"¿Qué sucede? Pensé que había perdido la batalla… Pero esto se siente extraño. Me siento extraña" —dije en mis pensamientos al ponerme de pie. Tambalee debido a que mi cuerpo seguía algo débil. Manteniendo mis ojos cubiertos por mi cabello miré al cielo que repentinamente se cubrió con nubes rojas—. —Parece que tienes muchos problemas, Minos. Nunca pensé que el espectro que iba a atacarme por la espalda quedó así

Estaba frente al espectro que apenas y podía mantenerse de pie. Luego di un gran salto en el aire levantando mi pierna derecha dejándome caer encima del gran lobo que estaba por atacar al juez del inframundo. Al hacer esto un gran cráter fue creado debido a la fuerza del golpe. Una gran nube de polvo se levantó a través de ella solamente mis ojos que pasaron de ser dorados a rojo brillan con intensidad…

[….]

Bosque de los lamentos

— ¿Quién eres y qué le hiciste a esa molesta demonio? —Preguntó el juez del inframundo quien con las pocas fuerzas que le quedaban se puso de pie

—Comencé a reír mientras a mi alrededor llamas de color negro bailan. Al mismo tiempo rayos de color rojo caen—. —No tengo la menor idea. Solamente sé que esto se está poniendo cada vez más entretenido —dije luego de haber calmado mi risa aunque enseguida volví a reír esta vez mirando donde los zombis que tenían presa a Cian-chan

—Suiton, Ja no kuchi: Elemento agua, boca de la serpiente —dije por lo bajo. En ese momento a mi lado dos grandes cuerpos de agua que tomaron la forma de serpientes se abalanzaron contra los zombis destruyendo sus cuerpos con sus grandes y poderosas mandíbulas— —se lo merecen, malditos insectos

—Onee-chan… ¿Cómo…? —Incrédula la pequeña que estaba frente a mí habló para luego sonreír—. —No importa lo que haya pasado, onee-chan te encuentras bien

—Sí, estoy mejor que nunca y justamente ahora tengo algo pendiente

—Qué quieres decir —volvió a preguntar Cian

—Ya lo verás pero primero debes resguardarte. Lo mismo va para ti, Minos. Sen'ei Jashu: Manos –serpientes ocultas en las sombras —dije extendiendo mi brazo derecho y con mi cosmos de oscuridad varias serpientes fueron creadas. Estas rodearon el cuerpo del juez del inframundo y con sumo cuidado lo lleve al lugar donde estaba la pequeña de cabellos oscuros—. —Shouton, Kurenai no kajutsu: Elemento cristal, fruta carmesí. Deben comer esto y se sentirán mejor

—Sigo pensando en qué diablos eres —con una tonta sonrisa en su rostro el espectro tomó en sus manos la fruta que he creado con mi cosmos

—…. —Solo sonreí ignorando sus palabras. Extendiendo otra fruta hacia la menor quien la tomó con algo de duda para luego de haberla inspeccionado le dio una pequeña mordida

—Es muy dulce —susurró mi pequeña amiga quien seguía comiendo la fruta que le había extendido. De repente su cuerpo comenzó a brillar y todas sus heridas fueron sanadas—. Onee-chan ¿por qué…?

—Quédate tranquila. Con lo que acabas de comer tus energías así como tu cosmos se restaurara. Ahora es tu turno señor quisquilloso

—No es como que tenga otra opción ¿cierto? —Minos dudando un poco mordió la fruta arrancando un pedazo de la misma. Mastico por unos momentos el pedazo que tomó para luego tragarlo. De la misma forma que paso con Cian el cuerpo del espectro brilló y sus heridas se curaron para su sorpresa—. —Me siento como nuevo… Esto podría ser como esas cosas que

—Podría ser o podría ser que no. Ahora que sus energías fueron restauradas así como sus heridas curadas descansen un poco y… Raigou Senjusatsu: 1000 brazos de muerte —tras decir eso del suelo salieron miles de brazos hechos de madera que golpearon con fuerza al lobo que se lanzó contra nosotros mandando a la bestia hacia otro lado. El cuerpo de Kergolloth rodo por el piso antes de quedar varios metros tirado inconsciente—. —Te lo merecías, idiota

[….]

Mientras tanto

—Mami… —Decía la pequeña Arkab quien había llegado al bosque de los lamentos sin darse cuenta. Ella se quedó sentada en medio del campo de batalla—. —Mami

"Qué hace una niña aquí" —susurró el juez del inframundo. Aiacos de Garuda se quedó viendo donde la pequeña que buscaba con la mirada a su madre

—Esa mocosa desprende un gran cosmos. Y por lo que se ve es la hija de la traidora. Tal parece que es mi día de suerte —dando pesados pasos el demonio de ahora gran tamaño se acercó donde la bebé que al ver al monstruo comenzó a temblar— —tranquila pequeña rata no te haré mucho daño solamente quiero matarte frente a tu madre

—¡Aliento del Wyvern! —Exclamó Radamanthys lanzando uno de sus más fuertes ataques que dio en el demonio. Tras esto Belgard retrocedió un poco—. —No dejaré que le pongas un dedo encima a esa niña

— ¿Ahora el espectro más fuerte está del lado de una traidora? —Se burló el monstruo de piel roja bajando la mano con la que se cubrió

—No estoy del lado de nadie. A la única persona a quién le soy fiel es a la señorita Cian pero tampoco puedo dejar que un bastardo como tú le ponga el dedo encima a una indefensa bebé

—Parece que te estás haciendo más blando, Radamanthys —comentó Aiacos

—Sí tienes tiempo para decir tonterías. Mejor ayúdame y llévate a la hija de esa mujer. Me encargaré de este idiota

— ¿Acaso quieres llevarte toda la gloria? —Preguntó el peli-gris mirando a través de su casco al otro espectro que miraba siempre al frente

—Ya deja de decir tantas tonterías, y hazlo de una vez, además si conozco a esa irritante demonio como la conozco… Nos dará una gran jaqueca si dejamos que ese malnacido le haga algo a su hija —dijo Radamanthys mirando de reojo a su compañero

—Entendido. Tú lo distraes y yo iré por la niña

— ¿Ya han dicho sus oraciones? —Belgard comenzó a cargar su cosmos. Dispuesto a lanzar una gran esfera de energía oscura

— ¡El que dirá sus oraciones serás tú! —El hombre de cejas pobladas también cargo su cosmos

Los dos combatientes lanzaron sus mejores ataques que chocaron. Por mientras el espectro de Garuda usando su velocidad logro llevarse a la niña que le miraba confundida. Estando en un lugar seguro Aiacos esperaba por su compañero de armas quien seguía peleando contra el demonio llamado Belgard sin embargo…

—Tenebris pressura (Presión oscura) —susurró una voz desde las penumbras lanzando un poderoso ataque lanzó a su enemigo por los aires—. —Te estás tardando mucho en derrotarlos señor demonio de élite

— ¿Una de las tres desgracias? ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con tus hermanas en reino del norte

—Debería pero esos inútiles no dieron mucha batalla. Además se decían héroes y solamente fueron unas nenas. En fin, vine para darte una mano con estos enclenques —dijo la chica que salía de su escondite. Mostrándose como una adolescente de no más de 16 años llevando ropas militares de color ver oscuro. Una cola, cuernos, ojos rojos con la pupila parecida a la de un gato y una sonrisa aterradora

"¿De dónde salen tantos demonios…? Ella irradia una pesada aura aparte su cosmos es parecido al de esa molesta mujer" —pensó el hombre de mirada fría viendo a la adolescente que movía su cola

—Parece que tu amigo está a punto de caer —la así llamada desgracia apuntó con su dedo al cielo donde efectivamente algo cayo destruyendo una pequeña parte del suelo. El cuerpo maltrecho de Aiacos golpeó con fuerza el piso creando un cráter— —ustedes se hacen llamar los más fuertes entre los 108 espectros pero son solo basura comparados conmigo

— ¡Aiacos! —Exclamó el Wyvern sin poder dar fe a lo que estaba pasando pero luego recordó algo—. —Oye responde… Aiacos. La hija de esa molesta mujer ¿cómo se encuentra se hizo daño?

— ¿Hm? ¿Niña que niña? Ah, ya veo esa traidora tuvo una hija. Bien quiero que me la entreguen. Será un buen regalo para mi señora

—Nu.. Nunca te entregaré a esta pequeña… Aunque mi cuerpo quede hecho pedazos… ¡No te entregaré a esta niña! —A duras penas y con su cuerpo herido el juez del inframundo salía de su precaria tumba llevando en sus brazos a la bebé que estaba siendo cubierta por una de las grandes alas de Garuda

—En ese caso tendremos que quitártela a la fuerza. Ya quiero ver a esa traidora llorando y suplicando por su hija —dijo Belgard riendo de forma estruendosa. Comenzó su andar extendiendo su brazo

—Mami… —susurró la pequeña demonio aferrada al espectro quien seguía en labor de protegerla

—Radamanthys… Toma a la bebé y huye de aquí. Mi cuerpo está lastimado tengo una pierna rota y mi brazo derecho está a nada de caerse de mi cuerpo. Me encargaré de darles tiempo —mirando siempre al frente el espectro de cabellos grises habló dándole estas indicaciones a su compañero de armas

—Pero

— ¡No quiero escuchar ningún pero de ti, idiota! ¡Solo llévatela de aquí! -Gritó con fuerza el espectro

—De acuerdo me llevaré a la pequeña. Más vale que salgas bien de esta —cuando el hombre de fría mirada estaba por tomar entre sus brazos a la pequeña niña un fuerte golpe lo mando a volar lejos del sitio

—No, no lo harás. Este bebé es nuestra carta del triunfo. Y no puedo permitir que se vaya con un sujeto que luce tan terrorífico como tú —otra de las desgracias apareció quedando a espaldas del juez del inframundo

"Mierda..." —se dijo en sus pensamientos el Wyvern quien cayo varios metros en el frío piso. Intentó ponerse de pie pero un fuerte dolor en su estómago lo hizo ponerse de rodillas al tiempo que este vomitaba algo de sangre—. —Cómo pudo hacerme tanto… tanto daño con un solo golpe

—Es porque ustedes solamente son una basura comparada con nosotras las tres desgracias —a espaldas de Radamanthys otra chica con vestimenta militar aparece. Solo para darle el golpe de gracia que dejó fuera de combate el hombre de mirada fría

—Ahora que no está ese hombre malvado. Ven conmigo, cariño. Te llevaré a un lindo lugar —volteando la chica que recién llegó extendió sus brazos recibiendo como única respuesta una fría mirada

—Vamos idiota. Deja a esa niña que ni siquiera es tuya. Tenemos muchas cosas que hacer y, no podemos perder tiempo con un insecto como tú

—Primero muerto antes que entregarle a esta bebé.. No tengo idea de quienes sean o que carajos quieran pero —Aiacos no pudo terminar de hablar ya que algo le había atravesado el estómago. Bajando su mirada encontró lo que parecía ser una espada incrustada en su vientre

—Deberías aprender a obedecer. Nosotras podría matarte en un instante pero somos buenas personas aunque no lo parezca —dice la mujer que le había apuñalado— —ahora dame a esa mocosa si no quieres terminar como una brocheta

—Jamás… Se las daré… Escucharon... Ustedes son los insectos. Cayeron justamente en mi pequeña trampa —sonrió por lo bajo el espectro—. —Esto será algo movido, pequeña.. Solo resiste un poco ¿sí?

— ¿Qué pretendes en ese estado? Solo estás alargado tu sufrimiento. Un sufrimiento innecesario. Proteges a un demonio

—Me importa una mierda quien sea… puede ser una humana o demonio pero es una niña inocente. Una niña que se irá con ustedes. Ahora prueben mi mejor técnica ¡Galactic Deathbling! —con eso dicho el paisaje cambió siendo ahora el espacio exterior donde tres planetas gigante de color morado aparecen. Estos al quedar sobre los combatientes revelan que son ojos los cuales al abrirse lanzan sobre las dos desgracias poderosos destellos que las mandan a volar por los cielos

— ¡Mal... Maldito! —Dicen las dos mujeres que fueron alcanzadas por este ataque

—Les dije que no.. Dejaría que se lleven a esta pequeña —cayendo de rodillas el espectro de Garuda sonrió por lo bajo. Perdiendo de repente la consciencia dejando así su cuerpo tendido sobre el piso sin embargo Aiacos nunca dejó de cubrir a Arkab-chan con su ala negra— —lo siento… pequeña pero es todo… Lo que puedo hacer

—Maldito infeliz. Me alegra haber usado el amuleto que nos dio nuestra señora Lilith de no haber sido por el habríamos terminado muertas, oye Rimzel ¿te encuentras bien?

—Sí aunque mi ropa quedó hecho girones. Este espectro resultó ser más duro de lo que habíamos imaginado

"Este idiota arriesgo su vida por una niña que… Es un peligro para nosotros. De verdad no entiendo a los humanos" —se dijo en sus pensamientos la demonio

— ¿Debería cortar su cabeza? —Preguntó Rimzel una de las tres desgracias estando frente al cuerpo inerte de Aiacos—. —Sí eso haré te cortaré la cabeza para luego llevarla a mi ama. Nadie arruina mi vestimenta

—Ah olvidaba lo sádica que es a veces mi hermana y todo por… —Los ojos de la demonio se abrieron como platos al ver a la bebé saliendo de su escondite. Gateando hasta quedar frente a su protector. Con sus manitas movió al espectro mientras lloraba llamando a su madre— — ¿qué es este cosmos tan horrible que siento…? Proviene de ella.. No creo que una infante pueda tener ese poder

—Acos… Acos… —decía Arkab-chan entre lágrimas para luego llamar a su progenitora mientras un aura oscura envolvía su cuerpo—. —Mami… Mami… ¡Mami!

— ¡Rimzel aléjate de esa niña! —Saliendo del shock la diablesa con vestimenta militar llamó a su hermana quien no pudo hacer nada cuando el cosmos de oscuridad de la mini Amazon exploto creando con este una nueva figura

[….]

—Ausi sunt laedere hominem qui me defendebat. patruum laedunt... Nunc reddam gratiam sed ducta mille. Nunc sentient dolorem, mi explodit cosmos! Ardeat in infinitum! Tenebrae aeternae ubique iacentes, tibi offero corpus meum et animam meam! Lamentatio lapsi! Jn gratia! Demera toum ascendere! (Se han atrevido a lastimar a la persona que me protegió. Hirieron a mi tío... Ahora les devolveré el favor pero multiplicado por mil. Ahora sentirán mi dolor ¡explota mi cosmos! ¡Arde hasta el infinito! ¡Oscuridad eterna que yaces en todos lados te ofrezco mi cuerpo y mi alma! ¡El lamento de los caídos! ¡Jio grace! ¡Demera toum ascendere!) —Una figura cubierta por las sombras se levanta. Sus ojos rojos como el mismo infierno son lo único que puede verse. Ella creando con su cosmos de oscuridad creó varios círculos mágicos de color de los cuales grandes esferas de energía salen disparadas contra Rimzel quien apenas pude esquivarlas

— ¿Qué rayos está sucediendo? ¿Quién eres…? —Preguntó la demonio esquivando los ataques lanzados por esta nueva guerrera

—Mi nombre es ¡Arkab Tachibana! ¡Una de las princesas del mundo de los demonios y ahora vas a caer! ¡Hazte presente mi espada Driones! —Extendiendo su brazo. Apretando el aire con su cosmos Arkab pudo crear una espada que maneja con gran maestría. Dando varios cortes al cuerpo ajeno logró derrotar a su enemiga. Tras esto la pequeña apareció frente a la otra desgracia ocultando sus ojos entre los mechones de su cabello azul—. —Es tu fin

—Puedes haber incrementado tu fuerza pero solo sigues siendo una… —En ese momento Rimzel cae muerta. Creando con su cuerpo o las partes del mismo un gran charco de sangre

—Esta niña es.. Un monstruo... De-Debo escapar y avisar a mi ama —dice la segunda desgracia tras ver lo que pasó con su hermana pero cuando esta quiso huir del lugar

— ¿A dónde crees que vas? No he terminado contigo

— ¿Qué mierda eres? —Preguntó temerosa Ashrath teniendo a su espalda a la pequeña Arkab

—Soy lo que has dicho, un monstruo, y quiero cubrir con tu sangre mi espada. Dije que les devolvería el favor. Ustedes hirieron a esas personas y es mi turno para herirlas también —con un tono inusualmente frío. Sin contemplación a nada la ahora adolescente de cabellos azules apuñaló a su enemiga para luego lanzar un poderoso hechizo que se manifestó como una gran serpiente de color negro misma engullo el cuerpo de la demonio dejando solamente las piernas de esta— —ahora es tu turno, maldito demonio. No estaré feliz hasta que no acabe con todos ustedes

—Te hemos subestimado pero ¿crees que podrás vencerme? —habló el orgulloso demonio que llegó donde Arkab

—No, no lo creo. ¡Lo sé bien! ¡Esto es por las personas que me han protegido! ¡Muere! —La peli-azul cargo su cosmos envolviendo a su espada con llamas negras que danzan creando figuras alrededor de la niña

— ¡Ven con todo lo que tengas! —Belgard también se lanzó al ataque pero en ese momento la transformación de la guerrera se revierte volviendo ella a ser una bebé que cae sentada en el piso teniendo en sus manos a Driones en una versión más pequeña

—….. —Arkab-chan tembló de miedo al verse frente a este monstruo

—Parece que solamente fue un golpe de suerte. Pudiste acabar con dos de mis subordinadas pero —Belgard comenzó a caminar hasta llegar donde la bebé de pelo azul. Este tomó de su colita a la niña quien empezó a sollozar por el miedo— —esa suerte se terminó. Ahora mismo te mataré y no hay nadie que pueda ayudarte, mocosa

— ¡Mami…! –Clamo la bebé cerrando con fuerza sus ojitos

—Vamos llora y grita que esa zorra no vendrá por ti, ya que estará en el otro mundo justo donde irás —dijo el demonio quien seguía sujetando a la bebé de su cola. Belgard soltó a la niña un momento para atraparla pero esta desapareció y así mismo su brazo cae al piso que fue cubierto por su sangre— —mi… mi brazo… ¡Mi brazo! ¿¡Quién carajos me corto el puto brazo!? ¡Duele..! ¡Duele como la mierda! ¡Sal de donde quieras que estés y te mataré!

—Eso te mereces. Nadie y repito nadie hace llorar a mi bebé por ese gran pecado vas a morir —siendo cubierta por una aura negra con pequeños destellos de color rojo. La diablesa de cabellos blanco anunciaba su victoria para luego crear un círculo mágico del cual salieron dos perros con cuerpo de león. Un macho y una hembra—. —Cuiden de ella chicos

—Ambos canes ladraron ante la orden de su ama

—Arkab-chan, mi cielo. Ellos son los amigos de mami y te van a cuidar. Eres una niña muy valiente por haber venido hasta este lugar. Estoy orgullosa de ti, mi pequeña aventurera —teniendo sus ojos cerrados la diablesa de ojos rojos acercó a su hija. Susurrándole estas palabras— —voy a protegerte a ti y tus hermanas aunque me cueste la vida… No dejaré que nada ni nadie me aparte de su lado

—Mami —dijo la bebé de pelo azul sujetando las ropas de su madre. Acomodando su cabecita en el pecho de la demonio

—Setsuna-chan, chicas ya no voy a correr. Ahora voy a enfrentarme al demonio que les quitó la vida —Asuka junto a los perros que invoco se alejó un poco. Estando ya debajo de un árbol la diablesa se puso de rodillas dejando en el piso a su bebé—. —Cariño, mami no tardara. Ellos te cuidaran

— ¿Mami? —La mini Amazon ladeo un poquito su cabeza al ver a su progenitora llorando

—No te preocupes, cielo. Mami está bien. Estos perritos te harán compañía mientras me encargo de un pequeño asunto —decía esta mujer dejando su palma en el piso creando otro pequeño círculo mágico del cual salieron algunas criaturas siendo estas un ave y un tigre ambos llevan máscaras— —Tigre blanco y Ave bermellón. Lleven a los heridos a un lugar seguro

—Sí, ama —hablaron los recién invocados. Tal como ordeno la emperatriz el tigre cargo con el cuerpo de Aiacos. El ave con el de Radamanthys una vez que se hicieron con los cuerpos de ambos espectros. Las bestias invocadas desaparecen del lugar

—Con eso bastara. Ahora queda terminar con esto de una vez por todas

—No tengo idea cómo pudiste salvarte pero ahora te enviaré al infierno. Primero serás tú y luego será esa mocosa que intentas proteger yo el gran Bel… —El demonio de piel roja salió volando debido a un fuerte puñetazo dado por la albina

—Cómo dije, esto se está poniendo divertido a pesar de lo que hiciste, me divertiré contigo además tendremos algunas visitas —susurró la diablesa viendo por encima de su hombro como un portal se abría revelando a los autores y sus parejas quienes llegaron al lugar siendo estos acompañados por la reina de los vampiros

[….]

—Asuka/hija/Tachibana-san/Ángel —exclamaron los autores con sus respectivas parejas quedando a espaldas de la diablesa de pelo blanco

— ¿Suikyo-chan? —Fue lo único dicho por Rhestina quien sonrió por lo bajo—. —Parece que ella pronto volverá a ser la misma de antes

—Hija ¿qué te paso? ¿Por qué te fuiste de casa? —Preguntó la demonio de pelo rubio al soltar la mano de su pareja. Laura se encamino al lugar donde estaba su hija/amante notándose preocupada

—… —Asuka mantuvo silencio

—Ángel dime ¿qué ocurre? Pensamos que estabas muerta, oye me estás escuchando —ahora fue el autor hondureño el que toma la palabra estando siempre con su amante

—….. —Una leve risita escapo de la emperatriz quien movía su cola

—Vamos di algo. Hemos venido hasta aquí por ti, Asuka —Franco un poco molesto habló desde su lugar teniendo a Madoka y su copia malvada a su lado

—Nemo te rogat ut venias, homines. Neque id meretrix hic. Heus lamia, ite ubi vulnerati sunt et ad sanctuarium aufer! Qui mederi possit vel saltem locum quieti dare. Kumo Ogami ibo cum illis et ne aspicias filiam meam. Get asinos tuos, quos homines damnas! (Nadie les pidió que vinieran, humanos. Ni tampoco a esa puta que se encuentra aquí. ¡Oye vampira, ve donde están los heridos y llevalos al santuario! Esa mocosa debería poder curarlos o al menos darles un lugar para que descansen. Kumo Ogami vayan con ellos y no pierdan de vista a mi hija. ¡Muevan el culo malditos humanos!) —Dice la demonio de cabello blanco mirando de reojo a los recién llegados

— ¿Por qué nos llamas así? Hija ¿qué te ocurre? —Pregunta la diablesa de pelo rubio

—Non habeo tibi dicere canino similem, abi nunc cum tuo dilecto humano, et ne futuis me hic canini filius actutum redibit. Nolo aliquem vilem cimices prohibere me ... Rhestina asinum tuum vampire evade et eos alicubi salvas! Si non vis me fututam tam duram ut non possis pedes tuos movere stupri, fac quod peto (No tengo nada que decirle a una zorra como tú, ahora vete con tu amado humano y no me jodan que este hijo de puta volverá pronto. No quiero que ningún molesto insecto me detenga.. ¡Rhestina mueve tu vampírico culo y llévalos a un lugar seguro! Sí no quieres que folle tan duro que no podrás mover las jodidas piernas haz lo que te pido) —dijo la emperatriz del Kólasi mirando al frente

—Así no eres tú, Asuka —reclamó el argentino frunciendo el ceño

—Esta es mi verdadera yo. Si no les gusta como soy pues se joden. Ahora váyanse a la mierda de aquí, no quiero verlos

—No, nos iremos de aquí hasta que nos digas que está pasando contigo, hija. Por favor dinos que te sucede —Laura llegó donde estaba su hija pero cuando quiso poner su mano encima del hombro de su amante una gran serpiente enmascara aparece impidiendo el paso de la otra demonio

—Ya les dije que se vayan… No quiero que salgan heridos. No soportaría que ustedes terminen heridos por mi culpa. Mami si me quieres vete por favor… Luego te explicare todo

—Hija —Laura negó con su cabeza—. —Asuka mi niña, mi amor estaré esperando por ti en casa

—Gracias, mi amor cuando esto termine les diré todo lo que desean saber. Por ahora vayan con Rhestina-chan. Hebi-chan les guiara al lugar donde están otras personas. Llévense a Arkab-chan también Kumo y Ogami les ayudaran por si algún enemigo aparece

—De acuerdo. Estaré esperando por ti en casa junto a tus amigos —fue lo dicho por la demonio de cabellos rubios quien camino hasta donde su nieta. Tomando en sus brazos a la bebé. Laura se transportó al lugar donde estaban los recién llegados

— ¿Qué sucede, Tachibana-san? —Preguntó Mei

—Rhestina nosotros estaremos bien. Puedes volver a tu reino

— ¿Estás segura, Gaia? —mostrando una peculiar sonrisa la emperatriz del mundo vampiro habló pero al ver la seriedad en los ojos de su contraria. Esta mujer se guardó sus comentarios para luego dejar que un pesado suspiro escapara de ella—. —Como quieras, Laura. Ahora están por su cuenta

Los recién llegados como los seres invocados por la diablesa se fueron. Aunque hubo muchas preguntas por parte de los autores y alguna de las amantes de estos debieron guardarlas para luego; usando un pequeño portal creado por la demonio de ojos azules todos fueron al lugar indicado por la serpiente enmascarada dejando a la emperatriz para que ella se enfrente a su enemigo

El cosmos del demonio de piel roja se elevó bastante por esto mismo una gran onda expansiva se hizo presente. En lugar de amedrentar a la diablesa albina ella sonrió por lo bajo tal como si ella estuviera esperando esto…

Continuará.