Al día siguiente durante el desayuno Elsa le pregunto a Gerda si sabia donde estaba el consejero ya que lo último que supo fue que estaba en el muelle y no estaba acompañando al Rey.
- Oi que se arrastró con los demás borrachos hasta la posada - contestó Gerda con prisa mientras limpiaba y recogía algunos utensilios de la mesa - quizás haya pasado la noche ahí.
- Gracias Gerda - le dijo Elsa mientras se iba.
- Bueno su alteza - le dijo el rey Guillermo luego de terminar de comer - no es ningún secreto que mi intención al venir es negociar con usted un trato comercial, mi gente extrae minerales y los trabaja, esta técnica y materia prima es lo que ofrecemos.
- Le agradezco que sea directo Rey Guillermo - le dijo Elsa - pero al ser un intercambio comercial quisiera saber que espera de nosotros, Arendelle es conocida por sus artesanos y por la crianza de caballos, esto es lo que le interesa.
- Jeje así es - confirmó el Rey - mi consejero diseñó el barco en el que vine por lo que si lo deja visitar los establos podrá idear cómo transportarlos con comodidad y velocidad.
- Cierto, eso se puede arreglar - contestó Elsa y desvió un poco el tema - su consejero, es un poco especial verdad?
- Ajajajajaja! si el chico es muy particular - contesto feliz el anciano como si hablase de su nieto - es bastante listo pero un desastre tratando con otros, antes de venir hizo pataleta por que lo llamaran con ese nombre que tiene, el mismo se lo puso por cierto.
- El mismo se puso su nombre? - preguntó Elsa confundida.
- Así es - le contestó Guillermo mirando sus manos un poco melancólico - cuando lo encontramos él tenía uno 9 años quizás, no estamos seguros, pese a que en ese momento había una epidemia que atacaba a los niños el resaltaba porque pese a su edad estaba ayudando y llevaba solo un costal de tela roto como camisa y solo un zapato.
- Era un huérfano? - preguntó Elsa más interesada en la historia.
- Si no lo era en el momento lo fue después - señaló el Rey Guillermo - perdimos a muchos hombres y mujeres durante esos años, incluso mi corte se vio reducida por la situación, pero felizmente lo encontré y aunque no quería mi ayuda le arrastre, literalmente a vivir en el palacio.
- Y sabe si él siempre pudo hacer eso del fuego con sus manos? - le pregunto Elsa recuperando un poco lo que quería saber.
- La bendición del sol? - preguntó el Rey - supongo que si, él lo ocultó los primeros años hasta que en un invierno particularmente frío usó su bendición para mantener el calor en toda una ciudad.
- La gente le tenía miedo por tener esos poderes? - preguntó Elsa un poco temerosa de la respuesta.
- Si, por eso tuve que contratarlo formalmente - contó el Rey - eso calmó un poco las aguas, quizás por eso Rice se dedicó a leer cada libro de la biblioteca del castillo, luego de eso resaltó entre los consejeros llegando incluso a derrocar a un conde que cometía actos de corrupción en mi reino.
- Vaya, es interesante ciertamente - contestó Elsa más calmada al saber que Rice no era alguien naturalmente malicioso como cierto tipo que quería quedarse con su trono algún tiempo atrás.
- Su alteza un favor - solicito Guillermo haciendo una ligera reverencia - Rice se aburre bastante rápido y tiende a caer en vicios negativos si no se mantiene ocupado, podría tenerlo como consejero o el cargo que usted guste mientras estamos aquí? He oído que anoche estuvo bebiendo en los muelles.
- Claro - contestó Elsa llamando con una seña a Gerda que esperaba cerca - un par de manos podrían servir para la organización de la fiesta de año nuevo, aunque pensé que el consejero Rice estaría aquí para la negociación.
- Si, perdon alteza es que verá hay algo que omití durante mi historia - se disculpó el Rey - Rice detesta a los nobles en general en mi parece confiar un poco porque lo ayude desde niño pero tiene una animadversión natural hacia la nobleza por eso no lo he forzado a venir y puede que sea la razón por la que forzó a sus hombres a que le llevaran ante usted por a fuerza.
- Ohhh claro eso tiene un poco más de sentido ahora - dijo Elsa algo cohibida - supongo que seria dificil hablar con el.
- Es bastante hablador si es sobre trabajo pero evite alguna pregunta personal - recomendó el Rey - si algo le incomoda desaparecerá por varios días.
- Lo tendré en cuenta y gracias - agradeció Elsa viendo como Guillermo se iba.
- Que asignacion le dejamos al consejero su alteza? - le preguntó Gerda.
- Le dejaremos los fuegos artificiales y la decoración del suelo y las alfombras - señaló Elsa.
- Entendido, lo buscaré en la posada - asistió Gerda antes de salir.
- Gerda, dile que en cuanto termine tiene que reportarse directamente conmigo - le indico Elsa antes de irse a su habitación.
Asi el dia paso normalmente con el Rey Guillermo visitando distintos negocios y tiendas de Arendelle y Elsa haciendo papeleo y yendo a comer a la ciudad para ver si veía a Rice para intentar preguntarle sobre sus poderes, mientras comía en una pasteleria Elsa pensaba que era Rice en sí ya era un nombre extraño, pero luego pensó que si le hubiesen dicho que elija su propio nombre no se le ocurrió nada, siguió pensándolo hasta que un te se posó sobre su mesa distrayendo su atención.
- Un té después del postre su alteza - le dijo el mesero que no era otro que Rice que luego de dejarle el té fue a la puerta a recibir a una familia que venía a comer por el fin de semana.
- Buenas noches joven Rice, un poco de tarta de fresa para mi pequeña - dijo el padre saludando con un apretón de manos a Rice - no esperaba que estuvieses aquí.
- Bueno me comí medio lote de bollos de mora así que de alguna manera tengo que pagar - bromeó Rice mientras los guiaba a una mesa.
- Mamá mira es la Reina Elsa! - dijo la niña luego de ver a Elsa que intentó sin éxito ocultarse con el menú del local.
- Buenas noches su alteza - le saludaron los tres inclinándose.
- Jeje no hace falta - les dijo Elsa bastante avergonzada haciendo ademanes para que se levantaran - solo pasen su tiempo en familia, esta bien?
- Gracias su alteza que lo pase bien - agradeció el hombre y fue con su esposa a comer.
Rice no intervino en esta conversación porque aunque fue muy sutil Elsa logró verlo deslizarse hacia la cocina detrás de la barra apenas oyó que ella estaba ahí.
"Supongo que si odia bastante a los nobles" pensó para sí misma Elsa tomando su té.
- Tres cortes de tarta de fresa - anunció Rice llegando con la orden de la familia recién llegada.
Luego de servir esa orden Rice se dirigió hacia Elsa pero ella noto que a diferencia de la primera vez el tenia una mueca de seriedad y neutralidad al hablar con ella aunque mantenía un tono amable en su voz.
- Su alteza desea algo más? - le preguntó Rice mientras renovaba las servilletas de la mesita que Elsa ocupaba.
- No, gracias… Rice - dijo Elsa desviando su mirada hacia afuera - puedes retirarte.
Y la tarde siguió tranquila y Elsa camino al castillo pero como no tenía nada programado esa noche, decidió desviarse y dar un vuelta por la ciudad antes de volver al castillo. El cielo estaba cubierto de nubes negras que ocultaban la luz de la luna pero con la iluminación de las calles funcionando todo estaba tranquilo pero… falló, algunos faroles no encendían, Elsa seguía un poco a oscuras hasta que detrás de ella un pequeño alboroto se formaba ya que Rice venía resoplando pequeñas llamas por su boca y sus ojos encendiendo antorchas y dándoselas a los caminantes para que el pequeño desperfecto no afecte a nadie, Elsa pensando que Rice no la ayudaría a ella decidio seguir de frente pero cuando ya algunos otros de sus súbditos pasaban con antorchas Rice llegó a su lado y le ofreció una que estaba encendida mientras de la boca de chico aun salían pequeñas llamas de fuego blanquecino.
- Reina Elsa - le dijo Rice ofreciéndole la antorcha - tome, el castillo aún está un poco lejos.
- Gracias consejero Rice - agradeció Elsa tomando la antorcha - ¿vendrás al castillo esta noche?
- Si su alteza - contestó Rice creando una esfera en su mano para iluminarse a sí mismo - le agradezco el trabajo y me asegurare de tenerlo listo lo más pronto posible.
- No te preocupes aun hay tiempo hasta la fiesta de año nuevo - le dijo Elsa en tono tranquilizador - puedes relajarte un poco.
- Jeje supongo - contestó Rice - prefiero ocuparme con algo, si no le molesta claro, y no dude en solicitar mi ayuda con lo que necesite, mientras el viejo esté paseando y comiendo yo le ayudaré en lo que haga falta.
- Es bueno oír eso - contexto Elsa un poco más animada al ver que Rice no parecía odiarla tanto como antes solo por ser una Reina - podemos reunirnos mañana por la tarde en el jardín posterior del castillo?
- Es el que está por esa puerta verdad? - preguntó Rice viendo que estaban ya cerca del castillo.
- Así es - contestó Elsa confirmando la suposición de Rice - hay varias mesas y es bastante amplio.
- No se preocupe alteza - le dijo Rice haciéndole una reverencia - antes de la puesta del sol le llevaré mis avances en la función que me encomendó y podrá ver que mi trabajo es eficiente y efectivo.
Luego de un rápido buenas noches Rice se retiró a descansar al ala de invitados y Elsa en su habitación intentó imitar la magia que uso Rice creando una fría esfera que brillaba desde el interior aunque la desarmo porque emite mucho frío para su gusto por lo que pensó en probar otras maneras de generar brillo estable con su magia. Y bueno no tendría mucho tiempo para pensar al día siguiente ya que apenas cruzó la puerta de su habitación un poco despeinada Rice la recibió con varios de los sirvientes del castillo detrás de él.
- Buenos días Reina Elsa - le saludo Rice haciendo un gran reverencia apenas la vio salir, el iba con un traje formal nuevo al parecer y más acorde a Arendelle - revise los detalles aún inconclusos de la fiesta de año nuevo y me complace decirle que tengo varias soluciones , pero antes la prepararemos para el desayuno y su paseo por sus territorios - con un par de ademanes varias asistentes del castillo ayudaron a Elsa con su cabello y maquillaje - usted asegúrese de disfrutar de su dia que yo me encargare de los demás asuntos, puede revisar mis sugerencias en el estudio del castillo y darme una respuesta mañana.
Y fue lo último que elsa vio de Rice en el resto de ese dia, pero no lo último que escuchó de él, ya que Gerda le comento mientras desayunaba que Rice había estado en el archivo del castillo revisando todo e incluso puso al día el papeleo del castillo y las solicitudes de las tierras aledañas.
Elsa se había hecho cargo de varias de estas solicitudes pero el problema era que no paraban de llegar y parecían siempre solicitar lo mismo, mientras iba camino en su carruaje Elsa miraba por la ventana a su gente.
- Gracias por venir conmigo - le agradeció Elsa a Gerda que estaba con ella en el carruaje - preparar el carro les debió tomar tiempo ya que no lo uso muy seguido.
- Un gusto acompañarla su alteza - le dijo Gerda calmadamente - pero la verdad es que el consejero Rice fue quien nos dejó el carro listo, incluso se sentía bastante cálido cuando subimos para llevarlo a recogerla.
- ¿Cálido? - preguntó Elsa confundida tocando los asientos - escuche que hay carruajes que tienen calentadores debajo de los asientos pero este es algo antiguo así que no creo que tenga.
- Eso pensamos también - confirmó Gerda que tenía una portapapeles en sus manos - pero no pudimos darle muchas vueltas ya que el consejero Rice me entregó este plan para su día, es bastante detallado aunque breve, creo que es algo invasivo por eso quisiera que lo revise.
- Claro, lo revisaré - dijo Elsa y lo leía con calma sin problemas hasta que llegó a darle vuelta a la hoja y algo que vio la hizo detenerse y devolverle el portapapeles a Gerda.
Viendo que Elsa no parecía querer hablar Gerda decidió esperar pacientemente por una respuesta de su señora a la que había visto crecer y que ahora parece mostrar alguna emoción como Reina y no simplemente siendo Elsa la Reina de Hielo y en silencio estuvieron todo el viaje hasta su primera parada que era con los líderes del gremio de artesanos para reunirse y negociar los impuestos de este grupo pero antes de bajar Elsa hablo con Gerda.
- En la última parada iré yo sola - le dijo Elsa con seriedad y procedió a bajar ante Gerda que le asintió en silencio y la siguió a la reunión.
Ahora en cuanto a Rice el iba en un robusto caballo negro del castillo y se detuvo antes de llegar a una de las minas algo alejadas de Arendelle que segun los libros contable estaba bajo el control de una familia de nobles al servicio de Elsa, luego de dejar el caballo a salvo Rice decide seguir a pie y el lugar pese a estar a plena luz del dia desprende un aura siniestra de un peligro latente. Y no tardó mucho en mostrarse un grupo de hombres armados y entre ellos sobresalen alguno que tenían en sus espaldas artefactos que a gruesos rasgos probablemente fuesen pesados lanzallamas.
- ¿Se te perdió algo muchacho? - preguntó uno de los hombres, un pelirrojo, apuntando su lanzallamas a Rice - no pareces de por aquí así que por tu bien mejor retirate.
- Ohhh… - le dijo Rice luego de mirarlo detenidamente mientras le apuntaban con los lanzallamas - son saqueadores verdad? hace tiempo que no veo tipos como ustedes.
- ¡Fuego! - ordenó el hombre disparandole a Rice con toda la intención de no dejar ni cenizas y en cualquier caso habría solo dejado una mancha de quemadura en el piso pero como sabemos Rice es un caso.
- Es un uso muy efectivo del calor que puede generar el carbón - dijo Rice entre las llamas espantando al líder que parecía espantado ya que por el ruido de las máquinas era el único cerca para oír las palabras de Rice - me gustaría hablar con el que diseñó estas armas.
Ante la sorpresa de los saqueadores el mismo fuego que le estaban disparando a Rice se retorció y les empezó a quemar la ropa y cuando cayeron en pánico intentando huir todos fueron derribados a patadas si bien aún estaban conscientes los golpes los dejaron en el suelo y al parecer fue con esa intención ya que delante de ellos Rice, con los brazos de su traje nuevo quemado, sostenía al que lideró el ataque. Iban a terminar con Rice pero una onda de calor los volvió a hacer retroceder y detrás de ellos notaron unas flamas azules que los rodeaban.
- Ejem… bueno ahora que tengo su atención - empezó a hablar Rice mientras sostiene al líder de los saqueadores por el cuello - les rogaría que no intenten pasar por las llamas azules, están un poco calientes.
- Es otro monstruo igual que la reina - dijo una de ellos que se arrodilló al ver que habían sido derrotados.
- Si, supongo que la bendición del sol se parece al poder de su reina - confirmó Rice levantando la mano del líder saqueador - ahora primera pregunta; es este hombre su verdadero líder? antes de que contesten, esto es lo que les pasara si me entero que me han mentido.
Y ante los criminales Rice corto con fuego azul de un tajo dos dedos del líder saqueador que despertó por el dolor del corte y luego Rice le hizo callarse de un rodillazo en el estómago para luego lanzarlo medio desmayado hacia el grupo de sus hombres ya derrotados.
- Y bueno eso - les dijo Rice - es difícil usar cualquier cosa sin tus dedos así que será mejor que vayan hablando.
- Jeje…hahhhh haaaaaahhh - se rió con dificultad el hombre al que le había cortado sus dedos - fallaste monstruo no importa cuántos de ustedes haya nosotros siempre estaremos para detenerlos.
- Que bien que tenía razón - dijo Rice para sí mismo sin mirar a los saqueadores - ahora mis cadenas suelen ser de metal fundido, ya saben, bastante calientes para la carne humana así que tienen 30 segundos para atarse fuerte entre ustedes o sino pues… tendré que hacerlo yo, 27, 26, 25, 24.
- Esos no son ni 30 segundos - reclamó la chica que tomó una cuerda de la columna de una casa cercana mientras Rice seguía su cuenta atrás moviendo sus dedos índice imitando un metrónomo a manera de burla.
Mientras tanto en el camino a las montañas del norte un trineo con una carga que tintineaba se iba a toda prisa conducido por alguien que cubría toda su cara de manera excesiva incluso para el clima frío de esa zona, este trineo estaba siendo escoltado por un ingente grupo de lobos.
Ya al atardecer el carruaje de Elsa estaba de vuelta e iba de camino a una sección alejada de la ciudad, donde se encontraba el campo santo, con ayuda de Gerda descendió y fue caminando dejando a sus sirvientes en la puerta, no venía mucho al lugar ya que solo lo hacia con Anna para ver el monumento que le habían hecho a sus padres, en su interior aun creia que algun dia volverian por lo que inicialmente se opuso a la construcción de este monumento conmemorativo, pero con algo de presión de su hermana y su propia pena al ver que ya varios años habían pasado terminó cediendo y autorizando la edificación, y ahi estaba Elsa pensando en su familia, en su hermana que ya había avanzado en su vida.
Y así esperó en silencio varios minutos, quizás en su mente tendría más ruido del que nadie sería capaz de entender pero por fuera era un incólume y silenciosa princesa que ahora era la Reina aun teniendo que proyectar esa imagen de estabilidad, sabía que ese era su futuro desde que era niña, la carga de sus poderes no fue más que algo más que la encadenaba a la vida que lleva, pero nunca se arrepintió de elegir ese camino, era su manera de honrar la memoria de sus padres, de darle un significado a su vida y aunque eso le costase todo, se mantendría como la Reina de Hielo Elsa de Arendelle.
Cuando la oscuridad ya empezaba a impedir la visión a la distancia Elsa se retiró a su carruaje de vuelta al castillo seguida de Rice que iba siguiéndoles desde lejos con el caballo que había tomado prestado del castillo, para él era solo algo que quería ver, como era extrañar a sus figuras paternas, fue lo que vio en la Reina, solo una pobre chica que daba lo mejor de sí misma para no derrumbarse por el peso de sus responsabilidades, Rice si bien odiaba a los nobles en general, respetaba a aquello que dedicaban su vida a ayudar a otros, el mismo sabia que ese camino era algo autodestructivo pero en su caso no habría nadie que lamente su falta, pero al ver que en cierto aspecto podía empatizar con Elsa decidió usar el tiempo que estaría en Arendelle para ayudarla y aligerar su carga.
De vuelta en el castillo Elsa fue a revisar los documentos que Rice le envió antes de cenar, por su lado Rice dejó al caballo con agua y comida antes de ir al calabozo del castillo donde le recibió la comandante.
- Saludos consejero - le saludo la comandante al verlo llegar - le estábamos esperando.
- Cómo están los prisioneros comandante? - preguntó Rice recibiendo un saco de repuesto ya que Rice había quemado el suyo en la captura de los saqueadores.
- Ya los hemos interrogado por separado como solicitó - le dijo la comandante mientras caminaban por el pasillo de las celdas - y parece que son parte de unos locos que planeaban atacar a la Reina con esas armas que confiscó.
- Dudo mucho que lograsen hacerle daño a la Reina Elsa con esos trastos que a duras penas podían lanzar fuego en línea recta - comentó Rice revisando los informes de los interrogatorios - de todos modos hay que estar atentos, podría haber alguien desarrollando estas armas.
- Deberíamos advertir a la Reina - sugirió la comandante - con invitados llegando podría incluso haber alguno entre los visitantes.
- Hmmmmm… - pensó Rice dejando los papeles en el escritorio y viendo a los prisioneros en sus celdas - se va a preocupar si los soldados salen lastimados por estas armas, yo me encargare de capturarlos, ustedes encarguense de las labores de inteligencia.
- ¿Está seguro consejero? - preguntó la comandante viendo a Rice levantarse y acomodar su ropa - mis hombres y yo misma estamos listos para poner nuestras vidas al frente para proteger a la Reina y a Arendelle.
- No dudo de eso comandante - le dijo Rice volteando a verla mientras estiraba su mano hacia una vela que había en la mesa y absorbía la llama con sus dedos - pero debe admitir que solo yo puedo encargarme de estos fanáticos que planean atacar a la Reina Elsa.
- Consejero - le dijo seria la comandante - por lo que sabemos estos tipos también podrían estar detrás de usted y tener armas como esos lanzallamas que planeaban usar contra la Reina Elsa.
- Yo soy un simple consejero al servicio del Rey Guillermo de Occidente - le dijo Rice devolviendo la vela a la mesa - soy mucho menos relevante para la politica y sociedad que si algo le pasa a la Reina Elsa, pero si se da el caso de que también van detrás de mí, soy capaz de protegerme sin problemas.
En ese momento Rice emite chispas naranjas en sus manos que se convirtieron en electricidad que empezó a crepitar por todo su brazo de manera amenazante. La comandante aceptó poner a sus guardias libres a investigar el extraño culto que planeaba atacar a Elsa para que Rice se encargara de ellos, Rice partió de vuelta al castillo con el saco de la guardia y al llegar le recibió Gerda junto al Rey Guillermo.
- Buenas noches su alteza - le saludo Rice al viejo Rey - pensé que ya estaría durmiendo a esta hora.
- Día productivo, eh Rice - le dijo el Rey - he oído que trajiste algunos prisioneros al calabozo.
- Ningún noble por si piensa que eso hice - le dijo Rice muy serio - ya no tengo 15 años, así que no tiene que preocuparse, como consejero ahora ejecutaré mis labores sin fallo alguno no hace falta que se preocupe por mi.
- De eso no me cabe duda - le contestó el Rey Guillermo - lo único que pongo en duda es tu sentido de autopreservación.
- Alguien que vestía un saco de patatas no tiene de eso - le contestó Rice volteando a ver su peinado en un espejo de la entrada - además aquellos con poder para cambiar la vida de la gente para bien son los que merecen sobrevivir.
- Y has elegido creer que la Reina Elsa está en ese selecto grupo que tienes en tu mente? - preguntó el Rey Guillermo tomando asiento cerca de Rice.
- Yo no estoy ayudando a la Reina Elsa - le respondió Rice encaminandose al estudio del castillo donde Elsa le esperaba - bajo tus órdenes ayudare a la Reina Elsa, bajo mi propio juicio ayudare a la pequeña princesa Elsa, quizás un niño medio muerto como yo no le sirve de mucho pero algo podré hacer por ella. Y no te preocupes, solo soy un sirviente más así que ve buscando algún príncipe o algo con suficiente cerebro para que se case cuando nos tengamos que ir.
