[Drabble]

Agua caliente

—Sage & Venus—

El correcto y perfecto Sage de Cáncer estaba en serios problemas. ¿Qué diablos hacía en el interior de la ducha privada de su colega de Piscis? ¿Y dónde estaba su ropa?

Advertencias: WHAT IF. / Semi Universo Alterno. — Siglo XVI / Presencia de OC. / OOC.

Disclaimer:

Saint Seiya © Masami Kurumada.

SS: The Lost Canvas © Shiori Teshirogi.

Agua caliente © Adilay Fanficker.

Aclaración: Este fic participa en el FLUFFTOBER 2023 realizado propuesto por exorss, publicado en Reddit.

Día 5: Adrenaline.

Notas:

De nuevo, volvemos a la "problemática" de tener que usar un tema alterno porque el que tocaba "ya estaba tomado", en este caso: "dancing together". Pero espero que este les agrade también.

NOTA: Venus de Piscis es uno de mis personajes originales; ella aparece por primera vez en mi one-shot "Planes de guerra", dentro del universo de "Cerveza Rosada". No es necesario leer ninguno de estos fafics para entender este drabble. Sólo quiero dejar en claro que ella no fue concebida en este fic.

Esta es otra de mis locas ideas de emparejamientos sacados de la nada.

Espero que este pequeño fic les guste.


NO PLAGIEN, NO RESUBAN Y TAMPOCO TRADUZCAN SI YO NO LO HE AUTORIZADO. —Gracias.



Esto no era nada bueno…

«¡Hijo de…!»

Sage amaba a su hermano, pero Hakurei tenía un grandísimo defecto, y ese era desaparecer lo que le molestaba. Sage de Cáncer en un momento había estado discutiendo con su hermano gemelo y al otro…

¡Oh, dioses! ¡Iba a matarlo!

—¡Bastardo! —gruñó con los dientes apretadísimos, agachándose sobre el gran cuerpo de agua que se hallaba mojando sus piernas.

¡El muy maldito incluso lo había desnudado!

Pero, ¿dónde carajos estaba?

No ubicaba este cuarto de ducha. Como en su propia casa, veía un estanque de agua cálida y una pequeña cascada que filtraba agua limpia; pero no veía sus propios muebles… lo que quería decir que no estaba en Cáncer.

—¡Hakurei! ¡¿A dónde demonios me enviaste?! ¡¿Y qué hiciste con mi ropa?! —llamó telepáticamente a su gemelo, pero al parecer, este se negaba a dar la puta cara—. ¡Hakurei! ¡Maldito! ¡Voy a arrancarte el alma como no deshagas esto!

En medio de su rabieta, Sage se llevó una mano a la cara.

Tenía que salir de esta casa.

Era una de las 12, ¿pero cuál?

Decidido a no averiguarlo y a no pasar una vergüenza descomunal con cualquiera de sus compañeros de armas, Sage se tomó el atrevimiento de usar su telequinesis en este cuarto, abriendo uno por uno los cajones de cada mueble en busca de una toalla o una toga con la que pudiese cubrir sus miserias.

Cuando por fin pudo alzar una toga negra, y atraerla hacia él, que tuvo que levantarse y salir de agua para sujetarla y envolver su cuerpo, Sage sintió la proximidad de un cosmos.

Ay no…

Ya sabía de quién era esta casa.

—¡Hakurei, miserable!

Se apresuró a cubrir su cuerpo lo mejor que pudo; sus manos torpes temblaron mientras anudaba el extremo derecho sobre su hombro y trataba de mantener la poca calma que le quedaba.

¿Cómo diablos iba a explicar esto?

Sage sentía su corazón latir al mil.

La puerta se abrió, y apenas fue claramente descubierto, él tapó su cara con sus manos.

No vio nada, ¡no vio nada! ¡NO VIO NADA!

—¡¿Pero qué infiernos…?!

La única mujer en la orden ateniense apenas pudo cubrir sus pechos desnudos y cruzar sus piernas sobre su intimidad descubierta.

La curiosidad le pudo al santo de cáncer: ¿ella solía pasearse así por su templo?

Sage se dio una bofetada mental, forzándose a mantener la cara cubierta.

Vamos… vamos, tenía que decir algo…

¡Lo-lo-losientoHa-Hakureime-meenvióa-quíporqueesunma-ma-malditoimbécilyasabesqueélpuedehacercosasquenodeberíalosientolo-lo-losientonovinadanovinada! ¡Losiento!

Un incómodo silencio se hizo presente antes de que Venus de Piscis expulsase gran cantidad de su cosmos.

—¡¿Qué?! —exclamó ella obviamente furiosa—, ¡¿por qué sigues…?! ¡LÁRGATE DE AQUÍ, DEGENERADO!

—Con gusto —tartamudeó corriendo de ahí.

Tal vez debió considerarse afortunado por no haber sido víctima de las rosas de Piscis, pero no así de su innegable degenerada cabeza que no paraba de mostrarle la imagen de la santa dorada al descubierto.

«Pagarás por esto, Hakurei, lo juro; ¡voy a matarte por esto!» pensaba con la cara completamente roja y un incómodo y vergonzoso problema en su entrepierna, el cual comenzaba a doler, «¡maldita sea, maldita sea!», casi podría oír a su desalmado gemelo riéndose de él.

Era un total fastidio que Hakurei tuviese permiso de usar su teletransportación de materia en el interior del Santuario a diferencia de todos los demás que no fuesen el Patriarca y la misma Athena.

—Wow, ¿vistiendo la nueva moda de verano, Sage? —se rio Aléxandros de Escorpio, cuando lo vio cruzar por su templo.

—Cállate la puta boca —espetó sin detenerse.

Oyó al santo de escorpio reírse sonoramente.

—Incluso usas palabrotas. Esto lo tiene que saber Jaidev —lo oyó decir entre risotadas burlonas.

¡Lo que faltaba!

¡Más razones para estrangular a su hermano y convertirse en hijo único!

—FIN—


Traducción de lo que Sage trató de decir: ¡Lo siento! ¡Hakurei me envió aquí porque es un maldito imbécil! ¡Ya sabes que él puede hacer cosas que no debería! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No vi nada! ¡No vi nada! ¡Lo siento!


Pobrecito Sage, otro santo víctima de mis buenísimas situaciones incómodas XD.

Saludos y hasta pronto.

Reviews?


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