Todos los personajes que aparecen en este fics son propiedad exclusiva de Rumiko Takahashi, pero teniendo en cuenta que no voy a sacar ningún bien económico con esto solo lo hago pura diversión.
El especial de Navidad del Mundo Fanfics Inuyaha y Ranma.
Y
"Ranma Fanfics Por Siempre, diciembre sin fin"
Pensamientos.
Los días avanzan. Los árboles, ahora sin hojas, y los primeros copos de nieve, que descienden graciosamente arraigándose en el suelo, y así marcando el comienzo del invierno invernal y, con él, la llegada de la Navidad.
Sí...quizás muchas cosas cambiarían estas Navidades, o al menos, eso es lo que espera su corazón, no hace falta decirlo.
Caminando por las calles de Nerima, buscando algunos regalos pará dar a su familia, y el frio penetrante no hace más que pasar sobre ella, obligándola a refugiarse aún más en su abrigo, en la mayor medida posible. Ella siente cómo las mejillas se pone rojas por el frío, pero a pesar de ello, al final del día busca regalos pará todas las personas ella quiere.
Dar regalos de Navidad a su familia nunca había sido un problema pará ella, sabía exactamente qué regalar a cada uno de ellos... pará su padre y su tío Genma, una buena botella de sake de buena calidad seguramente les haría felices a los dos, pará su tía Nodoka dos regalos, una nueva peineta pará el cabello con forma de flores y horquillas y está acompañado con un nuevo kimono de yukata floreado pará esa hermosa dama, y pará sus dos hermanas mayores Kasumi y Nabiki, un nuevo conjunto de ollas y cucharones es justo lo que necesita para ser feliz su hermana mayor, y pará Nabiki, un vestidito bastante ajustado y escotado es el regalo más adecuado pará ella.
Y luego, luego, viene el regalo más difícil de dar, el de Ranma.
Con él, ella siempre le ha costado encontrar el regalo adecuado.
El año pasado, ella trato de hacerle una bonita bufanda con sus propias manos pará él, aunque él dudaba en ponérsela, al final la aceptó sin hacer demasiado alboroto, pero pará ser sincera, esa bufanda era realmente aterradora había suficientes huecos pará ser una red de pescar pará una práctica de tiró pará un arquero ciego.
Este año querría algo diferente pará encontrar, un regalo más adecuado para él.
Paseando por el centro comercial, ella estaba observando los escaparates de las tiendas. Las luces de colores y las guirnaldas de su interior le dan un aire realmente festivo. Pero sólo uno de ellos capta su atención al instante, cuando ella abre bien los ojos y observa algo que le dejó literalmente sin habla.
"Sería bueno darle esto a Ranma, de hecho, son dos regalos en uno". -pienso, suspirando pesadamente.
Tras pasar más tiempo del necesario, ella observaba esos dos finos y sencillos collares de oro blanco de los que cuelga un colgante en forma de corazón, que luego se divide en dos. Era un regalo clásico pará los que están comprometidos de verdad.
Al instante ella se enamoró de ellos, hasta el punto de que una vendedora de la tienda, lo suficientemente valiente como pará salir a la calle con este frío, y sin siquiera llevar abrigo, la invita a entrar.
Akane estando avergonzada más que nunca, se descubre así misma que miro más de cerca esos collares y sobre todo, miro fascinada ese colgante con ojos que tal vez han tomado la misma forma que los suyos.
De mala gana, la jovencita le da las gracias a la empleada y tras desearle una Feliz Navidad a la empleada, ella se marcha frustrada y avergonzada.
Ella nuevamente se encuentra caminando por las tiendas, pero está vez con una opresión en el pecho que apenas se deja respirar.
Al no tener ya esa misma alegría de antes, y al final del día, acabo comprando regalos pará todo el mundo menos para él.
Todavía le queda una semana más, así que aún tenia tiempo para pensarlo bien.
Al llegar ya casa, no quería que la vieran con las compras que contienen los regalos, así que ella decidió subir al árbol que hay al lado de la casa pará entrar por la ventana de su habitación y poder colocar sus compras de regalos en el suelo de su habitación. Sus pensamientos, sin embargo, siempre se dirigen a esos collares...más que nada le hacen reflexionar a su relación con Ranma.
Después de que el matrimonio se vino abajo, ellos no han vuelto a hablar de lo que pasó.
No tenía ni la menor idea de lo que pasaba por su cabeza y eso, es terriblemente frustrante pará ella.
¿En qué se basa nuestra relación? Sí se le puede llamar así una relación, ¿en realidad que eran ellos? ¿Es la carga que le dejaron sus padres? ¿La marimacho torpe qué no sabe hacer nada? Qué fue ¡obligado cargar! Por sus propios padres y así poder conservar la escuela de lucha libre y por el dojo Tendo.
Ellos qué eran amigos o enemigos, o sólo eran dos extraños que viven en la misma casa. A veces ellos dos se llevaban bien y las otras veces sólo pelean como perros y gatos cómo sí ellos se odiaran a muerte, un día ella creía que su prometido la odiaba por ser obligado a casarse con ella, otras veces se mostraba como sí fuera su peor enemigo humillándola antes las chicas, y en otras veces era tierno y dulce alimentaba sus ilusiones de chica enamorada siempre podíamos contar uno con el otro cuando había peligro acechando.
Siempre está ahí pará protegerla en cualquier situación de peligro y ella siempre había depositado toda su confianza en él desde Jusenkyo unos meses atrás. Había sido tan sobreprotector con ella desde Jusenkyo que se estaba convirtiendo en una verdadera preocupación. A pesar que le había defraudado tantas veces antes que había perdido la cuenta.
Sin embargo, su experiencia cercana a la muerte había asustado mucho a Ranma incluso más que a ella misma y era tan aterrador lo cerca que había estado de la muerte. Era como sí Ranma hubiera hecho de su seguridad su responsabilidad personal. No necesariamente le importaba que su prometido fuera un poco protector con ella, eso solo significaba que le importaba y mucho.
Ranma realmente se había preocupado por ella desde Jusenkyo, incluso se había enamorado de ella. ¿No lo había demostrado Jusenkyo cuando le creyó muerta en sus brazos? Por otra parte, negó haber dicho que la amaba en la boda fallida cuando él entró a su cuarto, ella le había preguntado a su prometido sí la amaba, tal vez no lo hizo realmente, nunca había sentido amor por ella.
Él era un mujeriego infiel lo único qué quiere es estar rodeado con esas mujeres, él la hizo sentir como sí fuera una tonta engañada.
A su prometido siempre le gustó jugar al ser un héroe como sus comic qué él leía siempre.
Probablemente no significó nada pará él salvar su vida lo hubiera hecho con cualquiera de sus otras prometidas nunca deja a una damisela en peligro ¿es por su honor y su ego? De hecho, ambas teorías parecían ciertas.
Ella había pensado que el tiempo que habían pasado juntos, era especiales, eso ya no es suficiente pará ella considerarnos una pareja de verdad.
A oscuras y sentada en el suelo con su espalda apoyada en la cama, se había escuchado un suspiro por enésima vez, ella se pasa una mano por el pelo y luego se lleva sus rodillas hacia el pecho y apoya la cabeza en ellas.
"¿Por qué tiene que ser tan complicado? ¿Por qué no podemos ser como los demás parejas?". -reflexiono ella.
"Tal vez, tengo que ser más amable con él, se lo debo después de todo". -al levantar la cabeza y mira el reloj.
Se da cuenta de que ya es hora de cenar, así que, escondiendo los regalos dentro de su armario, decidí bajar las escaleras.
Al llegar al salón, el sonido de su voz le hace perder el ritmo...siempre es así, su voz, su olor, el simple hecho de estar a su lado, le provocaba esa emoción pero, claro, siempre intentaba con todas sus fuerzas no delatarlo. Ahora, sin embargo, cada día que pasa es más difícil ocultarlo.
Sentada a su lado, como todas las noches, como tranquilamente, intentando ocultar su excitación a los demás.
Todo el mundo habla de la próxima fiesta, de cómo organizar y preparar el Dojo, a quién invitar, etc.
Y, ante esas dos simples palabras, instantáneamente ella se paralizo, temblando, ante la sola idea de pasar otra Navidad lidiando con esas tres locas, que seguramente acabarán convirtiéndolo todo en un caos total, sólo por competir por lo que, en teoría, debería ser su prometido.
Todo esto se vuelve en su contra.
A pesar de todo, ella le da un puñetazo a la mesa, silenciando a todo el mundo.
Diez pares de ojos la miran como sí tuvieran delante algún tipo de criatura extraña, pero la rabia que siente por esas tres alegres chicas es mucho pará ella ¡es demasiado! Por culpa de ellas, su prometido y ella nunca tuvieron la oportunidad de estar juntos, cada vez que se presentaba la oportunidad, ellas, ellas siempre estaban listas para arruinarlo todo como siempre.
Ellas tres siempre estaban alertas, espiando cada uno de sus movimientos y siempre dispuestas a intervenir pará arruinarlo todo.
¡No!
¡No ella no quería que eso pasara esta Navidad!
Simplemente quería pasarla en paz en familia con él y tener la serenidad, al menos por una vez, y...le hubiera gustado que...entre ellos, las cosas cambiaran de una vez por todas.
Dejando a todo el mundo sentado, sus pensamientos y los míos deciden levantarse y tomar un poco de aire fresco.
El lugar más adecuado donde no puedan molestarlos es sin duda el tejado.
Una ligera capa de nieve ha cubierto las tejados, haciéndolas más resbaladizas, pero ahora mismo lo único que querría es estar sola.
Sentada para contemplar los copos de nieve que caen lentamente del cielo, cierra los ojos y suelta un gran suspiro.
De repente, algo suave y cálido me lleva a abrirlos. Una cálida manta me cubre por completo pero, eso no es lo que más me sorprende, lo que más me deja sin aliento es que, bajo esa gran tela, también está Ranma.
Continuará.
¡Felices fiestas! ¡Que la paz y la alegría reine en sus hogares!
¡Feliz Navidad!
