablo con la boca llena.

- Gryffindor, Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff - respondió antes de darle un sorbo a su té - yo soy de Gryffindor - agrego - ¿Participaste en el torneo de los tres magos? O como sea que se llame aquí -

- Ah el torneo de las Américas, no participe, pero mi... - se frenó de golpe mordiendo su labio inferior - mi amigo lo hizo y ganó -

- Genial - no volvieron a tocar el tema y continuaron comiendo en silencio.

Hola.

Para empezar, quisiera disculparme por la actualización tardía, originalmente tenia planeado subir doble capitulo el lunes pero cosas pasaron, actualmente estoy cursando con un cuadro de depresión y estos días no han sido los mejores, irónico ¿cierto?

Sin embargo, ya estoy trabajando en eso e intentare actualizar los días que ya tenía fijados.

Por esta vez les dejare tres capítulos.

Hasta la siguiente ^^