Capítulo III:
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PÁRAMO
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Esa extraña pastillita roja.
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(2) El punto de quiebre.
―¿Sakura? ― La llamo.
Ella apretó el móvil enojada y lo bloqueo luego de reenviar todas esas fotos. Las lágrimas bajaron solas por sus mejillas.
―¿Tú le llevas el móvil a Naruto?― Le preguntó en un susurro sin verlo.
Sasuke alzó una ceja divertido ante su propuesta y clavo sus ojos negros en ella.
―¿Por qué lo haría?― Le preguntó con burla ―Es tu novio. Ve tu―
Sakura bufo por lo bajo y volteó a verlo enojada.
―Por favor. Haré lo que quieras―
Sasuke sonrió de lado tomando el móvil, se bajo del coche de prisa y se encaminó al salón de clases. El idiota de Naruto aun estaba en los pupitres hablando puras estupideces con sus amigos. Sasuke se aproximo con el móvil en la mano.
―Te lo manda Sakura― Comento dejándolo sobre la mesa del pupitre.
Naruto frunció el ceño levantándose de su lugar para alcanzarlo antes que diera media vuelta y se fuera.
―¿Y ella donde esta?―
El Uchiha sonrió. Estaba en su coche y en cuarenta minutos estaría en su cama, Naruto se iba a arrepentir de haberle quitado a su mujer.
―En mi coche― Contesto con sorna.
Al Uzumaki le hervía la sangre de solo pensar que Sakura se refugiara en ese imbécil después de lo mal que la había tratado el Uchiha el año pasado. Sasuke había perdido su virginidad con Sakura a los quince años, ella también era virgen al estar con él y luego el idiota la había engañado con Ino. Aunque técnicamente no la había engañado porque no eran nada pero Sakura los encontró besándose en el gimnasio y eso le partió el alma. Y fue Naruto quien estuvo para ella.
―Naruto― Lo llamo Shikamaru observando su móvil, el rubio volteó a verlo ―Debes ver esto―
Sasuke sonrió de lado. Naruto abrió los ojos sorprendido al ver las fotos de aquellas chicas en el móvil de Shikamaru, Chouji se levantó de prisa con su móvil en las manos.
―Las enviaron de tu móvil― Aclaró el Akimichi.
Naruto apretó los puños furioso, él había jurado que las había borrado de su móvil. ¿Cómo carajos hizo Sakura para conseguirlas? Y lo más importante ¿Cómo sabía que las tenía?
Se volteo enojado al ver la sonrisa burlona del Uchiha pero no pudo ni avanzar dos pasos cuando sintió el fuerte golpe en su mandíbula. Neji Hyuga lo había golpeado.
―Hijo de perra ― Chillo el Hyuga ―¿Cómo pudiste compartir las fotos de mi prima? ― Grito furioso y Lee lo sostuvo de los hombros evitando que se le tirara encima nuevamente al Uzumaki.
Naruto se apretó la nariz y sintió la sangre bajar por su mentón. Esas fotos de Hinata se las había enviado el idiota de Kiba, quien actualmente salía con Hinata, aunque no la merecía, las fotos de Shion y Amaru si se las habían enviado estas pero él no se las había pedido por ese motivo las había borrado. Naruto jamás le seria infiel a Sakura.
―Yo no fui― Se defendió y vio la risita burlona de Sasuke.
Quiso levantarse para evitar que el Uchiha se fuera con su novia pero Neji se soltó del agarre de Lee y se fue contra el Uzumaki nuevamente.
―Te voy a asesinar―
Sasuke sonrió al ver la pelea e intercambio una leve mirada con Shion, la rubia sonrió feliz. Ella no pensaba volver con Naruto luego de que la engaño y abandono por Sakura hace unos meses pero quería vengarse de esa zorra. Y Amaru, Amaru si estaba loca por el Uzumaki y haría cualquier cosa para que dejara a la Haruno y estuviera con ella.
El pelinegro metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y se alejo de la pelea, Naruto se llevaría una buena suspensión. Cuando llego a su coche, Sakura aún seguía allí sentada llorando, tenía los ojos rojos e hinchados, las manos le temblaban y parecía apenas poder respirar.
El karma.
―¿Qué te dijo? ― Le preguntó histérica cuando lo vio subir al asiento del piloto.
―Si que formaste un buen lío― Se burlo ―Neji va a matarlo― Dijo divertido.
Sakura abrió la boca asustada, quiso bajarse del coche pero Sasuke se lo impidió tomándola de la muñeca con fuerza.
―Ya lo hiciste― La reto enojado ―Ahora debes enfrentar las consecuencias―
La pelirrosa se acomodó nuevamente en el asiento sin pronunciar palabra y el Uchiha arranco el coche encaminándose a su casa.
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―¿La vas a tomar o no? ―
Sakura observó aquella pastillita roja con un extraño dibujo de una flor en ella. Sasuke alzó una ceja aún de pie a su lado. Habían llegado a su departamento hacía unos minutos, la misma estaba vacía tras la muerte de sus padres y lo que había sucedido con Itachi, Sasuke vivía en aquel lujoso apartamento con su tío Madara, quien jamás estaba en casa.
―Si― Respondió tomándola de la palma de la mano del chico ―¿Es muy fuerte? ― Preguntó preocupada y la observo detenidamente unos segundos mientras la apretaba entre su dedo índice y pulgar.
Jamás había consumido éxtasis en sus dieciséis años de vida, Sasuke tampoco. A él le gustaban otras drogas.
―Tú, tranquila― Susurro recostándola en su cama ―Yo te cuido―
Sakura sonrió y puso aquella pastillita roja bajo su lengua. Sasuke hizo lo mismo y se recostó a su lado, clavaron sus ojos en el techo. Fue Sakura la primera en sentir los efectos de la droga, el cuerpo se le hizo más ligero, los colores se hicieron más brillantes, largo una carcajada volteando el rostro a ver a Sasuke.
―Tus ojos― Sonrió ―Son rojos―
El Uchiha largo una risa baja, Sakura estaba tan drogada. Tenía las pupilas tan dilatadas que el verde del iris apenas se distinguía, la mejillas sonrojadas, la falda escolar subida hasta la cintura dejando ver la ropa interior de encaje color blanca y la camisa escolar desprendida enseñando el sostén a juego.
―Es el éxtasis― Le explico.
Ella comenzó a reírse y levantó sus manos observándolas detenidamente, parecía que sus dedos se movían solos. Sasuke sonrió de lado y se acomodo sobre ella obligándola a abrir las piernas.
―¿Qué haces?― Susurro nerviosa cuando sintió como se restregaba sobre ella simulando embestirla.
―Te extrañe― Le confesó rozando su nariz con la suya en una caricia ―¿No me extrañaste? ―
Sakura asintió. Hacía casi un año que no estaban juntos, desde que Sasuke la engaño con Ino y ella decidió darle una oportunidad a Naruto. Sasuke sonrió de lado y la beso en el cuello, Sakura largo una risita bajo los efectos de la droga y dejo que el pelinegro la desnudara. En ese momento solo le importaba olvidar el dolor. Solo le importaba sentir placer.
―Tu fuiste la primera― Le susurro rozando sus labios.
―Ah, Sasuke―
El pelinegro la había penetrado de una sola estocada, sintió como la llenaba por completo y comenzaba a embestirla cada vez más rápido, cerro los ojos y se arqueo en la cama restregando sus senos en el pecho del chico.
―Estas tan apretada― Le susurro al oído y acaricio sus labios con la yema de sus dedos.
Sakura largó una risita clavando sus ojos en el techo y en todas la formas que se dibujaban en el.
―No estoy apretada― Murmuro ―Tu la tienes muy grande― Dijo divertida.
El Uchiha sonrió orgulloso y le metió dos de sus dedos; el índice y medio en su boca, Sakura los chupo empapándolos en su saliva y el pelinegro los bajo hasta su clítoris para masajearlo mientras la embestía.
―Ah, si―
―¿Te gusta?―
Sakura asintió y al fin clavo esos vidriosos y verdes ojos en él, Sasuke la beso justo cuando ambos acabaron.
Esa fue la primera vez que Sakura Haruno le fue infiel a Naruto.
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Esa noche el rubio la fue a ver a su casa.
―¿Qué haces aquí?―
Naruto estaba de pie en la puerta de su casa. Clavo sus ojos azules en los de Sakura y la noto tan pálida y ojerosa, se echo la culpa por hacerla sufrir aunque su estado era por la resaca de aquella droga que le dio el Uchiha.
―Perdóname, por favor― Susurró y la abrazo con fuerza.
La apretó contra su cuerpo sintiendo como su remera se mojaba por el cabello húmedo de la chica y ese aroma a cerezas se impregnó en su ropa. Sakura tenía la vista fija al frente sin verlo y las manos colgaban a cada lado de su cuerpo sin corresponder el abrazo. Se sentía mas asqueada de lo que había echo esa tarde con Sasuke que de las fotos que le encontró al Uzumaki en su móvil.
―Yo jamás te engañaría― Le dijo el Uzumaki hundiendo su rostro en el cuello de la chica ―Tienes que creerme― Le imploro ―Fuiste la primera― Comentó haciendo referencia a que ella le había quitado la virginidad aquella noche del bar donde decidido dejar a Shion ―Y la única― Agrego.
Y le creyó. Sakura lo abrazo muy fuerte al mismo tiempo que comenzó a llorar. Naruto solo la dejo desahogarse los siguientes quince minutos, fue Sakura quien rompió el abrazo y le dio vuelta el rostro de una cachetada, Naruto clavo sus ojos azules en el suelo tras el golpe.
―Pasa― Le ordeno y él la miro sorprendido recuperándose de la cachetada que acababa de darle ―Y me explicas todo―
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(3) El odio sin retorno.
―Pasa―
Sakura avanzo al interior de aquel cómodo y elegante apartamento que conocía a la perfección, se aproximó al sillón dejando su bolso sobre este y se volteo observando a Sasuke cerrar la puerta de entrada con seguro.
―¿Tu tío no está?― Sasuke negó con la cabeza aproximándose a ella ―Siempre solo ¿No?―
―Siempre solo― Repitió sin mucho interés tomándola de la cintura.
Paso las manos por su espalda apegándola más a él y ese aroma a cerezas inundó el lugar. Sonrió de lado y paso la lengua por el cuello de la chica, Sakura entrecerró los ojos disfrutando de las caricias que le hacía el Uchiha con la lengua y apoyo una de sus manos en el cabello azabache incentivándolo a seguir. De pronto, la imagen de Naruto y Hinata besándose volvió a ella. Sakura ya no era la única para el Uzumaki.
―Naruto sigue con Hinata― Hablo seria, su mano resbalo de la cabellera del azabache y apretó ambos puños con bronca.
El Uchiha la soltó fastidiado.
―Te dejo― Dijo enojado ―Ya supéralo― Le ordeno alejándose de ella y sentándose en el sillón.
La pelirrosa lo imito, pasaron unos minutos en silencio en los que Sasuke solo cambiaba los canales en la televisión buscando algo interesante para ver.
―Sasuke― Lo llamo, el pelinegro la miro de reojo ―Lo siento― Dijo aproximándose a él y le dio un beso en el cuello.
―¿Por qué? ― Preguntó sin interés aún cambiando los canales de la televisión.
―Por arruinar el momento― Contesto arrodillándose entre sus piernas, sonrió de lado y apoyo su mentón en la bragueta del Uchiha ―¿Qué quieres que haga por ti? ―
Sasuke sonrió de lado. Le había costado bastante quebrarla pero ahora la tenía solo para él y el idiota de Naruto la odiaba. Todo había salido perfecto.
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