Capítulo 23
- ¿Conoces a Marylin Monroe? - pregunto Jay mientras se balanceaban en los columpios y comían helados con el Sol brillando en todo su esplendor.
- Claro, ¿Quién no? - respondió recordando las revistas que su primo mantenía guardadas en un cajón.
- ¿Sabías que nació el mismo año que la Reina Isabel? -
- Estás mintiendo - Jay soltó una risa estridente.
- Te juro que es verdad, algunos creen que la Reina le tiene algo de celos – aseguro mientras detenía su columpio para verlo con los ojos bien abiertos.
- Pero ella es una reina - exclamó Harry con una mueca de extrañeza.
- Y ella Marylin Monroe - Harry considero que su amigo tenía un punto válido y ladeo la cabeza dándole parte de la razón - ¿Tu cuál serías? – pregunto mientras volvía a balancear su columpio.
- ¿De qué? -
- Si tuvieras que ser alguien más, ¿Quién serías? - Harry lo pensó un par de segundos mientras veía al horizonte.
- ¿Tiene que estar relacionado a ellas? - Jay asintió mientras mordía su paleta de helado - me gustaría ser el perro Corgi de la Reina - Jay estalló en carcajadas escupiendo parte de su helado.
- ¿Y por qué no la Reina? - pregunto divertido mientras limpiaba el resto de baba que tenia en la barbilla con el borde de su manga.
- Por qué tiene muchas responsabilidades - respondió con una mueca - el corgi por otro lado – suspiro dándole un lengüetazo a su paleta - lo sacan a pasear y su único trabajo es lucir bonito para la Reina, me gustaría ser el corgi - Jay volvió a reír - ¿Y tú? –
- Supongo que me gustaría ser el otro corgi de la reina - ambos rieron y el silencio volvió a reinar por un par de segundos - Harry - lo llamo Jay sin verlo, el pelinegro hizo un sonido con la garganta para hacerle saber que lo escuchaba - me van a dar el alta el fin de semana - Harry dejo de ver su paleta y se enfocó en Jay, su amigo no lo veía solo sonreía con la mirada perdida en el horizonte - mi época maniaca, lo peor, ya pasó, deben darme el alta -
- ah... Ya veo... - murmuró con un tono demasiado bajo.
- como que, ya veo – Jay le lanzo un puñetazo amistoso atrayendo la atención del pelinegro - Debes desearme todo lo mejor allá afuera, ¡están locos! - bromeó y Harry solo sonrió a medias - vendré a visitarte, lo juro – su mirada demostraba seguridad y su sonrisa ahora no era tan amplia, solo lo suficiente para causar un sentimiento de confianza en Harry.
- Está bien, debes sobrevivir allá afuera – el pelinegro intento sonreír, pero solo logro hacer una mueca de tristeza.
- Oye – el tono de Jay era firme - no voy a dejar de venir a hacerte reír, ¿Qué tipo de amigos corgis seríamos? - empujó su hombro juguetonamente con una sonrisa de lado en su rostro y Harry amplio su sonrisa - una vez que salgas, ¿Que harás? – mordió su paleta mientras no dejaba de verlo.
- No lo había pensado -
- ¿Tienes lugar donde regresar? ¿En Londres? - Harry se encogió de hombros dejando escapar un suspiro, no lo sabía realmente - bueno, siempre tendrás un lugar aquí, tengo un departamento, no es el castillo de Buckingham, pero nos servirá y tiene aire acondicionado -
- ¿Me estás invitando a vivir contigo? - pregunto Harry viéndolo, Jay le devolvió la mirada y asintió con la cabeza.
- Estoy seguro de que tú mente trabaja similar a la mía, nos entendemos y bromeamos juntos, eso sí – lo señalo con el dedo índice - debes salir antes de Halloween, debemos ver el Exorcista y no está en discusión – negó con la cabeza - me enojare contigo si no sales antes de Halloween y hablo en serio - amenazó con las cejas alzadas y una sonrisa que decía que claramente estaba bromeando.
- Si claro - respondió Harry incorporándose, había terminado de comer su paleta y ya era hora de su terapia.
- Hablo enserio eh Harry – aviso Jay con un tono entre la risa y la seriedad mientras saltaba del columpio aun en movimiento - me enojare y prometo regresar solo para lanzarte mi popo – amenazo mientras lo señalaba con el dedo y lo veía con una sonrisa amplia en su rostro.
- No harías eso – bromeó Harry negando con la cabeza.
- Oh ¿Es eso un reto? Por qué puedo hacerlo ahora - Jay tomo el borde de su pantalón y lo bajo un centímetro.
- Basta idiota - Harry lo empujó suavemente con una sonrisa amistosa en el rostro, Jay soltó un bufido y de un salto estaba encima de su espalda frotando sus nudillos contra el cuero cabelludo del pelinegro.
- Oh eso fue un ataque Harry tendrás que aceptar las consecuencias de tener un verdadero nido en el cabello - ambos rieron, Harry vio de reojo como un enfermero se iba acercando y de una sacudida se quitó al castaño de encima, Jay alzo las manos como si fuese inocente y se sonrieron cómplices antes de caminar hacia el edificio.
Una vez frente al cuarto de Harry él dudo antes de abrir la puerta, sintiendo un leve temblor en los dedos que se cerraban en torno a la manija.
- Jay, si no salgo hoy... Tienes permitido comer mi cena – hablo con la cabeza baja dándole la espalda al castaño.
- Sabes que no aparecerá tu cena si no estás tú, así que debes salir, entregarme tu cena y puedes volver a tu nido - Harry agradeció internamente que Jay siempre haga lucir todo sencillo - estaré aquí - soltó en un suspiro, Harry asintió con la cabeza y bajo la manija para entrar a su habitación.
- Buenas tardes doctora - la saludo a la par que cerraba la puerta.
- Buenas tardes Harry, toma asiento - respondió con una sonrisa señalando con un ademan el asiento disponible - dime cómo están las tres respuestas -
- Las mismas - se sentó frente a ella y se perdió momentáneamente en el paisaje tras la ventana con las pocas nubes blancas cubriendo el cielo celeste.
- Empieza a hablar cuando te sientas preparado - Harry asintió, tomo aire un par de veces e inclinó su espalda contra el respaldar de la silla esperando estar más cómodo para tener la confianza de hablar.
- Mi último año fue horrible, más aún que los anteriores – se tomó un par de segundos para relajar los músculos tensos de su espalda - los Mortifagos comenzaron a atacar a todos sin intentar ocultarse, Dumbledore estaba muerto, Hogwarts ya no era seguro, la Orden decidió armar un plan para sacarme de la casa de mis tíos ya que Voldemort sabría dónde encontrarme, Dudley se disculpó conmigo antes de irse -
- ¿Aceptaste sus disculpas? -
- Parecía estar realmente arrepentido - se encogió de hombros y continúo hablando para no pensar en su primo - el plan de mi rescate consistía en qué varios tomarían poción multijugos para simular que era yo así Voldemort no sabría a quién perseguir, el resultado fue que Hedwig murió para defenderme -
- Tu lechuza - Harry sorbio su nariz al recordarla, el llanto consiguió salir aun cuando él no lo deseaba, la doctora hizo aparecer una caja de pañuelos en su regazo y Harry agradeció en silencio.
- Moody murió también durante la huida y George termino perdiendo una oreja - se tomó un momento para tranquilizarse antes de volver a hablar - en la Madriguera descubrí que el guardapelo de los Black era una falsificación y Bill, el hermano de Ron, se casó con Fleur -
- ¿Delacour? -
- Ella, se conocieron mientras Bill trabajaba, la boda fue en la Madriguera cuando... La noticia del ministerio cayendo llegó, todos intentaron huir y Hermione nos puso a salvó, a mí y a Ron – entrelazo sus dedos para controlar el ligero temblor que atacaba sus dedos - Dumbledore nos dejó varias cosas en su testamento, la snitch que atrapé en mi primer partido, un desiluminador que inventó y el libro de Beddle el Bardo en runas – separo sus manos y frotó sus palmas sudorosas contra su pijama momentáneamente antes de continuar - también me dejó la espada de Gryffindor pero el Ministerio no considero adecuado entregármela -
- Debieron considerarla propiedad del colegio - Harry asintió con la cabeza mientras tragaba saliva junto con el nudo que se le había formado en la garganta.
- Estuvimos escondidos en el 12 de Grimauld Place, la Antigua casa de Sirius dónde descubrí que había sido casi saqueada por un ladrón llamado Mundungus Fletcher, también encontramos que se había llevado el guardapelo, aparentemente Kreacher lo mantenía oculto como un recuerdo de Regulus, el hermano de Sirius que murió durante la primera guerra -
- ¿Por qué era importante el guardapelo? -
- Era un Horrocrux, averiguamos un poco más y descubrimos que ahora lo tenía Umbridge que trabajaba en un nuevo departamento del Ministerio -
- Tu antigua profesora – el pelinegro asintió una vez con la cabeza de manera firme.
- Ella se encargaba de la comisión de registros de hijos de muggles - soltó un bufido - fuimos a por ella, logramos infiltrarnos en el Ministerio dónde encontramos el guardapelo y el ojo de Moody colgado en su puerta como una especial de trofeo - trago saliva y el enojo que se acumuló en su garganta - volvimos a huir de Grimauld Place, estuvimos vagando por varios meses alrededor del país, el guardapelo era nocivo para nosotros -
- ¿Cómo? – la doctora ladeo la cabeza solo un poco.
- Nos hacía pelear demasiado, un día, mientras era el turno de Ron de llevarlo, Hermione considero oportuno preguntarle al retrato de Phineas Black sobre Ginny - soltó un suspiro elevando la mirada esperando encontrar algo de paz al ver las nubes por fuera de la ventana - él era un antiguo director de Hogwarts así que podía ir y venir entre los retratos, él nos dijo que Ginny, Neville y Luna habían intentado robar la espalda de Gryffindor y fueron enviados al Bosque Oscuro en castigo -
- ¿El Ministerio estaba a cargo del colegio? -
- No, Snape y dos Mortifagos lo estaban, ellos los enviaron ahí, Phineas también nos comentó que Dumbledore tenía otro Horrocrux en su posesión antes de morir, el anillo de Marvolo Gaunt, lo había destruido con la espada de Gryffindor y Hermione pensó que quizá por qué mate al basilisco con la espada está había adquirido su veneno y era capaz de destruir horrocruxes, tuvo bastante sentido por qué logre destruir el diario de Tom Riddle con un diente de basilisco, destruí un Horrocrux sin saber que lo hacía -
- Entonces debían encontrar la espada -
- Si, pero Ron perdió los estribos – una sensación pesada y desagradable se instaló en su estómago al recordar el enojo de su amigo - dijo que estaba cansado de estar lejos de su familia, que no debió venir con nosotros y se marchó, Hermione estaba destrozada - contó mientras agachaba la cabeza y continuaba frotando las palmas de sus manos contra la tela de su pijama.
- ¿Y tú cómo estabas? -
- No lo podía culpar, no debí meterlos en esto -
- Ellos te siguieron por decisión propia Harry, nunca les dijiste que lo hicieran -
- Si, pero igual lo aleje de su familia, yo no importaba por qué no tenía familia y Hermione tuvo que borrarles la memoria a sus padres para que no los maten - escondió su rostro entre sus manos y ahogó un sollozo mientras luchaba por respirar - Merlín soy una verdadera mierda -
- No les pediste nada de eso Harry, te siguieron por qué confiaban en ti y por qué también querían eliminar a Voldemort, no fue tu culpa - le dio suficiente tiempo para que el pelinegro se tranquilice - ¿Y qué sucedió después? – pregunto con suavidad al notar como su respiración se regularizaba.
- Hermione y yo fuimos al Valle de Godric – respondió mientras tomaba un pañuelo para limpiarse la nariz - quizá buscando alguna pista de la espada, solo encontramos las tumbas de la madre y hermana de Dumbledore además de la de mis padres - sonó su nariz con fuerza - también nos encontramos con una vieja conocida de Dumbledore, la señora Bathilda Bashop ella nos hizo señas para seguirla y fue cuando Hermione descubrió que era en realidad Nagini, la serpiente de Voldemort, que nos estaba reteniendo hasta que llegara él – un escalofrió recorrido su cuerpo al recordar al escamoso animal - Hermione logro actuar rápido y nos desapareció pero en el proceso mi varita termino rota - Harry mordió sus uñas de nuevo sintiendo la carne suave bajo sus dientes - Hermione me contó que mientras estábamos en la casa de la señora Bathilda encontró información sobre Dumbledore, al parecer su padre había ido a Azkaban por atacar a tres muggles y él fue amigo de Gellert Grindelwald -
- ¿El mago? -
- Si, él, aparentemente fueron bastante cercanos durante su juventud, tenían planes de romper el estatuto mágico, entonces algo paso entre él, su hermana Ariana, su hermano Abeforth y Grindelwald, lo que hizo que Dumbledore decida alejarse definitivamente -
- Comprendo, continúa -
- Mientras estábamos en el Bosque de Dean un día vi un patronus de una cierva, decidí seguirla y me llevo a un lago, al fondo estaba la espada, decidí nadar hasta ella, pero el guardapelo en mi cuello quería ahogarme -
- ¿Y qué sucedió? -
- Ron apareció y logro salvarme, destruimos el Horrocrux juntos y regresamos con Hermione, ella estaba enojada al inicio, pero luego aliviada de que yo no esté muerto y Ron haya regresado -
- Es bastante probable que el no haya querido irse, sino que el Horrocrux jugo con su mente, es un efecto secundario de esos artefactos es por eso que son magia peligrosa -
- Ron no lo explico como usted, pero si, él dijo que apenas nos dejó intento regresar, pero los hechizos protectores de Hermione eran muy fuertes, el desiluminador de Dumbledore le ayudo a encontrarnos, Hermione estaba aún enojada, pero sugirió que vayamos a casa de Luna, aparentemente el señor Lovegood tenía algo que ver con todo y había un símbolo que constantemente encontrábamos -
- ¿Cuál símbolo? - Harry intento dibujar en el aire con su dedo índice, pero vio como una hoja de papel y un bolígrafo aparecían en su regazo, tomo la hoja y dibujo un triángulo, luego un redondo dentro y a la mitad una línea recta.
- Este – respondió enseñándole el dibujo.
- Ah, el de las reliquias de la muerte – con delicadeza la doctora tomo la hoja entre sus dedos viendo con mayor detalle el dibujo - es un cuento bastante popular para los niños - Harry asintió y vio como el bolígrafo desaparecía de sus manos.
- Cuando llegamos a la casa del señor Xenophilus notamos que Luna no estaba, Hermione pregunto qué significaba el símbolo y él nos dijo que representaba las reliquias de la muerte, cuando intentamos irnos nos retuvo, nos dijo que Luna había sido secuestrada por Mortifagos por qué él publicaba todo su apoyo hacia nosotros en su periódico y pensó que si nos entregaba podría recuperar a Luna -
- ¿Cómo se sintieron? -
- Traicionado – murmuro mientras pestañeaba rápidamente - al menos yo me sentí así, pero luego comprendí que él era un padre y Luna su única hija, no sé si hubiese hecho lo mismo, pero no me imagino otra salida tampoco - Harry encogió sus hombros con resignación - no puedo culparlo por amar a su hija -
- Comprendo, continúa - la doctora asintió con la cabeza al hablar.
- Después de que Hermione nos hizo escapar yo estaba convencido de que el cuento era verdadero, mi capa era la capa de invisibilidad, la snitch de algún modo debía tener la piedra y Voldemort quería la varita de sauco, Hermione pensaba que no tenía sentido, pero yo sabía que si -
- ¿Cómo podías estar tan seguro? -
- No lo sé, simplemente lo sentía - froto la palma de sus manos contra sus muslos de nuevo, con fuerza, recordándose que estaba ahí y no huyendo de Voldemort - Ron averiguo más cosas mientras estaba fuera, aparentemente quien sea que diga el nombre de Voldemort podía ser localizado y yo lo dije un día por error, de inmediato los carroñeros nos buscaron -
- ¿Carroñeros? -
- Son... Eran, partidarios de Voldemort, pero no llevaban la marca, al parecer no eran dignos de llevarla – soltó un bufido con la mirada perdida en el suelo.
- Harry no estás en la guerra ¿entiendes?, estás seguro - dijo la doctora al notar que el pelinegro se deslizaba demasiado en sus recuerdos, Harry asintió suavemente pestañeando para intentar alejar su mente de revivir demasiado esos recuerdos.
- Ellos nos capturaron y nos llevaron a la Mansión Malfoy, afortunadamente Hermione alcanzo a lanzarme un hechizo punzante para desfigurarme momentáneamente y así no podrían reconocerme, pero en la Mansión - trago saliva y froto con más fuerza sus palmas sintiendo como si un peso se instalara en su estómago haciéndole difícil respirar.
- ¿Necesitas un momento? - Harry asintió con la cabeza rápidamente intentando concentrarse en su respiración y no revivir con tanta intensidad el pasado.
- Ya estoy bien – aseguro después de unos minutos - en la mansión los carroñeros estaban seguros que era yo, pero los Malfoy no querían arriesgarse así que obligaron a Draco para verificar que era yo -
- ¿Te reconoció? -
- Si, lo hizo, lo hizo, pero no dijo nada, dijo que no estaba seguro, él estaba tan... Mierda, estaba tan destruido como yo, su padre también igual su madre la única que parecía disfrutar su miseria era Bellatrix - se limpió los mocos con fuerza - entonces Bellatrix encontró la espada, Hermione le dijo que era una imitación pero no le creyeron, la torturaron, torturaron a mi amiga por mi culpa - coloco la cabeza entre las piernas para calmar el inminente ataque de pánico, tras varios segundos volvió a sentir esa calidez agradable y la calma, enderezó la espalda y se limpió las lágrimas - en la mansión estaban encerrados Dean, un duende llamado Griphook, el Sr Ollivander y Luna, convencí a qué Griphook mienta diciendo que la espada era falsa para que no maten a Hermione y funcionó, pedí ayuda a través de un espejo que Sirius me regaló años antes y Dobby apareció - las lágrimas no pararon de caer por sus mejillas pero afortunadamente no podía sentir que la respiración se le cortaba - logro rescatarnos, yo robe la varita de Draco cuando el intentaba atacarme y al huir, Bellatrix mato a Dobby - mordió sus uñas un largo rato hasta que sintió la mano suave de la doctora bajar su mano, entonces fue consciente de que mordió tanto sus uñas que la piel estaba roja y a punto de ser desgarrada.
- Está bien, ¿Quieres continuar otro día? -
- No - negó con la cabeza con firmeza, no quería alargar más aquello - después de enterrar a… Dobby – trago saliva - nos encontramos con Remus y Tonks, ellos me avisaron que tendrían un bebé y me nombraron padrino -
- ¿Alguna vez hablaste de la muerte de Dobby? -
- No, no realmente – negó varias veces - Hermione me consoló y yo tuve que seguir - tomo aire para continuar - Yo tenía la sospecha de que había algo en la cámara de seguridad de Bellatrix en Gringotts así que convencí a Griphook de infiltrarnos en el banco, también mis visiones se hicieron más seguidas, pude ver a Voldemort torturando a Grindelwald y lo vi asegurar que Dumbledore tenía la varita de sauco, Voldemort robo la varita de sauco mientras nosotros planeamos el asalto al banco, Hermione hizo poción multijugos con un cabello de Bellatrix y logramos infiltrarnos, dentro de su cámara estaba la copa de Hufflepuff -
- Otro Horrocrux asumo -
- Así es, después de tomar la copa Griphook nos traicionó, robo la espada de Gryffindor y alertó a los duendes sobre nuestra presencia, antes… había el rumor de que Gringotts era custodiado por un Dragón, nosotros encontramos al Dragón y logramos huir en el - una sonrisa escapó de sus labios al recordar que al menos habían salvado al Dragón de las precarias condiciones en las que lo retenían - después de eso tuve la visión de que Voldemort torturó a los Malfoy y decidió reunir los horrocruxes, así supe que el último debía estar en Hogwarts, en la jugada más alocada que hicimos jamás nos aparecimos en Hogsmade y después de burlar a los Mortifagos y Dementores Abeforth nos brindó un lugar seguro, él es el hermano de Dumbledore y dueño de una taberna en Hogsmade, nos contó que su hermana había muerto por volverse un obscurial después de que unos muggles la asustaron, su padre atacó a los muggles y fue enviado a Azkaban, luego Ariana perdió el control de su magia y mato a su madre, Dumbledore... Albus intento cuidarla y ahí conoció a Grindelwald, creo que estaba bastante resentido con los muggles por lo que pasó con su familia -
- Eso parece – murmuro la doctora analizando con la mirada la postura tensa del pelinegro mientras hablaba, en como no paraba de frotar las palmas de sus manos contra sus muslos y como apartaba la mirada cada tanto.
- En una pelea que tuvieron entre Abeforth, Albus y Grindelwald un hechizo hirió a Ariana matándole, la varita de la que salió el hechizo era la de Albus - negó con la cabeza para alejar las lágrimas, ya no quería llorar más, la cabeza había comenzado a dolerle producto de las lágrimas - Abeforth nos enseñó un pasadizo a Hogwarts y a partir de aquí todo se fue al carajo, en el colegio Neville había logrado reunir a varios chicos como parte del ejército de Dumbledore y los mantenía a salvó en la Sala de los Menesteres, una Sala donde solo podías ingresar si sabías lo que buscabas, y que cambiaba de acuerdo a lo que querías, yo les pregunté si había alguna reliquia de la que no supieran en mucho tiempo y Luna dijo que había la diadema de Ravenclaw, aparentemente la diadema se había perdido hace años y la única que podría conocer donde estaba era la hija de Rowena, Helena, ella había muerto hace mucho tiempo pero su fantasma continuaba resguardando a la casa de Ravenclaw, cuando la encontramos me tomo bastante pedirle que me diga dónde está la diadema, cuando lo logré otro problema surgió, no tenía con que destruirla aún si la encontraba, ya no tenía la espada – soltó un suspiro - Ron tuvo la idea de que quizá el Basilisco continuaba en el castillo así que él y Hermione se fueron a buscarlo mientras yo le pedía a la profesora McGonagall que nos preparemos para el ataque por qué Voldemort ya sabía dónde estábamos - tomo algo de aire y vio como un vaso de agua se materializaba delante suyo, bebió un par de sorbos para refrescar su garganta y continuo hablando - la diadema estaba en la sala de los Menesteres así que yo fui a buscarla, en la guarida que formaba la sala estaban la abuela de Neville, Tonks y Ginny, aparentemente las habían dejado ahí para protegerlas pero como llegue yo se fueron a luchar - soltó una risa irónica - soy una mierda -
- No lo eres Harry bebé algo de agua y continua si lo deseas - hablo la suave voz de la doctora analizando con cuidado sus gestos, Harry bebió más agua notando que el vaso siempre se rellenaba cuando parecía a punto de acabarlo y volvió a hablar.
- Cuando la sala se convirtió en la sala que yo buscaba Ron y Hermione regresaron con colmillos de basilisco, comenzamos a buscar la diadema, cuando por fin la encontramos Malfoy, Crabbe y Goyle comenzaron a atacarnos, Crabbe lanzo fuego maldito y no pudo controlarlo, logramos huir en escobas y yo salve a Malfoy en el proceso, Ron a Goyle y Crabbe... murió en el incendio, en el camino la diadema termino quemándose con el fuego maldito y así eliminamos otro Horrocrux -
- El fuego maldito acaba con todo eso es cierto - Harry asintió con la cabeza y cerro los ojos mientras volvía a recostar la espalda en el respaldar del asiento.
- La guerra se había desatado, recuerdo ver a Fred y Percy peleando contra los Mortifagos, los recuerdo, y entonces hubo una explosión - frunció el ceño cómo si aun pudiese escucharla.
- Harry abre los ojos, ve tu alrededor, no estás en Hogwarts - advirtió la doctora, Harry abrió los ojos pestañeando un par de veces recordándose que no estaba en Hogwarts, sintiendo su mano temblorosa bebió más agua.
- Pude ver qué Voldemort estaba en la casa de los gritos, una casa cerca de Hogsmade, fui hasta ahí con ayuda de mis amigos y cuando llegue vi a Voldemort hablando con Snape, aparentemente la varita de sauco no le respondía por qué no lo reconocía como su dueño, todo por qué Snape había sido quien mato a Dumbledore, así que le ordenó a Nagini que lo ataque para matarlo - Harry sorbio su nariz.
- ¿Que sucedió después? - la voz de la doctora lo hizo verla.
- Intenté ayudar a Snape pero era tarde, estaba agonizando, me pidió tomar sus memorias y verlo a los ojos, así fue como lo vi morir -
- ¿Por qué crees que hizo aquello? -
- Tiene una explicación – aseguro de inmediato, tomo otro pañuelo y se limpió la nariz de nuevo - cuando regrese al colegio pude notar que Voldemort había dado una especie de tregua, quería que me entreguen y todos habían reunido a los muertos en el gran salón - volvió a llorar en silencio por un par de minutos, mordiendo su labio inferior con fuerza para no dejar escapar sollozos - Fred, Tonks, Lupin, Colin, todos ellos estaban muertos, ellos murieron por mi culpa, si no hubiese abierto la puerta, Tonks... Oh Dios Teddy – cubrió su rostro con ambas manos sintiéndose abrumadoramente avergonzado - Teddy tendría a su madre, no sería huérfano - sentía que estaba hiperventilando de nuevo.
- ¿Necesitas que te sede o quieres continuar? -
- Hágalo, hágalo para que pueda continuar - rogó Harry encorvado sobre sus muslos sintiendo un dolor en el pecho, no paso mucho hasta que sintió una calidez recorrer su cuerpo eliminando lentamente el dolor que se había instalado y facilitándole la respiración - gracias - murmuró enderezándose, bebió más agua sintiendo el nudo en su garganta deshacerse lentamente - no pude continuar viéndolos – sacudió la cabeza - fui al despacho de Dumbledore para ver las memorias de Snape en el pensadero, pude verlo de pequeño con mi madre, ellos se habían conocido desde pequeños, habían sido amigos y Snape estaba enamorado de mi madre, la protegió hasta el último de sus días y luego intento protegerme a mi aunque yo nunca lo quise ver, casi al final de sus memorias pude ver qué Dumbledore le hablo del último Horrocrux, el que Voldemort coloco sin querer, el último Horrocrux era yo - vio a la doctora a los ojos y ella no pudo evitar demostrar su sorpresa frunciendo ligeramente el ceño - debía morir para matar a Voldemort - frotó sus palmas una y otra vez como si quisiera eliminar algo de ellas - decidí entregarme, dentro de la snitch pude encontrar la piedra de resurrección que me hizo ver a mis padres, Sirius y Remus, ellos me dieron coraje para llegar donde Voldemort dónde me mato -
- ¿Entonces como...? – comenzó a preguntar alzando ligeramente las cejas.
- Después de mi muerte desperté en King Cross, era una especie de mundo alterno o post mundo donde Dumbledore me habló, me dijo que Voldemort no podía morir hasta que yo muera y yo no podía hacerlo si él vivía, Voldemort al matarme elimino el Horrocrux que nos unía y yo pude revivir -
- No fue necesario usar la piedra -
- No, creo que no – negó con la cabeza - cuando desperté Voldemort mando a Narcissa Malfoy a comprobar si seguía vivo, le murmuré que Draco seguía vivo y ella mintió diciendo que estaba muerto -
- En agradecimiento por su hijo tal vez - Harry asintió con la cabeza.
- Aun así, Voldemort hizo que Hagrid me lleve en brazos como una especie de trofeo pero Neville le hizo frente y tras sacar la espada de Gryffindor del sombrero seleccionador mato a Nagini dejando a Voldemort más herido aún, yo me escabullí usando la capa de invisibilidad mientras todos luchaban, los Mortifagos eran pocos, eventualmente solo quedaban Bellatrix y Voldemort, cuando Bellatrix intento atacar a Ginny la señora Weasley la mato en el instante, Voldemort intento atacarla y yo la defendí, entonces entendí un par de cosas - bebió otro poco de agua - obviamente se las expliqué a Voldemort, él no podía tocarme por el hechizo de mi madre, Voldemort nació debido a que su madre uso una poción de amor con su padre, era un niño nacido sin amor así que no podía soportar los hechizos hechos con amor verdadero, otro punto fue que la varita de sauco no le respondía -
- Pero ya había matado al Profesor Snape, ¿Por qué no lo haría? - la doctora lucía interesada.
- Por qué Snape mato a Dumbledore pero Draco fue el que lo desarmo, cuando Draco desarmo a Dumbledore la varita lo reconoció como su amo y cuando yo lo desarme a él... -
- La varita paso a ser tuya - por primera vez la doctora lo había interrumpido, rápidamente sacudió la cabeza y aliso su bata - disculpa, continúa - pidió recomponiéndose.
- Si, la varita era mía por eso cuando Voldemort me lanzó otro Avada rebotó contra mi Expelliarmus y Voldemort murió - hubo un silencio largo entre ambos y Harry se sintió más cómodo por primera vez en toda la sesión de terapia, como si todas las sensaciones desagradables no hubiesen pasado - fui al despacho de Dumbledore para decirle que dejaría la piedra en el Bosque Prohibido, devolvería la varita a su tumba y conservaría mi capa, antes de devolver la varita repare la mía y así es como tengo mi varita actualmente -
- vaya Harry, es... Demasiado para procesar - Harry sonrió de costado y asintió suavemente, la luz solar que se filtraba por la ventana ya se iba perdiendo - empecemos trabajando con tu infancia, ¿Sientes que le debes algo a alguien? ¿O que simplemente no deberías haber recibido algo? - Harry lo pensó un segundo sin verla.
- Siento que hubiese sido lindo tener padres -
- Comprendo, el extrañar a tus padres es completamente normal, ¿Alguna vez lloras por ellos? -
- No desde que cumplí 8 – murmuró.
- Está bien llorar a veces Harry, es una especie de liberación, pero también debes saber cuándo detenerte, reconocer los momentos -
- ¿Cómo lo hago? – alzo las cejas confundido.
- Con tiempo y paciencia, así como antes no reconocías un ataque de pánico y ahora empleas técnicas que Jason te enseño, las cuales debo decir están muy bien aplicadas -
- Entonces, eventualmente ¿Sabré cuando es suficiente llorar? -
- Algo así, no te desconectaras de la realidad, solo sentirás que lloraste lo suficiente, te diste el suficiente tiempo -
- Es más fácil decirlo que aplicarlo supongo – bromeó sonriendo de lado, la doctora rio suavemente mientras asentía con la cabeza.
- Si, al inicio, pero está bien, ¿No te sientes más liberado ahora? ¿Al contar todo? -
- Algo si - murmuró jugueteando con sus dedos - pero aún queda lo que paso después -
- Es suficiente por hoy – le detuvo con un tono suave - quizá la siguiente quieras contarlo u otro día, por ahora te daré una tarea sencilla, intenta pensar en tus padres dejando que te llenen todas las emociones que no sentiste en todos estos años, si se pone muy difícil pídele medicación a tu pulsera y te dará la dosis suficiente del sedante para mantenerte relajado - Harry asintió con la cabeza - además recuerda que nada fue tu culpa, fueron situaciones desarrollándose a tu alrededor, no fuiste culpable de lo sucedido -
- Lo intentaré - prometió Harry, vio incorporarse a la doctora.
- Nos veremos en una semana Harry -
- Bien - murmuró antes de verla marcharse, el vaso con agua desapareció al igual que la caja con pañuelos, Harry se permitió disfrutar del silencio un par de minutos hasta que escucho un toque en la puerta, lentamente se incorporó y fue a abrirla, al otro lado estaba Jay rascándose distraídamente la oreja.
- ¿Quieres ir por la cena? - pregunto con la voz más suave, casi como si dudara en hablar, Harry asintió con la cabeza sonriendo de lado.
- Si – murmuró mientras salía del cuarto.
Hasta la siguiente ^^
