Hola, he regresado después de mucho tiempo para poder traer esta nueva historia que espero pueda ser de su agrado, y espero que pueda interesarle a más de uno. Primero que nada hay que agregar que:
El mundo de Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto.
Y sin darle más vueltas al asunto comencemos:
Lluvia
Lluvia… se escuchaba solamente las gotas de lluvia resonar en el techo de aquella mansión a la que pertenecía la honorable familia Hyuuga. Gotas que resonaban como balas en los oídos de los habitantes de esa casa, a lo largo del pasillo se veía claramente como un líquido estaba derramado sobre el hermoso piso de madera, pero había un ligero problema, el líquido no era de agua… sino de sangre. Siguiendo el camino de aquel líquido vital del cuerpo de cualquier persona, una niña o más bien una jovencita de no más de 15 años de edad observaba con terror el camino sangriento que le llevaba a la habitación de sus padres; la gran puerta de caoba blanca se encontraba entre abierta y desde dentro de la habitación podían escucharse sollozos… los sollozos de su madre, poseída por el miedo y la angustia de no saber lo que pasaba decidió acercarse lentamente hasta estar de frente a la puerta del cuarto; sus ojos se abrieron de una forma antinatural al ver la escena de la habitación. El cuerpo de su padre yacía sin vida y con los ojos abiertos, aun derramando su sangre por uno de sus costados y por su cabeza, donde se veía con claridad un agujero provocado por una bala.
-Hi..Hina..Hinata….- La joven escucho el lamento de su madre y al desviar la mirada divisó la cama de sus padres, donde su madre yacía tumbada a la fuerza por un hombre robusto; las ropas de su madre estaban desgarradas y se lograba ver su cuerpo femenino sin ningún pudor, lo que Hinata no lograba a entender era por qué los movimientos de las caderas del hombre que estaba sobre su madre… hasta que lo comprendió. El hombre no tenía ni una delicadeza al ultrajar el cuerpo de Hitomi Hyuuga, Hinata quiso gritar para pedir ayuda y al retroceder unos cuantos pasos fue detenida por unos brazos que hacían presión en los suyos-.
-Miren quién ha decidido unirse a la fiesta- Se escuchó la profunda voz del hombre que la sujetaba con fuerza- Mírate querida, eres toda una lindura- Aquel hombre siguió hablando pero Hinata no le prestaba atención, estaba demasiado aterrada como para escuchar a aquel hombre hasta que sintió como una mano se colaba por debajo de su camisón que utilizaba para la hora de dormir, esa mano siguió subiendo hasta toparse con uno de sus senos, Hinata vociferó un grito al sentir como se le lanzaba al suelo y sentía un peso sobre ella, sus cabellos empezaron a mojarse de la sangre que aún brotaba del cuerpo de su padre y sintiendo como era despojada de su camisón comenzó a mover cada parte de su cuerpo esperando que al menos pudiera dar un golpe a su agresor. El hombre le propinó un golpe en su mejilla lo cual la aturdió un poco pero en el momento en que Hinata empezó a recuperarse sintió como su intimidad estaba siendo invadida por un cuerpo extraño, ¿le dolía?... le destrozaba por dentro sentir el miembro del hombre que entraba sin piedad en su cuerpo, gritaba y gritaba de dolor pensando que así molestaría al hombre y al fin la dejaría en paz pero pareció todo lo contrario ya que el hombre arremetía contra su cuerpo con más intensidad en sus embestidas; quiso morir en ese instante que sufriera un ataque cardiaco o un derrame cerebral para ya no estar en esa horrible realidad… y en un momento pensó en la integrante más pequeña de la casa, su hermana Hanabi. Con terror rezaba en su mente que su hermanita escuchara los ruidos y pudiera darle tiempo de esconderse para no tener que sufrir el mismo tormento que su madre y ella, pero ocurrió todo lo contrario… divisó la pequeña figura de la pequeña Hyuuga frente a la puerta de la habitación y observo en su hermoso rostro lágrimas derramadas y el pánico por ver la escena ante sus ojos. Como pudo movilizó su boca articulando un "corre" para que su hermana huyera de aquella mansión pero fue demasiado tarde el hombre que había violado a su madre ahora estaba tomando los cabellos de la niña para arrastrarla hacia la habitación-
-Oye, ¿Ya viste los ojos de esta familia?, ¿Cuánto crees que nos den por ellos en el mercado negro?- Habló el hombre y tomando un cuchillo que estaba a un lado de la cama lo acercó lentamente hacia Hanabi, su hermana se movía intentando liberarse del agarre de aquel hombre pero le fue inútil. Un grito desgarrador se escuchó por toda la casa, Hinata que se encontraba en un estado de shock podía escuchar los gritos de Hanabi que eran causados por culpa del cuchillo que se enterraba en sus ojos, Hinata quería con todas sus fuerzas ayudar a la infante pero el hombre aun la mantenía prisionera, y hasta que aquel hombre derramó su semilla en el cuerpo de Hinata se levantó y se dirigió hacia su compañero ya que a lo lejos se escuchaban las sirenas de la policía.
-¡Tsk! Ya deberíamos habernos ido, ¿Ya terminaste?- Dijo el hombre dirigiéndose hacia la puerta y mirando por la ventana si ya habían llegado los autos de la policía-.
-¡Ya está!, hasta luego preciosas… sé que no nos olvidarán- Dijo el otro hombre con cinismo y corriendo hacia la salida de la mansión.
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Lluvia que caía sobre aquel campo abandonado a las afueras de la ciudad, lluvia que no cesaba, lluvia que caía sobre el cuerpo de la mujer de 20 años que corría a gran velocidad lanzando proyectiles en todas direcciones, lo que parecía que sólo lanzaba a diestra y siniestra era en realidad realizado meticulosamente, ya que, hacía que aquellas navajas chocaran unas contra otras dirigiéndose a diversas direcciones y por resultado dando en los blancos ocultos en los arboles de los alrededores. La joven de cabellos largos y azulinos veía como había acertado en casi todos los blancos y se reprimía internamente por no haberlo hecho mejor que las otras ocasiones.
-Veo que aun te falla la muñeca, sabes que debes hacerlo suave ¿no?- preguntó una joven de cabellos rosados atados a una coleta alta-.
-Si no me hubieras luxado la muñeca hace una semana seguramente lo hubiese logrado- se quejó la otra chica-.
-Excusas hay muchas Hinata pero la verdad es que si te relajaras ya lo habrías logrado desde que empezaste a entrenar- contestó la joven de cabello rosado-.
-Sabes que fecha es hoy, ¿no es así Sakura?- Dijo Hinata con pesar-.
-Uno de Junio, lo se Hinata, pero el que sigas pensando que tu madre no va a despertar sólo empeora tu desempeño a la hora de luchar, he ahí que pudiera luxarte la muñeca- Sakura observó la expresión de fastidio que le dio Hinata- Bien creo que es hora de irme… y por cierto Tsunade nos tiene una nueva misión, prepara tus cosas rápido y nos vemos en el helipuerto-.
Hinata sólo dio una mirada que su compañera entendió como un "iré en seguida"… Uno de Junio, han pasado 5 años desde la muerte de su padre, de que unos malditos abusaran de ella y de su madre y además que su hermana haya quedado ciega por no haberla protegido como debía, maldijo el no haber podido aniquilar a los hombres responsables de semejantes actos pero le bastaba con saber que sufrieron tanto que hasta en el infierno lo estarían sintiendo aún (información proporcionada por Tsunade), pero ya no era la chiquilla de hace 5 años, se había vuelto fuerte y fue reclutada por Tsunade para un equipo de elite llamado "Destructa Elite Team".
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Bien creo que es todo por ahora, espero y les haya parecido este capítulo. Se aceptan tomatazos, que al fin y al cabo pueden ayudarme a mejorar esta historia.
Sin más de momento me despido les mando un beso y un abrazo bien grande para que lo sientan en sus kokoros :*
Shironeko
