Hallo! Hoy nos adentraremos a la mente de nuestro querido Tensai... He creído que detrás de una personalidad extrovertida se esconde una caja de pandora que evitan abrir a toda costa...Pero, ¿cuál es el límite de tanto optimismo? Les invito a este viaje donde Hana hará memoria de situaciones vividas con el zorrito que tanto amamos...(Tomaré referencias del anime)

-Flash Back de Hanamichi, tres días antes del encuentro en la playa con Rukawa-

Era inevitable el deseo de ver la silueta de Yohei entrar por la puerta de la sala en la cual se encontraba, si bien este le llamaba día por medio ya habían pasado 3 que no sabía absolutamente nada de él. Por una parte, entendía la ausencia de su ejército ya que ellos se habían comprometido en trabajar para poder costear parte de su rehabilitación. Sin Mito y su banda, sin cartas ni llamadas de Haruko para que decir lo ocupado que mantenía Miyagi al equipo de Shohoku que ni pensar en venir a saludar a este talentoso tensai; ¿tan poco valor tenía? ¿Acaso no fue por él que tuvieron el triunfo contra Sannoh? Ahora que estaba en estas condiciones, ¿ya no era de utilidad?

Hana se acercó a un sofá cercano a la ventana con mirada hacia el mar, era un domingo algo deprimente, pues durante 2 semanas que los cielos no mostraban más que un paisaje gris, todo se veía tan armoniosamente triste. Mientras observaba las nubes pensaba en qué ínstate comenzarían a caer las gotas sobre la ventana, era muy difícil que mañana pudiera salir a la playa a correr; otro día sin ver una cara conocida. De pronto la mente del pelirrojo comenzó a divagar por diferentes momentos de su vida, imágenes incompletas de una familia, infancia rodeada de pleitos con niños, secundaria batallando con bandas rivales, una colección de desamores y la preparatoria... Su memoria quiso detenerse en esta etapa y lo primero que le mostró fue el rostro de su amada Haruko acto seguido, le proyectó la declaración que Haruko le había confiado sobre su amor por Rukawa. De pronto vio cómo se encontraba en la azotea golpeando al susodicho mientras que de fondo se oía cada una de las clásicas palabras dedicadas a él por parte de Kaede "Eres un torpe...Idiota... Estúpido...Tarado..." Luego su mente lo llevo al encuentro contra Kainan, Rukawa en la banca gritándole que encestará... Vio los consejos que le entregó en más de una ocasión; rápidamente viajo al encuentro uno a uno que tuvo a gimnasio cerrado. Como una película le expusieron su derrota una y otra vez, las palabras del pelinegro resonaban de manera ensordecedoras en sus oídos "A esto se le llama capacidad".

Sin siquiera percatarse del estado en el que había sido inducido, su corazón comenzó a contraerse. Su mente lo mantenía sumergido en un mar de voces que lo jalaban cada vez más profundo, se observaba a sí mismo hundirse y en su desesperación de gritar por ayuda esta yacía muda en su garganta; no había salvación. Repentinamente una escultura de su propia imagen se posesionó frente a él, es que tanto tiempo se había esforzado en edificar se destruía frente sus ojos y las piezas cual proyectiles eran lanzados contra él. Las fuerzas por salir a flote se desvanecieron junto a todo lo que alguna vez creyó ser; quizá el zorro siempre tuvo razón, él no era más que un idiota que solo entró al equipo por un capricho... por impresionar a una mujer que jamás le iba a mirar cómo le miraba a su rival...¿Rival? ¿todos esos meses de entrenamiento no fueron más que una pérdida de tiempo? ¿Por qué empecinarse en ser mejor que Rukawa?

En fracción de segundo fue transportado al partido contra Sannoh, se vio frente al director Anzai solicitándole entrar sin resultado...Nuevamente él incitándolo a tomar una decisión, una palabra de ese zorro insolente y lo activaba a la acción; jamás se había puesto a pensar cómo era que una mirada, gesto o palabra de Rukawa afectaban tan decisivamente en su accionar.

-Sakuragi-kun, es hora de que tome su medicina. - dijo la enfermera de turno.

Hanamichi en segundos fue arrastrado a la realidad, tomó el vaso con agua que le extendía la enfermera junto a las pastillas. Se echó los analgésicos y bebió el agua.

- Será mejor que prenda la televisión y se entretenga con un programa, no es bueno que pase tiempo mirando este triste paisaje. Por su estado actual no es recomendable que intensifique las emociones de angustia. Así que ver algo divertido le ayudará a sentirse mejor.

-Sí, eso haré. - soltó el pelirrojo recostándose en la cama.

Los dos días siguientes el estado anímico de Hana no había mejorado, por lo cual llamaron al profesor Anzai para darle un reporte actualizado de su estudiante. Le informaron que Sakuragi estaba pasando por un cuadro de depresión, descartaron que el causante sea el proceso de rehabilitación pues el joven ya se hallaba en perfectas condiciones; solo quedaba cumplir con las sesiones de fisioterapia y sería dado de alta. Mencionaron que últimamente no había recibido visitas lo que podría ser el gatillante de esto; además hace varios días que ya no pedía practicar con el balón de básquetbol.

Miércoles, 11:45 de la mañana.

Después de la lluvia de los últimos días, hoy se había dignado a salir el sol. A pesar de todo lo que sus recuerdos le hicieron experimentar el fin de semana necesitaba ver una cara familiar, necesitaba cruzar un par de palabras con alguien, aunque fuera con ese odioso zorro. No sabía cómo, pero se había aprendido su horario de trote "lunes y miércoles al mediodía" aunque la semana pasada no le había visto. Se quedó varias horas esperando a que su compañero se dignara a pasar frente de él pero jamás llegó; no obstante, hoy sentía la esperanza de toparse con ese tonto.

Unos minutos después...

Hanamichi y Rukawa se encontraban conversando en la playa...Las duras palabras del ojiazul habían calado profundamente en su corazón "eres un idiota si crees que con tu nivel podrás lograrlo". En qué momento se le cruzó por su mente que podría recibir algún tipo de reconocimiento por parte de este sujeto..."Hasta cuándo Hanamichi Sakuragi seguirás con esta farsa".-pensó. Pero no permitiría que su adversario vea un ápice de flaqueza en él, debía continuar con este teatro del Tensai, ya no quedaba nada a qué aferrarse... ¿Cómo volvería a recuperar el tiempo de entrenamiento perdido por la rehabilitación? ¿Qué grandes jugadas estará haciendo ahora este grandísimo tarado? ¿Alcanzarlo? "Despierta de una vez Hanamichi, jamás quisiste esto, él fue quién te trajo hasta aquí... si él no hubiera entrado a Shohoku, hoy no estarías en este lugar... No habrías entrado al equipo de básquetbol...creaste una estúpida rivalidad...desear superar a alguien que no ve valor en ti... ¿qué conseguirás con eso? - su mente no dejaba de maquinar ataques contra él...

Siguió la conversación por parte del número 10 y con el fin de callar las voces en su cabeza, soltó:

-tú ya no eres mi objetivo...tengo un sueño mayor, ser el mejor jugador delas preparatorias; y sé que si entreno lo suficiente... podré jugar en las ligas mayores.

Nada de lo dicho era creíble para él aunque esperaba que el chico si lo creyera pues trato de sonar lo más convincente posible. "si él no hubiera entrado a Shohoku, hoy no estarías en este lugar... No habrías entrado al equipo de básquetbol..." estas ideas bombardeaban la mente de Hana.

"Todo es culpa de Kaede Rukawa".- estas palabras se tallaron en su interior.

En cualquier momento colapsaría emocionalmente, necesitaba huir de tan dolorosa presencia, tomo las últimas fuerzas que le quedan y mientras lanzó una frase de despedida se echó a correr de regreso a la clínica.

- Hasta nunca zorro apestoso.

Trató de tomar un respiro antes de entrar al recinto con el fin de que no fuera muy notoria su inestabilidad mental, saludo a las recepcionistas con una sonrisa de genio que usualmente les regalaba cuando algo bueno le pasaba; siguió su trayecto hacia su habitación y adentrándose al lugar buscó una cajita que tenía oculta en su cajonera.

- Hoy dejarás de torturarme. - musito para sí.

Sacó del recipiente una cantidad de pastillas que no había digerido cuando las enfermeras se las entregaban y se dirigió al baño. Una vez dentro se miró al espejo y no lograba identificar el hombre del reflejo. ¿Qué había pasado con ese talentoso tensai? ¿Dónde quedo esa fuerza de voluntad, la motivación de mejorar cada día? - Los pensamientos se estrellaban unos con otros. - "Jamás has sido bueno para algo Hanamichi Sakuragi", "Nunca lograrás que alguien te amé por quién eres", "No sirves para nada".

De pronto la luz comenzó a extinguirse gradualmente de sus ojos, todo estaba nuboso, solo veía con claridad el puñado de pastillas en su mano derecha y en un movimiento violento, sin esperarlo, fue jalado hacía atrás por un enfermero. El pelirrojo puso resistencia y luchó tenazmente contra aquellos que le impedían acabar con su tormento. Se sumó más personal para poder detener a tan temerario joven que no se dejaba someter por la voluntad de aquellos que solo querían salvarle; tras forcejear y sostenerle entre cinco hombres pudieron aplicarle un sedante.

Escuchaba voces muy lejanas susurrar cerca de él.

- Sabía que algo malo pensaba este chico, por eso lo seguí sigilosamente y lo observé desde afuera de su habitación. -mencionada el enfermero.

- Teniendo toda una vida por delante; ¿por qué habrá decidido tomar ese camino?- decía otro.

Hanamichi aun con el sedante corriendo por su organismo seguía luchando por zafarse del agarre de los enfermeros, su desesperación era tal que las lágrimas comenzaron a caer por sus almendrados ojos y entre sollozos balbuceaba oraciones incompletas.

- Por favor...déjenme...yo...no tengo...Ya no me queda nada aquí..- Su voz sonaba agonizante, su corazón desagarrado por la frustración comenzó acelerarse.- sa..salven..venme.- soltó antes de desplomarse por completo en los brazos de quienes lo sostenían.

Miércoles, 14:30 Hanamichi Sakuragi es transferido a la clínica siquiátrica por intento de suicidio.

Fin Flash Back...

Agradezco el tiempo que te has tomado por leer esta historia :D!

Espero haber podido transmitir de manera coherente el sentir de Hana...si hay algo que tal vez no quedó muy claro...hazme saber :3